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1. Objetivos……………………………………………………………………..3
2. Introducción………………………………………………………………….4
3. El bien Común……………………………………………………………….5
3.1. La educación del bien común……………………………………………...5
3.2. ¿es posible saber qué la educación funciona?..............................................7
3.3. Deserción estudiantil…………………………………………………....…8
3.4 Deserción estudiantil en Colombia………………………………………...9
4. Conclusiones………………………………………………………………..11
5. Referencias……………………………………………………………….....12
1. OBJETIVOS
Con esta monografía se busca instaurar en los lectores los evidentes beneficios que
se obtienen al recibir una educación, para así tener una vida plena.
Presentar adecuadamente las ideas descritas por distintos autores para una óptima
comprensión acerca del tema en cuestión.
1. la baja motivación; asimismo, Van (2012) y Navarro (2001) consideran que las
personas desertan porque no quieren o no les gusta estudiar.
Del latín bonum commune se puede desglosar de dos palabras. Bien: quiere decir
qué da satisfacción espiritual, moral y corporal. Proporciona paz, cultura y todo lo
necesario para el pleno desenvolvimiento de la existencia. Común: quiere decir qué
es un bienestar donde están involucradas más de una persona. El bien común es
necesario y promueve el desarrollo integral de las personas. Más recientemente,
(John Rawls,2009) lo definió como “ciertas condiciones generales que son... de
ventaja para todos”.
En amplio sentido, la totalidad de las instituciones públicas y privadas deben
garantizar la vida en común de las personas en una comunidad; definido
tradicionalmente con tres elementos: territorio estatal, pueblo del Estado y poder del
Estado (Rainer-Olaf Schultze, p. 526).
El trabajo en equipo de las personas ha avanzado a tal punto de poder dar soluciones
viables y correctas a diversos aspectos de la vida y la existencia. Por tal manera la
raza humana se encuentra en la cima de la cadena alimenticia y de igual manera se
puede afirmar qué son los destructores del planeta, si se deseara cambiar el futuro
qué les depara a sus predecesores debe de optarse por cambiar completamente la
forma en qué se consiguen los recursos para sustentar sus vidas. Para esto se ha
propuesto la enseñanza del bien común como un deber y obligación de cada persona
pensando de forma colectiva. (Crisostomo,2018) afirma:
¿El bien común debe concernirnos a todos? ¿No son las grandes multinacionales las
mayores productoras de contaminación por solo un beneficio propio? Vivimos en un
mundo donde ante cualquier problema se buscan culpables donde no existen, pero
son cómplices las personas qué consumen o compran los productos, por lo tanto,
está en nosotros el cambio. El bien común parte de valores qué se cultivan en el
hogar, con padres maduros qué aportan una visión humana amable y responsable,
nacida de esos afectos familiares en los que las fortalezas y valores se entretejen
cotidianamente. A partir de ahí se construye una sociedad y una civilización
impulsada por el bien común. (Riquelme Medallo 2017). Ahora bien, el futuro de la
humanidad se encuentra en los niños y jóvenes estudiantes de colegios,
universidades, institutos técnicos y empresas qué se están preparando para ser los
futuros gobernantes de las naciones. El trabajo de educar es de todos sin
discriminación alguna por religión, sexo, hogar, familia, color de piel... entre otras.
De tal manera también debe estar bien implementada la enseñanza del bien común
y debe ser responsabilidad de instituciones gubernamentales el qué se cumpla, como
lo dice (Crisóstomo, 2018): De esta manera el poder ejecutivo debe dedicarse a la
consecución del bien común para todos los habitantes de país sin discriminación
alguna. El esfuerzo debe ser, entre otros, a través de las entidades públicas
prestadoras de servicios como salud, educación y justica.
Tratar un tema como es delicado, pues aquellos qué van en contra del gobierno son
oprimidas, generando miedo y qué todo siga el curso como si nada grave estuviera
ocurriendo.
Esta es una pregunta que podría sorprender, pues nadie lleva a cabo una tarea de
importancia sin saber si producirá el efecto presumido. Ningún docente o padre de
familia deja de preguntarse e indagar de manera continua sobre los procedimientos
más eficaces y eficientes para lograr los resultados deseados.
Ahora bien, la educación está siendo atacada por la “deserción”, término qué define
aquellos alumnos que abandonan sus estudios por distintos factores, ya sea: social,
económico, personal.
El Sistema de Prevención de la Deserción en Educación Superior –SPADIES– es
una herramienta informática que permite a las instituciones públicas y al sector
privado hacer seguimiento a quienes desertan del estudio. Una vez identificados se
procede a desarrollar estrategias orientadas a disminuirlos. Logrando una
intervención oportuna para evitar que los niños y jóvenes no abandonen sus estudios.
Es claro que las causas del desbalance de la educación y la deserción inician mucho
antes de la universidad; todo comienza desde el preescolar donde lastimosamente
solo tienen acceso quienes cuentan con los recursos necesarios, luego llegan a
primero de primaria con el único requisito de haber cursado el grado de kínder. Por
lo general, un niño de escasos recursos no tiene ningún tipo de formación de primera
infancia. Los primeros cuatro o cinco años de vida son cuidados por un familiar o
un vecino, y muy pocos logran acceder a un preescolar.
Uno de los desafíos más grandes que enfrenta el país en materia de educación es
luchar contra la deserción escolar. Según el ministerio de educación
aproximadamente que 1 de cada 5 estudiantes en Colombia no continúa estudiando
después de la primaria, que el 12 % queda por fuera en la básica secundaria y que
solo 48 de cada 100 jóvenes de las zonas rurales del país culmine la educación media.
Al graduarse, tampoco están preparados para enfrentar las demandas del mercado
laboral. Muchos llegan desventajas y bajas competencias en temas claves. Y si
logran ingresar al mercado laboral, no solo enfrentan un entorno hostil, sino que
enfrentan una inferioridad profunda en investigación, desarrollo e innovación.
4. CONCLUSIONES