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Trabajo Práctico # 2

Estudiante: María de los A. Pérez Pérez

 Trabajo Práctico # 2

Por la Gracia de Dios estoy a cargo como líder ministerial h


) desde el 2007 hasta
hoy dentro de la comunidad de fe de la Iglesia Metodista Peniel en el Sector Dos Bocas del
barrio Rio Arriba del pueblo de Arecibo. Esta es una iglesia casi centenaria que en sus primeros
39 años estuvo localizada en terrenos en donde hoy está el lago Dos Bocas y que posteriormente
se construye su templo en una loma frente al lago, gracias a la donación de un vecino. Nuestra
membrecía es una en su mayoría compuesta por personas de escasos recursos económicos y que
no han alcanzado estudios universitarios a excepción de unos pocos que sí. Las facilidades
físicas de nuestro templo son muy limitadas dado el tipo de terreno en donde se encuentra
localizado, solo contamos con un salón para los niños/as recién construido y los jóvenes los
ubicamos en un área cercana los baños, en donde manera provisional hemos improvisado un tipo
de salón. Contamos con una maestra de escuela bíblica para los niños/as, dos maestras para los
jóvenes y tres maestros para los adultos, solo de estos, tres cuentan con algún grado
universitario, pero ninguno en educación. Actualmente contamos con la asistencia de 40 a 50
personas los domingos aunque con mucho menor asistencia nos reunimos los martes y los
viernes en culto de oración y sociedades respectivamente.

De manera breve y concisa quise describir el entorno desde donde se da nuestra dinámica como
iglesia y es desde este, que intento responder a las preguntas de este segundo trabajo práctico.

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Educar en la fe tiene como propósito en primer lugar el que las personas puedan encontrarse de
manera más real, cercana y practica con Jesús y sus enseñanzas. Es conducir a las personas que
componen nuestras congregaciones de manera intencional, a que a través de la fe cristiana
puedan llevar vidas transformadas que resulten a su vez en estilos de vida que reflejen los valores
del reino. Es el cómo desde mis circunstancias personales, familiares y como miembro de una
comunidad, en mi cotidianidad de vida puedo vivir dentro de los parámetros de la fe y que esto
no es una meta inalcanzable, ideal o irreal, que si puedo lograrlo. Es lograr que las personas
puedan internalizar que el reino de Dios y sus consecuencias pueden experimentarse desde
nuestra realidad de hoy. Esto trae a mi mente la frase de una hermana de mi iglesia que me dijo
lo siguiente: ·



 
 


 




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Cuando llegamos a nuestra congregación nos dimos a la tarea de escuchar, conocer y

relacionarnos con las personas dentro y fuera de nuestra congregación, inclusive comenzamos a
asistir a las reuniones que realizaba el Consejo Vecinal Comunitario auspiciado por la Policía de
P.R. en Rio Arriba y descubrimos que en su mayoría las personas se sentían abandonados y
cierta manera hasta olvidados por las diferentes instituciones gubernamentales e inclusive por la
institución de la iglesia, lo que en mi opinión genero una autoestima baja como comunidad. Pues
es entonces que como iglesia dentro de nuestra comunidad de fe y fuera de esta nos hemos dado
a la tarea de crear conciencia de quienes somos como pueblo de Dios y las consecuencias directa
de esto en nuestras vidas y en la vida de nuestra comunidad de Rio Arriba. Ese ha sido nuestro
propósito al educar, hacerles comprender que todos/as fuimos creados a imagen y semejanza de
Dios y con cada uno de nosotros/as Dios tiene propósitos, así que no importa que seamos del
área de la montaña o no somos importantes para Dios. Cuando digo que aun fuera de nuestra
comunidad de fe, me refiero a que nos hemos reunidos con los diferentes pastores de las iglesias
de la comunidad y con varios de los líderes de la iglesia y juntos hemos realizados diferentes
actividades en donde enfatizamos lo que puede y hace la iglesia en beneficio de una mejor
calidad de vida como comunidad. Algunas de estas actividades son: clínicas de salud, taller de
violencia domestica, manejo de emociones, vales de alimentos, fiesta de navidad para la
comunidad entre otras. Gracias a estas ya hemos comenzado a ver resultados, primero en su
mayoría aceptan el que pueden realizar diferentes actividades, debido al éxito de las anteriores,
lo que ha provocado un aumento en su confianza y capacidad para hacer las cosas, segundo un
aumento de matrícula en la participación y tercero es el que hemos llegado a diferentes personas
en nombre de Jesús y su iglesia.





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No podemos negar que lo que somos, como reaccionamos y pensamos son el resultado de
nuestra cultura, tradiciones, historia y sociedad en la que nos hemos desenvuelto y mucho menos
podemos separarlo de nuestra vida como iglesia. Al igual que Jesús quien aprovecho todo
contexto, para enseñar, discipular y quien es nuestro modelo a seguir, así debe ser nuestra
intención al educar a las persona con esa misma pasión e intención. Pues no solo educamos a las
personas dentro del templo y en la formalidad del culto o de la escuela bíblica, sino también
fuera de este y en actividades que le son pertinentes y familiares a las personas que deseamos
impactar. Como también el contexto que se da en la comunidad fuera de la iglesia nos sirve para
que en el interior de esta lo utilicemos como herramientas en nuestra manera de llevarles el
mensaje de Jesús y el cómo convertirlo en práctica en nuestro diario vivir. Al educar buscamos
que las personas se apropien de las enseñanzas de Jesús de tal manera que las internalicen en sus
vidas, que pasen del concepto a la aplicación, por lo tanto debemos de aprovechar todo recurso,
momento situación, lugar para llevarlos a familiarizarse con Jesús de la manera más clara y
sencilla posible.

      

   
    
 
 

Al educar de manera intencional estamos buscado producir una transformación en la vida de las
personas por lo tanto la manera en que las personas reciban el mensaje y se apropien de este
dependerá del como lo presentemos, este debe ser uno pertinente y vigente a las personas y sus
necesidades particulares. Si nos dirigimos al contexto interior de la iglesia buscamos revistas de
escuela bíblicas que contengan temas que sean de interés al grupo en particular y los agrupamos
de acuerdo a su edad. En ocasiones hemos realizado cambios en la programación para traer
talleres o charlas de temas de actualidad o de necesidad a la congregación. Por ejemplo:
temporada de huracanes, terremotos, necesidad en Haití, Misiones, llevar almuerzos a hogar de
deambulantes en Arecibo y taller de autoestima entre otros. En el contexto exterior, dentro de
nuestra comunidad hay un alto número de jóvenes que no han terminado ni siquiera el cuarto año
de Escuela Superior y niños/as que muestran dificultad en el dominio de ingles, por dos años
hemos ofrecido tutorías en ingles y hemos ayudado a jóvenes terminar la escuela superior y a
otros a continuar estudios universitarios.
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En primer lugar debemos conocer a nuestra congregación y comunidad a la que pertenecen, sus
necesidades, preferencias, limitaciones, habilidades y particularidades, porque aunque vivimos
en una isla, cada comunidad y por consiguiente cada congregación tiene su propia dinámica.
¿Cómo lo podemos lograr? Pues a través de visitas, reuniones, cuestionarios entre otras.

Explorar e investigar quienes son los lideres tanto de nuestra congregación como de la
comunidad y cuáles son los recursos con los que cuentan.

Investigar y conocer cuáles son sus expectativas con relación a la fe y a la labor de la iglesia.

Con toda esta información en mano pues nos toca ahora identificar nuestras limitaciones pero a
la vez nuestros recursos y capacidades.

Establecer un plan de trabajo a corto y a largo plazo, cual es nuestro objetivo durante este
próximo mes o trimestre, si obtenemos los resultados ¿Que entonces esperamos para el próximo
año?

Para lograr nuestra meta u objetivo: Qué cosas debemos cambiar? ¿Qué debemos dejar? ¿Qué
necesitamos? ¿Dónde lo podemos encontrar o que fuentes podemos utilizar?

Enfatizar siempre a nuestro liderato y a nosotros/as mismos/as que es necesario continuar

capacitándonos y no perder de perspectiva que siempre se aprende algo nuevo.

Y por ultimo pero no nunca menos importante que como iglesia siempre contaremos con el
respaldo incondicional de Aquel que nos llamo. Como dice el corito—