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La ciencia como Vocación.

¿De qué modo se presenta la ciencia hoy en día como profesión, en el máximo sentido de la
palabra?

Es necesario establecer una confrontación, entre la particularidad alemana y las circunstancias


que prevalecen en Norteamérica.

La diferencia consiste en que, en Alemania la carrera científica estará cimentada sobre


supuestos plutocráticos (influenciado por las clases sociales más ricas). Por el contrario, en
Norteamérica, rige el método burocrático (actividades y trámites administrativos).

La ampliación de nuestra Universidad, de ayer a hoy, para dar acceso a nuevas ramas de la
ciencia, se está haciendo de acuerdo con los patrones norteamericanos. Los importantes
Institutos de Medicina o de Ciencias se han convertido en empresas de “capitalismo de
Estado”. Para realizar su tarea requieren medios de gran envergadura, y sin ellos se produce la
misma situación que donde sea que intervenga la empresa capitalista, esto es “el apartamiento
del trabajador, así como de los medios de producción”. El trabajador, se encuentra vinculado a
los medios de trabajo puestos a su disposición por el Estado. Su situación suele ser tan
precaria como otra forma del proletariado.

La existencia de tantos “mediocres” en los puestos importantes de las Universidades responde


a una selección realizada por una voluntad de conjunto. Lo cierto es que los mediocres
acomodaticios o los arribistas, gente sin escrúpulos, son siempre los únicos que tienen
probabilidades de ser nombrados, si está de por medio la intervención parlamentaria, por
motivos políticos, o así se trate del monarca o de un dirigente revolucionario, como era usual y
sigue siéndolo hasta el presente entre nosotros.

Todo joven que sienta en si el llamado del ejercicio de la profesión académica debe estar del
todo consciente de la tarea que le espera. No debe bastarle haber sido calificado como sabio,
sino que, es necesario que le vean atribuidas cualidades como profesor. Se da el caso de ser
alguien un sabio excepcional y al mismo tiempo un catastrófico profesor. Es asimismo cierto y
absolutamente necesario que la exposición de las cuestiones científicas sea hecha de modo
comprensible para las mentes no adiestradas en ellas, pero con capacidad suficiente. Lograrlo
es una de las tareas pedagógicas más difíciles.

El arte de enseñar es, un don personal del todo independiente de la calidad científica de un
sabio. Es de rigor en nuestras universidades el doble ejercicio de la investigación y de la
enseñanza.

La ciencia se encuentra en un estadio de especialización nunca antes conocido y del que no


habrá de salir jamás. En estos tiempos, la obra de verdadera importancia y definitiva es nada
menos que la del especialista.

Para el hombre en cuanto hombre nada tiene valor si no puede lograrlo con pasión. En caso de
existir esta pasión, por considerable, verdadera y profunda que sea, ella no es suficiente para
lograr un resultado. Únicamente intensificando el trabajo hasta lo máximo se llega a concebir
con toda normalidad, lo deseado. En ocasiones, la ocurrencia de un aficionado puede tener la
misma trascendencia científica y aun mayor que la de un especialista. El aficionado solo se
diferencia del especialista en que carece aún de seguridad en los métodos de trabajo. De ahí
que no está en condiciones de valorar y, de dirigir la idea y menos de llevarla a efecto. La idea
por sí sola no puede sustituir al trabajo, del mismo modo como este no puede reemplazar la
idea y así como tampoco puede hacerlo la pasión. En cambio, el trabajo y la pasión, sobre todo
si van unidos, si pueden provocar la idea pero esta surge cuando menos se espera y no
cuando nosotros deseamos.

En el terreno de la ciencia solo posee personalidad quien se entrega pura y simplemente al


servicio de una causa.

La labor científica esta inverso en la corriente del progreso, en cambio, en el campo del Arte,
cuando una obra es considerada ya lograda, esta obra ya lograda no podrá ser superada
aunque este igualmente lograda. Con la ciencia ocurre lo contrario, sabiendo que lo que se
produzca hoy, se habrá vuelto arcaico con los años. El trabajo científico es opuesto a todos los
demás elementos culturales. Cualquier logro de la ciencia implica nuevas cuestiones y tendrá
que ser superada y envejecerá irremediablemente. Aun así existen realizaciones científicas que
pueden conservar su importancia, como elementos de deleite o como factores previos.
Imposible se nos haría trabajar sin la esperanza que nuestro sea superado y que habrá
quienes lleguen más lejos. El hombre que este consagrado a la ciencia y por la ciencia esta
ajeno por entero a lo que otros vayan a lograr.

El progreso de la intelectualización y la racionalización representa al entendimiento, a la


creencia que es posible llegar a saber que no existen poderes ocultos o imprevisibles alrededor
de nuestra existencia.

Las herramientas del trabajo científico son el concepto y el trabajo experimental o racional. La
ciencia no da respuestas a cuestiones de cómo debemos vivir y que debemos hacer. No hay
trabajo científico que tenga como validez la lógica y la metodología que son las disciplinas
fundamentales en general de nuestra orientación en este mundo.

La ciencia médica no se pregunta si la vida es digna de ser vivida o en qué momento deja de
serlo, sin embargo las ciencias naturales tienen la respuesta de que debemos hacer para
dominar la técnica de la vida, lo mismo sucede desde la jurisprudencia que se encarga de
definir la vida desde el pensamiento jurídico.

Por otra parte la ciencias históricas que nos enseñan a evaluar los acontecimientos, políticos,
artísticos, literarios y sociales, por los cuales no existen respuestas, de si tales debieran existir,
vale la pena conocerlas. La sociología, la historia, la economía, la teoría del Estado y ese
género de la filosofía que propone la interpretación de los fenómenos de esta naturaleza.

Comparto la opinión de que la política debe quedar fuera de las aulas, la filiación política y el
análisis científico de los partidos son cosas diferentes. En el caso de que si en una asamblea,
se habla de democracia, no debemos guardar nuestra opinión que es obligatoria y moral, en
este caso específico, tomar partido no se ve como análisis científico sino como propaganda
política frente al auditorio, no son herramientas en el terreno del pensamiento sino armas de
lucha para derrotar al enemigo.

El verdadero maestro debe cuidarse de inducir a sus alumnos hacia una posición determinada
aprovechándose de su autoridad, ni directa e indirectamente. El maestro debe cumplir con la
tarea de transmitir conocimiento y experiencias científicas.

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