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Pateando la escalera
Estrategias de desarrollo económico
desde una perspectiva histórica
mÉnico
PUNDACION MÉXICO SOCIAL
SIGLO XXI, A.C.
JP
ab°
3.1. INTRODUCCIóN
1
El Banco Mundial (2002) es el ejemplo más reciente.
2
Kapur y Webb, 2000.
Una revision de estos estudios, en Aron, 2000. Las variables instituciona-
les suelen estar representadas por diversos "indices" construidos por consulto-
[115]
116 HA-JOON CHANG
3.2.1. Democracia
Cuando el voto se introdujo por vez primera en los APD, estaba li-
mitado a una pequefia minoria de propietarios masculinos (usual-
mente mayores de 30 aflos de edad) que soil an tener un nUmero
desigual de votos ponderados de acuerdo con una escala basada
en propiedad, logros educativos o edad.
En Francia, por ejemplo, entre 1815 y 1830 el privilegio del sufra-
gio fue concedido solo a varones mayores de 30 arlos que pagaban
al menos 300 francos en impuestos directos, lo que significO que
solo entre 80 mil y 100 mil personas de una población total de 32
millones (es decir, entre 0.25 y 0.3 por ciento de la poblaciOn) po-
dia votar. Entre 1830 y 1848 hubo cierta flexibiliación de los requi-
sitos, pero aun asi solo 0.6 por ciento de todo el pueblo franc&
podia votar. 9 En Inglaterra, antes del Acta de Reforma de 1832 — que
fue el evento parteaguas en la extension del sufragio en el pals—,
era un acuerdo muy extendido entre los observadores de ese tiempo
que los terratenientes podian decidir en torno a 39 de 40 eleccio-
nes municipales por medio de su influencia sobre los arrenda-
10
Daunton, 1995, pp. 477-478.
11
Clark, 1996, p. 64.
12
Ritter, 1990; Kreutzer, 1996.
PATEANDO LA ESCALERA 121
CUADRO 3.1
INTRODUCCIóN DE LA DEMOCRACIA EN LOS APD
" Garraty y Carnes, 2000, pp. 445-473; Foner, 1998, p. 154; Kruman, 1991,
p. 1045.
14
Linz, 1995; Carr, 1980.
Neborvik, 1986, p. 125.
PATEANDO LA ESCALERA 123
rruptos de ambos partidos, llamado "La caballeria del caballo negro", exigia
mil Mares por sufragio en acciones ferroviarias, con pujas que hicieron subir
las cuotas hasta los cinco mil &dares por voto. El grupo introdujo tambien "le-
yes de castigo" que, si se adoptaban, perjudicaban considerablemente los in-
tereses de deterrninados individuos ricos o empresas; el asunto en este caso
consistia en exigir pagos especificos para abrogar la ley. Como resultado de
ello, algunas empresas crearon grupos de presión encargados de comprar legis-
lación, librandose asi del chantaje. Ver, para mayores detalles, Benson, 1978,
pp. 59-60.
CUADRO 3.2 I\J
C:7\
INGRESOS PER CAPITA AL ADOPTAR EL SUFRAGIO UNIVERSAL
PIB PC (en dólares PAD en desarrollo (ario en que se Países (año en que se adoptó
internacionales de 1990) adoptó el sufragio universal: PIB PC) el sufragio universal: PIB PC)
A. La burocracia
24
Banco Mundial, 1997. El capitulo 6 resume lo esencial del debate actual
en el EPID sobre este punto.
25
Weber, 1968. Ver tambien Evans, 1995, capitulo 2.
26
Para algunas valoraciones criticas de la literatura sobre la NPC, ver Hughes,
1994; Hood, 1995 y 1998.
27
Rauch y Evans, 2000, presentan evidencia estadistica en apoyo de este
argumento.
PATEANDO LA ESCALERA 129
38
Garraty y Carnes, 2000, pp. 254, 583, sobre Estados Unidos; Clark, 1996,
p. 55, sobre Italia; Palacio, 1988, p. 496, sobre España; Baudhuin, 1946, pp. 203-
204, sobre Bélgica.
39
Para más detalles ver Dorwart, 1953; Feuchtwanger, 1970; Gothelf, 2000.
132 HA-JOON CHANG
B. El poder judicial
47
Clark, 1996, p. 54.
48
Para algunos ejemplos, ver Aron, 2000, cuadro 1.
PATEANDO LA ESCALERA 135
49
De Soto, 2000; Upham, 2000.
" McLeod, 1988.
PATEANDO LA ESCALERA 137
Hacia finales del siglo xix, con la introducción de las leyes de DPI
en un mayor número de países, empezaron a aumentar las presio-
nes para establecer un régimen internacional para estos derechos.6°
Hubo una serie de eventos relacionados con este específico tema.
Algunos de ellos fueron el Congreso de Viena de 1873 —el prime-
ro—, y en 1883 la Convención de París de la Unión Internacional
para la Protección de la Propiedad Industrial (los signatarios ori-
ginales fueron Bélgica, Portugal, Francia, Guatemala, Italia, Países
Bajos, San Salvador, Serbia, España y Suiza).
La Convención incluía no sólo leyes de patentes, sino también
leyes de marcas registradas (lo que permitió que Suiza y los Países
Bajos lo firmaran a pesar de carecer de una ley de patentes). En
1886 se firmó el Convenio de Berna sobre derechos de autor. Poste-
riormente el Convenio de París fue revisado en varias ocasiones (en
1911, 1925, 1934, 1958 y 1967) con el fin de fortalecer los derechos
de los poseedores de patentes. Junto con el Convenio de Berna,
éste constituyó la base del régimen internacional de los DPI hasta
el acuerdo TRIPS. 61 No obstante, como se señaló en el capítulo 2
(apartado 2.3.3), pese al surgimiento de un régimen internacional
de DPI, los APD más desarrollados siguieron violando con regula-
ridad tales derechos de ciudadanos de otros países hasta bien avan-
zado el siglo xx.
Lo señalado hasta aquí deberá mostrar los niveles de deficiencia
existentes en los regímenes de DPI de los APD (cuando ellos mis-
mos eran países en desarrollo), dentro del marco de medición que
se exigen a los actuales países en desarrollo. Incluso los APD más
avanzados incurrían con frecuencia en violaciones serias hasta fi-
nes del siglo XIX y durante el siglo xx, sobre todo cuando se trata-
ba de proteger los DPI de los extranjeros.
A. Responsabilidad limitada
62
Gillman y Eade, 1995.
63
No obstante, Kindleberger sostiene que la Ley Bubble no era "un medio
para atacar, [sino] un mecanismo para salvar a la Compaiiia de los Mares del
Sur frenando el flujo de suscripciones en metálico a empresas rivales" (1984,
p. 70). Cualquiera que haya sido el motivo generador de esta ley, el hecho de
que sobreviviera todo un siglo implica que la opinion de que la responsabili-
dad limitada promueve la especulaciOn, fuera verdadera o falsa, tenia una
amplia aceptaciOn.
PATEANDO LA ESCALERA 141
64
Rosenberg y Birdzell, 1986; Chang, 2000.
Kindleberger, 1984, p. 196.
Rozenberg y Birdzell, 1986, p. 200.
142 HA-JOON CHANG
B. Leyes de bancarrota
Las leyes que regulan las quiebras de las empresas han sido objeto
de una atención cada vez mayor durante las Ultimas dos decadas.
Las escandalosasbancarrotas que tuvieron lugar durante las diver-
sas crisis económicas de este periodo volvieron a las personas más
conscientes sobre la necesidad de contar con mecanismos efecti-
vos para reconciliar intereses encontrados, transferir fondos y pre-
servar empleos. Las crisis industriales de los paises de la OCDE
durante las decadas de 1970 y 1980, el colapso del comunismo, el
fracaso de la "transición" desde fines de la decada de 1980 y la
crisis asidtica de 1997 fueron especialmente importantes en este
sentido.
Aunque el debate sobre cual debe ser la mejor ley de bancarro-
tas no termina por resolverse —la ley estadounidense, más favora-
67
Dechesne, 1932, pp. 381-401, para Belgica; Tilly, 1994; Milward y Saul,
1979, p. 416, para Alemania; Bury, 1964, p. 57, para Francia; Volts, 1979, pp.
32-35, 46, para Espafia; Mata y Valerio, 1994, p. 149, para Portugal.
68
Garraty y Carnes, 2000, pp. 231-232, 244, 362.
PATEANDO LA ESCALERA 143
ble para los deudores en Estados Unidos; la ley del Reino Unido,
favorable a los acreedores; o la ley francesa, favorable a los traba-
jadores—, son pocos quienes consideran no deseable contar con
una ley de bancarrotas eficaz.69
72
idern., pp. 16-17; Hoppit , 1987, pp. 32-37.
73
Duffy, 1985, pp. 52-53; Marriner, 1980.
PATEANDO LA ESCALERA 145
76
Amsler et al., 1981.
77
Edwards, 1981.
78
Kennedy, 1987, citado en Crafts, 2000.
PATEANDO LA ESCALERA 147
D. Leyes de competencia
En 1810 Francia adoptó el artículo 419 del Código Penal, que ilega-
lizaba las coaliciones de vendedores. Estas asociaciones habían pro-
vocado el alza o baja de los precios por encima o por debajo de los
de la "competencia natural y libre". No obstante, la ley se aplicó en
forma irregular y en 1880 ya había caído en desuso. A partir de la
década de 1890 los tribunales franceses empezaron a aceptar com-
binaciones "defensivas" (cárteles) y a apoyar sus acuerdos. Fue
hasta 1986 que Francia anuló el artículo 419 y adoptó una ley anti-
monopolio "moderna" y de mayor cobertura."
Estados Unidos fue el pionero en la elaboración de las "moder-
nas" leyes de competencia. La Ley Antimonopolio Sherman se pro-
mulgó en 1890, pero cinco arios después el Tribunal Supremo la hizo
a un lado en el célebre caso del Monopolio del Azúcar. Esta ley fue
utilizada más contra los sindicatos que contra las grandes corpora-
ciones, hasta que en 1902 el presidente Roosevelt la usó contra el
holding ferroviario de J.P. Morgan, the Northern Securities Com-
pany. Roosevelt creó la Oficina de Corporaciones en 1905 para in-
vestigar las malas prácticas empresariales, instancia que fue elevada
en su categoría al crearse la Comisión Federal para el Comercio con
la Ley Antomonopolios Clayton de 1914 (que también prohibía el
uso de la legislación antimonopolios contra los sindicatos).83
81
Para una crítica a esta visión ortodoxa, ver Singh y Dhumale, 1999.
82
Cornish, 1979; Gerber, 1998, p. 36.
83
Brogan, 1985, pp. 458, 464; Garraty y Carnes, 2000, pp. 518, 613-614, 622.
PATEANDO LA ESCALERA 149
B. Banca central
con una banca central. Ello no era asi en los primeros tiempos del
capitalismo.
97
Y, en efecto, esta es la linea que toma Friedrich von Hayek, cuando pro-
puso la eliminación de la banca central y defendió la libre competencia entre
bancos emisores de moneda.
98
Citado en Kindleberger, 1996, P. 146. La fuente original es H. Spencer,
"State Tampering with Money and Banks", en Essays: Scientific, Political and Spe-
culative (Londres, Williams & Northgate, 1891), vol. 3, p. 354
" Para una mayor aproximación, ver Kindleberger, 1984; Cameron, 1993.
100
Kindleberger, 1984, p. 50; Larsson, 1993, pp. 47-48; página web del Ban-
co Sueco Central: http://www.riksbank.se .
154 HA-JOON CHANG
104
Garraty y Carnes, 2000, pp. 154-155, 423; Atack y Passel, 1994; Brogan,
1985, pp. 266, 277.
105
Cochran y Miller, 1942, p. 295.
106
Brogan, 1985, p. 477. La evidencia más significativa es la historia de Char-
les E. Mitchell, cabeza del National City Bank y director de la Reserva Federal
Bancaria de Nueva York, quien, intentando minimizar los dailos de sus activi-
dades especulativas en la etapa de la Gran DepresiOn, presionó con exito a la
Reserva Federal para que diera marcha atrás en la politica de ajuste monetario
que habia anunciado a principios de 1929 (Brogan, 1985, pp. 525-526).
CLTADRO 3.3
DESARROLLO DE LOS BANCOS CENTRALES EN LOS APD
Singh,
107
gn 1997, dirige una critica consistente a esta perspectiva de análisis.
Zysm —
108
an 1983; Cox, 1986; Hutton, 1995; Dore, 2000, aporta importantes
elementos para el enriquecimiento de este debate.
158 HA-JOON CHANG
109
Bann.er, 1998, pp. 39-40, 101-105, 109-110.
110
Pennington, 1990, pp. 31, 38-42.
ni
Ídem., pp. 54-55.
PATEANDO LA ESCALERA 159
112
Banner, 1998, pp. 161-163, 170-171, 174-175, 281.
113
Geisst, 1997, pp. 169, 228; Atack y Pasell, 1994; Garraty y Carnes, 2000,
p. 750.
160 HA-JOON CHANG
114
Di John y Putzel, 2000; Toye, 2000, aporta datos muy reveladores sobre
la problemitica fiscal en los paises en desarrollo.
115
Ver Kindleberger, 1984, pp. 161-162, para Gran Bretafia y Francia; T. Hart,
1997, p. 29; Kindleberger, 1996, p. 100, para los Paises Bajos.
PATEANDO LA ESCALERA 161
118
Booney, 1995, pp. 443-445; Deane, 1979, pp. 228-229, para Gran Bretaña;
Morch, 1982, pp. 160-161, para Dinamarca; Garraty y Carnes, 2000, pp. 408, 468;
Carlson, 1991, p. 540, para Estados Unidos.
119
Citado en Booney, 1995, p. 434.
1
" Hobsbawn, 1999, p. 213.
121
Morch, 1982, pp. 160-161, para Dinamarca; Baack y Ray, 1985; Carson,
1991, p. 540, para Estados Unidos; Baudhuin, 1946, pp. 113-116, para Bélgica;
Meta y Valerio, 1994, pp. 186-192, para Portugal; Larsson, 1993, pp. 79-80, para
Suecia; Carr, 1980, p. 101, para España.
PATEANDO LA ESCALERA 163
122
Ver Chang y Rowthorn, 1995, capitulo 2; Rodrik, 1999, tiene un punto de
vista similar.
164 HA-JOON CHANG
123
Pierson, 1998, pp. 106-107.
124
Mem., p. 105, cuadro 4.2.
125
Blackbourn, 1997, pp. 346-347. Para un análisis pormenorizado sobre la
Escuela Historica Alemana, ver Balabkins, 1988.
166 HA-JOON CHANG
CUADRO 3.4
INTRODUCCION DE INSTITUCIONES DE SEGURIDAD SOCIAL
EN LOS ACTUALES PAÍSES DESARROLLADOS
126
Basu, 1999a, presenta una revision global y sofisticada sobre el debate.
Basu, 1999b, presenta una version más accesible para el lector. Engerman, 2001,
hace una revision global sobre la historia de esta cuestiOn.
168 HA-JOON CHANG
127
Hammond y Hammond, 1995, p. 169, para Inglaterra; Lee, 1978, P. 466,
para Alemania; Montgomery, 1939, pp. 219-22, para Suecia.
128
Garraty y Carnes, 2000, p. 227, niam. 1.
129
Mem., pp. 229, 600.
130
Blaug, 1958; Marx, 1976, p. 390; Hammond y Hammond, 1995, pp. 153-
154.
131
Los datos que siguen estin tomados de Marx, 1976, pp. 390-395, a me-
nos que se especifique otra cosa; ver también, para mayores detalles, Mathias,
1969, pp. 203-204.
PATEANDO LA ESCALERA 169
132
Hobsbawn, 1999, pp. 103, 634-635, 636, niam. 47.
133
Lee, 1978, p. 467; Engerman, 2001.
170 HA-JOON CHANG
CUADRO 3.5
INTRODUCCION DE LA REGULACIóN DEL TRABAJO INFANTIL
EN LOS APD
FUENTE: el
texto.
* Cuando Massachusetts introdujo su reg-ulacion estatal en la materia.
138
Dechesne, 1932, pp. 494-495; Blanpain, 1996, pp. 180-182, para Bélgica;
Clark, 1996, p. 137, para Italia; Serrao, 1979, p. 413, para Portugal.
172 HA-JOON CHANG
139
Engerman, 2001, cuadro 5.
140
Garraty y Carnes, 2000, pp. 607, 764. Agradezco a Stanley Engerman la
información aportada en torno al intento de legislación de 1919.
PATEANDO LA ESCALERA 173
145
Garraty y Carnes, 2000, P. 607; toda la información del resto del parrafo
proviene de la misma obra, pp. 607-608.
146
Mem.
PATEANDO LA ESCALERA 175