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be CAPITULO I k LA PRIMERA LUCHA & ‘ POR LA JUSTICIA | i ! un ¥ FE eee CAPITULO, I ESPANA y lus leyendas. — La formacién del alma na — Significado de las capitulaciones. — Sefores de “horca y euchillo”. — Infidelided y eselavitud. — Los indios ameri- Xanos, —~ Ea doctrina dal Cardenal Ostiense. — América, un vasto mercado de eselavos. — Las Costes del Caribe. — Los rescates, — Rebelién de la conciencis cristiana. — Los Domi ‘nicanos_en la Espafiola. — Fray Antonio de Montesinos. “";No son hombres?”. — La lucha por la justicia en. Ami cd. — Junta de Burgos. — Contra la explotacién colonial. — La Ordenanza Décima de Carlos V.— Fin de In esclavitud. — La Bula “Sublimis Deus”. LA CONQUISTA y cclonizacién de América serait objeto de inacabables controversias mientras se persista en describirlas como un proceso homogéneo y reclilines y no como un con- flielo dindmico, dentro del cual Jas lamadas Leyenda Negra y Leyenda Rosa representan, upenas, las dos tendeneias encon- tradas que a lo largo de los siglos coloniales inspiraron Ja gran controversia entre el Estado espaiiol y los’ poderes sefioriales de Ja riqueza. En el relato que vatinos a hacer de los episodios estelares de nuestra historia desde la Conquista, se podran percibir los ori- jes de esa gran controversia y Iz manera decisiva como ella freld.en al centro de gravoded de nucstra sociedad el gran debate entre Ia justicia que defiende a los humildes y todas las formas de opresién' que favorecen a los poderosos. Mientras. el Estado espafiol se mantuyo fiel a las doctrinas que Jegitimaban Ia Autoridad por la fiel adhesin de los Mandatarios a los prin- cipios que los obligaban Ia permanente defensa de Jos lumil- des y de los oprimidos —como oournié en el Siglo XVI, el Siglo ide Oro, y en parte del XVIT— sus actos de gobierno fueron a la manera de grandes anclas que caleron profundamente en el 32 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA suelo amerigano, estableciendo entre el Estado castellano y los ‘pueblos nativos, los indigenas del Nuevo Mundo, Io formidable folidaridad de Ia justicia, més recia que le solidaridad derivads del idioma, Jas cbstumbres o Ja religién. Pero, el dia en que in- extraiias, Megadas a°Espaiia con el “Despotismo Mlus- trado” dc Ios Reyes de la Casa de Borbén, variaron Jas metas histrives de la Monarquia y ella dejé de reprrsentar la cause de los htumildes para convertirse en una maquinaria burocratica sin alma, empefiada en hacer del Nuevo Mundo una mera fae- totia produetora de utilidades para Ja Metrépoli, ese dia los pue- blos se rcbelaron y el viejo espiritu de justiciu alurnbré de opti mismo y de fe los camtinus que, conducirian al. grandiose movi miento de In independencia. La Repiblica no constituys, pucs, un principio, una primera palabra promunciada sobre la nada del nos originario, sino un nuevo y magnifico’ escinario, eno de posibilidades, on el cual habria de continuar Ja vieja contro- entre los poderes de Ja riqueza y el ideal de Ta justicia qué mantione abiérias, para todos, las puterias de la nacisnalidad ¥ sus beneficios. Con la tremenda eficacia perturbadora de los problemas no resueltos, este conflicto repercute todavia, con to- das sus consecuencias, en nuestra época: fluenci ae _ Las primeras fases de la conquista espaiiola en América sélo ligeramente se diferencian de las-. ae versed Ttme.qucldesie. 1590 tons la Conon ca pecto ala esclavitud de los indios y el em i visitedores para exigit de sus agentes y funconarios el min eet cu He es ateche el cers de los foros donde 2° cngendzabe Pla fac erin Ne eh s ueron eayenslo uno 9 no y bien pronto Toe pba: hee ee ne Cam an en esta grave cucalidn y que les seria necesaio lnscar nuevos Sica! pera Bendicte dl taba de on indigenas, Que hes petsistieron en ofervarse a las injustas situaciones eniae Al amparo de las realidades brutales de I conguist, perder iene te ee se liste rook {ato de la gestions de Tos telogos capatoles en Rom expt Ais ta Bula *Sublinis Deus”, por medio de le euel st aldad de maxima autoridad del exhe erintinno, Ia poi ee dal Einperador Carlos V nbre bead de Tos ino. Le la fechada el 2 de junio de 1587, devia: « Considerando aia one ton verdaderoe hombres y que no sil = ape tes de la fe de Cristo, sino, que de acuerdo con nuestro canoe jento se apresuran'a recibiela.. Ordenamos que los dichos ite ee pln re dos de su Ubertad y de ln posesin de sus bienes y que Pur. den hacer uso de su libertad y dominio y no cidos a esclavitud >. CAPITULO IL LA CONTROVERSIA SOBRE LAS ENCOMIENDAS CAPITULO IL DE L4 ESCLAVITUD « la Encomienda. — Los “sera ‘eios personales” de los indios. — En los linderos del feudalismo. — Lo nueva servidumbre. — La masa de loe Trervos. —. De la Enmicnda de Servicios-a la Encomienda de Tributos. — La conquista del Reino de les chibchas. — La lucha por las Encomiendas. — Los seitores jeudales on Ia sav anu, Se desconocen las Ordenanzas Reales — La gleba inredenta. -— Se inicia Ia gran controversia. — Bartolomé de las Casas y Carlos V. — La Junta de Valladolid. — La liber- tad del indio y Ia ‘‘Sociedad Ordenada”, — Las Leyes Nuevas. i Renovacién del Derecho Indiano. — El gran interrogente. CUANDO 1s politica “de Ja Corona y Ia sccidn de sus, gene tes consiguicron evitar que ¢l régimen de trabajo © organizara en América sobre la base de Ja esclavitud de los {ndios, los conguistadores se vieron precisados a buscar formas de cxplotacién de Ja mano de obra aborigen compatibles con Jas leyee que habian otorgado la calidad de vasallos libres a Jos naturales del Nuevo Mundo. Habia sistemas de servidum- Jbre que correspondian mejor a la atmésfera feudal de que los conquistadores formaban parte y ello explica la. facilidad con (que el régimen esclavista fue sustituido por instituciones que Uablecian. en Ja practice, el trabajo forzado de los indigenss. ‘Para conseguir este resultado los defensores de Jos conquis- tadores comenzaron desde temprano una gran campaiia encer minada a demostrar que los indios eran “‘flojos.en gran roanera ¥ amigos del ocio y de entregarse a sus borracheras y lujuriay” De esta premisa deducion, naturalmente, que los naturales de- bin “ser compelidos a trabajar”, y repartides entre los con- qqistadores, ue se obligarion a adoctrinarlos en la fe catd- hea y a ensefiarles los usos de una civilizacién superior, a cam bio de quo ler indice trahajaran, sin remuneracién especifica y por tiempo indefinido, en la “labranza, erianza, construc: JP ae edificios, labores de minas y obrajes”, en que tenian 34 LOS GRANDES CONPLICTOS DE NUESTRA HISTORIA interés los pobladores expaiioles. smartemeros 18 Coronado que To completa libertad. de los indigenas pudiera conducir, como lo. pronosticaban Ios can: qquistadores, a In puralizacién de las’ empresas eolonizado. Bec Lowe eee lo axgunentes que presentable varus del pari, ol sia en favor de esta nueva servidumibre, y asi'so introdujo Ia prictien de reparti, a los beneméritos do'Ta Conquista, grt. for arene ae an eee eee Comal, Cid, ese tipo de trabajo, que desde entonees ge llamd “servicio personal”. Para regular las obligaciones de 1a Corona com las personas a favors af cio » une ination mediveal la comenda © comiso, de la cual se derivaria 1a famosa Enco” mniends suutieana, Meiante la, Ya Corona) o sus agent ‘encomendaban” los indios a los espaiioles con. mtoriaacion personales”, a cuunhio ce que los titulares del privilogio se oblie ran a atehder dbidamente a su evangelization y a acu 4 nuestro real servicio, como buenos vasallos que gocan de los Bonefiios do nucica moreod™ Limiuda I Taeae ae 3 Eneamienda, en sts primers fases, a period que exilahan gate geo messy 8 aon, lm pig gu lla enon no parccleron sullientes a aun titlares y desde entoners omenzs a. angix que la colonizacin perdeia su imps fontiquidad Je no repattne lo indi "de por vida y eat who @sucssion “por wan vida mis". . ou 1a Encomienda se sabes en América en mom sen gue el dominio de 1a mano de obra indigena era la asp saci principal de los conquistadors, dicha Apatliciéa eo tory titulo alguno sobre las teray de Tox indigenss enc lndos. La importanela de la Encomienda se. deriv dl derecho quo por ella adyuisieron aus tiulares a que Tow inion repartdos o taoladaran, dese sus props titra as a das de los Encomenderos, las culivaran por detrinad nic wer dias tn Ta semana, si romunneiany teagan a Io striae domestics deus cas. El taba de ls ios Para dar idea do Ia forma y- sesenionieg au tl acto solemie de “encomendar” indiony varity a transerh tos apattesesenciales del documento por el cual se storg en ipoca, Ia Fincomienda de los indios del Valle de Apia LA CONTROVERSIA SOBRE LAS ENCOMIENDAS 35 Jorge Robledo En la primera parte de dicho documento el Gobsmador Andagoya alude u las causas justificativas de Ia roreed que confiere y dice: « Porque la Real intencién de Su Majestad cs quo las personas que asi lan servido y sirven en algo scan remuneradas y_gratificadas de sus servicios, por ales en nombre de Su Majestad y por virtud del poder que wa ello tengo, encomiendo a vos, eh dicho Jorge Robledo mi iente General, et Valle de Apia con todos los indios y prin- cipales y con todés les indios a ellos sujetos.. »- ‘Teontinuaeisn el documento define, en los siguientes tér- minos, las facultades de don Jorge Robledo sobre los’ indios a J encomendados: « De ellos vos podéis servir y aprovechar en Guestra casts minas e haciendas, lubranca y granjerias.. con tanto que séais obligado a enseiarles ¢ industriarles en las eo ‘ss de nuestra santa Fe Catdlica... con To cual descargo la Real eonciencia de Su Majestad ¢ la mia ». ‘AT final del documento se incorpora 1a diligencia por me- aio de Ia eual Robledo tomé posesidn de la Encomienda ante {atealde del lugar, euyas forinalidades se deseriben ast: « El Gicho sefior Teniente General (Iobledo) trajo ante el dicho Sefior Alcalde un eacique principal del Valle de Apia y otro ceacique llamado Irraea del dicho valle y otro eacique Hamade Pira'Paca y otro cacique Iamado Gerami y otro cacique Ha- mato Tacori del dicho valle, y el sefior Alealde les toind por Ja mano e les dio e entregé al dicho seiior Teniente General, el cual Jos tomé e les puso Jas manos encima a cada uno de Mos en sefial de posesién ¢ dijo que tomaba © tomé en los ichos eaciques y en cada uno de ellos la dicha posesién natu al ¢ corporal que tomandola en ellos In tomaba © tomé en todos los dichos pueblos e indios a ellos sujetos, la cual dicha posesidn tomé quicta e pacificamente, sin eontradiccién al- guna...» ‘En plena vigencia de este sistema de hegemonia domini- cal sabre los aborigenes, se dio comienzo a las exploraciones de los territorios continentales y Ia colonizacién dej6 sus bases yenctrar gradkialmente en las zonas descono- Glas del ihterior, Hernin Cortés Ievé 2 efecto tu conquista de México en momentos en que los pobladores de Jas Islas y Qe las Costas del Caribe —ya ilegalizada la esclavitud—, op- taban por conformarse con los “servicios personales” de los indios en Tas Encomiendas. 36 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA Como Cortés habia presenciado en Cuba Tos exeesos a que se prestaba In Encomienda de servicios, desde sus primeros contactus con la civilizacién azteca miré con alarina la posibi- Tidad de que aquella vasta poblaeién aborigen fuera sometide los abusos que habian padeside las tribuis de fas islas ye Jas eostas de ‘Tierra Firme y se prapusn conseguir para, lov naturales de México, enyos logros euiturales le in profundamente, un tipo de instituciones sociales qu Margen a las injusti¢ias caracteristic: imen del Caribe. resultado de sus meditaciones en este sentido quedé consignado en su correspondencia con el Fimperador Carlos V, fen In cual apunta, con timidea, las-soluciones que adoptaria Finalmente In Corona sobre cl régimen de Fincomiendas, « La experioncia de las Antillas —dice Ramin Pérez— est pre~ sente desde ol primer momento en las tiecras continentales. Cortés, después de lo conquista de México, recuerda las des- gracias de Ia Encomienda islefia, por haber vivid en Gub J se resisto a implantarka Al Pmperador le eseribe sabre ¢ Inolivo. brindéndole la solucién de substituirle par tx conce- sién._ gratuita de tributos a favor de los conquistadores »- no dicra ‘La idea de sustituix los “servicios personales” de los indios con la cosién gratuita de sus tributes a Jos conquistadores, Ja adquirié Cortés al observar la organizacién adininistrativa det Imperio Azteca, dentro de la eual el Tri general. Que el Emperador recibicra los tribuis de Tos indios ¥ los cedicra a los encomendadores' a fin de que ellos dispu- Ta manera ideal de conjurar los males que se segitian para los Jo sugirié a Carlos V en_su correspondencia. Esta solucién {ue mejor recibida en los Consejos de la oe que en el propio valle de México. No bien Cortés Ja consulté con sus capitanes y ella se divulgé entre las huestes, se eroé un estado de descontento que Tindaba con Ia rebeldia, de tal manera que Cortés huba de permitir el reparto de los indlos ca a pareelia ane hizo en las Antillas. Dis- Bee aia te econo ees elk Encomienda de servicios, comenz6 a abrirse cewino entre los consejeros de Carlos V y las informaciones Ilegadas de México. sobre el régimen interno del Imperio Azteca, su sistema tribu- LA CONTROVERSIA SOBRE LAS ENCOMIENDAS 3 Lario y su composicidn en clanes gentilicios y trihus, sugiht tavio|Y Mosbilidad de establecer las Eincomienas siguien Ia whucttea de dichos clanes y tribus, en euyo dbite debia ssinaese el tributo que la Corona ceileria, come tinies Det Tepion a Tos eonquistadores que merecieran recompenst Wor SS servicios. i clos te sistema implicaba privar a los expafiles de J poxbilidad de beneficinrse directamente, con ‘a eens da roe eem ade lus indigenas, desde este momento se inntlt °% Fopabe yen Bnieertim confliete que durarie. casi dos siglos Male, eesién de tribuios mal podia satisfacre & i La me Mio eon transformar Ios Hncomiendas en verdade” t sofind® ‘ales y_ asi se explica que Ia conducta de ls efiorios Fevers eonsiderado como flagrante violacién del vy de las Capitulaciones y prucha palpable de Ie ingratir tad de Tos Reyes con sus mas leales serviclores. ; Featas aiverepanetos ei Heron anyon gravedad cuando el sojuzgamiento total de las grandes of rc wha avteca y 1a, inea— psieron al alennen de los congtiste- Torus Tes grandes mazas de poblacién de los imperios vate Mlon, Como ya no se trataba ae tribos arin ae prsendres com goleetoves de fruitos, sino de sociedades politicas que Ny oreo eierto grado de madurer. y estaban dotadas do ion nivatifiencién jerdrqutica que permitia orgarizars sin BTA%. tino eatealMtowos, {a explotacisn intensiva del trabajo. de toe “ligonas, los conquistadores y sus abogedos en Hepsi. Oras indigenetja gonero de obstaculos al sistema de Ja Eneomiende ser ea Eiue venia. a privarlos del control de Ia mano de te eo ‘Un los-momeatos en que capitulnban, ante las Pe etre Ia conquista, los imperios americancs de poblacién mis densa Jinada. é Cora ne olvid las experiencia aeumnuladas en Ia etapa ant! Tina ‘desidié.sbocar el problema con soluciones de fond para proteger 1 los indios de los excesos conocidos, evite: Mie Te Eneownienda sirviera a Tos espaiioles para reseuest ot a eet feudalism, Cuando comenzaba Ja penetracion panei tice comuistadoras en lus ticrres intoriores del Conti te el Emperador Carlos V promulgs la famosa Ordenans, 28, que organizaba Ta Encomienda como simp) itos a sus titulares, prohibia los “servicios pers 38 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA ales” de Jos indios y atribuia privativamente @ los funciona: rigs reales Ia facultad de tasar dichos tributos. Los tres uspectos biisicos de la nueva eonstitucién de Encomienda en América los definia asi la Ordenanea del Em- perador a) En cuanto @ los tributos: «Los indias que estuvieren puestos en nuestra Real Co: rona, y encomendados a los espafoles y personas particulares, paguen los tributos que debieren a Nos y a sus encomendado- res en los mistnos frutos que criaren, cogieren, y tuviercn en sus propias pueblos y tierra donde fuoren veeinoe y naturales, ¥ no en otra cosa alguna, ni se dé lugar a que fueren apreinia- dos'a busear, ni neater lon tibuioe en obfainguna parte > b) En cuanto a tos “servicios personales” : «En Ja tasoeién se guarde lo que por Nos esté mandado, acerca de que no haya servicios personales, ni se echen Ios indios por lus encomenderos a las minas, ajustindose a las Ve dd este libro ». fe ¢) Bn euanto a la tasacion de los tributes, que debian efectuar “los tasadores v nuestras Reales Audiencias”, ella fue reglamentada por una Cédula especial del Emperador en la cual ordenaba : «Porque no reciban agravio los indios en hacerles pagar sis teibuloe de los quo Iutnamente pueden, y gocen de toda conveniencia, eneargumos y mandamos a nuestros Virreyes, ¥ Audicneias, que cada uno do su distrito haga tasar los tributos, y los comisarios que para esto fueren nom- brados, guarden la orden y forma siguiente: ramente Joe tasadores asistan a una misa solemne del Espiritu Santo, que alumbre sus entendimientos, para que bien, justa y derechamente agen la tasacién, y acabada. la isa, prometan y juren con solemnidad ante el sacerdote, que ubiere eclebrado, que la haran bien, y fielmente, sin odio, ni afieién, y luego verdn, por sus personas, todos los pueblos de la Provincia que se hubieren de tsar —y estén en nuestro mendados 0 para cucumendar a lee descubridures y pobladores—, y el niimero de pobladores y naturales de cada pueb‘o, y calidad de la tierra donde viven y se informarin de Jo que antiguamente . Para tomar estas medidas, Quesada se attivo a las antiguas Capitulaciones de Lugo y a sut letra so acogis vn tude Ie que no implicara reconocer Ja jurisdiceién del mismo Luge solve ne Ruevos territorios conguistados. Desde este momento comenzs a demostrar sus habilidades de leguleyo, listo a invocar Ia jn, tangibilided. de Jas leyes en todo fo que le convenia y a arn pellarlas siempre que podian hacerle algtin estorbo. Las tribes ¥ Jos clanes ehibchas fucron “enconiendados” » suis parciales Son, Henitud de jurisdiceién sobre los ahorigeros, a tos que se deelaré obligados a dar tos eonsahidos “servicios persouales”™ para cultivar Jas ticrras que Quesala 5 profusamente a ius Capitanes. El tribute fue establecido no como sustitute de los diches servicios sino como una nueva carga que se agregaba a cellos. x en este reparto do los hombres los hienee de te nacién chibcha para nada contaron Ins Ordenanzas de le Coron, Ccupado se hallaba Jiménez de Quesada on disfrutar de le ‘acién de poder «ae sentia al mira to de caza de sus sol sus Capitames,.ewndo so ent que havin sns dominios Feqeahsn jas huestes de Sebastiin de Helaledear y Nicolse de Federmén, quienes ex su marcha deste Quito y Venezitela, res- pectivamente, hh buseado en vano Io qc Quesada tenia Ya conquisiadg: una gran nackin aborigon, euyn yp fies pohlacién les permitiera instnurar el tipo de sersidan ion sefierial cou que sofaban todos los conquista loves, Asis comprende el intenta do Belaledzar de spulorarse de las conquistas de Quesada, para lo cual traté de Hegar a un seuerdo con Federman. EI especticulo de las envomiendae tot wr la Shana conver. wrios feudales de | | I LA LUN Haan ee zona fue una rartidas por Quesada en aquella extensa y poblade uma Tenn demain pre pes Delite pares nso tac es Sabana dio worsen a une Tucks serda ene titee’y Sta forinacién de bandos. 0 partidos seaen gy le _ enominaron con Jos apelatives de “quesadistas” saaeet yalomaned™ AL histriador Plaras Sebemos una acer ‘ade destripeidn, de ‘ontienda cumplida en la cuna saints Ie necisnatided Aum no ae habia adelantado Que- eee e— euands sabedor Belaleézar de Ja ‘daa otros tratos and _Belaleérar le gad de cell come pres cnr in'nayor sapidcs, pan con su gente ol io Mapatona vow acuar tel6 en Bora, prcblo inmediato a la capital. Quess as desea briendo las aviesas intenciones del conquistador de, Pepayén, aprests sit gente y con veinte mil Indios mas, resolv ibrar al azar de lis armas ia posesion de lo descubierto. Antes de re idades. Tos snecrdotes «que sorvian con Qui dn los que habian venido con Fetermén y Melalesaar: pure ron todo’ salmar las aniosidades y coneilia xsfitae, ‘propoaiendo, como tltine, medio. de venient, ‘que te dividicze todo lo deseubierlo en tres pastes igual y gue invstiese « eada uno de Ia jurisdiecign competente en q Hiern que tuviese a bien. Disgusté a Quesada ea nr. dn que rai Te poi hacer ganar lo exon a perro de con tamafies trabajos habia descubierto y conquista fe reputaba To mejor después de México y del Pera, Por sus Fiqueras, Pendientes exes aroplos Questa echd mano de ls astucias y logré seducir a Federman, dindole cual . de oro y compréndole sus cabllos, con condieion de que some: tiese a su tropa a los estandartes de Quesada y lo acompaine ata Carte para que el Rey resolviee To convenient Ae se ofectud y el poquetio ojéeito del alemin pasé a drdenes do Que- sada, triunfando éste del inminente peligro en que se ha vee ls Imporibilidad de resolver ol pleito en forma defink tva ls tes conquistadors acordaon someter sus preteasions Beene eset ee rgncmen na igh a terderoso de que los heselros de Lugo, bajo euyas ordones Ilevt 2 cabo cl sojuagamiento del Reyno de tos Chibshos, lo privara: dle los beneficios ulteriores de sus conquistas. Consigo principio a los host (2 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA Quesada el inmenso tesoro de oro y esmeraldas que obtuvo en el sequen de lew pushlon do Ie saluaa y de Tunja, parte del cual mantuvo aculto para evadie el pago de los quintos reales. A Fi oer oe ot gaualo, no desembared en Sevilla, como era la obligacién de todos los conquistadores que regtesaban del Nuevo Muro, sino que lo hiso co el prio de Plilage, deala donde se encaminé a Granada, Sélo después de algtin tiempo efectud en la Casa de Contratacién el registro indispensable para Ia tasacién de los quintos, registro que present6 por un valor rideulo y lel cual excluyé tun valioso lote de esn eraldas. Ello io al Fiscal del Conocjo de Indios» dais, en lee siguien tes términos, a 1a Casi de Contratacién: « Con haber ido (Quo- sada) a desembarear en Mélaga, hay-sospecha contra él, Su- liso a ustedes ie eseriban ln cantidad qua‘repistsé de oro plata y piedrus y si tienen alguna informacién eontra él de lo Mtoga sin fusers do vlentot, por- uo a yuode ober dataada’s! © E iscal det ‘Consejo. pronto Aeron angen para esablecer ecu ents eataba obligado 1 dennelar,y ello expla por qué el Emperatr so nego a iellir Queede’ mo cbstantetous Snsstentes sll Tas pred 1 indujeron a les ilerar seriamente I nocesidad de proceder a su sereato, Quan reli « etrarse ice Plaza a Pan Goons one Gane stron ulariia al Gabinete de Me na Gobernadora dofia Juana, para que las autoridadles francesas In euinpliron, ‘Temeraso Quesada de esta porsecucion, oe veft. i6-en hualin y 1uego en Portugal, donut casi consume su ulna con prodigalidades que exceden ‘ toda ponderaeién. Colmado el enojo contra él, volvié a las provineias de Aragén y Nava mm, ee tei oat onl fora ito din Las de Lingo habia so nombrado. por & Has Gobseoaaer deSBunts flunta'y oe lo Labi coo: trasceudental tarea de aplicar en las tierras del inte: Hor, recign descubiertay, av nuevas dace de In Corona 0. Ine’ sige Envios. Lago poco eutdado prt 8 esta mision'y"preoupado por veiviniear Ia horensa! de Jo Poairo —de la cual se decia despojado por Quesada—, se on- gaminé la tier ae Tos ehibohas, gobernada entonces_ por rnin Pérez de Quesada, por delegacion del Conquistador. vopiadus cour: jucces LA CONTROVERSIA SOBRE LAS ENCOMIENDAS. ry Se reanudé entonces el conflicto de las Encomiendas y Lugo “tomé el arbitrio —dice un cronista— de hacer propor nora los Cabildos de Tas cuatro ciudades que hallé fandadas, que wourticsen pidiendo ef nuevo repartinienta de as viendas, 7 los de Bogoté y Malaga se opusieron, resist seiimbiéh en Vélez los regidores. Disgustado Lugo con esta Segistencla anulé todos los répartimientos de Quesada, y en lu- ger de nombrar otros, se los apropi6, cobrando para si los tr: Fatos lo que le produjo en més de 14 meses que los disfruté, ‘una suma como de doscientos mil pesos... Al cabo de los 14 theses hizo los repartimientos Lugo en sus adeptos, olvidando fn todo a los jefes y oficiales que habian subido, los primeros, con Quesada”. En este ambiente do violencia y anarquia gencrales resul- taba muy dificil la aplicacién de Tes Ordenanzas de la Corona y inuy poco hizo Lugo en este sentido, Ninguna autoridad ta- 3s'tos tributes y los Encomenderos pudieron disponer a su an- tojo de la vida y el trabajo de los naturales, Asi se compren- den los frecuentes levantamientos de los indios en una época ten que este Lipo de aetos de desesperacién constituian Ia nica defensa contra la tirania de los nuevos amos. “Los sefiores y taciques del Reino —dice Pedro de Aguado— asi de la pro- vinela de Tunja como de Bogott trataron de xebelarse general- mente contra los espafioles... La mis cierta ocasién y causa de esta conspiracién era y fac que a la sazén los Encomende- ros empezaron a pedir a los indios de sus encomiendas los hhutos o demoras que por razén de las Encomiendas les hebian de dar y como en esta sazén no habfa ninguna tasa ni mode- racién en clevar y pedir los tributos, sino que cada Encomen- dero pedia lo que le pavecia, y los indies no estaban hechos atin fu este yugo y entonces le empezaron a recibir, quisieron ver si lo podian echar de si con tiempo”. "Tales insurrecciones periddicas se debclaban eon ta bru- talidad caracteristica de los tiempos y so pretexto de “pacificar Ja tierra” se miultiplicaban los malos tratamientos a los indios y su implacable explotacién. Contra todas lus leyes so les con- Henaba a trabajar en las minas, se les conducia a_elimas into- lerables para sus organismos y eran obligados a formar parte de las caravanas de cargueros que transitaban por los senderos de nuestres cordilleras. Una minoria de privilegiados, duefios de Ja tierra, titulares de las Encomiendas y nombrados Regido- Uo GAANUES LUNFLILLUS UE NUESTHA HISLORIA res de los Cabildos por Quesada y por Lugo, vivian como sei res feudals, mientras en el ‘sublondo dela sociedad. millares le aborigenes rumiaban en silencio su terrible tragedia y mu- Siu Ral a ha o fvorecienem o repaio del Dan, egos Ia fe de cba irredenta y en bandas de salteadores y bando acclaban la tierra. eee Geet El precario acatamiento prestado en cl N tas Grichansar leaes sob ‘Bneonindes, aie somo resul tao. Ia reaper, eo In Cortes dela antigun comtroreria sobre el status juridico de tos indios. En esta oportunidad, gue prnfemes siiuar en el aio de 1540, el gran debate debia conclufr en forma inesperada porque al ‘frente del partido que en Espaiia defendia a los. alyicigenes aparecié un hombre extrsorlinatio, cuya encendila pion por Ja justcia indw cirfa a In Corona a toxnar Ins medidas mas revolucionarias: «l monje daminlenno Bartlavsé do, Los Caras : iferencia de muichos tedlogos y_ juristos que parti Paron_ en aquella célebre controversia, Tas Casne" teak una sapaiecis syeirs 7 perma sins Is auarele | Io jes problemas que iban a debatirse. i 3 Si solace fortuna an ls primores few de In Conese en las Isles so distinguieron por sus indie contra Tos Tn ios, Nadie hubiers ativinado ex el ative y smbleioso cal. lado de aquella época al humilde sacerdote y apasionado po- Temista a quion Ia historia Hamaria el Apéstol de lus Indios. vom ce fubime, ue las cruldades inate cometidas por los espafioler en Ios Antillas y lor sermones cl padre Mont sinos equsaron profunda impresién en sv five y Te induj ron a renuncier a su fortuna para solieitar alzisiin, eomo no- vicio, en In Orden Dominicana. Las energins exirdordinari gue desplegs un dia yarn adquisi riquend eCepiengeS "a i postre, a defender a los indigenss, a enfrontarso a les Ene comenderos de Ias Antillas ee Ticouren wintine oe anal espaiol y traidor de su clase. Por varios aos, y con tie solide emulates duehé pasientemente en Fspaiia y en Am iicas que vo con las juosias y lon tedlogae, “vaste Zante con loo rmncecands—~ su Larter settornd foci oa estilo literario se comtagié de Ta i cuderos. priv Aer so tornd ageio y st que sentia contra los En- ona LA GONIRUVENOU poet mone oe comenderos y sus defensores. Ello expliea por qué la noblere Ge au causa y la altura de sus convicciones frecuertemente se ven deslustradas por violentas invectivas y esas flagrantes Sxageraciones que tanto abundan en sus escritos y muy por Qugtrmente east. “Brevisima Relacién de Ja Destrueciin seer tndias™, en la cual los Eneomenderos y Tos espafioles parecen inculpados de los més horrendos erimenes, y califi- sere do bérbaros, ladrones y_asesinos. “Esta sangricnta deo Gripeién, de Ia conquisia espaiiola —diee un cronista— trie eeatn a. todas las. prineipales lenguas europeas ¢,ilustrada fou grabades horripilentes, sirvié como arma predilecta para fos propagandistas anti-espatioles de todas partes". Carles. V regress a Espafia en momentos en que Tx con- troversia de Las Casas con Jos defensores de los Encomende: ve adquirfa su més eneonado cardcter y Jes aeuseciones del Tominico habian ofendido multitud de intereses poderosos, que uninimementé protestaron ante cl Monarea por La excesiva Hbertad de expresién permitida a Las’ Casas desde los, tem jor lel Cardenal Cisneros. Poco inclinado Garlon V a dar £6 Br crédito a las quejas de los poderosos. ordené a sus Mi fros que le enviaran los eseritos de Las Casas, a quien babia cerycido afos atrés, profeseba gran simpatia y Iamaba fami- Tiarmente “Micer Bartolomé”. Después de leer parcialmente Jar obras del defensor de los indios, el Emperador Jo Iamé a palacio y a partir de ese momento Las Casas ejercid una in Fuencia decisiva sobre él. As: pudo el dominico eolocar el problema de los indigenas de América en el primer plang. de Enterée para el gobiemo de la nacién que,, por aquellos di cargaba sobre si la maxima responsabilidad de Ia hegemonfa mundial. Commo Las Casas habia verifieado el fracaso préctico de Jas medidas tomadas sucesivamente para proteger Tos in- les sometidos al vasallaje directo de los conquistadores, las Soluciones que propuso al Emperador so fundaban torlas en Ja premisa do que se colocara a Jos indigenss bajo In juris: diccién de la Corone, para libertarlos de los abusos inevitt- bles de los espafoles. En su famoso tratado “Remedios. « - para la reforma de las Indias”, presentado @ Carlos V, resur Inia asi su idea central: “Que todos los indies quo hay em tor dias Tas Indias, asi los ya sujetos como los que de aqui cn ade- Jante so sujetaren, s° pongan y reduzcan © incorporen a 1a i = 48 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA Corona Real de Castilla y de Leén, en cabeza de Vuestra Ma- jestad, como sithditas y vasallos que son y ningunos estén en- eomendados a cristianos espaiioles y... que ni ahora ni en ingtin tiempo jamds puedan ser sacades ni enajenados de la cha Corona Real ni dados a nadie por vasallos ni encomen- dados. ..”” Las graves acusaciones que presents Las Casas contra Jos conquistadores y el dramético relato que hizo al Empera- dor de los padecimientos de los indios, indiijeron a Carlos a convocar, en Valladolid, una Junta especial pura que estu- diara el problema de las Encomiendas y escuchara a Las Ca- sas, Tguslmente ondens investigar Ie eonducta ‘de los miem- bros del Consejo de Indias, pues considerd inexplicable que en América se hubieran cometido tantas tropelias y erime- nes sin que el Consejo tomara las medilas oportunas para e turlos © sancionarlos. “Carles V —dice Hanke— ordené una visita de inspeccién al propio Consejo de Indias, cosa que in diea que se pensaba que algo andaba mal alli... El Consejo estuwvo suspendido en sus funciones desde junio de 1542 has- ta febrero de 1543, Durante el curso de la visita se deseubtis que el doctor Beltran, el miembro mas antiguo del Consejo, habia aceptado donativos en dinero de Cortés, Hernan Piza- x10 y Diego de Almagro, por lo cual se le puso una multa y se le destituyé del Consejo. El Obispo de Lugo, que se opo- nia a le abolicién de Ja encomienda, también Tue multado, destituide del Consejo "y expulsado de la Corte. El Empera dor perdié también la confianza en el Cardenal Loaysa, pres dente del Consejo, debido a varias quejas que no se hicieron piblieas por su elevada posicién. Carlos V nombré al Obispo fle Cuenea, Sebastiin Ramirees decidido contradietor de, Tye Bneomiendis, para que ayudara al Cardenal en el despacho de los asuntos de Indias”. a femoss Junta de Valladolid, reunida en 1542, fue in- tegrada por el Emperador con los’ siguientes personajes del eino: el Obispo Schastisn Ramitez, Presidente. del seo de Valladolid; don Juan de Ziitiga, co Ordenes; el Cardenal de Toledo, Garci dente del Consejo de Tndias; don [rancisco Cobos, Seereta- Tio del Consejo; don Hernando de Guevara, del Tribunal del teys Jos dloctores Gregorio Lépez y Jacobo Gonziler del C. sejo de Tndias; los Licenciados Salmerén, Mercado y ndadcr mayor de de Loaysa, Presi LA CONTROVERSIA SOBRE LAS ENCOMIENDAS 4 sez Velisquez y el doctor Bernardo de Lugo. seemed Junta fue el epicentro de una contreversia de valor universal, cuyos temas no han perdido atin su ac- tualidad, A ella oc presenté, Las Casas para exponer, de pov Iabra, las famosas “Veinte Razones” sostenidas en su ‘Trata- dio “Remedios para la reforina de Tas Tndias”, que ton. pro. famda iimprestén causaron al Emperador. Por desgracia no se conservé el texto de sus intervenciones en Valladolid y de- Demos Tinitarnos a citar el resumen que de las “Vente Te: genes”, hizo uno de sus bidgrafos, resumen naturalmente de: provisio de le pasiéa inflamada y del finpetu combatiye que {istinguieron siempre las polémicas del famosa domini “Eepliea Las Casas —-dice su bidgrafo— las condiciones bajo dees at Papa Alojaniro VI concedis a Tos reyes do Cox tilly Ta propiedad de Tae Ton, de as ie ea em Fane ee gv atrcenlo al Ponifice, Combate el abuso de do- nar los indios a partieulares en encomicndas © feudos, {jue Ios espaiioles Inicos no se hallaban en condiciones de en- deiiar.virtudles Jos indios ni las vena del eatin, Retablece que el nico medio de cimentar lu pus entre los in- Le te fcres dnt. uts uno sn fo Te como los ulros, que todes componen una familie de herma- ios por los luzos de la humanided... Afirma que los Capafioles ern enemigos mortales do los indies, y por twnto, ineapaces de ocuparse de instruirlos o procurarles algin bien espiritual © temporal. Ensofa, qu los indi ore bres vs de ser sibilitos del Rey de Castilla, y que al pasar de a a ote no han yotio prder su ibxtady uy a ontraris, debian tewer nucuas ventajas. Las leyes del foes in y Tas que igen el reino de Espafia privan de st pri vilegio fia Ie re ediciosamente de'su projiano, de su Rey Dede su patria; y los eneomenderos no podrian Hevar més le- jos el abuso de su poder sobre los indios. Por otro Indo, Jos eyes de sparta nea hat deexetado que Tos indios sean siee- vos de sofiores particulares. Afirma qt e devuslve Ta Mbertad a Ins indias se despoblarén las Américas y s2 perde- rén para Uspafia, siendo inmensas las pérdidas para In Coro- nia, E1'sisteme de Encomiendas jamés permits que Jos re- ‘es de Espaiia puedan conocer Ia verdad de los acontecimien- YS Mel allt postn, siendo cl mssino tempo un obstaealo para Ia administracién de justici \eidn de justicia, Ilan de Espaiia, Con Ta liber arse el poder de los reyes de Espafia en Indias, y los m Tesatieales 0 aprovechavion de la civilizacn y del. erie. tanismo, Por iiltimo dice que cuando los indios sean deci Fades patrimenio de In Corona, Jos espafoles d fia lendesin ovasion, con la dm de aqellon dengeay Ses ge fendin orasién, con Ia posestin de aquellos devara, los, de peenr morishaontehieieno impo ew a EL principal contradict EL principal coutradictor de Las Casas fue Loaysa, Presidente del Consoje de Tadiee ot oe tado, como lo revelé Ia i is a eae Foy con Ia investigacién ordenaila por el KE "una sospechosa predileccién por los Reoronteeee quien tats, i con grande habilidad, do int Junta sobre Ia oxactitud cle low cigs eae (Gass sus ergumentaciones y do snoguifiear In conseruon i, senaian yarn Jo Corona st ae aceptabon Tat hea del dominico. Sin referirs al tratamiento que se daba alos in Gi en Nowe Mando, Loosen plenty prodlema desde el punty de vinta de Ja doctsinn medoeval de fy Soci dengan euyos ditintonplavos Jerinquieos debian See code 9 con su rango, Ia elase que combat, In : py, tase de teabajalores eonsageads a lat aes acne les. La doctritia esté bien deserita, ccumento da. Coen, ite td bien desea en um documento” de Ia Spoon gus te a Reptbliea bien ordenaila c= Ho que haya hombres rioos, para que puodan timistir a. Tos nemigos y Tos pobros do Is tierra purdan sii "bajo de 270, como los hay er todos Ios reinos donde her polition buen orden y estabilidad, asi como To hy oe ee reins, sea tera (el Nero Mkindo) se ha de perpotinn, Srerekte es pensar que han ds ser todos oe Pobadores Jguales: Expafia no so conscrvaria, ui reino sino. si on ne bit ores y principes y ricas hombrest’y ew ects te Fra (América) ino puede aber hombres ricos ii pace, {3p tnlondo pucblsencomendados, como dicho cw, forges aciendas y granjerias se tra SIndios de los pucbos que elin entomendadns alos Caaf hac soso hey manera ara ot ge aeeaeee do ous cables buia todos los Judas en Ta en que fundaba Las ate I ents eee nia eto tipo do agement fr sans me que padceian los indios en cl Nucvo bien moderada, Mundo, y su conducta en Valladolid fue m de tal manera que uno de los cronistas de la época anota que Shablaba come santo, informeba como jurista, y atestiguabs de vista”, Esta moderacién ejerois grande influencia sobre }e Snayorfa de Tos miembros de la Junta y bien pronto se advietis que ellos, y el mismo Emperador, so inclinaban franeamen's ee tavor de Tas ideas de Las Casas. “El Emperedor —anota Hanke aceptaba todo To que Las Casas decia y estaba punto de ceder cl Porti a Jos Incas cuando el Pare Victoris Je aconseji que no lo hiciers vismo pereciese alli”. Ta Junta de Valladolid concluys sus torens con Tas mendaciones revolucionarias que sirvicron de fundamento 9 Ine Tiamaadas “Leyes Nucvas”, cuyos prineipios implieahan la prota liquidacién de las Eneomiendas. Dichas Leyes fueron Rprobadas por of Emperador en Barcelona el 20 de noviem bee de 1342 y por Ja naturaleza radical de ssw mancatos si nificaron una profunda renovacién del Derceho Indiano | y Teeataron ent el Nuevo Mundo la rebeldia frondista de los en~ Cemenieros contra Ja Monarquia. Dos, de dichas Leyes, refer fente la una al futuro de las Eneomicndas, y Ja otra a sus ti Tularcs, permiten apreciar Ia magnitud dle ta vietoria de Las Casas en Valladolid, quien parece las redacté. La primera de clas deci: “Ordenamos y mandamos que de aqui en adelante, ningin Virrey, Gobernador, Audiencia, Descubridor ni otra persona alguna pueda encomendar indios por nueva provic ni donacisn, venta ni otra eualqutic: ‘ino que muricndo la persona sean ptestos en nitestra para evitar que el er) sidn. ni por renuneiacién, ra forma, modo, ni herencia; ique tuviere en encomienda los indios, Real Corona”. Feta revolucionaria disposieién fue completada por otra, de efectos no menos radieales, dada la manera como los cone quistadores, Adelantados, del’ alto cleroy los funcionarios seiles se habian distribuid Jas Encomicndas en América. Ella deeia: “Es nuestra voluntad y mandamos que inmediax tamente sean puestos en nuestra Real Corona todos los indios que tionen y poscen por cualquier titulo y eausa que sean fenientes o cualquiera oficiales nuestros ansi de justicin co- mo de nuestra hacienda, prelados, casas de religion, hospita- Tes, cofradias wu otras scmejantes, aunque los indies no les hayan sido encomendados por razin de Tos oficios; y aunque = 4 $B 100 opanoes conmicros pe nursma seston "© tales oficiales y Gobernadores digan que quieren dejar los oficios a Gobernaciones y quedarse con los indios, no les val. 2 ni por eso se deje de cumplir lo que mandamos”. Como en el Consejo de Indias se sabia que, no obstente la Ordenanza Décima del Emperador, la esclavitud de los indios se practicaba todavia en algunas provincias amevicanas, que para hacerlo se alegaba, como pretexto, la belicosidad de os naturales, en e) cuerpo de las Nuevas Leyes se intzodujo una Ordenunza especial, cuyo texto decia: “De aqui en ade- Jante, por ninguna cause de guerra ni otra alguna, aunque sea so titulo de rebelién, ni por rescate, ni de otra’ manera, no se puede hacer esclavo indio alguno, y queremos que sean tratados como vasallos nuestros de fa Corona de Castille, pues Jo son”. La magnitud de Ia victoria de Las Casas causé el mayor ssombro entre quienes compartian sus doctrinas y por algin tiempo introdujo en las filas de sus adversarios el desccncier- to y Ia confusién. Pucos podian explicarse en aquellos ‘mo. mentos emo habia logrado cl modesto fraile comprometer a Je Corona en Jo que Mamaben “una aventura insensata’, En todo easo, las Nuevas Leyes eran ya una realidad, un hecho cumplide, y solo restaba esperar los resultados ide su prosul. donde debia fallarse, en sllima instaneia, al hiistérieo litigio de que fueron personeros ocasionales el dominico Las Casas y los defensores de los Encomeneres. El Nuevo Mundo tenia la palabra: y de su respuesta dependeria el destino de sus habitantes en los siglos venideros. CAPITULO UI LA REBELION DE LOS ENCOMENDEROS CAPITULO UL PUBLICACION de las Nuevas Leyes. — Alborozo dle los ind ‘genas. — Se amotinan los Encomenderos. — “Se obedecen pero no se cumplen”. — Las libertades de los privilegiados. — Fundacién de la Real Audiencia de Santa Fe. — Las oligar- ‘quias municipales. — Filosofia de Jiménez de Quesada. — Jnstitueionatizacién de la Fronda. — Et Visitador Movtafio. — Las justificaciones de le opresién. — Segunda junta de Valla. dali. —- La controversia Las Casas-Ginés de, Septilveda. — “Todos los pueblos del mundo son hombres". — Los “hom: brecilins” de Sepilveda. — Un debate para la humanidad. — “Rebelde significa tirono”. -ARA In ejecucién_y debido cumplimiento de Jes Nuevas Leyes en los dominios americanos el Consejo de Indias designé funcionarios especiales. El Visitador ‘ello de Sandor val fue enviado México como asesor del Virrey Mendo- al Peri se destind a Blasco Nuiez Vela en calidad de Virwey, y para In Nueva Granada fueron nombrades el Visie tador Niguel Diaz de Armendariz y Fray Tomas de San Mar tin, Provincial de los Dominicos. La Corona quis. cont también, con la colaboracién activa de Fray Bartolomé de Cases, priveipal gestor de las Nuevas Leyes, y ello explica el perticuler empeno que pusieron, Ise autoridades en que ¢) do- FMnico aceptara Ia famosa Sede Episcopal del Cuzco. Poco ‘nelinado Las Casas al boato y arverso, por temperamento, & Ins posiciones muy vislosas, rehusé el honor que se Ie confe- tia y solo ante la insistencia del Emperador convino en sep tar el Obispado de Chiapa en la América Central. Conocien- do, como conocia Las Cases, el espiritu frondista que distin~ guia los conquistadores y encomenderos en, América, pre: ent6 simultéincamente a Ja Corona un plan detellado de las medidas previas que debian tomarse en Ultramer pare ga rantizar él éxito de Is nueva legislacién y conjurar Jos peb- gros de una posible revuelta de Jos intereses lesionados por 1 54 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA ila Pola Goan 4 a seguir estos resultados proj Las Empaorl lomanieto a Boat de Laas en ban de mayor fortuna e influencia en el Pert Mea. pis arate, lefinida en la Metrépoli, Studi eal Bessa lu Corona de Castilla Ia respectiva indemni: Son 5 que 0 Ilan sate de fos més perme catoricnde siiciéndoles que Vuestra Majestad se quicre ede cn 9 sae er dab iUssasvani sta tere Gua hel cas See Gee tem wae 1 fmt ron de Iain de Lake: dv toe ae vie deacons seamen qu se ordane a a nt iiss esterrar a Espaiia a aquellos et ? a i, ble fes_ personales pod ete esis plblico en el Virrcinato. I dies te tambic en 4 ntreguen al nueyo Virrey del Per C& et Manon, qu To pecmiln toma; en el xan jentos, las medidas convenientes 10 de subversién contra los manda- ssecmurio. de low scouted ira prevenie euulquice tis de as Nuevas Tepes seu Ass ifperaoe g OMOAN s Ls- sees ore say de Shears al preatigio. de Tu Autor. eal are fie recut de as Ca, a hoa que poponiny par qué To ropa. Sly ish cto 1s ea’ of dorates tah aiid de faa le ojocuelén ent devine tie cinerea mienizé cutonces una de las ec Be hondas de que hay notici: beaters Makan al Cnt les Nusveuleres me heeeeatte ists a través de las informs dng. a bey econ ciones enviadas.a ls Encohiendsh correspousales en lu Corte, las. pri nes Hiabalar dad lin netsvarioe encase eat on ngudad do” uefa 2Much ral ie Gamceees eaten canned ie atlorto y brsniban Teyéndols (Ios Nuevas Tapes). Ut os, indo. su ejecuciGn; otros ronegubun y todas LA REBELION DE LOS ENCOMENDEROS 58 as Casas, que Ins habia pro- Toraban Tas mujeres y Ios Pog indios, «que no poco temor era... Le, Oe sheurrian em desealtad nto ins por suplicar por pues nunca [as ha- ‘obligaban Tes los rei ‘an a Fray Bartolomé de 1 ymian los hombres, anal curado, No cor nifios, ensoberbeeia trados hubo que afirmaron y erimen por no obedeceriss, ext Yas, diciendo que no las quebrantaban, Sree consentido ni guarduo;.y no eran Teves viet Faneian Tos Reyes sin comin cofvsentin lente de ae te dabur fa autoridad, y que tampoco Puve ‘el Empes os a err ayueltas Teyes sin dares parte a ellos”. Titre (gato Va reacciéa de los indigenss, de Tes sient do Aunigion, era precisamente Ja contratia, Como Vis, ant emits de iudignacién de Jos Encomenderos sirwisr Pr rettivulyar profusainte tos mandates de Ins famosts ‘Ordenan- vane, Valladolid, wna corticute, de alborovo recone el sl ra rng sociedades auuerieunas y_dewle entonees ome fond cntarse ks devocion. de los indigenas por ot lejart: Mo- a cea que se habia acordado de sus padecimientos ¥ ‘alia eo su defensa. cee gnjoe que desemubarcaron ex puertos del Nusvo Mundo para anunciag Ja Inuena nueva, fueron, objeie, Oe, obs: fe aetitucl hos! fet aetoridads, ke eonsoveddoras jones y ello exp! dos Indias. F los informes de alarma re vos homeuajes rendidos al fraile J ropolitanas en na fas autorilades “Lo salen a reeibir mucha multitud Jos siguicutes términos jos, haeiéndole ar- inilins haciéndole presentes © otros serv se iMunfales y haerignddole tos enminees celsanale ros Yee ndios han si- ca ¢ anilas, todo porque los dichos yéronle do infoxmados de parte y de otts frailess qu A nee icles Indios y posterles bajo ol deuninio de ou, Ma. Jestad, de donde los dichos inulios we haw slborowade y dicen Hoe yeadoto a recibir van a reeibir a otro Virvey"™ Te despentar de las glebs oprinidas fue miralo por tes paterosos del Nuovo Mundo como el preludio de graves Tt crolucionurios y lus Eneomenderos 110, vacilaron fa wutoridad det Exnperadory I no patia “hacer aquellas Leyes, sin darles pri- Hil derecho de los ciudadanos a aprobar La ‘como se hard tantas yeces a lo largo de teeimientos tem poner en tela de juiclo bs flegaudo que mero parte a ellos”, Tegisluciin se invoed, ane oo vesim, ASTORIA uci ison, para desconoer tas providence i resents Jos ules yl prince demeeriicn See ne Hrssntacion so quino asian nt fatty eng quista, a las clases acaudaladas, ee ee aes La el ewencia brotal de los saad bien pronta que la : aes ‘ona en sus dominios no min imponer medidas tan revolucne ni de sun Kncomiendan a te heen erearon extensos Tonos fo rebeliin naria del Est a imienion se eneargs de i anit de lean requerida para Tas luyer que privieee “entiindeatco dele nan le emdritos” ouquista, en euyss manos uropeas trans al Novo Mundo? de Sandoval Hogs de Sondoval legs 4 México se nroccisn de ls altos stam Wa evitar In guerea civil con que la vigencin de Ios Ordenan- lid hasta nueva Fnvalentonades por et éxito cansegulor lore lite dojaron de at zi atacar todas fos ley = fos Teyes que en 6, convino en apl be-petuidad de Ins aurules fueron ate. quista, y el Arzobi i qulsta y el Avyobispo Zumarraga. Yorscer'a tos indies, hbo do TIE? € quienes soletaban No fueron an menores Tos azares istanei SES gnfrentrse Las Casoe nel untied te Sramtlica, Bm 1544 sald dea Penintla en oct,” Herat pediondves y al Hegar «tn Laytein edie Zap ont 6) ies ixaseontenidas de los By eros. “Lone. coat fe 8 conti ;ncomenderus. “Los re. hogs Eni eh on sin de a que no fue nin ister » a ninguno a visitar ¥ basta eo observé que emperaron | LA REBELION DE LOS ENCOMENDEKUS o fa faltar Tas limosnas de costumbre para el Convento de Santo Domingo, en que se alojaba”. ‘La general hostiidad de que se Ie hizo objeto en La Eepa- fiola indujo a Las Casas a acortar su permanencia en la Tsla y ‘continué, por mer, su viaje al puerto de Campeche, donde sus primeras provideneias dieron motivo a serias manifes Ae descontento, Km Ciudad Real, sede de su Obispado, ese des: content adquirié proporciones amenazadoras no hien ordend Tas Casas publicar el texto de Jas Nuevas Leyes. “EI odio y Ia adversin ——-dice uno de sus bidgrafos— erecieron contra el prelado, disfrazindose bajo Ia mofa y el escarnio mis inreve- Mrntes, ‘Actsdbanto de glotén y comedor, decian que no habia Setudiado, le daban el apodo de “Bachiller de Tojares”, se ase- girs que era poco seguro en In £6 y que queria impedir en su Obispado ef ueo de Jos sacramentos; una noche se disparé un areabiiz sin bala junto a Ia ventana del aposento donde se re cogia y se compusieron eiertos cantares alusivos, de una ma- neva ofensiva, @ su persona para que los muchachos Tos dije- ‘sen pasando por su calle”. ‘Todos los esfuctzos quo realizé Las Casas para consepuir «que los espaftoles acataran las Ordenanzas dle Valladolid fue: won inutiles y a sus constantes insinuaciones sc le respondié que ya Ins personas notables de la provincia habian sol Ja revocatoria de dichas Leyes. Convencid Los Casas de la inutilidad de sus prédicas, decidid acudir a medidas més sever vas e impartid orden a Jos sacerdotes de su Provincia de negar Ja shsolucién a todos Ios espafioles que mantenian.a los indios yrataban, daban muerte 0 sometian a tra- ajos excesivos. Come sauchos eclesiéstieos no acataron ¢stric: tainente la mencionada orden, el Obispo tomé una decisién mis grave: retird a los sacerdotes de la Discesis Ja facultad de onfesar y 1a confirmé solamente a unos pocos, de su enters confianza, a quienes dio instrueciones de no sbsolver 2 los es Daiioles que incurrieran en determinacos delitos contra los ine bios: para ello les entregé un minucioso catélogo de las ac: ciones que debian considerarse como tales delitos, eatélogo que qe sirvio de hase para su famoso “Confesionario o aviso a los confesores del Obispado de Chiapas”, que publicé algiin tiem po después, Entonces se pro% \dujo el fraaco rompimiento de hostilidades $8 Los GI HANES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA entre Tas Casas acusada de inteoducie Lo tusaltos y y los magnates de la Coloni = etsy ae elas tw jistificaba la condena eae en yuiew ha posta ae Fat pe reatan do ee dies a tos espa i tered ante tes mot vats. tray ane ef Dein, te es — carlo de ka e anion yie aun asonath : tence fa Cane toe ma for ta ck tea 1 0rtados Ios wetins Gee de le esos pobrecitos indios!™ ce al Obiispe s os esluerzos, rgturon, teas au wvilar que se Hegara pa n legura a pes n grande fue ty alarms de as dias sigai ide de ta Hibet Conia Ley Casas dd a sta gant ah te Ie Audicna ly Con aca las medidas. convenientes curaplie las Nuevas Leyes, Laie @ la sedo de Alli le es iene Honda. especaba un mueva, de a ee i ‘ws los magnates de la Coloni bared tail de Los Oidores y la Audie ee ee ls hosts walled. Cuando logrd, tras meh has dilacio. dente le Maldonado, interrus, m ellos un mal hombre, mal frail weal ro y ejemplar castigo”. hes, qute se le ta Adidicneis Obispo, y anerec L.A REBELION DE 10S ENCOMENDEROS 89 Caryando con el peso de su nuevo fracaso regress Las Casas a Ciudad Real, donde sc le xeeibié con insultantes tu- fnaltes organizades por el propio Cabilde, Hubo de recono- wee entonees que babia sido veneido por los poderes de 1a Gore yen su espiritu se enslavé, como una eruz, la terrible wetuedin de 1a impotencia, Nunca se habia sentido tan solo, Ton araméticamente sola, como on estos dias, que fueron pa: rant ou ealvario, ef ealyario que esperu a todos los redontores Ue Ia humanidad, a los defeasores de los yobres y de los hu: tnildes. “De noche —dice su bidgrafo Gutisrrez— Ins perso- has que habitabon en st casa fe ofan Uorar, suspizar y ge- rey Doliale cl corazin al yer a los indios compratlos y ven- {ios cote rebaiios de ovejss, empleados en lus labores y m= pas y cargades de una parle 2 otra”. ‘Mientras el Obispo de Chiapa se enfzentaba a Te dra- mitiva realidad de su derrota, en el Pert se complian los ae- tes de mas grave rebeldia contza a Coroua. El conflieto e0- mena) desde el momento en que el Virzey N Iyer al Istmo de Ponamd, manifest6 su decisién de cum ile lealmente las Nuevas Leyes, Ea acatemiento a ellas, en Uiipucrto Nombre de Dios, ordend embargor un euantioso Gargamento de plata al onterarse de que el snineral babio ‘lovexteuido por indies reducidos a la esclavitud en las mic Mis de Poles. En Ja ciudad de Panam, ewsndo ain no bee han cesudo [as protests swscitadas por su auterior providen- fia, wand ponet en liberted y restitufr a su Gerra nativa @ Treseivutos indios eonducides al Ista, deste el Pert, en ea Tidiad. de eveluvos. Yen el puerto de Téimbes wwment6 1a ira de los ncomenderos al resistirse a permitir que st equipaje y el de su comitiva fue jilos por una cuadrilla dei Yigenac. Kaigio que se utilizaran mulas yard este servicio’ y ietlo Alegaron 4 una regin_montafiosa, cuyos males pasos saan dlifell el transporte animal, nio permitié que el equi paje fuera cargado por los sorprendidos indigenss sin el pogo Iter un juste sulario) por su abajo. Tos noticias de fa estalcta aplicacion que dab el Vieewy ‘a lay Ordenanzas de la Co:ona circularon ripidamente yen Ja medida que Nitiez Vela se accreaba a la capital del Vic ia piato eresia el deseontento contra él. En las wiltimas jorna-_ Ths Ie fue dificil consegeir slojamiento porque deliberada- 60 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA Bch ur dead im ale Cuando cl Vi y entré. ii 5 arrey eniré en Lima se Ie recihié con a id y sus primeros intentos de aplicar los N. eae franca rebeld ‘ in tw pba tte, Bm gate fs brent {Lier ad tne es Xt, ee laa lesde el principio de la contienda sta des ete ea denen ef db as eet a a Coral uno de los expitanes tle Bizarro, y de tenerla en Ja mano, staal dle Is podevosa nobleza de lus Enna de das huests ‘conguistadoras, lo y eapturado en Afiaquito por alli se Je corts 0 de guerra en cémouamente. Al tiempo que en cl Virrcinato meridional tas graves prtatbcloncy et Viner Wee ee ‘wpendiriz, euviado al Nueva Reino de Granadin to Santa Masta y se onfreniaha, como Tale te oo, a Ta abiorta rebelion de lon Fncvinendnens Nee comisiones te eqperaban para mast de lon notabtes el Reino Son a are Snconormidad et a eon at ats de eg La gon Phzaro, ebia Pronunciado, al conocer el contenido de. pero nes Oedenanas, Ia oélebre sentence ‘cbedecen Sipaln det Teno, domnnnig pore Led bitles rine Rillde a Goncejo do Indias la" revocatora iamedioes eee Be cep HaeS 7 $08 primeros y timidon wslurraet pron poe wlieran,” provoearon wm insolente ultiméturs de he LA REBELION DE LOS ENCOMENDEROS Procuradores de Ios Cabildos, ultimétum en el cual nati ban a Armendariz que las gentes notables del Reino se nega- ban a acatar Tas Nuevas Leyes, por haber apelatlo de ellas, y que si el Visitador insistia en aplicarlas le cobrarian los per- juicios en su perrona y en sus bienes. Fl texto del ultimatum de los Procuradores decia: “No guardaremos ni cumpliromos los dichas Leyes ni parte de ellas on aquello que de ellas te- nemos suplicado y es en, nuestro perjuicio, y que si entretan- to vucstra merced quisiere ejecutar o ejecuttare alguna pena de Ins en ellas contenidas, se eobrarén de la persona y bienes de vuestra merced, con mis Ins costas y dafios, pérdidas, in- tereses, menoscabos que sobre ello a cualquier persona s0 si- guiere™. (Archivo General de Indias, Patronato 195, ramo 15). ‘Temeroso Armendariz de que se desconocicra su autori- dad y el Nuevo Reino se uniera a la revuclta de Pizarro, prefic ris seguir el ejemplo de Tello de Sandoval en México y aplazé In vigencia de las Nuevas Leyes hasta tanto que cl Consejo de Indias diera respuesta a Jas solicitudes de revocacidn que le hhabian dirigido. Para-afianzar su precario poder, Armendériz, declaré que prestaria particular atencidn al Juicio de Residen- cia del Adelamtado don Luis de Lugo, eon To cual se proponia hhalagar al poderoso partido de Jos “quesadas", gravemente le- Sonalo yor las modifieaciones que el dicho Tago inte dujo en el reparto de las Encomiondas. Cuando Hegaron a Espafia Tas noticias de Ia rebelién de Pirarro y los centenares de memoriales en que se pedia al Cone sejo de Indias Ia revoeatoria de las Nuevas Leyes, el Empera- dor, justamente alarmado, decidié asignar a una junta el es tudio y solucién de los gravisimos conflictos provocados por Jas Ordenanzas de Valladolid. En ella, los enemigos de Vas Cases se aprosuraron a cantar vietoria'y muchos de los fun~ cionarios que en Valladolid prohijaron sus ideas, s¢ unieron al coro de sus criticos y de quienes pedian Ia inmediata revocato- ria de los Nuevas Leyes. El Emperador, no obstante su simpa- tia por cl dominico, poco pudo hacer en defensa de una legis: lacién que estaba a punto de costarle el imperio americano y el Cardenal de Sevill se velié de Ia excepeional oportunidad, que le brindaban las conmociones de América para eulpar @ Las Casas, ese fraile “insensato", de todo Io que estaba ocu- rriendo. El debate Io decidid, en tiftimo término, el Duque de 62 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA Allbs, quion, después de leer los informes Heyudos ol Consejo 1,de oir los detalles de la rebelign del Peri, aconsejé a Carlos WV revocar las Nuevas Leyes y contener a stos Conquistadores coneediéndotes las Encomiendas “de por vidu" y eon derecho sueesién “por dos vidas”. Carlos V acepts parcialmente las opiniones del Duque de Alba y en felvevo de 1546 revoed aquellas de las Nuevas Leyes que mayor deseontento provoearon en Ultramar. A las Enea. mieudas les fue confirmado su carieter vitalisio y heredi tie y se deragucon las Ordenanzas que prohibien otorgar nue: vias ea el futuro. La Corona, sia embargo, ‘no cedié una linea en cuanto a Ia prohibicién de que los femele natios reales fueran Eneomenderos fined toda su politica, « arti de este momento, en dar a las dichas Eacombendas un di muente tributario. Por ello se res'stio a derogar los “servicios personales” de los ‘vumeute a los funcionatios In tarca de mmaban eon. gravisimas penas Ia escla- Consejo dy Indias coimunied estas dades de Ultramar en momentos en eras celcbraban en Amériea su victor es y corridas de torvs. Ascgurad la perpetuidad de las Encomieadas, la calma Sf Testablecid eu el Nuevo Mundo y quienes Fabian seguido oh ride “le Vizaero en cl Peri “comenzaron. a perder el Catuaiusino de los priuneros dias. Dun Perlro de la Gasca, Wo @ paeificar. el Virrcinato meridional, pudo ficilmente roan ats rebeldes del apoyo de tas hueates do la comyuis yd ta escuadeu del Pacitico y Pizarro fue vencido y deca. tado, como Io habia side el infortunado Virrey. Ny Hspués una pax de compromiso, durante la eusl ile “producitsé los ujustes necesarius entre. intereoce 5 2, lstinas pues, Las nen 10.80 su: primieron jas Casas, pery tampoco se repress «l sistema primitivo de las Antillas’ Prohibides les soungeeeS persunales” de los naturules,. Solércana tuvo riedn at aa Te gut Pocomiendas come “un derecho de percibir los tri butos de los indios por mereed real”, Debe advertirse, wv obstante, dota Eneomienda de Tribus fue u priva ftasar los tributes y sauei vitud de los naturales, urandes Fiestas, a que la institucionalizacién luna conquista dle la teoria 63 LA REBELIGN DE LOS ENCOMENDEROS ia ti andes esfuerz0s para con ae ote io 7 eratora de le Nocras Le Jy wae ta resisenela de los, Ene i ian favoreeer a 108 in- las medidas que podi a Js ine saya’ Reine de Cranatn no zedaon oo ei totinadge, AL Vistudor Dice do. Ar een set he sean ne Fonte ge than pot Ja suerte de los indigenss @ sugerte oa 1 he rains de un Tribunal Superior, fest Audigncity on atiein y proourar el eumplimiente. de ie yee Melts de ue disyonta para mantener el orden. bixo igu ere cer reconquistada cuando apetias habia sido | ae Fee a ttt hadeate ty Sune Ff acordi in en 1547 y dos afios despucs ae petro, ae oe sol ult Di rom @i Mayor Juan de Mendoza. EL Lcenciade Fe baréar en Santa Marta, siguié para Popayén 0 entraron en Santa Fé los Oidores cisco Brieei y de Alguacil ceo, al_ dese residenciar a Bel pos. A prinoipios de 155 §{ OS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA HISTORIA Galana y Géngora y el 7 de abril de leroneinente In Audiencia, El Hiaso cofreeillo” dicho aio nstlaron so Sello Real, colorallo en un "on. I Y sabre oa “canea Biases, ec ae cofin yreata de tercopclo earmmst fae ade ee regidores y les gentes notables del Reino, bajo “sieo pation Guia, on uyn punta ve Tel noes Lententigl sta casa aberreee Ja maldad, ama la eastiga los deli- tos, conserva los derechos y honra la virtes e JNo bien se instalé Ia Aucioncia se presentaron Ios prime: deri exe ala yl Ct tet ln, ale erepancias eran inevitables por Ja naturaleza de los princigins sic cnn Angas tami js: Tas, die Solbranoy ea “tog eee ncomlesae guardaba’Ja justicia, los pobres hallabnis defence de he ee los de los podroses ya eae nna eee ae con derecho y verdad” Tos agra Jo que ora suyo Sdlo la consideracié: Bick: to, por lo general, las realidades sociales dele Colent ha per- tes del poder feudal cuando Ia Corona ‘comenzh a reeuy Bera con trabajo, Jas facultades cedidas en las Capit ila ido obj Cabildos asumieron entonce: ja riquern a ‘atonees Ja personeria de In riqueza ad. quirida on las rapifias y depredaciones de Ia Co por la. : a Conquista por : iembros, Tos Regidores, ole les podhrosas oigaguies muna que uistadores cuando sc eomenz6 de manera sequlie el raionto. Nada tiene, pues, de extrario que los Cabildos wake, iene, pues, de extrafio que los Cabildos uliliee, ran desle el principio las facultades econsmieas y advainiern, vas" que estabou investidos y muchas otras jue so tom ron, como las de repartir tierras renlengas, para protesce aorecentar los intereses de Ix casta privilegiada de low one suis, 5 In casta privilegiada de lor conquix tadores y sus inmediatos descentiertes, quo ajsisis’ per 8 Ios initios y a los inmigrantes expaiolee panto de later om loc pol iadon ta Tengos, la auministracién de justicia, el fallo do cucctiones og que estaban enrvuelios lus intereses de Ios indios, fueron me terias ex que Ios Cabildos favorecieron sistematicamente a, ioe formaron tod "eas recep enter er eR PSTN 65 LA REBELION DE LOS ENCOMENDEROS andes sefiores de la ree wi sta. Sse natural, por To mismo, Fe ites instalada, procediera & : Reino, une proccss introns de 1a cooniteds ae i ‘ocasional coincidian con Tas aspiraciones ¢ eh solo en forma oeerioe esr reglaments In, Audiencie Bacommrig de_armas por 10s Encomenderer tong amides Seated para vigilar la recta ad ane aoa efiegces para viglne. Midas y establcid algunas cimidan TS. de ere jan Facultades que, se habian arog eb ee ei) judicacién de tierras realenj as. Cables ioe eausnron vo aie pcotormidad y hobo Co” Baran maditacmte Teenie ellos, cuyos Regidores oP: ios: le Santina por ao reunite con 38 debida reg Sa ae ej clin Tee rb finde eles Gramery sores complicaiones © J tos y creat Oe spe La Awdiencia dispuso entonces ve eo) res actuara como Alcalde de Corte en eae Be ee nen sina dee ley del “gobierno de est Caron al Cabildo « Tusticia de ot aude conten gene Cabo cade e cuando gue ot di sefior Io mandare™. Audiencia del Nuevo omar Tas medidas del dad, que que la Sn os momentos ex que les reaciones © i: Cucepos in Jos mom eal Audiencia adquirion sa moyen tener asa ae obredamente.eticaz vino a fovoreres Tt un, factor dicta de Ine oligarquias muni pe ne vor eat oda ater ae dre jos aiios estaba integrad aldo yenitiwos, que Jo parte en las expediciones de ios que habjan tomado pa icionen aanaeiiata, presididos por 1a figura augusta del. propic a Conquista, nex de Quesada”. 1 fanune congie vo Rejor en Tos moment ws ici om de Adie el Hamel “la Se atac ante los Tribunales y rechez guentas ante Je eine los osho 0 dice mil Ya 1s chibchas retorn6 al Nue- fos eriticos del conflicto y sim mayor io a ts causa de los leant 4 etre ue, Quest Te etd de Me Cort a de Ia obligacién de rendir is oot ension de ate ee que he a \dor de lo: 66 Los ‘OS GRANDES CONPLICTOS DE NUESTRA HISTORY IA cho, juriscli ho, con jurisdicién ‘eivil y eri nil duende gion eivity visninal, con tos diehos vei ereseo path nef, S08 10 se jusainonte pareie ° que pus de dice abee qed memoria de' mien este Reino, Parada la reputae Poe para sa ® olorgarle el titulo, unis pom aera Alp tm 3x Heino, el prvilegio de’ cacoger atmaas te sabes, Mavseal fae eae ae en la ciudad ie Same Fe reer 0) de la cual periédieament bian ‘ede ee Mi ba a la na, segiin scntenc ite jesutoriadas yon farsi alge que prtsnts dea amiga Bor de ean wetsis greys el Consejo: de Ind fase hoa, Vinee Ja plaza juibtic le Auiencia y +l Cabo do enciéa de Quesada, se dchat % de ayuel debate proms ie lo para trasladarse a domingos y dia ie du distur idores'Géngora Galarza apie Ma tos instuesioney ye la labia de aru route, lv thd ine engus el impety reforma ae Te Auli ar cl cumplinien Je Gore) a i didas prow esta = euestiones le Hos en que Quesa a sue Quesada comsepuia a wlivacia se prog Gieitador done Juan le Montane ati ot nombranie ond para tis y a los Oi Visas en cra euestion to del Consejo de I iar u Miguel Diez de Armenda, stinavia-deutro de Ta anecsuien oo LA REBELION DE LOS ENCOMENDEROS 87 Ja administracién espafiola en América, In providencia que vadeng residenciar a los dos principales Oidores de la Audien- Gia de Santa Fé tavo inayores aleanees y fue el resultado de Jae dudas que se suscitaron en ol Consejo por Ia manera lenta camo yeniau cumpliéndose en el Nuevo Reino las Ordeman- sas eur materia de Encomiendas, Al Consejo Te pareeié sos- ‘Audiencia no hubiera tasado todavia Jos tribu- “servicios personales” de los in- Jdiv de un Visitador, si este xe fardo’era atribuido a cualyuier género de traficos indebidos talue las autoridades y Jos Encomenderos. La frecuencia con ‘casos de: cohecho en aquellos tieuspos, cons: Lifieacidn para el envio frecuente de Visi- ladores al Nuevo Mundo y habia dado sobrados motives para {que la Corona se inelinara a no permitir a sus agentes una Tinga permaneneia rn ol mismo territorio de sus dominios. Por ello se ordend a Monta que, en el supuesto de Jrallar juoeentes a los Oidores Géngora y Galarza, les entregara Tos cbramientes que en distintas sodes les habia conferide el yechaso que la p 4 fos, ni puesto téxinino «Tos dios y quiso verificar, por met que se presentaban fituia suliciente just ne gran colebridad en de protex caso del nuestros anales eoloniales, porque su to para, una controversia cuya trascendencia supera en mm seni uate defectas de ete personage nada extaoeds Tarlo, wa poco terco y tal ver algo vigurso y enya principal Virtud, la virlud que lo harfa vietima de la mis abominable } calumniosa eampaia contra su nombre y su meméria, fue xy Gineera y fervorush adhesidn a las Leyes promulgadas por ja Corona para defender a Jos naturales del Nuevo Mundo. Por esta adhesin le anargarian Ja vida los Encomenderos del Reino, Je prepararian cl camino del cadalso y condena- Tian ste meioria a Je injusta exeeraciéu de las genera yenideras. EL conflicto entye los notables del Reino y tador comenas dosile el momento en que Montel juicios de residencia de lus Oidorcs Géngora y Galarza y en ti curse de la Instrucvidu ue los sumarios se pude ectablecer Ja presidn de que habjan sido objeto Jos dichos Oidores, por parte de los Encomenderos, “para conseguir que aplazaran el plimiento do las instrueciones que les dio 1a Corona con 68 LOS GRANDES CONFLICTOS DE NUESTRA. HISTORIA especto a In tasacién de Jos tributos y a Ja supresién de los dores Géngora y Galarza fueron objeto, durante Ta visita, de inusitados homenajes y de repetidas pruchas de adhesién por parte de Quesada y Jos "neomenderos, el Visitador no rentin- ¢id a efcctuar Jas pesquisos judiciales que parceian indiendas para establecer sus culpas uw omisionos y ex tante de Ia Audioneia, Licencisdlo Mont remo 9 las Fistus «Tas Bneomendos dol Reino, tasar Tos tributes. suprimir los “servicios personales bir que se encgara 0 Ios indiyenas, de To ou en los doewmnentos y aetas de la’ Audienci Vergara y Velasco, Visited Mariesl Quesada considers Tas decisiones del Tues + Visitador como wn desafio a su persona y un reto al partido dle Tos Encorvenderos y “en st calvatl de letra — digo lor 2a— se hizo cargo gratuitamente de In defeasa de todos Tos encausados”. Bste gesto fue precedido, natusalmente, de un aparateso alarde de su pobreza, como era ¢osiumibre sya siempre que asumia la defensa de los Encomonderss. al Giddor rex dieza co: fin de y prohi hay constancia publieados por Enfrentados cl Juez Visitndor y el jefe de las notables del Reino, fue inevitable que Ios Juicios de Residencia de los Gidores pordicran pronto su earictor de simple psquisa jue dicial sobre ‘el comportamionto cle unos funsionarins y se transformaran on apasionada controversia piiblica, en Ia eual se debutia In Tegitimidad le Ta comdeta ule Ie wpe de la Corena que ante las cindian de t sncias de los cumplida ejecucién a las Leyes. Ja declaratoria de culpabilidad de los idores. hnecha por el Juez Visitalor, dio principio a grand pertuchaeiones en el Reina, pe es fei fcivo, perturbaciones yue adquitievany cf cargeter de verdadera asonada cuanila Hontaiiv, al re-ibir wumerosas denuncias contra el Encomendero Pedro de S: erimenes y atrocidacles contra los indios, primera vex en la historin del Rei severamente a Tos expat aleedo. por sus decidié apliear, por 0, Tas eyes «que enstigaban seve 8 responsables de delitis euntra Tos indigenas encomendaclos. EL proceso abierto contra Selecdo tuvo, cama era de preverse, Id mayor resonaneia y sus. ine. dentes judiciales se vieron todeados de un Precedcintes. porgue era inusitado el espect timo sin alo de un juicio LA REBELION DE LOS ENCOMENDEROS 8a ano de Jos “heneméritos” del Reino, i aturales, To- ‘aniidad por’ st: comportamiento con Tos mat o- ToP%iu soberbion Encomenderos #0 sintieron ocupando, #lies seems el bangquillo de Tos acusados en que se sentaba Sal maity ps0 dieron cuenta, con alarma, de que en aque juicio Someta eemoranare tos sats poeegon aus 1 seramrmitida. delingquir contra Tos indigenas sin que 18 pabittn be atreviese a privaros de Ta impanidnd prten 4 fe Miorgaba Ta cieunstancin de ser espniolots Neekstante los insultos y agravios que se profiioron en Santos contra cf Jue, Viitador, Monti e ynantuse te } cor crmitid que en el sumario se incorporaran, reat te" obatorio, lag declaraciones de. los indos Stmih Salcedo, para indighacién de los Eneomendoras que Snegahon a consderae vere Ia sola posiilidad, deve Mlalge espaifal pudiera ser eneausado por los test fe individuos, pent nt Ts ora, weeida aopelied or Tor cabaltos de Jos castellanes en Ia wise las Tas protestas fueron, graven de Quesada. contests poles —, apoyaban a Sepdlveda. maientrss a Las Casas Jo seguian Tis pedadiamtes de las Universidades los frailes prev Gieadoresy misioneros, H algunos de los grandes tedlogos es Me XVI -y las goutes de los suburbios de Vallar Fornando Ortia que Ja controversia ia revelaba una profunda div de arriba”, entre Jos ‘“dominndos” paiioles del s Mold. Con xazin dice den eatze Tas Casasty Sepuilved: enue “los de abajo” y “Tos ¥ los “dominadores”: = muta hubiera sido designal de io haber contate Lins Conn, conse conti, von-el apoyo de Ja Corotin, opoye Tt Tepermitid enfrentarse impumemente, & 16008 105 ‘poderes con Rigeados de In sociedad espaiola. Caslos Vy 9 hijo no deja-- sagraios oe it Tas iniplicaeiones traseendentales ve, tenis la aoe aa eure of rode -y ch Lruif’y, av” resilient, © ‘Deméerates Secundus’s prohijar wna filovofia como 14, det Mige debfa serivr de justificacién a os eft stadores para ee ee aAnnériea el poor decadonte det fewdoliswe, Fe Tesla No quiero ello decir que ol-Emperados ¥ hijo Nescacan wouar, de jiunciato, deetsiones srudieales contra . renderas. de}. Nuevo Mundo; Jas conmocionsss ‘toda somes Ingares de Ultramas, les indi- proce’ a negativa del pe oxi In mane caban Ja necesidad. eso Ta diser fobra de Sepilyeda les. par seek imeumente wn fullo de fondo sobre ins espns mervetrina que constituran ol tema del. Btigion« lAsi To comprendié Ginés de Sep rats ile conjurar. ef peligro de que Tes gry Hlamteadas en su Tibro hwaragara, 20th ‘el papeleo dol Mlento. por we. persiso, de iampresisn ‘eonsejado por el Car plento Por wey el vssidende dal Consejo atl esto dena oe eel Liaperador y el Principe Felipe 10 oer EP infles *,s0x0p1Q S0] 9p sezequo Tw0,, ® af INES. oxo TE ‘rvae ‘red ‘soqroydoosep soxsprouroong So] Sopo) ap oINSHTe) smeagy Jo zexodso eqesuad pepmy vis? Ui ~updedog ouqos 2 "2 “rear omdoid opuop ‘earyy £ yueuryy, op Seq[tA Se] 9p OuEmP os £ wuoz07) ve] BNUOD eXppeqer Wo orepep 3s cpeuoged gp jesus) wilde, op o[m osoduiod To soouo1mo SPH “1 Sho] uorapouvaiied of souamb e £ zoejouoq opeumiopey ms fe eimofoys o4zomur. rep’ ep: sgndsop ‘sony sus ep grepady °= fe £ essing) 20d sopswmbuo2 sovonsey so] © osoiox op Bie pp ofpuardaro ‘eztexuoo ns epos op soaquroy zo opeged smmooe & soypaniod op omsioad worgl“siqeney sompmr sof waa aoprpedcs vson wun iepuowdim> wo ovlgo tis onb ‘soorl “oq sowarde sow azorgusaf exed ‘opmedoqe ‘satioprummt { svar ze op exduroo vf ue oramp ap svums so[qex9pIst09 mmuat © oypooosd £ ysog pp wo oxretg oqspmsse amb e[ Om? tone Sun omy oaenyl TP wo svuppeonasep opqisod oroazed of “xopet ~ “mA. Te extoD gf eITEG wo glow anb oVtaIUODSp op HSIN ‘30 oy aod opeaaye £ eouarpmy y ap woWTep vf uquaLwor of anb send sq sod oxen op OHS 1 CPP 9 ep ezorqop onb wa sepuaymooug sey aeyen amb a ET eue aod uoaramn s0p10 sof £ SUPE -ap sufyjoad op oyefqo woxomy oxaqumnd) aod soqpoy, pe 2 Souson ap souredad soy ‘sorapusuooug sop op oped [> THT = vpuopmy mf v opefqge, ged OBMINOT| TOPE 7 somawoMt us outlay [op [erdeo ey 7m bs ae jn ‘sigue, sOIpUT SOT 9D ee een "os womb omrumy uppseq—es une) TP Tao eeprom {cond sus uozony soyonut £ npg [P wei” cored vy oruemp gaol onb op soxSoyred sonmernpoxe 1 °F a SOUZGNAMOONT SOT ad NorigaTe YT souodsrp ou e epenier os aqusuyrorp onb onmape os tpn cedog ¥ epefay] ns opsoq{ “constojoemo se uot ap osvo 1 ‘souvopoure seuoSIpNY so] axqos vyuommBay ns zs09[qeise ered ‘joyedso oyyond yop s9]e10} soqporep soy zes0aur. oserpumoxd & sopeppomne sej xod soprmdo uorepep os ssouomng -o| -wpno £ voy, ap ssioyes op souorsumasd-sns v oman; omd euoro} ¥] 9p eoriyod ef opueno peyoqy epHoods eum op uzop cueq Bp onb sgjouedse soramyuoae. sosoxoumu soy anb sofeui im’ aoad ‘ru’ wo ou ‘upg op omayy -uomemtexs eunge Avy oso, opoy uy -,opHseser ommourep jp -equpue,, oub eBaife 4 opera, <,oouosq,, ous oquiasop of oxo ‘,oploouco offepry,, we ob douosor seyonse sns-uo ‘souzyja) 809 ep tenf uop L orremg op eyjanaaz e] oyuemp sopgouToo souommp9 so] rod ouupuxy, yep yes onb seoruor set waDIp Jp °q "woo 9p oresyy Wop :ou1y OAM [> Wo osourE} wITey os anb ofenosrad um yuan. nog [op sopesrme soy ony sqsoxopnod so] :sayeyoumy se1qo sns wo of sawSrpoad_£ onus v oose Jp woxsra1y a] ow v80A ap odoy soumaray) onb omm0o ‘010 op offi Jap Sena] sey ua eUNjs0] eB J8[ 1uH uo group ou onb ‘oonstoyovrvo oxqmou un sofzep a vprmy ou ojgand ja feu] op ojeuroxn, “equesip Jop sopest was9p soy ‘serpesoidar se] op sopedeosa wos oorp os ‘omSpepmy ep senyuy svypnur uvp os onbune ‘onb soramquoae op eqD saopeae vam sod vpesosfua sos’ e wzoduio wowejqod vf —uotr “eI e~p— dun cood y,, “PHOPENEA ep eunf wsourey v 9p sgndsop ovod epemerg op oul oxonyy Je wo sepns0 souojouruos saad se[ uoreysoursp Of ‘ops 9p uowsusyord By 1009 0 soxapuomooug Ua voHQMY Wd soppratio. soxemjuZAE op sopmr sof op souorsuzjexd soy ‘spoaqndag op vf ouroo ‘equa -gasnf onb exqo wun 9p uorsnpp ef v osndo 9s opuena oyome “ep uw oumout im aouesaiy oqo ow euos07) vf ang) eee = ar citrus soi eevee ct eeereteerentormmmtres, orpour ra ‘soypoouquioy ow ‘saxquioy wos opunur yep sojqend sof ope, onb op women e[’uco uomfeqen umomip on} softs soy: uA odmsn ns wo’ aub sorjenke soper e ‘PEPIN eNO upqUE eu, WoKeMoMNBIe Upe: VIHOISIH VHISHNN 4d SOLOINOD SzaNy} a” UGE GHANDES CONFLIGTOS DE WUESTEA HISTORIA” “Capitén General de la Libertad”. En Espafia se daba gene- | ralmente el apelativo de “tiranos’ a los sefiores feudales que & se rebelaban periédicamente contra la Monarquia, porque el j pueblo, con sobrada razén, identificaba la tirania con el pre- i dominio politico de las clases aristooriticas, duefias de la riqueza y no com el ejercicio de la autoridad por el Estado. Tal Ja razén del adagio popular que decia “Rebelde significa tirano”. La mayaria de los Encomenderos del Reino Granadino, escarmentados por la suerte que odirié Pizarro en el Peri, se mantuvieron a la expectativa ante Ja audaz aventura de Al- varo de Oyén. Todos aguardahan que sus vecinos se coimpro- metieran primero en la causa del rebelde y Oyén perdié un tiempo precioso en Neiva, esperando adhesiones que nunca Mlegaron y dio margen a los veoinios de Popayan para prepa- var Ja defensa, Cuando emprendié Ia ofensiva, la ciudad le ofrecié tina resistencia que le desconcerts y hubo de combatir contra poderosas masas de indigenas, que pelearon con sin- galar ardentia y fueron el factor decisive de su derrota. Los indios, a.los que Oyén y sus gentes lamaban “estapidos”, entendicton Ia amenaza que significaba el triunfo de esta re. vuelta: inspirada por el espfritu feudal de los Encomenderos ¥ bajo Ia direccion de los vecinos de Popayin obligaron a Oyén a encerrarse en una choza y “eon flechas’inflamadas —dice Miramén— los indios incendiaron el bohio y al res- plandor del fuego conocieron los rebeldes su perdicién defi- nitiva, por lo que, horrorizados de morir abrasadds en las Ta. mas, fueron saliendo todos y xindiéndose”, Mientras Oyén era vencido en Popayén, la Real Audien- cia discutia en Santa Fé las medidas indicadas para contra- rrestar una revuelta que podia propagarse répidamente f todo el terrtorio del Heino. El Ordor Bricego fee veniencia de que se invitara a Quesada a las juntas de guc- tra convocadas durante la emergencia y se le diera el mando de las fueras destinadas a combatir a Ios rebeldes, ya ello se opuso resueltamente Montafio, alegando que no era pru- dente confiar Iz direccién de los ejércitos Ieales al jefe del partido de los Eneomenderos, partido en el cual tenia Oyén fundadas todas sus esperanzas. La Audiencia confirié, a Ia postre, el: mando de Jas avanzadas de dichas fuerzas al mismo 4 {8 OD ~ LA REBELION DE LOS ENCOMENDEROS #9 Montafio, quien partié inmediatamente para el teatro de las eraciones. Al Ieger a Thagué detuvo su marcha, porque sir conoais ba-deiroea devon y oups qin in tenesdiess habian condenado a muerte en juicio breve y sumario y eje- eutado en la Plaza de Popayan el 3 de noviembre de 1553.

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