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CAUSA FIN: se la entendía como la conducta que un sujeto quiere que el otro
sujeto realice, la que espera de la otra parte. Para los primeros sostenedores de
la causa fin como elemento de las obligaciones, como Domat, por ejemplo, la
causa fin era algo invariable, siempre iba a ser lo mismo, o sea la conducta que
uno espera de la otra parte.
Frente a esta teoría surge la teoría anti-causalista, que entiende que la causa
fin no es un elemento de la obligación porque se está hablando de algo que ya
existe que es el objeto.
Los neocausalistas arreglan la teoría de Domat y sostienen que la causa fin es un
elemento, y la definen como las motivaciones personales que el sujeto tiene en
mente para generar la obligación, los motivos que tuvo el sujeto para generar
la obligación y que tienen que estar exteriorizados, la otra parte los tiene que
conocer. Ya sea porque lo manifestó expresamente o porque tácitamente era
conocido.
(Ejemplo: iban a coronar a un rey y se estableció el recorrido que iba a hacer, la
gente que tenía casas que daban a la calle donde pasara, alquilaban un balcón a
la gente que lo quiera ver. El rey se enferma y el desfile se suspende, y el dueño
del balcón le reclama el pago que faltaba al que se lo alquilo, y este al mismo
tiempo le reclama lo que le pago. Este caso se resolvió a favor de quien iba a
alquilar el balcón porque hay una frustración, se alquilaba el balcón para ver el
desfile, no para otra cosa, ye se motivo era conocido por el dueño.)
Como elemento de la obligación, si desaparece esa causa fin, no hay más
obligación.
Las obligaciones que derivan de actos jurídicos tienen la causa fin como
elemento sin dudas. Un contrato, por ejemplo, cualquier sujeto que lo realice, lo
hace porque tiene una motivación para hacerlo.
Estos artículos hablan de causa fin:
ARTICULO 281.- Causa. La causa es el fin inmediato autorizado por el
ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También
integran la causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido
incorporados al acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para
ambas partes.
ARTICULO 282.- Presunción de causa. Aunque la causa no esté expresada en el
acto se presume que existe mientras no se pruebe lo contrario. El acto es
válido, aunque la causa expresada sea falsa si se funda en otra causa verdadera.
ARTICULO 283.- Acto abstracto. La inexistencia, falsedad o ilicitud de la causa no
son discutibles en el acto abstracto mientras no se haya cumplido, excepto que
la ley lo autorice.
Acto jurídico: es el acto voluntario lícito que tiene por fin inmediato la
adquisición, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas.
Los hechos ilícitos no entran dentro del concepto de acto jurídico, por lo tanto,
no tienen causa fin.
Naturaleza jurídica:
Teoría subjetiva: en esta teoría, lo que importa en las obligaciones es la
prestación y el interés del acreedor. Se basa, fundamentalmente, en el poder
que tiene el acreedor sobre la persona del deudor. Consiste en la conducta
esperada del deudor.
Teoría objetiva: el acreedor tenía ciertos medios jurídicos para que el deudor
cumpla. Resulta central en la obligación y en la protección por parte del
derecho, el interés del acreedor en el cumplimiento de la prestación. Ante el
incumplimiento, el interés del acreedor quedara finalmente satisfecho con la
ejecución de bienes del patrimonio del deudor. Esta teoría se desentiende de la
conducta del deudor.
Teoría actual o apropiada: consiste en un deber jurídico, la prestación o deuda,
en el que, el deudor está obligado a cumplir la deuda. Y también consiste en el
interés privado del acreedor.
Los efectos se producen entre las partes, esto es lo que se llama el efecto
relativo de las obligaciones.
Las consecuencias de los efectos relativos de las obligaciones son: por un lado,
lo que las partes pacten en esa obligación, no puede perjudicar a terceros. Por
otro lado, los terceros no pueden meterse en esa relación obligacional.
Excepciones a los efectos relativos (¿alguien puede meterse en la relación entre
acreedor y deudor?): a. los contratos con una estipulación a favor de un tercero
(en ciertos contratos, las partes generan una prestación a favor a un tercero, por
ejemplo, un asegurado contrata a una compañía de seguros para que en caso de
que muera su pariente cobre el seguro, entonces el pariente pasa a ser acreedor
de la compañía). b. Los contratos que involucran una representación, por
ejemplo, donde alguien actúa como apoderado o mandatario.
PAGO
Articulo 865: es el cumplimiento de la prestación que constituye el objeto de la
obligación.
Si hay pago, la obligación se extingue.
El pago es un acto voluntario destinado a extinguir una obligación. Tiene que
tener animus solventi.
Los sujetos del pago son el acreedor y el deudor, el sujeto activo será el deudor
en principio, y el pasivo sería el acreedor. El acto voluntario tiene que venir por
parte del deudor.
El acto jurídico va a ser unilateral, ya que para que haya pago importa la
voluntad del deudor. El deudor tiene la obligación y el derecho de pagar.
Una obligación secundaria del acreedor es recibir el pago.
El deudor es el sujeto activo, un tercero puede hacerlo solo en algunos casos.
Tercero es todo aquel que no es parte de una relación jurídica.
Hay terceros no interesados: no tiene interés en la relación obligacional, por
más que el deudor no cumpla, no va a tener ningún perjuicio. Puede pagar
excepto que se opongan el acreedor y el deudor.
Articulo 881: la prestación puede ser ejecutada por un tercero, excepto que se
tenga en cuenta que lo debe hacer el deudor, y que haya una oposición conjunta
del acreedor y deudor.
Tercero interesado es la persona que puede sufrir un menoscabo ante el
incumplimiento del deudor, este puede pagar, aunque se opongan el acreedor
y deudor.
Una vez que el tercero paga, pueden darse tres supuestos, que pague con el
asentimiento del deudor, con ignorancia del deudor, o en contra de la voluntad
del deudor.
Si el tercero paga con asentimiento nacen dos acciones para este tercero, tiene
la posibilidad de subrogarse (ocupar el mismo lugar del acreedor), o ir por la
acción de mandato (actuó en representación entonces como tal reclama todo lo
que invirtió para representarlo).
Si paga con ignorancia del deudor se habla de una gestión de negocios, es un
gestor que se metió a hacer un negocio en nombre del deudor, en este caso ya
no va a reclamar todos los gastos incurridos, puede reclamar los datos que
fueron útiles al deudor.
Pago en contra de la voluntad del deudor: es importante si es tercero
interesado o no, si es interesado tiene la vía de la subrogación, si es no
interesado, puede accionar por la acción de enriquecimiento sin causa, en este
caso, lo único que va a poder reclamar al deudor es cuanto se enriqueció
producto al pago efectuado por el.
Art 883: Legitimación pasiva para el pago. Tiene efecto extintivo del crédito el
pago hecho:
a) al acreedor, o a su cesionario o subrogante.
b) a la orden del juez que dispuso el embargo del crédito;
c) al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte;
d) a quien posee el título de crédito extendido al portador
e) al acreedor aparente, si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las
circunstancias resulta verosímil el derecho invocado.
Frente al incumplimiento del deudor, el acreedor puede:
. Ejecución forzosa esto quiere decir que, si el deudor no pago, frente a esa
situación la ley le da una herramienta al acreedor, que es la posibilidad de
ejecutar a su deudor, se lo fuerza a cumplir la obligación.
. Ejecución por un tercero, frente al incumplimiento del deudor, el acreedor
opta por pedirle a un tercero que cumpla esa prestación que el deudor no
cumplió.
. Indemnización que, en este caso, lo que el acreedor le va a exigir a su deudor
es plata, es sustituir la prestación que iba a tener el acreedor por esa
indemnización.
Localización (art 873 y 874): habla de donde hay que pagar, el lugar donde
debe ser realizado el pago. La regla del código es que lo que prima es la voluntad
de las partes, entonces debe ser realizado en aquel lugar pactado por las
partes, pactado en forma expresa o tácitamente (por la naturaleza de la
obligación es obvio donde hay que realizarlo, ej si hay que pintar una casa, es
obvio que se realiza en la casa). La regla subsidiaria en caso de que no se haya
arreglado, seria que el pago tiene que ser realizado en el domicilio del deudor
al tiempo del nacimiento de la obligación (ya que puede cambiar de domicilio),
el código fija esta opción porque busca que el pago se realice, facilitarle las cosas
al deudor para que pueda cumplir su obligación. Si cambio de domicilio, el
acreedor tiene el derecho de exigir el pago en el domicilio actual o anterior,
queda la decisión en manos del acreedor.
Esta regla no se aplica a las obligaciones de dar cosas ciertas (si voy a comprar
un auto que lo fui a ver en una cochera y hago los tramites, después lo busco a
la cochera, aunque no se haya pactado, ya se que el auto esta ahí), en este caso
el pago se da donde se encuentre la cosa. Tampoco se aplica para obligaciones
bilaterales de cumplimiento simultáneo; en este supuesto, lugar de pago es
donde debe cumplirse la prestación principal.
También hay obligaciones que son las llamadas obligaciones puras y simples en
las que la regla es que tienen que ser cumplidas en el menor plazo en las que
su naturaleza de la obligación lo permita. Hoy en día no se discuten más las
obligaciones puras y simples, la regla es que la mora es automática.
Los efectos que produce el estado de mora: son efectos negativos para el
deudor moroso, por ejemplo:
. La mora genera la apertura de las acciones que la ley le da al acreedor de
accionar, se las da en el artículo 730: La obligación da derecho al acreedor a
a) emplear los medios legales para que el deudor le procure aquello a que se ha
obligado. b) hacérselo procurar por otro a costa del deudor. c) obtener del
deudor las indemnizaciones correspondientes.
. El deudor moroso debe intereses moratorios.
. El deudor moroso no puede alegar el caso fortuito, y tampoco puede alegar la
teoría de la imprevisión.
Por más que sea moroso, sigue teniendo el derecho a pagar, a cumplir, el
derecho ius solventi. Esto le permite consignar el pago si el acreedor no lo
acepta.
El pago, para cumplir con el principio de integridad, van a tener que incluir los
intereses moratorios. La excepción a esto son las obligaciones de pago esencial.
Articulo 1726: relación causal. “Son reparables las consecuencias dañosas que
tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño. Excepto
disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las
mediatas previsibles”. La primera parte nos da el postulado de la teoría de la
causalidad adecuada, la segunda parte lo que hace es establecer el limite que
establece la causalidad jurídica frente a la física. Hay que responder por las
inmediatas y por las mediatas que sean previsibles.
Articulo 1727: define las consecuencias que se pueden dar a raíz de un hecho.
Consecuencias inmediatas, mediatas y casuales.
Inmediatas: las que acostumbran a suceder según el curso natural y ordinario de
las cosas.
Mediatas: son las que surgen de conectar un determinado hecho con otro
hecho distinto.
Casuales: son las consecuencias mediatas, pero que no pueden ser previstas.
Hay que responder por las inmediatas y por las mediatas que sean previsibles.
Artículo 1728: En los contratos se responde por las consecuencias que las
partes previeron o pudieron haber previsto al momento de su celebración.
Cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en cuenta
estas consecuencias también al momento del incumplimiento.
DAÑO
El daño es un presupuesto de la responsabilidad civil. Para que haya
responsabilidad tiene que haber daño.
En el código de Vélez, no había una definición de daño, decía que no había acto
ilícito punible sin daño.
En el código actual está la definición de daño en el artículo 1737: Hay daño
cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento
jurídico, que tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de
incidencia colectiva.
Hay daño cuando se lesiona un derecho, se refiere a un derecho subjetivo,
reconocido en el ordenamiento.
También protege el interés simple, que son los no reprobados por el
ordenamiento jurídico, el interés simple es algo licito, pero no sería exigible, por
ejemplo, los padres les deben alimento a sus hijos, un interés legitimo no
reprobado, seria el caso de un huérfano que puede ser el tío quien le da
alimento. No es exigible, pero es un interés legitimo no reprobado.
También habla de los derechos de incidencia colectiva, por ejemplo, el
medioambiente, que es algo que lo utilizamos todos y tenemos el derecho a que
sea sano.
Antes había daño si había culpa. Hoy lo que se busca es la reparación de ese
daño causado injustificadamente.
ARTICULO 1738.- Indemnización. La indemnización comprende la pérdida o
disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante en el beneficio
económico esperado de acuerdo con la probabilidad objetiva de su obtención y
la pérdida de chances.
Lucro cesante son las ganancias dejadas de percibir, por ejemplo, si a un taxista
lo chocan y no puede trabajar por una semana, pierde ganancia.
“Perjuicio directo o indirecto”: Este recaudo exige que la lesión recaiga sobre
un interés propio. Por eso es por lo que solamente puede reclamar su
reparación la persona que haya sufrido el perjuicio. El daño personal puede ser
directo o indirecto.
Directo: es cuando el titular del interés afectado es el propio damnificado.
Indirecto: Es cuando el perjuicio propio, invocado por el demandante, deriva de
una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de otra persona,
produciéndose el daño “de rebote”.
“Cierto”: El daño tiene que ser cierto, debe existir y ser objetivamente probable.
El daño incierto no puede reclamarse.
Artículo 1744: Prueba del daño. El daño debe ser acreditado por quien lo
invoca, excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los
propios hechos.
Artículo 1745: En caso de muerte, la indemnización debe consistir en:
a) los gastos necesarios para asistencia y posterior funeral de la víctima.
b) lo necesario para alimentos del cónyuge, del conviviente, de los hijos
menores de veintiún años con derecho alimentario, de los hijos incapaces o con
capacidad restringida. Esta indemnización procede aun cuando otra persona
deba prestar alimentos al damnificado indirecto; el juez, para fijar la reparación,
debe tener en cuenta el tiempo probable de vida de la víctima, sus condiciones
personales y las de los reclamantes.
c) la pérdida de chance de ayuda futura como consecuencia de la muerte de los
hijos; este derecho también compete a quien tenga la guarda del menor
fallecido.
No se indemniza la vida en si misma, lo que interesa es la repercusión que la
vida de esa persona tenia en el patrimonio del que reclama.
Artículo 1746: Indemnización por lesiones o incapacidad física o psíquica. La
indemnización debe ser evaluada mediante la determinación de un capital, de
tal modo que sus rentas cubran la disminución de la aptitud del damnificado
para realizar actividades productivas o económicamente valorables, y que se
agote al término del plazo en que razonablemente pudo continuar realizando
tales actividades. Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos y por
transporte que resultan razonables en función de la índole de las lesiones o la
incapacidad. En el supuesto de incapacidad permanente se debe indemnizar el
daño, aunque el damnificado continúe ejerciendo una tarea remunerada.
La incapacidad sobreviniente es como incide ese ilícito en el patrimonio de una
persona. Lo importante es como repercute la secuela en el patrimonio.
Caso de muerte: si una persona inicia una acción por daño y muere mientras se
transmite el juicio, los legitimados activos son los herederos de la persona.
Legitimación pasiva: responsable directo del hecho ilícito, quienes pueden ser
demandados por indemnización.
Daño moral: los autores clásicos sostenían que se trataba de una lesión en los
sentimientos que determinaba dolor o sufrimientos físicos, inquietud espiritual.
En el Código Civil y Comercial no se habla de daño moral, sino daño a las
consecuencias no patrimoniales, ya que no es necesario tener moral para que
se repare el perjuicio.
Estos daños a las consecuencias no patrimoniales hacen referencia al perjuicio
que provoca la lesión a intereses espirituales de un sujeto se traducen en ese
modo de estar diferente al que se encontraba con anterioridad al daño. Se
manifiestan como dolor, sufrimiento, angustia.
Artículo 1741: Está legitimado para reclamar la indemnización de las
consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del hecho resulta su
muerte o sufre gran discapacidad también tienen legitimación a título personal,
según las circunstancias, los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y
quienes convivían con aquél recibiendo trato familiar ostensible.
La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es
interpuesta por éste. El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las
satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas
reconocidas.
Hoy por hoy no hay duda de que es un daño indemnizable, pero no siempre
hubo consenso sobre esto.
Es resarcible, la indemnización busca que sea un fin satisfactorio, que otorguen
una compensación que le permita a la persona obtener satisfacciones, frente al
dolor, sufrimiento.
El código de Vélez decía que no hay responsabilidad sin culpa. Para que alguien
sea responsable había que actuar con culpa o dolo.
Con la revolución industrial empezaron a haber autos, calderas, etc., que
producían daños que antes no había, entonces la responsabilidad basada en lo
subjetivo empezaba a quedarse sin respuestas, por eso aparece la objetiva.
La responsabilidad objetiva entra después en nuestro ordenamiento, a través de
leyes particulares que regulaban cierto tipo de actividad entendida como
riesgosa, por ejemplo, la antigua ley de riesgo de trabajo. Estas leyes eran para
actividades determinadas y se establecía un tope indemnizatorio (reclamar
hasta un cierto monto, si se quiere reclamar más hay que probar la culpa o el
dolo).
Hasta que finalmente con la reforma de la ley 17711 ingreso en nuestro código
civil la responsabilidad objetiva, en el artículo 1113. ahí ya no se aplicaba a una
actividad concreta, sino a un campo mucho más amplio y no existían topes
indemnizatorios.
En nuestro código actual se habla de la responsabilidad objetiva en el
Artículo 1722: El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es
irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad. En tales casos, el
responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal en
contrario.
Como dice el artículo, la culpabilidad del sujeto no interesa, por lo tanto, si
alguien lo demanda por responsabilidad objetiva no sirve demostrar la no culpa.
Para liberarse va a tener que demostrar la causa ajena, es decir, que ese daño
proviene del accionar de otro sujeto distinto a él.
Los supuestos de causa ajena son:
Artículo 1729, hecho de la víctima: La responsabilidad puede ser excluida o
limitada por la incidencia del hecho del damnificado en la producción del daño,
excepto que la ley o el contrato dispongan que debe tratarse de su culpa, de su
dolo, o de cualquier otra circunstancia especial.
Articulo 1730 caso fortuito: Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho
que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha podido ser
evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad.
Artículo 1731, hecho de un tercero: Para eximir de responsabilidad, total o
parcialmente, el hecho de un tercero por quien no se debe responder debe
reunir los caracteres del caso fortuito.
Artículo 1757: Toda persona responde por el daño causado por el riesgo o vicio
de las cosas, o de las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su
naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de su realización.
La responsabilidad es objetiva. No son eximentes la autorización
administrativa para el uso de la cosa o la realización de la actividad, ni el
cumplimiento de las técnicas de prevención.
Este articulo habla de la teoría del riesgo y de la cosa viciosa. Una cosa es
viciosa cuando tiene algún defecto que la torna no apta para la finalidad a la
que estaba destinada. Con respecto a cosa riesgosa, una misma cosa puede ser
riesgosa o no, serlo depende de la circunstancia, por ejemplo, un auto.
También habla de las actividades riesgosas, quien sufre un daño a raíz de una
actividad riesgosa le puede reclamar a quien tiene provecho de esa actividad.
Para ver si una cosa es riesgosa o no: hay que demostrar que esa cosa haya
jugado un papel activo en la producción del daño. Y segundo, que esa cosa
haya escapado a la voluntad del dueño o quien la está utilizando que haya ido
más allá de lo que ese sujeto quería que la cosa hiciese.
Si se dan esos dos supuestos, esa cosa es riesgosa y los daños que produzca van
a generar responsabilidad objetiva. Un ejemplo de esto puede ser que se caiga
un aire acondicionado y rompa un auto. El aire si se desprende de la pared tuvo
un defecto (cosa viciosa) y actuó como una cosa riesgosa, tuvo un rol activo en
el daño y escapo a la voluntad de lo que quería el dueño.
Artículo 1758: El dueño y el guardián son responsables concurrentes del daño
causado por las cosas. Se considera guardián a quien ejerce, por sí o por
terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un
provecho de ella. El dueño y el guardián no responden si prueban que la cosa
fue usada en contra de su voluntad expresa o presunta.
En caso de actividad riesgosa o peligrosa responde quien la realiza, se sirve u
obtiene provecho de ella, por sí o por terceros, excepto lo dispuesto por la
legislación especial.