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CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO


SECCIÓN SEGUNDA - SUBSECCIÓN “A”

Consejero Ponente: GUSTAVO EDUARDO GÓMEZ ARANGUREN

Bogotá D.C., siete (7) de marzo de dos mil trece (2013).

Radicación No: 11001 33 31 010 2007 00575 01 (2108-10)


Actor: LUÍS EDUARDO MEDINA SARMIENTO
Demandado: Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional

RECURSO EXTRAORDINARIO DE REVISIÓN

Se decide el recurso extraordinario de revisión interpuesto por el señor LUÍS


EDUARDO MEDINA SARMIENTO, por conducto de apoderado, contra la
sentencia del 18 de febrero de 2010, proferida por el Tribunal Administrativo de
Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección “C”, que negó las pretensiones
de la demanda dentro del proceso instaurado contra la Caja de Sueldos de
Retiro de la Policía Nacional.

I. ANTECEDENTES

1. LA ACCIÓN1

Por conducto de apoderado judicial y en ejercicio de la acción consagrada en


el artículo 85 del C.C.A., el actor presentó demanda inicial encaminada a
obtener la nulidad de los Oficios Nos. 6840 de 23 de agosto de 2007 y 8605 de
27 de septiembre del mismo año, proferidos por la Caja de Sueldos de Retiro

1
Folios 19 y siguientes del cuaderno No. 2.
de la Policía Nacional, que negaron su petición de reajuste indefinido de la
asignación mensual de retiro con fundamento en la prima de actividad.

A título de restablecimiento del derecho solicitó, en síntesis, se ordene


reajustar indefinidamente su asignación mensual de retiro con fundamento en
la denominada prima de actividad, con base en el 55% mensual del sueldo
básico para su grado, de acuerdo a lo señalado por el Decreto 2070 de 2003 y
los artículos 13, sub numeral 13.1.2., 23 sub numeral 23.1.2. y 42 del Decreto
4433 de 2004, en concordancia con lo ordenado por la Ley 2ª de 1945 o
principio de oscilación de las asignaciones de retiro y pensiones de la Fuerza
Pública; la Ley 923 de 2004, artículo 3°, sub numeral 3.13, entre otras, desde
el 13 de junio de 2004 como pretensión segunda principal y desde el 1° de
enero de 2005 como pretensión segunda subsidiaria.

Que las sumas reconocidas sean actualizadas conforme al índice de precios al


consumidor, que a título de perjuicios morales se le paguen 100 salarios
mínimos mensuales legales vigentes a la fecha de ejecutoria de la sentencia;
que se de cumplimiento a la sentencia en los términos de los artículos 176,
177 y 178 del C.C.A. y se condene en costas a la demandada.

Relató el demandante que prestó sus servicios a la Policía Nacional como


Agente de tal Institución y que al retirarse estaba vigente el Decreto 2070 de
2003, pero se le reconoció la asignación de retiro a partir del 13 de mayo de
2004, con el cómputo de la prima de actividad en un 20%, a pesar de que el
régimen prestacional vigente en el momento de su retiro definía el 50% para su
caso.

Que los Decretos 1211, 1212 y 1213 de 1990 o regímenes especiales de


Oficiales y Suboficiales de las Fuerzas Militares y Oficiales, Suboficiales y
Agentes de la Policía Nacional, disponían como partidas computables para la
liquidación de la asignación mensual de retiro en donde se señala la prima de
actividad en los porcentajes previstos en ese estatuto.

Que el Legislador con base en el artículo 150 de la C.P. mediante la Ley 797
de 2003 señaló al Gobierno Nacional los criterios, objetivos y principios a
seguir para la fijación del régimen pensional y de asignación de retiro de los
miembros de la Fuerza Pública. Que en desarrollo de dicha norma se expidió
el Decreto 2070 de 2003, norma mediante la que se produjo el retiro del
demandante, que posteriormente fue declarada inexequible por la Corte
Constitucional.

Que, ante tal declaratoria, mediante la Ley 923 de 2004 por la que se
señalaron criterios, principios y objetivos a seguir para la fijación del régimen
pensional y de asignación de los miembros de la Fuerza Pública, se expidió el
Decreto 4433 de 2004, que reformó de manera especial los regímenes
especiales tanto de las Fuerzas Militares como la Policía Nacional e introdujo
modificaciones a las partidas computables para la asignación de retiro y
pensión.

Que al personal de la Fuerza Pública que se retiró en vigencia de los Decretos


2070 de 2003 y quienes lo han hecho en vigencia del Decreto 4433 de 2004,
excepto el demandante, para efectos de asignación de retiro o pensión, se le
ha venido computando la totalidad de la prima de actividad que se tenga
reconocida al momento del retiro por lo que con la decisión de la
administración se ha venido rompiendo con el principio de igualdad.

Que los artículos 23, 24 y 42 de los Decretos 2070 de 2003 y 4433 de 2004,
accionaron el principio de oscilación que se encuentra previsto desde la Ley 2ª
de 1945 y en forma reiterada en los estatutos que regulan la carrera, así como
el régimen prestacional para la Fuerza Pública, es decir, en los artículos 169,
151 y 110 de los Decretos 1211, 1212, y 1213 de 1990; que se desconocieron
los derechos adquiridos y el derecho a la igualdad, la situación más favorable
al demandante, por el desconocimiento del régimen especial de la Fuerza
Pública y el principio de oscilación.

Que se incurre en falsa motivación en el acto demandado en tanto que su


retiro se produjo en vigencia de otra norma aplicable al caso y que se incurre
en error de hecho en su modalidad de violación indirecta a la ley por el
desconocimiento de la jurisprudencia de la jurisdicción contencioso
administrativa.
Indicó que se ha quebrantado el principio de igualdad del personal de la
Fuerza Pública que se retiró en vigencia del Decreto 2070 de 2003 y quienes
lo han hecho bajo el Decreto 4433 de 31 de diciembre de 2004, para efectos
de asignación de retiro o pensión pues a éstos últimos se les ha venido
computando la totalidad de la “prima de actividad” que tenían reconocida al
momento de retiro; que en virtud del nuevo régimen prestacional presentó
derecho de petición ante la Caja de Sueldos de la Policía Nacional, en el que
solicitó el reajuste mencionado correspondiéndole no el 25% sino el 55% de
dicha prima de actividad.

2. LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA2.

El Juzgado Décimo Administrativo del Circuito de Bogotá, en sentencia de 27


de agosto de 2009, negó las pretensiones de la demanda con base en los
siguientes argumentos:

Ni la Ley 923 de 2004, ni el Decreto Ejecutivo 4433 del mismo año hacen
extensivas sus disposiciones al personal retirado con anterioridad y con la
asignación de retiro y que por lo mismo sus normas sólo son aplicables a las
personas que adquieran el derecho a asignación durante su vigencia.

Que el contenido de la normatividad reguladora del principio de oscilación del


Decreto 4433 de 2004 se refiere únicamente al porcentaje y no a las partidas
computables ni a su cuantía. Que aceptar la argumentación del actor implica
activar retroactivamente la Ley 923 de 2004 y el Decreto 4433 lo que conlleva
la violación al principio del gasto público previsto en el artículo 345 de la C.P.

Que, por el contrario, los argumentos de la entidad accionada resultan


aceptables no sólo desde el punto de vista de la vigencia de la norma.

Que el actor adquirió y consolidó su derecho a la asignación de retiro conforme


al Decreto 1213 de 1990 y que por ello no puede ser desconocido por leyes
posteriores.

2
Ver folios 74 a 89 del cuaderno No. 2.
Que la Ley 923 de 2004 y el Decreto 4433 del mismo año no le son aplicables
al demandante pues rigen hacia el futuro a partir de su vigencia y para las
relaciones legales y reglamentarias vigentes.
3. APELACIÓN3

Inconforme con la decisión de instancia, el apoderado del actor interpuso


recurso de apelación en el que se aprecia a folio 115 del cuaderno No. 2, la
insistencia en la aplicación al caso, por la vigencia en el tiempo, del Decreto
2070 de 2003, antes de la declaratoria de inexequibilidad de la norma por la
sentencia C- 432 de 6 de mayo de 2004.

4. LA SENTENCIA DE SEGUNDA INSTANCIA4

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca, mediante providencia de 18 de


febrero de 2010, confirmó la de primera instancia que negó las súplicas de la
demanda, exponiendo los siguientes argumentos:

Hizo un recuento de la evolución normativa que consagró la prima de actividad


y su cómputo en las asignaciones de retiro con el fin de establecer la
interpretación del demandante, a partir de los Decretos 2340 de 1971, artículos
11 y 52; 609 de 1977, artículos 11 y 55; 2063 de 1984, artículos 40 y 98.

Coligió de las mismas que la consagración reiterada del beneficio para efectos
de la liquidación de la asignación de retiro, sería aplicable para quienes se
retiren a partir de la vigencia de cada disposición.

Luego se refirió a los artículos 30, 98, 99 y 100 del Decreto 097 de 1989 y
finalmente el Decreto 1213 de 1990.

Dijo que en ejercicio de las facultades extraordinarias señaladas en el artículo


17 del numeral 3° de la Ley 797 de 2003, el Presidente expidió el Decreto
2070 de 2003, por medio del que se reformó el régimen pensional de Oficiales
y Suboficiales de las Fuerzas Militares, Oficiales, Suboficiales y Agentes de la

3
Ver folios 90-117 del cuaderno No. 2.
4
Folios 135 y siguientes del cuaderno No. 2.
Policía Nacional, alumnos de las escuelas de formación de las Fuerzas
Militares y de la Policía Nacional y a los soldados de las Fuerzas Militares.
Dijo que dicho decreto fue declarado inexequible por la sentencia C- 432 de 6
de mayo de 2004, proferida por la Corte Constitucional con ponencia del
Magistrado Rodrigo Escobar Gil y que de acuerdo a ello, el régimen
prestacional de la Fuerza Pública debía ser expedido en desarrollo de una ley
marco proferida por el Congreso; que el Presidente no podía regular la materia
mediante un decreto ley como en efecto lo hizo, y que por ello, ocurrió la
declaratoria de inexequibilidad junto con la del numeral 3° de la Ley 797 de
2003, por conformar unidad normativa con el primero pues habilitaba al
Presidente de la República para expedirlo.

Precisó, que a partir de tal declaratoria las normas anteriores a la expedición


del Decreto 2070 de 2003 relativas al régimen de la asignación de retiro, así
como de otras prestaciones a favor de los miembros de la Fuerza Pública,
contenidas en el Decreto 1213 de 1990 recobraron plena vigencia con el fin de
no dejar un vacío legal.

Que luego, como consecuencia de la expedición de la Ley 923 de 2004, se


profirió el Decreto 4433 de 31 de diciembre del mismo año, por el que se fijó el
régimen prestacional y de asignación de retiro de los miembros de la Fuerza
Pública, norma que derogó el artículo 125 del Decreto 1213 de 1990; que el
mencionado decreto no señala el monto de las partidas computables con el
monto que el actor quiere dar a tal disposición, con lo que para efectos de
establecer el cómputo de la prima de actividad dentro de las prestaciones
económicas que reconoce el Decreto 4433 de 2004 al personal de la Policía
Nacional debe acudirse a lo señalado en el artículo 101 del Decreto 1213 de
1990 debido a que tal norma se mantiene vigente y no contraría el sentido del
artículo 23 del Decreto 4433 de 2004.

Añadió, que, si el Gobierno Nacional a través del Decreto 4433 de 2004


hubiera querido modificar el Decreto 1213 de 1990 para efectos de computar
la prima de actividad en las asignaciones de retiro de forma que
correspondiera al 100% de lo devengado por Oficiales, Suboficiales y Agentes
de Policía, lo hubiera señalado en forma expresa.
Coligió, que la norma aplicable al actor se trata del Decreto 1213 de 1990 y
que se configuró con antelación a la entrada en vigencia del Decreto 4433 de
2004 y que como en el presente caso no se demostró de qué manera se
desconoció el principio de oscilación, no prosperaban los cargos de infracción
a la ley ni falsa motivación, razón por la que se debían negar las pretensiones
de la demanda.

II. EL RECURSO

Invoca el recurrente como causal de revisión, la consagrada en el numeral 6º


del artículo 188 del Código Contencioso Administrativo: “Existir nulidad
originada en la sentencia que puso fin al proceso y contra la que no procede
recurso de apelación.”

Considera el recurrente que la sentencia se encuentra inmersa en esa causal y


que por ende debe revocarse en tanto que considera se produjo el
desconocimiento de las normas vigentes para el 13 de febrero de 2004, es
decir, el Decreto 2070 de 2003, “norma que a pesar de haber sido declarada
inexequible el 06 de mayo de 2004 según comunicado según el comunicado
de la Corte Constitucional y cuya notificación del Fallo se efectuó por Edicto
del 02 de junio de 2004, era la norma vigente en el momento de su retiro, tal
como aparece … de la Hoja de Servicios denominada “FECHA DE RETIRO” y
debajo de ella “13 FEB 2004”5.

Consideró, que la vigencia tanto de la norma declarada inexequible, Decreto


2070 de 2003, como de los efectos de la sentencia que produjo la decisión de
inexequibilidad, se convierten en el punto principal o neurálgico para definir el
fundamento de la asignación de retiro del demandante; que de acuerdo a la ley
estatutaria de la administración de justicia en su artículo 45, las sentencias que
profiera la Corte Constitucional sobre los actos sujetos a su control en los
términos del artículo 241 de la C.P. tienen efectos hacia el futuro a menos que
la Corte resuelva lo contrario.

5
Visible a folio 4 del cuaderno No. 1.
Que dado el régimen vigente al momento del retiro del actor se le debe incluir
en su asignación de retiro la mencionada prima de actividad, pero en un
porcentaje del 55% y no del 25% como equívocamente lo hizo la entidad.

Que el juez de primera instancia, en su análisis del caso concreto,


erróneamente señaló, que ni la Ley 923 de 2004 ni su Decreto 4433 de
2004 ,hacen extensivas sus disposiciones al personal retirado con anterioridad
o con asignación de retiro por lo que es aplicable a las personas que
adquieran el derecho de asignación de retiro durante su vigencia y que el
contenido de la normatividad reguladora del principio de oscilación del Decreto
4433 se refiere únicamente al porcentaje y no a las partidas computables ni a
su cuantía y que como si fuera poco, el actor consolidó su derecho conforme al
Decreto 1213 de 1990.

Que por su parte, los Magistrados de la Sala de Decisión, consideraron que la


asignación del demandante se reconoció con anterioridad a la entrada en
vigencia del Decreto 4433 de 2004, es decir, con base en el Decreto 1213 de
1990; que además la Corte por unidad normativa declaró inexequible el
Decreto 2070 de 2003 y el numeral 3° del Artículo 17 de la Ley 797 de 2003,
con lo que se recobró la vida jurídica de las anteriores normas y que luego con
la expedición del Decreto Reglamentario 4433 de 2004 de la Ley 923 de 2004,
nada señalan frente a los porcentajes en el pago de la prima de actividad, lo
que no significa se hayan derogado las disposiciones anteriores que no la
contradigan.

Que no se tuvo en cuenta que el demandante adquirió su derecho en plena


vigencia del Decreto 2070 de 2003 y no en el momento en que se terminaron
los tres meses de alta cuyo periodo es para la formación de la hoja de
servicios. Que el desconocimiento de tal situación hace incurrir en vía de
hecho.
Que, además, con la expedición de la sentencia que se revisa, se
desconocieron las normas a que está sometida dicha decisión judicial, es
decir, la Constitución Nacional, los artículos 29, 228 y 230 de manera genérica
y, en especial, las directrices de las Leyes 4ª de 1992, 446 de 1998, Ley 797
de 2003 y su Decreto Reglamentario 2070 de 2003, en relación con el
desconocimiento de la ley en el tiempo.

Que el Juez Décimo Administrativo de Bogotá, desconociendo el imperio de la


ley y bajo argumentos alejados de la realidad, decidió negar el derecho
ignorando la aplicabilidad de la ley para el caso concreto, como es que el
demandante adquirió su derecho al reconocimiento y pago de su asignación
de retiro al momento en que éste se produjo el 13 de febrero de 2004, como lo
señala la hoja de servicios, documento que no fue tachado de falso en el
proceso. Que para la fecha se encontraba en plena vigencia el Decreto 2070
de 2003 pues fue declarado inexequible hasta el 6 de mayo de 2004 y cuya
decisión judicial fue notificada el 2 de junio de 2004, según certificación
expedida por la Corte Constitucional. Que dicho decreto consagra en su
artículo 23 entre las partidas computables la prima de actividad.

Nuevamente, en el recurso de súplica 6, interpuesto contra el auto de rechazo


del recurso de revisión7, insiste el apoderado en que, desde la interposición
del recurso de apelación contra el fallo de primera instancia, advirtió que tanto
en el agotamiento de la vía gubernativa como en la demanda se hizo mención
a que el demandante se retiró en vigencia del Decreto 2070 de 2003 y que
éste era el argumento de la pretensión segunda principal. Que el operador
desconoció tales razones, no se pronunció sobre la pretensión segunda
principal y negó el derecho. Que interpuso el recurso de apelación y el fallador
de segunda instancia no se pronunció acerca de las razones expuestas en el
mismo recurso, ni sobre los argumentos referentes a la pretensión segunda
principal y procedió a confirmar el fallo apelado, razón de más para considerar

6
Folios 31-33 del cuaderno principal.
7
Mediante auto de 27 de mayo de 2011 se dispuso rechazar el recurso extraordinario
de revisión en tanto en aquella oportunidad se consideró que el demandante presentó
tal recurso por no estar conforme con la decisión del Tribunal, lo que no podía
considerarse como configurativo de una nulidad originada en la sentencia. Ver folios
28-30 del cdno. 1.
que ese fallo quedó inmerso en la causal 6ª de revisión del artículo 188 del
C.C.A.

Agotado el trámite procesal y no observándose causal de nulidad que invalide


lo actuado, se procede a decidir previas las siguientes,

III. CONSIDERACIONES

Como lo ha sostenido la Corporación el recurso de revisión es un medio


extraordinario de impugnación que permite invalidar una sentencia que
produce plenos efectos jurídicos, lo que constituye, por esa razón, una
excepción al principio de la cosa juzgada; por tener este medio de
impugnación un carácter excepcional y restrictivo, sólo es procedente cuando
se configura alguna de las causales previstas taxativamente en el artículo 188
del Código Contencioso Administrativo.

1. Estudio del recurso.

El actor dice fundar la impugnación extraordinaria en la causal 6ª del artículo


188 del Decreto 01 de 1984 8, esto es: “Cuando existiere nulidad originada en
la sentencia que puso fin al proceso contra la cual no procedía ningún
recurso”, causal sobre la que ésta Corporación ha precisado que se configura
por situaciones originadas, o bien en la misma sentencia recurrida, en hechos
que sobrevengan con posterioridad a ella y que deben tener una influencia tal
que la decisión a adoptar sea distinta.

Además, ha precisado:

a) Que no se trate de causales que originen la nulidad del proceso, pues,


éstas debieron alegarse en el curso de éste y no con posterioridad a él 9.

8
Subrogado por el Decreto Ley 2304 de 1989, art. 41.
9
Consejo de Estado, Sección Segunda, Consejera Ponente: Dra. Clara Forero de
Castro, providencia de 28 de febrero de 1994, exp. No. 4380, actor: Departamento del
Valle del Cauca.
b) Que la causal está prevista para atacar las nulidades procesales
generadas en la sentencia, que como acto jurídico se encuentra sujeto al
cumplimiento de precisas ritualidades que de ser desoídas y “( ) ante la
improcedencia de recursos ordinarios contra ella subsistirían groseramente
( )” 10.

c) Que tal nulidad se presenta en los casos en los que se dicta la sentencia
en un proceso terminado por desistimiento, transacción, perención o estando
legalmente suspendido o interrumpido y antes de la oportunidad para
reanudarlo, cuando la sentencia aparece firmada con menor o mayor número
de magistrados o adoptada con un número de votos diferente del previsto en
la ley, o expedida completamente sin motivación, con violación al principio
de la non reformatio in pejus11.

En lo que se refiere a la nulidad originada en la sentencia por ausencia de


motivación, esta Corporación ha diferenciado (i) la falta absoluta de motivación
y (ii) la deficiente o errada motivación; siendo únicamente motivo de revisión
bajo la causal sexta la primera de ellas, es decir, la carencia total de
pronunciamiento del juez sobre las razones de hecho o de derecho que le
permiten arribar a una decisión.

Por ello, se ha precisado que es improcedente con fundamento en dicha


causal alegar situaciones relacionadas con deficiencias en la motivación, con
la estimación errada de los hechos por parte del juez, con las pruebas o las
normas jurídicas aplicadas, con la falta de consideración de alguna de las
pruebas etc, porque de admitir tales reclamaciones se desconocería,
abiertamente, el carácter extraordinario del recurso, convirtiéndolo en otra
instancia 12.
10
Consejo de Estado, Sección Segunda, Consejero Ponente: Dr. Carlos Arturo Orjuela
Góngora, providencia de 3 de abril de 1995, exp. No. 6390, actor: José María Bautista Pérez.
11
Consejo de Estado, Sección Segunda; Consejera Ponente. Dra. María Eugenia Samper
Rodríguez, exp. No. 11202, actor: Ezequiel Rodríguez Carrillo; Consejera Ponente: Dra. Clara
Forero de Castro, providencia de 28 de abril de 1998, exp. Rev 131, actor: Antonio Garcés
González; Consejero Ponente: Dr. Delio Gómez Leyva, providencia de 4 de abril de 2000, exp.
Rev 097, actor: Guillermo Antonio Builes; Consejera Ponente: Dra. María Inés Ortiz Barbosa,
sentencia de 20 de abril de 2004, exp. rev 132, actor: Gabriel Acosta Torres.
12
Consejo de Estado, Sección Segunda, Consejero Ponente: Dr. Nicolás Pájaro Peñaranda,
sentencia de 17 de diciembre de 1998, exp. No. 11942, actor: Esteban Ossa Collazos.
Recuérdese que en un Estado democrático de derecho los operadores
jurídicos deben sustentar y motivar las decisiones judiciales, no solo como
parte de una garantía ciudadana sino como un componente esencial de la
función jurisdiccional. El escenario contrario, es decir, la imposición de las
decisiones judiciales y su aceptación por parte de los ciudadanos por la sola
majestad del juez, riñe completamente con los principios democráticos y se
sitúa bastante cerca del autoritarismo 13. En este sentido, la motivación de los
actos jurisdiccionales cumple una doble función: no solo refuerza el contenido
mínimo del debido proceso al obstaculizar abiertamente cualquier actitud
caprichosa por parte del juez, sino que contribuye a garantizar la sujeción de
éste al ordenamiento jurídico y el posterior control sobre la razonabilidad de
sus fallos14.

Por su parte, la Corte Suprema de Justicia, en relación con la misma causal


(correspondiente al numeral 8 del artículo 380 del Código de Procedimiento
Civil), sostiene que se deben reunir ciertos requisitos para su prosperidad:

1) Incurrir en vicio estructurante de nulidad al proferir la sentencia que puso fin


al proceso y, no ser susceptible de recurso alguno; 2) dictar sentencia en
proceso que terminó anormalmente y, condenar en ella a quien no figuró como
parte, “( ) lo cual es apenas lógico porque si tal nulidad solamente aparece
para las partes cuando éstas conocen la sentencia, no existiendo legalmente
para ellas otra oportunidad para reclamar su reconocimiento, lo procedente es
15
que les abra el campo de la revisión” ; 3) que no se trate de nulidad del
proceso nacida antes de dictar la sentencia que decide el litigio, dado que ésta
podía y debía alegarse previamente a dicha oportunidad, so pena de
considerarse saneada, sino de irregularidades en que pueda incurrir al
momento de dictar sentencia y tuvieren la vocación de constituir nulidad,
entendidas únicamente las enlistadas en el artículo 140 del C. P. C. y en el
artículo 29 de la Carta Política, esta última hipótesis con los alcances dados
13
Atienza, Manuel, El Derecho como argumentación, Barcelona, Ariel, 2006, p. 17.
14
Sentencia T-302 de 2008 de la Corte Constitucional.
15
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil y Agraria. Magistrado Ponente: Dr. Jorge
Santos Ballesteros, sentencia de 30 de septiembre de 1999, exp. No. 7245, actor: Sociedad
Quintero Quintero y Compañía S.C.S.
por la Corte Constitucional en sentencias C-491 de 1995 16 y C-217 de 199617,
teniendo en cuenta que no puede haber nulidad sin texto que la consagre 18 y,
que en ese orden de ideas con sujeción a ese principio cualquier ataque que
pretenda hacer el recurrente en sede de revisión, bajo la causal de existir
nulidad originada en la sentencia, impone al recurrente la carga de demostrar
algunas de las situaciones que exclusivamente bajo las normas citadas, fueran
constitutivas de nulidad de la sentencia.

Ha destacado igualmente, la Corte Suprema de Justicia, la naturaleza


eminentemente extraordinaria del recurso de revisión, que no puede
convertirse en juicio contra la sentencia y por las apreciaciones que el fallador

16
Aparte de la Sentencia C- 491 de 1995:
“..
Con fundamento en lo anterior, estima la Corte que se ajusta a los preceptos de la
Constitución, porque garantiza el debido proceso, el acceso a la justicia y los
derechos procesales de las partes, la expresión "solamente" que emplea el art.
140 del C.P.C., para indicar que en los casos allí previstos es posible declarar la
nulidad, previo el trámite incidental correspondiente, pero advirtiendo, que además
de dichas causales legales de nulidad es viable y puede ser invocada la
consagrada en el art. 29 de la Constitución, según el cual "es nula, de pleno
derecho, la prueba obtenida con violación del debido proceso", esto es, sin la
observancia de las formalidades legales esenciales requeridas para la producción
de la prueba, especialmente en lo que atañe con el derecho de contradicción por
la parte a la cual se opone ésta. Por lo tanto, se declarará exequible la expresión
demandada, con la referida advertencia.”

17
Aparte de la sentencia C- 217 de 1996:

“…

Ahora bien, la propia norma del artículo 29 de la Constitución señala como uno de los
elementos integrantes del debido proceso la sujeción a las reglas y procedimientos
plasmados por el legislador para el respectivo juicio. Por eso, manifiesta con claridad que
nadie podrá ser juzgado sino conforme a las leyes preexistentes al acto que se le imputa,
ante juez o tribunal competente, según las reglas de la ley, y con observancia de la
plenitud de las formas propias de cada juicio, también previstas en la ley, lo cual implica
que la normatividad legal es punto de referencia obligado para establecer en cada caso
concreto si se acatan o desconocen las reglas del debido proceso.

De todo ello se deduce que una cosa es la efectividad de la garantía constitucional, que no
depende de la ley en cuanto no proviene de ésta, y otra muy distinta, la verificación acerca
del contenido del debido proceso en relación con cada caso, que siempre tendrá por factor
de comparación lo dispuesto en la ley correspondiente. Eso implica que, si bien el derecho
constitucional al debido proceso no precisa de un estatuto legal que lo haga reclamable de
manera inmediata y plena, siempre habrá de verse, para deducir si tal derecho ha sido
respetado o es objeto de violación, cuáles son las reglas procesales aplicables en el
evento específico, es decir, las generales y abstractas, vigentes con anterioridad e
integrantes de la ley prevista para cada proceso.”

18
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Magistrado Ponente: Dr. Antonio Castillo
Rugeles, sentencia de 5 de diciembre de 2000, exp. No. 7732, actor: Sociedad Acevedo
Martínez Limitada.
haya hecho de la demanda y que el quebranto de la ley sustancial y los errores
de apreciación probatoria en que haya podido incurrir el juez al proferirla “( )
son, en principio, aspectos extraños al recurso de revisión, por tratarse en
ellos de yerros in procedendo o in judicando, para cuya corrección se han
consagrado precisamente los demás recursos”19.

En el caso que dilucida la Sala, el recurrente esgrimió la total ausencia de


motivación del fallo que profirió la Subsección “C” del Tribunal Administrativo
de Cundinamarca en sentencia de 18 de febrero de 2010, básicamente frente
al aspecto concerniente a que la pretensión segunda principal de la demanda,
correspondiente a ordenar a la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía
Nacional reajustar indefinidamente la asignación de retiro al actor con base en
el 55% de la prima de actividad, de acuerdo, entre otras normas al Decreto
2070 de 2003, fue negada por el a quo, sin ningún fundamento que sustente la
decisión.

Que apeló tal decisión con base en tal argumento, y recordando que al caso
del actor es aplicable tal norma, en tanto a pesar de haber sido declarada
inexequible el 6 de mayo de 2004, el retiro del servicio se produjo el 13 de
febrero de 2004, momento en que se encontraba en plena vigencia el Decreto
2070 de 2003.20

Que nuevamente el Tribunal Administrativo de Cundinamarca desconoció el


argumento principal de apelación indicado, es decir, sobre el silencio del a quo
frente al tema y sin que, además, analizara si tal norma era aplicable o no al
actor.

Adujo además, como problema asociado, algunas disquisiciones que se


hicieran en primera y segunda instancia frente a la interpretación del Decreto
4433 de 2004 y su consagración o no de un porcentaje de la prima de

19
Corte Suprema de Justicia, M. P. Dr. Humberto Murcia Ballén, sentencia de 16 de
mayo de 1978.
20
Ver folio115 del cuaderno segundo.
actividad en el reconocimiento de las asignaciones de retiro, así como de
aplicación en forma retroactiva a los demás miembros retirados de la Fuerza
Pública que gocen de asignación de retiro, reconocida con anterioridad a su
entrada en vigencia, principalmente frente al tema del mantenimiento del
principio de oscilación.

Considera la Sala que, si bien el recurrente alegó una causal de revisión


extraordinaria, referente a la falta total de motivación de la sentencia de la
Subsección “C” del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, lo cierto es que,
sólo frente al tema de la aplicación al caso del Decreto 2070 de 2003 por su
vigencia en el tiempo cabe tal apreciación.

Empero, se advierte frente al argumento de la interpretación “errónea” que se


hiciera tanto en primera como en segunda instancia, sobre el Decreto 4433 de
2004, no procede el mencionado recurso en tanto que versa sobre un tema de
apreciación de la ley y fue estudiado por el ad quem lo que no permite su
análisis pues se trata de la simple inconformidad con los argumentos del
fallador.

Pero veamos, en realidad, en qué consistió la irregularidad de la providencia


recurrida, consistente en el vicio endilgado.

En efecto, de acuerdo a la sentencia de primera instancia el problema jurídico


que abordó el a quo consistió en que:

“Son nulos o no los oficios Nos. 6840 el 23 de agosto de 2007 y 8605


del 27 de septiembre de 2007 por los motivos señalados en la
demanda en cuanto negaron al accionante el pago y reconocimiento de
la totalidad de la prima de actividad?”

El análisis del marco jurídico empleado por el Juez de Instancia se remitió al


Decreto 1213 de 1990, artículos 30 y 101; la Ley 923 de 2004, artículos 2° y
3°, y posteriormente pasó al análisis del Decreto 4433 de 2004, del cual citó
los artículos 13, 23, 17, 18, 26 y 42 y concluyó:

“e. Obsérvese que ni la ley 923 de 2004 ni el decreto ejecutivo 4433 del
mismo año, hacen extensivas sus disposiciones al personal retirado
con anterioridad y con asignación de retiro.

Por lo mismo, sus normas sólo son aplicables a las personas que
adquieran el derecho a asignación de retiro durante su vigencia.

f. El contenido de la normatividad reguladora del principio de oscilación


del Decreto 4433 de 2004 se refiere únicamente al porcentaje y no a
las partidas computables ni a su cuantía.

g. Aceptar la argumentación del demandante implica aplicar


retroactivamente la ley 923 de 2004 y el decreto ejecutivo 4433 del
mismo año. Además, conllevaría a la violación del principio del gasto
público previsto en el artículo 345 de la C.P.

h. Por el contrario, los argumentos de la entidad accionada resultan


aceptables, no solo desde el punto de vista de la vigencia de las
normas sino también atendidos los criterios gramatical, lógico,
sistemático y finalista.

i. Por considerar pertinente, a continuación, citaremos algunos apartes


de la sentencia C-177 de 2005, que recoge la jurisprudencia sobre
derechos adquiridos…

j. El actor adquirió y consolidó su derecho a la asignación de retiro


conforme con el Decreto 1213 de 1990y por lo mismo no le puede ser
desconocido por leyes posteriores, acorde con el artículo 30 de la
Constitución de 1886 y 58 de la Constitución de 1991.

La Ley 923 de 2004 y el Decreto 4433 del mismo año no le son
aplicables al demandante, pues ellos rigen hacia el futuro, a partir de
su vigencia, y para las relaciones legales y reglamentarias vigentes
(principio de retrospectividad de la ley) pero no para las relaciones
legales y reglamentarias finalizadas (no retroactividad de la ley), por la
simple y sencilla razón de que no se refieren a estas últimas.
Las anteriores razones, en conclusión, permiten aceptar la
argumentación expuesta por la entidad accionada al contestar la
demanda (…). Consecuencialmente se negarán las pretensiones de la
demanda”.

Como puede apreciarse, el Juez Décimo Administrativo de Bogotá no analizó


el verdadero problema jurídico que le fue puesto de presente para poder
resolver la prosperidad o no de las pretensiones de la demanda, en particular,
de la segunda principal, consistente en la aplicación al caso del actor del
Decreto 2070 de 2003, para que la prima de actividad ascienda a 55% y con
ello sea reajustada la asignación de retiro atendiendo a la fecha de retiro del
actor y a la vigencia de la norma antes de la declaratoria de inexequibilidad.

Empero, el actor interpuso recurso de apelación para que en segunda


instancia fueran analizados los argumentos descritos, en atención al silencio
del Juez frente al tema.

Nótese que el mencionado recurso insiste en que la asignación de retiro del


demandante “se debe reconocer y pagar de acuerdo con lo dispuesto en el
Decreto 2070 de 2003, pues a pesar de haber sido declarado inexequible el 6
de mayo de 2004, el retiro del señor MEDINA SARMIENTO se produjo el 13
de febrero de 2004, momento en que encontraba en plena vigencia el Decreto
2070 de 2003. El señor Juez de Primera Instancia, no estudió el expediente
para proferir la Sentencia que en Derecho corresponde, desconociendo con
ello no solamente la Ley, sino los principios de favorabilidad de órden (sic)
laboral, igualdad y debido proceso.”21

Luego, en la sentencia objeto de éste recurso, la Subsección “C” de la Sección


Segunda del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, asumió como problema
jurídico verificar “si el señor Agente ® Luís Eduardo Medina Sarmiento, tiene
derecho a la reliquidación y reajuste de la asignación de retiro incluyendo un

21
Visible a folio 115 del cuaderno segundo.
porcentaje adicional por concepto del factor prima de actividad, de acuerdo
con lo previsto en los Decretos 2070 de 2003 y 4433 de 2004.”

Se deduce de lo anterior, que en principio se ocuparía del debate de la


aplicación o no del Decreto 2070 de 2003, por su vigencia en el tiempo, parte
fundamental de la controversia, cuyo desconocimiento generó la interposición
del recurso de revisión.

Empero, el análisis normativo efectuado en esa segunda instancia, consistió


en traer a discusión los Decretos 2340 de 1971, artículos 11y 52; 609 de 1977,
artículos 11 y 55; 2063 de 1984, artículos 40, 98 y 99; 097 de 1989, artículos
30, 98, 99 y 100 y el Decreto 1213 de 1990, artículos 100 y 101.

En lo que se refiere al Decreto 2070 de 2003, finalmente indicó:

“El Presidente de la República en ejercicio de las facultades


extraordinarias conferidas por el artículo 17 del numeral 3° de la Ley
797 de 2003, expidió el Decreto 2070 de 2003, por medio del cual
reformó el régimen pensional de Oficiales y Suboficiales de las
Fuerzas Militares, Oficiales, Suboficiales, Personal del Nivel Ejecutivo y
Agentes de la Policía Nacional, Alumnos de las Escuelas de Formación
de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional y a los Soldados de las
Fuerzas Militares.

Este decreto fue declarado inexequible por la sentencia C – 432 del 6


de mayo de 2004 proferida por la Corte Constitucional con Ponencia
del Magistrado Dr. Rodrigo Escobar Gil. Los motivos de la
inexequibilidad en lo pertinente fueron los siguientes:

(…)

De lo anterior se tiene que el régimen prestacional de la Fuerza Pública


solo podía ser expedido en desarrollo de una ley marco expedida por el
Congreso, no pudo el Presidente de la República, regular la materia
mediante un decreto ley como en efecto lo hizo. Por dichas razones la
Corte Constitucional declaró inexequible el decreto 2070 de 2003 y el
num. 3° art. 17 de la Ley 797 de 2003, ya que éste último a pesar de no
ser demandado conformaba una unidad normativa con el primero pues
habilitaba al Presidente de la República para expedirlo.

A partir de la declaratoria de inexequibilidad y según lo dispuso la


Corte, las normas anteriores a la expedición del Decreto 2070 de 2003,
relativas al régimen de la asignación de retiro, así como de otras
prestaciones a favor de los miembros de la Fuerza Pública, contenido
en el Decreto 1213 de 1990, recobraron plena vigencia con el fin de no
dejar un vacío legal al respecto.”

Posteriormente, pasó al análisis del Decreto 4433 de 2004, expedido en


desarrollo de la Ley 923 de 2004 y coligió que dicho decreto en relación con la
prima de actividad, no estableció los porcentajes en que ésta se debe
reconocer como partida computable y que ello no significaba que se hubieren
derogado las disposiciones anteriores.

Que el artículo 45 del Decreto 4433 derogó tan solo el artículo 125 del Decreto
1213 de 1990, lo que permitía inferir que para efectos de establecer el
cómputo de la prima de actividad dentro las prestaciones económicas que
reconoce el Decreto 4433 de 2004 al personal de la Policía Nacional, debe
acudirse a lo previsto en el artículo 101 del Decreto 1213 de 1990, que se
mantenía vigente al no contrariar el sentido del artículo 23 del Decreto 4433 de
2004.

Por último, concluyó que la norma aplicable al caso del actor se trató del
Decreto 1213 de 1990 y que por ello resultaba ajustada la liquidación
efectuada en la resolución de reconocimiento de la asignación de retiro.
De lo anterior, infiere la Sala que en efecto el ad quem frente al Decreto 2070
de 2003 y su declaratoria de inexequibilidad, hizo un recuento histórico sin
analizar el tema de la vigencia de la norma en el tiempo y su posible aplicación
el caso del actor, elemento argumentativo primordial de la demanda y del
recurso de apelación.

No realizó ningún análisis frente al tema particular de tal decreto para el


cómputo de la prima de actividad, como si lo hizo frente al Decreto 4433 de
2004; únicamente concretó su razonamiento en que con la declaratoria de
inexequibilidad recobraron vigencia las normas anteriores, sin que de ninguna
manera se haya verificado si éste era aplicable o no al actor, (i) por su vigencia
normativa antes de la declaratoria de inexequibilidad y (ii) analizando si en
virtud de tal vigencia consagraba alguna disposición que permitiera colegir que
se hubiere producido algún vicio de nulidad frente a los actos demandados.
Sólo de esa manera se habría podido arribar a la conclusión de negar las
pretensiones de la demanda, en particular la pretensión segunda principal y
confirmar la sentencia apelada.

Así pues, por las razones que anteceden es evidente que la sentencia
recurrida se encuentra incursa en la causal 6ª del artículo 188 del Decreto 01
de 1984, consistente en “Existir nulidad originada en la sentencia que puso
fin al proceso y contra la que no procede recurso de apelación”, atendiendo
que en forma alguna se refirió al argumento principal del recurso de apelación,
tema central de la controversia y fundamento de la pretensión segunda
principal de la demanda, consistente en la aplicación al caso del Decreto 2070
de 2003 por su vigencia normativa, con lo que se concreta la ausencia total de
motivación de ésta frente al tema, con lo que de paso se obstaculiza el acceso
al debido proceso pues no permite al usuario del sistema de administración de
justicia conocer las razones por las que fue negada su pretensión, para
verificar además si los actos demandados se sujetaron al ordenamiento
jurídico y finalmente conocer si tiene o no derecho a la exigencia incoada.
Por las razones que anteceden, la Sala declarará la prosperidad del recurso
extraordinario de revisión propuesto, infirmará la sentencia recurrida,
procederá a emitir sentencia de sustitución de la decisión adoptada por el
Tribunal Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección “C”
de de 18 de febrero de 2010 y la reemplazará con base en los lineamientos
que sobre el tema ha señalado ésta Corporación 22.

2. De la controversia originaria. Régimen aplicable al actor.

La inconformidad del actor radica concretamente en que tiene derecho a que


la liquidación de su asignación de retiro se haga de conformidad con lo
señalado en el Decreto 2070 de 2003, por haber adquirido el derecho en
vigencia de esta norma y no con aplicación del Decreto 1213 de 1990, como
procedió a hacerlo la entidad demandada y como lo consideró el a quo en
sentencia de 27 de agosto de 2009.

En cuanto al tema de la prima de actividad y la aplicación del Decreto 2070 de


2003, éste entró a regir el 25 de julio de 2003 y el actor fue retirado por
solicitud propia el 13 de febrero de 2004, con disposición de retiro
contenida en Resolución No. 0236 de 6 de febrero de 2004, según consta
en la hoja de servicios 1913190823, es decir, que era esta la norma que debía
servir de sustento al reconocimiento de la asignación de retiro; empero la
administración sólo efectuó el reconocimiento a través de Resolución No.
03859 de 26 de julio de 2004, con base en el Decreto 1213 de 1990 24.

El artículo 23 del Decreto citado, estipuló entre las partidas computables para
la asignación de retiro, las siguientes:

22
De acuerdo con el Decreto 01 de 1984, en lo no previsto en sus normas se acudirá al Código
de Procedimiento Civil. En el artículo 384 del C.P.C. dispone que si al encontrar probada la
causal 8ª de revisión y que corresponde a la 6ª del artículo 188 del Decreto 01 de 1984, el juez
declarará “sin valor la sentencia y devolverá el proceso al tribunal o juzgado de origen para que
la dicte de nuevo”. Dado que el Consejo de Estado es tribunal de instancia, por razones de
utilidad de las decisiones, de eficacia de la justicia y de la prevalencia del derecho sustancial,
primordialmente porque se debate el reajuste de una asignación de retiro asimilable a una
pensión de jubilación, esta Sala directamente, al encontrar que la sentencia objeto del recurso
incurre en la causal señalada, procede a emitir una de reemplazo.
23
Visible folio 10 del cuaderno segundo.
24
Visible a folios 11 y siguientes del cuaderno segundo.
“ARTÍCULO 23. PARTIDAS COMPUTABLES. <Decreto
INEXEQUIBLE> La asignación de retiro, la pensión de invalidez, y la
pensión de sobrevivencia a las que se refiere el presente decreto del
personal de la Policía Nacional, se liquidarán según corresponda en
cada caso, sobre las siguientes partidas así:

23.1 Oficiales, Suboficiales y Agentes

23.1.1 Sueldo básico.

23.1.2 Prima de actividad.

23.1.3 Prima de antigüedad.

23.1.4 Prima de academia superior.

23.1.5 Prima de vuelo, en los términos establecidos en el artículo 6° del


presente decreto.

23.1.6 Gastos de representación para Oficiales Generales

23.1.7 Subsidio familiar en el porcentaje que se encuentre reconocido a


la fecha de la novedad fiscal de retiro.

23.1.8 Bonificación de los agentes del cuerpo especial, cuando sean


ascendidos al grado de cabo segundo y hayan servido por lo menos
treinta (30) años como agentes, sin contar los tiempos dobles.

23.1.9 Duodécima parte de la Prima de Navidad devengada.

23.2 Miembros del Nivel Ejecutivo

23.2.1 Sueldo básico.

23.2.2 Prima de retorno a la experiencia.

23.2.3 Subsidio de alimentación.

23.2.4 Duodécima parte de la prima de servicio.

23.2.5 Duodécima parte de la prima de vacaciones.

23.2.6 Duodécima parte de la prima de navidad devengada.

PARÁGRAFO. En adición a las partidas específicamente señaladas en


este artículo, ninguna de las demás primas, subsidios, bonificaciones,
auxilios y compensaciones, serán computables para efectos de la
asignación de retiro, las pensiones, y las sustituciones pensionales.” Se
resalta.
Además, en el artículo 24 dispuso el porcentaje en que debía ser cancelada,
tratándose de Agentes de la Policía Nacional que hubieren ingresado al
escalafón antes del 29 de julio de 1988 y que se retiren del servicio, que es
el caso del actor:

“ARTÍCULO 24. ASIGNACIÓN DE RETIRO PARA EL PERSONAL DE


OFICIALES, SUBOFICIALES Y AGENTES DE LA POLICÍA NACIONAL EN
ACTIVIDAD. <Decreto INEXEQUIBLE> Los Oficiales, Suboficiales y Agentes
de la Policía Nacional en servicio activo que a la fecha de entrada en vigencia
del presente decreto, sean retirados después de dieciocho (18) años de
servicio, por llamamiento a calificar servicios, por disminución de la capacidad
psicofísica, o por voluntad del Gobierno o de la Dirección General de la Policía
Nacional según corresponda, y los que se retiren o sean retirados o sean
separados en forma absoluta con más de veinte (20) años de servicio, tendrán
derecho a partir de la fecha en que terminen los tres (3) meses de alta, a que
por la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional, se les pague una
asignación mensual de retiro, así:

24.1 El sesenta y dos por ciento (62%) del monto de las partidas computables
a que se refiere el artículo 23 del presente decreto, por los primeros dieciocho
(18) años de servicio.

24.2 El porcentaje indicado en el numeral anterior, se adicionará en un


cuatro por ciento (4%) por cada año que exceda de los dieciocho (18)
hasta los veinticuatro (24) años, sin sobrepasar el ochenta y cinco por
ciento (85%).

24.3 A su vez, el ochenta y cinco por ciento (85%) de que trata el numeral
anterior se adicionará en un dos por ciento (2%) por cada año, sin que el total
sobrepase el noventa y cinco por ciento (95%) de las partidas computables.

…” Se resalta.

Lo anterior quiere decir, que el actor, quien llevaba poco más 25 años de
servicio, como se señala en la hoja de servicios obrante a folio 10 del
cuaderno segundo, tenía derecho a que se le incluyera la prima de actividad
en porcentaje del 55%, porcentaje certificado en tal documento como el
efectivamente percibido por éste.

No obstante, conocida la declaratoria de inexequibilidad del Decreto 2070 de


2003, como lo señaló la entidad en la Resolución No. 03859 de 26 de julio de
200425, con claro desconocimiento de una situación consolidada, procedió a
efectuar el reconocimiento con base en el Decreto 1213 de 1990, por
considerar que ante el pronunciamiento de la Corte Constitucional, lo
procedente era la aplicación de la normatividad que regía con anterioridad a la
expedición de dicho decreto.

En efecto sobre el tema, ésta Subsección se pronunció acerca de la vigencia


del mencionado Decreto 2070 de 2003, en sentencia de 1° de marzo de 2012,
con ponencia del Consejero Dr. Alfonso Vargas Rincón, dentro del proceso
radicado con el No. 17001-23-31-000-2005-02204-01(0702-09), en el que
señaló:

“Es cierto que el Decreto 2070 de 2003 fue objeto de declaratoria de


inexequibilidad a través de la sentencia C-432 de 2004, sin embargo,
para cuando se profirió esta providencia, 6 de mayo de 2004, estaba
vigente y el reconocimiento de la asignación de retiro había sido
efectuado desde el 13 de abril de 2004.

Sin embargo, no era posible modificar el acto de reconocimiento


de la asignación de retiro del actor con base en la declaratoria de
inexequibilidad de la norma que le había servido de fundamento a
la entidad, por cuanto los efectos de dichos fallos rigen hacia el
futuro, salvo que la misma providencia determine lo contrario,
criterio que no sólo está fundado en el principio de la presunción
de legalidad, de respeto por los efectos que ya surtió la Ley y por
las situaciones establecidas bajo su vigencia, sino también por el
principio de seguridad jurídica.

Así lo dispone el artículo 45 de la Ley 270 de 1996, al decir:

ARTICULO 45. REGLAS SOBRE LOS EFECTOS DE LAS


SENTENCIAS PROFERIDAS EN DESARROLLO DEL CONTROL
JUDICIAL DE CONSTITUCIONALIDAD. Las sentencias que profiera la
Corte Constitucional sobre los actos sujetos a su control en los
términos del artículo 241 de la Constitución Política, tienen efectos
hacia el futuro a menos que la Corte resuelva lo contrario.

En consecuencia, por lo expuesto, la Caja de Retiro de la Policía


Nacional no podía como lo hizo, modificar el régimen bajo el cual había
reconocido la asignación de retiro y por tal razón se confirmará la

25
Visible a folio 11 y siguientes del cuaderno segundo.
providencia consultada, modificándola en el sentido de señalar que el
porcentaje en que debe reconocerse la prima de actividad corresponde
a un 54% más, como bien lo señaló el Procurador Segundo Delegado
ante esta Corporación en su concepto, por disposición del artículo 23
del Decreto 2070 de 2003”. Se resalta.

En efecto, para nuestro caso es importante resaltar que si bien el retiro del
actor se produjo el 13 de febrero de 2004 y los tres meses de alta culminaron
el 13 de mayo de 2004, es claro que tal periodo tiene como uno de los
objetivos primordiales la elaboración de la hoja de servicios 26 y el
reconocimiento de la prestación a través de acto administrativo proferido por
la entidad, culminados los cuales se goza del derecho al pago de la
asignación de retiro, como lo disponen los artículos 24 y siguientes del Decreto
2070 de 2003.

Además, en éste caso, la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía, sólo hasta el


26 de julio de 2004, procedió a efectuar el reconocimiento pensional, por ello,
no puede aceptarse que la mora de la administración en tal reconocimiento
varíe el régimen aplicable cuando es el retiro el que determina la norma que
rige la situación en cada caso.

Por ello, no queda duda, que el actor cuenta con el derecho a que el
reconocimiento de la asignación de retiro se efectúe con base en el Decreto
2070 de 2003, vigente a la fecha de retiro del actor, atendiendo al 55% de la
prima de actividad, y que debido a esto, sea reajustada su asignación de retiro,
efectiva desde el 13 de junio de 2004, como lo pidió en la demanda 27, debido a
la no ocurrencia del fenómeno de la prescripción 28. No se accederá a los

26
“Decreto 1213 de 1990. ARTICULO 106. TRES MESES DE ALTA . Los Agentes de la
Policía Nacional que pasen a la situación de retiro temporal o absoluto y tengan
derecho a asignación de retiro o pensión continuarán dados de alta en la respectiva
pagaduría por tres (3) meses a partir de la fecha en que se cause la novedad de retiro,
para la formación del expediente de prestaciones sociales. Durante dicho lapso y salvo
lo dispuesto en el artículo 133 de este Decreto, continuarán percibiendo la totalidad de
los haberes devengados en actividad correspondientes a su categoría. El lapso de los
tres (3) meses de alta se considerará como de servicio activo, únicamente para efectos
de prestaciones sociales.”
27
Pretensión segunda principal, folio 20 del cuaderno segundo.
28
Las peticiones efectuadas en tal sentido por el actor son de 23 de agosto de 2007 (fl.
56 del cuaderno segundo).
perjuicios solicitados debido a la escasa actividad probatoria en tal aspecto de
la parte demandante.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, Sala de lo Contencioso


Administrativo, Sección Segunda, Subsección “A” administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la Ley,

FALLA

PROSPERA el recurso extraordinario de revisión interpuesto por el señor LUÍS


EDUARDO MEDINA SARMIENTO contra la sentencia proferida por el Tribunal
Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección “C”, de 18 de
febrero de 2010.

INFÍRMASE la sentencia del 18 de febrero de 2010, proferida por el Tribunal


Administrativo de Cundinamarca, Sección Segunda, Subsección “C”, de 18 de
febrero de 2010, dentro del proceso originario radicado con el No. 11001-33-
31-010-2007-00575.

En su lugar se dispone:

“PRIMERO. - REVÓCASE la sentencia de 27 de agosto de 2009,


proferida por el Juzgado Décimo Administrativo del Circuito de
Bogotá, que negó las pretensiones de la demanda interpuesta por
LUIS EDUARDO MEDINA SARMIENTO, identificado con la CC. No.
19.131.908 de Bogotá, contra la Caja de Sueldos de Retiro de la
Policía Nacional, por las razones expuestas en la parte motiva de
ésta providencia.

SEGUNDO. - DECLÁRASE la nulidad de los Oficios No. 6840 de 23


de agosto de 2007 y 8605 de 27 de septiembre del mismo año,
proferidos por la Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional,
que negaron la petición del señor LUIS EDUARDO MEDINA
SARMIENTO, identificado con la CC. No. 19.131.908 de Bogotá, de
reajuste indefinido de la asignación mensual de retiro con
fundamento en la prima de actividad.

TERCERO. - A título de restablecimiento del derecho la Caja de


Sueldos de Retiro de la Policía Nacional reajustará la asignación de
retiro devengada por LUIS EDUARDO MEDINA SARMIENTO a
partir del 13 de junio de 2004, atendiendo para ello al 55% de la
prima de actividad, en los términos del Decreto 2070 de 2003.

Las sumas que deberá cancelar la entidad accionada por concepto


de los ajustes de la asignación de retiro (por la diferencia) a pagar,
se actualizará de acuerdo con la fórmula según la cual el valor
presente (R) se determina multiplicando el valor histórico (Rh) por el
guarismo que resulta de dividir el índice final de precios al
consumidor certificado por el DANE (vigente a la fecha de la
sentencia) por el índice inicial (vigente a la fecha en que debió
hacerse el pago). La fórmula que debe aplicar la entidad
demandada es la siguiente:

R = Rh Índice Final

Índice Inicial

Debe aclararse que, por tratarse de pagos de tracto sucesivo, dicha


fórmula debe aplicarse mes por mes, para cada mesada de la
asignación de retiro y para los demás emolumentos teniendo en
cuenta que el índice inicial es el vigente al momento de la causación
de cada uno de ellos, desde luego, sin perjuicio de lo estipulado en
los artículos 176 y 177 del Decreto 01 de 1984, cuya observancia
por parte de la administración debe darse sin necesidad de mandato
judicial.
CUARTO. - La Caja de Sueldos de Retiro de la Policía Nacional
dará cumplimiento a ésta sentencia en los términos previstos en los
artículos 176, 177 y 178 del Decreto 01 de 1984.

QUINTO. - Se niegan las demás pretensiones de la demanda”.

Sean devueltos la garantía otorgada y el expediente al Tribunal de


origen.

CÓPIESE, NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE,

Esta providencia fue estudiada y aprobada por la Sala en sesión de la fecha.

GUSTAVO EDUARDO GÓMEZARANGUREN ALFONSO VARGAS RINCÓN

LUÍS RAFAELVERGARAQUINTERO

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