Absolución Contrabando

REQUERIDO: PEDRO JOSÉ CERDA CEA.
DELITO : CONTRABANDO.
R.U.C. : 1601081115-9.
R.I.T. : 4481-2017.
Iquique, trece de agosto de dos mil dieciocho.
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VISTOS:
Individualización del tribunal e intervinientes. Que, el día ocho de agosto de dos
mil dieciocho, ante este Juzgado de Garantía de Iquique, se llevó a cabo la audiencia
de Juicio Oral Simplificado en causa rol único de causas (R.U.C.) número (N°)
1601081115-9, rol interno del tribunal (R.I.T) Nº 4481-2017, seguida respecto de
PEDRO JOSÉ CERDA CEA, chileno, cédula de identidad (C.I.) N° 5.803.833-4, 72 años
de edad, casado, industrial panificador, teléfono N° +56984200109, domiciliado en calle
Patricio Lynch N° 91, oficina N° 901, edificio Ticnamar, de Iquique, apercibido conforme
al artículo 26 del Código Procesal Penal en ese domicilio, defendido por el abogado
Defensor Privado don Claudio Roe Álvarez, con domicilio en calle Patricio Lynch N° 91,
oficina N° 901, edificio Ticnamar, de esta comuna y ciudad.
Representó a la víctima Servicio de Aduanas, regional Iquique, la abogada de
dicho Servicio, doña Yenny Contreras Gómez, con domicilio en calle Sotomayor N° 256
de Iquique.
Sostuvo la acusación el Ministerio Público, representado por el fiscal adjunto don
Juan Zepeda Elgarrista, con domicilio en calle Patricio Lynch N° 53 de Iquique.
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Requerimiento. El Ministerio presentó requerimiento por hechos que
señaló en los siguientes términos:
“El día 12 de octubre de 2016, mientras funcionarios de la Aduana de Iquique
efectuaban labores de rutina, en el Recinto Amurallado de Zona Franca, les fue
presentada a despacho la mercancía amparada por la Declaración de Ingreso (DIN) N°
1330123588-1 de fecha 23 de agosto de 2016, tramitada por el Agente de Aduana don
Luis Retamales Pizarro, en representación del importador, el imputado PEDRO JOSÉ
CERDA CEA, en la cual se declaraba 01 Motorhome, marca Chevrolet, modelo
CK31043, usada, año 1997, color beige, chasis N° 1GBJK34FSVF015939, PPU N°
RV.9598.
Sin embargo, al ser practicada la revisión física del vehículo presentado ante los
funcionarios de Aduana, se pudo verificar que sus características no corresponden a
una casa rodante y/o motorhome originalmente construida para ser usada como tal,
sino que a un chassis de camión cabinado usado, es decir, el que luego fue adaptado
Mauricio Antonio Chia Pizarro
Juez de garantía
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como casa rodante y/o motorhome, con un valor aduanero de $1.972.048, vehículo
cuya importación se encuentra prohibida a nuestro país”.
A juicio de la Fiscalía, los hechos descritos son constitutivos del delito de
contrabando, previsto y sancionado en los artículos 168 y 178 N° 1 de la Ordenanza de
Aduanas, en relación al artículo 21 del Estatuto Automotriz, en grado de desarrollo
consumado, siendo la participación del imputado la de autor, conforme a lo dispuesto
en el artículo 15 N° 1 del Código Penal, en que beneficia al encartado la circunstancia
atenuante de responsabilidad penal del artículo 11 N° 6 del Código Penal, esto es, su
irreprochable conducta anterior, por lo que pide para el encartado la pena de 540 días
de presidio menor en su grado mínimo, accesorias legales, multa de $1.972.048.-
equivalente a una vez el valor aduanero del vehículo, comiso del vehículo PPU
URV.9598, y las costas de la causa.
SEGUNDO: Alegaciones de apertura. Que, en su alegato de apertura, la Fiscalía

expresó que rendiría prueba suficiente para acreditar el hecho punible y la participación,
coincidiendo la denuncia de Aduanas con lo requerido, detectando alteraciones en un
vehículo cuya importación estaba prohibida, lo que trae consigo beneficios de los que
darán cuenta los testigos, quienes decidieron revisar físicamente el vehículo y
constataron que no corresponde a lo declarado, configurando así el delito denunciado,
al igual que su valor aduanero cuyo valor se indicó, e incurriendo en manifestaciones
diferentes del vehículo ingresado efectivamente, por lo que sostiene dicha figura penal y
señala como autor al requerido, y así sería avalado por su documental y otros medios
de prueba, por lo que pidió condena.
La víctima pidió que los hechos fueran calificados de contrabando, pues la
funcionaria que depondría justificaría cómo se faltó a la verdad en lo declarado, por lo
que estima que debiera condenarse al encausado por los hechos requeridos.
Por su parte, la Defensa, en su intervención de inicio manifestó que desde ya
adelantaba que desde los hechos requeridos se puede advertir que los hechos no
ocurrieron como los indica la Fiscalía, y así lo indicaría su testigo, teniendo la voluntad
de realizar tales trámites con un ánimo diferente, pues él tuvo la voluntad de adquirir en
remate un vehículo que fue utilizado durante mucho tiempo como vehículo de control
fronterizo, eran casas rodantes que se instalaban permanentemente en la frontera, por
lo que hizo la consulta de hacer la liberación de ésta y ahí se tergiversó lo que estaba
pasando, motivo por el cual prefirió su defendido un juicio, ya que su intención jamás
fue la de vulnerar los intereses del Estado, y su documental y otros medios de prueba
así lo demostrarían, no pretendió evadir los intereses fiscales, por lo que pidió desde la
ya absolución.

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TERCERO: Declaración del requerido. Que, debidamente informado de sus
derechos y de los hechos contenidos en la acusación, el enjuiciado decidió renunciar a
su derecho a guardar silencio y prestó declaración en juicio.
Así, exhortado a decir verdad, Pedro José Cerda Cea manifestó que fue al
remate de la PDI, había una casa rodante, la revisó, tenía baño, generador, una
conexión entre la cabina y atrás, que tienen todas las casas rodantes, el martillero dijo
“casa rodante”, no dijo Chassis ni camión, martillero que vino desde Santiago a declarar
pero había huelga de Gendarmería y no logró arribar. La particularidad de esta casa
rodante es que es 4X4, como las que usan los “gringos” y ya que tiene familiares en
Coyhaique, pidió la asesoría de una señora para que la liberara, quien fue al Ministerio
de Transportes, donde le dijeron que era “casa rodante” y así lo declarará, pero en la
Aduana le dijeron que era un camión, y ahí él se llevó su camión nomás a Arica,
pensando que no lo podía liberar nomás, y un mes después lo llamaron diciendo que
era contrabando, y un funcionario que conoce en Aduanas, Samuel Venegas le dijo que
no era contrabando, hablaron con un abogado de nombre Mauricio quien también les
señaló que la que contrató se cree dueña de la Aduana y lo “tiene hasta acá”. Lleva dos
años sufriendo, ha sido tratado de contrabandista, no va a entregar algo que le ha
costado, es exonerado político, y ahora está sufriendo por una determinación antojadiza
de la funcionaria, siente que ya no da más. No piensa entregar algo que le ha costado,
se siente víctima. Don Samuel Venegas, jefe de Aduanas, sobrino de una amiga de él,
le dijo eso, le alegra que alguien lo escuche, por eso pidió el juicio. La señora que
declarará incluso se insultó con la funcionaria ya indicada. Está feliz que lo hayan
escuchado. Le pasaron un parte de Carabineros y del Tránsito por “mal estacionado
motor home”, todos tratan a su vehículo de motorhome, y quien la armó fue
Investigaciones, la señora que contrató dirá lo mismo. Cuando le dijeron eso en la
Aduana se la llevó, se resignó, pero no acepta que le digan contrabandista ni va a
entregar algo que le ha costado, incluso pagó todos los impuestos, la señora testigo
que declarará justo en la Aduana no la pueden ver, por eso dijeron “esta se cree dueña
acá”. Su familia está toda preocupada porque está amenazado por cárcel, piensa que
se irá preso pero no importa (llora durante su declaración y gesticula evidenciando
molestia).
Ante las interrogaciones de la Fiscalía, respondió que el remate se realizó en
Arica, hace más de dos años. Compró el vehículo entendiendo que era casa rodante,
tenía todo de una casa rodante y era 4x4, pero después en los documentos decía
chassis. Después que se paga todo supo que la documentación decía chassis, pero la
remató como casa rodante, y como es alta y parece camión, le interesó. Los
funcionarios de Aduanas comenzaron sus reparos cuando su testigo presentó una
declaración de ingreso, él sólo tomó sus servicios y cuando pidió que la Aduana se
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pronunciara ésta última dijo que no. Como tenía todos los requisitos de casa rodante y
así la remató, hizo los trámites, pero la Aduana se pronunció indicando que no es casa
rodante, se la llevó nomás, pero lo que dice la Aduana es lo que vale. Una declaración
de ingresos “parece que es, según le dijo la tramitadora, que pagara la declaración de
ingresos”, pero él no lo sabe. Tuvo a la vista el certificado de inscripción del vehículo,
decía chassis, así fue cuando lo compró, pero la tramitadora hizo el cambió, él reunió
los requisitos que le dijo ella, quien fue al Ministerio de Transportes, al Registro Civil, y
a todas partes, incluso los station wagon llegan al puerto como “mortuarios”, ella hizo
los trámites, decía chassis. El vehículo es del año 1997, al ser de zona franca, con un
CRF puede ir a la zona franca de extensión, devolviendo las placas en el Registro Civil,
eso es real, Coyhaique es zona franca de extensión, al entregar la patente empieza de
nuevo. Según la aduana el vehículo es de zona franca y debe ir a una zona franca de
extensión con CRF. Le incautaron el vehículo, aunque no recuerda la fecha, pero nunca
se lo han quitado. La señora tramitadora, quien le cobró, quien insiste en que es una
casa rodante, ella sabe que en zona franca un vehículo se puede transformar en casa
rodante, pero la Aduana exige que se indique donde se compró el baño y todo, y ahí lo
califica de tal. En julio de 2016 cree que se hizo algo “anti la ley”, porque con el visto
bueno de la Aduana el Registro Civil lo inscribe. Cuando la Aduana dijo que no era casa
rodante él sólo se la llevó, y la tramitadora siguió insistiendo. Él quería irse a Coyhaique
en ese vehículo porque es 4x4, y con la factura del remate en la Aduana haría los
trámites, los carabineros le dijeron en un parte que era casa rodante o “motor home” y
que estaba mal estacionada. La factura dice “chassis” pero cuando está para remate
una casa rodante uno piensa que es ministro de fe, él dijo “se remata esta casa
rodante”, así parecía, y la fue a inscribir con el certificado de dominio vigente, ahí se dio
cuenta que decía otra cosa, pero reunía los requisitos de una casa rodante, por eso
contrató a la señora para que le hiciera los trámites, él estaba en Santiago, le dio un
poder notarial a la señora, él andaba paseando en Quilicura.
Frente a la contra interrogación de la Defensa, refirió que hubo dos momentos,
un trámite en Aduana cuando le devolvieron el vehículo, ahí fue su hijo y otro caballero
que le cobró también, después lo llevó a su casa en Arica y está afuera de su casa, no
lo ha usado porque está en juicio, es como si no fuera de él, ya le han robado todas las
cosas, por eso Carabineros le pasó un parte, ya que está botado ahí. El trámite de
inscripción lo hizo la tramitadora, cobró, supone que ella quería justificar sus dichos,
para que la Aduana se pronunciara si era casa rodante o no. No ha sacado de la región
el vehículo porque para eso es necesario que los vehículos sean liberados. No ha
liberado el vehículo, nunca ha hecho un trámite para sacar un vehículo. Ha consultado
en la Aduana de Arica, que es otra Región, le dijeron que no da lugar por un artículo, y
que no es una motor home por el certificado de dominio vigente. Si no le resultaba
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hacer los trámites, le quedaba para tenerlo acá nomás, él quería llevarlo a Coyhaique,
es 4x4, tiene baño, una conexión con la cabina y atrás. En octubre de 2016 no llevó
documentos a la Aduana, no se presentó, sólo habló después con su amigo Samuel
Venegas. No recuerda cuándo fue, pero le dijeron que estaba todo listo, él no quería
pagarle al hombre que contrató hasta que la Aduana dijera que es casa rodante.
Cuando la Aduana hizo una revisión física del vehículo estaba su hijo, el tramitador y la
señora Yovana, él no supo más hasta que le dijeron “usted está por fraude”. Gana
$150.000.- y el vehículo le costó unos dos millones de pesos, ayuda en una panadería
que arrienda. Al fondo estaba la casa rodante, tenía generador, bomba eléctrica, baño,
un periscopio en que “miran pa´ arriba los PDI”.
CUARTO: Convenciones probatorias. Que, tal como consta en el auto de
apertura, los intervinientes no acordaron convenciones probatorias.
QUINTO: Prueba de la Fiscalía. Que, para acreditar su pretensión, el Ministerio
Público incorporó la siguiente prueba:
I.- Documental:
1.- Denuncia N° 561 de fecha 09.11.2016 del Director Regional Aduana, Iquique,
en que se señala como denunciante a la Aduana, en el acápite 2 los hechos
denunciados, el N° de la DIN, importador José Cerda Cea, con domicilio en Iquique, de
una motor home, usada, color beige chassis terminado en 939, placa patente única
RV.9598, haciendo referencia a la nota legal N° 1 del artículo 87, que transcribe, donde
se define la casa rodante, y en este caso se presentó un vehículo adaptado como casa
rodante, valor aduanero equivalente a $1.972.048.- según tipo de cambio a octubre de
2016, transcribiendo también el artículo 22 de la ley de zona franca, artículos 168 y 178
de la Ordenanza de Aduanas, entre otros, señalando como testigo a Gilda Sepúlveda,
persona involucrada Pedro José Cerda Cea, y solicitud de alteración de características,
firma el Director Regional de Aduanas de Tarapacá.
2.- Copia de Of. Ord. N° 140 de fecha 12.10.2016 de Fiscalizadora del
Departamento de Fiscalización Aduana de Iquique, relativa al mismo vehículo,
importador Pedro Cerda Cea.
3.- Copia de Acta de Retención Mercancía y Depositario Provisional.
4.- Copia de Aforo y Liquidación de fecha 12.10.2016.
5.- Copia de Factura N° 0039912 de fecha 21. 08.2015 del Martillero Público Luis
Alberto Ferreira Soto, donde se lee tipo de vehículo “chassis” año de fabricación 1997,
dueño anterior Policía de Investigaciones de Chile.
6.- Copia de Certificado de Inspección Visual Folio N° 6997 de fecha 08.06.2016,
que indica que fue revisado presentando características que indica, vehículo tipo
camión, tipo de carrocería casa rodante motorizada.

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7.- Copia de Solicitud de Alteración Registro de Carga N° 15411 de fecha
04.07.2016. Alteración tipo de vehículo camión y carrocería casa rodante.
8.- Copia de Solicitud de Alteración de Características N° 15408 de fecha
04.07.2016, RV9598 alteración cambio tipo, tipo de vehículo camión y actual propietario
Pedro José Cerda Cea, otro solicitante.
9.- Copia de Declaración de Ingreso (DIN) N° 1330123588-1 de fecha
23.08.2016, declaración de ingreso, importador Pedro José Cerda Cea.
10.- Copia de Mandato Poder de fecha 21.08.2016.
11.- Copia de Of. Ord. N° 1095 de fecha 07.11.2017 del Jefe de Departamento
de Fiscalización Aduanera (S) Aduana de Iquique.
12.- Certificado de Anotaciones Vigentes del vehículo PPU RV.9598.
13.- Extracto de Filiación y Antecedentes del Requerido.
II.- Testimonial:
1.- Diego Andrés Lobos Rojas, chileno, C.I. N° 16.484.302-5, 31 años de edad,
soltero, subcomisario en la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), domiciliado en
calle Jorge Barrera N° 62 de Iquique, quien examinado por la Fiscalía de acuerdo a la
ley, expresó que comparece porque ejecutó una orden de investigar de la Fiscalía, por
una denuncia de Aduanas, en la que al efectuarse una fiscalización de una mercadería
amparada en un documento de importación terminado en 588-1 la fiscalizadora declaró
que el vehículo controlado era un chassis cabinado, siendo que la documentación y
respectiva declaración de ingreso fue de casa rodante. Dentro de las diligencias
realizadas por él estuvo la toma de declaración al funcionario de Aduanas que intervino,
el que ratificó los hechos denunciados, donde manifestó que la casa rodante, nota legal
1, capítulo 87 indica que es un vehículo originalmente construido para ser usado
(gesticula como intentando recordar) y también citó a quien representaba a la agencia
de aduanas Luis Retamales, en calidad de imputada, le leyó los derechos, la que dijo
que la funcionaria Gilda Sepúlveda, de Aduanas, la citó también. Tuvo a la vista la
declaración que le manifestó la funcionaria de Aduanas, donde decía que el vehículo
fue modificado para ser usado como casa rodante, y se especificaba que fue adquirido
en una pública subasta, y que antes era de la Policía de Investigaciones, el documento
decía “chassis” Chevrolet CK3147 y decía chassis. Le dijo que el vehículo se presentó a
aforo bajo un documento de fecha 23 de agosto de 2015, terminado en 588-1. La
fiscalizadora Gilda, de Aduanas, le dijo que el vehículo estaba declarado como otra
cosa, chassis cabinado y no era un motor home, y también le dijo que el vehículo sería
vendido hacia fuera de la zona franca, eso indicaban los documentos mediante la
declaración de ingresos, hablaba del Estatuto Automotriz, donde se manifiesta que no
pueden ser importados a régimen general vehículos usados, señala como excepción las
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casas rodantes y no los chassis cabinados. No recuerda el nombre del comprador, y la
declaración de ingreso es revisada por el agente de Aduanas cuando un vehículo
ingresará a régimen general saliendo de zona franca. Entrevistó a Tatiana Toledo,
representante del Agente de Aduanas de Luis Retamales, quien le dijo que trabaja para
ese empleador, con jefe Jorge Escobar, que fue contratada para hacer el trámite de
despacho de ese vehículo, solamente indicó que fue controlada por la funcionaria de
Aduanas, que como era un chassis cabinado el vehículo fue retenido. Le dijo que
trabajaba para Jorge Escobar, quien laboraba para la agencia de Aduanas, no recuerda
más. En su informe concluyó, sobre la base de la nota legal 1 del Arancel Aduanero, y
los antecedentes asociados a la carpeta, el vehículo corresponde a un chassis
cabinado, debido a que fue modificado para su uso, y acompañó la definición de casa
rodante que es un “vehículo originalmente construido para ser utilizado como tal”, pero
en este caso era un vehículo adaptado.
Contra preguntado por la Defensa, manifestó que no vio el vehículo, y que
“utilizado como tal” él lo entiende como uno que tiene baño, cocina, cama y por la
declaración de la persona de Aduanas, sí los tenía el vehículo, pero no lo vio él. Por el
modelo, ha visto similares, sabe que se usan básicamente en narcóticos, de transporte
de personas, trabajan en la frontera, de hecho trabaja en Iquique, se usa para llevar
funcionarios, no tiene dependencias, no sabe más, aunque no habría sido utilizado
como casa rodante, lo buscó en el Registro Civil y salía como camión.
2.- Gilda Isabel Sepúlveda Caroca, chilena, C.I. N° 8.945.352-6, 56 años de

edad, casada, funcionaria pública ingeniero en comercio, labora actualmente en la
Dirección Regional de Iquique, de Aduanas, domiciliada en calle Sotomayor N° 256, de
Iquique, la que legalmente examinada por la Fiscalía señaló que declara porque trabaja
hace 35 años en la Aduana, cumple funciones actualmente como encargada de control
de gestión e informática, labor de mejoramiento de procesos, labora con el Director
Regional. A la época de los hechos de este juicio trabajaba como encargada de la
Unidad de Aforo. Los hechos de esta causa son porque actuó como fiscalizadora para
aforo de mercancías presentadas previo a su importación, se hace un procedimiento en
un solo acto, verificación documental de los antecedentes que respaldan la importación
y se revisa la mercancía y la DIN, un documento de importación, y el empleado de la
agencia de aduanas, que tramitó la información, estaba investido para el efecto, era una
casa rodante, revisado el proceso de aforo, revisó los documentos o antecedentes in
situ, para verificar que cumplan con la norma, que estén en base a los documentos de
respaldo de la carpeta, la factura de importación, el mandato que permite la importación
y el pago de los impuestos que lleva ello consigo, entre otros. Constatada la mercancía
y su descripción en los documentos, le llamó la atención que era una factura de remate,
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no de importación propiamente tal de zona franca, como suele ocurrir en un ingreso
legal de mercancías, así que verificó mayormente los documentos, llamando su
atención la marca del vehículo, ya que todos los días hacen unos 15 a 20 aforos, se
trataba de un chassis cabinado, y para asegurarse se respaldó con antecedentes de la
marca, ese vehículo no tenía “motor homes” o casas rodantes, así que solicitó
antecedentes para respaldar la verificación física que hizo de la mercancía. Entre ellos
estaba la verificación que la marca daba en internet para ese tipo de vehículos, no
recuerda su origen, pero era un chassis cabinado. Posteriormente, con esa duda fue a
hacer la revisión física, constatando in situ que estaba adaptado como casa rodante, no
dando cumplimiento en el arancel aduanero, capítulo 87, nota legal N° 1, requisitos de
una motor home para clasificarla como tal aduaneramente, era que tenía que haber
sido construida para el efecto, tenía que tener mínimo baño, cocina, cama, lo básico de
una casa, y así lo debe sostener el fabricante. Revisando con más detalle, con el
empleado de la agencia que participó, notaron que el vehículo fue adaptado, es decir,
posteriormente a su creación como chassis cabinado, fue adaptado como casa rodante,
con ello decidió informar al empleado de la agencia de aduanas de que no cumplía los
requisitos normativos e hizo la denuncia por contrabando, dada la infracción
constatada, teniendo en consideración el artículo 21 del Estatuto Automotriz, pues el
vehículo no podía ser importado en esas circunstancias, el importador era un varón que
estaba con su señora, que quedaron muy acongojados al informárseles que sería
denunciado por no cumplir con la ley, y la agente de aduanas dijo que sí cumplía con
los requisitos, que tenía un documento del departamento técnico que avalaba esa
circunstancia, le dio un plazo para que lo comprobara, pero no lo justificó dentro de
dicho término, de lo que dejó constancia para Asesoría Jurídica, donde debía continuar,
dejó como depositario provisional al sujeto, señaló el aforo y entregó los antecedentes a
la Asesoría Jurídica con denuncia por contrabando art. 168 de la Ordenanza de
Aduanas. La fecha de esta fiscalización no la recuerda, sólo que fue en 2016. La
documentación señalada da cuenta que se ha cumplido con la legalidad, mercancía que
debe ser de lícito comercio, es decir, no prohibida, pero al hacer ella la denuncia se
transforma en prohibida, por el artículo 21 del Estatuto Automotriz. En régimen zona
franca están todas las mercancías que no están sujetas a impuestos, y si están en zona
de extensión tienen tratamiento especial, pero para salir de la región al resto del país
debe cumplir los requisitos de importación, para lo que debe cumplir con la nota legal
del arancel aduanero. Si el vehículo fuera una motor home, que es este vehículo, pero
si cumpliera la nota legal N° 1 debió ser fabricado por el dueño de la marca, concebido
para ese objetivo, caso en que se materializaría la importación del vehículo, y el
consignatario estaría habilitado para circular por todo el territorio con la salvedad del
artículo 21 del Estatuto Automotriz, esto es, quedaría liberado. El aforo físico es revisar
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efectivamente el vehículo, lo hizo ella porque decidió hacerlo dado que es obligatorio
por protocolo, es un acto único en que se hace la revisión documental y física. Dentro
de las estrategias del Servicio, para minimizar el riesgo, se establece una selectividad,
que sean aforados, esto es, según art. 84, el acto único antes aludido. Ella hizo este
acto único. Formuló la denuncia por contrabando al no cumplir con la nota legal N° 1,
apoyada en su revisión física y los antecedentes que tuvo a la vista del representante
de la marca. Hizo una indagación a través de internet para tomar una decisión segura,
concluyendo que el fabricante no tiene ese tipo de vehículos con esas características,
fue concebido como un chassis cabinado. Ante la exhibición de los otros medios de
prueba ofrecidos, señaló que se trata de las adaptaciones que puede sufrir el chassis
cabinado en este tipo de vehículos, según las necesidades de quien lo va a adquirir,
entre ellos motor home, puede ser adecuado a las necesidades, pero no fue concebido
para esa finalidad, ha visto muchas fotografías de esas, lo hace para tomar una
decisión segura en la valoración, que en este caso bordeaba los tres mil dólares. En la
segunda página se ve un vehículo que puede ser adaptado para transporte de
mercancías u otros, puede ser un chassis cabinado, la parte de atrás puede ser
adaptado fácilmente, el vehículo fue concebido así, sólo con chassis, la marca lo debe
haber lanzado al mercado de esa manera.
Contra preguntada por la Defensa, indicó que cuando recibió la carpeta, ésta la
prepara el agente de aduana, lo que corresponde a la norma, estos antecedentes son
aportados por el importador al agente de aduanas, quien lo mandata, no recuerda quien
era el importador en este caso, sólo que al parecer era un señor, un varón con su
señora, pues en el aforo sólo debe estar el agente de aduana con el funcionario de
Aduanas, y en este caso ella permitió que estuviera presente el importador, pero sólo
debía entenderse con el agente de aduanas, no recuerda su nombre, pero le pide la
credencial para que se identifique, aunque no estaba presente Yovana Ahumada, que
es una tramitadora, por probidad ella no se puede entender con gente que no sea el
agente de aduana, sabe que esa persona es una tramitadora nomás. No recuerda
quién estaba presente por parte del importador, sólo que era varón, no es la primera
denuncia que hace. Le ha tocado hacer unas cinco denuncias. Si adquiere un chassis
puede circular por Iquique y la región que abarca el tratamiento aduanero especial,
importar vehículos usados, pero no ingresarlos al resto del país, porque el estatuto
automotriz, artículo 21, lo prohíbe. El agente de Aduanas sabe que hay un aforo físico,
y que estará el representante de la Aduana para el aforo. El motor home cumplía con el
requisito de la cama, el baño, pero había sido adaptado para ello. Actúa según su
norma técnica, no de forma antojadiza. Si ve en la calle el móvil, es un motor home,
pero en su calidad de funcionaria, debe ver los antecedentes, pero pasaría como un
motor home. El propietario, según recuerda era la PDI, antecedente que estaba en la
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carpeta que tuvo a la vista. Ese vehículo no fue concebido como motor home según
información dada por la marca, pero no sabe si esa marca tiene motor homes. A ella le
interesa copulativamente la marca y el modelo, respaldado con los documentos. El
empleado del Agente de Aduanas estaba, luego fue un tal Escobar a su oficina, a quien
le llamó la atención por no tener carné de agencia de Aduanas. El apoyo técnico está
en la nota legal N° 1 del artículo 87, el artículo 21 del Estatuto Automotriz, en la carpeta
de antecedentes, en la revisión ocular y en el apoyo con los antecedentes que le
entrega la marca, trámite que en este caso duró aproximadamente una hora. Se
desgastó más en explicar al importador, porque lo único que quieren es disponer de su
vehículo, no entienden nada más.
III.- Otros medios de prueba:

02 páginas de Google de fecha 01.10.2016 conteniendo diversas imágenes,
exhibidas en audiencia a la testigo Gilda Sepúlveda Caroca.
SEXTO: Prueba de la Defensa. Que, la Defensa, en apoyo de su contra

pretensión y para la audiencia de juicio, se valió la siguiente prueba propia:
I.- Documental:
Notificación de advertencia N° 17267 de fecha 24 de octubre del año 2017,
cursada por la dirección de aseo y ornato de la Ilustre Municipalidad de Arica, en la cual
el fiscalizador identifica al vehículo como “motor home”.
II.- Testimonial:
Yovana Iabel Bernarda Ahumada Cabrera, chilena, C.I N° 11.693.929-0, 52
años de edad, soltera, asesora aduanera, domiciliada en calle Sotomayor N° 528,
oficina N° 202, edificio doña Mercedes, de Iquique, la que legalmente examinada por la
Defensa, apuntó que se dedica concretamente a asesorar a gente que tiene problemas
con Aduanas, en tramitación, representa ante el Servicio de Aduanas, también, lo hace
desde hace 28 años, ha visto todo tipo de vehículos y mercaderías, nunca ha tenido
ningún problema en el desarrollo de su trabajo, aunque a veces hay mercaderías con
documentos de importación mal hechos, pero hay formas de corregirlos, ha trabajado
en Iquique todo el tiempo señalado y conoce el sistema franco, conoce los requisitos
para importar vehículos al resto del país. Declara por un caso que conoce bien, es de
don Pedro, quien se acercó por recomendaciones de otros clientes, para liberar el
vehículo por él adquirido, hace unos dos años, se contactó en primera instancia con su
hijo, luego vino don Pedro porque tenía que firmar documentos, poderes y otras
gestiones. La primera gestión la hizo por encargo personal, recuerda todo el
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procedimiento. Don Pedro compró un vehículo que es una casa rodante, lo quería
liberar para su uso personal, sin tener que hacer uso de pasa avante, y como las casas
rodantes se pueden liberar, se quiso acoger a dicha franquicia, ella le dijo que se podía
liberar, pues existe la posibilidad de ello. Ella explicó que se trataba de una casa
rodante y por lo tanto podía liberarlo, sin tener que sacar pasa avante como residente.
Le dijo que quería ver el vehículo para verificar que se tratara de lo mismo de que
estaban hablando, él se lo llevó para que lo viera, en Iquique, lo vieron y ella le dijo que
cumple con los requisitos, pues existe el artículo 87 del arancel aduanero, al parecer en
el párrafo cuarto, que dice que para ser casa rodante debe tener baño, cama, cocina, y
ser una misma con la cabina, y este vehículo cumple, lo que le explicó al solicitante,
pero para mayor seguridad lo llevaron a la Aduana, estaba de jefe del departamento de
fiscalización el Sr. Luis Basáez, el que salió a ver el vehículo, a quien le explicó que
quería hacer un trámite de liberación de vehículo y quería ver si el vehículo cumplía
con los requisitos, quien le dijo que cumplía, pero que se cerciorara con los documentos
o se respaldara con más antecedentes, estaba ella con el hijo de don Pedro. Así, se fue
al Ministerio de Transportes y la acompañó don Pedro Cerda, aunque no sabe si era el
hijo o el padre, o ambos, ahí dijo que necesitaba saber claramente el tipo de vehículo,
la dirigieron a la planta de revisión técnica de Bajo Molle, donde hicieron la inspección
ocular, y acreditaron que era una casa rodante, luego se inscribió en el Registro Civil
como casa rodante, pues estaba inscrito como chassis cabinado, pero para la
estructura del Ministerio de Transportes y la Aduanas eso es sólo una cabina con un
chassis, y así estuvo inscrito por años mientras fue de la PDI, a quien se lo había
comprado en un remate don Pedro, que también lo ocupaba como casa rodante en la
frontera, para vivir o habitarlo. Cumplía con los requisitos de habitabilidad. El vehículo
ya estaba en manos de la PDI con esa transformación. Ella hizo la reinscripción en el
Registro Civil, para que figurara como corresponde. Antes de presentar la DIN, que es
lo último que se hace, y para liberar un vehículo de estas especificaciones, se adjuntan
la factura, la inscripción del vehículo, certificado de dominio vigente, la cédula de
identidad del propietario, la solicitud del trámite en la Aduana, y a eso adjuntó la
resolución del Ministerio de Transportes que decía que era una casa rodante y la
reinscripción en el Registro Civil, es un trámite que se inició en Aduana en el
Departamento de Franquicias, ella firmó los documentos haciendo toda la solicitud, se
hizo todo como correspondía. Ella conoce el procedimiento interno, para que llegara al
ser rechazado, en el aforo, que es lo último, pero previamente presentada la carpeta en
el Departamento de Franquicias, lo revisa un experto, luego lo revisa un fiscalizador y lo
autoriza el jefe del Departamento de Fiscalización, después lo visa el jefe del
Departamento de Asesoría Técnica Aduanera, estando don Raúl Barrera en ese
entonces. La funcionaria, ya en esta etapa lo vio de lejos y resolvió. La carpeta le llega
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en forma interna del Departamento de Franquicias al Patio de Aforo, al funcionario
respectivo, para ir a desaduanarlo. Esto fue hace un año y medio o dos años atrás, era
un día en la tarde, los aforos comienzan a las cinco de la tarde, fue don Pedro, su hijo
en realidad, un representante de la Agencia de Aduanas que hace el documento para el
pago del impuesto y que suben por sistema a la página de la Aduana, siendo aprobado
y pagado el impuesto respectivo, y ella. Los atendió la señora Gilda, en el patio de
aforo, que no es amiga de ella pero la ubica perfectamente porque labora hace años
ahí, hace turnos, era una funcionaria habitual ahí. Llegó ahí con las personas
mencionadas y ahí esperaron su turno, saliendo la señora Gilda de la oficina, los vio y
sin acercarse dijo desde ya “eso no es casa rodante” y “se rechaza el aforo”, se metió a
la oficina luego, sin revisar, ni siquiera se quiso acercar, lo que no llama su atención
pues ella es así habitualmente. No fiscalizó el vehículo, no entró ni lo revisó. Le dijo la
testigo a don Pedro que reclamara porque la funcionaria debía cumplir su función, no
quiso salir de la oficina doña Gilda, la testigo ingresó a conversar para que le dijera qué
pasaba, ya tenía los antecedentes que había recibido una hora antes, le contestó de
manera muy despectiva que ella no tenía nada que ver ahí, y que debía ir el encargado
de la Agencia de Aduana, Jorge Escobar en ese caso, y la testigo le explicó su función
contratada para que hiciera el trámite completo, agregando que contrató al señor de la
Agencia de Aduana, que es el que tiene la facultad de hacerlo. Le indicó que el que
paga la DIN era don Pedro, pero la echó de la oficina, no cuestionará su actitud pues no
le interesa, pero eso es habitual en ella. Este tipo de vehículos es frecuentemente
importado, pero depende del fiscalizador si lo rechaza o no, hay criterios y criterios, y
aunque en el arancel aduanero dice algo muy específico, queda sujeto al criterio. Ante
las fotografías ofrecidas como otros medios de prueba indica que se trata del vehículo
en comento, el baño, la cabina pegada a la casa rodante, lo que demuestra que no se
separa o desconecta y que significa que el vehículo está unido a la casa, luego la
ventana de acceso del chofer hacia la casa, se puede ver, luego cama, muebles de
cocina, lavaplatos, mesa de comedor, la conexión interna entre el cubil y el cubículo del
conductor, los muebles de cocina y todos con desgaste del óxido que tiene de años
porque lo ocupaba la PDI en el interior, y la litera, el baño. La testigo replicó que le
estaba exigiendo algo que no estaba en ninguna folletería, pero para cualquier persona
se trata de una casa rodante. El criterio del martillero también tiene que ver, más que el
tecnicismo posterior. No puede entender cómo dos servicios públicos trabajen con
criterios tan disímiles y que esté entregado a la opinión de una persona, que puede
cambiar.
Contra interrogada por la Fiscalía, indicó que don Pedro la contactó para realizar
gestiones ante la Aduana, es asesora aduanera por experiencia, se trata de un oficio,
no hay un título para ello, lleva 28 años estudiando y trabajando en ello, sólo trabaja
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con ello, pero no ha trabajado en la Aduana. La importación es una destinación
aduanera, y el artículo 191 de la Ordenanza de Aduanas no sabe qué dice, tendría que
leerlo, ante la explicación dada por la Fiscalía respondió que allí no están mencionados
los asesores aduaneros como habilitados para tramitar formalmente ante la Aduana,
pero cualquier persona puede tramitar, estando únicamente reservado a los Agentes de
Aduanas el pago de impuestos, que no pueden representar a una misma persona más
de tres veces en un año. No es agente de Aduanas ni abogada. Ha tenido muchos
altercados con funcionarios de Aduanas, no es “monedita de oro” y lleva 28 años
trabajando con ellos. Conoce a Valeska Vera Jamett, es la secretaria del Director
Regional de Aduanas.
III.- Otros medios de prueba:

Set de 10 fotografías que constan en el acta del notario suplente de Arica don
Rubén Calderón Cerda, de fecha 07 de marzo del año 2018, relativas al vehículo
patente RV9598-5, objeto del requerimiento.
SÉPTIMO: Alegaciones de clausura y réplicas. Que, en su alegato de clausura,

el Ministerio Público señaló que estima probados más allá de toda duda razonable el
hecho y la participación, dándose todos los presupuestos legales y de hecho, pues se
han hecho varias referencias legales, incorporando las denuncias completas con
articulado pertinente, y en relación con el Estatuto Automotriz, éste dice en su art. 21
que sólo pueden importarse vehículos sin uso, exceptuando, entre otros, a las casas
rodantes, y en los hechos se trata de un vehículo que el imputado había adquirido un
año antes, que da cuenta de que es un camión, y en la norma referida, contra la
prohibición general, podría ingresarse un vehículo usado, o llevado a régimen general,
tratándose en este caso de documentos que indican que se trata de un vehículo
registrado como camión o como chassis, y el registro de inscripción que indica que
mantiene una restricción de circulación por Zona Franca, por lo que si no se cumple con
el artículo 43 pasa avante, y otras, el vehículo no puede ser sacado de la región, en
circunstancias que no hacía abandono definitivo de la región según artículo 35,
tampoco hacía uso de pasa avante ni otras que establece o permite la normativa, sino
utilizando una naturaleza que mediando autorización del Servicio de Aduanas permitiría
la liberación, lo que sabía el imputado pues en julio de 2016 se solicitó la alteración de
características del móvil, por lo que aunque no lo quiera el imputado el vehículo seguía
siendo un camión, y la entrega a una persona no habilitada de la gestión, para que
realizara la presentación a Aduana, ésta indica que la Aduana es la que se equivoca, en
circunstancias que no está contemplado en el capítulo 87 del Arancel Aduanero, nota
Legal N° 1, particularmente porque no fue construido originalmente para ser usado
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como casa rodante, y porque su caja de carga no constituye un solo cuerpo con el
sector del conductor, sino que sólo tiene una ventana de 20 cms. aproximados, que los
comunica, e incluso en la factura así está señalado pues se trata de otro móvil, y el
encartado dijo en su declaración que quería salir a pasear en dicho vehículo por el país.
Por lo tanto, estima que no hay error ni una actitud desmesurada ni arbitraria del
Servicio Nacional de Aduanas, pues se pudo acreditar que en su origen no estaba
construido para ello, pero la actitud que estima majaderamente insistente del imputado
indica que mantiene dolo, pues intentó tramitar lo mismo ante la Aduana de Arica, por lo
que considera que su conducta es ilícita e incluso se podía haber sostenido algún
concurso de medio a fin al falsificar ideológicamente un documento, ya que el único
documento que indica que es una motor home es en la declaración de ingreso, esto es,
cuando intentó ingresarlo al país el enjuiciado, que sabía que no era un motor home.
Por ello, estimó acreditados los hechos del requerimiento, pues se habría intentado
importar, engañando a Aduana, un vehículo que no se podía importar, con un
documento que no era factura ni otro más que un documento de un remate, y que
parezca motor home no significa que el móvil lo sea, por lo que pidió la condena, por
tratarse, a su juicio, de una maniobra para engañar a un servicio hecha por el imputado,
según indicó la testigo Gilda Sepúlveda, que no gana más por indicar ello. Pidió
condena.
En su réplica, agregó que en el certificado de inscripción aparece que la titular y
dueña del vehículo era la Gobernación de Tarapacá, con circulación limitada a la zona
franca, y así lo sostiene su documental, desde el año 1997, en que dice que es un
camión, por lo que no podía estimarse que haría el mismo uso que la PDI, ya que ésta
nunca lo sacó de la región.
Por su parte, la Defensa sostuvo en su alegación de término, que en las
fotografías incorporadas por esa interviniente, se verificaba lo dicho por el imputado,
pues en su conciencia siempre estuvo la idea de que el vehículo era un motorhome, no
le mintió a nadie pues indicó que compró un vehículo 4x4 y su testigo avaló las que se
podía importar con las características que mantenía, considerando así asesorado, que
debía ir corrigiendo la inscripción por tratarse en realidad lo que compró, de un vehículo
casa rodante, que antes pertenecía al Gobierno Regional y estaba en uso de la Policía
e Investigaciones. Ante varias alternativas él escogió lo que se le recomendó, que era la
importación, y la representante señaló cómo se podía aclarar una situación que para él
era clara, por lo que encomendó a una persona que trabajaba en ello, que realizara las
inscripciones destinadas a ajustarse a la realidad. No pudo actuar con ningún dolo de
engañar, y la testigo de la Fiscalía señaló que había revisado el vehículo, pero la testigo
de su parte la contradice. Su representado no habría tenido ninguna intención de
engañar, sino que hacía y cumplía las sugerencias de la persona que contrató para que
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lo asesorara, le dio un mandato para ello a las personas que consideró entendidas, por
lo que no mantenía la intención de cometer un delito. Jamás pensó que su actuar podía
ser considerado como delito, nunca habló de venderla o lucrar con el vehículo. No se
imaginaría que la Policía de Investigaciones de Chile usaría un vehículo motor home
que no estaba registrado o entendido como tal. Insistió en su petición de absolución.
En su réplica, añadió que el vehículo cuenta con dependencias reales desde su
uso por la PDI, por lo que siempre actuó con buena fe su patrocinado. Reiteró su
solicitud de absolución.
Finalmente, la víctima, fue oída nuevamente, señalando que en base a los
elementos de prueba presentados por la Fiscalía estimaba probados los elementos del
tipo penal de contrabando, la DIN fue alterada y la declaración hecha también,
habiendo una defraudación fiscal al cambiar una descripción en un documento que
puede ser oponible a terceros, por lo que adhirió a lo dicho por la Fiscalía.
OCTAVO: Elementos del tipo penal a acreditar. Que, para que se configure el
delito de contrabando, según lo establece el artículo 168 de la Ordenanza de Aduanas,
se requiere que una persona a) introduzca al territorio nacional o extraiga de él, es
decir, que un individuo ejecute la acción de internar o sacar físicamente, al o desde el
espacio comprendido entre los límites o deslindes nacionales; que esta acción recaiga
sobre b) mercancías cuya importación o exportación se encuentren prohibidas,
esto es, que la conducta desplegada implique transgredir una norma que impida
ingresar o egresar del país determinados objetos o bienes materiales.
Por otra parte, el artículo 22 de la Ley de Zona Franca prescribe que hay también
delito de fraude o contrabando con la introducción de mercancías de las Zonas
Francas o de las Zonas Francas de Extensión, en contravención a lo dispuesto en
dicha normativa, o sea, cuando la introducción de dichas cosas se haga desde una
zona franca o zona franca de extensión, al resto del país, y no se respete los requisitos
que la propia ley establece para ello.
Además, el artículo 181 de la Ordenanza de Aduanas establece que se presume
responsable del delito de fraude o contrabando a las personas que cometan o
intervengan en la obtención engañosa de liberación o reducción de derechos para
mercancías que no cumplen con las condiciones prescritas en la ley para
otorgarlas, lo que significa que hay una presunción legal, por lo tanto que admite prueba
en contrario, que es responsable de fraude o contrabando aquél que obtenga en forma
maliciosa o intervenga en dicha obtención, de la liberación o reducción de derechos de
mercancías que no cumplen con las condiciones que la ley impone. También, el artículo
21 del Estatuto Automotriz contempla que desde la vigencia de dicha ley, que sólo se
puede importar vehículos sin uso salvo ambulancias, coches celulares, coches
mortuorios, coches escalas, coches barredores, regadores y análogos para el
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aseo de vías públicas, coches quitanieves, coches de riego, coches grúas,
coches proyectores, coches talleres, coches hormigoneros, coches radiológicos,
coches blindados para el transporte de valores, coches para el arreglo de averías,
vehículos casa-rodante, vehículos para el transporte fuera de carretera y otros
vehículos análogos para usos especiales, distintos del transporte propiamente
dicho. Y, tampoco se aplica a vehículos que puedan importarse al amparo de los
regímenes aduaneros especiales de la Sección = del Arancel Aduanero, ni a
aquellos que gocen de la exención total o parcial de derechos y demás
gravámenes de importación, lo que implica que esta propia norma establece casos
excepcionales a la regla de que no se puede importar vehículos usados, mencionando
entre ellos a los vehículos casa-rodante.
NOVENO: Valoración de la prueba rendida. Que, de la prueba incorporada se
puede extraer lo siguiente:
En relación a que una persona introduzca al territorio nacional o extraiga de
él, se contó con la declaración de Diego Andrés Lobos Rojas, quien compareció en su
calidad de funcionario de la Policía de Investigaciones, mismo que se percibió algo
nervioso, a veces titubeante, no muy seguro de sus asertos, lo que se advirtió conforme
al artículo 297 del Código Procesal Penal y al principio de inmediación, por sus gestos
dubitativos verificados en su mirada, frunciendo a veces la boca, pestañeando a un
ritmo más acelerado cuando tenía que responder a preguntas, entrecerrando los ojos y
concentrándose en una de ellas por varios segundos en un silencio que aparentemente
lo incomodó por los gestos faciales que realizó como elevar las cejas en forma
alternada o corregir la postura en que estaba sentado, reclinándose hacia delante y
acercando una de sus manos levemente empuñada hacia el rostro, sin que finalmente
pudiera continuar con la idea, lo que denotó que había olvidado algo previamente
memorizado, refiriéndose más bien, en su narración, a una orden de investigar que
cumplió y que consistió en tomar declaración a la funcionaria denunciante de Aduanas,
a una representante de una Agencia de Aduanas, y a la referencia de que revisó unos
documentos que no parecieron distar mucho de lo aseverado por esa propia funcionaria
que también compareció como testigo al juicio, de manera que su aporte, no obstante
referir que examinó documentación, no pareció de mayor relevancia para sustentar la
posición de la Fiscalía, no se vio que recordara hechos de mayor gravitación como por
ejemplo el nombre del importado, la fecha siquiera aproximada de los acaecimientos, o
que hubiera hecho alguna inspección visual o alguna averiguación distinta al sólo
registro de las afirmaciones de otro testigo que concurrió a la audiencia, y ante las
contrapreguntas de la Defensa más bien pareció reforzar la idea central de la
contrapretensión en el juicio, al manifestar que él entiende que una casa rodante
utilizada como tal sería aquélla que cuenta con baño, cocina, cama, entre otros
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elementos que el vehículo objeto de este juicio mantenía, y que ha visto similares, pues
son usados básicamente por la misma policía a la que pertenece el declarante, la
Policía de Investigaciones de Iquique, aunque en otra Unidad, la de Narcóticos, por lo
que su deposición no sólo no aparece revestida de capacidad probatoria mayor para
sostener la tesis de la Fiscalía, sino que más bien avaló en gran medida los dichos de la
Defensa al tratarse de una persona que se desempeña en la Policía antes indicada,
institución a la cual, según sus propios dichos, habría pertenecido o se habría destinado
con anterioridad el vehículo sobre que recae esta causa, y así será considerada por
este tribunal. Este testigo sostuvo que ejecutó una orden de investigar dada por la
Fiscalía de Iquique, en que la denunciante era Aduanas a propósito de una fiscalización
de una mercadería amparada por un documento de importación con numeración
terminada en 588-1 la fiscalizadora declaró que el vehículo controlado era un chassis
cabinado, siendo que la documentación y respectiva declaración de ingreso fue una
casa rodante, por lo que tomó declaración a esa funcionaria quien le dijo que según la
nota legal 1 del capítulo 87, se trataba de un vehículo originalmente construido para ser
usado, citando también a quien representaba a la Agencia de Aduanas Luis Retamales,
en calidad de imputada, doña Tatiana Toledo, quien le dijo que había sido contratada
para hacer el trámite de despacho de ese vehículo, y que la funcionaria Gilda
Sepúlveda la había citado también, quien indicó que como era un chassis cabinado fue
retenido. Tuvo a la vista la declaración aludida, la que decía que el vehículo fue
modificado para ser usado como casa rodante, se especificaba que había sido
adquirido en una pública subasta, y que antes era de la Policía de Investigaciones. El
documento decía “chassis Chevrolet CK3147. La funcionaria Sepúlveda le refirió que el
vehículo estaba declarado como un chassis cabinado y no era un motor home,
agregando que el vehículo sería vendido hacia fuera de la zona franca. Añadió que los
documentos indicaban que el Estatuto Automotriz impide que sean importados a
régimen general los vehículos usados salvo las casas rodantes, pero no los chassis
cabinados. No recuerda el nombre del comprador. La declaración de ingreso es
revisada por el agente de Aduanas cuando un vehículo ingresará a régimen general
saliendo de zona franca. En su informe concluyó, sobre la base de la nota legal 1 del
Arancel Aduanero y los antecedentes asociados a la carpeta, el vehículo corresponde a
un chassis cabinado que fue modificado para su uso, acompañando la definición de
casa rodante como un vehículo originalmente construido para ser utilizado como tal, y
en este caso se trataba de un vehículo adaptado. No vio el vehículo. Entiende la
expresión “utilizado como tal” como un vehículo que tiene baño, cocina, cama, los que
sí tenía el vehículo según declaración de la persona de Aduanas. Ha visto similares,
sabe que se usan básicamente en Narcóticos, para transporte de personas, trabajan en

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la frontera y son para ese uso, no habría sido utilizado como casa rodante. Lo buscó en
el Servicio de Registro Civil y salía como camión.
De suerte que este testigo, como se viene adelantando, basó sus conclusiones
fundamentalmente en lo que le indicó una funcionaria de Aduanas de nombre Gilda
Sepúlveda a quien entrevistó, que era la denunciante, además de entrevistarse con una
funcionaria de una Agencia de Aduanas que le indicó que sólo había sido contratada
para hacer el trámite de despacho del móvil, sin recordar el nombre del comprador,
según indicó, y sin ver por sí mismo el vehículo en cuestión, no obstante ser de su
conocimiento que son comúnmente utilizados por la Policía de Investigaciones en la
Unidad de Narcóticos para transporte de personas, al igual que lo señaló ante él la
funcionaria de Aduanas Gilda Sepúlveda, y que mantenía baño, cocina, cama, pero en
su documentación indicaba ser un chassis cabinado y en el Servicio de Registro Civil
aparecía como camión.
También se incorporó el testimonio de Gilda Sepúlveda Caroca, funcionaria de
Aduanas, testigo que impresionó, dado el tenor de su relato y las palabras que utilizó,
como una persona que se plantea de forma a veces displicente, rígida en sus posturas
y algo quisquillosa, orgullosa de pertenecer a una institución fiscal desde hace largo
tiempo, lo que se reflejó al recalcar desde un inicio que lleva 35 años desempeñándose
en Aduana; al indicar que al hacer ella la denuncia “la mercancía se transforma en
prohibida”; al señalar que en el acto del aforo sólo deben estar el Agente de Aduanas
con el funcionario de Aduanas pero en este caso ella “permitió” que estuviera presente
el importador, aunque “ella sólo debe entenderse con el Agente de Aduanas”; al
agregar que en ese mismo aforo le “pidió la credencial” a una persona presente de
nombre Yovana Ahumada que es “una tramitadora nomás” y que por probidad la testigo
“no puede entenderse con gente que no sea el Agente”; al puntualizar que ella actúa
“según la norma técnica”; al expresar que fue a hablar con ella a su oficina “un tal
Escobar” a quien “llamó la atención por no tener carné de Agencia de Aduanas”; y, al
exponer que “se desgastó más en explicar al importador” porque “lo único que quieren
es disponer de su vehículo sin entender nada más”. De esta manera, la testigo se
percibió tal vez como superponiéndose por sobre otras personas, dados su rango, rol y
conocimientos técnicos, y algo intransigente en sus concepciones o interpretaciones de
la ley. Por tanto, teniendo en cuenta que se trata nada menos que de la persona
denunciante, su testimonio pareció algo interesado en defender un procedimiento
administrativo efectuado por ella misma en desmedro e incluso descrédito de otros que
no ostentaran su rango, motivos por los cuales se le asignó un menor valor probatorio,
pues no parece revestida de la necesaria imparcialidad y neutralidad que parece
razonable esperar de un funcionario en tal posición, lo que menguó su valor probatorio
como testigo para sustentar la postura de la Fiscalía, más si consultada al efecto por el
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Fecha: 28/08/2018 17:08:58
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Ministerio Público mencionó que el vehículo “era una casa rodante” y -frente a las
contrapreguntas de la Defensa- respondió que “si viera en la calle el móvil es un motor
home”, que “pasaría como un motor home”, que cumplía con el requisito de la cama, el
baño, pero que ella en su calidad de funcionaria debe ver los antecedentes.
Esta testigo apuntó que trabaja en Aduanas hace unos 35 años, cumpliendo
actualmente funciones como encargada de control de gestión e informática, con el
Director Regional, que a la época de los hechos, que sitúa en el año 2016, trabajaba
como encargada de la Unidad de Aforo, actuando como fiscalizadora para aforo de
mercancías presentadas previo a su importación, procedimiento que explica consiste en
un solo acto, en que se hace la verificación documental de los antecedentes que
respaldan la importación en una carpeta que prepara el Agente de Aduanas con
antecedentes que le son aportados por el importador y mandatado por él, tras lo cual se
revisa ello más la mercancía y la DIN como documento de importación en conjunto con
la Agencia de Aduanas. Especificó que en este caso se trataba de una casa rodante
pero al revisar in situ llamó su atención que el documento que se presentaba para
ingreso era una factura de remate y no como suele ocurrir en un ingreso legal de
mercancías, lo que la llevó a revisar más los documentos, llamando también su
atención la marca del vehículo pues diariamente hacen unos 15 a 20 aforos, tratándose
en este caso de un chassis cabinado, por lo que para asegurarse revisó la verificación
que la marca daba en internet para ese tipo de vehículos en que también decía chassis
cabinado, y con esa duda fue a hacer el aforo o revisión física constatando in situ que
estaba adaptado como casa rodante, por lo que no daba cumplimiento al capítulo 87 del
Arancel Aduanero, nota legal N° 1, pues el requisito para clasificarlo aduaneramente
como una motor home era que tenía que haber sido construida para tal efecto y tenía
que tener como mínimo baño, cocina, cama, lo básico de una casa, y así lo debe
sostener el fabricante, así que revisaron con más detalle notando que fue adaptado
luego de ser creado como chassis cabinado a casa rodante, con lo que decidió informar
al empleado de la Agencia de Aduanas que no cumplía los requisitos normativos e hizo
la denuncia por contrabando ya que el vehículo no podía ser importado en esas
circunstancias al haber sido concebido por la marca como un chassis cabinado,
quedando muy acongojados el importador y su señora, a los que no recuerda
mayormente, al informarles que sería denunciado por no cumplir con la ley, habiendo
permitido que estuvieran presentes pese a que sólo debe entenderse con el Agente de
Aduanas, pidiendo la credencial para que se identifique, siendo Yovana Ahumada una
tramitadora nomás, sin que pueda entenderse con gene que no sea el Agente de
Aduanas. En ese momento, la Agente de Aduanas señaló el vehículo que sí cumplía
con los requisitos, que tenía un documento del departamento técnico que avalaba, le
dio un plazo para que lo corroborara sin que lo justificara dentro de dicho término, de lo
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que ella dejó constancia en la Asesoría Jurídica con la correspondiente denuncia por el
delito referido, pues la mercancía debe ser de lícito comercio, es decir, no prohibida
pero al hacer ella la denuncia se transforma en prohibida, por el artículo 21 del Estatuto
Automotriz. Añade que en régimen de zona franca están todas las mercancías que no
están sujetas a impuestos, recibiendo un tratamiento especial si están en zona de
extensión, pero para salir de la región al resto del país deben cumplir los requisitos de
importación antes indicados. Concluye que si el vehículo fuera motor home debería ser
fabricado por el dueño de la marca y concebido para ese objetivo, caso en que sí se
podría materializar la importación del vehículo y el consignatario estaría habilitado para
circular por todo el territorio nacional, quedando en consecuencia liberado. Ante la
exhibición de los otros medios de prueba ofrecidos por la Fiscalía, respondió que son
adaptaciones que puede sufrir el chassis cabinado según las necesidades de quien lo
va a adquirir, entre ellos la de motor home, pudiendo ser adecuado a esas necesidades,
pero no fue concebido para esa finalidad ya que sólo fue concebido con chassis,
aunque no sabe si esa marca tiene motor homes, porque a ella le interesa
copulativamente la marca y el modelo, respaldado con los documentos. El motor home
cumplía con el requisito de la cama, el baño, pero había sido adaptado para ello, y ella
actúa según la norma técnica, no de forma antojadiza, pero si ve en la calle el móvil es
un motor home, pasaría como un motor home. El propietario de este vehículo era la
PDI, ese antecedente estaba en la carpeta y lo tuvo a la vista. Llamó la atención a un tal
Escobar que fue a su oficina, por no tener carné de Agencia de Aduanas, se desgastó
más en explicar al importador, pues lo único que quieren es disponer de su vehículo sin
entender nada más.
De manera que esta testigo, en cuyo testimonio se basa el testigo Diego Lobos,
no indica en ninguna parte de manera clara que se estuviera introduciendo al territorio
nacional o extrayendo de él un vehículo, pues admiten ambos que pertenecía con
anterioridad a la Policía de Investigaciones (PDI), datos que ambos afirman, luego al
explicar que el documento que se presentó para hacer el ingreso de mercancías lo
presentó un Agente de Aduanas mandatado por un importador que no recuerda
ninguno de ellos, vehículo que se presentó para revisión con todos sus documentos,
partiendo por un acta de remate en que lo adquirió tal importador y en que ambos
deponentes coinciden en que tiene baño, cocina y camas, pero que aparecía en su
inscripción como chassis cabinado.
Si se tiene en cuenta que incluso la propia testigo Gilda Sepúlveda se refiere en
dos oportunidades al móvil sobre que recae el juicio, como “el motor home”, y explica
que si lo ve en la calle “es un motor home”, no parece difícil proyectar que una persona
sin formación especial en normativa aduanera bien podría entenderla como un motor
home o casa rodante, más si se ha adjudicado en remate un vehículo que se le ha
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presentado como tal, y que tiene esa apariencia, lo que se corrobora con la documental
allegada por la Defensa, no objetada, en que presenta una notificación de advertencia
N° 17267 de la Ilustre Municipalidad de Arica, de fecha 24 de octubre de 2017, en que
se le cursa una infracción empadronada por el “vehículo Chevrolet color café motor
home” y en los otros medios de prueba aportados también por la Defensa, tampoco
objetados, en que se advierte que se trata de un móvil difícilmente de concebir como un
simple camión o vehículo diverso a una casa rodante o motor home, que tiene
comunicación entre la cabina y la parte habitable trasera, que tiene cocina, baño y
camas, entre otros elementos, y de los otros medios de prueba aportados por la
Fiscalía y exhibidos a la testigo Gilda Sepúlveda no se obtiene una conclusión diversa
pues se muestran distintas opciones que da el fabricante para dotar a los vehículos
similares que oferta, no obstante rotularlos como chassis cabinado o camión, pues es
evidente que ofrece un móvil para ser adaptado ya sea a camión aljibe, casa rodante,
camión tolva, carro de bomberos, ambulancia, grúa camión de carga, entre otros.
Si se tiene en cuenta que la Defensa también incorporó la declaración de Yovana
Ahumada Cabrera, testigo que se mostró enfática en sus asertos, justificó sus dichos,
no disimuló su disconformidad con la opinión de la testigo de cargo Gilda Sepúlveda,
antes analizada, ni su afectación por un trato que indicó es habitual en tal funcionaria,
dando a entender que no ha recibido un buen trato de su parte, no pareció por esto
perder convicción en sus afirmaciones en torno a que a su parecer y en base a su oficio
de tramitadora o asesora aduanera, conociendo el sistema franco, de que el vehículo
objeto del juicio sí es un motor home o casa rodante, razón por la cual aceptó tramitar
su liberación al considerar que sí cumplía los requisitos legales, lo que indica haber
corroborado con el Ministerio de Trasportes y con un funcionario de Asesoría Técnica
de la Aduana, por lo que no se vio en ella, pese a su afectación por el trato que dice
haber recibido de la funcionaria testigo Gilda Sepúlveda Caroca, afectar por ello su
convencimiento de que actuó dentro del marco que da la normativa aplicable; se vio
segura en su relato, no titubeó ni se extralimitó en sus expresiones, no fue histriónica,
no se vio insegura ni vacilante, motivos por los cuales se estimó una testigo que
relataba lo que efectivamente piensa y cree, proyectando así coherencia interna, y si se
tiene en cuenta que varias de sus aseveraciones se ven corroboradas por los propios
dichos de los dos testigos de cargo en orden a que el vehículo en comento fue usado
por la PDI para transporte de personal y parece una casa rodante, se consideró una
testigo veraz y creíble, con alta capacidad probatoria.
Esta deponente, señaló que se dedica a asesorar en tramitación a personas que
tienen problemas con Aduanas desde hace 28 años, que a veces hay mercaderías con
documentos de importación mal hechos, pero hay formas de corregirlos, conoce el
sistema franco por haber trabajado en Iquique todo el tiempo, conociendo también los
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requisitos para importar vehículos al resto del país. Especifica que conoce bien el caso
sometido a este juicio, pues por recomendaciones de terceros, una persona de nombre
Pedro le pidió a través de su hijo que la contactó, sus servicios, pues compró un
vehículo que es una casa rodante, lo quería liberar para su uso personal sin tener que
hacer uso de pasa avante, y como las casas rodantes sí se pueden liberar, se quiso
acoger a dicha franquicia y ella le dijo que sí se podía liberar al ser una casa rodante,
aunque necesitaba ver el móvil antes para verificar que estaban hablando de lo mismo,
así que él se lo llevó y corroboró que así era, confirmando que el artículo 87 del Arancel
Aduanero en uno de sus párrafos lo permite para los vehículos casa rodante, que son
los que tienen baño, cocina, cama y ser uno mismo con la cabina, lo que este vehículo
cumple, pero para mayor seguridad lo llevaron a Aduana y hablaron con el jefe del
Departamento de Fiscalización don Luis Basáez, quien salió a ver el vehículo y le dijo
que sí cumplía los requisitos, pero que se cerciorara con los documentos. Así, fue al
Ministerio de Transportes acompañada de Pedro Cerda hijo o padre, no recuerda bien,
desde donde los derivaron a la Planta de Revisión Técnica de Bajo Molle, lugar donde
luego de una inspección ocular acreditaron que se trataba de una casa rodante. Como
estaba inscrito como chassis cabinado y así había estado por años mientras fue de la
PDI que también la ocupaba como casa rodante en la frontera pues en ese entonces ya
tenía esa transformación y era habitable -de quien don Pedro adquirió el bien por medio
de un remate-, pero para la estructura del Ministerio de Transportes era una casa
rodante, ella hizo la reinscripción en el Servicio de Registro Civil para que figurara como
tal, por estimar que ello conrrespondía, y antes de presentar la DIN, que es lo último a
efectuar, y para liberar un vehículo se adjunta la factura más la inscripción del vehículo
y su certificado de dominio vigente además de la cédula de identidad del propietario que
se adjuntan a la solicitud de trámite en la Aduana, Departamento de Franquicias, en
carpeta que pasa por el Departamento de Franquicias, donde lo revisa un experto y
luego un fiscalizador, siendo autorizado a continuación por el jefe del Departamento de
Fiscalización, pasando después a ser visado por el Jefe de Asesoría Técnica Aduanera
(en ese tiempo a cargo de don Raúl Barrera), suscribió los documentos para cumplir
con el procedimiento interno, que ella conoce, siendo rechazado en la última etapa para
desaduanarlo, que es el aforo, donde la funcionaria Gilda Sepúlveda (en el patio de
Aforo) lo vio de lejos y sin acercarse resolvió diciendo que “eso no es casa rodante” y
“se rechaza el aforo”, tras lo cual retornó a la oficina de la que había salido, todo eso sin
revisar, lo que no llama su atención pues la ubica desde hace años ya que esa persona
hace turnos ahí y es habitualmente así. Por ello, la testigo le dijo a don Pedro que
reclamara porque la funcionaria debía cumplir su labor, pero la aludida no quiso salir de
su oficina, así que la declarante ingresó a la oficina de esa persona para que le dijera
qué pasaba pues ya tenía los antecedentes desde hacía una hora atrás, pero ésta le
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contesto de manera muy despectiva que ella no tenía nada que ver ahí y que debía ir el
encargado de la Agencia de Aduanas, don Jorge Escobar, ante lo cual la deponente le
explicó la función para la que había sido contratada por el particular y que era para
hacer el trámite completo, agregando que contrató a la Agencia de Aduanas y que don
Pedro era el que pagaba la DIN, pero la echó de la oficina. De esto hace ya un año y
medio o dos, estaban presentes un representante de la Agencia de Aduanas y la
testigo. Añadió que este tipo de vehículos se importa frecuentemente, pero depende del
fiscalizador si se rechaza o no, según el criterio de quien esté, pues aunque el Arancel
Aduanero dice algo muy específico, queda sujeto al criterio. Ante la exhibición de las
fotografías ofrecidas por la Defensa, explicó que se trata del vehículo al cual ha hecho
referencia, que tiene baño, una cabina pegada o que no se separa o desconecta, esto
es, que el vehículo está unido a la casa, observando que hay cama, muebles de cocina,
lavaplatos, mesa de comedor, la conexión interna entre el cubil y el cubículo del
conductor, el desgaste de óxido por uso en la cocina, ya que por años la ocupó la PDI,
la litera, la folletería, esto es, que cualquier persona es una casa rodante, y el criterio
del martillero también fue así, pese al tecnicismo posterior, razón por la que no entiende
cómo dos servicios públicos trabajen con criterios tan disímiles. La importación es una
destinación aduanera, los asesores aduaneros no están habilitados para tramitar en
Aduanas, pero cualquier persona puede tramitar, quedando reservado el pago de los
impuestos a los Agentes de Aduana.
De lo dicho por esta testigo de descargo se advierte que tiene una percepción de
lo hecho por Aduanas a través de la fiscalizadora actuante, la testigo de cargo Gilda
Sepúlveda, indiciaria de que esta última hizo aplicación de un criterio personal que no
necesariamente es compartido por otros fiscalizadores, apoyada en la apariencia de
casa rodante del móvil, de su implementación, lo que apoya en las fotografías exhibidas
sin objeción, y en opiniones dadas tanto por el Ministerio de Transportes como por un
martillero público que la subastó como casa rodante, según también se deduce de la
documental de la propia fiscalía consistente en la factura N° 0039912, de 23 de agosto
de 2015 (según lo que se puede leer en ella) no objetada; tal y como fue utilizada por su
asignatario anterior, la Policía de Investigaciones o PDI, en congruencia con lo referido
por los dos testigos de cargo, y habiendo refrendado lo dicho por la testigo de cargo
Gilda Sepúlveda en cuanto a que quien tramitó el intento de liberación del vehículo fue
una persona diversa al enjuiciado, por encargo de otro tercero, al parecer hijo de éste
que sería el beneficiario, según lo indicado por todos los testigos.
Si se toma en cuenta que la labor de interpretar las normas legales está
entregada por excelencia a los tribunales de Justicia, no cabe sino concluir que la ley es
susceptible de tal labor de interpretación, misma que debe hacerse con un criterio no
sólo técnico, sino también contextual, relacionado a los hechos, lo que justifica que se
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adjunten una serie de antecedentes a la carpeta administrativa que se presenta a la
Aduana para que en conjunto con la revisión física o aforo, arroje un resultado que si es
discutida puede resolver un tribunal, interpretando la normativa a la luz de los
antecedentes y pruebas. Ello tiene sentido, pues debe considerarse la procedencia del
bien, la forma en que se adquirió, quién era el anterior propietario, y cuándo en la
práctica se está presentando un vehículo en relación a su apariencia previa y actual.
En los hechos, este tribunal no advierte cómo podría atribuirse a una persona
una alteración física de un bien que adquiere en una subasta pública, según lo
sostenido por todos los testigos y el documento aludido en el párrafo anterior, si se trata
de un objeto que ya viene modificado en su estructura nada menos que por una
institución fiscal, como lo es un cuerpo de policía, a saber, la P.D.I., que ya lo usaba en
la apariencia (de casa rodante o motor home) que tenía a la fecha desde su adquisición
hasta aquélla en que se presenta a la Aduana para ser liberado mediante el trámite de
la importación, gestión que por lo demás no es ejecutado por dicha persona
directamente sino que por terceros aunque en su beneficio. Ese acto no podría
entenderse como malicioso o que contenga la intención de engañar, a menos que
hubiera algún pronunciamiento autorizado sobre el punto, lo que no ocurre en la
especie. En efecto, sin ese pronunciamiento previo, no cabría concebir como engañosa
de plano la exhibición de todo el historial del móvil y sus sucesivas modificaciones
documentales, como las referidas a la solicitud de transformación contenidas en los
documentos aportados por la Fiscalía sin objeción, consistentes en el Certificado de
Inscripción y Anotaciones Vigentes del móvil Placa Patente Única (P.P.U.) RV.9598-5,
otorgado por el Servicio de Registro Civil e Identificación y de fecha 12 de agosto de
2016 en que aparece como camión, en relación a su Certificado de Inscripción y
Anotaciones en el Registro de Vehículos Motorizados (R.V.M.) otorgada por el mismo
Servicio con igual fecha. Ello, atendido que en documento de Declaración de Ingreso N°
1330123588-1, del Servicio de Aduanas, con fecha de vencimiento el 07 de septiembre
de 2016, en que aparece como Motor Home (vehículo casa rodante), incorporada por la
Fiscalía sin objeción; y a la luz de la Solicitud de Alteración de Características allegada
también por la Fiscalía sin observaciones, de fecha 04 de julio de 2016, relativas al
vehículo P.P.U. RV.9598-5, en que aparece un cambio de tipo Camión; y, en la
Solicitud de Alteración de Registro de Carga de fecha 04 de julio de 2016, respecto de
la máquina P.P.U. R:V.9598—5, en que también aparece como camión. Todos estos
documentos dan cuenta que fueron acompañados sin ocultación alguna, con sus fechas
debidamente registradas, en una carpeta que indica la testigo de descargo Yovana
Ahumada Cabrera y que fue aludida por la testigo de cargo Gilda Sepúlveda Caroca, es
decir, que ésta última tuvo a la vista toda la evolución de las inscripciones
documentales de un mismo móvil que se le presentaba para liberación para que hiciera
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su revisión física y pudiera constatar que se trataba no sólo de un camión o chassis
cabinado, sino que de un vehículo de estas características que había sido adquirido del
Estado en un remate o subasta pública de manos de una Policía (la P.D.I.), y que era
una casa rodante y no sólo un camión o chassis cabinado, pues ya lo había adaptado
conforme insta el propio fabricante, tal y como se ve en las imágenes obtenidas de
Google de 01 de octubre de 2016 y exhibidas a la testigo Gilda Sepúlveda Caroca en
audiencia, sin objeción, esto es, dando cuenta de que el vehículo había sido modificado
el propio Estado antes de su importación formal o intento de liberación por terceros en
beneficio de Pedro Cerda Cea, como consta en mandato poder de fecha 21 de agosto
de 2016, incorporado en juicio sin óbice, por la Fiscalía.
Por lo anterior, la impresión que puede haber obtenido de los hechos la testigo
Gilda Sepúlveda Caroca y la Aduana, de la que dan cuenta el oficio ordinario N° 140 de
la funcionaria mencionada, de fecha 12 de octubre de 2016 recibida en Asesoría
Jurídica de la Aduana Reg. 31283 el 14 de octubre de igual año; el acta de Retención
de Mercancía y Depositario Provisional de 12 de octubre de 2018, también suscrito por
ella; el aforo y Liquidación Prohibida de fecha 12 de octubre de 2016, también suscrita
por esa funcionaria fiscalizadora; la denuncia N° 561, de fecha 09 de noviembre de
2016, del Director Reginal de Aduanas Región de Tarapacá; no obstante no estar
objetados, contienen una posible interpretación de los hechos que, a la luz del resto de
la prueba en conjunto, ya analizada y conforme a lo ya dicho, no fue compartida por
este tribunal.
La conclusión antes aludida no se desvirtúa con el oficio Ord. N° 1095, de 07 de
noviembre de 2007, del Jefe del Departamento de Fiscalización Aduana Iquique (S),
suscrita por don Eduardo Olmedo López; tampoco con el Acta de Verificación de fecha
07 de noviembre de 2017 con firma ilegible; acompañadas sin objeción, pues refieren
una visita a un domicilio donde se explicita que no se dedican en el lugar a la
transformación de vehículos. Y, el Certificado de Inspección Visual Folio N° 6997, de
fecha 08 de junio de 2016, no objetado, sólo da cuenta de cómo venía inscrito el móvil
objeto de este proceso, y que ya se ha dicho, no necesariamente de forma maliciosa o
engañosa se habría pretendido corregir por el adjudicatario en un remate o subasta
pública, según lo que ha dicho en su declaración el encartado Pedro Cerda Cea, por
resultar evidente a su juicio de que se trataba más que de un simple camión, de uno
que el adquirió y se le adjudicó como casa rodante.
De esta manera, el componente legal en análisis, de que se haya introducido al
territorio nacional o extraído de él, no puede darse por satisfecho, más si se trata de un
trámite que todos los testigos y documentos dan cuenta que no se completó, ni
tampoco que fuera estrictamente ejecutado por una persona en concreto, a saber, el

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encartado, ni aún a la luz de lo dispuesto en los artículos 22 de la Ley de Zona Franca y
181 de la Ordenanza de Aduanas, referidos en el considerando anterior.
En relación al requisito de que se trate de una mercancía cuya importación o
exportación se encuentre prohibida, de lo dicho en los párrafos anteriores de esta
motivación, se entiende que no ha sido discutido que una casa rodante está
comprendida dentro de las situaciones de excepción señaladas en el artículo 21 del
Estatuto Automotriz, al que se hizo referencia en la consideración octava de este fallo, y
de la prueba allegada, analizada a propósito del requisito anterior, en base a las
mismas conclusiones allí consignadas, que no se reproducen por razones de economía
procesal, esta parte de la descripción legal tampoco podrá darse por satisfecha pues
en el caso concreto, el bien fue adquirido en una subasta pública como una casa
rodante, así lo parece conforme indican las fotografías allegadas por la Defensa sin
objeción, y no lo han refutado ninguno de los testigos de cargo, sosteniendo incluso
todos ellos que para cualquier persona el vehículo sí es un motor home o casa rodante.
En cuanto al elemento subjetivo, no habiéndose probado los elementos objetivos
de la descripción típica, no cabe pronunciamiento a su respecto.
Acorde a lo ya dicho, sólo se dieron por acreditados los hechos que a
continuación se indicarán.
DÉCIMO: Hechos acreditados. Que, con la prueba rendida apreciada conforme a
lo dispuesto en el artículo 297 del Código Procesal Penal, y conforme al principio de
inmediación, este juez dio por acreditados más allá de toda duda razonable los
siguientes hechos:
El día 12 de octubre de 2016, funcionarios de la Aduana de Iquique efectuaban
labores de rutina en el Recinto Amurallado de Zona Franca, en que les fue presentada
a despacho mercancía amparada por la Declaración de Ingreso (DIN) N° 1330123588-1
de fecha 23 de agosto de 2016, tramitada por el Agente de Aduanas don Luis
Retamales Pizarro, en representación de PEDRO JOSÉ CERDA CEA, en la cual se
señalaba 01 Motorhome, marca Chevrolet, modelo CK31043, usada, año 1997, color
beige, indicando el N° 1GBJK34F5VF015939.
Al ser practicada la revisión física del vehículo presentado ante una funcionaria
Aduana, estimó que sus características no correspondían a una casa rodante y/o
motorhome originalmente construida para ser usada como tal, sino que a un chassis
cabinado usado, adaptado como casa rodante y/o motorhome, con un valor aduanero
de $1.972.048.-, considerándolo como un vehículo cuya importación se encuentra
prohibida a nuestro país.”
UNDÉCIMO: Calificación jurídica de los hechos acreditados en relación a la
valoración de la prueba allegada. Que, los hechos antes descritos no constituyen el
delito de contrabando previsto y sancionado en los artículos 168 y 178 N° 1 de la
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Ordenanza de Aduanas, puesto que no dan cuenta de que se haya cumplido el
requisito básico de ingresar o extraer del país por parte de una persona imputada,
mercancías cuya importación o exportación se encuentre prohibida. En efecto, si bien la
documental aportada por la Fiscalía explica que el móvil adquirido en una subasta
pública por el imputado, de un vehículo ya transformado físicamente para ser usado
inicialmente por la Policía de Investigaciones, según indicaron todos los testigos, de
cargo y descargo, así como lo señaló también el enjuiciado, de lo mismo sostenido por
cada uno de ellos se extrae que el móvil en comento, físicamente se ingresó al país por
un ente distinto, a saber, el Estado de Chile. Por otra parte, tampoco contraviene lo
dispuesto en el artículo 22 de la Ley de Zona Franca puesto que no habría sido una
persona sino un ente público el que introduciría mercancías como la señalada, de una
Zona Franca o Zona Franca de Extensión. A mayor abundamiento, la obtención de
liberación o reducción de derechos para mercancías que no cumplen con las
condiciones prescritas en la ley para concederlas, de las que trata el artículo 181 de la
Ordenanza antes referida, requiere que sea engañosa, lo que malamente podría
desprenderse de una conducta en que se sigue un procedimiento que contempla la
revisión física o aforo por personal autorizado de la entidad correspondiente, en este
caso el Servicio de Aduanas, en lo que fue clara la testigo Gilda Sepúlveda Caroca, al
igual como lo expresó la testigo de la Defensa Yovana Ahumada Cabrera, y según dio a
entender el testigo de cargo Diego Lobos Rojas. En efecto, no constando
fehacientemente que los documentos se hayan alterado maliciosamente por la persona
del encartado, pues en las declaraciones acompañadas y conforme indican los testigos,
no habría intervenido personalmente, tal circunstancia no podría estimarse como
concurrente. A lo anterior se suma que en la documental restante y los otros medios de
prueba allegados se observa que el móvil en entredicho puede ser considerado como
una casa rodante, sin que sea prístino que su forma actual no corresponda a su diseño
y fabricación original, independientemente de cómo se le rotule o designe en
documentos técnicos que no son de manejo popular, cabiendo la posibilidad de que se
le estime genéricamente como camión, o que se le designe por su chassis acompañado
de la palabra “cabinado”, pues las reglas de la lógica y de la lingüística posibilitan que
así se pueda señalar de forma genérica un tipo de vehículo. No resulta menor señalar
que la intención de hacer idéntico algo que se percibe de una forma con lo que indica
que es su documentación parezca necesariamente una intención concreta de falsear ni
menos engañar, lo que necesariamente requiere de que ello se establezca más allá de
toda duda razonable, sin que la calidad de una nota legal a un Estatuto Automotriz
pueda sólo ser entendido como una normativa de rango legal, aun cuando personas
expertas y versadas en la materia puedan así concebirlas, pues su especialidad puede
llevarlas a ser más precisas o concretas para interpretar en tal o cual sentido,
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circunstancia que no comparte, conforme indican las reglas de la lógica y las máximas
de la experiencia basadas en la simple constatación de que no todos cuentan con
instrucción elevada ni unívoca como para entender en un mismo sentido específico un
postulado normativo, pues tanto es así que la documental allegada por la Defensa, así
lo revela, nada menos que de personal municipal, e incluso –refiriéndose a ello inquirida
por la Defensa- la propia testigo de cargo Gilda Sepúlveda Caroca, manifestó que si
ella viera el vehículo sobre que versa esta causa, en la calle, la estimaría como dice
haberla siempre percibido el imputado, esto es, un motor home o casa rodante, lo que
se profundiza si se tiene en cuenta que de las fotografías allegadas también por la
Defensa, pueda estimarse por cualquier persona que el móvil cumpla con un concepto
vulgar de casa rodante por tener comunicación que permita el acceso, aunque sea
difícil, entre la cabina y el resto constituyendo un solo todo, y cuente con elementos
presumibles en tal tipo de vehículo, como baño, cocina, camas, entre otros.
De suerte que, conforme la prueba allegada y no obstante los hechos que se
estimaron acreditados, se pueda concluir irrefutablemente o más allá de toda duda
razonable, que se cumpla con los requisitos basales del tipo penal en análisis, lo que no
ha ocurrido en la especie.
Atendido el exigente estándar de convicción que impone nuestra legislación para
arribar a un veredicto condenatorio, teniendo presente que ello se exige tanto en la
Constitución Política de la República, en sus artículos 6 y 7 en cuanto regula el Estado
de Derecho y el Principio de legalidad, y en el artículo 19 N° 3 al tratar el debido
proceso de Derecho, y en el Código Procesal Penal en los artículos 297 sobre el mérito
de la prueba rendida y su forma de valoración en esta materia, en relación al 340,
relativo a la convicción antes referida, requiriéndose entonces que para efectuar un
juicio de reproche el tribunal arribe a tal convencimiento con la suficiencia y precisión de
los medios de prueba aportados de una manera tal que supere toda racional posibilidad
de exculpar al imputado.
En la especie, acorde lo razonado, este juez no logra formar convicción más allá
de toda incerteza plausible, para dar por incontrovertible el tipo penal materia de
requerimiento, conforme ya se puntualizó.
DÉCIMO TERCERO: Participación. Que, por lo anterior, al no estimarse
probados más allá de toda duda razonable los elementos del tipo requerido, inoficioso
resulta pronunciarse acerca de la participación.
DÉCIMO CUARTO: Decisión de absolución o condena. Que, conforme a lo
señalado, el veredicto y esta sentencia necesariamente deben ser absolutorios, por
insuficiencia de prueba respecto del hecho punible por el delito objeto de requerimiento,
tal y como se expresará en la parte resolutiva, acogiéndose –así- la postura de la
Defensa.
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DÉCIMO QUINTO: Costas. Que, no obstante resultar absolutoria la sentencia, se
advirtió que el Ministerio Público contaba con prueba de dos funcionarios, uno del
Servicio de Aduanas y otro de la Policía de Investigaciones de Chile, que estimó
declararían en determinado sentido, siendo imprevisible el tenor en que efectivamente
su deposición sería efectuada, además de contar con prueba documental y otros
medios de acreditación que pudo considerar que serían suficientes para acreditar hecho
y participación, lo que en definitiva no ocurrió, de lo que se desprende que obró con
motivo plausible para litigar, por lo que se liberará de costas a esa interviniente.
Por estas consideraciones y visto, además, lo dispuesto en los artículos 1, 2, 7,
15 N° 1, 18, 30, 68, 70, todos del Código Penal; artículos 168 y 178 N° 1 de la
Ordenanza de Aduanas; Artículo 21 del Estatuto Automotriz; artículos 1, 4, 5, 45 y
siguientes, 55, 58, 295, 296, 297, 340, 341, 342, 343, 344, 346, 347, 395 y siguientes
del Código Procesal Penal, SE DECLARA:
I. Que, se absuelve a PEDRO JOSÉ CERDA CEA, C.I. N° 5.803.833-4, ya
individualizado, del requerimiento que lo estimó autor de un delito consumado de
contrabando, prescrito y sancionado en los artículos 168 y 178 N° 1 de la Ordenanza de
Aduanas, en relación al artículo 21 del Estatuto Automotriz, que se habría cometido en
Iquique el día 12 de octubre de 2016.
II. Devuélvanse a los intervinientes los documentos incorporados durante la
audiencia de juicio oral.
III. Que, no se condena en costas al Ministerio Público, por haber actuado
con motivo plausible para litigar.
Regístrese, notifíquese y archívese en su oportunidad.
Redactada por don Mauricio Chía Pizarro, Juez de Garantía de Iquique.
R.U.C. 1601081115-9.
R.I.T. 4.481-2017.

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REQUERIDO: PEDRO JOSÉ CERDA CEA.

Iquique, trece de agosto de dos mil dieciocho.

SEGUNDO: Alegaciones de apertura. Que, en su alegato de apertura, la Fiscalía

Mauricio Antonio Chia Pizarro

Mauricio Antonio Chia Pizarro

2.- Gilda Isabel Sepúlveda Caroca, chilena, C.I. N° 8.945.352-6, 56 años de

III.- Otros medios de prueba:

SEXTO: Prueba de la Defensa. Que, la Defensa, en apoyo de su contra

III.- Otros medios de prueba:

SÉPTIMO: Alegaciones de clausura y réplicas. Que, en su alegato de clausura,

Mauricio Antonio Chia Pizarro

Mauricio Antonio Chia Pizarro

Mauricio Antonio Chia Pizarro

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