El Chullachaqui es un enano o un demonio del rainforest cuyo nombre proviene
de los términos quechuas para "disímil" (Chulla) y "pie" (Chaqui), esto es “los pies disímiles.” Según la leyenda de Iquitos, este enano del bosque tiene la habilidad para transformarse en cualquier otra persona que él desea para engañar visitantes o las personas locales viviendo en la selva. Él puede aparecer como un miembro de la familia o un amigo, conduciéndoselos hacia caminos equivocados, yendo más profundo y más profundo en la selva y luego dejándolos allí, perdiós. Para un niño, el Chullachaqui muchas veces aparecerá como otro niño u otro compañero de juego. En este disfraz, el Chullachaqui malvado tratará de atraer con engaño al niño en el bosque para ponerse perdido. La única forma para descubrir la identidad verdadera de Chullachaqui es mirar a sus pies, como uno de sus pies es deformado. Consecuentemente, él tratará de esconder sus pies. Estando descubierto, el Chullachaqui escapará en la selva. Según esta leyenda de Iquitos, un muchacho fue con sus padres para la selva para recoger leña. Los padres dejaron el niño solo por un momento para recoger algo de leña y él jugaba en un espacio abierto cuando él vio qué apareció ser otro niño de la misma edad en un árbol distante. El niño en el árbol le llamó por señas para venir, pero el niño no salió del espacio abierto, prestando atención a la advertencia de sus padres que no deambular por fuera en el bosque. Cuando los padres del niño regresaron, el niño contó a sus padres sobre el niño en el árbol. Los padres supieron que nadie vivió en el área y fue en busca del niño en el árbol, sino no encontró ninguna cosa, justamente las huellas extrañas que pareció haber estado hecha por un enano con un pie deformado. EL MUKI EL DUENDE MINERO El muqui es un duende minero que vive en las minas de la sierra peruana. La palabra muqui viene de la palabra quechua murik ‘el que asfixia’. Otra traducción sugiere la palabra mukiq, como ‘el acto de torcer’ o ‘ahorcar’, en clara alusión al silicio que abunda en las minas, gas letal que produce la silicosis, que es una grave enfermedad respiratoria. Los mineros que han logrado ver a estos duendes, los describen como un ser de estatura pequeña, que nunca llega al metro de altura, es bonachón, asimétrico y camina como pato. Su cabeza está unida al tronco, pues no posee cuello. Sus cabellos son largos, de color rubio brillante y su rostro es colorado cubierto por una larga barba blanquecina y piel llena de vellos. Su voz es grave y ronca, no concordante con su estatura. Dicen que su mirada es agresiva, penetrante y hasta hipnótica. Suele vestir como minero, usa botas de caucho, abrigado por un poncho de lana y usa casco de protección, lleva una lampara de carburo y una shicullo (soga de pelos de caballo) atado a la cintura. Suele ser el responsable de extraños ruidos en las minas, pérdidas de herramientas sin explicación lógica, el agotamiento o el cambio de sentido de una veta de mineral sin motivo aparente. Los mineros refieren que emiten potentes silbidos, para anunciar el peligro y salvar mineros de su simpatía. Se dice que es muy comunicativo, y hasta incluso se comunica en los sueños. La leyenda cuenta la historia de don Demetrio, quien fué un minero viudo y vivía con su hijo de ocho años, llamado José. Un día, don Demetrio mandó a su hijo José a que fuera al río a recoger agua, pues tenían una actividad en su casa y requerían de este liquido para poder preparar la "patasca". Ya habían pasado 4 horas desde que el padre le había dado el encargo, y el padre, preocupado, decidió ir a buscarlo. Al encontrarlo cerca del río, lo sorprendió jugando con una pequeña criatura, que reconoció de inmediato, era el muqui. Sin pensar en las consecuencias, don Demetrio se lanzó sobre el duende, tomó su shicullo lo enredo en la pierna derecha y atrapó al muqui, quien no mostró resistencia alguna. LAS BRUJAS DE CACHICHE: LA LEYENDA DE UN ENCANTADOR LUGAR EN ICA Ica. El Oasis de la Huacachina, los mangos, la cachina, las uvas y el sandboard no son los únicos motivos por los que los turistas viajan a la hermosa ciudad de Ica. Allí, se encuentra el encantador pueblo de Cachiche, que fue sinónimo de hechicería para muchos en el país. Cachiche, de acuerdo con los ancianos de Ica, albergó incontables mujeres que poseían poderes sobrenaturales. Los lugareños mencionan que estos poderes servían para extirpar los males del cuerpo y preparar brebajes para diversas santerías. Cuentan que la bruja más famosa de Cachiche fue Julia Hernández Pecho Viuda de Díaz, quien murió a los 106 años de edad, luego de una vida llena de hechizos y brebajes especiales. Relatan que esta bruja mencionó que Ica se hundiría cuando crezca la séptima cabeza de la Palmera de las Siete Cabezas. Esta palmera también es otra atracción turística de Ica, con sus propias leyendas y especial por tener una curiosa forma: nacen del suelo seis palmeras que parecen serpientes, en lugar de salir erguidas. ¿Y la séptima? Pues siempre es cortada por la gente antes que salga a flote, ya que las personas siguen creyendo en lo que dijo Julia Hernández. Tanto el pueblo, como la palmera, tienen sus encantos y reciben a miles de turistas al mes.