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Latín I (Ventura) 1

FFYL-UBA
Departamento de Lenguas y Literaturas Clásicas
Lengua y Cultura Latina
Cátedra “B”: Prof. Mariana S. Ventura

NOCIONES ELEMENTALES DE PRONUNCIACIÓN Y ALFABETO DEL LATÍN


Mariana S. Ventura

Los estudios en torno de la pronunciación del latín se retrotraen a la antigüedad, cuando,


con mayor o menor grado de formalidad, escritores y gramáticos romanos, hablantes del latín,
realizaron observaciones relativas a la fonética de su lengua. Pero la cuestión fue cobrando
mayor importancia a medida que el latín dejó de ser una lengua viva para transformarse en una
lengua de cultura, que se aprendía en las escuelas (aproximadamente, desde las invasiones del
siglo V d.C.): en forma creciente se planteó el problema de cómo pronunciar una lengua que en
la vida cotidiana ya no se hablaba. A partir del siglo XIX, el desarrollo científico de la
lingüística, de la fonética histórica en particular, dio nuevo impulso a las investigaciones acerca
del tema.
Conviene destacar que no hubo nunca una única forma de pronunciar el latín. En la
antigüedad existieron variantes cronológicas, regionales y sociales de la pronunciación latina.
En la actualidad se distinguen al menos tres formas de pronunciar el latín:

1) Las pronunciaciones nacionales adaptan los fonemas del latín a la fonética de diversas
lenguas modernas.
2) La pronunciación litúrgica o eclesiástica, que coincide mayormente con la pronunciación
nacional italiana, es la que prescribe la Iglesia Católica para la celebración de su culto.
3) La pronunciación restituta, clásica o científica intenta reconstruir la fonética del latín
hablado en Roma en el siglo I a.C. por las clases sociales cultas. Resulta de los estudios
realizados por lingüistas y filólogos clásicos sobre los testimonios conservados, apelando
además a las herramientas de la lingüística comparativa indoeuropea y romance.

En los párrafos siguientes, se resumen las principales caracterísiticas de la


pronunciación restituta.

1. FONEMAS VOCÁLICOS:

En la distinción de las vocales del latín intervienen tres variables: al grado de apertura
(distancia entre la lengua y el paladar) y a la zona de articulación (ubicación de la lengua
dentro de la boca), que, al igual que en español, determinan el timbre de la vocal, se añade el
rasgo suprasegmental de cantidad.
La cantidad consiste en la duración de una vocal o de una sílaba. Por su cantidad, las
vocales y sílabas del latín pueden ser largas (ˉ) o breves (˘).
Como resultado de la interacción de estas tres variables, el sistema vocálico latino
consta de diez fonemas que permiten distinguir significados:
Ejemplos:
lĭgō (=yo ato) / lĕgō (=yo leo)
mălŭm (=mal, desgracia) / mālŭm (=manzana)

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Grado de Zona  Vocales Vocales Vocales


apertura de articulación anteriores intermedias posteriores

Cantidad

Vocales largas ī ū
Vocales
cerradas
Vocales breves ĭ ŭ

Vocales largas ē ō
Vocales
Intermedias
Vocales breves ĕ ŏ

Vocal larga ā
Vocales
Abiertas
Vocal breve ă

Existen además tres diptongos: ae, au, oe.


Ejemplos:
maeror (=tristeza)
augurium (=augurio)
poena (=castigo)

Esporádicamente, cuando estas vocales entran en contacto sin formar diptongo, esto se
indica con diéresis.
Ejemplo:
poëta (=poeta, palabra de origen griego)

Vocales y diptongos se pronuncian en líneas generales igual que en español.

 Observaciones:

1. 1. Prosodia y ortografía del rasgo suprasegmental de cantidad


Nótese que, si bien los romanos pronunciaban las vocales largas y breves de manera
diferente, en la actualidad la pronunciación restituta no las distingue: la existencia de la
cantidad está suficientemente documentada, pero resulta imposible reproducir su prosodia con
exactitud.
Ejemplo: mălŭm (=mal, desgracia) y mālŭm (=manzana) se pronuncian de la misma manera.
Por otro lado, en la ortografía latina no se indica la cantidad de las vocales: las marcas
˘/ˉ son recursos modernos empleados en gramáticas y diccionarios, pero usualmente no en las
ediciones de los textos.
Ejemplo: mălŭm (=mal, desgracia) y mālŭm (=manzana) se escriben de la misma forma:
malum.
Aunque ni la pronunciación restituta ni la ortografía la marquen, es importante poder
determinar la cantidad de vocales y sílabas, en la medida en que esta incide en la ubicación del
acento de las palabras (cf. punto 3). Resulta indispensable, además, para analizar la métrica de

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la poesía latina, basada en la combinación de sílabas largas y breves, así como para llevar a cabo
estudios de gramática histórica.

1. 2. Cantidad de vocales y sílabas


Conviene aclarar que, aunque la cantidad de la vocal suele determinar la cantidad de la
sílaba, esto no siempre es así: cantidad vocálica y cantidad silábica no necesariamente
coinciden, en la medida en que, en el contexto de la sílaba, una vocal puede entrar en contacto
con otros fonemas que la modifiquen.
Ejemplo:
terra (=tierra): 1) la vocal -e- de la palabra, aislada y por su propia naturaleza, es breve, lo cual
explica que en español haya dado origen a la palabra “tierra”, con diptongo -ie-; 2) pero la sílaba
ter- en su conjunto, al terminar en consonante, es larga, y con esa cantidad se la emplea, por
ejemplo, en la métrica de la poesía.
La cantidad de las sílabas interesa a los fines de determinar la posición del acento
de las palabras (cf. punto 3) y de realizar el análisis métrico de poesía.
La cantidad de las vocales aisladas, como se indicó antes, puede incidir en la cantidad
de las sílabas (aunque no siempre lo hace), e interesa además a los fines de llevar a cabo
estudios de gramática histórica.

1. 3. Semivocales
Según el contexto en el que aparecen, las grafías i y u pueden representar las vocales [i]
[u] (como en español: “isla” y “untar”) o las semivocales prepalatal [j] y labiovelar [w] (como
en inglés: “yes” y “welcome”): estas últimas no son vocales sino consonantes.
Las semivocales [j] [w] aparecen siempre al comienzo de sílaba y seguidas de vocal,
ya sea al comienzo o en el interior de las palabras.
Ejemplos:
A comienzo de palabra:
iam [jam] (=ya)
uetus [we-tus] (=viejo)

En interior de palabra:
maior [ma-jor] (=mayor)
auus [a-wus] (=abuelo)
silua [sil-wa] (=bosque)
aruum [ar-wum] (=campo)
subiungo [sub-jun-go] (=uncir, subordinar)
interuenio [in-ter-we-ni-o] (=sobrevenir)

La ortografía antigua empleaba las mismas grafías para representar las vocales [i] [u] y
las semivocales [j] [w]: I/I, V/u (mayúscula y minúscula respectivamente). En el siglo XVI, el
humanista Pierre de la Ramée propuso discriminar gráficamente los fonemas, empleando las
letras I/i y U/u para las vocales [i] [u], y las letras J/j y V/v para las semivocales [j] [w]. Estas
grafías de las semivocales se conocen como “letras ramnistas”.
Ejemplos:
IAM/iam: en letras ramnistas se escribe JAM/jam
MAIOR/maior: en letras ramnistas se escribe MAJOR/major
VETUS/uetus: en letras ramnistas se escribe VETUS/vetus
AVVS/auus: en letras ramnistas se escribe AVUS/avus

En la actualidad, las letras ramnistas pueden encontrarse en diccionarios, gramáticas y


ediciones. Especialmente usual es la grafía v de [w], que facilita la identificación de la
semivocal y, al mismo tiempo, se apoya parcialmente en la ortografía antigua (la letra V existía
como mayúscula de [u] y [w]). La grafía J/j, en cambio, ha caído en desuso.

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1. 4. Apéndice labiovelar
En las grafías qu- y gu- (seguida de vocal), la letra u no representa a la vocal [u] sino a
un apéndice labiovelar de las consonantes [kw] y [gw]: en su conjunto, los dígrafos qu- y gu-
corresponden entonces cada uno a una consonante.
Ejemplos:
quis [kwis] (=quién): similar al español “cuidado”
queror [kweror] (=lamentarse): similar al español “cuero”
aqua [akwa] (=agua): similar al español “acuático”
quondam [kwondam]: similar al español “cuota”
equus [ekwus]: tendía a pronunciarse [ekus] (=caballo)
lingua [lingwa] (=lengua)
unguentum [ungwentum] (=perfume): similar al español “ungüento”
anguis [angwis] (=serpiente): similar al español “lingüística”

1. 5. “y griega”
Se trata de una grafía introducida tardíamente en el alfabeto latino para la transcripción
de la ípsilon griega (υ/Υ). El sonido griego correspondiente [ü] (como en francés “rue” o en
alemán “Bühne”) era ajeno al latín y sólo los hablantes cultos lo pronunciaban: la pronunciación
popular de la “y griega” oscilaba entre [i] y [u].
Ejemplo: el nombre propio griego Δίδυμος se encuentra escrito en inscripciones populares
“DIDIMVS” y “DIDVMUS”; la transliteración “correcta” hubiera sido “DIDYMUS”.

2. FONEMAS CONSONÁNTICOS:

En la distinción de las consonantes del latín, al igual que en español, intervienen tres
variables: el punto de articulación (el punto del aparato fonador que ejerce obstáculo a la
salida del aire), el modo de articulación (la manera en que dicho obstáculo se realiza) y la
participación de las cuerdas vocales (que, según vibren o no, producirán fonemas sonoros o
sordos).

Punto de
Modo de Articulación Labiales Labio- Dentales Palatales Palatales
Articulación  dental c/apéndice
 labiovelar
Sonoras
Oclusivas b d g [gw]
Sordas
p t [k] [kw]
Sonoras
Fricativas
Sordas
f s
Sonoras
Vibrantes r
Sordas
Constrictivas
Sonoras
Laterales l
Sordas

Sonoras
Nasales m n
Sordas

Se añaden a estos fonemas las semivocales prepalatal [j] y labiovelar [w]. Cf. punto 1.3.

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 Observaciones:

2. 1. [k]
En la ortografía, la consonante palatal oclusiva sorda [k] se escribía con la letra c
adelante de todas las vocales.
Nótese entonces que, en la pronunciación clásica, la letra c, aun cuando la suceden las
vocales e/i, se articula [k] (nunca [s], como en español, ni [ĉ], como en las pronunciaciones
italiana y eclesiástica del latín).
Por su parte, sólo en algunas pocas palabras se conserva la grafía k, siempre seguida de
vocal a.
Ejemplos:
cano [kano] (=yo canto)
kalendae [kalendae] (=calendas, primer día del mes)
centum [kentum] (=cien)
Cicero [kikero] (=Cicerón)
corium [korium] (=cuero)
cura [kura] (=preocupación)

2. 2. [kw] [gw]
Las consonantes oclusivas palatales con apéndice labiovelar se escribían con los
dígrafos qu- y gu-, pero cada una de ellas constituía un único fonema. Cf. punto 1. 4.

2. 3. Algunos fonemas que no existen en latín


Nótese que en la pronunciación clásica del latín no existen algunas consonantes del
español:
-la palatal africada sorda /ĉ/, escrita en español con el dígrafo ch, como en “mucho”,
-la palatal africada sonora /ŷ/, como en el español rioplatense “cónyuge”, o “lluvia”,
-la palatal lateral sonora /l/, como en el español peninsular “lluvia”,
-la palatal nasal sonora /n/, escrita en español con la letra ñ, como en “niño”,
-la velar fricativa sorda /x/, escrita en español con la letra j, como en “jarra”.

En la pronunciación clásica del latín no existe tampoco la aspiración: la letra h no se


pronuncia. Por su parte, las consonantes aspiradas correspondientes a las letras griegas Θ/θ,
φ/Φ; χ/Χ, transcriptas en latín th, ph, y ch respectivamente, en principio sólo se pronuncian en
palabras de origen griego, pero tienden a perder la aspiración, asimilándose a las
pronunciaciones de [t], [p] (posteriormente [f]) y [k].

Como consecuencia de lo anterior, conviene remarcar que:


-el dígrafo ch se pronuncia [kh] o simplemente [k],
-la sucesión -ll- se pronuncia [l],
-la sucesión -nn- se pronuncia [n],
-la letra g se pronuncia siempre [g] (como en español “gato”), cualquiera sea la vocal que la
suceda (nunca [x], como en español “genio”).
Ejemplos:
honos [onor] (=honor)
mihi [mii] (=a mí)
thesaurus [thesaurus] o [tesaurus] (=tesoro)
philologia [philologia] o [pilologia], posteriormente [filologia] (=filología)
chorus [chorus] o [corus] (=coro)
Gallus [galus] (=galo)
canna [cana] (=caña)
magis [magis], como en español “aguinaldo” (=más)
gemma [gema], como en español “guerra” (=gema)

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2. 4. Letra x
Nótese finalmente que la letra x no se corresponde con un fonema, sino que expresa la
sucesión de dos fonemas diferentes: [k] [s].

3. RASGO SUPRASEGMENTAL DE ACENTO

En latín, como en español, el acento pone de relieve la pronunciación de ciertas


sílabas, fragmentando el enunciado y facilitando la identificación de palabras y grupos de
palabras. La mayoría de las palabras del latín son tónicas, porque presentan al menos un acento
principal. Existen también palabras clíticas, es decir, palabras desprovistas de acento propio,
que en su pronunciación (no necesariamente en su ortografía) se unen a la palabra anterior
(palabras enclíticas) o posterior (palabras proclíticas): por ejemplo, el nexo coordinate
copulativo -que (enclítico) o muchas preposiciones (proclíticas, aunque se escriban separadas).
En la prosodia del acento intervienen en forma conjunta la duración, la altura musical y
la intensidad que el hablante imprime a ciertas sílabas. No hay acuerdo en torno de cuál de estos
factores prevalecía en el acento latino en el período clásico, pero es seguro que hacia el siglo IV
d.C. era un acento de intensidad.
También se sabe con certeza en qué sílaba cae el acento de las palabras tónicas:

 En monosílabos:
El acento cae en la única sílaba de la palabra, independientemente de su cantidad.
Ejemplos:
nōx [nóx] (=noche)
năm [nám] (=pues)

 En bisílabos:
El acento cae en la anteúltima sílaba de la palabra, independientemente de su cantidad
(salvo algunas excepciones, no hay palabras agudas en latín).
Ejemplos:
mū-sa [músa]
mĭ-hi [míi]

 En palabras de tres o más sílabas (polisílabos):


La palabra es grave o esdrújula según la cantidad de la anteúltima sílaba.
La palabra es grave cuando la anteúltima sílaba es larga.
Ejemplo:
ob-lec-tā-men [oblectámen] (=deleite)
sub-sīs-to [subsísto] (=yo me detengo)

La palabra es esdrújula cuando la anteúltima sílaba es breve.


Ejemplo:
de-am-bŭ-lo [deámbulo] (=yo deambulo)
in-o-pĭ-a [inópia] (=pobreza)

En la ortografía latina el acento no se marca con tilde. Por lo tanto, para pronunciarlo
correctamente en los polisílabos es necesario aplicar las reglas precedentes, partiendo de la
división de las palabras en sílabas y de la determinación de la cantidad de la anteúltima
sílaba.

3. 1. Reglas para la división de las palabras en sílabas


La sílaba puede definirse como un fonema o una serie de fonemas que se pronuncian
por medio de una única emisión de voz. De acuerdo con la práctica observada por escribas,
lapicidas y poetas, en latín la división de las palabras en sílabas se atiene a las siguientes reglas:

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a) La sílaba termina después de la vocal si esta va seguida de otra vocal (con la que no forma
diptongo) o de una sola consonante.
Ejemplos:
di-es (=día) (cf. au-rum, scae-na, donde hay diptongos)
di-ce-re (=decir)
a-uus (=abuelo; recuérdese que la primera u es semivocal, es decir, consonante)
ma-chi-na (=máquina, invención; recuérdese que el dígrafo ch representa el fonema griego [kh])

b) Si la vocal está seguida de dos consonantes, la división en sílabas recae entre ellas.
Ejemplos:
pos-se (=poder)
om-nis (=todo)

Excepción:
Si la primera consonante es una oclusiva y la segunda, la vibrante [r] o la lateral [l] (llamadas
líquidas), ambas consonantes pertenecen a la sílaba siguiente.
Ejemplos:
pu-bli-cus (=público)
ar-bi-tror (=yo considero)

c) Si la vocal está seguida de tres consonantes, las dos primeras corresponden a la primera
sílaba, y la tercera pasa a la sílaba siguiente.
Ejemplos:
emp-tor (=comprador)
dex-ter (=diestro; recuérdese que la grafía x representa dos consonantes: [ks])

Excepción:
Si, de las tres consonantes, la segunda es una oclusiva y la tercera, una líquida [r] o [l], la
división se hace después de la primera consonante.
Ejemplos:
cas-tra (=campamento militar)
tem-plum (=templo)

d) En las palabras compuestas, la división en sílabas se determina por la etimología.


Ejemplos:
ab-es-se (=faltar): preverbio ab + verbo sum
ex-i-re (=partir): preverbio ex + verbo eo

3. 2. Reglas para la determinación de la cantidad de la anteúltima sílaba

a) Si la anteúltima sílaba de una palabra termina en consonante, es larga. En este caso, se


dice que la sílaba es cerrada, trabada o larga por posición.
Ejemplos:
res-pōn-det [respóndet] (=él responde)
ae-rūm-na [aerúmna] (=calamidad)

b) Si la anteúltima sílaba de una palabra termina en vocal, puede ser larga o breve, según
la cantidad de dicha vocal. En este caso, se dice que la sílaba es abierta.
La cantidad de las vocales se atiene a las siguientes reglas:
b.1) Una vocal es breve cuando va seguida de otra vocal.
Ejemplos:
ob-rŭ-o [óbruo] (=yo cubro)
sci-en-tĭ-a [skiéntia] (=ciencia)
abs-trăh-o [ábstrao] (=yo arrastro; recuérdese que la grafía h no representa un fonema)

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b.2) Los diptongos son siempre largos.


Ejemplos:
in-cau-tus [incáutus] (=incauto)
a-moe-nus [amóenus] (=agradable)

b.3) En los casos restantes, la cantidad se indica en diccionarios y gramáticas.


Ejemplos:
fa-bŭ-la [fábula] (=conversación, relato)
pu-dī-cus [pudícus] (=casto)

4. EL ALFABETO LATINO:

Los primeros testimonios de textos escritos en latín datan del siglo VI a.C. Para
escribir su lengua, los romanos no inventaron un sistema propio, sino que se valieron
del alfabeto griego (derivado a su vez de la escritura fenicia), influidos por las colonias
griegas (más precisamente, calcídicas) del sur de Italia y también por los etruscos,
habitantes de la Toscana de origen oscuro, que habían adaptado ya un alfabeto griego a
la transcripción de su propia lengua. Para explicar el alfabeto latino es necesario tener
en cuenta entonces algunas variantes no clásicas del alfabeto griego.
Letra griega
que le dio origen
Letra Pronun- Ejemplos
Letra Variante
latina griega occidental ciación
clásica o etrusca

Aa Aa [a]
Bb Bb [b]
Cc  ‹C [k] Caesar [káesar] (=César)
cedo [cédo] (=yo camino]
color [kólor] (=color]
custos [kústos] (=vigilante)
cito [kíto] (=rápidamente)
Dd  >D [d]
Ee  [e]
Ff ----- Ϝ [f]
=digamma
[w]
Gg ----- ----- [g] galea [gálea] (=casco) gonfus [gónfus] (=clavo)
gens [géns] (=familia) gutta [gúta] (=gota)
gigas [gígas] (=gigante)
Hh  H  No se hoc [ók] (=esto)
pronuncia. nihil [níil] (=nada)
eta aspira
inhumanus [inumánus] (=inhumano)
[ē] ción [h]
Ii  [i] vocal ignis [ígnis] (=fuego)
augurium [augúrium] (=augurio)
iacio [jácio] (=yo arrojo)
Troia [Trója] (=Troya)
[j]
semivocal
Kk  [k] Karthago [Kartágo] (=Cartago)

Ll  [l] Mula [múla] (=mula)


libellus [libélus] (=librito)
Mm  [m]
Nn  [n] munus [múnus] (=obligación)
annus [ánus] (=año)
Oo  [o]
Pp  [p]
Qq ------ O [k] quantus [kwántus] (=cuanto) loquor [lóqwor] (=yo hablo)
koppa [k] atque [átkwe] (=y) loquuntur [lokwúntur] (=ellos hablan)
aquila [áqwila] (=águila)

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Rr  P [r]
Ss  [s]
Tt  [t]
Vu  V [u] vocal ungula [úngula] (=uña)
mutuus [mútuus] (=mutuo)
uiuus [wíwus] (=vivo)
nauis [náwis] (=nave)
[w]
semivocal
Xx  [ks] pax [páks] (=paz)
xenium [ksénium] (=regalo)
ji [x]
Yy  [y] mythos [mýthos] (=mito, relato), del griego μύθος: tendía a pronunciarse
[mítos] o [mútos]
[i] [u] en
pronunc.
popular
Zz  [z] zona [zóna] (=cinturón), del griego ζώνη: tendía a pronunciarse [sóna]
[s] en
pronunc.
popular

 Observaciones:

4. 1. Desfasaje entre pronunciación y ortografía


Se manifiestan diversos desfasajes entre pronunciación y ortografía, en parte ya
señalados en los párrafos anteriores:
-Algunos fonemas propios del latín no se representan con una letra particular: tal, el caso de las
cantidades de las vocales (que no se escriben), de las semivocales [j] [w] y de las consonantes
palatales con apéndice labiovelar [kw] [gw] (que se escriben mediante los dígrafos qu-, gu).
-El fonema [k] se representa por medio de dos grafías distintas: c y k.
-La letra x no expresa un fonema sino la sucesión de dos: [k] [s].
-La letra h no se pronuncia; a lo sumo se la emplea para representar la aspiración de las
consonantes griegas (th, ph, ch), en préstamos y derivados, es decir, para la anotación de
fonemas que en latín estrictamente no existen. De todos modos, el hecho de que la letra h exista
en el alfabeto latino indica que en la lengua arcaica, así como en variedades geográficas y
sociales distintas del latín clásico, la aspiración se pronunciaba.
-Se conservan las letras griegas Y, Z para representar fonemas que, como en el caso anterior,
sólo se encuentran en préstamos y derivados, y que en latín estrictamente no existen.

4. 2. Particularidades del alfabeto latino


-La letra G empleada para representar el fonema [g], no existía en el alfabeto griego. La letra
empleada por el griego para representar este fonema, gamma (), se empleó en latín para
representar otro fonema, [k], porque en principio, en época arcaica, el latín no habría distinguido
entre los fonemas oclusivo palatal sordo [k] y sonoro [g]. Posteriormente, cuando estos fonemas
comenzaron a diferenciarse, surgió la necesidad de crear una letra nueva para representar el
fonema [g]: a la letra C, derivada de gamma, se le añadió una cedilla (C), y de este modo surgió
la letra G.
-La consonante constrictiva fricativa sorda [f] no existía en griego (recuérdese que la letra
griega  representaba la oclusiva labial aspirada [ph], aunque en la actualidad se la suela
pronunciar [f]). Para escribirla ya los etruscos habían recurrido a una letra arcaica, digamma,
similar a la F moderna, que en griego primitivo se había empleado para representar un fonema
distinto (la semivocal [w]).
-La letra X x existía en griego, pero representaba un fonema inexistente en latín: la consonante
oclusiva palatal aspirada [kh], que, como vimos, los romanos transcribían mediante el dígrafo
ch. El alfabeto latino empleó la letra X para representar los fonemas sucesivos [k] [s]. Los
griegos, en cambio, empleaban a tal efecto la letra , que no pasó al alfabeto latino.
-Algunas letras griegas dieron origen a numerales (como , que originó y D=500; y
, que originó L=50), mientras que otras se perdieron (como y 

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BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA

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