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Unidad Educativa “Ambato”

Nombre: Alejandra Jiménez

Curso: 3 B.G.U “F”

Tema: Fisiología e Higiene de los huesos

Células del hueso

Osteoblastos

Formadores de matriz ósea. Cuando quedan envueltas por la matriz ósea es cuando se
transforman en un estadio no activo, el osteocito. Producen factores de crecimiento que
causan efectos de liberación autócrinos. Los osteoblastos secretan un factor estimulante
de los osteoclastos.

Osteocitos

Se encuentran en hueso completamente formado ya que residen en lagunas en el interior


de la matriz ósea mineralizada. Emiten prolongaciones largas que se extienden por los
canalículos de la matriz ósea y esto los pone en contacto con otros osteocitos. En esas
zonas de contacto las membranas forman un nexo que permite el intercambio de iones,
moléculas pequeñas y hormonas. Su función es seguir sintetizando los componentes
necesarios para el mantenimiento de la matriz que los rodea. (Transportan nutrientes y
desechos).

Osteoclastos

Tienen como función la reabsorción ósea. Se encuentran polarizados con los núcleos
cerca de su superficie lisa mientras que la superficie adyacente al hueso presenta
prolongaciones muy apretadas como una hoja delimitada por profundos pliegues (se le
llama borde en cepillo o borde plegado). Eliminan las sales de calcio y degradan el
colágeno y componentes orgánicos de la matriz ósea.

Formación del tejido óseo

 Osificación intramembranosa (o directa)


Tiene lugar directamente en el tejido conjuntivo. Debido al engrosamiento trabecular los
osteoblastos quedan atrapados en lagunas y se convierten en osteocitos que se conectan
con los osteoblastos de la superficie por medio de los canalículos. El tejido conjuntivo
se transforma en el periostio.

 Osificación endocondral (o indirecta).

Una de las afecciones óseas más comunes es la fractura. Estas se resuelven por procesos
naturales, tras la alineación e inmovilización de los huesos afectados. En el proceso de
cura, los vasos sanguíneos dañados desarrollan una especie de hematoma óseo que
servirá como adhesivo, posteriormente se irá formando un tejido fibroso o conjuntivo
compuesto por células llamadas osteoblastos, las cuales crearán un callo óseo que unirá
las partes separadas.

Las articulaciones

Una articulación es el punto de contacto entre dos huesos del cuerpo. La parte de la
anatomía que se encarga del estudio de las articulaciones es la artrología. Se dividen en
tres grandes grupos: las móviles o sinoviales, las fijas o fibrosas, y las cartilaginosas.

Artrodias.-Las superficies articulares son dos carillas planas.

o Sinoviales permiten realizar una amplia gama de movimientos, y a su vez las


sinoviales están envueltas por una cubierta deslizante llamada "sinovia".
o Fibrosas Permite muy poco, o ningún, movimiento. Ej.: las de la espalda, el
sacro, cráneo, algunas del tobillo, y pelvis.
o Cartilaginosas Este tipo de articulaciones se forman entre el hueso y el
cartílago, y debido a que el cartílago es flexible, realizan movimientos sin
necesidad de la sinovia. Ej.: entre las costillas y el hueso del pecho.

Diartrosis o articulación móviles.-Son las más numerosas en el esqueleto. Se


caracterizan por la diversidad y amplitud de los movimientos que permiten a los huesos.
Posee cartílago articular o de revestimiento en ambas partes de la articulación. Los
movimientos varían según el tipo de diartrosis:

o Enartrosis: Las superficies articulares que intervienen son esféricas. Realizan


todos los movimientos del espacio, como por ejemplo la articulación
glenohumeral y la coxofemoral.
o Condilartrosis: Las superficies articulares son alargadas. Efectúan todos los
movimientos menos la rotación.
o Trocleartrosis: Ejecutan los movimientos de flexión y extensión. Por ejemplo
la articulación del codo.
o Encaje reciproco: Realizan todos los movimientos, menos la rotación, pero con
poca amplitud.
o Trocoides: Poseen un movimiento de rotación.

Higiene de los huesos

Los movimientos articulares están limitados por la elasticidad de los tejidos que en ellas
intervienen, y por la capacidad de movimiento de las mismas. Cuando el movimiento
sobrepasa estos límites los tejidos articulares pueden romperse y las superficies salirse
de su sitio habitual. Esto también se denomina luxación.

Cuando una luxación no es reducida a tiempo es fácil que vuelva a producirse ante un
mecanismo que sobre pase los límites de movimiento y elasticidad de los tejidos
articulares. Llámese a esto luxación recidivante.

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