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INTRODUCCIÓN

En el presente documento, pretendemos exponer todo lo relevante y referente a lo que son

los Principios del Derecho Administrativo, a base de investigación guiándonos de libros,

normas y leyes que lo regulan, a fin de que podamos describir la esencia de cada uno de los

Principios del Derecho Administrativo, mencionando sus alcances, del mismo modo

distinguir su importancia u objetivo con el fin de que se demuestre cual es la finalidad y como

se regular para cumplirlo.

La Ley 27444, en el artículo III de su Título Preliminar señala que esta norma tiene por

finalidad establecer un régimen Jurídico que sirva a la protección del interés general,

garantizando los derechos e intereses de los administrados, y con sujeción al ordenamiento

constitucional y jurídico en general.


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LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

1. PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO

A fin de que podamos describir la esencia de los Principios del Derecho Administrativo,

mencionar sus alcances y distinguir su importancia; resulta pertinente referirnos, en primer

lugar, al concepto de lo que se entiende por Principios Generales del Derecho.

Rubio (1999) respecto a los Principios Generales del Derecho nos señala que “son

aquellos conceptos o proposiciones, de carácter axiológico o técnico, que informan la

estructura, el modo de operación y el contenido de las normas, grupos normativos, sub-

conjuntos, conjuntos, y del propio Derecho en su totalidad” (p. 307).

Dentro de este mismo concepto suelen haber cuatro niveles dentro de los cuales los

principios generales informan al Derecho:

A) Pueden tener una validez general, universal para el fenómeno humano y, por ende, para

el Derecho, disciplina que estudia la regulación de las relaciones intersubjetivas (ej.

principios de libertad, ¡igualdad, justicia, etc.).

B) Pueden tener una validez general para el fenómeno jurídico en sí, siendo aplicables a

todas las ramas del Derecho (ej. principio de primacía de la norma especial sobre la norma

general).

C) Pueden regir a una rama determinada del Derecho, caracterizándola frente a otras ramas

(ej. Principio de Legalidad en materia tributaria).

D) Pueden regir diversos aspectos parciales de una rama del Derecho determinada (ej.

Principios del Derecho Procedimental Administrativo).


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Entonces, decimos que los Principios Generales del Derecho vienen a ser aquellas normas

que, incluso eliminados los problemas de imprecisión o vaguedad, no podemos saber a

ciencia cierta cuándo han de ser aplicadas. Por lo que los principios jurídicos hacen depender

de sí mismos la subsistencia de cualquier figura jurídica particular, y además un sistema

jurídico sin principios viene a ser un sistema jurídico desfundamentado y, por ende,

convertido en un simple mecanismo de acciones y reacciones.

2. PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO

Como es de saber, el Derecho Administrativo viene a ser el conjunto de normas que regula

la organización y la actividad de la administración pública. Se trata de una rama del derecho

público referida al funcionamiento de las distintas entidades el Estado y a sus relaciones con

los administrados. Uno de los temas más importantes que trata es el relativo a la prestación

de los servicios públicos, toda vez que la administración pública tiene como una de sus

funciones esenciales satisfacer las necesidades de la colectividad.

Los Principios del Derecho Administrativo constituyen la base de esta rama del derecho.

Son constantes subyacentes en el ordenamiento jurídico que deben ser tenidas como guías

para la interpretación y aplicación de las normas del Derecho Administrativo, y deben ser

aplicados en caso de ausencia de norma legal.

Entonces, entendemos por Principios del Derecho Administrativo a aquellas pautas

generales que informan al derecho administrativo como rama del Derecho que goza de

autonomía.

Por lo tanto, a modo de ejemplo, en la doctrina encontramos los siguientes Principios del

Derecho Administrativo:
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A) Principio de Legalidad en materia sancionatoria: Que recoge el principio jurídico

punitivo o sancionatorio del "nullum pena, nullum crimen sine lege ".

B) Principio de Legalidad en materia de aplicación del poder de policía por parte de la

Administración: Toda restricción y/o regulación del contenido esencial de un derecho

fundamental cuyo ejercicio está sujeto al otorgamiento de licencia, autorización o permiso;

debe encontrarse contenida en una norma con rango de ley.

C) Principio de Proporcionalidad en la aplicación del poder de policía: Adecuación de

medios con los fines públicos a tutelar.

D) Principio de Informalismo: Consiste básicamente en excusar al administrado de

exigencias formales no esenciales.

3. LOS PRINCIPIOS DEL DERECHO ADMINISTRATIVO EN LA LEY N° 27444

La Ley 27444, en el artículo III de su Título Preliminar señala que esta norma tiene por

finalidad establecer un régimen Jurídico que sirva a la protección del interés general,

garantizando los derechos e intereses de los administrados, y con sujeción al ordenamiento

constitucional y jurídico en general. Por lo tanto, para conseguir dicha finalidad se define

legalmente en el artículo IV los siguientes Principios, sin perjuicio de la aplicación de otros

principios del Derecho Administrativo sustancial, por lo cual se señala que tales principios

son meramente enunciativos y no taxativos.

A) Principio de Legalidad

Con arreglo a este principio, las autoridades administrativas deben proceder con respeto a

la Constitución, a la Ley, y al Derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de

acuerdo a los fines para los que les fueron conferidas.


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Ello se condice con lo que prescribe el artículo 2°, inciso 24.a. de la Constitución Política

del Perú, que señala que nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de

hacer lo que ella no prohíbe, principio que emana de la libertad de la persona.

Roberto José Dromi señala que:

El principio de legalidad es la columna vertebral de la actuación

administrativa, e implica necesariamente que: Toda la actuación

administrativa deba sustentarse en normas jurídicas, cualquiera que fuera su

fuente; debe respetarse la jerarquía normativa, a fin de preservar el normal

desenvolvimiento del orden jurídico; todo acto de la administración debe

encontrar su justificación en preceptos legales y hechos, conductas, y

circunstancias que lo causen; subordinación del ordenamiento jurídico al

orden político fundamental plasmado en la Constitución.

Tras lo expuesto nos lleva a concluir que, el Principio de Legalidad es el principio de

mayor importancia dentro del ámbito del Derecho Administrativo. Ello se puede deducir de

la voluntad del legislador de la Ley 27444, ya que en este caso se ha colocado el principio de

legalidad en primer término dentro de la lista de diecinueve Principios del Procedimiento

Administrativo, observando una técnica legislativa coherente con la importancia del

principio de legalidad en el procedimiento y en el Derecho Administrativo en general.

B) Principio del debido procedimiento

Según este principio, todo administrado goza de todos los derechos y garantías inherentes

al debido procedimiento administrativo. el mismo que comprende, tal como se encuentra

expresamente redactado en la Ley 27444, el derecho a exponer sus argumentos, a ofrecer y


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producir pruebas, y a obtener una decisión motivada y fundada en Derecho, elementos que,

resultan ser garantías mínimas indispensables del administrado que han de respetársele en el

procedimiento administrativo.

Antes de darse la Ley 27444, el principio del debido procedimiento no estaba previsto en

norma administrativa expresa alguna. Por ello, para ampararse en este principio, los

administrados debían aplicar por analogía al procedimiento administrativo, las normas

constitucionales de garantía del debido proceso judicial, contenidas en el artículo 139° de la

Constitución.

C) Principio de impulso de oficio

De acuerdo con este principio, las autoridades deben impulsar y dirigir el procedimiento

de oficio, ordenando la realización o práctica de los actos convenientes para el

esclarecimiento y resolución de las cuestiones necesarias.

Este principio de raigambre procesal alude al rol director del procedimiento que

corresponde a las autoridades. Debe tenerse en cuenta que este principio ha de aplicarse

dentro de los límites de las facultades conferidas a la autoridad administrativa

correspondiente.

La justificación de este principio subyace en que la actuación administrativa debe

orientarse a la satisfacción de los intereses públicos.

En tal sentido, García de Enterría y Fernández, respecto de este principio, nos dicen que:

Responde a las exigencias propias del interés público que el procedimiento

administrativo pone en juego, da a éste un acusado carácter inquisitorial: la

Administración gestora del interés público, está obligada a desplegar por sí


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misma toda la actividad que sea necesaria para dar adecuada satisfacción a

ese interés, sea cual sea la actitud pasiva o activa que puedan adoptar los

particulares que hayan comparecido en el procedimiento (p. 460).

D) Principio de razonabilidad

Este principio alude a que las decisiones, cuando creen obligaciones, califiquen

infracciones, impongan sanciones, o establezcan restricciones a los administrados, deben

adaptarse dentro de los límites de la facultad atribuida; manteniendo la debida proporción

entre medios a emplear y fines públicos a tutelar, a fin de que respondan a lo estrictamente

necesario para la satisfacción de su cometido.

En opinión de Dromi, para que un acto sea razonable:

Debe existir una relación lógica y proporcionada entre el consecuente y los

antecedentes, entre el objeto y el fin, debiendo los agentes públicos valorar

razonablemente las circunstancias de hecho y el derecho aplicable, así como

disponer medidas proporcionalmente adecuadas al fin perseguido por el orden

jurídico, entendiendo a lo razonable como lo justo, lo proporcionado,

equitativo, por oposición a lo irrazonable, arbitrario, injusto (p. 65).

Dromi pone como ejemplo de contravención de este principio, la circunstancia en la que

el órgano administrativo no se atiene a resolver los hechos acreditados en el expediente o se

funda en pruebas inexistentes.

E) Principio de imparcialidad

Este principio supone que las autoridades administrativas actúan sin ninguna clase de

discriminación entre los administrados, otorgándoles tratamiento y tutela igualitarios frente


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al procedimiento, resolviendo conforme al ordenamiento jurídico y con atención al interés

general.

Tal como se indica sobre el principio de imparcialidad en la Ley 27444, podemos señalar

que, este principio es una traducción del principio de igualdad material, dado que la aludida

norma está destinada a proteger a los administrados frente a la actuación real de la

administración dentro del íter de un procedimiento administrativo, ante un eventual acto

administrativo, y no frente a la actuación de la administración cuando ésta premunida de las

facultades correspondientes. Dicta normas con alcance general, lo cual sería una

manifestación del principio de igualdad ante la ley.

F) Principio de informalismo

Según el artículo IV numeral 1.6 de la ley 27444 dice que: “Las normas de procedimiento

deben ser interpretadas en forma favorable a la admisión y decisión final de las pretensiones

de los administrados, de modo que sus derechos e intereses no sean afectados por la exigencia

de aspectos formales que puedan ser subsanados dentro del procedimiento, siempre que dicha

excusa no afecte derechos de terceros o el interés público”.

Este principio es una garantía a favor del administrado de modo tal que sus intereses no

se verán afectados por exigencias formales, sin embargo, la norma prevé que en cualquier

caso estas exigencias pueden ser subsanadas dentro del procedimiento, siempre que dicha

excusa no afecte derechos de terceros o el interés público.

G) Principio de presunción de veracidad

Según el artículo IV numeral 1.7 de la ley 27444 dice: “En la tramitación del

procedimiento administrativo, se presume que los documentos y declaraciones formulados


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por los administrados en la forma prescrita por esta Ley, responden a la verdad de los hechos

que ellos afirman. Esta presunción admite prueba en contrario”.

Este principio se entiende en forma restringida otorgando la presunción de veracidad

únicamente a los documentos y a las declaraciones de los administrados, siempre que los

presenten en la forma de ley: Documentos y declaraciones juradas por escrito.

H) Principio de buena fe procedimental

Este principio implica que, quienes participen en el procedimiento administrativo deben

realizar sus respectivos actos procedimentales guiados por el respeto mutuo, la colaboración

y la buena fe.

I) Principio de celeridad

El trámite administrativo debe estar dotado de la máxima dinámica posible, a fin de

alcanzar una decisión en tiempo razonable, sin perjuicio del respeto al debido procedimiento

o al ordenamiento jurídico. Cabe anotar que, en algunos procedimientos administrativos, el

rol de este principio resulta aún más crucial para la Administración. Tal es el caso ele los

procedimientos administrativos de selección de contratistas del Estado (comúnmente

denominados procesos de selección), los cuales se rigen por principios tales como el de

economía, que supone la aplicación de criterios tales como el de concentración y el de

simplicidad (Molina, 2007).

Adicionalmente, en coherencia con el principio de celeridad, todos los principios que rigen

las contrataciones y adquisiciones del Estado tienen conforme expresa el artículo 3° de la

Ley 26850; Ley de Contrataciones y Adquisiciones del Estado, tienen por objeto, entre otros,

que las entidades obtengan bienes y servicios en forma oportuna.


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J) Principio de eficacia

Significa que la finalidad del acto se privilegia sobre las formalidades no esenciales. Este

principio se encuentra relacionado con el de simplicidad, predictibilidad y uniformidad, así

como con el de celeridad.

El concepto elemental de eficacia implica la consecución de un resultado, de una finalidad,

de un objetivo. En el caso del Derecho Administrativo, dicha finalidad esencial no es otra

que la protección del interés público, garantizando paralelamente los derechos e intereses de

los administrados. Por tanto, ante la supremacía del interés público, la Administración debe

evitar cualquier elemento que obstaculice la consecución de tal interés. Dicho de otra forma,

la vulneración del principio de eficacia, es una directa y frontal vulneración de la razón de

ser del Derecho Administrativo (Molina, 2017).

K) Principio de verdad material

A tenor de este principio, la Administración deberá verificar plenamente los hechos que

sirven de motivo a sus decisiones, debiendo emplear todas las medidas probatorias necesarias

autorizadas por la ley.

Este principio alude a que la Administración debe buscar, no la verdad documental, la que

aparece en los papeles; sino buscar la verdad real, la verdad material, actitud que se conduce

con la justicia que constituye uno de los fines esenciales del Derecho mismo (Guzmán, 2015).

L) Principio de participación

De acuerdo con este principio, las entidades deben brindar todas las condiciones

necesarias para el acceso a la información que administren, salvo aquellas que afectan la
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intimidad personal, las vinculadas a la seguridad nacional, o las expresamente excluidas por

Ley.

M) Principio de simplicidad

El principio de simplicidad. al igual que los principios de uniformidad y de predictibilidad

descritos en los siguientes literales. son principios rectores de la simplificación

administrativa, la cual es entendida como un proceso para la consecución de la eficiencia en

la prestación de servicios por parte de la Administración Pública. Así, en términos prácticos,

resulta válido afirmar que las colas innecesarias, los trámites burocráticos irracionales, los

requisitos carentes de legalidad, entre otros, atentan directamente contra este principio

(Guzmán, 2015).

N) Principio de uniformidad

La Administración deberá exigir requisitos similares para trámites similares. Ello resulta

coherente con el principio de igualdad. A propósito de este principio, el Instituto Nacional

de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (INDECOPI), en su Documento

de Trabajo No 002-20003, ha señalado que, a fin de evitar confusión en la ciudadanía, los

procesos deben parecerse lo más posible. En tal sentido, por ejemplo, si un ciudadano desea

efectuar una inversión y requiere para ello una licencia de funcionamiento, debe estar en

condiciones de tramitar el mismo procedimiento, con los mismos requisitos. en cualquier

municipalidad (Molina, 2017).

Principio de predictibilidad o de confianza legítima

El articulo IV numeral 1.15 de la ley 27444 dice: "La autoridad administrativa deberá

brindar a los administrados o sus representantes información veraz, completa y confiable


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sobre cada trámite, de modo tal que, a su inicio, el administrado pueda tener una conciencia

bastante certera de cuál será el resultado final que se obtendrá."

Persigue dotar al administrado de la seguridad sobre cuál será el resultado del

procedimiento que se va a iniciar, pues por este principio se ha introducido la obligación que

tiene la autoridad administrativa de proporcionar informes verídicos, completos, y confiables

sobre cada trámite a quienes lo soliciten.

En tal sentido la información puede ser requerida por los administrados o sus

representantes para que estos puedan conocer con anticipación el resultado de final que se

obtendrá al iniciar un procedimiento predeterminado.

Este principio implica que un administrado puede predecir si su trámite va a tener o no

éxito, incluso la figura de los precedentes de observancia obligatoria tiene relevancia en este

aspecto.

D) Principio de privilegios de controles posteriores

El articulo IV numeral 1.16 de la ley 27444 dice: "La tramitación de los procedimientos

administrativos se sustentará en la aplicación de la fiscalización posterior; reservándose la

autoridad administrativa, el derecho de comprobar la veracidad de la información presentada,

el cumplimiento de la normatividad sustantiva y aplicar las sanciones pertinentes en caso que

la información presentada no sea veraz."

El control es una de los elementos propios de la administración, en razón de lo cual se

establece el derecho de la autoridad administrativa de comprobar la información

proporcionada por los administrados en los procedimientos administrativos, con una doble

finalidad, primero la de verificar el cumplimiento de los requisitos exigidos en las normas


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legales, reglamentos, Etc. y en segundo lugar aplicar las sanciones pertinentes cuando esta

información no sea veraz. Cabe preguntarse si solo se sancionará al administrado o también

puede sancionarse a los agentes de la administración por omisión al cumplimiento de las

funciones. Consideramos que las dos premisas pueden darse.

El Código Penal Peruano ha establecido una sanción para quienes utilicen documentos

falsos en los procedimientos administrativos, pero lógicamente quien sanciona es el Poder

Judicial, después de las investigaciones respectivas, pero también puede existir una sanción

en la vía administrativa al administrado como son la revocación del acto administrativo

emitido en su favor, o la aplicación de penalidades, como son las multas, clausuras, comisos,

Etc.

Resta esclarecer si un administrado sancionado administrativamente puede ser sujeto de

sanción penal, toda vez que la responsabilidad administrativa es diferente de la

responsabilidad penal, y de la responsabilidad civil, esto último se aprecia con mayor claridad

en la responsabilidad de los agentes de la administración pública, pues el Decreto Legislativo

N° 276 señala que los servidores públicos son responsables penal, civil y

administrativamente por los actos cometidos en el ejercicio de la función, sobre este

particular, un servidor público es pasible de sanción administrativa cuando con motivo del

ejercicio de la función pública omite los actos del control concurrente o posterior que se

encomienda la Ley.

No por el hecho de presentar documentos adjuntos a una solicitud en un trámite

administrativo se considera que dichos documentos son auténticos o acordes con el trámite,

la entidad tiene la facultad de comprobar la veracidad de la información presentada, el


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cumplimiento de la normatividad sustantiva y aplicar las sanciones pertinentes en caso de

incumplimiento, inclusive denunciar este hecho en la vía penal.

4. APRECIACIÓN CRÍTICA

Conforme hemos venido observando en la presente investigación, los principios jurídicos

vienen a ser fundamentos básicos que constituyen la esencia del Derecho Administrativo.

Por ello, al detallar los Principios del Derecho administrativo se impulsa y motiva al

cumplimiento de los mismos por parte de los operadores del Derecho Administrativo,

haciéndolos inteligibles para los que en él participan y obligándolos a su observancia. Así

también se debe tener en cuenta que la Administración está sujeta al Principio de Legalidad,

lo que implica que toda su actuación se debe sustentar en lo establecido o tipificado por la

Constitución, La Ley y el Derecho; siendo así que en la Ley N° 27444 se encuentra

consagrado dicho principio de legalidad, el cual sustenta toda actuación estatal dentro del

marco de un Estado de Derecho.


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Referencias

 Dromi, R. (1996). El Procedimiento Administrativo. Buenos Aires: Inst. Nacional


Administración Pública.
 García de Enterría, E., & Fernández, T. R. (2017). Curso de Derecho Administrativo
I. Madrid: Editorial Civitas.
 Guzmán Napurrí, C. (2013). Manual del Procedimiento Administrativo General.
Lima: Instituto Pacífico S.A.C.
 Guzmán Napurrí, C. (2015). Los Principios Generales del Derecho Administrativo.
IUS La Revista, 237-249.
 Molina Dimitrijevich, A. (2017). Los Principios del Procedimiento Administrativo.
Derecho y Sociedad 17, 260-272.
 Network, C. (s.f.). Los Principios del Derecho Administrativo Peruano. Obtenido de
Cherada Network: https://www.cherada.net/legal/130225-los-principios-del-
derecho-administrativo-peruano-parte-i.html
 Rubio, M. (1999). El Sistema Jurídico. Lima: Fondo Editorial PUCP.

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