Es 13 de octubre de 1933. Es de madrugada y el Conte Grande ancla en
el puerto. El moderno trasatlántico trae a Lorca. Es su tercer viaje a América, el segundo a la hispana y el primero al Río de la Plata. Antes había estado en Cuba y antes, en Nueva York. Viene por poco tiempo, quiere regresar pronto a España y a su puesto en La Barraca, la compañía de teatro popular que dirige junto a Eduardo Ugarte y la que se encarga de llevar lo mejor del teatro español de todos los tiempos a lo profundo de los pueblos. Viene para quedarse solo lo suficiente, como para dar algunas conferencias (cuatro justas, para las que ha sido contratado por Amigos del Arte) y acompañar el éxito que está teniendo su teatro en Buenos Aires (también en Montevideo, por donde pasa apenas unas horas, pero a la que vuelve en las vacaciones de verano); viene por el reestreno de Bodas de Sangre y el estreno americano de La zapatera prodigiosa.
Sin embargo, su estadía se extiende y Lo
Buenos Aires y Lorca
Es 13 de octubre de 1933. Es de madrugada y el Conte Grande ancla en
el puerto. El moderno trasatlántico trae a Lorca. Es su tercer viaje a América, el segundo a la hispana y el primero al Río de la Plata. Antes había estado en Cuba y antes, en Nueva York. Viene por poco tiempo, quiere regresar pronto a España y a su puesto en La Barraca, la compañía de teatro popular que dirige junto a Eduardo Ugarte y la que se encarga de llevar lo mejor del teatro español de todos los tiempos a lo profundo de los pueblos. Viene para quedarse solo lo suficiente, como para dar algunas conferencias (cuatro justas, para las que ha sido contratado por Amigos del Arte) y acompañar el éxito que está teniendo su teatro en Buenos Aires (también en Montevideo, por donde pasa apenas unas horas, pero a la que vuelve en las vacaciones de verano); viene por el reestreno de Bodas de Sangre y el estreno americano de La zapatera prodigiosa.
Sin embargo, su estadía se extiende y Lo
Buenos Aires y Lorca
Es 13 de octubre de 1933. Es de madrugada y el Conte Grande ancla en
el puerto. El moderno trasatlántico trae a Lorca. Es su tercer viaje a América, el segundo a la hispana y el primero al Río de la Plata. Antes había estado en Cuba y antes, en Nueva York. Viene por poco tiempo, quiere regresar pronto a España y a su puesto en La Barraca, la compañía de teatro popular que dirige junto a Eduardo Ugarte y la que se encarga de llevar lo mejor del teatro español de todos los tiempos a lo profundo de los pueblos. Viene para quedarse solo lo suficiente, como para dar algunas conferencias (cuatro justas, para las que ha sido contratado por Amigos del Arte) y acompañar el éxito que está teniendo su teatro en Buenos Aires (también en Montevideo, por donde pasa apenas unas horas, pero a la que vuelve en las vacaciones de verano); viene por el reestreno de Bodas de Sangre y el estreno americano de La zapatera prodigiosa.