Volumen III

19 de Kislev

El llanto de un niño judío siempre debe ser escuchado

Se publica en ocasión de 19 de Kislev 5779

 Bsd.

En esta Sijá el Rebe se dirije a los participantes de la Cena Anual

de la Ieshivá de Jabad de Nueva York en el año 1962. Sus palabras
constituyen el cimiento del espíritu del trabajo comunitario de Jabad.

Esta traducción al Español es libre. El texto en negrita corresponde

al original de la Sijá, mientras que las palabras y frases en letra clara
son agregados del Editor según su interpretación de la Sijá, puestos
de manera tal que si el lector los saltea accede a la Sijá propiamente
dicha.

19 de Kislev 5779 - Rosh HaShaná del Jasidismo. Fiesta de la

2 Liberación (de la cárcel zarista) del Alter Rebe, Rabí Shneor Zalman
de Liadí, primer Rebe de Jabad, autor del Tania y del Shulján Aruj.

Textos originales: Likutéi Sijot vol. III (ídish), págs.: 802 - 804

Traducción, Edición y Revisión final:

Rabinos David Stoler y Natán Grunblatt

Likutei Sijot
Bsd.

Toda cuestión1 y situación es por Providencia Divina.

Este año (1962) se cumplen ciento cincuenta2 años de la
desaparición física del Alter Rebe3, que fue el fundador de la
doctrina Jabad y Lubavitch. También el Dinner –la Cena Anual
de Gala– de las Ieshivot Tomjéi Tmimím (las Academias de Estudios
Talmúdicos y Jasídicos de Lubavitch) de este año fue fijado para
el día aniversario de su desaparición física, el 24 de Tevet. Con
certeza, eso es algo de lo que uno puede aprender.

* * *

De mi suegro, el Rebe anterior –que fue quien en 1940 trasplantó

las Ieshivot de Jabad-Lubavitch reubicándolas en los Estados
Unidos de América4– hemos escuchado muchos relatos acerca del
1
1 En ocasión del Dinner –Cena de Gala– anual a beneficio de las Ieshivot Tomjéi
Tmimím Lubavitch, el Rebe solía recibir a sus activistas brindándoles su bendición y
pronunciando una Sijá sobre temas del orden del día. Como en la Sijá de este año [1962]
se narró y explicó un episodio, conducta e instrucción del Alter Rebe, los editores de
Likutéi Sijot de aquella época la publicaron posteriormente con motivo del 19 de Kislev,
día de la liberación del Alter Rebe.
2 Nótese también la máxima de nuestros Sabios: “Cincuenta años se denominan
‘eternidad’” (Taná deBéi Eliahu Rabá, cap. 6), y véase Bajia y Tziuni (de Rabí Menajem
Tziuni, un cabalista de Espira, Alemania, del siglo XV) sobre Mishpatím (Éxodo 21:6; en la
edición Lemberg 1882: 38a).
3 Nótese que en aquella oportunidad el día de la semana en que eso sucedió fue
idéntico al de este año en que se publicó la Sijá (5723 [1962]).
Su desaparición física se produjo “luego de rezar las Oraciones Nocturnas y recitar la Havdalá... en
pleno uso de sus facultades, serenamente y con extraordinario éxtasis (como a las 10:30 de la noche)
tras la conclusión del Shabat (en que se leyó de la Torá la sección de Shemot) 24 de Tevet 5573 (1812)”
(del prólogo de sus hijos al Shulján Aruj del Alter Rebe).
4 La Ieshivá Tomjéi Tmimím fue fundada en 1897 en la aldea de Lubavitch (Lyubavichi,
Rusia) por el quinto Rebe, Rabí Shalom Dovber (1892-1920). En 1927, con la salida del sexto
Rebe, Rabí Iosef Itzjak (1880-1950), de la Unión Soviética, la Ieshivá pasó a Varsovia y luego
a Otwock (Polonia). Durante la Segunda Guerra Mundial, se refugió en Shanghái, China, y
cuando el Rebe Iosef Itzjak fue evacuado de Polonia en 1940 y llegó a los Estados Unidos, la

Likutei Sijot
 primer Rebe de Jabad, el Alter Rebe. De estas numerosas historias
deseo escoger y detenerme en una de ellas que considero acorde a
esta ocasión, pues se trata de un relato que caracteriza y permite
visualizar la filosofía de vida de Lubavitch y Jabad.
Esto fue en la época en que Rabí Dovber de Lubavitch, el Míteler
Rebe –quien fuera luego el segundo Rebe de Jabad, sucesor de su
padre, el Alter Rebe– vivía junto con él en el mismo edificio. El
Míteler Rebe ya tenía entonces varios hijos, y entre ellos había
también uno muy pequeño. El Alter Rebe vivía en la planta alta
y su hijo, el Míteler Rebe, en la planta baja. Cierta vez, cuando
el Míteler Rebe estaba sentado estudiando Torá, el pequeño niño
cayó de su cuna mientras dormía (tal como a veces sucede con
los niños), y comenzó a llorar. El Míteler Rebe estaba tan absorto
en su estudio que nada escuchó, y continuó estudiando. El Alter
Rebe, a pesar de que estaba en el piso superior, y también estaba
abstraído en su propio estudio, escuchó no obstante el llanto del
2 niño. Entonces interrumpió su estudio, descendió a la planta baja,
introdujo al niño en la cuna y pacientemente lo calmó y lo acunó.
Posteriormente, el Alter Rebe explicó a su hijo, el Míteler Rebe,
que no percibir el llanto del niño, por más concentrado que uno
esté en el estudio de Torá, no es la senda correcta en el servicio a
Di-s.
El Rebe, mi suegro, lo “tradujo” para todos nosotros del siguiente
modo: por más absorto que uno esté en su propio estudio de Torá,
concentrado en la plegaria o dedicado de lleno a hacer cosas buenas
en general, de nosotros se demanda que al mismo tiempo hay que
percibir cuando un niño judío llora, y en esa instancia se debe
interrumpir la plegaria o el estudio y asegurar que el niño deje
de llorar. Él, mi suegro, aprendió de esto que por más elevado que
uno esté espiritualmente, y por más grandes que sean los asuntos
en los que uno esté atareado, en vista de que hay un niño judío que
reclama y sufre carencias, nosotros debemos percibirlo y sentirlo,
Ieshivá estableció su sede central allí, con decenas de filiales en todo el mundo.

Likutei Sijot
y en una situación tal debemos dejar de lado todas las cuestiones
personales y buscar estrategias para que el niño deje de llorar.

* * *

La enseñanza de esto para nosotros, en especial en nuestra época

y aplicada a nuestra tarea, es la siguiente:
En los últimos años se observa un fuerte despertar espiritual
en los judíos en general, y en la juventud judía en particular; la
gente comenzó a buscar judaísmo. Esto sucede incluso entre los de
18 y 20 años, y en una medida mucho mayor entre los de 13 años y
aún menores. Asimismo este fenómeno se observa en matrimonios
jóvenes con niños de 4 o 5 años; también en ellos se produjo un
despertar y especial interés por brindar judaísmo a sus hijos.
Como parte de este contexto, también se siente que por fin
arribaron a la verdad: desean un judaísmo auténtico, no uno
diluido, un judaísmo sin psharot –sin concesiones basadas en la
conveniencia5–. Por eso se intensifica más la demanda de que se 3
dé a los niños una educación que esté cimentada y construida
plenamente en el espíritu de nuestra Torá Viviente, que es la que
otorga auténtica vida a la experiencia cotidiana, una vida plena y
de equilibrio interior.
Y ésta es la enseñanza del relato citado antes: no importa en
qué puedan estar ocupados los judíos –y con absoluta certeza están
siempre abocados a cosas buenas e importantes, ya sea cuestiones
del propio sustento o asuntos imperiosos diversos–, no obstante,
cuando surge el planteo de “niños” judíos que “lloran” por, y
anhelan, una educación judía, esta problemática a resolver y la
labor necesaria para solucionarla tiene prioridad y está antes que
todas las demás cosas que nos ocupan.
Es preciso, y de nosotros se demanda, invertir el máximo esfuerzo
posible para proporcionar con generosidad los medios económicos

5 El término psharot deriva de poshrím, aplicado al agua tibia, ni fría ni caliente.

Likutei Sijot
 necesarios a las Instituciones, Ieshivot y Jedarím que brindan a los
niños judíos una educación judía acertada y fiel a nuestra Torá,
para que estas instituciones puedan colmar al máximo su capacidad
de alumnos. Lamentablemente, la situación en el presente es que
muchos niños quedan en la calle debido a que las Ieshivot no
cuentan con los medios para abrir más grados o contratar más
educadores calificados, Roshéi Ieshivot.

* * *

Hay también hogares en los que, lastimosamente, los niños no

sienten que algo les falta, y por eso no “lloran” ni demandan. En
lo que respecta a estos niños, nuestro trabajo y responsabilidad es
más grande. Pues el hecho mismo de que no sepan que hay algo
por lo que deberían “llorar”, es prueba de que ellos precisan recibir
una educación judía en una medida ampliamente mayor.
Esta es también una de las tareas que las Ieshivot y demás
4 instituciones educativas deben asumir en particular:
Admitir alumnos de todo círculo, sin restricción alguna,
sin diferenciar si provienen de un entorno en el que al menos
reconocen que algo les falta o si de uno donde ignoran totalmente
que algo les falta y por eso deberían llorar. Y brindar a cada uno
de ellos la medida más plena de educación judía, que es lo que
los conducirá por el camino de la felicidad, tanto material como
espiritual, durante toda su vida.

* * *

Del mencionado relato podemos obtener también una enseñanza

en lo que respecta a la situación mundial general:
Acabamos de ingresar en un nuevo año6. El “nuevo niño” –el

6 Estas palabras fueron pronunciadas un 4 de Jeshván, poco más de un mes desde Rosh
HaShaná.

Likutei Sijot
mundo en su nuevo año– se encuentra, lamentablemente, en la
situación de un pequeño niño que cayó de su cuna, que se desvió
de la senda correcta y no sabe cómo recuperar el equilibrio. Esto se
observa tanto en la interrelación entre naciones así como también
entre los diferentes segmentos de la sociedad; ésta no sabe cómo
aprovechar los talentos que tiene la humanidad, para construir y
mejorar, y no lo contrario, destruir y empeorar.
Al respecto tenemos la enseñanza que resulta del relato citado
antes, para impedir que incurramos en dos errores contrapuestos:
Por un lado, a veces la persona piensa que está atareada en sus
propios asuntos y negocios, por lo que qué le importa qué pasa con
el mundo en general, qué sucede a su alrededor, y en particular
menos le interesa si es que esto ocurre en otro país. Sin embargo,
esta evaluación es incorrecta: en la actualidad vemos claramente que
incluso episodios que tienen lugar en un rincón remoto del globo
ciertamente afectan a cada uno en forma global y, a menudo, incluso
en cuestiones de su vida privada.
Por el otro lado, persiste un segundo pensamiento y argumento 5
errado. Es el de aquel que con humildad fuera de lugar dice: “¿Quién
soy yo y qué soy yo como para hacer algún aporte? ¿Qué puedo lograr
yo?”, y justificativos similares. Lo cierto es, sin embargo, que cada
uno puede hacer algo y tiene la posibilidad de ejercer una influencia
positiva global, como explican el Talmud y Maimónides7, y así
también se enuncia en textos de épocas posteriores a Maimónides,
que Di-s promete que cuando cada uno alumbre su propio rincón
con la auténtica luz, la luz de la Torá y las mitzvot, no solo su propia
vida se volverá mejor y más fácil, sino que con ello contribuirá
con su parte a la vida global del mundo entero – que el mundo se
acerque más a los valores de la justicia y la rectitud, la bondad y
la santidad, debilitando de ese modo las fuerzas que impulsan al

7 Kidushín 40, comienzo del folio b; Rambam, Mishné Torá, Leyes de Teshuvá 3:4.
“Toda persona debe verse a sí misma el año entero como si fuera mitad meritoria y mitad
infractora, y así debe ver al mundo entero... [por lo tanto] si realizó una única mitzvá, inclinó a
sí misma y al mundo entero hacia el lado del mérito, y les provocó redención y salvación”.

Likutei Sijot
 mundo hacia lo contrario a la paz, lo opuesto a la construcción y
lo inverso a la bondad.
En esta labor, como se mencionara, lo prioritario es fortalecer
la educación judía auténtica, fiel a la Torá, de los niños judíos
dondequiera se encuentren, pues por medio de ello se esparce
la luz de la Torá y las mitzvot – “la mitzvá es una lámpara y la
Torá es luz”8. Y entonces contamos con la Promesa Divina de
que esto traerá felicidad a todos los que se involucran en ello;
esto fortalecerá las fuerzas del bien en el mundo, hasta que en
última instancia vencerán, y seremos privilegiados, con el pueblo
judío todo, que Mashíaj Tzidkéinu venga y saque del galut a todos
los judíos y al mundo entero, y traiga la verdadera y completa
Redención.

* * *

Quiera el Todopoderoso ayudar a que hagamos todo esto

6 gozando de buena salud, con alegría y bienestar del corazón, lo
que añadirá a esta labor el que se lleve a cabo con un alcance
mucho mayor. Pues conforme se observa la situación actual, no
importa cuánto se agranden ediliciamente las Ieshivot y escuelas
de Torá, sin duda siempre encontraremos niños suficientes para que
colmen todas las aulas y todos los grados.
Y esto mismo incrementará también el éxito y la bendición de
Di-s.

(fragmento de una Sijá pronunciada ante activistas de las

Ieshivot Tomjéi Tmimím Lubavitch, el jueves de Parshat Nóaj
5723 [1962])

8 Proverbios 6:23.

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 7

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