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La sociedad no necesita de poetas.

Doctores nos dan más


enfermedades que el V.I.H , el estómago se vuelve más soberbio
condescendencia de supermercados que nos transmiten otra
injerencia de muerte más . Putos así mismos entre farmacéuticas,
clonación de químicos, narcos, prostituyen como arte malsano,
ese veneno, supuesto elixir del bienestar que destruye la pomposa
y gloriosa alma. La sociedad no necesita del poeta. En mi desorden
expreso mis palabras, en mi locura orquesto garabatos para
deshacer otras truncadas necedades de otros seres, imaginación del
prontuario marginado “ mijita rica” , se hierven así mismos con
gustos malversos , obscenidades pueriles y nutrias que siguen a
los garbanzos colerizados, esos carcelarios y extravagantes hijos
de la nada que respetaban la silla “ del patriarcado” cuando el
padre “ cara de palomo” imponía religiosidades , el perder de una
infancia malgastada, otras mentes enfermas , esclavos de un
sistema desigual, que a su vez iguala a corrupciones y hace
mercados de equivalencia , la competencia barata , y los cerdos
le dicen a la oferta laboral : “ ahí te llamamos “. Toda una
máscara putrefacta, artefactos del hirsuto Machito Zombificado,
con poleras del internacional partido, y un par de yerbas para
escapar del desamparo trueque que perdió su dignidad por un
miserable peso, dólar, euro, como le llame bien se sabe po choro’,
aunque no, Nunca y No, No cuestionan si quiera su existencia
¿ qué cosa nos van a cambiar? Dirán más adormecidos, castillos del
aire, ilusiones que ellos creen oro , para desprestigiar al más
débil; y someterse por otro oro usurero del más empresario
filántropo obeso recaudador, oro de migajas para ustedes, aquello
que brilla en la ambición , que se cae en el aire.
La sociedad no necesita de poeta. Hay cursillos pagados, bien
caros eso si po’ loco’, donde la literatura es otra esclava más,
libros encerrados en cajas como “códigos de barra” “ Betsellers” ,
remate de críticas tan ácidas como el limón ¿ Por qué se lucra
ahora con poesía? ¿Y que es poesía? Cuando las notificaciones
llegan más rápido que los mensajes de un celular pirateado, porque
los libros son re caros aquí en Chile. Y cuando escribes y
escribes, y quieren escupirte a la cara para que pongas la otra
mejilla, lanzarte tu escrito en la cara diciendo “Escribes mal,
así no se hace viste, la gramática, la obscena retórica”.
Menos mal que en algún rincón sólo imagine estos “Vite verbos no
amados”, “La Segunda Aleph de Santiago” era un rostro real, una
muchacha que venía de Provincia a estudiar a la Capital, nada que
ver Borges, tal vez solo un puñado de poemas que ella me leía y
una que otra sugerencia literaria del escritor y otros más por
eso el nombre, no la risa simplona de una “ señora cuica” que
quemaba cuadros de Marilyn Monroe para después de un mate bien
tomado hacer una novela de su propia soledad. A veces en esos
rincones más humanitarios la ciudad parece hablar, cantar junto al
Smog y gaviotas que en Recoleta se van al Mapocho. Yo recordaría “
Amiges, todes” aunque me digan que esa expresión no se escriba
así, por suerte entre amistades pero no “Santiguis Contaminance”,
sino en la Calera, la del Cerrito con la Cruz y la Fabrica del
Cemento , por aquí , por allá , en una que otra presentación
conocí la valentía real de la Jaula escrita por Osvaldo Ángel,
curiosidades que trae la vida, aquel hombre y amigo el “ man “
como a veces le decía por mensajes, aún imagino sigue en el norte,
pero no en la escalera iluminada “ del Chico del pórtico “ otro
compañero de por “ ahí algo desaparecido anda el cabro”, en fin, a
veces nos juntamos cuando podemos po’ aunque no esté el profe
Osvaldo , allí el papel de personas simples metidas en este mundo
inconexo pero bello, se interpola dejar la “ senectud de la
soledad” , la hoja ya no es tan solitaria, aunque depende de la
hoja , la que escribes o se fuman, lo mismo que reuniones aquí en
la Calera , lugar de Circulitos, sea más prosaico o más
surrealista e imagine una tertulia en diferentes círculos de
invitación o esas fumarolas en tazas de café o té, escritos,
poesía, lo que deguste a su exacerbado pensar. Y cuando no puedo
estar entre divas y divos, la vida no deja de ser un sueño y
enfrentar ese cada día, bello y absurdo, horas que parecen la
película más aburrida “ la de tu vida po”, depende del frenesí, el
escape, o la extraña virtud de perderse en un buen disco parecido
al jazz, pero a lo mejor es una crónica del barrio rapeada por
Lemebel, momentos de un arte donde lo artificial no era más que
esa realidad, y el inusual “ loro marginado” porque el simpático
quería su jaula, para reírse de nosotros los “ infelices” que lo
mirábamos desde el hospital fumandonos “ algo “ tú sabes los que
construimos estas historias, estos laberintos con un sinfín de
otras posibilidades que pueden permanecer ocultos o dar que hablar
en algún momento. La sociedad no necesita de poetas. Quizá alguna
vez pensaré que enterré a todos mis muertos, o personas que
quisieron culparme de cosas que yo todavía no podría haber
inventado. Cosas de las cuales no sé si publicar, porque algún
pájaro novelesco sea el blues de un par de locos dirigidos por un
fantasma. Como el cerrar y abrir de puertas de un metro
provincial, donde entre gritos de “ artistas venidos de otra
dimensión aparecen como fantasmas”, de gentes con indiferencia, de
silencios, de esa mañana “ apuro total “, de pruebas teóricas, de
infamias y desigualdades “ como hacer cantar a un niño” y su padre
el Huevón sin vergüenza “ anda bien vestido “ ¿ Cachay loco? La
mente queda entera perpleja poh’ Bro, que onda así la “ people”.
No compararse a otras puerta, donde el metro es de estaciones
para llegar a la Independencia, la estación llena, la estación
galáctica, tan censuradas como sus miradas muertas, como sus vías
más subterráneas, ya no se suben los comerciantes ambulantes, esos
si son artistas , aunque no falta el gil que se quiere colar de
lanza que eternidad semimuerta, ¿ Por qué nunca llegó a la
estación Hospitales? Allí donde hay una capilla , en el clínico de
la U de Chile, no hablo de árbitros no se mal interprete, pero
imagino la cancha también puede ser un lugar poético, un espacio
de pasto artificial , verlo en el tv cable, o los armoniosos
gritos de cantos por mil en el estadio, euforia colectiva, para no
mi es más que el arlequín negocio de otras mafias con carteles de
diferentes anunciantes , ya son la gala del espectador. El lado
bueno o visceral de las cosas, la música se acaba bien luego y
permanece algo en mí que quiero reanudar en estas líneas, porque
mi venganza es única y tan querida que nadie ni nada va a querer
leerla, ya la “Society” no necesita de la “Poetry po Bro”, sólo
nos queda celebrar el triunfo ese gol que otros gritan, o pensar
en el baño junto al papel que también se nos acaba, al final
¿dónde vamos a escribir? Espero no de pirómanos frustrados, de
ignorantes jumentos que solo se cagan horas con el Play, usted
elija no más, la puerta es ancha, el brindis eterno. Pronto y más
tarde que nunca el sueño solitario de aventurarse, el final tarde
o temprano se escribe , ya lo dije arriba o abajo, en las líneas
fortuitas de seres simples, en lágrimas octavadas con fervor y
locura de nuestra época, nuestros libros, lecturas hermosas de
otra vida, de otra infancia , néctar de otros colibrís risueños,
y malabaristas de otro aletargado sueño .

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