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UNIDAD III
En relación a un niño o una niña que ha vivido una experiencia de abuso sexual se
tendrán en cuenta varios aspectos:
Indicadores físicos
Es importante considerar que los niños pequeños no deben conocer sobre los actos
sexuales adultos a menos que hayan tenido acceso a esta información. Por esto
debe investigarse la fuente de la que derivaría este conocimiento. En muchas
ocasiones, cuando los niños pequeños comparten la cama o el dormitorio con los
padres y han presenciado actos sexuales entre estos; podrían aparecer
comportamientos sexualizados como consecuencia. En estas situaciones se
Cabe resaltar que algunos niños víctimas de Abuso sexual podrían permanecer
asintomáticos durante un tiempo, es decir, no mostrar signo alguno de trauma.
Uno de los indicadores más confiables es el propio relato que hace el niño sobre
el abuso sexual. Este es también un elemento valioso en los procesos de
evaluación cuando la situación es abordada judicialmente, por esto es importante
tomar precauciones para conservar el relato original del niño.
Virginia Berlinerblau señala que hay varias razones por las que un niño podría
negarse a hablar del abuso, entre ellas están:
En torno a la validez del relato de los niños, Berlinerblau y Blanes (2009) señalan
que en la mayoría de los casos sus testimonios son verdaderos, aunque no
aseguran al 100% que los niños no emitan declaraciones falsas, no solo sobre el
abuso sino en denegaciones del abuso.
La revictimización:
Cabe señalar que al respecto del empleo de la palabra víctima existen múltiples
posiciones por cuanto este concepto implica el ser objeto pasivo de algún evento o
forma de violencia. Etimológicamente, ser víctima significa “ser el objeto de un
sacrificio”, es decir que pone a la persona en posición de mero objeto a mano de otros
que lo utilizan para su propio beneficio, desdibujándose la subjetividad de la persona
afectada.
Permanecer calmado
Decirle inmediatamente que le cree y que ha sido muy valiente al contar lo sucedido
Evitar actitudes extremas
Tener claro que el niño o niña no tiene la culpa y que el único responsable es el agresor
No prometerle lo que no va a cumplir y jamás prometer que no va a contarle a alguien
Transmitirle que podrá recuperarse de esta experiencia
Mantener una actitud de respecto con la víctima
Indagar quien de la familia puede apoyarlo
(Tomado de cartilla “prevención y detección de la Violencia sexual infantil en la primera infancia” creada
por el Grupo Opciones y la Secretaría de Integración social)
Para evitar la revictimización también se propone que el niño no narre varias veces
el suceso o reviva la situación, pues esto puede acarrear mayores efectos
traumáticos. Es por esto, a su vez que quien realiza la entrevista en la denuncia o
en el proceso judicial deba ser un profesional calificado.
Debido a que el abuso puede darse de maneras muy distintas es complejo definir
unas afectaciones comunes o absolutas en todos los niños víctimas de esta
experiencia. Las consecuencias psicológicas tienden a ser diversas y en estas
podrán influir variables como:
Reacción del entorno: las herramientas psicológicas que el niño desarrollará para
afrontar el ASI, pueden fortalecerse o debilitarse dependiendo de la posición de los
adultos responsables (en especial de la familia) cuando el abuso se devela. Estas
reacciones pueden ser de apoyo, protección, defensa o bien de culpabilización,
negligencia y negación.
Cuando alrededor del niño se configura una red apoyo y protección y sus familiares
cercanos asumen una actitud de respaldo, confianza y credibilidad ante el
develamiento del ASI, evitando posturas que tiendan a revictimizarlo, el niño podrá
disponer de recursos positivos que puedan favorecer el desarrollo de estrategias
de afrontamiento ante la vivencia de abuso. Igualmente será importante que se
extiendan medidas de garantía y protección de sus derechos. Estos aspectos son
claves en la recuperación de niños y niñas víctimas de abuso.
La intensa confusión del niño, -quien intenta comprender y decodificar por qué ese adulto
significativo obra de un modo que ‘está mal’ y le hace daño-, conlleva en su psiquismo en
formación la tarea de escindir esa figura amada causante de tanto dolor, desmintiendo la
violencia de ese otro que debería haberlo cuidado. Esto implica una deformación en las
percepciones del niño, quien en el afán por conservar un estado ‘ideal’ perdido a partir del
abuso, resguarda la imagen del responsable asumiendo una culpa que no es suya por
identificación ( Ferenczi, 1933).
Otra de las condiciones que afecta al niño es el mantenimiento del secreto, no solo
por la manipulación que generalmente utiliza el agresor para ocultar el abuso, sino
porque este le imposibilita expresar sus emociones y tramitar simbólicamente la
violencia que ha sufrido, lo que tiende a generar bloqueos emocionales y
posiciones de sumisión.
Las consecuencias que se derivan por el develamiento del abuso son también de
gran complejidad, pues generan una crisis familiar que varía de acuerdo a las
circunstancias. En muchos casos se presenta desintegración, pérdida del soporte
económico, cambios de residencia, conflictos intrafamiliares, entre otros. Estos
aspectos actúan como factores de incidencia concomitantes. Adicionalmente,
cuando la situación llega al nivel judicial se produce un alto nivel de estrés que,
según investigadores, aumenta la revictimización.
Aumento del interés por cuestiones sexuales y/o actividad sexual precoz
Confusión acerca de la identidad sexual o en la percepción de lo que
significa una sexualidad normal
Preocupación sexual, por el cuerpo o por conductas sexuales, propias o de
otros
Conductas sexuales compulsivas/agresivas: consigo mismo o con otros. En
algunos casos estimula la promiscuidad.
Rechazo o sentimientos negativos a su propio cuerpo, asociado a una baja
autoestima.
El trauma puede afectar las competencias del desarrollo que el niño ha adquirido
recientemente, aspectos del pensamiento involucrados en el procesamiento de la
información, así como de los atencionales. Es por esto que tiene a presentarse
cambios en el rendimiento académico de los niños.
Sin embargo, debe precisarse que en cuanto al abordaje terapéutico, este debe
ser llevado a cabo por parte de profesionales especializados, que posean el
conocimiento clínico que amerita el tratamiento, como a su vez, deberá
Bibliografía
Cibergrafía