UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA TEC. EN REGENCIA DE FARMACIA III SEMESTRE BIOETICA MONTERIA SINTESIS
La industria farmacéutica tiene como finalidad generar productos que mejoren y
prolonguen la vida humana, a través de la innovación e investigación permanente en ciencias básicas y clínicas, para la innovación de nuevas moléculas. En Colombia, el punto de dispensación o entrega al usuario del producto farmacéutico, es quizás el factor decisorio más importante al cual se enfrenta el mercado de los medicamentos. Productos recetados por el médico (conocidos como productos éticos) y aquellos de venta libre llegan al consumidor bajo la influencia final del dependiente o dispensador de la droguería que lo entrega. En el contexto del Sistema General de Seguridad Social en Salud, los lineamientos de la Política Farmacéutica Nacional están dirigidos a desarrollar los Servicios de Atención Farmacéutica de una manera mucho más integral, menos centrada en el medicamento como producto y más enfocada en la prestación de un servicio de calidad, eficiencia y efectividad. Algunos elementos de juicio que le ayuden a reflexionar sobre las implicaciones que en el plano de la ética y la justicia social, tiene la actual reforma del sistema de salud de Colombia. Se busca mostrar tales implicaciones en tres esferas del sistema de salud: en cuanto a la exclusión de una parte de la población pobre del acceso al sistema de salud; a las dificultades que se presentan para el acceso de los enfermos a algunos servicios de salud, en particular en situaciones cuando está en riesgo la vida; y a la deshumanización de la relación médico paciente. La hipótesis que maneja el artículo consiste en que tales problemas no son ajenos a la racionalidad política que orienta el actual sistema de seguridad social en salud, que estimula la incorporación de los valores del mercado en el conjunto del sistema, sus instituciones, y el recurso humano. El propósito de la política Farmacéutica Nacional es optimizar la utilización de los medicamentos, reducir las inequidades en el acceso y asegurar la calidad de los mismos en el marco del Sistema de Salud, pero para garantizar el cumplimiento de estos objetivos el país necesita personas capacitadas, En ese sentido, la educación médica debe tener en cuenta los siguientes aspectos: -Los organizadores de este tipo de actividades académicas deben dar a conocer a la industria los límites aceptables de su participación. -Cualquier remuneración por parte de la industria a los médicos debe ser moderada y adecuada para el trabajo desarrollado, y debe garantizar que no interfiera con la imparcialidad y juicio del profesional de la salud. -La industria debe procurar orientar los recursos destinados para este fin a actividades de educación continuada acreditadas y de valor científico. La relación entre los médicos y la industria técnica y farmacéutica es útil y necesaria. La visita médica debe respetar la prestación de servicios de salud, más aún en un entorno que exige al médico cumplir con unas metas de productividad, y la información brindada debe ser más rigurosa y ser entregada en lugares físicos más adecuados que favorezcan un clima de dignidad mutua. Algunos de los valores y objetivos de la medicina incluyen: 1. Preservar la salud 2. Curar o cuando no se puede aliviar y siempre consolar y acompañar al enfermo 3. Evitar las muertes prematuras e innecesarias “Lograr que hombres y mujeres vivan jóvenes y sanos toda su vida y mueran lo más tarde y dignamente que sea posible”. Esos valores, al colocar la rentabilidad económica y el control de costos por encima de valores humanitarios como la compasión hacia los que sufren, la salvaguarda de la vida, y la garantía del acceso universal a los servicios de salud como ha sido planteado por la Constitución de 1991, generan nuevos retos para los tomadores de decisiones políticas. En la reflexión teórica que el artículo ofrece se busca mostrar que si bien la fuerza de los valores del mercado busca arrastrar al barco en su totalidad, sin embargo hay espacios como los valores hipocráticos de la medicina, y la libertad y autonomía de los sujetos, en este caso la de los médicos y demás personal de salud, que pueden ayudar a resistir y aún cambiar lo que parece una imposición inevitable. La nueva ética de la práctica médica y del sistema debe estar afianzada en una concepción de justicia que promueva el respeto y desarrollo de la libertad del paciente, en la igualdad de acceso y uso de los servicios médicos según necesidad, y en una concepción progresiva del financiamiento y distribución de los recursos del sector.
El Presente Artículo Analiza Algunos Aspectos Relacionados Con Los Valores y Actitudes Como Elementos Básicos en La Formación Del Profesional de La Salud