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Universidad Nacional Abierta

Dirección de Investigaciones y Postgrado


Maestría Planificación de la Educación
Unidad Curricular: Ciencias de la Educación (007)

Asesor: Participante:
Msc. Ángela Maíz Lcda. Amparo Seijas
C. I. N°: 12.194.611

Ciudad Bolívar, marzo de 2019


INTRODUCCIÓN

El quehacer científico es patrimonial del ser humano. Tiene como objetivo


fundamental y subyace en su esencia, el descubrimiento, conocimiento y aplicación
consecuente y creadora de las leyes y regularidades que rigen el desarrollo de los
fenómenos, o lo que es lo mismo, los cambios o transformaciones condicionadores del
movimiento evolutivo de la Naturaleza, tanto en el componente no vivo o inanimado de
la misma como en el vivo o biológico y social de ésta.

El Hombre llega a conocer su entorno material y social, del cual es parte o elemento
inseparable, mediante un complejo proceso de aprendizaje el cual lo educa y capacita,
que equivale a decir, lo faculta para interactuar con ellos de manera lógica y dialéctica,
sustentadora de su necesario desarrollo sostenido y sostenible.

El estudio de la educación como conocimiento científico constituye en la actualidad


una compleja e incierta tarea que ha pasado, en su devenir histórico, por diferentes y
contradictorias etapas. Para todos está clara la importancia vital de la educación como
fenómeno social y que ha estado en la base misma del surgimiento y existencia de
todas las sociedades o agrupaciones humanas que se han conocido. El conocer las
tendencias pre-científicas y científicas permitirá tener una visión mas clara.
Familiarizarse y conocer la terminología, ayudara a comprender mejor lo referente a
las tendencias pre-científicas y científicas de la educación.

Periodo pre-científico: Se llama periodo pre-científico porque a comienzos del siglo


XIX dejaron de aparecer opiniones y teorías fantásticas de la gramática comparada e
histórica, y fueron introducidos en la lingüística métodos realmente científicos. en Grecia
filósofos como Platón y Aristóteles, y los sofistas más tarde, fueron los primeros en
abordar temas lingüísticos..

Tendencias pedagógicas: Son las direcciones u orientaciones de carácter más


general del movimiento pedagógico en su devenir. Cuando las tendencias educativas
se concretan en las corrientes y teorías con el nivel de estructuración propio de la
ciencia, la que da paso a la Pedagogía. Ejemplos de Tendencias Pedagógicas actuales
Tendencia humanista. Tendencia que pone énfasis en la activación del proceso
pedagógico. Tendencia encaminada a la utilización y perfeccionamiento de los métodos
de investigación. Tendencia a jerarquizar la relación entre la educación y la sociedad.

Ciencias de la educación o ciencias pedagógicas: Son estructuraciones


determinadas de la pedagogía como ciencia (teoría: núcleo sobre el cual se estructura
la ciencia). Las tendencias se concretan en Modelos. (Dr. Orlando Valera Alfonso,
2000).

Está clara la importancia vital de la educación como fenómeno social y que ha


estado en la base misma del surgimiento y existencia de todas las sociedades o
agrupaciones humanas que se han conocido. También se acepta generalizadamente
que la educación debe ser objeto de estudio o investigación científica.

Sin embargo, a partir de aquí comienzan las vicisitudes teóricas, epistemológicas y


metodológicas: ¿Cuál o cuáles son las ciencias de la educación? ¿Existe realmente una
disciplina del conocimiento con carácter de ciencia para el estudio de la educación?.
En fin, éstas pueden ser algunas interrogantes que por las dificultades que existen en la
actualidad para responderlas en el orden de la filosofía de la ciencia, la cienciología o la
epistemología ponen seriamente en tela de juicio el carácter científico de la disciplina o
las disciplinas que estudian a la educación.

La educación en la actualidad exige cada vez más, que las respuestas a sus
problemas se hagan sobre bases científicas, por ello el debate teórico de la pedagogía
de la ciencia o las ciencias de la educación, siendo esta el primer orden de prioridad.

Hoy en día, el habitual criterio de que la pedagogía es la ciencia de la educación, ha


sido criticado fuertemente, desde posiciones y razones diferentes. Así vemos que
autores parapetados en los criterios positivistas, de lo que es una ciencia y desde
diversos paradigmas epistemológicos actuales, como son el activismo (Weiler, 1985) o
el descubrimiento del valor de lo posible (Tedesco, 1985), cuestionan no solo el
carácter de ciencia de la pedagogía, sino su necesidad real y proponen otras
alternativas críticas de enfoques totalizadores, holísticos, integradores, dinamizadores,
etc., que conducen a nuevas denominaciones que representan un nuevo momento
evolutivo teórico en el estudio e interpretación científica de la educación.

La compresión de este estado de cosas, requiere un breve recuento histórico y


algunas precisiones teóricas y semánticas. Como primer elemento, en el devenir
histórico de la educación siempre se le denominó por pedagogía a la disciplina que
pretendió científicamente o no, ordenar sus paradigmas o corrientes, ideas o teorías,
conceptualizaciones o determinaciones de sus prácticas escolares (formales) y no
escolares (no formales).

(J. Manjón, 1993). La razón nos la aporta la historia de la educación, desde la


Grecia clásica en que etimológicamente pedagogía significa en griego paidós: niño
y agogía: conducción. Término que fue introducido y aceptado por los romanos y
mantenido más atenuadamente durante la Edad Media y el Renacimiento en que
se toma el término pedagogo fundamentalmente como preceptor o maestro.

Entre los siglos XVI y XVIII se produce una intensa etapa de producción de un
ideario educativo de carácter pre-científico, especulativo, pero ajustado a las
conceptualizaciones filosóficas de la época que le dan consistencia teórica y
sistematización (S. Hernández y D. Tirado, 1948; O. Valera, 1998). De esta manera se
sientan las bases para que en el siglo XIX, con el advenimiento del positivismo que
propicia el establecimiento de los fundamentos científicos de la educación, la ciencia
correspondiente sea denominada por pedagogía.

Tras el surgimiento del pragmatismo en norteamérica, es cuando consolida al inicio


del siglo XX, el paradigma experimentalista, este se perfecciona en la búsqueda de una
escuela activa y utilitaria en lo que se denominó pedagogía científica.

El paradigma experimental positivista en sus inicios dentro de la investigación


educativa, se llevaba a cabo en su medio natural, como lo era el laboratorio, da un paso
y se traslada al aula de clase; tenía una incontrolable dinámica para los recursos
metodológicos investigativos de la época. Se requería de una nueva instalación
instrumental, nuevas técnicas de medición, un nuevo aparato estadístico, una nueva
filosofía para interpretar el hecho científico, descubrir leyes y construir la teoría
pedagógica, aislar en su contexto un fenómeno social tan complejo en su unidad con el
mundo natural y del pensamiento humano para estudiarlo, y luego, poderlo insertar de
nuevo en el mismo, sin dañar su esencia y sin obviar o desnaturalizar sus interacciones.

Sin duda que se pedía demasiado para lo que la ciencia positiva podía dar, por ello,
el paradigma filosófico especulativo anterior, que fundamentó la etapa pre-científica de
la pedagogía, no murió; y se acudió a él para que aportara conceptualizaciones que
ayudaran a dilucidar los problemas objetos de investigación en su dimensión real.

Aquí está uno de los gérmenes de corte epistemológico y cienciológico que


determinó el surgimiento de las corrientes pedagógicas contemporáneas. Otro, fue la
propia práctica social que planteó a la educación exigencias formativas del ciudadano
que obligó a hacer complejas teorizaciones acerca de la naturaleza humana, la
educabilidad del hombre, los fines y objetivos de la educación en su contexto social,
todo lo cual derivó en un modelo de hombre con su propia personalidad y otros
atributos condicionantes y condicionados. Entonces, surgen la filosofía, la sociología y
la psicología de la pedagogía planteados por la sociedad.

Se crean así las condiciones subjetivas para no hablar de pedagogía, sino de ciencia
de la educación, aunque no dejaron de asomar las denominaciones de la pedagogía,
pero con apellidos como la ya mencionada pedagogía científica, pedagogía
experimental o pedagogía positiva; así como las novedosas e insinuosas: pedagogía
fundamental (J. Cohn, 1933), pedagogía de la actualidad (Euckeil, Bubde, Gauding,
Kesseler, década del 30), pedagogía cuantitativa (Tho-vndike, Kelley, Freedman, de la
segunda a la cuarta década del siglo XX), pedagogía racional (F. Paulsen, 1922),
pedagogía sistemática (G. Rein, 1902), pedagogía funcional (E. Claparede, 1932) y la
globalizante pedagogía general que encubre el problema científico y que le da salida
velada, al menos en los marcos académicos, fundamentalmente en la determinación del
currículo formador del maestro en las escuelas normales.

En el centro del debate de la pedagogía general se sitúa, por la propia tradición


cientificista que aportó el positivismo y el pragmatismo y el ejemplo argumentativo de la
psicología con sus teorías del aprendizaje, el problema didáctico denominado de esta
misma manera por autores alemanes o metodológicos para autores españoles
americanos.

Por ello, surge la Metodología como una verdadera disciplina científica que dada su
terrenalidad en el campo de la educación escolarizada, o sea, brindando posibilidades
prácticas de aplicación, le aproximan a lo que venía denominándose por tecnología en
el campo de la teoría científica general.

Bajo la rúbrica de la didáctica, fueron y son aún más proliferas las obras y las
prácticas investigativas y transformadoras de la enseñanza en las escuelas. Entre ellas
podemos citar como ejemplo precursor la didáctica como ciencia de la formación
intelectual de Otto Willmann, así como los trabajos de A. y S. Schmieder, aparecidos en
su didáctica general o los de K.F. Sturm, Ziller, Sallwürk, Gauding.
Ya que la didactización de la pedagogía ha sido una tendencia mantenida, ni
siquiera recurrente, y de un carácter generalizado para el mundo occidental; desde el
punto de vista científico pasa desde la consideración de la didáctica como rama
fundamental de la pedagogía, hasta la que es su centro y le aporta el carácter científico,
hasta la suplantación de la propia pedagogía como ciencia.

(Sara Irma Juárez, México, 1998).En este propio orden de cosas, en los
momentos actuales se viene desarrollando una tendencia que centraliza en el
currículo el problema educativo, dándole un protagonismo tal y nivel de
estructuración a partir de preceptos didácticos y epistemológicos que determinan
el surgimiento de una nueva disciplina científica que denominan por curricología o
curricultología

Coincidiendo con el autor O. Valera cuando menciona que no hay dudas que tomar
posición ante esta problemática es una necesidad epistemológica y metodológica
medular para el análisis científico de la educación; ya que toda la acción pedagógica de
enseñanza-aprendizaje que a la postre es la que contribuye a la formación integral y
armónica del alumnado tiene a la didáctica como su rama central para cumplir dicha
función. Esta aseveración demuestra que la didáctica ocupa un lugar fundamental
dentro de la pedagogía como ciencia y dentro de la propia estructura de la pedagogía.
CONCLUSIÓN

Las principales tendencias en el abordaje pre-científico y científico del fenómeno


educativo nos indica cómo la noción de pedagogía científica nutrió directamente a la
noción de ciencia de la educación en un abigarrado cuadro cienciológico y
epistemológico en que el estudio de la educación rebasaba las posibilidades reales de
la construcción científica que existía para la pedagogía, e incluso para su concepción
más dinámica y aplicada dada en la didáctica. Así es como comienzan a proliferar obras
bajo que expresan en su esencia todo el andamiaje teórico que debería tener una
verdadera ciencia de la educación a la luz del positivismo y el pragmatismo.

En la ciencia de la educación casi todos los principios, exigencias y terminología


científica que estas corrientes filosóficas desarrollaron se asimilan y reconstruyen.
Iniciando la presencia de fenómeno y hecho educativo; de teoría, leyes y principios; de
factores determinantes, esencialmente biológicos, sociales e históricos; de acto y
funciones educativas; de sistema e interacción científica, de conocimiento científico y
métodos de investigación pedagógicos con sus correspondientes clasificaciones.

Las ciencias pedagógicas como se ha señalado, constituye un subconjunto de las


ciencias de la educación que tiene como especificidad estar compuestas por un
conjunto de disciplinas que determinan y explican el acto pedagógico por lo que
constituyen o forman parte de la estructura misma de la pedagogía como ciencia de la
educación y es a su vez expresión de su desarrollo y progreso.
BIBLIOGRAFÍA

Valera Alfonso Orlando. El debate teórico en torno a la pedagogía. EDITEMAS AVC,


Bogotá, 1999 y Colección Mesa Redonda. Cooperativa Editorial Magisterio, Bogotá,
2000.

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