Вы находитесь на странице: 1из 13

M A X A N A D O N

(Somos embajadores en nombre de Cristo,


como si Dios rogase por medio nuestro; os r o .
gamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con
Dios).
(2. Corintios, 5:20).

CRISTO ES EL TODO
(S. Pablo/Colosenses, 3:11.)
Cristo, La Iglesia
La Iglesia de Jesucristo data desde la época del primer
hombre. En virtud de aquel Mesías que "desde la generación
de la m u j e r " había de venir a la tierra, han sido salvos todos
los predestinados y electos de Dios. Abel muere creyendo en
E l ; Aibraham no sólo creyó en El sino que también "vió su
vida y se .regocijó". Jacob creyó en Siloh y en su venida, ex-
clamando "Tu salud esperé, oh Jehová", y por la fe en Aquel
que había de venir fué salvo. Job no sólo creyó en su Re-
dentor, sino que esperaba verle con sus mismos ojos, David
dice: "El Señor dijo a mi Señor: siéntate a mi derecha, hasta
que ponga a tus enemigos por escabel de tus pies"; y su Se-
ñor le salvó. Los Patriarcas y los justos, llenos de oprobio;
los profetas degollados por los príncipes de Israel: Isaías ase-
rrad'o, Jeremías apedreado, Daniel entre los. leones y Amos en
el palo todos esperaron y creyeron en Aquel, cuyo nombre se-
.ría Emmanuel, y así fueron salvos....
F,n Cristo se apoyaba el cristiano primitivo; en Cristo, no
en la Iglesia ni en sus ritos; en Cristo, no en Apóstol ni otro
cualquiera; en Cristo, no en oraciones ni ayunos, ni en obras
caritativas'; en Cristo, no en ángeles ni en santos, ni en obra
cristiana alguna; en Cristo lleno de toda la plenitud divina
para satisfacer cada anhelo del alma inmortal. Amar a Cristo
de todo corazón, imitarle, consagrarse a El, y vivir para hon-
rarle, hablando a los pecadores acerca de Jesús que por ellos
murió: esta era la vida del cristiano apostólico.
El Evangelismo, llamado por antonomasia protestantismo,
se remonta a esos, tiempos primitivos del cristianismo; lo tes-
tifica la secta Valdense, sumamente antigua, pues llega al siglo
I V . Todos los precursores, Valdenses, Albigenses, Paulicianos,
Hussitas y Lobardos, o Wiclefistas, y el Sol de Wittemberg, el
ilustre reformador alemán Lutero, recibieron su doctrina de los
sucesores de los Apóstoles de Jesucristo, y estos de los Após-
toles mismos.
Nuestro fundamento, nuestro Sumo Pontífice, nuestro
Fundador es Jesu-Cristo, quien protestó el primero contra eí
pecado del mundo, contra el sacerdocio judaico, contra los q u e
no le aceptaron. Esta excelsa protesta le llevó al Calvario.
Jesu-Cristo es> la cabeza del cuerpo místico, que es la Igle-
sia; es la piedYa angular; es el fundamento y "nadie puede
poner otro" (I Cor. 3; I I ) . "Edificados sobre el fundamen-
to de los Apóstoles y Profetas, siendo la principal piedra deT
ángulo Jesu Cristo" (Efesios, 2¡i 2 0 ) . "Teniendo un Gran
pontífice que penetró los cielos, Jesu-Cristo, retengamos nues-
tra profesión Lleguémonos pues confiadamente al trono d e
la gracia. .. (Hebreos, 4, 14; 16).
Una Iglesia, pues, es cristiana si tiene a Jesucristo como-
caljeza única, centro de su fe, la revelación decisiva, cabal, om-
nímoda, suficiente y una vez por todas del amor y voluntad'
del Pad're.
Afirmamos que la Iglesia cristiana es 'a Iglesia de Jesu-
cristo (la Iglesia romana es la Iglesia del P a p a ) . Y a Jesu-
cristo es a quien nosotros adoramos, y a quien nosotros que-
remos servir.

Cristo, la Religión verdadera


Religión verdadera es la que une al alma con Dios. Crista
es el único eslabón entre Dios y el hombre; el Mediador ideal~
es el Redentor, el Creador, el Principio y el Fin.
Jesu-Cristo nos enseña a cuidarnos de doctrinas expuestas
por personas que nos pueden engañar. Además de la heregía
d'e los Colosenses y la de los católico-romanos1, hay otras de va-
rias sectas que enseñan otras maneras de alcanzar la salva-
ción y la comunión con Dios, no por la Sangre y la Mediación
de Jesu-Cristo.
"En Cristo estáis completos nadie os> juzgue en comida,.
— 3 —

o en bebida, o de ,Sábado en Cristo Jesús ni la circuncisión


ni la incircuncisión vale algo, sino la nueva criatura" (Colo-
senses, 2 ; 10, 16. Gal. 6 ; 14).
"Hay un Dios, asimismo UN' M E D I A D O R entre Dios
y los hombres, Jesu-Cristo hombre". "Nadie viene al Padre
sino por M í " . (Tim. 2; 5. Juan, 14; 6 ) .
" N o hay más que U N MED,IADOR entre Dios y los hom-
bres".... Nosotros amamos a María, la escogida entre todas, las
mujeres para ser madre de Jesús; la rosa de Nazareth, la niña
más santa, la virgen más pura, que entonó el hermosísimo
cántico "Magnificat" —"engrandece mi alma al Señor, y mi
espíritu se alegró en Dios mi Salvador"— esos, acentos son la
contribución cíe María a la historia sagrada. Fueron traslada-
d ~s a la Escritura entre olas de memorias, y diluvios de emo-
ciones. y corrientes de lágrimas felices, de ese sublime y ma-
ravilloso secreto que ella había tanto tiempo retenido y guar-
dado en su corazón, el secreto que había transfigurado e irra
diado toda su vida santa. La Virgen María es bienaventurada
por haber llevado en su seno, y en sui regazo a Jesús; pero más
<-i:'-Vosa por haberlo llevado en su corazón, y haber creído en
El como su Salvador. Nosotros creemos honrar más a María
proclamando la 'verdad de la Palabra divina (contraria a la fal-
sedad romana de multitud de santos mediadores) que dice: " N o
rlia:v más que U N MElDIADQR entre Dios y los hombres".
."Nadie viene al Padre sino por mí" (Jesús). Y en lugar d'e
veneración y adoración de imágenes, al estilo pagano, desea-
mos obedecer lo que nos ordena la Palabra de Dios en los
Diez Mandamientos: "No te harás imagen, ni ninguna seme-
janza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás. A tu Señor Dios ado-
rarás, y a El sólo servirás". (Exodo, 20; 4,5. Lucas, 4 ; 8 ) .
El noventa por ciento de los católico-romanos ignoran el Se-
gundo Mandamiento conforme está en la Santa Bibilia, y
•cambiado por la Iglesia romana para ocultar la idolatría y su-
perstición d'e sus imágenes.
" E l Cristianismo es la religión del libre acceso a Dios". En
J e s ú s tenemos seguridad, y entrada con confianza por la fe
— 4 —

de é l " . (Efesios 3; 1 2 ) . "Yo soy el camino, la verdad y la


vida". ",Yo he venido para que tengan vida y la tengan en
abundancia". ,
¿Deseas poseerla? Pues acude a su Autor.
¿Cómo?, dirás acaso.
Arrepentios y creed al Evangelio, dice Jesús, (.Marcos I ;
1 5 ) . "El que cree en Mí tiene vida eterna". "Así está escri-
to que se predicase en su Nombre el arrepentimiento y re-
misión de pecados en todas las Naciones" (Lucas, 24; 46) . " E l
que en El ere no es condenado", i 'Quien es el que condenará?
•Cristo es el que murió; más aun el que también resucitó,
quien además está a la diestra de Dios, el que también inter-
cede por nosotros" (Romanos, 8; 3 3 ) . "Si alguno está en
Cristo nueva criatura e s " ; obtenemos el nuevo nacimiento.
Con esto afirmamos que Jesucristo es el único completo
Salvador de las almas que buscan su gracia; y que la Iglesia
romana que pretende subordinar el perdón de Dios a la ab-
solución dada por los confesores, comete una usurpación sa-
crilega. Y que la Misa es un ultraje a Jesucristo, tina dismi-
nución d'el valor redentor de su muerte. "Habé'is sido resca-
tados no con oro y plata, sino con la sangre preciosa de Cris-
to. Porque Cristo padeció Una Vez por los pecadores. Con
U'NIA SOLA Ofrenda hizo perfectos a los santificados. Cris-
to fué ofrecido U N A V E Z para agotar los pecados. Donde
hay remisión de estos, no hay más ofrenda por el pecado".
(Pedro, I ; 18, 19; 3: 8. Hebreos, 10: 14-18'; 9: 2 8 ) .
El Gólgota hasta el día de hoy, es la línea divisoria de la
'humanidad y de las religiones. Desde que se alzó la Gruz, las
religiones de la humanidad se han dividido en dos campos: de
un lado están los cristianos que ven en Cristo Crucificado la
U N I C A esperanza del alma en esta vida, y en la otra; del
otro lado se encuentran los que ven la salvación en los pro-
pios escuerzos del hombre, y maldicen la Cruz en nombre de
la ley y de la dignidad humana. Y también los que creen in-
completo el Sacrificio del Calvario, y necesitan renovarlo in-
definidamente, y de nuevos intercesores y mediadores.... No
es la contradicción en admitir, o .rechazar, !a persona de Jesús
— 5 —

como tal; todos están unánimes en admitir I a grandeza de


Jesús. Goethe se inclina ante ella, y Gerardo Hauptman, y el
mismo Nietzche. El Islam también lo reconoce como uno de
los más grandes profetas. Pero Jesucristo no quiere ni ne-
cesita simpatizantes ni admiradores, sino que el mundo crea
que El es el U N I C O S A L V A D O R .
Los verdaderos cristianos ven en El el único consuelo en
la vida, y en la muerte; y si sienten la mordedura de la ser-
piente del pecado del mundo, miran arriba a la antigua ser-
piente en busca del remedio". "El que en él cree no es con-
denado". "De tal manera amó Dios al mundo que nos dió
a su Hijo Unigénito para que todo aquel que en El crea no
se pierda sino que tenga vida eterna". Muchas veces se oye
decir que así como "por todas partes se va a Roma" así hay
más de cien caminos para ir al Cielo; y que todas las reli-
giones son buenas.... Pero la carta de navegación para el via-
je de la vida desde el Tiempo d'e la Eternidad no deja lugar
para la duda. Cristo d'ice: "Yo soy el camino, la verdad y
la vida; nadie viene a Dios sino ,por m í " . (J . 14; 6 ) . " N o
hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombres en que
podamos ser salvos". (Hechos, 4 ; 12). Dios ha hablado: No
hay otro camino.

Cristo, la Respuesta
Hay dos maneras de dar una respuesta; una es una pa-
labra verbal, y la otra una palabra vital, —una palabra que
surge de una vida— Dios escogió ésta como su método final
de dar la respuesta: "El Verbo se hizo carne". La Biblia es
la historia inspirada de la revelación de Dios: esa revelación
se ve en el rostro de Jesucristo; la respuesta de Dios es una
Persona. (¡Como dice el D r . Stanley Jones).
Esta respuesta tiene en sí todas las respuestas. No hay
ni siquiera una situación, en cualquier área de acción, en nin-
guna parte del mundo, donde la respuesta de aquella situa-
ción no se halla en hacer lo que Cristo haría; y donde el ha-
— 6 —

cer lo que no es cristiano no enreda la situación. Probadlo y


ver si con una actitud anti cristiana podéis solucionar una s i -
tuación. No se puede. Vuestras relaciones se desbaratarán,,
yendo de un enredo a otro enredo.
El Dr. Hu Shih, anteriormente embajador chino en les
Estados Unidos, dijo: "Tienen Uds. la ventaja en que sus-
ideales están encarnados en una persona". Cuando hacemos
el análisis químico de un rayo d'e sol, encontramos en él la.
naturaleza del sol. Cuando vernos, el carácter de Jesús, vemos
el carácter de Dios. Vemos también el carácter del mundo
que ha de ser. El es la Respuesta tanto de Dios como del
hombre.
Entonces, cuando presentamos a 'Cristo como la Respues-
ta, queremos decir exactamente que la es. Es la respuesta
única que tiene validez para todos los hombres, de todas las
clases y para ambos sexos. En El los hombres instintivamen-
te reconocen que aquí hay universalidad'. Una respuesta que
contesta a todos los hombres en todas partes.
Porque Dios «o distingue más que una raza: "la raza
humana". "No hay judío ni griegq; no hay siervo, ni libre;
no hay varón ni hembra: porque todos vosotros sois uno en
Cristo Jesús". (Gal. 3; 28).,
La presentación entonces de Cristo a otros pueblos no es-
el entremetimiento 'internacional la i reposición ide (nuastra
religión sobre otro pueblo. No es "nuestra religión", no nació
con nosotros y no morirá con nosotros. Es el don de Dios al
hombre y pertenece al hombre del Africa lo mismo que al
hombre de América. Cuando está debidamente presentada, los
hombres donefe quiera reconocen instintivamente que es suya
propia. Encaja en el alma así como la luz en el ojo.,

Cristo, el Todo
Para mí Jesucristo es el todo. Jesúsi promete satisfacer
todos nuestros anhelos". Si alguno tiene sed, venga a mí, y
beba. El que en mí cree ríos de agua correrán de su vientre.
( J . 7 ; 3 7 ) . '}E1 que en mí cree no tendrá sed jamás". ( J . 6;
3 5 ) . "Si conocieses el don de Dios y quien es el que te dice:
dame de beber, tú pedirías de é'l, y él te daría agua viva. ( J .
4 ; 10)., "Me ha enviado para sanar a los quebrantados de
corazón, a pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos
vista " Con ternura exquisita responde Jesús a nuestras
quejas, tedios y tristezas, y nos revela y recuerda que Dios
es nuestro Padre y nuestro Pastor. Si Dios es mi Pastor y
está con nosotros; yo puedo andar con él mientras dure mi
peregrinación, y estando él a mi lado "no resbalaré". Si pue-
do encontrar a Dios donde quiera, seré feliz., " E n tu presencia,,
en tu compañía está la felicidad". (Filipenses, 4 ; 4) .
El corazón humano clama por un Sumo Pontífice que
haya sido tocad'o en el sentimiento de nuestras, dolencias. " C u -
yos pies han hollado el áspero sendero, cuyos labios respiran
aliento humano". (Hebreos, 4 ; 14).
Jesú's no ofrece respuesta satisfactoria cuando nos dice en
el sendero de la 'vida: "Yo soy el camino, la verdad y la vida".
"Cristo es potencia de Dios y sabiduría de Dios". Nos da la
victoria sobre "el y o " . Veo otra ley en mis miembros-
¿quién me librará? Gracias a Dios que nos da la victoria en
Cristo Jesús. (Rom. 7i; 2 5 ) . Y obtenemos el "nuevo naci-
miento". "El que está en Cristo nueva criatura es...." ( I I .
C o r . 5; 17).
Jesucristo para mí es el objeto ée mi fe. "Esta es la vida
eterna que te conozcan el solo Dios verdadero, y a Jesucristo
al cual has enviado". ( J . 17; 3 ) .
El cristianismo es la religión de Jesucristo, de su perso-
na y obra. Una Iglesia, pues, es cristiana si tiene a Jesucristo
como Cabeza única, centro de su fe, la revelación decisiva, ca-
•bal, omnímoda, suficiente y una vez para todas del amor y de
la voluntad del Padre. Maestro moralista, mártir son palabras
pálidas e inadecuadas; Jesucristo es Redentor, Salvador único
de los hombres.
Jesús para mí es el mayor ideal, universal, que no puede
ser nacionalizado. Algunos miran a Cristo como la mayor ad-
— 8 —

miración y veneración; -pero no es para ellos el "completo""


remedio en la vida y en la muerte ... "Dichoso quien lleva
dentro de sí un Dios, un ideal de belleza, y que le obedece r
ideal del arte; ideal de la ciencia, ideal de la patria, ideal de
las virtudes del Evangelio. Esas son las fuentes vivas de los
graneles pensamientos y de las grandes acciones. En todas se
refleja iluminándolas la lumbre de lo infinito. (Palabras de
Pasteur).
Jesús para mí es no sólo profeta, maestro, sino el único-
eslabón v mediador entre Dios y el hombre; el tínico camino
al Cielo. Cristo para mí es la única base de unión, que impe-
dirá que pisoteemos la oración pontifical d'e Cristo "que sean
u n a cosa para que el mundo crea". Cuando Jesucristo sea
nuestro todo y en todo, nuestras divergencias de interpreta-
ción sobre cuestiones secundarias y doctrinarias que han sido
discutidas desde Pentecostés, y sobre las cuales los mismos
apóstoles no acertaron, no serán ocasión de sospechas ni ais-
lamientos. Si la piedra de toque d'e la unidad cristiana fuese
el asentimiento intelectual a todos los dogmas de un credo o
teologías, habría unidad únicamente de esclavos y muertos in-
telectualmente, y tal unidad seria estancamiento totalitario, y
no vida y movimiento. Cristo es quien nos undp las doctrinas
son las que nos dividen ... Cristo se asemeja al eje de una rue-
da donde se juntan todos sus rayos. No está la cuestión en
qué es lo que creemos, sino en Quién creemos, en Quién con-
fiamos....
iLo único esencial es Cristo; el único Salvador es Cristo,
Cristo es el Evangelio. Cristo es Dios con los. hombres.
¡Almas sedientas!, que clamáis como el Real Profeta:
''Mi alma tiene sed de Dios" y como San Agustín: "Nos has
hecho, oh Dios, para tí y estamos intranquilos, hasta llegar a
Tí".
¿Qué haremos para salvarnos?, era el clamor de las gen-
tes del tiempo apostólico....
Jesús responde a todos esos clamores del alma: Venid a
Mí todos los que estáis cansados y agobiados, que Yo os daré
— 9 —

descanso. .. Llama a todos sin excepción, a los que en mecíio


•del mundo, y de la politice; a los que en el retiro del hogar, o
del claustro, no encuentran la paz, el perdón, la felicidad.
Respondiendo a la invitación de Jesús, digamos a Jesús
en el camino da la vida como los Discípulos en el camino de
Emaús: "eSñor, quédate con nosotros...."
He aquí una oración que está seguramente en el corazón
tfe cuantos sientan gravitar sobre sí las dificultades de la vida.
Cuando sufrimos necesitamos un Consolador. Cristo es ese
Consolador eterno. Necesitamos un Ayudador para quien no
exista el imposible. Ese Ayudador es Cristo. Necesitamos un
Compañero divino cuya presencia nos conforte ante el aban-
dono de los demás, Cristo se nos ofrece como un eterno Atmi-
go. El prometió estar con nosotros todos los días.. El derra-
mó gozo en el alma afligida de la pobre viudad de Naim; El
limpió el llanto de Marta y María frente al sepulcro de su
hermano Lázaro; El sanó a los enfermos, y dió cíe comer a
los hambrientos. Y porque sabemos esto le decimos: "Quéda-
te con nosotros.... porque sufrimos".
Jesucristo es el todo: es más que suficiente para ser tu
único Salvador, tu Médico divino, tu Consolador y Ayudador,
y compañero inseparable, que te da la certidumbre de la in-
mortalidad, del Cielo. "El que en Mí cree no morirá". (Jesús).

Hay salvación para ti


Cristo vino para salvarte:
Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cua-
les yo soy el primero".
1 Timoteo 1: 15.
Cristo vino para salvarte.
"Porque también Cristo padeció un a vez por los pecados,
«1 Justo por los injustos, para llevarnos a Dios".
1 Pedro 3: 18.
— 10 —

Cristo vive para salvarte:


"Por lo cual puede también salvar eternamente a los que
por El se allegan a Dios, viviendo siempre para interceder por
ellos". Hebreos 7:25.
Cristo se ofrece para salvarte:
"Venid a Mí todos los que estáis trabajados y cargados
que*yo os haré descansar". :
Mateo 11: 28.

Todo esto se lo ofrece a U d . Jesús. Pero U d . también


debe hacer algo para asegurarse el disfrute de las bendiciones
señaladas. U d . D E B E :
1.—Arrepentirse de los pecados de su vida pasada y pe-
dir de Dios el perdón, por Jesucristo. Si así lo hiciere, con
toda sinceridad, Dios le perdonará lo pasado, y según las Sa-
gradas Escrituras, en tal fonma, que después de su muerte no
habrá necesidad ni de rito ni de sufragio en favor de su alma.
El .perdón de Dios es actual y permanente.,
2.—Entregar la dirección de su vida, sus actos, sus pen-
samientos y deseos a su Señor Jesucristo y pedir de El gra-
cia para vivir pura y santamente, según el ejemplo que El mis-
mo nos. dió. Si así lo hiciere Jesucristo le salvará de sus pe-
cados y le hará vencer las pruebas diarias. Le sostendrá en
sus aflicciones; le dará confianza y cariño en lugar de la
amargura; felicidad en lugar de tristeza, y un nuevo corazón
y un nuevo espíritu.

Oración
íOh, Dios! Nuestro Padre Celestial, te pedimos que el
don del Cielo dado en tu H i j o Jesucristo, sea para nosotros
nuestro Guía y Compañero inseparable, nuestro Maestro y
Salvador, y nuestro único Ideal; repitiendo con San Pablo:
" P a r a mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia". Po.r Je-
sucristo. A M E N .
— 11 —

L O S DIEZ M A N D A M I E N T O S (Abreviados)
(Exodo, 20: 3, 1 7 ) . (Deuteronomio. 5: 7-22)

1. No tendrás dioses ágenos delante de mí.


2. No te harás imágenes para adorarlas.
3. No tomarás el nombre de Jehová en vano.
4. Acuérdate del día de descanso para santificarlo.
5. Honra a tu padre y a tu madre.
6. No matarás.
7. No cometerás adulterio.
8. No hurtarás.
9. No dirás falso testimonio.
10. No codiciarás.

CREDO DE LOS A P O S T O L E S
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y
de la tierra, y en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro;
que fué concebido del Espíritu Santo, nació de la Virgen Ma-
ría, padeció bajo el poder de Poncio Pilato; fué crucificado,
muerto y sepultado; al tercer día resucitó de entre los muer-
tos, subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios Padre
Todopoderoso; y desde allí vendrá al fin del mundo a juzgar
a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, la
Santa Iglesia Universal, la comunión de losi santos, el perdón
de los pecados, la resurrección del cuerpo y la vida perdura-
ble. A M E N .

PADRE NUESTRO
(La Oración que Cristo nos enseñó)
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea t u
nombre; venga a nos tu reino; hágase tu voluntad así en la
tierra como en el cielo; el pan nuestro de cada día dánosle hoy,
y perdónanos nuestras deudas así como nosotros perdonamos a
nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, más lí-
branos del mal, porque tuyo es el reino, el poder y la gloria,
por los siglos de los siglos. A M E N .
El Decálogo Mutilado
E L TEXTO BIBLICO EL TEXTO PIO V ROMANO

1 . — Y o soy Jehová tu D i o s - 1.—Amar a Dios sobre todas


N o tendrás dioses ajenos de- | l a s cosas.
lante de mí.

2 . — N o harás para ti obras 2 . — N o jurar su santo nombre-


de escultura ni figura alguna en vano.
de las c.osas que hay arriba en
el cielo, ni de las que hay de-
bajo de la t i e r r a . . . ni te pos-
trarás delante de ellas, ni las
servirás.

3 . — N o tomarás el nombre de 3.—Santificar las fiestas.


Dios en vano.

4.—Acuérdate del día del 4.-—Honrar a padre y madre.


sábado para santificarlo. . .

5.—Honra tu padre y tu ma- 5.'—No matar.


dre para que sean largos los
días de tu vida.

6.—'No matarás. 6 . — N o fornicar.

7.—No cometerás adulterio. 7.—-No hurtar.

8.—No hurtarás. 8.—tNo levantar falsos t e s t i -


monios .
9.—No darás falso testimo- 9 . — N o codiciar la mujer del
nio . prójimo.

1 0 . — N o codiciarás la casa de 10.—No codiciar los bienes


tu prójimo, no desearás la mu- ajenos.
jer de tu prójimo, ni su siervo,
ni su buey, ni su asno, ni cosa
alguna que sea de él.

Вам также может понравиться