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antes de la contada, ellos creen el ambiente: encien nadie como nosotros para crear en el pub las condi
dan las velas, tengan las sillas colocadas y durante la ciones ideales para contar, el poder generarnos giras
contada si alguien llega nuevo y distorsiona, ellos se con calidad y el placer de acogernos y escucharnos
hacen cargo. en cálidos ambientes.
cuenta se hace publicidad de las sesiones de cuentos Teniendo en cuenta esta situación, planteamos
a través de la prensa, la radio, Internet o a través de diversas preguntas: ¿este vacío crítico sucede por
sus propios canales: folletos informativos, etcétera. que no se considera un arte (escénico o del tipo
Pero hay otro momento informativo que es posterior que sea) sino una artesanía? ¿Porque no se nos
a la sesión. Su finalidad sería crítica. Momento abso programa en los teatros (o se nos programa escasa
lutamente desatendido porque ni los medios recogen mente) sino en espacios de ocio más que de culhl
ningún tipo de crítica sobre las funciones de cuentos ra: los pubs? ¿Por qué en los espacios donde se
ni los espacios donde se programa ofrecen ninguna desarrollan otras actividades culhlrales: las bibliote
crónica (O crítica) sobre sus sesiones. Tampoco hay cas, centros culturales, etcétera, trabajamos mayori
ningún eco sobre los cuentos en los espacios donde tariamente con un público .menor (¿menos culto?):
se hace crítica de las obras teatrales. La única excep los niños? ¿Quizá es que nuestra actividad se
ción (que sepamos) es un colectivo de Carabanchel entiende (la entiende quien nos contrata y la enten
que hace la crítica de la programación de cuentos de demos nosotros) como un producto más de consu
su local (el Grito). Se llaman el Komando leproso y mo, y de consumo fácil?
su revista, L 'enterao, se puede consultar en Internet: Queden ahí, pues, estas preguntas que esperamos
http://www.sindominio.net/lenterao. sirvan de punto de partida para el debate.
Un día cualquiera decidimos hacer una limpieza interlocutores y ellos también recuerdan y sienten
profunda, de esas en que no sólo pasamos la fregona ganas de contar.
y limpiamos los cristales. Una limpieza de esas que Entonces se produce el hecho de recordar y contar,
sacamos todo de las estanterías y de los armarios con de contar para compatiir, de contar para que no se
la intención de tirar aquello que no nos fue útil duran pierdan aquellos tiempos vividos, de contar para que
te los últimos cuatro o cinco años. se cuente, en otras palabras, sucede el acto nahlral y
Nos encontramos con papeles de cuando eshldiá espontáneo de contar historias.
bamos, ropa de cuando teníamos menos kilos en el E] contador de historias profesional, que se
cuerpo, calzados de cuando éramos verdaderamente enfrenta a un público convocado para la ocasión fren
modernos, el peluche que nos regaló aquel amigo o te al cual desarrollará su arte, recuerda historias pro
amiga cuando cumplimos taitantos años, fotos pro pias, ajenas, de autor o de tradición oral. Cuando la
pias, de la familia, de los compaí'íeros de escuela, de historia es propia, estará invadida de imágenes que
los amigos de la adolescencia, etcétera. responden a su vida. Cuando es ajena, estará forma
Cada Wla de las cosas que encontramos nos trae da por aquellas imágenes que fue construyendo
a la cabeza imágenes de otros tiempos que nos lle mientras la escuchaba o la leía.
van a mirarnos dentro, retroceder en el tiempo y Son esos recuerdos construidos para la ocasión los
recordar. que sostendrán el discurso oral, que harán de carriles
Evocamos en olores, sabores, sonidos, texturas, a las palabras, que transmitirán ideas, sensaciones,
imágenes fijas y pequeñas situaciones que nos per emociones, historias transitadas por personajes de
miten reconstruir los hechos tal y como los recorda ficción, tal como si el narrador las hubiera vivido,
mos, no necesariamente como sucedieron. visto o escuchado. Palabras que, al ser escuchadas
Si estamos solos, rodeados de objetos y recuerdos, por los oyentes, resonarán en su interior, abriendo los
provocamos un encuentro con algún familiar o amigo cajones de sus propias sensaciones, emociones y
que nos permita sacar de nuestro interior todo aque recuerdos.
llo que nos inundó el cuerpo y el alma. En la comunicación entre el contador de historias
En esa situación llega el momento de poner en y sus interlocutores hay varios viajes:
palabras esas emociones, sensaciones, personajes y - un viaje por la historia que cuenta el narrador, lle
situaciones que forman parte de nuestro pasado, his vando de la mano a quienes lo escuchen.
torias que vivimos, vimos o escuchamos. Esas histo otros tantos viajes como oyentes, ya que cada
rias de otros tiempos mueven la memoria de nuestros quien andará por sus emociones, por sus sensacio-