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I ENCUENTRO ESTATAL DE CUENTISTAS, CUENTACUENTOS y DEMÁS PROFESIONALES DE LA NARRACiÓN ORAL

antes de la contada, ellos creen el ambiente: encien­ nadie como nosotros para crear en el pub las condi­
dan las velas, tengan las sillas colocadas y durante la ciones ideales para contar, el poder generarnos giras
contada si alguien llega nuevo y distorsiona, ellos se con calidad y el placer de acogernos y escucharnos
hacen cargo. en cálidos ambientes.

Compatibilidad al ser contadora Peticiones y agradecimientos


y programar
Para finalizar me gustaría pedir más apoyo y com­
Es compatible en función de lo que cada uno se promiso por palie de todos (instituciones, bibliote­
quiera y pueda implicars.e. Las tareas que realizamos cas, teatros, bares y contadores), pero a vosotros
nosotros en la gira son: toma de contacto con el con­ narradores sobre todo gracias por apoyar una causa
tador, la acogida, facilitarle alojamiento, cuidar y con tan pocos medios y, especialmente, a todos los
escuchar al público, con la gran ayuda de "el libro de contadores/as que venís aunque no sea dentro de una
las sensaciones al escuchar" (consiste en una foto gira por que si no, la constancia de seguir todas las
del contador/a narrando y las reflexiones-sensaciones semanas durante estos 5 años, no sería posible, igra­
de los oyentes). cias de corazón! a todos/as por acudir a estas tierras
Así pues, os animo a todos los profesionales y afi­ y hacer que cada año esta iniciativa adquiera más
cionados al cuento a intentar crear nuevos circuitos, fuerza y éxito.

Microponencia: Publicidad y crítica en los


medios ��������������������������
Ana Griott (ANAHERREROSF@terra.es)
[microponencia enviada al Encuentro por Ana quien, a última hora, no pudo venir]

Publicidad - Locales nocturnos (los cuentos se consideran ofer­


ta de ocio y como tal deben aparecer en suple­
Cuando los cuentos empezaron a crecer en la tela mentos de fin de semana, guía del ocio, web, etcé­
de araña urbana que forman los cafés, teatros, biblio­ tera). El objetivo de este tipo de publicidad es que
tecas, colegios, etcétera, nació una necesidad, peque­ las personas que recurren a este tipo de informa­
ñita al principio, pero que hoy ya toma dimensiones ción en prensa identifiquen esa oferta de ocio
de gigante: transmitir información sobre el cuándo, el (igual que hacen con el teatro, el cine, o el recien­
cómo, el dónde, el qué, y el quién de los cuentos: te boom del club de la comedia).
¿Cuándo se cuenta? ¿Cómo llego a los lugares? - Espacios públicos como las bibliotecas (los cuen­
¿Dónde está el sitio de la contada? ¿De qué van los tos se consideran oferta cultural) . Sus canales
cuentos? ¿Quién cuenta? publicitarios están orientados a otro perfil de
Para responder a estas preguntas, se habilitó, público muy diferente al de los cafés, pero que se
como por arte de magia, un canal poderoso, efectivo fideliza mejor (niños, papás, profesores...).
y cargado de entusiasmo: el boca a boca. No cabe - Espacios institucionales: el Madrid de cuento o el
duda de que funciona ya que a través de él hemos Maratón de Guadalajara . En estos casos los cuen­
transmitido durante años estrenos, funciones, certá­ tos son asumidos por organismos como ayunta­
menes, encuentros ... pero hoy en día no es el único mientos (y también bibliotecas) y se orientan a dar
canal de transmisión, existen otros: Internet, prensa, una determinada idea de la ciudad (Guadalajara,
radio y televisión. ¿Podemos acceder a todos ellos? ciudad de cuento) que los convierte en una oferta
¿Nos interesa hacerlo? ¿Cuáles nos convendrían turística que además lleva asociada otros eventos
más? ¿Los explotamos al máximo como recurso (talleres, ilustración, manualidades ... ).
divulgativo? ¿Nos hemos adecuado a sus lenguajes
específicos? ¿Los diferentes lugares en donde conta­
Crítica en los medios
mos hacen suficiente publicidad de los cuentos?
Por otro lado, no hay que olvidar que la publicidad La publicidad sirve para informar sobre la sesión
de los cuentos se produce en varios contextos, cada de cuentos y para atraer, con esta información, públi­
uno de los cuales con una serie de medios y de obje­ co. Por ello su momento es el previo a la sesión de
tivos específicos: cuentos. En cualquiera de los espacios donde se

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I ENCUENTRO ESTATAL DE CUENTISTAS, CUENTACUENTOS y DEMÁS PROFESIONALES DE LA NARRACiÓN ORAL

cuenta se hace publicidad de las sesiones de cuentos Teniendo en cuenta esta situación, planteamos
a través de la prensa, la radio, Internet o a través de diversas preguntas: ¿este vacío crítico sucede por­
sus propios canales: folletos informativos, etcétera. que no se considera un arte (escénico o del tipo
Pero hay otro momento informativo que es posterior que sea) sino una artesanía? ¿Porque no se nos
a la sesión. Su finalidad sería crítica. Momento abso­ programa en los teatros (o se nos programa escasa­
lutamente desatendido porque ni los medios recogen mente) sino en espacios de ocio más que de culhl­
ningún tipo de crítica sobre las funciones de cuentos ra: los pubs? ¿Por qué en los espacios donde se
ni los espacios donde se programa ofrecen ninguna desarrollan otras actividades culhlrales: las bibliote­
crónica (O crítica) sobre sus sesiones. Tampoco hay cas, centros culturales, etcétera, trabajamos mayori­
ningún eco sobre los cuentos en los espacios donde tariamente con un público .menor (¿menos culto?):
se hace crítica de las obras teatrales. La única excep­ los niños? ¿Quizá es que nuestra actividad se
ción (que sepamos) es un colectivo de Carabanchel entiende (la entiende quien nos contrata y la enten­
que hace la crítica de la programación de cuentos de demos nosotros) como un producto más de consu­
su local (el Grito). Se llaman el Komando leproso y mo, y de consumo fácil?
su revista, L 'enterao, se puede consultar en Internet: Queden ahí, pues, estas preguntas que esperamos
http://www.sindominio.net/lenterao. sirvan de punto de partida para el debate.

Microponencia: La comunicación en imágenes �


José Campanari Ucampanari@hotmail.com)

Un día cualquiera decidimos hacer una limpieza interlocutores y ellos también recuerdan y sienten
profunda, de esas en que no sólo pasamos la fregona ganas de contar.
y limpiamos los cristales. Una limpieza de esas que Entonces se produce el hecho de recordar y contar,
sacamos todo de las estanterías y de los armarios con de contar para compatiir, de contar para que no se
la intención de tirar aquello que no nos fue útil duran­ pierdan aquellos tiempos vividos, de contar para que
te los últimos cuatro o cinco años. se cuente, en otras palabras, sucede el acto nahlral y
Nos encontramos con papeles de cuando eshldiá­ espontáneo de contar historias.
bamos, ropa de cuando teníamos menos kilos en el E] contador de historias profesional, que se
cuerpo, calzados de cuando éramos verdaderamente enfrenta a un público convocado para la ocasión fren­
modernos, el peluche que nos regaló aquel amigo o te al cual desarrollará su arte, recuerda historias pro­
amiga cuando cumplimos taitantos años, fotos pro­ pias, ajenas, de autor o de tradición oral. Cuando la
pias, de la familia, de los compaí'íeros de escuela, de historia es propia, estará invadida de imágenes que
los amigos de la adolescencia, etcétera. responden a su vida. Cuando es ajena, estará forma­
Cada Wla de las cosas que encontramos nos trae da por aquellas imágenes que fue construyendo
a la cabeza imágenes de otros tiempos que nos lle­ mientras la escuchaba o la leía.
van a mirarnos dentro, retroceder en el tiempo y Son esos recuerdos construidos para la ocasión los
recordar. que sostendrán el discurso oral, que harán de carriles
Evocamos en olores, sabores, sonidos, texturas, a las palabras, que transmitirán ideas, sensaciones,
imágenes fijas y pequeñas situaciones que nos per­ emociones, historias transitadas por personajes de
miten reconstruir los hechos tal y como los recorda­ ficción, tal como si el narrador las hubiera vivido,
mos, no necesariamente como sucedieron. visto o escuchado. Palabras que, al ser escuchadas
Si estamos solos, rodeados de objetos y recuerdos, por los oyentes, resonarán en su interior, abriendo los
provocamos un encuentro con algún familiar o amigo cajones de sus propias sensaciones, emociones y
que nos permita sacar de nuestro interior todo aque­ recuerdos.
llo que nos inundó el cuerpo y el alma. En la comunicación entre el contador de historias
En esa situación llega el momento de poner en y sus interlocutores hay varios viajes:
palabras esas emociones, sensaciones, personajes y - un viaje por la historia que cuenta el narrador, lle­
situaciones que forman parte de nuestro pasado, his­ vando de la mano a quienes lo escuchen.
torias que vivimos, vimos o escuchamos. Esas histo­ otros tantos viajes como oyentes, ya que cada
rias de otros tiempos mueven la memoria de nuestros quien andará por sus emociones, por sus sensacio-

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