Вы находитесь на странице: 1из 2

Los trabajos

Lo primero que tenemos que hacer es conocernos bien a nosotros mismos. Realizar un
retrato mental de nuestro propio "YO", como se ha explicado en ocasiones anteriores.
Porque sí estamos engañados sobre nuestra verdadera personalidad, no podremos eliminar
los defectos que se opongan a nuestro progreso ni podremos, tampoco, fijarnos metas u
objetivos realistas a conseguir.
Pero no se adelanta gran cosa si no se cuenta con una voluntad fuerte. Y la voluntad se
fortalece con ejercicio, lo mismo que los músculos. Si no se tiene una voluntad que nos
ayude a conseguir lo que nos proponemos, no adelantaremos nada.
Basta con fijarnos, mentalmente, el propósito de desarrollarla y crear en nuestra imaginación
la idea de fortalecer nuestra energía volitiva, y someternos a una autodisciplina diaria con tal
fin.
La conducta diaria está formada por una serie de hábitos, o costumbres de rutina, algunas
de las cuales se puede modificar o cambiar fácilmente con un pequeño esfuerzo.
Si queremos mejorar nuestra vida y nuestra personalidad, tenemos que conocer, bien, cuáles
son las formas de pensamiento que nos guían, cuáles son los pensamientos-forma que
debemos mantener o reforzar y los que debemos desechar por perjudiciales o inútiles…
Así, proponiéndonos pequeños cambios de nuestras costumbres diarias, de hábitos que
hayan podido ser contraproducentes o dañinos, iremos construyendo el nuevo ambiente
interno en el que se establecerá el nuevo cuadro de nuestra personalidad reformada y
fortalecida. Todos tenemos defectos. Unos más, otros menos. Y podemos enmendarlos. Ese
es el famoso "examen de conciencia" de que nos habla la religión.
La falta de confianza en sí mismo. La negatividad predominante en las formas de
pensamiento que animan a: muchos seres, son los fantasmas que se oponen a su propio
progreso. Hay que vencer esos fantasmas. Hay que crear imágenes de triunfo y de poder
que reemplacen a las ideas de debilidad y de imposibilidad para determinada acción.
Debemos repetirnos una y mil veces que podemos hacer lo que queremos hacer. Y para ello,
si somos aún débiles, nos propondremos tareas simples, pequeñas modificaciones de
nuestros hábitos comunes y rutinarios, como el cambio de hora en levantarnos y la repetición
de la lectura de las Libretitas.
Nuestra conciencia está formada por un conjunto de pensamientos-forma, ideas e imágenes,
acumulados y mantenidos por nosotros a base de ·la creencia de su veracidad. Pueden ser
erróneos muchos de ellos; pero al estar convencidos, ciegamente, de su valor real, seguimos
atados al carro de su fuerza que nos conduce en tal o cual dirección, y así es nuestra
conducta y la forma como actuamos· en la vida.
Fijación del Pensamiento
Los fracasos se deben, casi siempre, a la falta de atención, a la negligencia para actuar, a la
debilidad para enfrentar un problema o para ejecutar ·un trabajo.
Y para ello, como ya lo hemos dicho, se requiere voluntad: firme y trabajo paciente, y
continuado en pro del dominio total de nuestra Mente.
Debe lograrse fijar el pensamiento durante el mayor tiempo posible, sobre los fines que
pretendemos conseguir. Para facilitar el aprendizaje, escoja usted, al principio, ideas cortas y
sencillas relacionadas con el propósito que quiere realizar. Escríbalas en la libretita para que
pueda tenerlas a la mano en cualquier momento, y decida emplear determinado espacio de
tiempo, diariamente para ejercitarse. A nadie le puede faltar aunque sea una media hora
diaria.
El horario depende de cada uno. Pero puede ser al levantarse, como ya lo hemos dicho.
A esa hora se está en mejores condiciones para el trabajo mental, porque nos hallamos
reconfortados con el descanso nocturno y nos hemos relajado con el mismo.
Debe usted desechar, en esos· momentos, cualquier idea, cualquier preocupación
relacionada con su vida diaria. Esto requiere un prolongado y firme esfuerzo de voluntad, y si
lo logra, está comenzando a· desarrollar la fuerza volitiva que necesita.
Redoble sus esfuerzos hasta conseguirlo.
Limpie su mente de todo temor, de toda imagen que no sea la escogida para el ejercicio,
como si en esos momentos se encontrara usted en un mundo· enteramente nuevo ajeno,
por completo, a sus luchas diarias.
Concentración de la Energía Mental
Debemos aprender a pensar correcta y lógicamente. Razonar con nosotros mismos como si
lo hiciéramos con otras personas. Imaginarlas situaciones que se han de presentar en el
desarrollo de tal o cual plan de acción, y calcular las reacciones que han de producir en otros
nuestras palabras o nuestros hechos.
Nuestra vida depende de nuestra relación con los demás, y tenemos la obligación de estudiar
y prepararnos para tratar con el prójimo, en condiciones favorables y que nos aseguren el
éxito en cada contacto que hagamos con él.
Por lo tanto, el adiestramiento mental debe ser enfocado a mejorar esas relaciones. A sacar
de ellas el mejor partido posible y conseguir que los resultados de nuestra vida de relación
humana sean éxitos y· no fracasos.
En todo proceso mental toma parte la imaginación. Es aquella "pantalla" interna en que
discurren las imágenes, los cuadros vivos de las ideas.
Y de 1a forma como trabaje la imaginación depende, en gran parte, el resultado final de todo
el proceso.
Porque la imaginación crea y planifica. Proyecta y dirige según sea su fuerza y su
importancia en nuestra vida diaria.
Se debe ejercitar la voluntad en dirigir toda la corriente mental hacia la formación de una
imagen determinada. Lo mejor, en tal caso, es emplear alguna de las formas de pensamiento
que se ha elegido para modelo de nuestro plan de acción futura.
Pero elegido el motivo, debe visualizarse con toda fuerza con toda intensidad, la imagen
escogida como arma de pensamiento.
Estamos dando vida a una determinada forma de pensamiento. Y si mantenemos con
firmeza la imagen, sin dejarla escapar o borrarse, estamos acumulando esa fuerza y
concentrando substancia-raíz en la imaginación, que a medida de su duración y de su
repetición, se irá reforzando progresivamente, hasta convertirse en un pensamiento-forma
estable y, por tanto, susceptible de ejercer influencia cada vez más poderosa en nuestra
conciencia y en nuestras acciones.
Repitamos, una y otra vez los ejercicios de fijación y control del pensamiento y habremos ido
formando los nuevos canales por donde circulará cada vez mayor cantidad de energía
mental, y lo que es todavía de mayor trascendencia: iremos aprendiendo, así, a concentrar
esa energía y a acumular cada vez mayor cantidad de substancia-raíz sobre los objetivos
propuestos.
Capitulo XXII Yo Pacte con los muertos. Ibrahim Yosip

Вам также может понравиться