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LAS OBRAS DE LA LEY

(Mandamientos de hombres)

L a frase más mal interpretada y mal entendida de todos los tiempos es: Las obras de la ley de
tal forma que separó al judaísmo y cristianismo. Pero el día de hoy intentaremos resolver
bíblicamente. Ya que por años se ha dado una connotación negativa inducida o llevada a la
ley de Moisés cuando en realidad es todo lo contrario. El día de hoy daremos otra perspectiva de la
que se da en otras enseñanzas. Lo explicaremos no solo académicamente sino usando el sentido
común o nuestra propia lógica. Sin más ni menos, empezaremos analizando antes unos versículos
que parecen a simple vista contradictorios, veamos:

Romanos 3:20 Ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él;
porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Romanos 2:13 Porque no son los oidores de la ley los justos ante Hashem, sino los hacedores de la
ley serán justificados.

Romanos 3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Santiago 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la
fe.

Gálatas 2:16 Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de
Yeshúa, nosotros también hemos creído en Yeshúa, para ser justificados por la fe de Yeshúa y no
por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
Santiago 2:24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la
fe.

Gálatas 5:2-3 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Yeshúa. Y
otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.
Romanos 2:25, 3:1-2 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres
transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión. ¿Qué ventaja tiene, pues, el judío?
¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha
sido confiada la palabra de Hashem.

Encontramos en estos pasajes bíblicos varias supuestas contradicciones. Ahora sabemos que la
palabra de Hashem no se contradice, precisamente es el hombre que llevado por su religiosidad e
idolatría a líderes es que no quieren entender muchos principios bíblicos y contextos fidedignos.

RESOLVAMOS DE UNA MANERA PLANA O SENCILLA, ES DECIR, ANALIZANDO


ÚNICA Y EXCLUSIVAMENTE LA PALABRA TÉCNICA: OBRAS DE LA LEY. Y
VEREMOS QUE SOLO APARECE EN EL BRIT HADASHA O MAL LLAMADO NUEVO
TESTAMENTO 8 VERSOS, 4 EN GÁLATAS Y 4 EN ROMANOS, Y ESTOS SON:

Gál 2:16 sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Yeshúa,
nosotros también hemos creído en Yeshúa, para ser justificados por la fe de Yeshúa y no por las
obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.
Gál 3:2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el
oír con fe?
Gál 3:5 Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por
las obras de la ley, o por el oír con fe?
Gál 3:10 Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito
está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para
hacerlas.
Rom 3:20 ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque
por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Rom 3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Rom 9:32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron
en la piedra de tropiezo.
Rom 3:27 ¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras?
No, sino por la ley de la fe.

Se concluye de esto que: Las obras de la ley


1- No te justifica.
2- Los que la obedecen están bajo maldición.
3- El Espíritu Santo no se recibe por las obras de la ley.

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