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Capítulo I

LA PSICOLOGIA SOCIAL Y SU OBJETO


DE ESTUDIO
Gustavo luis Cosía
La psicologìa Social es la disciplina que se dedica al estudio la mente en sociedad (Turncr,
1982). De esta manera, intenta comprender còmo el pensamiento, los sentimientos o la
conducta de las personas estan influidos por la presencia actual, imaginada o implícita de los
demás. (Allpoit, 1968). Además, es el estudio científico de la experiencia y la conducta del
individuo en relación a situaciones de estímulos sociales (Sherif & Sherif, 1969). Desde sus
inicios, la Psicología Social, diferentes conceptualizaciones acerca de lo social como de lo
psicológico mal derivó en dos grandes corrientes dentro de la disciplina: la Psicología Social
Psicológica (PSP) y la Psicología Social Sociológica (PSS). Desde la PSP se considera que es
posible diferenciar los fenòmenos sociales de los psicológicos, desde la base que se encuentran
estrechamente relacionados, pero con la finalidad de poder realizar un recorte de objeto de
estudio apropiado. Por el contrario, la PSS postula que lo psicológico y lo social son un “tejido
sin costuras'’ (Ibañez, 2004 ) con lo cual es complejo establecer cuáles son los límites entre un
área y otra. Además los métodos de indagación en campo son casi exclusivamente
interpretativos desde este enfoque, los cuales permiten comprender como lo psicológico se
construye a partir de lo social. Desde ambas corrientes interpretativas, la PSP y la PSS, se
recortaron diversos objetos de estudio los cuáles se ven reflejados en los diferentes capítulos de
este libro: la socialización, la identidad social y construcción de los roles, los procesos de
influencia social, las actitudes, los valores, las representaciones sociales, la personalidad o el
prejuicio.
Para le lamente es importante considerar que hay distintos temas específicos de esta
disciplina como los valores y las actitudes, el poder, la anomia, etc. que también son trabajados
desde otros campos de la ciencia, a saber Las Ciencias Políticas, la Economía o la Sociología
(Durkheim, 1895/1986). Esto no confunde los campos de análisis sino que pone en evidencia lo
necesario de buscar un espacio convergente de estudio (interdisciplinario) o de una Ciencia
Social para dar cuenta de la realidad en la que vive y se construye el sujeto humano
(Benbenasle, 2008). Lejos de borrar la especificidad de las ciencias delimita claramente los
campos a más de su complementariedad.
Es así entonces que hablar de Psicología social, es pensar que aspectos propios de los
seres humanos que estudia la Psicología toman forma y contenido allí donde se refractan y
expresan en el cuerpo social. En este sentido, de acuerdo con Crespo (1995), la Psicología
Social estudia el comportamiento social humano, los determinantes sociales del
comportamiento individual y el comportamiento grupal.

HISTORIA DE LA PSICOLOGÍA SOCIAL


El ingreso a la modernidad se da ya desde los viajes interoceánicos y el
descubrimiento de América (Siglo XVI). Pero el factor esencial fue el pasaje del trabajo sobre
la tierra al uso de la máquina ingresando así progresivamente a un nuevo modo de producción.
Este proceso tiene un momento cualitativo con la Revolución Francesa y la Revolución
Industrial hacia fines del siglo XVIII. Algunos autores, especialmente Benbenaste (2008),
sostienen que el capitalismo tomó la forma dinámica e incresendo de sociedad de mercado
hasta adquirir a partir de allí un carácter planetario.
Por primera vez aparece el concepto de individuo, las instituciones sociales, la ley,
los derechos y deberes, es decir en suma, importantes mediaciones sociales. Sin embargo,
pronto el desarrollo económico y la concentración de capital a manos de tan importantes
medios de producción, reconvirtieron progresivamente el concepto de Individuo en
individualismo.

EI siglo XIX es el siglo de la experimentación científica y el avance de las ciencias


naturales relegando a un segundo término a las ciencias sociales no pudiendo pensar las
consecuencias de dicha evolución replegándose la filosofía en pro de la biología y la medicina.

El resquebrajamiento del viejo orden como lo nombró Nísbet (1969) implicará


replantearse un nuevo marco teórico que de cuenta de los hechos y los fenómenos sociales
emergentes. Con este objetivo se fue sembrando el campo que luego daría origen a la
Psicología Social. Tanto en la sociología como en la psicología se destacan los nombres de
Comte, Wundt, Durkheim, Le Bon, Darwin, Spencer, entre otros.

Es recién en las décadas del ‘20 y ‘30 del siglo XX que se comienza a emplear el
método experimental en la Psicología Social. Algunos de los nombres precursores de este
proceso son Comte, McDougall, Ross y Aliport.

Augusto Comte (1798-1857)


Fundador de la Sociología y del positivismo es quien sistematiza la crítica al
pensamiento metafísico desde la ciencia en plena era de la razón y abre el cause de los
acontecimientos que darán lugar a la Sociología y más adelante a la Psicología y la Psicología
Social.

Si bien en la di versificación de las ciencias fundamentales no habla de la Psicología,


plantea la existencia de una última disciplina científica: la moral. En ella confluyen la Biología
y la Sociología para interpretar la naturaleza social del hombre, preanunciando el campo de la
Psicología Social.

Psicología de los pueblos

A partir de la Psicología y la Antropología un conjunto de científicos postularon el


necesario alejamiento del individualismo y el creciente predominio de lo grupal, social y
colectivo. A partir de este movimiento surgió un perfil de Psicología nombrada como
Volkerpsychologie (psicología de los pueblos). Su objetivo es estudiar al individuo en la
sociedad, tanto como su psiquis en tanto integrante de un pueblo y las leyes que guían las
actividades psíquicas de esa sociedad (Blanco, 1985). Wilhclm Wundt (1832-1920) será quien
realice el trabajo más logrado sobre psicología de los pueblos.
El concepto de Voíksseele (alma del pueblo) plantea que un colectivo de individuos
es más que la sumatoria de sus actividades psíquicas, designando así de manera específica: el
sujeto colectivo.
Para Wundt los elementos esenciales de la cultura son: el lenguaje, los mitos y las
costumbres, productos de un sujeto colectivo y no de elecciones intencionales de los individuos
(Rodríguez Marín, 1995).

Emile Durkheim (1895/1986)

Este autor marca una diferencia respecto de Wundt en tanto que señala que los
fenómenos sociales ...”son fenómenos nuevos, diferentes de los que hay en las conciencias
solitarias, así pues, es preciso admitir que estos hechos específicos residen en la sociedad
misma que los produce y no en sus partes, es decir, en sus miembros” (Durkheim, 1895/1986).
Estos fenómenos son leyes, costumbres, conductas socialmente aceptadas. Habla entonces
también de una coerción moral que determina los hechos sociales lo que llevaba que el
individuo actúe bajo el imperio de los mismos.
Psicología de las masas
Le Bon (1841-1931) será uno de los principales representantes de la corriente
francesa que plantee que la sugestión, contagio e imitación confluirán en las razones para que
el sujeto social se comporte como masa.
Aunque estos aspectos inicialmente fueron considerados patológicos.
progresivamente han ido incorporándose como línea argumental de la Psicología Social.

Teoría de la evolución

El siglo XIX estuvo cruzado por las interpretaciones polémicas que planteó Charles Darwin
(1809-82). Concibió así al hombre como un animal social que ha adquirido la capacidad de
adaptarse física, social mentalmente a las alternativas de cambios tanto ambientales como
sociales.
Cabe destacar que distintos autores que integraron lo que se llama el post
Darwinismo Social leyeron equívocamente o al menos unilateralmente esta postura y las
consecuencias psicosociales dejaron un rastro más que polémico. Prácticas como la
experimentación científica con humanos, la vivisección, la eugenesia, que tuvieron vigencia
hasta el fin de la segunda guerra mundial, son parte de esto.

Las primeras décadas del siglo XX

No obstante que los orígenes de la Psicología Social hay que situarlos los en Europa,
fue en los Estados Unidos de América que logró su mayor desarrollo. Los aportes logrados en
la década del 30 se agrupan en tres vertientes: el enfoque individualista donde se encuentra el
enfoque instinstivista de McDougall y el enfoque conductista de Floyd Allport. Una segunda
vertiente pone acento en el estudio de los grupos y los procesos psicológicos grupales de la
mano de Ross. La tercera pone énfasis en la sociedad a partir do Mead y las investigaciones
antropológicas.

En este período cabe señalar como trascendente, la adaptación del método


experimental a la Psicología Social. Otro aspecto metodológico fue el avance logrado en torno
al estudio de las actitudes y los procedimientos para medirlas. La segunda guerra mundial
convocó a estudiar aún más en profundidad el tema de las actitudes. Y ya a fines de la misma la
inquietud giró a considerar la investigación sobre los grupos.

Aspectos críticos de la Psicología Social

Es posible señalar que cuatro fueron los puntos que se constituyeron en blanco de
críticas a los psicólogos sociales: I) Cuestiones metodológicas en torno de la preocupación por
ía validez interna y externa; 2) Abusos éticos de la investigación en Psicología Social; 3) Las
asunciones subyacentes que orientan la teoría y la investigación en esta disciplina; 4)
Relevancia social de los dalos disponibles.

Un último aspecto sobre el campo de la Psicología Social

Se describen posiciones más psicologistas o más sociologista dentro de esta


disciplina. Para Allport (1924) la Psicología Social es una subsidiaria de la psicología general y
experimental. Para otros como Shibutani (1971) se inclinan hacia una perspectiva más social y
sostiene que la Psicología Social se ocupa de “Las regularidades de la conducta humana que
surgen del hecho de que los hombres participan en grupos sociales”. Ross (1908) entendiendo
que esta disciplina es parte de la sociología dírá “La Psicología Social se ocupa de las
uniformidades debidas a causas sociales, es decir, a los contactos mentales o a las interacciones
mentales”.
También Thompson (1984) dirá “el problema de la relación entre el individuo y la
sociedad, entre la acción y la estructura social, yace en el corazón de la teoría social y de la
filosofía de la ciencia social”.
Finalmente Crespo (1995) sostiene que la Psicología Social estudia las relaciones
interpersonales y comportamiento social humano. Es decir, estudia, el comportamiento social
humano, los determinantes sociales del comportamiento individual y el comportamiento grupal.

CONOCIMIENTO CIENTÍFICO Y SENTIDO COMÚN

El ser humano en la búsqueda de elucidar acerca de aquellos aspectos que le


resultaran ignorados, incursionó en el camino del conocimiento. E S claro que despojarse de lo
no sabido lo hizo transitar por el conocimiento mítico, el conocimiento metafisico para advenir
luego en conocimiento científico.
EI origen de la ciencia se le atribuye al período de la Grecia presocrática. Ya Tales de
Míleto (650-546 a.C) y Pitágoras (570-497 a.C) son parte de esa génesis. Algo posterior en lo
que se llamó el periodo clásico se produjeron los desarrollos en alguna medida experimentales
de Arquímedes (287-212 a.C). Tal como la noción de palanca y de peso especifíco de los
cuerpos. Fueron esencialmente lo que hoy denominamos ciencias formales.
Estos estudios que ubicamos dentro del inicio de la ciencia, no constituían teorías
autónomas, es decir, se encontraban como partes de la filosofía. Nunca sobrepasaron el
horizonte de una visión metafísica de lo que era el mundo.
Cabe destacar que en la Grecia clásica el desarrollo económico era escaso y por lo
mismo no podía darse la relación entre ciencias básicas y mercado, es decir ciencia aplicada al
servicio del desarrollo científico.
Más allá que hubo otros avances intermedios trascendentales como los de Euclides
alrededor del 300 AC., habrá que esperar al siglo XVI en que se da el inicio de la ciencia
moderna. A partir de aquí y luego especialmente con la revolución industrial el desarrollo
económico, es decir, el mercado plantea la dinámica de una doble fenómeno. El avance
científico a partir de la ciencia aplicada y dicho empuje, a manos de una nueva clase social
emergente, implica la caída progresiva del pensamiento metafísico en pro de la razón, lo que
posibilita también el escenario histórico y las condiciones para la ciencia experimental.
Así es entonces que encontramos los nombres de F. Bacon (1561-1626) con su
formulación del método científico, Galileo Galilei (1564-1642) y su planteo inicial sobre la
física moderna, la cual será sistematizada por Newton (1642-1727), G.W. Liebniz que inventa
el cálculo infinitesimal en paralelo al mismo tiempo que Newton, John Locke (1632-1704)
elaborando un planteamiento que une la teoría con la comprobación científica.

2.1. Conocimiento Científico

a. Descriptivo, explicativo
Todo conocimiento científico comienza por describir con precisión el objeto de
estudio y por lo mismo se abstiene de emitir juicios de valor. Por lo mismo todo
esclarecimiento lleva a la explicación que implica asociar distintos elementos a la luz de algún
sistema de leyes ya dadas. Si se trata del ámbito de la física por ejemplo se tomarán las leyes de
la mecánica Newtoniana, de la física cuántica, etc.
b. Crítico-analítico
Es un conocimiento rigurosamente crítico y analítico. Analizar es desglosar los
distintos elementos que forman parte de un todo para estudiarlos. La crítica supone examinar
controladamente dichos elementos a partir de fundamentos racionales.
c. Metódico
Se entiende por esto a la prosecución de una serie de procedimientos que atienden a una lógica
anticipada. Es decir, un sistema de relaciones entre hipótesis e implicancias empíricas tomarán
coherencia en tanto sean sometidos a principios explicativos. Los métodos cientificos se
expresan en la misma estructura de las teorías científicas.
d. controlable- reproducible
todo concepto de verdad debe ser refrendado por la verificación para establecer una
constante. El procedimiento que la valide debe ser plausible de reproducirse en todas las
instancias y en otros ámbitos de la ciencia.
e. Lenguaje preciso
Es necesario operar una restricción polisémica para establecer con exactitud el
significado de los términos con los que se establece un enunciado. Es decir, restringir sus
efectos connotacionales como una de condiciones para que alguna cuestión adquiera status
científico. Al interior de cada disciplina científica cada término guardará un significado
específico, elegido por el corpus de la vertiente de la ciencia de la que se tratare.
f. Objetivo
Antes que nada implica la toma de distancia entre el objeto de estudio y el sujeto que
se dispone al análisis del mismo. La objetividad en principio aparece como opuesta a la
subjetividad. No obstante ello la producción de objetividad es un producto intersubjetivo. Es la
alta conciencia de lo falible del hombre de ciencia pero no solo como superación del
inmediatismo sino como el recorrido de miles de años de precisar la excitabilidad del sistema
nervioso en el intercambio de los seres humanos para percibirse a si mismos y a la realidad
circundante (Benbenaste, 2003).
g. Provisorio
Los enunciados observacionales tienen un alcance aprensible desde lo singular y en
tanto ello posibles de ser contrastados empíricamente como una constante de verdad. Pero la
ley universal a partir de la cual surgen no conoce alternativa de chequeo en la experiencia. Es
así que siempre queda pendiente la posibilidad de que otra contrastación logre refutarla. Allí
radica la fuerza trascendente de la ciencia por sobre el dogma.
h. Objeto de estudio
Es imprescindible delimitar el objeto de estudio, no es posible estudiar el todo. Un
trabajo sistemático de comprobación en este espacio hace posible la reformulación de las
hipótesis de las cuales se partió. Algo a elucidar adquiere relevancia cuando se unifican
diversas teorías al servicio de ese objetivo y por lo mismo el problema adquiere una
consideración científica.

2.2. Problema real y problema científico

El término problema deriva del vocablo griego problema, compuesto de las


partículas pro (delante) y blema (lo que se arroja o tiende). Es decir, problema es lo que ha sido
arrojado delante, la piedra que nos obstruye el camino. El problema es una situación frente a la
cual no podemos menos que adoptar una actitud. Podemos retroceder y desandar el camino,
podemos buscar alguna forma de rodearlo, o podemos enfrentar el obstáculo. Es esta última
actitud la que nos interesa aquí: la de encarar el problema.
Desde los albores de su existencia, la humanidad ha enfrentado problemas de distinto
rango y complejidad. En algunos casos, tales problemas comprometen su relación con la
naturaleza (cómo proveerse de alimento para sobrevivir o de abrigo ante las inclemencias del
mundo que lo rodea, etc.). En otros casos, los problemas suponen no un conflicto con la
naturaleza, sino con los demás seres humanos (cómo distribuir el excedente de lo producido,
cómo gobernar, etc.).
Se trata de problemas reales. Ahora bien, no cualquier problema “real” que deba
enfrentar el ser humano constituye un problema para la ciencia. Si nos quedamos encerrados
dentro de una habitación debido a la ausencia de picaporte en el lado interno de la puerta, por
cierto estamos ante un problema. Pero la solución se desprende de la observación misma de la
situación: habrá que lograr que alguien abra desde afuera, o intentar girar con una pinza el eje
del picaporte, o introducir una cuña que accione el pestillo de la cerradura... Cualquiera sea la
fórmula, bastarán la observación y la experiencia para llegar a ella, se trata no de un problema
científico, sino de un problema técnico.
Pero existen otros problemas para los cuales no sólo no alcanza con la experiencia intuitiva sino
que la más de las veces ella misma se constituye en un obstáculo. Estos problemas requieren de
una investigación preliminar que establezca su exacta complejidad y diseñe las herramientas
adecuadas para enfrentarlo. De esto se ocupa el método científico.
En función de lo ante dicho es posible inferir que existe un sujeto de la actitud
científica y un sujeto de la vida cotidiana o lo que es lo mismo del sentido común.

3. SUJETO DEL SENTIDO COMÚN

Suele atribuírsele al sentido común, aquello que es correcto y evidente que debe
hacerse. Desde la perspectiva de la ciencia como hemos dicho, entendemos al individuo que no
toma al conocimiento como base de interpretación de la realidad y si mismo. Es entonces que
solo puede resolver problemas técnicos como señalamos anteriormente. Muchas veces el
problema a resolver es muy importante, sin embargo no por ello es un problema científico.
La civilización egipcia se asentó en las márgenes del Nilo y allí buscó sembrar para
su sobrevivencia. Pero el río se desborda y anegaba los plantíos. En un principio los egipcios
interpretaron que esto se debía a la voluntad de los dioses. Pasó mucho tiempo antes de que
percibieran que las copiosas lluvias en los dos grandes afluentes del río eran la verdadera causa
del desborde. Haber resuelto ese problema fue posible en tanto aceptaron algo del orden de lo
real vía la percepción. Por siglos la agricultura y con ella el barbechado o rotación de cultivos,
mientras que representó un gran adelanto para el hombre, no fue sino la observación lo que lo
hizo posible.
Tenemos así que para el sujeto de la vida cotidiana, la percepción desde los sentidos
es el factor fundamental de análisis. Como sabemos este es un factor impreciso para la
determinación de cualquier cuestión. A tal punto los idealistas subjetivos hace algunos siglos se
aferraron a dicho factor que pensaban que si “cerraban los ojos, la catedral no existía”. Para el
sujeto de la ciencia los sentidos cuentan pero están mediados por el método científico y los
instrumentos que prolongan y hacen precisa la percepción.
Otro tanto lo constituye la experiencia. Pero esta no es más que la sumatoria de
aquello que se ha adquirido a través del tiempo desde los sentidos. El hombre de ciencia toma
en cuenta su experiencia pero ella es el producto de sucesivas comprobaciones y no meras
apreciaciones. A saber el diagnóstico médico que ha de ser refrendado, no solo por las
vivencias de la profesión además del saber del cuerpo del propio paciente, sino por los análisis
de laboratorio correspondientes.
Otro factor tan relativo como los anteriores son las costumbres. Las costumbres son
esa interpretación que se va instalando en una comunidad al cabo de un tiempo (puede ser
generaciones) respecto de lo que sucede en la naturaleza o la sociedad. Nada valida esto por el
contrario las más de las veces ello da lugar al pre-concepto y desde allí al prejuicio social. En
ciencia, toda hipótesis es un supuesto pero su diseño es el producto de una cuidada búsqueda de
referentes y marcos teóricos que incluyen proposiciones lógicas y antecedentes empíricos.
Finalmente un recurso del sujeto del sentido común son las creencias de todo tipo. No
se trata de supuestos cotidianos ni de doctrinas que se asientan en la subjetividad sino como
hemos mencionado más arriba entre el dogma y la explicación científica.
Mientras que el sentido común parte de un supuesto de verdad, el sujeto de la ciencia
parte de formulaciones fundamentadas las cuales pone a prueba metodológicamente hasta
arribar a alguna verdad. Por lo mismo el lugar del investigador es siempre ganancioso ya que si
no se cumple su hipótesis en cualquier caso el recorrido y la resultante si es equívoca
representa una nueva cuestión elucidada que se incorpora como saber.
Pensado psicosocialmente la persona que interpreta la realidad a partir de juicios de
valor es fácilmente proclive a las versiones de fuerte pregnancia subjetiva e ideológica, cuando
no su adhesión a formulaciones idealizadas de la política. Asimismo un individuo prejuicioso
que tiene escasos recursos para determinar el origen de las diferencias humanas resultará
proclive a la discriminación social, es decir descargar agresividad sobre los otros a quieres
percibe como ajenos cuando no enemigos.
Un sujeto egocéntrico, es decir que no entiende porqué debe dar un fundamento para
aquello que sostiene. Muchas veces lejos de reflexionar sobre las mediaciones que dan lugar a
las relaciones respetuosas, solo aporta agresividad e infantilismo.
Tal nivel de precariedad supone una intervención social propia de un pensamiento
unilateral y por lo mismo de escasa universalidad a la hora de pronunciarse social y
políticamente. Ciertamente no siempre pero sí muchas veces estas características promueven
sujetos que incorporan valores que más de una vez han aportado sustento para el autoritarismo.
Finalmente un sujeto del conocimiento es más proclive a actuar socialmente desde y
respetando la mediaciones institucionales y las normas instituidas. Concierne de que todo acto
implica consecuencias y que el último depositario de los mismos es el cuerpo social en su
conjunto.

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