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La escala de
parentalidad positiva
E2P v.2
V
Presentación
de la escala
La Escala de Parentalidad Positiva E2P v2 fue construida entre 2016 y 2019 por Esteban Gómez y
Leyla Contreras en calidad de autores, junto a un gran equipo de colaboradores de Fundación América
por la Infancia y otras instituciones, jueces expertos de distintas profesiones y países, y José Pezoa,
asesor metodológico perteneciente al Centro de Mediciones de la Pontificia Universidad Católica de
Chile, MIDE-UC. La escala se construyó sobre la base de una serie de estudios entrelazados (todos
apuntaban al mismo objetivo de diseñar un nuevo cuestionario en el área de la crianza respetuosa) y
al mismo tiempo únicos (ya que cada versión cubre un rango de edad con características específicas
a esa edad).
El resultado de este esfuerzo fue contar con ocho estudios, cada uno con 10 jueces expertos para
ofrecer un total de 80 revisiones en profundidad, una muestra final de 3.187 sujetos para Chile y un
total de 5.129 para Latinoamérica. Estos ocho estudios aportaron indicadores de validez de contenido
mediante uso de jueces expertos, validez estructural mediante análisis factorial confirmatorio,
validez concurrente y discriminante mediante correlaciones con otros instrumentos, así como de
su confiabilidad mediante análisis de consistencia interna para cada una de las ocho escalas (los
detalles se presentan en el capítulo IV y en los Anexos de este Manual; así mismo, se dispone de
informes detallados para cada uno de los 8 estudios realizados, que pueden solicitarse escribiendo a
leyla.contreras@americaporlainfancia.com).
La E2P v2.0 se basa en la primera versión del instrumento desarrollada por Gómez y Muñoz en 2011,
pero actualizada y mejorada en varios aspectos: (a) se renueva por completo su estructura teórica,
incorporando un nuevo esquema de competencias parentales desarrollado y actualizado por Gómez
(2016; 2019); (b) se crean ocho versiones en vez de una sola, diferenciando según rangos de edad
de los niños y niñas, comenzando a los 0 meses y finalizando a los 17 años 11 meses de edad; (c) se
incorporan análisis estadísticos y de validez de contenido más sofisticados que la primera versión;
(d) se usan muestras adecuadas en cada rango de edad, fluctuando entre 300 y 500 casos; (e) se
construyen reactivos específicos a cada rango de edad, a partir tanto de un análisis de la literatura
sobre desarrollo infanto-juvenil esperado, como de análisis de otros cuestionarios de crianza y la
sabiduría práctica de padres, madres y cuidadores, profesionales expertos y de los propios autores; (f)
se incluyen ejemplos prácticos de situaciones concretas de la crianza en cada rango de edad.
La nueva Escala de Parentalidad Positiva E2P v2.0. es un cuestionario de auto-reporte que presenta
60 afirmaciones sobre prácticas cotidianas de crianza, organizadas en cuatro áreas de competencia
parental: vinculares, formativas, protectoras y reflexivas. Frente a cada afirmación, la persona debe
reflexionar pensando en los últimos tres meses y auto-evaluarse respecto al grado de frecuencia con
que realiza cada una de esas prácticas de crianza con un hijo/a en particular, en una escala Likert de
cinco opciones: nunca, casi nunca, a veces, casi siempre y siempre. Todas las afirmaciones describen
prácticas de crianza positivas, esto es, beneficiosas para el desarrollo positivo de bebés, niños, niñas
y adolescentes según la evidencia científica disponible. Por ello, la dirección de las respuestas es una
sola: a mayor frecuencia, mayor puntaje, y a mayor puntaje se considera un escenario más favorable
para los niños y niñas del sistema familiar evaluado.
Como cuestionario perteneciente al Modelo ODISEA, la E2P responde a una lógica formativa, es
decir trasciende la lógica constatativa de las intervenciones basadas en el control y emerge desde el
paradigma evaluativo-formativo. Sus implicancias son variadas, supone situarse desde una ética del
Los resultados de este cuestionario no constituyen un diagnóstico, si no que más bien constituyen
una posibilidad para conocer la forma en que el adulto se piensa como cuidador, es una medida de
la persona consigo misma, que permite acceder a la representación parental en la cotidianeidad y por
eso que no está permitido su uso en la práctica forense. La interpretación de los resultados, en esta
versión, se realizará mediante una propuesta de análisis de perfiles, para endilgar una reflexión que
represente de manera más genuina las diferentes formas de ser padres y poder construir caminos de
acompañamiento más eficaces.
El supuesto teórico que hay detrás de esta medición, es que la práctica de crianza es una
manifestación conductual de un sistema de creencias y actitudes, sostenidas en un contexto que le
dan sentido y posibilidad. Así la práctica, situada en el presente, es la posibilidad de manifestación de
la actitud que se encuentra inscrita en una experiencia histórica, la de haber sido hijo, a la cual se le
insuma, conocimientos y creencias de la crianza en el presente.
La Escala de Parentalidad Positiva, está ligada no solo a las nociones de trayectoria de parentalidad
y desarrollo de la parentalidad previamente indicados, sino también al concepto de parentalidad del
desarrollo, en inglés, developmental parenting (Roggman et al., 2008) el cual dentro de lógica de la
hipótesis de trabajo del Modelo ODISEA, explica el impacto que tiene la parentalidad en el desarrollo
infantil en tres focos: desarrollo socioemocional, cognición y lenguaje. El concepto de parentalidad
del desarrollo invita a identificar las prácticas parentales para apoyar las competencias de aprendizaje
y del desarrollo de los niños. Lo medular del concepto dice relación con valorar el desarrollo del niño
y ajustarse a sus cambios, es decir pensarse en un continuo que va construyendo un terreno para la
parentalidad. Un desafío relevante para los padres es poder valorar no solo aquellos hitos “positivos”,
es decir aquellos que demuestran un nivel de logro y avance en el desarrollo de los niños, por
ejemplo, la primera sonrisa, las primeras palabras, los primeros pasos, sino que también aquellos que
aparentemente pudiesen ser interpretados como aspectos “negativos” como los: “¿por qué no?”, “¿por
qué?”, “no quiero”, “no me gusta”, pero que también se constituyen en logros del desarrollo, pues se
requieren habilidades de exploración y comunicación para que estos emerjan (Roggman et al.,, 2008).
Así, este concepto es crucial para la escala de parentalidad positiva porque sitúa el foco en ayudar
a los cuidadores a reflexionar acerca de sus hijos mediante sus propias prácticas parentales. Esto
implica que los ítems de la escala intentan ser sensibles a la experiencia parental, en cuanto a los
pensamientos y emociones que en ella emergen, así como también intenta abordar estas prácticas en
un marco representativo de los aspectos sustantivos del desarrollo infantil.
El cuestionario tiene 5 opciones de respuesta en todas las versiones. Se le pide a la persona que
marque la opción “Nunca” si la frase describe una situación que nunca sucede o que no representa
su vida cotidiana; “Casi Nunca”, si la frase describe una situación que sucede muy poco en su vida
cotidiana; “A veces” si la frase describe una situación que sucede a veces o en ocasiones; “Casi
siempre” si la frase describe una situación que sucede habitualmente en su vida cotidiana; y “Siempre”
si la frase describe una situación que sucede siempre en su vida cotidiana.
Cada una de las escalas tiene un área con el rango de edad claramente señalado en la parte superior,
un área de identificación para completar con los datos de la persona que responde, un área de
breve presentación e instrucciones para completar el cuestionario, y luego los 60 reactivos con sus
respectivas opciones de respuesta, como se muestra en la siguiente imagen: