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Las Consecuencias de la Incredulidad

Mg. (c) Lelis Riovalle

Texto: Números 13:21-14:1-10

Introducción: El libro de Números comienza cuando los hijos de Israel se encontraban en


condiciones muy favorables. Ellos recibieron instrucciones especiales del Señor mientras
todavía estaban en el monte Sinaí (1:1-10). Luego marcharon a Cades-barnea (10:11-12:16)
desde donde enviaron los espías a explorar la tierra que Dios les había prometido (13:1-24).

No fue la voluntad de Dios que ellos exploraran la tierra, pero su falta de fe lo llevó a insistir en
inspeccionar aquella tierra, entonces el Señor lo permitió. Cuando se dieron cuenta que la
tierra estaba ocupada, fallaron al desconfiar de Dios (13:25-33).

El éxito se terminó a causa de su falta de fe; por eso tuvieron que peregrinar en el desierto
durante el curso de la vida de esa generación (15:1-21:35). Cades-barnea siempre sería un
símbolo de derrota por la falta de fe en Dios. En cada época, el pueblo de Dios primero debe
discernir la voluntad de Dios, y luego ir hacia adelante en fe.

Bosquejo
I. 14:1. La incredulidad trae lágrima permanente.
A. Se sufre internamente; posiblemente no hayan lagrimas externas, pero en el
interior sí haya resentimientos y dolor
1. Resentimientos que fracturan la vida espiritual y frustran su crecimiento.
2. El pueblo de Dios en Cades-barnea expresó algo que venían albergando
desde tiempos anteriores.
II. 14:2. La incredulidad trae queja continua.
A. El pueblo de Israel se quejó contra sus líderes
1. Es verdad que Moisés y Aarón no eran los mejores líderes, pero trataban
de hacer lo mejor por el pueblo.
2. El pueblo de Israel le montó una campaña de desprestigio a espaldas de
Moisés y Aarón.

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a. Los Israelitas tenían derecho a no estar de acuerdo con Moisés y
Aarón, ellos podían llamar a sus líderes aparte y manifestar su
desprecio por la tierra prometida.
b. Pero no tenían el derecho de desprestigiar a aquellos que Dios les
había puesto como líderes.
c. Esta falta les costó la entrada a la tierra prometida
III. 14:2. La incredulidad trae pérdida del sentido de la vida.
A. No se valora la vida, y aunque se sabe que un mal proceder puede llevar a la
perdición, no importa.
1. Lo que importa es saciar el momento, aun cuando esté en juego la
salvación:
a. Es decir, que hay temor de morir en pecado, pero no hay temor de
vivir en ellos.
b. Vivir en los pecados es un anticipo para morir en ellos
IV. 14:3 La incredulidad trae anhelo de volver a la vida antigua.
A. Pertenecer al pueblo de Dios, o vivir en la esclavitud es considerado igual
B. Se mofaban de la experiencia que habían adquirido en la esclavitud
1. Se gozaban de que Egipto todavía estuviera dentro de ellos
2. Esto era evidenciado porque entre ellos mismos vivían en contiendas
V. 14:4 La incredulidad trae oposición al liderazgo establecido por Dios.
A. No estaban de acuerdo con los líderes que Dios les había puesto
1. Querían un líder de acuerdo a su parecer, más no a la voluntad de Dios
B. Eran conscientes que si escogían un líder era para abandonar el pueblo de Dios
1. Las personas resentidas con los líderes son vulnerables a abandonar el
pueblo de Dios.
2. La disidencia siempre se levanta dentro del pueblo de Dios
VI. 14:5-10 La incredulidad trae pérdida de la capacidad de escuchar la palabra de
Dios.
A. Por más que la palabra de Dios diga algo, siempre se pondrá las opiniones
humanas por encima da lo que Dios ha dicho.

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B. El discurso de Caleb y Josué no fue suficiente para hacerlos reaccionar antes
que se terminara su última oportunidad.

Conclusión:

 No importa cuán resentidos estemos, por la gracia de Dios debemos superar el rencor;
el resentimiento es como una gangrena que entra e infecta el alma.
 Quejarnos contra los líderes no es la solución, aun cuando estos tengan falencias, la
solución es acercarnos a ellos y brindarles nuestro apoyo para continuar con la misión
que se nos ha encomendado.
 La vida es el mejor regalo que Dios nos ha dado, si nuestra vida no valiera Jesucristo
no había venido a morir por nosotros; hagamos de nuestra vida la felicidad que Dios
quiere y no hagamos infeliz la de nadie.
 Por más dificultades que hayan dentro de la iglesia, esta iglesia llegará al puerto seguro,
no tiene sentido abandonar el barco.
 Los líderes que Dios ha puesto no son los mejores, pero son los que Él ha dispuesto
por el momento, y debemos unir fuerzas con ellos y avanzar.
 La palabra de Dios es nuestra única guía segura, no atender a ella es botar la única
brújula en medio del océano.

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