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30 Agosto -2015
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INDICE
INTRODUCCION 4
2. Que son los derechos humanos, elementos importantes para adentrarnos en el DHAS) 11
3.4. Las alianzas público comunitarias del agua una respuesta para impulsar las gestión
rural y el DHAS 21
5.1.1. Definición 24
6.1. Constitución: buen vivir y DHAS, elementos a considerar para impulsar este derecho44
6.3. Ley Orgánica de Recurso Hídricos, usos y aprovechamientos del agua - LORH su
relación con el DHAS 59
BIBLIOGRAFIA 78
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INTRODUCCION
Este contexto y sus detalles se convierten en un reto profundo para la gestión del agua y
saneamiento, no es solo un reto de tipo metodológico e instrumental, es ante todo un reto
político, de sentidos que necesariamente pasa por voluntades explicitas y reales de los
distintos actores que tiene competencias o que están relacionados con el sector y con los
derechos humanos.
Si bien es cierto que “constitucionalizar” y luego reflejarlo en leyes orgánicas como también
impulsarlas en las Políticas Públicas Nacionales, son pasos fundamentales, no es menos cierto
que es necesario mayores aterrizajes nacionales y sobre todo locales, de forma que la
institucionalidad publica y sus estructuras, los prestadores públicos y comunitarios, los
gobiernos locales, el financiamiento, y los usuarios del agua transformados en “ciudadanos del
agua” puedan “ciudadanizar el derecho” , en tanto aterrice y se expanda, se exija y se respete,
pero también –y a través de este DHAS- se contribuya de manera sustantiva a “erradicar la
pobreza” a “disminuir las desigualdades”
En este camino es importante que los actores del agua conozcan con mayor detalle los
contenidos, alcances y retos que están en torno al derecho al agua y saneamiento, es
necesario que puedan conocer y reflexionar sobre el nuevo marco normativo sobre el tema,
de esta forma se aporta a fortalecer las capacidades de los municipios (autoridades , técnicos)
de las organizaciones comunitarias de agua (directivos , lideres, operadores).
De esta forma, este documento en un primer momento realiza la revisión del marco
conceptual que va desde la importancia del agua y saneamiento para vida de las personas
como su relación con la realidad de pobreza y desigualdades, pasando por detalles sobre
derechos y sus características. A partir de allí se despliega, el marco conceptual del DHAS en
base a los principales documentos internacionales en el marco del “Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales”-PIDESC- y la “Observación No.15”, pero también
se realizan puntualizaciones a considerar de cara avanzar en el impulso del DHAS en los
territorios.
Una segunda parte del documento establece una mirada, que pretende ser-entre detallada y
suficiente- un acercamiento con los lentes del DHAS al marco constitucional actual en el
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Finalmente se ha revisado dos instrumentos de Política Pública: el Plan del Buen Vivir- PBV- y
la “Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza”- ENIEP- que marcan y
marcaran de manera decisiva la gestión del agua y saneamiento desde una perspectiva de
derechos y desigualdades sociales, en los que el sector agua y saneamiento tienen y tendrán
una decisiva aportación. En estos instrumentos de Política se establecen definiciones
remozadas y hasta novedosas sobre “pobreza como problema político y como problema de
carencia de derechos” y en ese marco asegurar el acceso a “bienes superiores” como el agua y
saneamiento (servicios públicos) es fundamental , para ello la ENIEP en el sector establece
principios y estrategias a considerar que, deberían marcar la actuación del Estado central , los
Gobiernos locales, en especial Municipios y los prestadores de servicios públicos, sean estos
públicos o comunitarios
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El agua está íntimamente relacionada con necesidades fundamentales del ser humano como
la alimentación, la higiene, el bienestar personal, la salud, la vivienda; es considerado también
un factor fundamental de la dignidad y realización humana. Una población que tiene acceso
a agua potable y saneamiento disfrutará de mejor manera de salud, puede tener mayor
disposición al trabajo, y podrá así aportar al desarrollo y al bienestar colectivo, como también
a un medio más limpio (Albuquerque, 2013).
El agua cumple múltiples funciones, una de ellas está relacionada con la vida de las familias, de
los hombres y mujeres que lo necesitan a diario en sus actividades domésticas y de la casa. Sin
el agua es imposible la reproducción familiar. El acceso al agua es un factor clave de la
dignidad de las personas, por ello todas, sin distingo, deben tener acceso al menos a una
cantidad mínima de agua que les permita” tener una vida digna y saludable” lo que alcanza
no solo para evitar procesos de deshidratación, sino también cubrir necesidades relacionadas a
la higiene personal y la preparación de alimentos.
El saneamiento también tiene un rol importante en la vida de las personas, sin embargo por
sus características (orina, heces fecales principalmente) tiene sus reparos en términos sociales
y culturales a la hora de su visibilización, discusión y toma de acciones. No contar con
instalaciones de saneamiento, o contar con alternativas lejanas a los hogares o sitios de
trabajo, o instalaciones en malas condiciones y sucias, plantean inseguridades para los
usuarios, en especial para las mujeres y las niñas. También puede significar contacto con
desechos que puede provocar infecciones o enfermedades.
Contar con saneamiento adecuado implica no solamente tener acceso a un retrete, letrina o
alternativas de alcantarillado sanitario; es muy común, en las zonas urbanas y rurales no tener
sistemas de tratamientos de desechos sólidos y/ o de aguas residuales, estas aguas se
devuelven a las quebradas, a los ríos, o al suelo directamente sin ningún tipo de tratamiento.
Esta realidad impacta de manera importante en la calidad del agua para consumo humano, en
la salud de las personas y en el medio ambiente en general.
De manera complementaria al acceso al agua y saneamiento, está la higiene; se dice que si
no se tiene practicas constantes por ejemplo de lavado de manos, antes de comer o después
de usar el retrete, los beneficios en salud, que significa contar con agua potable y
saneamiento se ven disminuidos. El agua desempeña también un rol importante en el aseo de
las mujeres durante su período menstrual. (Albuquerque, 2013), así como también representa
un factor importante en los proceso de cuidado de personas enfermas-sobre todo graves y
terminales, personas con discapacidades físicas importantes.
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El agua en especial, tiene que ver con la salud de las personas, contar con agua segura, aporta
a enfrentar y disminuir enfermedades atribuibles y evitables, las diarreas por ejemplo , que
particularmente impactan a niños menores de 5 años y de manera especial en los sectores de
mayor vulnerabilidad social y pobreza.
Contar o no con agua y saneamiento permanente, seguro y cercano, tiene un especial
impacto en la vida de las mujeres, especialmente en las zonas rurales y periurbanas. La
cultura y la economía históricamente han asignado a ellas roles y tareas sobre todo
reproductivas de la familia, en gran medida son responsables de la reproducción familiar, el
cuidado de las hijos, la preparación de los alimentos, el lavado de ropa. No contar con servicios
de agua y saneamiento cercanos o en la casa, implica mayores tiempos en la búsqueda y
acarreo de agua, lo que provoca, que las niñas en la práctica tengan dificultades en la
asistencia escolar, o las mujeres adultas contar con menos tiempo para tareas productivas
(producción agropecuaria, artesanía en la zonas rurales). En otros casos al no contar con
fuentes seguras de agua, están expuestas a potenciales hechos de contaminación; es muy
común encontrar en las fuentes de agua no protegidas y sus alrededores la presencia de
estiércol u orina animal y/o basura.
De otra parte la probabilidad de que una persona o familia tenga acceso a agua y
saneamiento, depende de su condición socioeconómica, como también depende de donde
viva. Las estadísticas mundiales y nacionales muestran accesos diferenciados por quintiles de
pobreza, hay diferencias entre las zonas urbanas y rurales, pero también se puede ver estas
diferencias entre aquellas familias que viven en los “barrios urbanos y consolidados” y
aquellos que viven en los “barrios informales, poco consolidados, los barrios periurbanos “.
Esta realidad ultima, nos indica que resolver la disponibilidad de agua y resolver o tratar los
desechos (sólidos y líquidos) implica que se los haga en condiciones poco seguras, o que en el
caso del agua se tenga que comprar a privados (tanqueros, bidones). De esta forma se puede
afirmar que “la gente que vive en pobreza, y, en particular, los grupos e individuos
marginados y vulnerables, son los que presentan una mayor probabilidad de carecer de
acceso al agua potable y al saneamiento”. Además, estos colectivos también son los que
tienen menores probabilidades de tener acceso a una vivienda, salud y educación adecuadas,
debido en parte a esta falta de acceso al agua y al saneamiento” (Albuquerque, 2013).
Hay que insistir que el acceso al agua potable y saneamiento es fundamental para una vida
digna y segura, tiene una incidencia importante en la salud, en el acceso a la educación; así
como también en las estrategias y políticas públicas para enfrentar la pobreza y las
desigualdades. Esto se lo reconoce de manera general ya a nivel mundial, regional y nacional,
muestra de ello son las distintas conferencias de Naciones Unidas, El Pacto Internacional de
Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), El Informe de la relatora especial sobre
el Derecho Humano al agua y el saneamiento de Naciones Unidas y en el Ecuador la
Constitución Ecuatoriana, La Ley Orgánica de Recursos Hídricos, Usos y Aprovechamientos del
Agua, El Plan del Buen Vivir, la Estrategia Nacional para la Igualdad y Erradicación de la
Pobreza (ENIEP), entre lo principal .
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Las apuestas, nacionales y locales, que apuntan a enfrentar la pobreza y las desigualdades
y/ o el ejercicio de derechos, entre otras cosas siguen la evolución o los cambios en los
indicadores de pobreza por Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)1 o los cambios en las
condiciones de vida de las familias. Parte constitutiva de este seguimiento, es poner atención
al agua potable, al saneamiento y sus coberturas, a las diferencias entre lo urbano y rural, y
últimamente se va poniendo más atención a la diferenciación por condición socioeconómica
(quintiles de consumo, según la Encuesta de Condiciones de Vida del Ecuador, 2014). La
mirada sobre agua y saneamiento se puede completar también con un acercamiento a los
indicadores de salud y en estos a las enfermedades asociadas a problemas en el acceso a
agua, hablamos por ejemplo de las enfermedades diarreicas.
Adicionalmente, desde esta mirada de pobreza, desigualdades y ejercicio de derechos- en el
caso ecuatoriano- se van construyendo propuestas de Índice de Pobreza Multidimensional-
IPM- (ENIEP, 2014) , en este se consideran varias dimensiones relacionadas al tema
expresadas en indicadores como: i) hogares con agua de red pública , ii) Vivienda con
adecuado sistema de eliminación de excretas, iii) mala percepción en la calidad del agua,
que junto con otras dimensiones e indicadores configuran y construyen este IPM, permitiendo
de esta forma aproximarse al conocimiento de la vulneración o privación de derechos2, en el
caso ecuatoriano, los derechos del Buen Vivir .
Al respecto, se precisa algunos datos sobre agua y alcantarillado sanitario en el Ecuador
(ENIEP, 2014) :
1
NBI es un indicador social que define a un hogar como pobre cuando adolece de carencias graves en
el acceso a educación, salud, nutrición, vivienda, servicios urbanos y oportunidades de empleo.(INEC
2014)
2
En la perspectiva de la ENIEP estos derechos relacionados son : i) agua y alimentación, ii) ambiente
sano, iii)comunicación e información ,iv) hábitat y vivienda , v) salud, vi) trabajo y seguridad social
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concentrando el análisis en los sectores censales rurales ( 200 familias, según el INEC),
la hipótesis es que las brechas se acentúan aún mas
Respecto a salud y agua , el INEC (2010) reporta 61.832 egresos hospitalarios por
enfermedades relacionadas al saneamiento básico, de estos el 76% fueron
relacionadas con diarrea aguda
Las diferencias en el acceso se pueden visibilizar también si se mira entre niveles de ingreso.
Así en el informe sobre los resultados de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) ,2014; el
acceso al agua por red pública dentro de la vivienda en el 20% más pobre (Quintil 1) alcanza al
56 % , mientras que el 20 % más rico (Quintil 5) llega al 94 % de cobertura. Estas diferencias
son mayores en el acceso al Alcantarillado por Red Pública, mientras que el 20% más pobre
tiene una cobertura del 29% , el 20% más rico tiene una cobertura del 88,1%.
También es interesante mirar el Índice de Pobreza Multidimensional-IPM3- (ENIEP, 2014)
como medida de privación o vulneración de derechos. Al respecto en la aproximación
realizada por la Secretaria de Erradicación de la Pobreza ( Setep,Senplades, 2014) se llega a
establecer que “el índice de pobreza multidimensional (IPM) en Ecuador para el año 2012 es
del 17,9%. Para el área urbana, el índice corresponde al 13% de hogares, en tanto que, en el
área rural, el índice de pobreza multidimensional ajustado es del doble, con un 28% de
hogares”.
Se menciona también la contribución relativa (importancia) de los distintos ámbitos e
indicadores4 en el índice, hay que destacar, y relacionado al agua y saneamiento que :
A nivel nacional , la dimensión que más aporta al IPM es Ambiente Sano , y dentro de
esta resalta “la mala percepción en la calidad del agua”, esto nos dice que hay una
percepción generalizada de que el agua que llega a los hogares , cualquiera sea su
medio, “no es de buena calidad”
Y cuando se mira las diferencias entre lo urbano y lo rural , resaltan los indicadores de
agua potable, alcantarillado y servicio adecuado de recolección de basura, estos
3
La ENIEP (2014) recoge los planteamiento del Plan del Buen Vivir respecto a Pobreza y desigualdades
y” concibe la pobreza como la situación de vulneración o no-ejercicio pleno de los derechos establecidos
en la Constitución, los cuales constituyen un fin, pero además un medio en sí mismo para la generación
de capacidades y la ampliación de las oportunidades”. En este marco para la construcción y análisis del
IPM se ha considerado o seleccionado un conjunto de dimensiones e indicadores asociados a los
derechos del Buen Vivir , estas dimensiones son : i)educación y comunicación, ii)trabajo y seguridad
social , iii)agua alimentación y salud, iv)hábitat y vivienda, v)ambiente sano
4
Los indicadores considerados en el IPM son : Desarrollo de la primera infancia, Asistencia a básica y
bachillerato (Tasa Neta), Acceso a Educación Superior, Escolaridad (10 años), Analfabetismo,
Analfabetismo digital, Infantes, niños y adolescentes cuenta con seguridad social, Trabajo Infantil,
Ocupación digna, Adultos mayores con seguridad social (Incluye pensiones no contributivas), Pobreza
extrema por ingresos, Vivienda con agua por red pública, Vacunación (recibió las cinco vacunas),
Necesidad de cuidado, Vivienda propia, Hacinamiento, Vivienda adecuada, Vivienda con adecuado
sistema de eliminación de excretas, Hábitat Inseguro (índice de percepción de inseguridad), Acceso al
servicio municipal de recolección de basura, Percepción en la calidad del agua, Acceso a áreas verdes
(sector urbano)
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A partir de esta realidad, las estrategias que se construyen, los proyectos y acciones que
apuntan a enfrentar pobreza y desigualdades ubican metas para agua y saneamiento como
una condición importante de mejora de las condiciones de vida, de la dignidad de las personas,
y del ejercicio de derechos. Si uno mira en el Ecuador la Estrategia Nacional para la Igualdad y
la Erradicación de la Pobreza (ENIEP, 2014) se puede ubicar que, entre otras cosas, erradicar
la pobreza se puede lograr mediante el ejercicio pleno de derechos y aquí el acceso a agua y
saneamiento, junto con el fortalecimiento de las competencias y el mejoramiento de la calidad
de los servicios configuran las principales estrategias en el tema.
Los derechos humanos, se los puede considerar como “un intento de respuesta de la
sociedad, ante las tragedias humanas”, ante “las fallas en la organización social” que hace
que las situaciones que viven los individuos, las familias o los colectivos sea intolerables e
indignas ante los ojos de todos. En la medida en que las sociedades avanzan en estados de
bienestar y dignidad, se van estableciendo “mínimos de convivencia” estos mínimos
establecen “pautas básicas” a exigir así como de velar por su cumplimiento. Estos mínimos de
convivencia son los derechos humanos ( Bautista, 2013).
Plantearlo así, nos lleva a establecer que cualquier persona, sin importar raza, sexo,
nacionalidad o condición social puede demandar el acceso a determinadas condiciones
materiales e inmateriales de la vida, como también la protección de ciertos intereses. A
partir de esto, se generan-en teoría- para la sociedad y en su nombre para los Gobiernos el
mandato de no tolerar las prácticas que vayan en contra de los derechos. Estos intereses no
son puestos de manera aleatoria, se menciona que deben cumplir dos condiciones
importantes: a) ser esenciales para el desarrollo de las personas, y b) históricamente estar bajo
amenaza, debido a que los procesos políticos y de desarrollo no han permitido una adecuada
protección.
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Visto la importancia de los derechos humanos para la vida de la gente, dado lo esencial que
resultan, y dado el estado actual del desarrollo, las desigualdades y disparidades existentes,
en torno a ello se reconocen algunos características
son universales, es decir para todos los hombres y mujeres.
son indivisibles, los derechos tienen el mismo rango, no cabe dividirlos en
categorías que prioricen unos sobre otros.
son Interdependientes, los diferentes tipos de derechos humanos (civiles y
políticos, económicos, sociales y culturales) tienen la misma importancia,
jerarquía y se complementan entre sí. Es decir no hay derechos de primera o
de segunda importancia, por ejemplo el derecho al agua y el derecho a la salud
son ambos importantes para la dignidad de las personas
Son inalienables, no pueden ser renunciados o cedidos a otros
son Imprescriptibles, es decir no pierden vigencia a través del tiempo , lo que
implica que están fuera del mercado
son inderogables, con lo cual no es posible plantear o disponer su supresión,
aún por decisión de las mayorías (ello implica que están fuera del debate
democrático); ( Bautista , 2013)
son limitados: mis derechos tienen límites en los derechos de los demás.
Como se ve, los derechos humanos son estos “mínimos” que se trazan para concretar los
valores de dignidad, libertad, igualdad, no discriminación, solidaridad, seguridad y justicia.
Son derechos y libertades que han sido reconocidos y que están protegidos por instrumentos
legales internacionales y que deben ser garantizados a niveles nacionales y locales por un
conjunto de normas, Políticas Públicas y garantías jurisdiccionales6.
Los derechos humanos, a partir de su aparición en 1948 (luego de la segunda guerra mundial)
se han ido perfeccionado, detallando, interpretando, de forma que se ha convertido en un
elemento contemporáneo clave del Derecho Internacional y que a través de distintos
instrumentos actualmente tienen un peso social y político importante. Desde allí, se impulsa la
agenda de derechos humanos, que en muchos casos se han tornado vinculantes para los
Estados firmantes. De esta forma, los derechos humanos imponen a la sociedad y a los
estados en su representación 3 tipos de obligaciones: respetar, proteger y cumplir.
Hay que insistir y recalcar que:
6
Las garantías jurisdiccionales tienen como finalidad la protección eficaz e inmediata de los derechos reconocidos
en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos
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La perspectiva planteada, va delimitando a través de sus detalles, las razones para que
también el agua y recientemente el saneamiento haya sido consagrado como derecho. Como
se ha mencionado el acceso al agua y el saneamiento-a través de los servicios públicos- son
fundamentales para el desarrollo, bienestar y dignidad de cada persona, sin embargo la
realidad global, nacional y local nos sigue demostrando que este acceso y en gran medida la
calidad y la continuidad del servicio público como la durabilidad de las infraestructuras ) no
está asegurado, en especial para las familias en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. La
situación de pobreza y desigualdades imperantes siguen siendo uno de los principales retos
sociales, económicos y políticos contemporáneos y aquí el peso específico del agua y
saneamiento es innegable.
A partir de la aparición de los derechos humanos, se ha dado una importante evolución social
y política a nivel internacional y nacional en torno al acceso al agua y saneamiento y
posteriormente a su avance hacia su consideración como derecho , llevando de esta forma a
las comunidades, a la sociedad, a los organismos internacionales y a los Estados –en mucho
todavía a nivel de declaraciones, información e instrumentos normativos y de política pública-
a considerar que la falta de acceso al agua y saneamiento es una circunstancia intolerable ,
por tanto hay que avanzar en concretar distintas iniciativas para revertirla7.
En los inicios de nuestra historia, los individuos de forma individual resolvían sus necesidades
de agua, conforme evolucionaban las colectividades y sociedades, se organizó “sistemas de
gestión común” para el abastecimiento de agua (Bautista Justo, 2013). En torno a este
importante avance del desarrollo humano surgieron actores estatales y no estatales- en el caso
ecuatoriano sobre todo son actores comunitarios con una historia de por lo menos 40 años- ,
encargados de asegurar este requerimiento en las zonas rurales -.
Estos sistemas de gestión y abastecimiento común han evolucionado en sus formas,
modalidades y en sus ámbitos, hasta llegar a cubrir la gestión del agua, saneamiento,
tratamiento de aguas residuales y desechos, prestar el servicio en las zonas urbanas y rurales.
De igual manera los actores estatales y no estales se han consolidado, se han desarrollado, se
han debilitado, han cambiado; han emergido en el Ecuador en los últimos 15 años
experiencias de alianzas-publico comunitarias, como respuestas colaborativas para las zonas
rurales. Así también, los actores privados en la prestación de los servicios aparecieron con
fuerza en los años 90s, empujándose entre otras iniciativas de privatización de servicios en las
7
Al respecto se han construido enfoques y metodologías para el desarrollo, una de ellas es el “Enfoque de
Desarrollo basado en los Derechos Humanos” (EBDH). Este enfoque busca integrar a los derechos consagrados en
los tratados en las estrategias de crecimiento, no limitando su mirada en los resultados del desarrollo, mira con
atención a los procesos por los cuales aquel se logra, propone que los procesos de desarrollo sean participativos,
no discriminatorios y que sus destinatarios dejen de ser meros receptores pasivos y que sean ciudadanos activos.
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zonas urbanas, todo ello al influjo de los modelos sociales, políticos y económicos imperantes
en las sociedades y en los países en los distintos momentos históricos.
La aparición y reconocimiento del DHAS se enmarca en esta evolución de las prestaciones del
servicio, de los actores y de las apuestas sociales, políticas y económicas. Sobre todo en la
última década del siglo XX y de lo que va de este siglo, emerge el DHAS poniendo al centro de
las preocupaciones a los ciudadanos con sus características y condiciones, que usan,
necesitan y demandan el agua y ya no solamente privilegiando los intereses o particularidades
de los prestadores sean estos públicos, comunitarios o privados.
En términos de la evolución de la gestión del agua y saneamiento en estos últimos 50 años y la
“puesta en escena del DHAS”, Bautista Justo (2013), plantea que este derecho es una suerte
de respuesta a las principales e históricas formas de gestión del agua y saneamiento como
servicio en América Latina: i) la gestión mercantilista; y, ii) la gestión estatal -pública
tradicional. En esta mirada hay que adicionar-en el caso ecuatoriano- a la gestión comunitaria
que tiene una vigencia histórica de por lo menos 40 años y que también plantea una
problemática y realidad particular en la gestión del agua para consumo humano.
Para todos es conocido, que en la década de los 90s en América Latina y en el Ecuador las
apuestas neoliberales en los ámbitos sociales, políticos y económicos se impusieron como
modelos únicos. El debilitamiento del rol del estado como promotor y regulador del desarrollo,
la economía y las relaciones sociales, la primacía de los actores privados y sus iniciativas en la
económia y servicios, el mercado como la mano mágica que regula las relaciones y genera
provecho y bienestar , fueron las principales apuestas neoliberales. El sector agua no fue la
excepción, en el país se habló en su momento del “ajuste hídrico” que evidentemente dejo sus
secuelas en el sector.
El fenómeno global de liberalización de los mercados en muchos casos significó el impulso de
procesos de privatización de los servicios de agua y saneamiento, en otros significó recortes
de gasto público que afectó a los prestadores públicos. El modelo neoliberal para el agua y los
servicios apuesta fuertemente a los aspectos comerciales de la prestación (eficiencia
comercial y recuperación de los costos e inversiones), en esta mirada ideal resultaba los
procesos de privatización como un mecanismo importante de “atraer las inversiones
necesarias al sector” y ello como respuestas a la debilidad del Estado en cuanto a
disponibilidad de recursos económicos, capacidad operativa de respuesta y hasta con
problemas evidentes de corrupción.
Se menciona que estos procesos de ajuste y participación privada en el sector se vieron
fuertemente apalancados por la Declaración de Dublín sobre el Agua y Medio Ambiente (
1992) en el que se habla explícitamente del agua como “bien económico” aunque también se
resalta en la misma declaración “que el acceso a ella sea a un precio asequible “ pues es un
derecho fundamental (Bautista,2013).
A pesar de esta precisión, en el relato final de la declaración, esta referencia al derecho, fue
omitida, quedando de esta forma consolidado una mirada mercantilista del agua y sus
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nueva legislación de agua y servicios públicos, reformas institucionales que diluyen la capacidad del Estado de
organización , control y regulación, procesos de descentralización y desregulación, búsqueda local de
autofinanciamiento, disminución de la inversión pública en el sector, entre otras
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La gestión pública tradicional entorno al agua y saneamiento en el país tiene sobre todo su
desarrollo desde los años 60s, en los que el rol de generación de políticas públicas, el
establecimiento de institucionalidad, el impulso de inversión pública en sistemas de agua en
los ámbitos urbanos y rurales, como el impulso de un modelo particular en el que se empuja la
presencia y desarrollo de los prestadores municipales (unidades de agua, empresas públicas)
en las áreas urbanas y las juntas de agua u organizaciones comunitarias en las zonas rurales
caracterizan la actuación estatal en el sector. También hay que mencionar un rasgo
característico en la gestión del agua en el país; en las zonas rurales la emergencia de las
organizaciones o juntas de agua fueron y son las respuestas de gestión ante las necesidades
de los pobladores del área. Estas organizaciones impulsadas sobre la base de las tradiciones
organizativas y comunitarias amalgamadas por apuestas públicas de estructurar servicios
públicos y en mucho también con el apoyo de las agencias de cooperación al desarrollo
configuraron la gestión comunitaria, que hoy se constituye un actor importante.
Volviendo a las características de las gestión pública tradicional, en gran medida los esquemas
tradicionales de prestación de servicios se caracterizan por establecer en torno al prestador y
el usuario del servicio una relación en el ámbito puro de la administración pública, es decir “el
administrador” y “el administrado”, implicando que el segundo tenga un papel de
“destinatario de una obligación” que debe cumplir un Municipio a través de una
unidad/departamento de agua o una empresa pública, antes que un rol de titularidad de un
derecho, el cual puede ser exigido , poniéndole entonces en un rol más activo frente a las
formas o modalidades de prestación (Bohoslavsky, 2011, citado por Bautista, 2013)
En este contexto descrito, el reconocimiento del DHAS, puede jugar un rol importante de
cambio en la lógica tradicional de gestión pública en tanto permitiría “revertir” el rol pasivo de
los “administrados” o usuarios del servicio hacia un rol de “sujetos de derechos” o “ciudadanos
del agua”, lanzándolos a un rol más activo en el desarrollo , implementación y permanencia de
los servicios en particular y en general en la gestión del agua.
Plantear que el agua y el saneamiento es una necesidad fundamental y que los gobiernos
deben impulsar programas y estrategias para resolverlo es muy distinto a postular que “cada
persona tiene un DHAS”. En el primer caso, el rol de la persona, desde esta concepción,
se mira como beneficiario; tiene un rol de receptor de las acciones estatales (nacionales o
locales) ya establecidas por tanto la exigibilidad como las herramientas para ello son limitadas
respecto al desarrollo de las acciones o de los servicios. En una mirada de Derechos se
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Este tránsito es un reto fundamental, un reto de política pública, más aún en contextos de
pobreza y vulnerabilidad en el que están un número importante de familias que por sus
condiciones particulares no están accediendo de manera diga y permanente a estos servicio.
La existencia de estas condiciones en sí mismo constituye ya una evidente “violación al
derecho” reconocido, por ello se plantea que las actuaciones discrecionales, dispersas y poco
continuas en el tema que actualmente siguen siendo comunes en los gobiernos locales y los
prestadores públicos de servicios, desde las apuestas del derecho al agua tiene “límites
imperativos” que hay que vencerlos, por tanto implica poner al suministro del agua y
saneamiento desde una perspectiva de derechos en el centro de la agenda pública que
permita llevarlo a un tratamiento de primer orden, no solo en la “realización de obras” sino
también en la discusión de las alternativas, planes y diseños, las metas , el financiamiento y
las tarifas, el acceso a la información, como también a los mecanismos de corresponsabilidad
de la política pública en general y al desarrollo de la prestación del servicio en específico.
Hay que insistir que en el marco de los derechos lo que se quiere o pretende hacer es
“reconocer derechos a las personas y no facultades a los Estados para hacerlo”, con ello se
apunta a reducir de forma importante el marco discrecional y hasta laxo con que muchas
políticas y estrategias sectoriales han actuado en las que no solo no se han cumplido metas, o
no han permitido ampliación de coberturas o mantenido la calidad del servicio, sino que
también han desoído reclamaciones o propuestas fundamentadas y consistentes de los
usuarios.
De esta forma se aspira a invertir o modificar la relación entre el “administrador” y el
“administrado” en tanto , se generen relaciones “más activas y respetuosas” que permitan
de una parte que el administrador asegure y sostengan en el tiempo el servicio en términos
de igualdad y no discriminación y el administrado se apropie y exija su cumplimiento . Así
entonces, se insiste que el reto y salto es a que todos miren y reconozcan el acceso al agua y
saneamiento como un derecho humano que se debe asegurar en el ahora y que se debe
sostener en el tiempo y no como una caridad librado a las contingencias y discrecionalidades
de los prestadores en particular y/o de las Políticas Públicas en general en el sector.
Un rasgo característico en la gestión del agua en el país; en especial en las zonas rurales es la
emergencia de las “organizaciones comunitarias de agua” o “juntas de agua” con un camino
transitado de al menos 40 años. Estas organizaciones impulsadas sobre la base de las
tradiciones organizativas y comunitarias, amalgamadas por apuestas públicas de estructurar
servicios públicos y en mucho también con el apoyo de las agencias de cooperación al
desarrollo, configuraron la gestión comunitaria como una respuesta organizativa, social ,
técnica , administrativa y financiera para el acceso al agua de consumo humano en las
zonas rurales , constituyéndose hoy por hoy un actor importante y que ciertamente teniendo
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En este marco son estas organizaciones con sus lógicas entre comunitarias y de prestación de
servicios que avanza, no sin problemas, a estructurarse como un sector o actor importante
que es necesario de tratarlo como otra forma de gestión y como en este el DHAS puede
significar respuesta o reto de fortalecimiento y/o cambio, en el entendido que como
organización prestan un servicio público que está atado a partir del 2008 a un derecho
constitucionalmente reconocido, así como su actuación se da sobre todo en las zonas rurales,
en donde las condiciones de vulnerabilidad , desigualdades y pobrezas son evidentes, y en los
cuales los retos de coberturas y calidad de los servicios son importantes.
Por ello es necesario realizar algunas puntualizaciones, desde ubicar sus características y
potencialidades, pero también sus problemas, que deben ser considerados a la hora de
avanzar o transitar a que este sector incorpore elementos relacionados a la apuesta del
DHAS.
Las juntas de agua, pueden ser consideradas como organizaciones comunitarias con base en
un territorio determinado organizados para gestionar el servicio de agua de consumo humano.
Para su gestión y funcionamiento combinan un conjunto de principios ligados a la organización
social y comunitaria, entre los más importantes la solidaridad, participación,
9
La CEPAL (Comisión para el Desarrollo de América Latina) en el período 1968-1987 tuvo importante influencia en
el modelo de desarrollo y de la economía de América Latina Una característica fundamental de este modelo, tiene
relación con la importancia del rol del Estado, de lo público y su capacidad de conducción del desarrollo y de las
políticas públicas, entre estas se puede mencionar las políticas agrarias de corte redistributivo, por ello alrededor
de este periodo el tema de la reforma agraria tuvo un importante impulso como mecanismo redistributivo de la
tierra en las zonas rurales, convirtiéndose así la reforma agraria también en un tema de reivindicación social y
política. En materia de gestión pública del agua, este modelo se caracterizó por: i) la consideración del agua como
“bien nacional de uso público”., ii) el importante peso y rol del estado en torno a la planificación “centralizada” la
cual fue ejercida a nivel nacional por el Instituto Ecuatoriano de Recursos Hidráulicos, INERHI (1966 – 1994), iii) una
importante inversión pública en infraestructura para el aprovechamiento del agua en riego, consumo humano ,
saneamiento e hidroelectricidad, iv) para Agua y Saneamiento, se tenía instituciones del Estado como ejecutoras de
los proyectos: el IEOS (Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias) para agua y saneamiento, y los órganos de
desarrollo regional, v)un marco regulatorio basados en un sola ley, la “ Ley de Aguas” aprobada en 1972 ,con lo que
se garantizaba una gestión con un peso y rol importante del Estado
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.
Las formas y mecanismos de participación es quizás la distinción más importante del sector,
que va desde los aportes de “mano de obra” en las distintas fases de vida del sistema,
aportes de recursos económicos para completar los requerimientos en los momentos de
construcción o reparación de la infraestructura, pasando por la participación en los espacios de
la estructura organizativa (asamblea, comisiones, directiva), en la construcción e
implementación de las decisiones, derechos y obligaciones como miembros del sistema, en la
alternancia de cargos ; y aunque no se tiene una cuantificación clara de cuan generalizada o
focalizada es, se debe mencionar la participación en el ciclo de elaboración/diseño-
construcción y luego gestión de los sistemas -previo preparación y apropiación- que
configuran lo que se denomina “ingeniería social”.
Detallando un poco más, y de cara a enfrentar los retos del DHAS en las zonas rurales es
importante tener presente las principales debilidades reconocidas en el sector
La calidad de agua que proveen los sistemas no está asegurada, en buena parte es
“entubada”, no reciben tratamiento, lo que implica potenciales riesgos de contraer
enfermedades relacionadas a la mala calidad del líquido, a esto contribuye también el estado
de las infraestructuras, en especial las captaciones, como también contribuye el estado de
desprotección de las fuentes superficiales de agua de los cuales se sirven los sistemas.
19 | P á g i n a
.
Los costos de los derechos de agua, la construcción de los sistema demanda aportes en
trabajo, en recursos económicos de los miembros, que es valorada, sin embargo a la hora del
ingreso de nuevo usuarios , en este costo no solo se considera los aportes en la construcción
sino también en toda la “vida del sistema” lo que significa en mucho valores excesivos que
ponen un límite cierto al acceso de nuevos usuarios, este tema constituye fuente permanente
de reclamaciones y conflictos al interno del sistema como reclamaciones ante la Autoridad del
agua.
El otro ámbito de la problemática a considerar tiene que ver con el tipo de relacionamiento
entre las “juntas” y el “sector público –Municipios y Gobierno central”-. Esta relación ha
evolucionado al calor del impulso de distintos modelos y apuestas de las políticas ´públicas
nacionales y municipales, en los 70s-y 80s el rol activo e impulsor del Estado que empujaba y
aportaba a las iniciativas en las zonas rurales, cambió en los 90s con el retiro y debilidad del
Estado; se consolidó en gran medida en las zonas rurales relaciones coyunturales,
discrecionales hasta relaciones mutuas de desconocimiento entre la gestión municipal y la
gestión comunitaria. A partir del 2008 tenemos un nuevo marco constitucional y político que
reconoce la gestión pública y comunitaria como pilares en el sector, está establecido el
derecho humano al agua, estos elementos, entre otros , configuran el nuevo trazado y reto en
agua y saneamiento.
Como se ha visto en la gestión comunitaria, los miembros de la organización y del sistema son
considerados más que usuarios, los niveles de apropiación e identificación son un rasgo
característico que junto con la gestión del servicio muestran si una junta en verdad cumple o
no con su razón de ser. La apuesta del DHAS en tanto construir y fortalecer “sujetos de
derechos” con capacidad de exigir y asumir responsabilidades, significa un reto fundamental
también para la gestión comunitaria. De otra parte consolidar el acceso universal a servicios
continuos y de calidad en los términos y características planteados el DHAS muestran un
20 | P á g i n a
.
segundo reto, de igual forma la duración en el tiempo de los servicios y las infraestructuras,
en especial en las juntas pequeñas, es un tema de tratamiento importante, ¿avanzar a
estructuras de alianzas para asegurar el servicio? es una pregunta a debatir en lo que viene.
Hay que insistir nuevamente que la perspectiva del DHAS apunta en lo fundamental a
“reconocer derechos a las personas y no facultades -en este caso a los prestadores
comunitario- para hacer que se cumpla el derecho”, con esto llama de forma insistente a
abandonar las practicas discrecionales, y libradas muchas veces a las coyunturas puramente
organizativas, que no prestan mayor atención a la dimensión de la gestión de un servicio
público vital que debe sostenerse en el tiempo pero que a la vez cumpla con requerimientos
de calidad, continuidad y accesibilidad para todos los miembros de la junta.
3.4. Las alianzas público comunitarias del agua una respuesta para
impulsar las gestión rural y el DHAS
En el camino de fortalecer los servicios de agua y saneamiento con énfasis en las zonas rurales
y en el marco del Derecho al agua, es pertinente hacer mención breve y de manera
exploratoria a las alianzas público –comunitarias como estrategia a considerar.
Una alianza implica la confluencia de dos o más actores, que reconocen que la colaboración,
el complemento y/o la concurrencia permiten conseguir un objetivo determinado. En una
alianza existe el reconocimiento de la importancia del otro, de su rol específico como de sus
competencias en torno al tema que se impulsa desde la alianza. Una estrategia de este tipo
para el sector rural debe partir de reconocer las condiciones específicas de la ruralidad:
dispersión, altos costos unitarios para la soluciones de agua y saneamiento, tejido social-
comunitario, las coberturas y la calidad del servicio, así como también los límites actuales de
que por sí solos , los municipios o las juntas van a poder sostener en el tiempo los servicios
públicos que ahora brindan , su ampliación , o su tránsito a considerar las características que
configuran el DHAS.
10
En el capítulo sobre revisión de Normatividad en relación al DHAS se ubican un conjunto de artículos
que menciona o delimitan las alianzas público-comunitarias
11
Cenagrap: Centro de Apoyo a la gestión del Agua Potable, experiencia multiactor que se desarrolla en
el Cantón Cañar, provincia del mismo nombre. Inicio la alianza en el año 2002 con la participación de 15
juntas de agua, Municipio de Cañar y agencias de cooperación (Protos-Cedir). Al 2013 participaron del
Cenagrap 85 sistemas, se fortaleció el rol del Municipio y las Juntas en tanto que la cooperación
evolucionó a un rol de acompañamiento
21 | P á g i n a
.
El respeto por las autonomías relativas de los dos actores, en torno al ámbito de sus
competencias, la Constitución, la Lorh, como el Cootad reconocen la autonomía
administrativa, financiera y de funcionamiento
Precisión de los tipos de aportes que realizan las partes en la alianza , en especial los
aportes económicos y sus destinos, en esta línea las consideraciones de las realidades
específicas de los distintos tipos de sistemas como las condiciones de vulnerabilidad
de las zonas en las que estas se asientan son importantes de considerar a la hora
establecer las acciones a realizar y el destino de las aportes para potenciales mejoras
Para cerrar estas puntualizaciones en el tema, hay que mencionar que estos elementos
configuran un diseño participativo que está en consonancia con las aspiraciones que busca
concretarse o recrearse dentro de las apuestas del DHAS.
En la evolución y consolidación de este derecho hay que mencionar como punto de partida la
década de los setenta, el Derecho al Agua se menciona y plantea débilmente en
declaraciones e instrumentos “no vinculantes”, los más relevantes “la Conferencia de
Naciones Unidas sobre el Agua”, realizada en Mar del Plata-Argentina en 1977 y el “Decenio
22 | P á g i n a
.
Internacional del Agua y Saneamiento Ambiental, 1981-1990-” (Bautista Justo, 2013). Si bien
es cierto que estos instrumentos fijaron metas a cumplir, los cuales no fueron conseguidos de
forma importante o como se esperaba, sin embargo, resultaron propicios para ubicar ya en el
escenario la noción del Derecho al Agua.
De esta forma los elementos arriba mencionados, constituyen el trazado principal sobre el
cual actualmente se está caracterizando, desarrollando e impulsando el DHAS.
12
Dentro de los derechos humanos, se entiende por saneamiento a “aquel sistema para la recogida, el transporte,
tratamiento y eliminación o reutilización de excrementos humanos y la correspondiente promoción de la higiene
(REAyS, 2009, citado por Bautista, 2013). Esa definición ha sido adoptada como propia por el CDESC (2010) y el
PNUD (2006). De otra parte (Lentini,et.al 2011, citado por Bautista, (2013).plantean que incluir el tratamiento de
aguas residuales dentro del DHS no está libre de críticas, “en la medida en que constituye- con la salvedad de
ciertos países desarrollados- una actividad muy poco difundida en regiones en vías de desarrollo. Se estima que, en
América Latina y el Caribe, menos del 30% de las aguas servidas reciben tratamiento”
13
Esta resolución nace por moción presentada por Bolivia y respaldada por 33 países más —entre ellos Antigua y
Barbuda, Cuba, Ecuador, El Salvador, Haití, Nicaragua, Paraguay, República Dominicana, Santa Lucía, Uruguay y
Venezuela— para que se reconociera el agua y el saneamiento como derechos humanos. (Bautista , Justo, 2013)
23 | P á g i n a
.
están las “Observaciones Generales” que las impulsa el Comité de Derechos Económicos,
Sociales y Culturales (CDESC), en estas se muestra una “visión sistematizada de la estructura
del derecho” que se la aborda y delimita desde elementos claves como: a) La definición y los
factores o componentes y b) las obligaciones centrales de los Estados en torno al derecho,
todo ello en afán de asistirlos en el camino de la implementación del Pacto.
En materia del DHAS, la “Observación General 15”14, constituye el documento central en el
que:
b) luego se establece los rasgos principales de las “obligaciones” para los Estados.
Bautista, (2013) establece una interesante clasificación de las obligaciones.
Aquellas relacionadas a la “conducta” del Estado, que permite ubicar las obligaciones
de: respetar, proteger y cumplir. Estas a su vez dan origen a los deberes de: facilitar,
promover y proveer.
La otra se refiere “al grado de satisfacción del derecho”, que lleva a ubicar:
obligaciones básicas, aquellas de exigibilidad inmediata y que apuntan a lograr un
grado mínimo de disfrute del derecho; y “obligaciones de progresividad” que se
cumplen mostrando acciones específicas que apunten al logro del pleno ejercicio del
derecho.
La Observación General 15 (2002) parte ubicando que “El derecho humano al agua es
indispensable para vivir dignamente y es condición previa para la realización de otros
derechos humanos” principalmente el derecho a la salud, vivienda y alimentación.
A continuación, pasa a definirlo diciendo que “El derecho humano al agua es el derecho de
todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso
personal y doméstico”. Completa insistiendo que “un abastecimiento adecuado de agua
salubre es necesario para evitar la muerte por deshidratación, para reducir el riesgo de las
enfermedades relacionadas con el agua, para satisfacer las necesidades de consumo y
cocina, las necesidades de higiene personal y doméstica”.
14
Esta Observación desarrolla el Derecho Humano al agua , luego en el 2010 Naciones Unidas reconoce también el
Derecho Humano al Saneamiento, por tanto el desarrollo en extenso que hace la Observación General 15 es
también aplicable al saneamiento.
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Con esta definición, el Comité, asume que el ámbito fundamental del Derecho es el uso del
agua para el consumo y no otros destinos. Aun así la Observación, menciona la importancia
que tiene el agua para la producción de alimentos, por ello en el “acceso sostenible” a
recursos hídricos es necesario garantizarlo cuando esta producción está relacionada al
“derecho de alimentación”, que es de particular importancia y consideración en las zonas
rurales para la agricultura campesina de subsistencia y soberanía alimentaria. Esta mención
realizada, plantea la necesidad de debatir, temas específicos como los “mínimos vitales”15 o
los rangos de consumo considerados “razonables y responsables” en la ruralidad, en
contextos de prioridad de usos, disponibilidades de caudales y demandas locales.
Para continuar detallando el DHAS y sus alcances es importante precisar que los contenidos o
“factores” como los “temas especiales “ y las “obligaciones” establecidas en Observación
15,deben ser consideradas en absoluto-hablamos de un derecho en juego -, a pesar de que
los contextos para el desarrollo y ejercicio del derecho sean variables.
De igual manera y en términos de mirar el aterrizaje del Derecho al Agua y luego también al
Saneamiento, es interesante considerar lo que la Relatora Especial sobre el DHAS
(Albuquerque, 2013) establece y estructura en torno a los principios y normas relacionadas.
Puntualiza, que las normas y los principios desarrollados en la Observación 15 sobre el
Derecho al Agua también son aplicables al saneamiento. A partir de allí se puede establecer
dos tipos de criterios: para mirar la caracterización del DHAS, pero a la vez también el
trazado para tomar en cuenta a la hora de impulsar el ejercicio de este derecho o mirar si las
políticas, la norma y las estrategias y acciones que impulsan los distintos actores apuntan o van
en la senda del DHAS como enfoque y apuesta en agua y saneamiento. Estos tipos son:
15
la cantidad mínima de agua que cada persona requiere consumir para atender sus necesidades más básicas.
16
Este último, se ubica con bastante claridad por parte de Catarina de Albuquerque y en el “Informe de la
Relatora Especial sobre el derecho humano al agua potable y el saneamiento”, 2013
25 | P á g i n a
.
5.1.2.2. Participación
distintas decisiones de políticas, como las acciones de desarrollo afectan la vida de las
personas. En los proyectos y en la implementación de servicios de agua y saneamiento,
también se va reconociendo de manera creciente la importancia de los procesos de
participación. Desde el levantamiento de las demandas, el diseños de los sistemas, la gestión
del servicio en sí mismo, los aportes de recursos, hasta la adopción de acuerdos en torno a
temas sensibles como las “tarifas” o el “destino de las inversiones” construidos bajo
apuestas de participación real y efectiva aportan a esta apropiación, pertinencia y duración;
contribuyen a la modificación de la relación “prestador del servicio” –“usuario, beneficiario,
cliente del servicio” exigiendo que los beneficiarios se conviertan en “sujetos de derechos” en
“ciudadanos” con capacidad de exigir y con responsabilidad de no solo de cumplir con el pago
de la tarifa , de ser corresponsables en la construcción de las políticas o en funcionamiento y
desarrollo de los servicios públicos o en la discusión y generación de propuestas en torno a
temas claves de la prestación del servicio. Desde el DHAS se apunta a estos elementos
mencionados, que a la vez resultan retos reales.
Avanzar en estos retos de participación y de que ello sea útil, requiere una importante
cantidad de tiempo y de espacios, de manera que los interesados comprendan el alcance de
las decisiones o acciones a tomar; sin embargo , este elemento continua siendo una tensión
frente a las “velocidades y dimensiones” de los servicios que se quieren o necesitan
implementar. Los enfoques dirigidos a conseguir una prestación rápida pueden provocar que
las decisiones, que las modalidades de implementación sean apresuradas, generen
inconformidades o no resulten en una solución no pertinente.
5.1.2.4. Efectos
Está relacionado en el sentido más amplio a las prácticas y sus efectos sobre el DHAS, estas
pueden ser de distinta escala y tipo; y sus efectos pueden impulsar, retardar o resultar
regresivas en materia de derechos; en todo caso, una “práctica adecuada” protege a quienes
carecen de los servicios de agua y saneamiento, cumple con las demandas de estos y asegura
el disfrute actual y futuro. (Albuquerque, 2013).
27 | P á g i n a
.
5.1.2.5. Sostenibilidad
Las políticas, los proyectos, los servicios y en general las practicas relacionadas al disfrute del
derecho deberían asegurar el acceso actual como el futuro, de esta forma las “practicas” no
deben limitarse solo a conseguir el acceso al servicio de agua y saneamiento, si no también,
debe apuntar a que estos se sostengan en el tiempo, que duren las infraestructuras y servicios
construidos su “vida útil”. Este elemento, hoy por hoy es un importante cuello de botella y
resolverlo, pasa por ejemplo que a nivel de política públicas, de inversión, como de enfoque;
se aseguren los recursos necesarios, se construyan resultados y se faciliten estrategias que
permitan “invertir” recursos , tiempos y metodologías dirigidos al sostenimiento de los
servicios.
En esta línea en el informe de la Relatoría del DHAS (Albuquerque, 2013) se considera que el
concepto de sostenibilidad se complementa con los principios básicos de derechos humanos
relativos a la participación y el empoderamiento, rendición de cuentas, la no discriminación y
la igualdad, la transparencia y el acceso a la información y por ello considera que “la
sostenibilidad es un principio fundamental para el ejercicio efectivo de los derechos
humanos”. Al respecto, en este informe se propone un concepto sostenibilidad que esta
“directamente opuesto al de regresión “; de forma que se considera a un servicio como
sostenible cuando está disponible y accesible para todo el mundo de manera permanente,
previsible y sin ningún tipo de discriminación”.
Esta perspectiva de sostenibilidad a su vez tiene que ver con el uso eficiente de los recursos
disponibles para el sector, según algunos estudios reportados (Bautista, 2013) “un 75% de
los recursos necesarios para alcanzar los ODM se destina a la reposición y el mantenimiento de
infraestructura existente”. Pese a los progresos en la ampliación de la cobertura de los
servicios, “hay indicios inequívocos” de que muchas comunidades en las que se han
construido nuevos o mejores sistemas, al cabo de pocos años ( 3, 5 años) evidencian
problemas de funcionamiento y mantenimiento.
La sostenibilidad, también está ligada a las eficiencias del sector de agua y saneamiento. En
América Latina las pérdidas de agua están en el orden del 40 %, en el Ecuador, según
Senagua ( Reporte de prensa , 2014) estas pérdidas llegarían hasta el 70% . Se mantiene en
América Latina deficiencias en la calidad sanitaria del agua, la falta de pago por los servicios
bordea el 15% , se estima existe una provisión discontinua en el 30 % de los sistemas de agua ,
la micro medición no alcanza el 65% de las conexiones. Si se trabajara en estos ámbitos, se
podría liberar recursos estimados en 5,8 mil millones de dólares (Bautista , 2013).
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.
5.1.3.1. Disponibilidad
“El abastecimiento de agua de cada persona debe ser continuo y suficiente para los usos
personales”, tales usos se considera la bebida, el saneamiento, la preparación de alimentos y
la higiene personal y doméstica “ (Observación No.15, 2002, citado por CDESC, 2010).
En la actualidad se considera a nivel internacional que el “mínimo exigible” de agua está entre
los 20 (PNUD), y los 50 litros por persona por día (Howard y Bartram, 2003, citado por
Bautista , 2013), mientras que la Organización Mundial de la Salud ( OMS) estima en 100 litros
por persona por día el “acceso óptimo” que se debe asegurar,
En el ámbito de la disponibilidad, los Estados nacionales y los gobiernos locales que manejan
competencias en el sector, tienen un rol importante, ellos son los responsables de garantizar
que están en la capacidad de cumplir sus obligaciones, implementando estructuras y modelos
de gestión como también asegurando los servicios en la actualidad y a futuro y para todas las
esferas de la vida de los ciudadanos ,es decir no solamente asegurar el servicio en los hogares
o lugares cercanos a estos , también en los lugares donde la gente realiza sus actividades
colectivas relacionadas a la educación, salud, entretenimiento , trabajo
Adicionalmente, debe poder disponer de suficiente agua para uso personal y doméstico, los
cuales deben priorizarse frente a otros usos en competencia, es decir hacer efectivo el “orden
de prelación “que en el caso ecuatoriano está claramente determinado en la Constitución
(2008), como en la nueva Ley de Recursos Hídricos (2014); esta prelación resulta de particular
importancia en aquellas regiones en los que la escasez es una característica permanente.
Además, “deben disponerse instalaciones de tratamiento y eliminación de residuos que
permitan “proteger la salud y la dignidad de las personas” (Albuquerque, 2013). Ello significa
la existencia y funcionamiento de un número suficiente de instalaciones de saneamiento en
el interior o alrededor de la casa, centros educativos, lugares de trabajo y de acceso público,
29 | P á g i n a
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de tal manera que “se evite tiempos de espera excesivos” para su uso. Así mismo, estas
instalaciones deben mostrarse limpias y seguras, especialmente en los lugares públicos.
30 | P á g i n a
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manera ejercer plenamente este derecho es posible cuando las personas contiguas también
usen instalaciones sanitarias adecuadas (Langford, 2009, citado por Baustista2013 ). Esta
dimensión colectiva se completa con la implementación y funcionamiento de sistemas locales
y/o regionales de tratamientos de agua servidas antes de la devolución final del agua a los
cursos o cuerpos de agua.
Finalmente y en materia de monitoreo y seguimiento se debe mencionar que “el
conocimiento periódico de la calidad del a agua y sus riegos para la salud son
fundamentales”; probablemente no es posible muestreos diarios en los hogares, sin embargo
el montaje controles puntuales y periódicos, debe ser una obligación clara para los
prestadores del servicio como para los reguladores del sector y un factor a considerar de
manera explícita en los operadores de las políticas publicas
5.1.3.3. Accesibilidad
“El agua, las instalaciones y servicios de agua deben ser accesibles a todos, sin discriminación
alguna, dentro de la jurisdicción del Estado Parte” (Observación No.15, 2002, citado por
CDSESC, 2010 ). La accesibilidad tiene a su vez varias dimensiones superpuestas a considerar
Accesibilidad (física)
Es común asociar el acceso al agua y saneamiento solamente con el hogar, la vivienda y la
familia. Sin embargo, las personas se relacionan con la colectividad, realizan un sinnúmero de
actividades en espacios e instalaciones colectivas. Por ello se plantea, desde el DHAS , que es
necesario también asegurar que las escuelas, los hospitales y cualquier otro lugar en el que
las personas lleven a cabo alguna actividad en el marco de su vida pública cuenten con
instalaciones de abastecimiento de agua y de saneamiento. Contar con este tipo de
instalaciones no solo permite cumplir con la “accesibilidad y disponibilidad”, sino que también
completa la realización de otros derechos, en especial la salud, vivienda, trabajo y educación
(Albuquerque , 2013)
Detallando aún más, los servicios de agua y saneamiento, deben estar de forma segura al
alcance para todas las personas, una cantidad suficiente de agua de calidad y segura debe
estar dentro de cada hogar como de cada institución o sitio de trabajo; o debe estar en un
lugar cercano, de forma que no pueda constituirse en un impedimento llegar a contar con el
servicio. Por ello se plantea que para cumplir estos requisitos, el tiempo necesario, para
“buscar” el mínimo vital de agua no debería superar los 30 minutos (incluido tiempos de
espera), como tampoco debería superar la distancia máxima de 1 Km (ida y vuelta) entre el
hogar y la fuente de agua (Howard y Bartram, 2003; GTZ, y otros, citado por Bautista , 2013) .
Estos valores son importantes considerar a la hora de trabajar las iniciativas con lo que la
accesibilidad y la seguridad física de las personas no se vería comprometida, en especial de las
niñas y niños, mujeres, personas mayores y personas con discapacidades. Tomar en cuenta
estas consideraciones significa también apuntar a lograr el máximo beneficio posible en
términos de salud y dignidad –especialmente cuando hablamos de soluciones de saneamiento
Aceptabilidad (cultural)
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.
La Observación 15 plantea que “El agua y los servicios e instalaciones de agua deben estar al
alcance de todos. Los costos y cargos directos e indirectos asociados con el abastecimiento
de agua deben ser asequibles y no deben comprometer ni poner en peligro el ejercicio de
otros derechos reconocidos en el Pacto”.
De igual forma se escribe que “el servicio de saneamiento, incluyendo la construcción, vaciado
y mantenimiento de las instalaciones, así como el tratamiento y la eliminación de materia
fecal, debe estar disponible a un precio que sea asequible para todas las personas sin
comprometer la posibilidad de ejercer los demás derechos. La interrupción del suministro de
agua por falta de pago debe contemplar el impacto específico en materia de saneamiento”
(Bautista, 2013)
Una cosa es planteara sin más ni más que los servicios sean gratuitos y otra muy diferente es
postular que “nadie debería estar privado del acceso al agua por no poder pagarla” (Bautista,
2013). En esta última mención adquiere importancia las consideraciones de equidad y
diferenciación de la condición real de las personas, pues aquellos usuarios “con capacidad de
pago demostrada deberían hacerlo a fin de garantizar la sostenibilidad de los servicios”. Este
elemento en nuestra realidad de desigualdades adquiere un carácter de capital importancia
política y operativa al momento de generar política nacional, cantonal o de operación de los
servicios públicos bien lo hagan los prestadores públicos o las organizaciones de agua.
Hacer estas precisiones, lleva también a cuestionar la “desconexión por falta de pago”. Esta
medida no está prohibida ni en la legislación ni en los esquemas de gestión del agua , sin
embargo es necesario tomar en cuenta algunas condicionantes importantes en cuanto a los
alcances de una medida de este tipo:
La interrupción por falta de pago no puede llegar al punto de negar a una persona el
acceso a una cantidad mínima de agua potable, si esa persona demuestra que no
está en condiciones de pagar el servicio en un momento determinado, por lo tanto
como se plantea en REAyS, 2010 a, citado por Bautista (2013) es posible reducir la
cantidad de agua potable a la que debe tener acceso la persona, sin embargo esa
medida no debe “cerrar la llave completamente” debe asegurarse el mínimo vital o
asegurar una fuente alternativa para acceder a ese mínimo
17
La Observación General 15 establece que “Todos los pagos por servicios de suministro de agua deberán
basarse en el principio de la equidad, a fin de asegurar que esos servicios, sean públicos o privados, estén al
alcance de todos, incluidos los grupos socialmente desfavorecidos”. Esa afirmación ha sido interpretada como
impedimento para la desconexión por falta de pago.
33 | P á g i n a
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En Nicaragua, la Ley de Aguas, establece que “la prestación del servicio a los consumidores en
estado evidente de pobreza extrema no podrá ser interrumpida, salvo fuerza mayor,
debiendo en todo caso proporcionárseles alternativas de abastecimiento temporal, sean en
puntos fijos o ambulatorios. Tampoco podrán interrumpirse estos servicios a hospitales,
centros de salud, escuelas, orfelinatos, asilos para ancianos, centros penitenciarios,
estaciones de bomberos y mercados populares”.
34 | P á g i n a
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El control de la asequibilidad, relacionado con las tarifas por los servicios, continúa
representando un desafío, más todavía en un contexto de derechos y del debido proceso, en
el que resulta importante justificar de manera documentada la imposibilidad de pago por el
servicio, en especial para los hogares más pobres; por ello los esfuerzos de conocer de manera
detallada y diferenciada quienes pueden o no pagar por los servicios, o conocer las
restricciones reales para el pago ( condición socioeconómica, lugar de residencia, pertenencia
a sectores de vulnerabilidad o capacidades especiales ) son tareas fundamentales a la hora de
construir o mejorar las políticas, las estrategias y la prestación de los servicios de agua y
saneamiento.
Otra precisión importante para desarrollar las obligaciones, tiene que ver con lo planteado por
Bautista (2013) que al analizar la Observación No.15 estructura estas en torno a: i) aquellas
relacionadas a “la conducta del Estado” que permite ubicar las obligaciones de: respetar,
proteger y cumplir. Estas a su vez dan origen a los deberes de: facilitar, promover y proveer.,
y ii) aquellas relacionadas al “grado de satisfacción del derecho “que ubican a su vez
“obligaciones básicas” o de exigencia inmediata y “obligaciones de progresividad” o de
proceso hacia el logro pleno del derecho.
5.2.1.1 Respeto
Esta obligación exige que los Estados se abstengan de interferir directa o indirectamente en el
disfrute del derecho, incluye, entre otros el deber de no implementar o ejecutar cualquier
práctica o acción que obstaculice o limite el “acceso igualitario” al agua y saneamiento, o
interfiera de manera arbitraria en los distintos mecanismos tradicionales y formales para el
35 | P á g i n a
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5.2.1.2 Protección
En este ámbito se necesita que el Estado prevenga o impida que terceras personas
interfieran en el disfrute del derecho, en especial en el disfrute igualitario. Esta obligación
fundamentalmente está ligada al diseño y aplicación de mecanismos de regulación de los
actores -que pueden ser prestadores de servicios públicos, individuos, grupos, corporaciones,
incluso “agentes que actúan como autoridad pública” nacional o local - de forma que estos ,
mediante su accionar no provoquen la limitación o interferencia en al acceso igualitarios al
agua y saneamiento, contaminen o exploten de forma acelerada las fuentes de agua
(extracción , uso y desperdicio de agua ). Cuando los servicios públicos de agua y saneamiento
son prestados por terceros ( sean unidades municipales, empresas públicas, organizaciones,
juntas o actores privados) , el Estado nacional , y en su representación la “autoridad del agua
“ o su “ente regulador” debe evitar que estos actores “afecten el acceso igualitario “ a una
cantidad suficiente y de calidad de agua como también “comprometan el acceso igualitario a
soluciones de saneamiento” , para ello , se plantea (Bustos 2013) la importancia que tienen
los “sistemas de monitoreo independientes” , La participación de los usuarios a través de
espacios y mecanismos que permitan “mirar , decir y proponer” acciones de mejora o
reclamación , e; imposición de penalidades por incumplimientos (Bustos, 2013)
Finalmente se puede decir que “la regulación de los servicios públicos de agua y saneamiento
“cobijado dentro de la obligación de protección constituye una necesidad impostergable y
urgente para el sector”. En el país, en especial, las empresas públicas de agua potable, han
reconocido abiertamente lo improcedente de ser ellos “juez y parte” al momento de regularse
o de monitorear el desarrollo de los servicios; o se reconoce, que mucho de la discrecionalidad
y conflictividad a la hora de la prestación de los servicios en las zonas rurales se debe a la
debilidad de políticas, estrategias e institucionalidad de apoyo, fortalecimiento y regulación
de la gestión rural del agua. Avanzar en esta necesaria regulación, desde una apuesta de DHAS
realiza un aporte importante en la consecución de inclusión social e igualdad, pues a la hora de
mirar y regular los servicios públicos la observancia de acceso igualitario es relevante.
5.2.1.3 Cumplimiento
El Cumplimiento, quizás, es la obligación de mayor importancia, pues alude a la concreción de
un conjunto de decisiones , medidas , y acciones que permitan ,-en distintas circunstancias y
niveles- al DHAS su asentamiento real posible y necesario. Los Estados nacionales deben
garantizar las condiciones necesarias para que toda persona o colectivo pueda disfrutar del
derecho , ello no significa que deba encargarse de prestar los servicios públicos , sino que debe
adoptar las medidas adecuadas para que se presten, ya sea desde los municipios o desde las
organizaciones de agua,
así como mediante la facilitación , promoción , fortalecimiento y regulación de los servicios
públicos. Sin embargo puede ser que en determinadas circunstancias, ante la imposibilidad
comprobada ciertos colectivos o individuos no pueden acceder a servicios de agua y
saneamiento desde los prestadores arriba mencionados, el Estado está obligado a asegurar
directamente los servicios y su acceso (Albuquerque, 2013). Respecto al derecho al
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.
saneamiento, esta obligación deber procurar “el acceso sin discriminación a servicios de
saneamiento seguros, asequibles y aceptables, que proporcionen intimidad y preserven la
dignidad”.
De esta forma, el cumplimiento exige del Estado “el reconocimiento del DHAS en el ordenamiento
interno” y la adopción de una estrategia y un plan de acción en materia de recursos hídricos y
servicios públicos relacionados, que permita que el agua y saneamiento sean asequibles para
todos, para logra cumplir este último requisito, los Estados deben “adoptar las medidas necesarias
bajo el principio de equidad para que los servicios estén al alcance de todos”. Entre ellas, el
Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CDESC) menciona el uso de tecnologías
apropiadas y políticas adecuadas en materia de tarifas.
Las políticas en materia de tarifas, son de capital importancia para asegurar el disfrute del
derecho, más todavía en contextos de desigualdades y pobreza comunes a nuestra realidad.
Desde el ámbito de las disparidades, estudios citados por Bustos(2013) dan cuenta que en los
países de América Latina y el Caribe, el decil más rico (10) difícilmente gasta el 0,5% y todavía
menos del 0,1 % de sus ingresos mensuales para pagar los servicios de agua potable de
calidad, mientras que el decil más pobre ( 1) gasta en promedio el 5% de sus ingresos,
pudiendo llegar en extremos al 10 % de los ingreso mensuales para cubrir el pago de agua
potable de mala calidad.
En el Ecuador para el 2014 (ECV-INEC, 2014) la pobreza por consumo se ubica en el 25,8%,
mientras en la zona rural alcanza el 47,3%. La extrema pobreza en las zonas rurales llega al
13,8 % . En América Latina y el Caribe la población en condición de pobreza esta alrededor del
30 % y en extrema pobreza cerca del 12%. Esta población debe ser atendida por las
estrategias nacionales y por los servicios públicos en su tránsito hacia la superación de estas
condiciones socioeconómicas; para ello se han estructurado, financiado e implementado
sistemas de subsidios dirigidos a los estratos más pobres y vulnerables que permitan asegurar
37 | P á g i n a
.
el acceso a los servicios de agua. Varias experiencias recogidas en el tema muestran que “un
modelo eficiente de subsidios” debe tomar en cuenta algunos aspectos:
Focalización , el apoyo debe estar orientado solamente a los sectores más desposeídos
o en condición de vulnerabilidad, evitando las distorsiones que significa el
reconocimiento de manera indiscriminada (error por inclusión de aquellos ciudadanos
que no están en esta condición) o insuficiente ( error pon exclusión ). Para ello es
importante el desarrollo de iniciativas de información que puedan detectar, ubicar
(lugar de residencia) describir, verificar objetivamente y acreditar la condición de
vulnerabilidad y pobreza (condición socioeconómica y vulnerabilidad) de forma que se
eviten al máximo los errores mencionados. De esta manera el otorgamiento de las
ayudas o subsidios se lo realiza en función de esta acreditación debidamente
verificada, de igual forma la condición de acreditación se la monitorea
permanentemente. Un ejemplo exitosos de esta modalidad se tiene en Chile , aquí el
subsidio a familias que están por debajo de la línea de pobreza y que están
acreditadas significa una reducción del precio de los primeros 15 metros cúbicos de
agua al mes.
Eficiencia, los subsidios deben incentivar el ahorro y conservación del agua , por medio
de mayores tarifas para las personas que superan el consumo mínimo. Este criterio es
común en muchos países del área y también es común encontrarlo en las
organizaciones de agua en las zonas rurales del país. Sin embargo hay que tener
presente que esta diferenciación se la debe realizar con cuidado y precisión en el
conocimiento de quienes están en los consumos mínimos, pues es también común que
en las familias pobres el número de miembros que se albergan en los hogares son
mayores a los miembros de las familias más pudientes, por lo que se podría estar
poniendo una carga desproporcionada a este tipo de hogares. La aplicación de este
enfoque no es fácil, establecer bloques tarifarios que garanticen disponibilidad
suficiente, ahorro de agua y reconozcan las diferencias de los usuarios requiere un
permanente monitoreo para redimensionar y ajustar quienes deben o no estar en los
distintos bloques
Las subvenciones cruzadas, implica el cobro de tarifas más bajas para determinados
grupos sociales, la subvención se financia vía el incremento de las tarifas a los demás
grupos . Puede ser complicado que este tipo de subvención llegue de forma eficaz a los
sectores más pobres más todavía si estos no están conectados a un sistema, por ello
a menudo muchos de los hogares menos pobres que si están conectados resulten ser
los principales beneficiarios de esta medida
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.
Pisos mínimos esenciales del derecho, una parte constitutiva y esencial del PIDESC tiene que
ver con la obligación mínima para los Estados de “asegurar la satisfacción de por lo menos
niveles esenciales de cada uno de los derechos”. Esta directriz marca fuertemente la razón de
ser de esta convención internacional, como de las voluntades políticas internacionales,
nacionales y locales de los actores, marca el comportamiento de los firmantes como de los
avances reales en terreno en materia de igualdad y ejercicio del DHAS en específico. En este
punto ha de tenerse en cuenta la obligación de los Estados de aplicarse en los esfuerzos
necesarios para asegurar estos mínimos de manera prioritaria, incluido el uso de todos los
“recursos posibles” y la necesidad de mostrar resultados verificables (más allá de lo
declarativo). Si invoca la imposibilidad material de hacerlo por falta de recursos le cabe
acreditar que ha priorizado esa obligación al aplicar los que posee (Young, 2008, citado por
Bautista 2013).
En relación al DHAS, McGraw, 2011, citado por Buatista 2013 plantea que los “mínimos
esenciales” a considerar, pueden ser como sigue :
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Acceso a una cantidad mínima de agua para uso domestico, en la Observación No. 15
se toma como referencia estudios que establecen: 50 litros por persona por día
(OMS) o 20 litros (PNUD, 2006)
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Adicionalmente, llama a que todas las medidas (consientes o no ) que configuren un supuesto
de regresividad —en tanto afectar, empeorar o disminuir el nivel de protección del derecho o
la disminución, afección o empeoramiento de coberturas y /o condiciones actuales de la
prestación de los servicios de agua y saneamiento- deban ser cambiadas , modificadas o
desechadas. De forma general para garantizar la realización de la progresividad y evitar la
retroactividad que es inadmisible, los Estados deben garantizar que las políticas, las acciones y
los servicios públicos no provoquen que el acceso a los servicios se pierdan , para ello por
ejemplo no debe elevarse de forma desproporcionada y plana los precios de los servicios, para
18
Instalaciones que garantizan de manera higiénica que no se produzca el contacto de las personas con los
excrementos humanos (por ejemplo, letrina con cisterna o de sifón con conexión a un sistema de alcantarillado).
19
Instalaciones de saneamiento de un tipo aceptable compartidas entre dos o más hogares (como inodoros
públicos).
20
Instalaciones que no garantizan de manera higiénica que no se produzca el contacto de las personas con los
excrementos humanos (por ejemplo, las letrinas de pozo sin losa o plataforma y letrinas colgantes).
41 | P á g i n a
.
que así las familias, en especial las más vulnerables, puedan mantener el disfrute del agua y
saneamiento
En esta línea el PIEDSC obliga a los Estados a planificar para que en el futuro todos puedan
disfrutar de los derechos económicos y sociales, de igual manera se insta a que en
circunstancias de crisis económicas o de disponibilidad de recursos se adopten planes en
especial para los sectores expuestos a mayores riesgos y desigualdades
Lo desarrollado hasta este momento da cuenta de la importancia del agua y saneamiento para
la vida de las personas, de la importancia que estos temas tienen para enfrentar pobreza y
desigualdades. Así también se ha delimitado el alcance del DHAS a partir de revisar su
contexto, desagregar que mismo es el DHAS, su “definición, contenidos /principios,
elementos” de carácter trasversal y operativo, pero también las obligaciones que este
Derecho imponen a los Estados nacionales y por extensión a los Gobiernos locales que tienen
competencias reconocidas en el tema y a los prestadores públicos y comunitarios de los
servicios de agua y saneamiento .
42 | P á g i n a
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constitucionales y legales. A su vez estas disposiciones son la base y marco para que se
generen políticas nacionales, como nuevos sistemas normativos y hasta reglamentos que
permitan” conseguir la realización universal de los derechos reconocidos”
Albuquerque (2013), observa que los marcos jurídicos más fuertes están en aquellos países21
cuyas Constituciones reconocen de forma explícita los Derechos humanos al agua y
saneamiento. La Constitución como principal instrumento legal describe las apuestas de una
sociedad, de un país, describe las relaciones entre Estado y Sociedad, delimitada las funciones
y responsabilidades de cada actor, pone en primera línea y de manera mandatorio el
compromiso nacional con la realización de los derechos de todas las personas como su
vigencia en el tiempo.
Este reconocimiento-a los derechos- significa una referencia crucial- para que los
responsables políticos, los ministerios, los gobiernos locales, los órganos judiciales, los
prestadores de servicios públicos y la sociedad civil, actúen en la construcción, puesta en
marcha y seguimiento a políticas públicas, el establecimiento de normas, y la formas en las que
–en este caso- se gestiona el sector agua y saneamiento y los servicios públicos relacionados.
21
Hasta el momento, numerosos países han reconocido el derecho al agua en sus constituciones, incluidos
Bolivia, la República Democrática del Congo22, Ecuador, Kenia, las Maldivas, Nicaragua, Sudáfrica y
Uruguay. Las constituciones de algunos de estos países reconocen asimismo el derecho al saneamiento. En
El caso de Ecuador en la LORH aprobada en junio de 2014 se menciona que el “saneamiento ambiental
forma parte” del Derecho Humano al Agua (Art 57)
43 | P á g i n a
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La discusión nacional sobre el agua como derecho humano ha merecido espacios, debates,
propuestas y niveles de concreción. En el proceso constituyente de Montecristi (2007) el
tratamiento del agua - esta vez ya no como un asunto tangencial- sino más bien como
explícito y de alguna manera transversal en los distintos capítulos de la propuesta
constitucional marcan un hito, que luego se concreta en la aprobación de la Constitución en
el año 2008 . Ubicando de esta manera el nuevo marco de la gestión de los recursos hídricos.
44 | P á g i n a
.
Los “titulares de los derechos” son las personas comunidades, pueblos, nacionalidades
y colectivos. La naturaleza también es “sujeto de aquellos derechos que le reconozca
la Constitución” (Art.10)
El ejercicio de los derechos se rigen –entre otros-- por los siguientes principios (Art11):
o Ejercer , promover, y exigir de manera individual o colectiva ante las
autoridades competentes
o No discriminación por ninguna razón, condición, o distinción personal o
colectiva , como tampoco esta discriminación podrá ser temporal o
permanente
o Acción afirmativa que promueva la igualdad real en favor de los individuos o
colectivos que estén en situación de desigualdad
o Los derechos y garantías serán de directa e inmediata aplicación ; no podrá
alegarse falta de norma jurídica para justificar su violación o
desconocimiento
o Se debe aplicar la norma y la interpretación que más favorezca la efectiva
realización ( de los derechos)
o Los principios y los derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles,
interdependientes y de igual jerarquía
o Desarrollo progresivo del contenido de los derechos por medio de normas,
jurisdicción , políticas públicas. Será inconstitucional cualquier acción u
omisión de carácter regresivo
o El más alto deber del Estado es respetar y hacer respetar los derechos , se
plantea la obligación de reparar las violaciones del derecho por la falta o
deficiencia en la prestación de servicios públicos
El Art 30, hace referencia al “derecho al Hábitat y Vivienda”, planteando un hábitat seguro y
saludable y una vivienda adecuada y digna. En los dos casos el contar con agua y saneamiento
desde la perspectiva del DHAS pueden aportar a estas condiciones de seguro, saludable ,
adecuado y digno.
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.
Finalmente está el Art 71 (Derechos de la naturaleza) , quizás una de las mayores novedades
de la Constitución , al ubicarlo como sujeto de derechos , en el que es importante entre otras
cosas el “mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales…”. Relacionado a ello, está el
ciclo del agua y el impacto que tiene el sector en tanto se capta, conduce, distribuye, usa y
devuelve el agua a través de los sistemas e infraestructuras y las formas de gestión de los
servicios, en espacial en torno a los temas de ahorro, perdidas en los sistemas, gestión del
saneamiento, calidad y tratamiento de aguas .
El Titulo III, desarrolla las Garantías Constitucionales, que son importantes en la perspectiva
de aseguramiento de los derechos. Estas garantías son de tipo normativas , en el Art 84, hay
que destacar por ejemplo que “en ningún caso la reforma de la Constitución , la leyes, otras
normas jurídicas ni los actos del poder público atentarán contra los derechos reconocidos
por la Constitución”.
Se orientan hacer efectivos el buen vivir y los derechos y se formularan “a partir del
principio de solidaridad”
Cuando los efectos de ejecución de una Política Pública o prestación de ….un servicio
público vulneren o amenace vulnerar un derecho reconocido, la política o la
prestación del servicio debe reformularse o se adoptaran medidas alternativa que
concilien los derechos en conflicto”
46 | P á g i n a
.
Todos estos elementos son importantes y resultan ser reivindicaciones del enfoque de
derechos, en donde una de las obligaciones del Estado está dado en términos de progresividad
en el logro del acceso universal al agua y saneamiento a través de planes, estrategias y
acciones deliberadas, o en otros casos las disponibilidades de recursos económicos para lograr
las demandas universales no están disponibles totalmente en especial en los municipios mas
pequeños ( por ejemplo de 100.000 habitantes para abajo) , por lo que la medidas de uso
22
Las garantías jurisdiccionales tienen como finalidad la protección eficaz e inmediata de los derechos
reconocidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales de derechos humanos, la declaración
de la violación de uno o varios derechos, así como la reparación integral de los daños causados por su
violación.
47 | P á g i n a
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eficiente , como el control de la calidad de las inversiones aportan a mejorar las realizaciones e
indicadores en la gestión del sector
Respecto a la Organización del poder, las atribuciones de las distintas funciones son bien
conocidas, sin embargo y en materia de protección de derechos, se considera necesario tener
presente a la Defensoría del Pueblo (Art. 214 y 215) en tanto órgano de derecho público con
funciones de protección y tutela de derechos , para ello se le atribuye
Estos elementos son de mucha importancia dentro de la gestión del agua en general y en
particular en la prestación de los servicios públicos de agua potable. Las reclamaciones más
comunes están en torno a distribución y redistribución del agua y caudales, afección al debido
proceso (procedimiento y oportunidad de la información), cortes del servicio, imposición de
multas e incrementos de tarifas
Relacionado a las obligaciones frente a los derechos, es también importante mirar el Titulo V
Organización Territorial del Estado , en este se establece sobre todo el sistema de
competencias para los distintos niveles de gobierno23, plantea así entonces un sistema mucho
más claro y delimitado de lo que deben hacer los gobiernos en materia de competencias que
por cierto son “obligatorias y progresivas” ( Artículos 238 a 240)
En este marco es relevante , de cara al proceso de aterrizaje de DHAS tomar en cuenta lo que
se plantea en el Régimen de competencias :
23
Gobiernos que tienen funciones legislativas y ejecutivas en el territorio correspondiente
48 | P á g i n a
.
Se menciona además que la distribución de recursos entre los Gads24 considerará los siguientes
criterios , que reconocen las disparidades socioeconómicas y territoriales existentes:
- Tamaño y densidad poblacional
- Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)25
- Logros en los niveles de mejora de la calidad de vida y cumplimiento de metas
relacionadas al Plan nacional de desarrollo y al plan de desarrollo del Gad
Con esto último se estaría apuntado a disminuir los niveles de discrecionalidad en el uso de
los recursos y caminar de forma obligatoria a mejorar la calidad de la inversión y la
consecución de resultados tangibles, aspecto importante para la realización de los derechos.
En el Titulo VI Régimen de Desarrollo, se puede decir que detalla aún más los deberes y
obligaciones del Estado en el tema así como delimita los principios generales que guían el
desarrollo y el Buen Vivir. Aquí la apuesta de derechos se muestra también. Se establece en
el Art 275 que “el Estado planificará el desarrollo para garantizar el ejercicio de los derechos,
la consecución de los objetivos de desarrollo y los principios consagrados en la Constitución.
La planificación propiciará la equidad social y territorial”, más adelante menciona que “el
Buen vivir requerirá que las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades gocen
efectivamente de sus derechos y ejerzan responsabilidades”
24
GADs :Gobiernos Autónomos Descentralizados
25
Indicador social que define a un hogar como pobre cuando adolece de carencias graves en el acceso a educación,
salud, nutrición, vivienda, servicios urbanos y oportunidades de empleo.(INEC 2014)
49 | P á g i n a
.
En los objetivos del Régimen de desarrollo se apunta, entre otros a un objetivo de corte
ambiental relacionado al agua en tanto “recuperar y conservar la naturaleza y mantener un
ambiente sano y sustentable que garantice…el acceso equitativo, permanente y de calidad
al agua ….”(Art 276) lo que introduce características sociales y ambientales al acceso al agua
que resultan importantes al momento de hablar de agua y derechos.
Complementariamente se establece los deberes generales del Estado para el Buen Vivir (Art
277), aquí hay que resaltar:
- Garantizar los derechos
- Dirigir, planificar y regular el proceso de desarrollo
- Generar y ejecutar políticas públicas y controlar y sancionar su
incumplimiento
- Producir bienes, crear y mantener infraestructura y proveer servicios
públicos
El Capítulo V, Sectores Estratégicos , servicios y empresas públicas es fundamental en
relación al agua, su gestión, los servicios públicos, la interacción entre los actores públicos y
comunitarios, así se establece:
Así también, el Estado dispondrá que los precios y tarifas de los servicios públicos
sean equitativos y establecerá su control y regulación
Quizás uno de los artículos más importantes relacionados a la gestión del agua es el 318, en
este se condensa y resume un conjunto de elementos que pueden ser considerados
complementarios o que también vendrían a reforzar la mirada de agua y derechos al ubicar
que :
50 | P á g i n a
.
Este artículo ratifica la importancia del agua para las distintas actividades, en espacial ratifica
la importancia que esta tiene para la vida de las personas como para la naturaleza ( ciclos y
funcionamiento). Reconoce a dos actores históricos del agua que vienen gestionando el agua ,
en especial los servicios públicos de agua y saneamiento, visibiliza la importancia de las
organizaciones comunitarias, que según estimaciones en el país existen entre 8000 a 10.000
y que actualmente estarían brindando servicios públicos para cerca de 4 millones de personas
en las zonas rurales. Manda al Estado a fortalecer a las iniciativas comunitarias mediante el
impulso de alianzas público-comunitarias, que es otra “novedad” emergente en el país, en
tanto mediante acuerdos, especialmente entre Municipios y organizaciones de agua sostienen
y mejoran el servicio público en las zonas rurales. Finalmente vuelve a ratificar, mediante el
orden de prelación , la importancia del agua para la vida y la seguridad alimentaria
El Agua también aparece en el Título VII sobre el Régimen del Buen Vivir, aquí hay que
destacar que en el Art 375 sobre Hábitat y Vivienda, se plantea que el Estado, en todos sus
niveles, para asegurar este derecho, entre otros aspectos “garantizará la dotación
ininterrumpida de los servicios públicos de agua potable a escuelas y hospitales públicos”.
Con ello se recupera el criterio dela importancia que tiene el agua y saneamiento no solo en
los hogares y viviendas sino también en los lugares colectivos o de socialización de las
personas.
Se regulará toda actividad que pueda afectar la cantidad y calidad del agua en especial
en las fuentes y zonas de recarga
La Autoridad del agua tiene la responsabilidad de planificación , regulación y control y
coordinará con la autoridad ambiental
El estado promoverá prácticas y tecnologías ambientalmente limpias , uso de energías
renovables que no pongan en riesgo entre otras temas al derecho al agua
Para cerrar esta revisión el Art 415, manda a los Gobiernos autónomos descentralizados a
desarrollar programas de uso racional del agua y reducción, reciclaje y tratamiento
adecuado de desechos sólidos y líquidos, elementos que resultan pertinentes en un contexto
de crecientes demandas de agua por un lado y contaminación del recurso lo que esta llevando
a lo que muchos plantean problemas de “escasez social” del agua
Esta mirada a la Constitución Ecuatoriana aprobada en 2008 como el nuevo pacto social y el
delineamiento de las apuestas nacionales para el Buen Vivir, muestran como ya se dijo una
opción de derechos, no sin razón se ha establecido que está Constitución es Garantista de
Derechos; de igual manera la otra gran apuesta presente es la búsqueda de la Justicia social,
tomando atención en especial a aquellos sectores que están en niveles de pobreza y
vulnerabilidad. Adicionalmente como se ha detallado, el agua y su gestión en general está
presente de forma explícita y podríamos decir que hasta transversal en la Carta
Constitucional y ya no empaqueta en un solo aparatado, sección, titulo o artículo. Esta
combinación (derechos-justicia social-agua ) , plantea y “marca el terreno de juego” para
empujar otra forma de gestión del agua de forma general y de manera específica el impulso
para el efectivo y universal disfrute del derecho al agua y por extensión al saneamiento.
Es en este marco que es importante considerar el Código si se quiere avanzar en la gestión del
agua y saneamiento desde un enfoque de derechos, pues este, a partir de recoger el mandato
constitucional sobre competencias, agua y saneamiento y servicios públicos, lo afina, precisa
y detalla aún más en el sistema de competencias, apuntala la mirada de derechos e incluso
entrega detalles sobre elementos a considerar en torno a tasas y tarifas. Elementos estos que
son fundamentales al momento de tener claramente detallado el que, el quien y de alguna
manera el cómo debe operar las competencias de agua y saneamiento en los territorios, en los
que por cierto hay que hacer una aclaración de entrada, “la competencia de agua y
saneamiento que es una competencia exclusiva de los municipios, debe operar en todo el
cantón , es decir en las parroquias urbanas y rurales, para ello su competencia es de tipo
legislativa , de planificación, de ejecución y gestión , pero también de concurrencia,
coordinación y fortalecimiento cuando se trata de la relación con otros niveles de gobierno ,
bien sean las juntas parroquiales, otros municipios o cuando se trata de las organizaciones
comunitarias de agua presentes sobre todo en las zonas periurbanas y rurales y que están
prestando el servicio público.
A continuación se realiza una mirada a este Código con el propósito de ubicar un conjunto de
artículos que permitan considerarlos a la hora del aterrizaje del DHAS en los territorios.
En el Título I Principios generales, hay que resaltar lo que ubica los art 1, 2 y 4: el modelo de
descentralización es obligatorio y progresivo, lo que significa por ejemplo competencias
obligatorias , exclusivas y concurrentes, dando por terminado las mala llamadas “competencias
a las carta” que permanentemente dispersaban el que hacer de las administraciones locales. El
COOTAD ubica un conjunto de objetivos, entre los cuales y relacionados al DHAS, es
importante tenerlo presente: i) consolidar los distintos niveles de gobierno, para impulsar el
desarrollo y el pleno ejercicio de los derechos, y la adecuada prestación de los servicios
públicos, ii) delimitación del rol y función de los Gads26 para evitar duplicidades. De igual
manera en el art 4 , Fines de los Gads se establece entre otros: la garantía sin discriminación
alguna de la vigencia y el efectivo goce de los derechos reconocidos constitucionalmente, la
obtención de un hábitat seguro y saludable , el desarrollo planificado para la erradicación de
la pobreza, distribuir los recursos y la riqueza equitativamente , alcanzar el buen vivir.
Evidentemente, estos principios como los objetivos y fines , están en la línea del enfoque de
derechos, en el cual una cuestión sustantiva es enfrentar la pobreza y las desigualdades y allí la
realización plena de los derechos resulta un elemento clave al momento de construir
implementar y evaluar políticas locales en materia de agua y saneamiento .
26
Gobiernos Autónomos Descentralizados
53 | P á g i n a
.
54 | P á g i n a
.
El art 136, desarrolla el ejercicio de la competencia de gestión ambiental, de este hay que
destacar dos elementos importantes para la gestión de la calidad del agua –contaminación y la
protección de fuentes. Para el caso de los Municipios menciona que “establecerán de forma
progresiva sistema de gestión de desechos para eliminar vertidos contaminantes, aguas
residuales así como eliminar vertidos en redes de alcantarillado” en tanto que para las
juntas parroquiales la promoción de la preservación y protección del ambiente, impulsaran la
protección de fuentes y cursos de agua, la educación ambiental, ello en coordinación con
otros niveles de gobierno
55 | P á g i n a
.
los servicios que se prestan se coordinaran con las juntas parroquiales y las
organizaciones comunitarias del agua
De esta manera hay que destacar algunos elementos que resultan fundamentales para un salto
en la gestión del sector: la necesidad de la planificación y gestión del servicio en todo el
territorio , lo que significa que los municipios debe mirar con más claridad las zonas rurales y
periurbanas de los cantones: Se mantiene todavía en el país la lógica de que los municipios se
debe ocupar sobre todo de las zonas urbanas y /o cabeceras cantonales, en tanto que lo rural
esta “servido “por los sistemas de agua comunitario, lo que ha significado en la práctica
tratamientos absolutamente desiguales en materia de esfuerzos, aportes, subsidios , calidad
del servicio. Asumir lo planteado en este artículo implicaría desarrollar políticas y estrategias
que miren todo el cantón , pero también que se replante la relación con los “otros actores
del agua “ en especial las organizaciones comunitarias. En esta línea el mismo artículo
plantea la necesaria coordinación, bien sea con las juntas parroquiales o con las
organizaciones comunitarias de agua para llegar a prestar y sostener los servicios en el
cantón, incluso se menciona la importancia del fortalecimiento de las organizaciones de agua ,
y el desarrollo de alianzas público –comunitarias, que ciertamente las menciona pero no las
desarrollo en cuanto a sus modalidades ni sus instrumentos de reconocimiento más explicito
56 | P á g i n a
.
El otro ámbito que mira este artículo, son los principios con los que se debe desarrollar los
servicios públicos, principios que están en línea con las apuesta del DHAS, alcanzando también
la afirmación -en materia de tarifas – de que estas sean diferenciadas a favor de los sectores
con menores recursos económicos27, criterio fundamental a la hora de asegurar a
accesibilidad económica que en materia del DHAS es quizás una de las principales
reivindicaciones y apuestas, ello tiene implicancias fundamentales al momento de establecer
las políticas cantonales, los planes, la realizaciones, la implementación de los sistemas de
gestión de los servicios, los sistema de subsidios y hasta los requerimientos presupuestarios
para el sector.
Este mismo artículo, de forma complementaria establece que los gobiernos parroquiales
“gestionaran, coordinaran y administraran los servicios públicos que le sean delegados” por
los municipios cuando se trata de agua y saneamiento. Así también deben, entre otras cosas
“vigilar con participación ciudadana la calidad de los servicios públicos “ que se prestan en su
territorio, ello tiene implicancia para los servicios prestados por los mismo municipios o por
las organizaciones comunitarias de agua . Aquí está un gran reto para las juntas parroquiales,
en tanto puedan estructurar sistemas de vigilancia y seguimiento “maduros”, que realmente
signifique mejoras o potencialmente aportar al mejoramiento las capacidades de gestión en
especial del sector comunitario, es decir un enfoque de seguimiento-fortalecimiento es
importante, de no ser así , de tener otros entendidos se podría usar este mecanismo como un
suerte de instrumento de presión y confrontación que poco aportaría al adecuado desarrollo
de los servicios en los territorios.
Termina este artículo, mencionando que todas las instancias responsables de prestar servicios
públicos, “deberán establecer mecanismos de control de calidad y los procedimientos de
defensa de los consumidores/as, y las sanciones por vulneraciones de estos derechos, la
reparación e indemnización por deficiencias, daños o mala calidad de bienes o servicios y
por la interrupción de los servicios públicos que no fueran ocasionadas por caso fortuito o
fuerza mayor” . De esta forma se orienta como se deben estructurar los sistemas de vigilancia
de los servicios, que evidentemente deben también tomar en cuenta el principio del debido
proceso, para cualquier procedimiento y reclamación presentada y su posterior desenlace. Con
ello se está detallando el alcance de una de las obligaciones del Estado (incluidos los gobiernos
locales) en torno al DHAS: Proteger. Desde este ámbito, los prestadores de servicios y los Gads
que tienen competencias en el sector deben repensar de manera consistente este mandato
que implica, sistemas estructurados de información, procedimientos, acciones de
corrección, educación y capacitación para el ejercicio maduro de vigilancia- reclamación-
adecuación en torno al servicio. Esta tarea bien se la puede coordinar con la Defensoría del
Pueblo , función con competencias de tutela y protección de derechos.
27
Un reciente caso de discusión regional sobre este tema es la propuesta y aprobación de las nuevas
tarifas por consumo de agua potable en el cantón Cuenca, abril-mayo 2015.Esta propuesta levanto
discusión no solo en torno a la conveniencia o no del alza de la tarifa, sino de sus impacto diferenciado
(real y absoluto) en el sector residencial, como del enfoque implícito en el alza: gestión comercial del
servicio público vs gestión del servicio público desde una mirada de DHAS
57 | P á g i n a
.
Esta última referencia sobre las alianzas abre un ámbito de discusión sobre que modelos de
alianza se puede detallar o construir: alianzas para prestar servicios de agua potable y
saneamiento, solo para agua potable, alianzas para fortalecer a los prestadores comunitarios,
alianzas para protección de fuentes y manejo de cuencas. En todo caso esto resulta necesario
profundizarlo a la luz de considerar elementos como: i) la competencia municipal en el tema es
para todo el territorio cantonal, ii) las características de dispersión rural de los requerimientos
de los servicios ha dado origen a respuestas en el tema desde las organizaciones comunitarias,
iii) el marco normativo constitucional establece la necesidad y obligación de coordinación ,
fortalecimiento de las organizaciones comunitarias y iv) la evidente debilidad de la relación
Municipios –juntas de agua , que sobre todo están signadas por relaciones funcionales para
concretar financiamientos o infraestructuras antes que para sostener y gestionar el servicio
público bajo modalidades de corresponsabilidades y complementos.
Otro tema importante en este Título, tiene que ver con la participación, al respecto , hay que
mencionar elementos orientadores que hablan de participación directa que estarían abonando
en la construcción de ciudadanía y no solo de beneficiarios de las políticas públicas o servicios
públicos , en esto el art 303 establece el derecho de la ciudadanía a “ejercer la democracia
directa” a través de la presentación de proyectos de norma, control social y hasta revocatoria
del mandato. Así también en el Art 304 pide a los Gads la conformación de los sistemas de
participación ciudadana “ que entre otras casos permite: i) deliberar las prioridades del
desarrollo, definir objetivos de desarrollo, ii)participar en la formulación, ejecución ,
seguimiento y evaluación de los planes de desarrollo, iii) elaborar presupuestos
participativos, participar en la elaboración de políticas públicas
Para cerrar esta mirada del Cootad el Titulo IX Disposiciones Especiales de los Gobiernos
Metropolitanos y Municipales, detalla en el Art 556 y 558 elementos relacionados al objeto y
determinación de tasas, a partir de que “las municipalidades, podrán aplicar las tasas
retributivas de servicios públicos que establece el Código, para ello se debe considerar los
costos de producción que “resulte de aplicar las reglas contables de aceptación general “,
58 | P á g i n a
.
también plantea que “sin embargo el monto de las tasas podrá ser inferior al costo, cuando
se trate de servicios esenciales destinados a satisfacer necesidades colectivas de gran
importancia para la comunidad , cuya utilización no debe limitarse por razones económicas
y en la medida y siempre que la diferencia entre el costo y la tasa pueda cubrirse con los
ingresos generales de la municipalidad” (Art 566). Más adelante en el art 568 se establece
que los servicios sujetos a tasas, entre otros, están: agua potable, alcantarillado , recolección
de basura y aseo público. . Las tasas serán reguladas por ordenanza cuya iniciativa es privativa
del alcalde .
Estos artículos , es especial el 566, ubica la aparente tensión entre eficiencia y derechos al agua
, en tanto que este último apuesta sobre todo a asegurar el derecho con especial atención a
los sectores de menores ingresos y /o vulnerables: El articulo ubica claramente la
imposibilidad de limitación del acceso al servicio por razones económicas, y que la diferencia
entre el costo y la tasa se cubra desde presupuesto municipal , que evidentemente es una
decisión política y de política pública desde un enfoque de derechos en la gestión de un
servicio, que contrasta con el enfoque de gestión comercial del servicio , que básicamente
privilegia la recuperación de los costos (o la mayoría de ellos) con cargos importantes y hasta
desmedidos a la las tarifas por consumo de agua de manera plana, sin considerar por ejemplo
diferencias de consumo , socioeconómicas y de ubicación territorial de los hogares que usan el
servicio, elementos claves a la hora de tomar decisiones en torno los servicios públicos de agua
y saneamiento: ¿a quien, en donde están, como impactara una medida potencial de
revisión de tarifas?. Finalmente en el art 571 se menciona explícitamente Subsidios
solidarios cruzados , aquí se plantea que “en el cobro de los servicios básicos deberán aplicar
un sistema de subsidios solidarios cruzados entre los sectores de mayores y menores ingresos
“, esto apuntala aún mas lo mencionado en las apuestas del DHAS y en específico en el acceso
económico con especial atención a los sectores más vulnerables
59 | P á g i n a
.
Hay que insistir que el contenido de esta ley plantea también un gran reto para el Estado , las
organizaciones de agua y la sociedad en general , mucho dependerá las voluntades políticas
explicitas y del alineamiento de los actores para que avance a buen ritmo de forma que esta
norma , sea también el marco y a la vez un aporte real para implementación de una gestión del
agua y saneamiento desde las consideraciones y reconocimiento del Derecho humano al agua
, que en esta ley se extiende de forma explícita al derecho al saneamiento.
En esta línea se realiza una mirada al articulado, con el afán de ubicar elementos a tener
presentes al momento de construir propuestas de cara al impulso del DHAS.
En el Titulo I Disposiciones preliminares, se ubica el objetivo y los principio, aquí hay que
destacar que la ley apunta a “garantizar el derecho humano al agua, así como regular y
controlar la autorización, gestión, preservación….de los recursos hídricos, la gestión integral
a fin de garantizar el buen vivir “(Art.3). La ley se fundamenta en algunos principios, que en
relación al sector es necesario tenerlos en cuenta: i) el agua es patrimonio nacional
estratégico, ii) el acceso al agua es un derecho humano, iii) el estado garantizar el acceso
equitativo al agua, iii) la gestión del agua es pública y comunitaria (Art 4) .
60 | P á g i n a
.
En este mismo título se desarrolla la nueva institucionalidad del agua , que pretende
racionalizar la interacción de los distintos actores del agua, como los procesos e instrumentos
de cara a la gestión integral e integrada de los recursos hídricos, esto es el Sistema Nacional
estratégico del agua (Art 15) , el mismo que está integrado por:
f) los consejos de Cuenca, todavía no están creados ni a nivel regional, ni local. Esta
construcción es uno de los mayores retos para la gestión del agua y lo territorios desde
una perspectiva de participación y gobernabilidad, la pregunta que se plantea aquí en
términos de procesos y construcción del sistema estratégicos ¿estos espacios y su
funcionamiento son puntos de partida o puntos de llegada que acumulen un proceso
de dialogo, estructuración y legitimidad?
En relación más estrecha al sector, hay que mencionar sobre todo las competencias de dos
instancias nacionales, por su decidida influencia en la gestión en general y en específico en la
prestación de servicios públicos. El art 18 Competencias y atribuciones de la Autoridad del
Agua establece entre otros: i) dirigir el Sistema Estratégico del Agua, ii) ejercer la rectoría y las
políticas públicas relativas a la gestión integral e integrada, así como su seguimiento, iii)
coordinar con la autoridad ambiental y sanitaria la formulación de políticas sobre calidad del
agua y control de la contaminación, iv) otorgar autorizaciones de uso y aprovechamiento, v)
otorgar personería jurídica a las juntas de agua potable y de riego , vi) establecer mecanismos
de coordinación y complementariedad con los Gads en torno a la prestación de servicios
públicos, vii) emitir informes técnicos de viabilidad para la ejecución de proyectos de agua ,
viii) establecer parámetros generales en base a estudios técnicos y actuariales para fijación de
tarifas por la prestación de servicios públicos y fijar montos para las tarifas por autorizaciones
de agua (cruda) y ix) concienciar sobre el uso responsable del agua para consumo humano.
61 | P á g i n a
.
Esta ley orgánica, reconoce que la gestión del agua es exclusivamente pública o comunitaria,
(mandato constitucional) y la detalla planteando en el Art 32 que:
En este detalle hay que tener presente que el Estado también comprende los
gobiernos locales, cada uno de estos niveles con sus respectivas competencias
exclusivas, pero también concurrentes, esta precisión es necesario
Hay que hacer notar que esta redacción no menciona de forma explícita la gestión de servicios
públicos que tanto actores públicos y comunitarios realizan en especial en agua de consumo
62 | P á g i n a
.
En el Art 35 , se insiste en los principios de la gestión de los recursos hídricos , que deben ser
observados por los actores del agua como por los instrumentos de política y las realizaciones
en general, al respecto se ubica:
Aquí hay que destacar la explicitación de que la prestación de los servicios públicos lo realizan
actores comunitarios y públicos, como también los principios de que deben observarse en la
prestación de los servicios, estos principios operativos están en consonancia con aquellos que
se promueven desde las apuestas del DHAS.
se necesita una certificación de calidad del agua potable para consumo humano
emitida por la autoridad de salud
como a su posterior aprobación por parte de la Autoridad del agua a través de los
informes de viabilidad
Este articulo también recoge una aclaratoria que anteriormente constaba en el Decreto 3327 ,
que regía a las Juntas de agua potable, se menciona: “en el cantón donde el Gobierno
autónomo municipal preste el servicio de manera directa o través de una empresa pública, y
esta cubra los servicios que por ley corresponden, en toda su jurisdicción, no podrán
constituirse juntas administradoras de agua potable y saneamiento “.
Esta precisión tiene relevancia sobre todo en la zonas periurbanas y zonas de expansión de los
centros urbanos, aquí se están encontrando, los sistema de agua rurales y las infraestructuras
municipales que apuntan a ampliar las coberturas. Lo que hasta 10 años eran rural, hoy va
perdiendo esa connotación, esta “poblándose” con barrios informales o en proceso de
formalización, los servicios municipales llegan. Esto está creando tensiones y
superposiciones de los servicios, unos y otros reclaman la titularidad del mismo, situación
que se debe resolver en tanto se pueda evaluar la calidad de la prestación que unos y otros
están dando a los ciudadanos y a partir de allí definir acuerdos de absorción, de
complementariedad, de fortalecimiento, o de alianzas público-comunitarias y no la
desaparición de los unos a ultranza o el desconocimiento del otro, sabiendo que de por medio
64 | P á g i n a
.
En el artículo 44 se desarrolla los deberes y atribuciones de las juntas , con lo que se precisa
aún más la actuación de las organizaciones, al respecto se menciona:
establecer, recaudar y administrar las tarifas del servicio, en el marco de los criterios
generales establecidos en la Ley y el Reglamento
resolver conflictos entre sus miembros, de no poderlos resolver se podrá contar con la
participación de la Autoridad del Agua para su tratamiento y resolución
65 | P á g i n a
.
Para cerrar esta mirada sobre la delimitación de la gestión comunitaria, hay que mencionar
que en el art 49 , se reconoce la autonomía de gestión y suficiencia financiera, de las
organizaciones comunitarias para la prestación del servicio público, y que para el
cumplimiento de sus fines, los sistemas comunitarios administraran los valores de las tarifas y
los demás que le correspondan según la Ley ; esto lleva implícito que estos valores
necesariamente deben ser usados para la gestión del servicio. Adicionalmente en el Art 51
Incumplimiento de la norma técnica, se establece una suerte de procedimiento a seguir ante
la evidencia de que los servicios que prestan los sistemas comunitarios no cumplan con las
normas establecidas, al respecto:
El Art 57 Definición, menciona que “el derecho humano al agua es el derecho de todas las
personas a disponer agua limpia, suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para
uso personal y doméstico en cantidad, calidad, continuidad y cobertura”. A esta definición
66 | P á g i n a
.
el ejercicio del derecho será sustentable de forma que pueda ser ejercido por futuras
generaciones
En torno a los derechos y su ejercicio , la exigibilidad del mismo es un rasgo importante, el art
58 dice que “las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades, colectivos podrán exigir a
las autoridades el cumplimiento y observancia del DHA”, lo que será atendido de manera
“prioritaria y progresiva”, su incumplimiento (de las autoridades) “estarán sujetas a sanción”
El art 59 da cuenta de la cantidad vital y la tarifa mínima, menciona que la cantidad mínima
por persona para satisfacer sus necesidades básicas y el consumo doméstico, la establecerá
la Autoridad del Agua en función de las normas y directrices internacionales, además deja
zanjado la discusión sobre si esta cantidad vital tendrá costo, al respecto plantea que “la
cantidad vital de agua cruda para procesamiento no tendrá costo” ( en la autorización ) en
tanto que la cantidad vital de agua por persona tratada y entregada como servicio público si”
tendrá una tarifa que garantice la sostenibilidad de la provisión”.
También se da cuenta en el art 60, sobre el libre acceso y uso al agua, planteando que el
derecho al agua implica también “el libre acceso y uso del agua superficial o subterránea para
consumo humano, siempre que no se desvié de su cauce, ni se descarguen vertidos, ni se
produzca alteración de la calidad o disminución significativa de la cantidad ni se afecte
derechos de terceros de conformidad a los límites y parámetros establecidos por la
Autoridad correspondiente” lo que plantea el uso de cantidades establecidas sin que para ello
se realice cualquier obra que modifique el curso, caudal o calidad de agua.
67 | P á g i n a
.
Este articulo condensa por un lado principios claves de la apuesta de derechos, como recuerda
y reafirma la obligación del Estado de respetar, proteger y cumplir tomando especial atención
a los grupos de atención prioritaria. Estos principios y obligaciones son de gran importancia al
momento de la generación de políticas, a la hora de comprometer recursos e inversiones como
a la hora de gestionar los servicios públicos de agua y saneamiento
A partir de este artículo de corte conceptual político y contextual se despliegan otros a tomar
en cuenta a la hora de continuar caracterizando el DHAS. El art 62 Mujer y Derecho humano
al agua, menciona que “toda política en materia de agua debe incorporar la perspectiva de
género”, ello implicaría por ejemplo que se establezca medidas concretas para atender las
necesidades específicas de la mujer; ello puede tener relevancia en tanto consideraciones
de seguridad, dignidad, distancia y tiempos se tomen en cuenta al momento de planificar,
construir y poner en funcionamiento los sistemas de agua y saneamiento. Adicionalmente se
llama a “lograr la igualdad formal y material en torno a la participación comunitaria sobre la
gestión del agua”, consideración relevante así mismo al momento de planear y diseñar las
infraestructuras como a la hora de la gestión de los servicios, en especial en las zonas rurales,
en donde es evidente la participación de las mujeres, son ellas las que en su mayoría están en
torno a las tareas reproductivas ( usuarias directas del servicio) y son ellas las que activan la
vida organizativa de las juntas aunque no necesariamente las presidan.
Este detalle de derechos, continua estableciendo que tanto los usuarios ( los que tiene una
autorización y en el caso de agua de consumo humano brindan un servicio) como los
consumidores (los que demandan y usan un servicio público ) tienen derechos a acceder a
información, como también a una distribución equitativa del agua ( Articulo , 67). Asi también
a ser a ser consultado a través de los consejo de cuenca sobre temas relativos a la gestión del
agua (Art 68). En este artículo también se establece la obligación de que los usuarios del agua
contribuirán de forma económica de manera proporcional a la cantidad de agua que usen
para la conservación y protección de la cuenca.
Las obligaciones del Estado frente al derecho, se desarrollan aún más en el art 83 Obligaciones
y progresividad, progresividad establecida en tanto formular y generar políticas públicas
orientadas, en lo principal a :
Adicionalmente el art. 84 detalla obligaciones de corresponsabilidad del Estado , los Gads, los
usuarios , consumidores, comunas, comunidades, pueblos, al respecto se ubica, entre lo
principal :
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Para finalizar esta revisión de la LORH y su relación con el DHAS, es importante completar
ubicando que el orden de prelación (Art 86) establece y recoge lo planteado en la
Constitución: i)consumo humano, ii)riego que garantice la soberanía alimentaria , iii) caudal
ecológico y iv) actividades productivas.
Un elemento clave para el derecho humano al agua, tiene que ver con la accesibilidad
económica, allí las tarifas resultan un elemento fundamental , al respecto en el Titulo V, el art
135 desarrolla los criterios generales de las tarifas de agua y menciona que :
la tarifa es una retribución que un usuario debe pagar por la prestación servicios y
autorización de agua
las tarifas por prestación de servicios de agua potable , saneamiento, riego y drenaje
serán fijadas por los prestadores públicos o comunitarios sobre la base de las
regulaciones de la Autoridad del agua a través de la Agencia de Control y Regulación
Aquí hay que resaltar que se establece los grandes componentes de la tarifa: gestión de los
servicios de agua y protección de cuencas que se vuelve a ratificar con el Art 137 , “para
conservación del dominio hídrico publico con prioridad en las fuentes de agua . Se establece
dos tipos de tarifas: las relacionadas a las autorizaciones, ( agua cruda) y las relacionadas a los
servicios públicos ( agua tratada y prestada a través de servicio público).
El art 139 sobre tarifas por servicios públicos básicos se detalle el alcance ubicando los
elementos que guían la construcción o revisión de las tarifas :
69 | P á g i n a
.
La mirada normativa del agua , que paso por la revisión de la Constitución , el COOTAD y la
LORH, da cuenta de un conjunto de apuestas políticas, conceptuales, definiciones ,
lineamientos para los instrumentos de gestión que van desde las Políticas públicas hasta la
consideraciones a tomar en cuenta a la hora de fijar los nuevos esquemas tarifarios. Esta
revisión ha pasado también por la recuperación del rol del Estado (planificación, gestión,
regulación , control, sistema estratégico del agua) , el sistema de competencias en el que el
reconocimiento de los actores públicos y comunitarios con sus funciones atribuciones y
competencias constituyen un paso adelante para la nueva gestión del agua. Es evidente que
en esta nueva gestión del agua los pilares del Derecho Humano al Agua que se lo hace
70 | P á g i n a
.
Para continuar explorando nuevos pasos para la operatvización del DHAS , es necesario
también realizar una mirada breve de instrumentos de planificación y estrategias relacionadas
al tema . Aquí hay que realizar una precisión, el agua y saneamiento y su vinculación con los
derechos, principalmente apuntan como apuesta política a poner en cuestión las relaciones de
poder, las desigualdades sociales y económicas, las realidades de pobreza y como en ese
ámbito los distintos actores están accediendo a agua y saneamiento, cuales son los problemas
que confrontan y como se los está resolviendo. En este camino se opta por mirar dos
instrumentos de política que están vigentes en el Ecuador: a) el Plan de Buen Vivir (2013-
2017) y b) Estrategia Nacional para la Igualdad y la Erradicación de la Pobreza (ENIEP, 2014),
instrumentos que en el primer caso resultan de obligatoria observancia para el Estado central
e indicativo para los Gads, en tanto que el ENIEP pretender constituirse en la principal
estrategia nacional (coordinada y concurrente) para enfrentar pobreza y desigualdades.
28
Aunque en la LORH no hay una definición expresa sobre Gestión integrada e integral de los recursos
hídricos, se intenta estructurar una suerte de caracterización a partir del contenido normativo, al
respecto se puede plantear que la gestión integral alude a la gestión de los recursos hídricos por
cuencas hidrográficas ( unidades hidrográficas)considerando los distintos tipos de usos y
aprovechamientos, en base a las apuestas establecidas: derechos, sectores estratégicos, gestión pública
y comunitaria, protección conservación del agua , orden de prelación, gestión de servicios públicos entre
lo principal , en tanto que la gestión integrada alude al conjunto de actores con competencias,
funciones y atribuciones en materia de agua , lo que está estructurado en un sistema de competencias ,
con niveles, alcances y mecanismos de aplicación, destacándose que entorno al ejercicio de
competencias se puede establecer competencias exclusivas, concurrentes como también mecanismos
de coordinación y complementariedad, que en materia de recursos hídricos resultan claves
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.
En la breve revisión del PBV y su relación con el derecho al agua y saneamientos y en el camino
de alineamiento y tranzado de ruta es importante tener presente algunas consideraciones
mencionadas en el documento del Plan.
El segundo eje, es el que está más directamente relacionado con los derechos
constitucionalmente reconocidos, por lo que es necesario algunos detalles importantes de
tipo definitorios y orientadores a la hora de trabajar la operativización del DHAS. En el texto
constitucional se establece en Art 1 que “el Ecuador es un estado Constitucional de Derechos
y Justicia Social ….”esto implica un cambio profundo en el rol del Estado, en la
conceptualización y ejercicio de los derechos, pero también en la planificación nacional,
constituyéndose esta también como un garante importante de los derechos (Art 85), en
tanto que los servidores públicos, con sus acciones u omisiones, resultan ser agentes
fundamentales para el pleno ejercicio de los derechos.
En esta apuesta de derechos el más alto deber del estado y del ejercicio del poder publico
pasa a ser el goce y disfrute pleno de los derechos , es la razón de ser del estado, por lo que ,
el art 11, establece que “los derechos y las garantías son de directa e inmediata aplicación”,
por y ante cualquier servidor público; de igual manera se establece de forma clara que “para
el ejercicio de los derechos y las garantías constitucionales no se exigirán condiciones o
requisitos que no estén establecidos en la Constitución o la ley”
En este marco el principal instrumento que tiene el Estado para el diseño de las políticas
públicas es el Plan del Buen Vivir, y debe ser visto como un instrumento que permite el
ejercicio y la garantía de los derechos, por lo tanto este plan no solo está llamado a expresar
un enfoque de derechos sino más bien los derechos y su cumplimiento son su razón de ser.
(Senplades, 2014) , en esta línea por ejemplo los servicios públicos-relacionados en este caso
al agua y saneamiento- dejan de ser “prestaciones sociales” para convertirse en medios
para la garantía de derechos
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.
Con estas puntualizaciones hay que tener presente el PBV, que en relación a agua-
saneamiento y derechos tiene que ver sobre todo con el Obj 3: “Mejorar la calidad de vida de
la población”. Asi mismo el plan da un conjunto de puntualizaciones necesarias a tener
presente:
La vida digna requiere acceso universal y permanente a bienes superiores29, así como
la promoción del ambiente adecuado para alcanzar las metas personales y colectivas.
La calidad de vida está relacionado al ejercicio de los derechos: reconocidos en la
Constitución: agua, alimentación, salud, educación y vivienda, estos son un
prerrequisito para logra el Buen Vivir
“La Constitución, en el artículo 66, establece el derecho a una vida digna, que asegure
la salud, alimentación y nutrición, agua potable, vivienda, saneamiento ambiental,
educación, trabajo, empleo, descanso y ocio, cultura física, vestido, seguridad social y
otros servicios sociales necesarios”. Por ello, mejorar la calidad de vida de la población
es un proceso multidimensional y complejo.
El Obj 3 establece un conjunto de políticas y metas, entre estas y en más íntima relación con
agua y saneamiento tenemos:
Política
o 3.10 Garantizar el acceso universal, permanente, sostenible y con calidad a
agua segura y a servicios básicos de saneamiento, con pertinencia territorial,
ambiental, social y cultural.
Metas
29
Senplades (2014) define tres tipos de bienes: superiores, estratégicos y de mercado. Los superiores son aquellos
que garantizan los derechos constitucionales. Los estratégicos son los necesarios para consolidar el desarrollo,
como los recursos naturales, la ciencia y la tecnología. En los de mercado el Estado no requiere proveerlos, pero sí
regulación.
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La ENIEP, recoge los planteamientos del PBV, en torno a pobreza y aquí se mira la influencia de
los derechos humanos y su enfoque, de forma novedosa y clara se establece y concibe “la
pobreza como la situación de vulneración o no-ejercicio pleno de los derechos establecidos
en la Constitución, los cuales constituyen un fin, pero además un medio en sí mismo para la
generación de capacidades y la ampliación de las oportunidades” (Setep, Senplades, 2014 ).
Para ello la estrategia establece un conjunto de Metas generales con desagregados, que luego
van descomponiéndose aún más en cada uno de los componentes (3). Uno de estos es el
componente de “Bienes Superiores” que está bastante relacionado con agua y saneamiento
como también con las apuestas del derecho humano al agua y saneamiento.
Al respecto es importante tomar en cuenta algunas presiones. La ENIEP, plantea que el deber
del Estado ecuatoriano es “garantizar el efectivo goce de los derechos establecidos en la
Constitución”, por ello; los bienes y servicios que garantizan estos derechos no deben estar
mercantilizados.
Desde esto el Estado como garante de cumplimiento de los derechos, establece la existencia
de tres (3) tipos de bienes: i) bienes superiores, ii)bienes estratégicos y iii)bienes de
mercado. En torno a ellos y por tener un rol activo en la economía, tiene un rol de regulación
y control de la producción, circulación y consumo de estos bienes (ENIEP,2014).
En este marco, los Bienes Superiores son aquellos que garantizan derechos y, por lo tanto,
deben llegar, sin excepción, a cada uno de los ciudadanos y ciudadanas, y para hacer efectivo
el adecuado aprovisionamiento y/o acceso a estos bienes superiores es necesario que se
desarrollen en modelos que aseguren “eficiencia, transparencia”, que sean “descentralizados
o desconcentrados y participativos”, pero, sobre todo, que los servicios públicos relacionados
cumplan con las características relacionadas a coberturas , disponibilidad, accesibilidad,
aceptabilidad y calidad .
Con este “paraguas”, el componente de Bienes Superiores de la Estrategia tiene como objetivo
“articular políticas, lineamientos y acciones a nivel intersectorial y entre niveles de gobierno,
para garantizar el acceso a servicios públicos de calidad en el territorio con la finalidad de
cerrar las brechas existentes en cuanto al acceso de estos bienes por parte de la ciudadanía”,
tomando especial atención en aquellos servicios públicos que mas aporten en la reducción
de pobreza.
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Metas generales
Componente de Bienes superiores: agua y saneamiento (la gestión y los servicios públicos)
son considerados bienes superiores, por lo que establecen metas, lineamientos y
estrategias:
META NACIONAL
ALCANZAR EL 83% DE VIVIENDAS CON ACCESO A AGUA POR RED PÚBLICA Y EL 75%
DE VIVIENDAS CON COBERTURA DE ALCANTARILLADO
Lineamiento
Estrategias
1.1 Impulsar la priorización de recursos en los cantones que más los necesitan, para
garantizar el logro de la meta de cobertura, considerando el cierre de brechas y el
fortalecimiento de capacidades de los GAD municipales.
1.2 Apoyar la creación del plan integral de agua y alcantarillado que contemple estudios de
pre inversión con enfoque de cuenca hidrográfica, para lograr una cobertura equitativa de
acuerdo a las características territoriales.
1.4 Implementar una estrategia nacional de pre inversión en agua segura y alcantarillado
que agilite el proceso de revisión, aprobación y ejecución de los proyectos.
30
En el país en el marco del Plan del Buen Vivir y las definiciones de pobreza, los derechos del Buen Vivir son el
marco de referencia para agrupar indicadores (Mideros, 2012, citado por Setep, Senplades, 2014), de forma que se
consiga “establecer una particular correlación o vínculo entre causalidades, aproximándonos al conocimiento de la
vulneración o privación de los siguientes derechos: i) agua y alimentación; ii) ambiente sano; iii) comunicación e
información; iv) educación; v) hábitat y vivienda; vi) salud; vii) trabajo y seguridad social”.
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Lineamiento
Estrategias
2.2 Promover la creación de una normativa única, homologada y simplificada para agilitar la
aprobación de viabilidades técnicas, y de viabilidades y licencias ambientales de proyectos
de inversión en agua y alcantarillado.
Lineamiento
Estrategias
Para cerrar este documento hay que plantear que el trazado y revisión realizada plantea un
real reto no solo de tipo conceptual, también es un reto de sentidos y un reto político, que
necesita de entendimientos detallados de las implicancias de las aspiraciones y objetivos
políticos inmersos en la apuesta del DHAS y de sus fuerte vinculación con la pobreza y
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BIBLIOGRAFIA
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Manabí: (2008).
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78 | P á g i n a
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Engineering and Development Centre, Universidad de Loughborough, RU, Organización
Mundial de la Salud, Ginebra- Suiza, 2003.
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