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Capítulo 14

Evaluación de la estrategia
Revisando el desempeño y los resultados y asegurando el rumbo del plan estratégico

La evaluación de la estrategia se refiere a la fase del proceso de la administración estratégica en la


que los ejecutivos de la alta gerencia estudian y evalúa si la estrategia elegida, tal como fue
implementada y ejecutada, alcanza los objetivos propuestos y produce los resultados esperados.
Por medio de este proceso se comparan los objetivos pretendidos –los medios- con los resultados
logrados por la estrategia o los fines. Cuando se diseña la estrategia también esos establecen los
criterios, los indicadores y las mediciones para evaluar sus resultados. Lo importante es vigilar el
desempeño y los resultados, con el propósito de adoptar las medidas correctivas necesarias para
que la estrategia alcance los objetivos deseados.

Como hemos visto en los capítulos anteriores, la ejecución de la estrategia requiere de una
administración inteligente e incluyente del talento humano, para que las personas involucradas
estén siempre preparadas y dispuestas a aplicar lo mejor posible sus conocimientos, habilidades y
competencias. Sin embargo, la ejecución no siempre corresponderá a aquello que la planeación
definió con anticipación. Casi siempre se presentarán cambios, desviaciones, obstáculos,
maniobras y retrocesos acelerados.

Evaluar el desempeño a lo largo de su ejecución y cotejar los resultados de la estrategia


organizacional constituye una tarea sumamente agradable cuando el éxito está garantizado y los
objetivos esperados son alcanzados en su totalidad. También puede constituir una tarea correctiva
e indispensable cuando no se ha conseguido llegar ahí, lo cual, en la práctica, ocurre con una
frecuencia preocupante.

En realidad, la evaluación estratégica debe estar presente en todas las etapas graduales a lo largo
del proceso de la planeación estratégica, a saber:

1. Actitud estratégica: a partir de la nueva naturaleza de la competitividad y de la intención


estratégica como base de todo el proceso estratégico.
2. Administración del conocimiento de la competencia y la organización: a partir del
diagnóstico estratégico del entorno externo e interno de la organización, así como de la
construcción de escenarios futuros con la intención de construir una organización capaz de
aprender continuamente.
3. Concepción de la estrategia: a partir de la política de negocios de la organización y de la
evaluación de posibles modelos dinámicos de cooperación y de competencia.
4. Formulación de la estrategia: a partir de la definición de los objetivos organizacionales
pretendidos y del diseño de estrategias con el propósito de alcanzarlos debidamente. La
inclusión de mediciones e indicadores, para establecer con absoluta claridad los objetivos
que se deben alcanzar, siempre será bienvenida en esta etapa.
5. Ejecución de la estrategia: a partir de la administración estratégica liderada por el
ejecutivo principal y su equipo estratégico, vigilados por el gobierno corporativo, y que
incluya los principios de responsabilidad social y desarrollo sustentable. En esta etapa
siempre deben establecerse los objetivos por alcanzar, los cuales se deben declarar de
manera insistente.
6. Evaluación de la estrategia: implica los procesos de control y evaluación, con el propósito
de garantizar el éxito de la organización para alcanzar sus objetivos. En esta fase es
fundamental medir si se han logrado los objetivos.

En otras palabras, la estrategia no debe ser evaluada tan sólo después de su implementación total,
sino que se debe hacer de manera continua y sucesiva durante el transcurso de todas sus etapas.
La planeación estratégica se diseña y ejecuta de forma que pueda ser evaluada., no sólo en
términos de resultados finales, sino también en términos de comportamiento organizacional. Esto
se realiza a medida que la organización se desplaza y mueve para alcanzar los objetivos y los
resultados, lo que requiere de un sistema de información amplio y dinámico para abastecer el
proceso de decisión de la organización.

Evaluación de la estrategia organizacional


El proceso de evaluación de la estrategia comienza por la evaluación sistemática de la consistencia
del plan estratégico que va mostrándose a lo largo del proceso de la planeación estratégica. Para
efectuar el análisis de esa consistencia se deben considerar algunos aspectos:

1. Consistencia interna: garantizar que las condiciones interna de la organización se ciñan


perfectamente a la planeación estratégica. Para tal efecto es preciso tener interacción
respecto de los siguientes aspectos internos:
 Capacitación constante y desarrollo de las personas de la organización.
 Disponibilidad de los recursos de la organización.
 Estructura organizacional flexible y orgánica que permita la integración y las
conexiones de todas las áreas, los niveles y las personas que participan.
 Escala de valores de los directivos y los empleados para evaluar su desempeño y la
consecución de los objetivos, al tenor de esos valores.
 Cultura organizacional incluyente y dinámica que asegure el compromiso, la
responsabilidad individual y grupal, la motivación y el entusiasmo.
 Estilo de dirección participativo, solidario, estimulante y orientador, basado en la
delegación de atribuciones (empowerment) a las personas y los equipos.
 Gobierno corporativo capaz de asegurar buenas relaciones con los inversionistas
en cuanto a la transparencia y la sustentabilidad del negocio a largo plazo.
2. Consistencia externa: garantizar la interacción del plan estratégico en cuanto a los
aspectos externos siguientes:
 Enfoque en el cliente o el consumidor.
 Orientación hacia el mercado.
 Garantía de que se obtendrán recursos externos (financieros, materiales,
tecnológicos, etcétera).
 Cumplimiento de las leyes vigentes.
 Atención a los competidores y a sus estrategias.
 Atención a la coyuntura económica y política.
 Atención a las expectativas de los grupos de interés.
3. Oportunidades y riesgos involucrados: garantizar las condiciones de la organización para
que pueda aprovechar las oportunidades que surjan o evitar las amenazas y los riesgos
respecto de los aspectos siguientes:
 Financieros.
 Económicos.
 Sociales.
 Políticos.
 Ambientales.
4. Horizonte de tiempo: considerar la ejecución estratégica, básicamente:
 A corto plazo, los impactos recibidos y aplicados en la ejecución de la estrategia.
 A mediano plazo, en relación con las metas que serán alcanzadas.
 A largo plazo, en cuanto a la consecución de los objetivos globales y los resultados
presentados.
5. Aplicación de la planeación estratégica: en términos de resultados a largo plazo:
 Resultados financieros del negocio y rendimiento de la inversión.
 Resultados de la creación de valor para los grupos de interés.
 Resultados para la sociedad.
 Resultados ambientales y para la sustentabilidad

Al mismo tiempo, se bebe recordar que no resulta sencillo llevar a cabo la evaluación del proceso
de la planeación estratégica en las organizaciones, debido a algunos aspectos que complican el
proceso, entre ellos:

1. La implantación y ejecución de la planeación estratégica requiere de un periodo


relativamente largo.
2. Existe un elevado nivel de incertidumbre, pues implica una amplia serie de factores o
variables internas y externas (administración, competencias reunidas, mercado,
condiciones económicas y sociales, disponibilidad de recursos, etc.) que pueden provocar
deviaciones o interrupciones en el curso de acción previsto o deseado.
3. La propia planeación estratégica puede ser alterada o modificada en el transcurso de su
implantación y ejecución. La organización tendría que cambiar su rumbo para aprovechar
las oportunidades que puedan surgir eventualmente o para evitar posibles amenazas o
riesgos.

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