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ARTÍCULO DEL EFECTO DE LUCIFER

CAROL YARITZA ARIAS OCHOA

ID: 555496

UNIMINUTO

ADMINISTRACION EN SALUD OCUPACIONAL

RESOLUCION DE CONFLICTOS

CUCUTA

2019
INTRODUCCION

Este trabajo se realizó con el fin de adquirir conocimientos donde pudo entender que el
conflicto es parte consustancial a la vida cotidiana, y es importante encontrarle solución
productiva a los problemas que enfrentamos a diario. El aprendizaje de habilidades sociales
para conducirlos deviene entonces, en tema mucho más importante que la presencia e
intensidad del conflicto en sí mismo.

Su impacto en la salud y el bienestar de las personas resulta decisivo, pero más trascendente
aún es la forma en que se manejen
LA PUNTA DE LA PIRAMIDE (EFECTO LUCIFER)

El Efecto Lucifer plantea que las situaciones de conflicto viene dadas porque existe una
pirámide de personas e instituciones, en las cuales las personas de la punta piramidal,
pretende dominar a los de abajo. El condicionamiento de la maldad no debe buscarse en las
características individuales de las personas sino en las particulares condiciones que lo
rodean, situacionales y sistémicas que estructuran el entorno en que ellas se encuentran.
Los conflictos de la vida puede generar que muchas personas que son buenas y con
conductas morales estándar logren obtener y sacar actitudes negativas y violentas, esto
puede venir ajustado, por ejemplo, a la injusticias, al abuso de las personas correctas y
otros, y esto viene ajustado a lo que es el efecto lucifer.

Luego, las emociones son esenciales en la negociación, pueden provocar que la misma
tome decisiones correctas o incorrectas, además de esto provoca que la negociación llegue a
su cúspide del éxito o que sea un fracaso.

Por otra parte El efecto Lucifer solo puede ser contrarrestado con determinación. Una
educación de valentía, que afiance el poder de la individualidad, con capacidad reflexiva
para sobreponerse a la imposición de lo colectivo cuando de actos violentos y malvados se
trata y de proporcionar el coraje para contrarrestar la marginación que produce el hacerlo.

Las personas, siendo esencialmente sociales, crean redes y jerarquías al interactuar, que
pueden diluir el pensamiento individual, donde el ‘nosotros contra ellos’ se aprecia como
normal. En 1963, la filósofa alemana Hanna Argent escribió un ensayo sobre la ‘banalidad
del mal’, después de asistir en Jerusalén al juicio de Adolf Eichman, cabeza de la logística
del trasporte del Holocausto, donde seis psiquiatras lo calificaron como un hombre
normal.Philip Zimbardo, profesor de psicología social y ex presidente de la Asociación
Americana de Psicología, parece tener la respuesta sobre un principio general: “Podemos
aprender a ser buenos o malos con independencia de nuestra herencia genética, nuestra
personalidad o nuestro legado familiar”. Esto difiere de manera radical de la perspectiva
habitual de que la ejecución del mal depende de lo disposicional, es decir que depende del
carácter y de rasgos físicos y psicológicos fijos de cada persona. Puede llegar una ideología,
en cumplimiento de órdenes atroces, siguiendo tendencias que etiquetan a otros como
enemigos o frente a otras condiciones colectivas que desconectan la moralidad y los
sentimientos (hinchas extremos, linchamientos, fanatismo).

El profesor probó su hipótesis con un estudio que, en 1971, quebró los pilares de la
inmutabilidad de la personalidad. ‘El experimento de la prisión de Stanford’, como se llamó
el estudio, convocó a jóvenes normales de clase media para analizar su estabilidad física,
psicológica y emocional, mientras eran confinados en una cárcel, asumiendo los roles de
guardias y prisioneros. El proyecto, planeado para durar dos semanas, tuvo que ser abortado
a los seis días ante el dramático realismo que adquirió, con unos prisioneros depresivos y
sumisos ante unos guardias sádicos, abusadores y maltratadores.
Cada día nos vamos dando cuenta cómo la gente buena se vuelve mala, donde profundiza el
análisis del que concluye que cualquier persona, dada la influencia apropiada, puede
abandonar su moral, tornarse violenta o colaborar con la violencia y opresión contra
humanos inocentes. Esto se da, según el autor, por acción directa o por omisión frente a los
atropellos, con lo cual la mayoría sucumbe ante su lado oscuro cuando se da en un
ambiente que le favorece. Todo más allá de la propia responsabilidad de quien no es lo
suficientemente fuerte para defender su opinión y sus valores. Zimbardo insiste en que la
violencia y la maldad del mundo, en este sentido, son responsabilidad de todos. La
psicología social ha recogido estos conceptos, y, ante la imposibilidad de definir el bien y el
mal en términos absolutos, se acepta que aunque todas las personas tendrían un lado oscuro,
lo que las hace buenas es la capacidad de resistirse a él.

El efecto Lucifer solo puede ser contrarrestado con determinación. Una educación de
valentía, que afiance el poder de la individualidad, con capacidad reflexiva para
sobreponerse a la imposición de lo colectivo cuando de actos violentos y malvados se trata
y de proporcionar el coraje para contrarrestar la marginación que produce el hacerlo. La
base está, según el profesor de psicología social Philip Zimbardo, en afirmarse en los
valores y en ser coherente con la ética. La capacidad de negarse a una orden inmoral,
aunque el entorno aliente y favorezca lo contrario, debe imponerse. Retomar la unicidad
como seres humanos es la vía más rápida para convertirse en “héroes”, dice Zimbardo. O al
menos para que el mister Hyde, que llevamos dentro, aparezca menos en escena. Las
personas, siendo esencialmente sociales, crean redes y jerarquías al interactuar, que pueden
diluir el pensamiento individual, donde el ‘nosotros contra ellos’ se aprecia como normal.
Ante órdenes superiores, el individuo puede considerar válida no solo una acción violenta,
sino su desborde. Cuando las jerarquías se pierden ante un hecho violento, un individuo
puede hacer valer su derecho a expresar mayor violencia. Además, cuando se deshumaniza
el entorno, y ante la amenaza, los individuos pueden responder con violencia con la
‘tranquilidad’ de que lo hacen en legítima defensa. Bajo presión y ante la necesidad de
formar parte de un grupo, los límites se pueden desdibujar y un bondadoso se torna
malvado.
EL APRENDIZAJE QUE OBTUVE CON LA ELABORACION DEL ARTICULO

Del articulo puedo decir que las conductas y las malas reaaciones que tienen las personan
que generan conflictos son a veces debido a la jerarquia que hay en el mundo, ya que los de
la punta de la piramide , los que son llamados personas de poder quieren opacar a los de
mas abajo de la piramide , y esto genera en la persona primeramente un conflicto interno
por querer estar en la posicion mas alta , y como consecuencias llega la frustaracion y
genera rabia y conflicto con los demas y preferimos tomar la justicia por nuestras manos sin
pensar en el daño que le causamos a los demás y a nosotros mismos.

Somos seres humanos que no estamos acostumbrados a contar hasta 10 y respirar,


calmarnos y pensar bien las cosas antes de actuar o hablar y mas en este mundo que esta
lleno de maldad ,ambicion, envidia y egoismo.
BIBLIOGRAFIA

 WWW.WIKIPEDIA.COM

 https://ebookcentral.proquest.com/lib/bibliouniminutosp/detail.action?
docID=3429476#goto_toc

 https://upanacollipsicopatolcrim19622013.files.wordpress.com/2013/11/zimbardo-
philip-el-efecto-lucifer.pdf

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