Una buena salud mental

en la Niñez
Es definida como la capacidad que tiene un niño
para poder experimentar, regular y expresar sus
emociones, asegurar unas buenas relaciones
interpersonales, explorar el entorno y aprender
todo lo necesario en el contexto de la familia, la
comunidad y la cultura. Es decir, una buena
salud mental infantil es sinónimo de un buen
desarrollo social y emocional.
Principales motivos que pueden
alterar la salud mental del
niño:
- Ser víctima de acoso escolar.
- La no adaptación en el centro educativo.
- Ser testigo de violencia en la familia.
- Haber sido víctima de un abuso sexual o haber sufrido
agresiones físicas y/o psicológicas por parte de sus
progenitores o cuidadores.
- No sentirse querido por sus principales figuras de
apego y no recibir cariño de los mismos.
- Sufrir la separación traumática y tormentosa de sus
padres en la que ambos han llegado a las manos, se han
insultado, humillado, despreciado, etc.
- Haber sufrido la muerte de un ser querido o haber sido
testigo de cómo alguno de los progenitores ha
enfermado (cáncer, trasplantes, etc.).
- Estar hospitalizado durante períodos largos de tiempo
por enfermedad.
- Tener un problema psicológico, un trastorno
psiquiátrico o enfermedad mental.
 Síntomas que pueden indicar
problemas de salud mental en
los niños
Podemos empezar a sospechar que el niño no goza de
una óptima salud mental cuando:
- No muestra interés por interactuar con las personas de
su entorno.
- No establece relaciones positivas con su grupo de
iguales ni tampoco con los adultos.
- Cuando hay retraimiento o aislamiento social.
- Alteraciones en el sueño y en la alimentación.
- No tiene curiosidad por aprender ni explorar el entorno
en el que se desenvuelve.
- No experimenta, regula ni expresa sus emociones de
manera adecuada.
- Manifiesta un comportamiento que llama la atención
(se muestra retraído, aislado o por el contrario se
muestra agresivo y desafiante, etc.).
- Irritabilidad, muestras frecuentes de ira.
- Se auto lesiona (se muerde, se golpea, se araña, etc.).
- Muestra sentimientos de tristeza o melancolía la
mayor parte del tiempo.
- Se siente constantemente preocupado, ansioso.
- Repite conductas más comunes en niños de menor
edad como incontinencia urinaria en la cama, durante
mucho tiempo.