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Como no debe

jugarse al ajedrez
UN MÉTODO SIMPLE, CLARO Y LÓGICO
DE DIRIGIR LAS PARTIDAS

EUGENIO ZNOSKO - BOROVSKY

Edición Digital Algebraica:


Prof. José Luis Matamoros B.

EDICIONES HACHE - EFE


COMO NO DEBE
JUGARSE AL AJEDREZ
COMO NO DEBE
JUGARSE AL AJEDREZ

Un Metodo Simple, Claro y Lógico de Dirigir las Partidas

por
E. ZNOSKO - BOROVSKY

9º EDICIÓN

Edición Digital Algebraica:


Prof. José Luis Matamoros B.

Septiembre 2019

Buenos Aires - Argentina


Copyright © by EDICIONES HACHE EFE
PREFACIO
(De la cuarta edición)

El notable didacta y maestro ruso, Eugenio Znsko-Borovsky, colabora-


dor infatigable y permanente de la revista argentina de ajedrez “CAISSA”,
en un lapso ininterrumpido de 16 años, es figura harto ya conocida, de
todos los aficionados del mundo entero, como para que nosotros caigamos
en la redundancia de hacer elogio en tan breves líneas.
Queremos significar, con esta cuarta edición, la labor de este prolífico
maestro, labor que, en calidad y cantidad, solo encuentra una semejanza
con Lëvenfisk, el teórico más profundo del ajedrez soviético.
Obtuvo su título de maestro internacional en Núremberg 1906, donde
compartió premios y honores con los famosos jugadores, doctores Tarrash
y Vidmar.
Como didacta, su obra cumbre, ha sido la metodización sistemática
de los problemas que se presentan en el medio juego, “The Midle Game of
Chess (Edición británica “Bell”), sin contar con “Tratado completo de las
aperturas” (edición castellana de la Editorial Grabo), los libros en lengua,
“Capablanca y Alekhine”, “Capablanca”, etc.
Últimamente, también, la Editorial Grabo, publicó en castellano
sus obras “Teoría y Práctica de las Celadas en las Aperturas” y “Cómo
Conducir los Finales”, esta última en dos tomos, y está preparando la edi-
ción en castellano de “El Medio Juego en Ajedrez” (1), obras de las cuales
se hicieron varias ediciones en diversos idiomas.
Como periodista, fue el sucesor de Tchigorin, el genio eslavo, en “No-
voe Nremja”, y sus colaboraciones han inundado prácticamente las revistas
de ajedrez en el mundo entero.
Lógicamente, esperamos que los aficionados argentinos sapan valorar
no solo este esfuerzo editorial (cuarta edición), sino hasta en compren-
der hasta en sus mínimos detalles, la guía segura y práctica que significa
“Cómo no debe jugarse el ajedrez”.
Los Editores.

(1) Esta obra ya publicada en castellano, se puso en venta en el año 1965.


-I-
Como no Debe Jugarse al Ajedrez

No creáis ver ningún deseo de constantemente y ... ¡qué difícil es!


originalidad en la elección del títu- Se cometen a menudo las mismas
lo de esta conferencia. Pero todo el faltas, se cae en celadas archicono-
mundo ensena cómo se debe jugar cidas; esto se observa frecuente-
el ajedrez, y ¿se puede estar verda- mente y por lo tanto no puede po-
deramente satisfecho del resultado nerse en duda.
de su esfuerzo? Una renovación en He aquí un ejemplo de un error
la enseñanza del ajedrez me parece, que se comete eternamente:
pues, indispensable. Es así que yo
he querido encarar la cuestión des- Diagrama Nº 1
de otro punto de vista. Antes de ha-
cer santos, ensenaremos los medios
de no pecar.
Me reprochareis, tal vez, des-
pués de leer mi pequeña conferen-
cia, de haber enseñado también,
como tantos otros, a jugar bien al
ajedrez. En efecto, “todo consejo
negativo, debe conducir a una con-
clusión positiva”. Evitar los errores
para llegar a jugar bien.

EVITAD LOS ERRORES


Evitar los errores, este es el Después de las jugadas 1.e4
principio, pero también el fin del e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥c4 d6 4.d4 ¥g4
conocimiento en ajedrez. 5.¤c3 h6 6.dxe5 ¤xe5; llegamos a
Es suficiente no cometer erro- la posición del diagrama.
res, para estar seguro de vencer Se dice que esta combinación
-1-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
llamada “mate de Legal”, ha sido Diagrama Nº 2
publicada por primera vez en 1847.
Repetida en seguida varias veces, se
encuentra actualmente en todos los
tratados. Se puede, pues, suponer
que la conocen todos los aficiona-
dos y que en una celada tan grosera
no puede caer ya nadie. ¡Error! To-
davía sigue teniendo éxito. Todos
los que dan sesiones de partidas si-
multaneas han tenido siempre oca-
sión de aplicarla. ¡Hay que deducir,
en conclusión, que muchos jugado-
res ignoran el “mate de Legal” ¡No!,
En esta posición Morphy efec-
ellos lo conocen, pero caen en él tuó la soberbia combinación que
porque no han pensado jamás que sigue:
este mate pudiera serles aplicado 10.¤xb5 cxb5 11.¥xb5+
algún día. (1). ¤bd7 12.O-O-O ¦d8 13.¦xd7
El caso no es excepcional. He ¦xd7 14.¦d1 £e6 15.¥xd7+
aquí otro ejemplo: la brillante par- ¤xd7 16.£b8+ ¤xb8 17.¦d8
tida ganada por Morphy en Paris mate.
en un palco del Teatro de la Opera, El error primitivo de las Ne-
durante una representación de “El gras ha sido cometido en la terce-
Barbero de Sevilla”. ra jugada, e hizo perder la partida.
La combinación de Morphy es tan
Defensa Filidor bella y tan conocida, que dicho
Blancas: Morphy error no debiera haberse repetido
Negras: Duque de Brunswick y jamás. Pues bien, en mis sesiones
Conde de Isouard de simultaneas he podido jugar fre-
cuentemente esta variante, contra
1.e4 e5 2.¤f3 d6 3.d4 ¥g4 aficionados que estaban lejos de ser
4.dxe5 ¥xf3 5.£xf3 dxe5 6.¥c4 principiantes.
¤f6 7.£b3 £e7 8.¤c3 c6 9.¥g5 Sería injusto suponer que los
b5 jugadores en cuestión no habían
visto nunca la partida de Morphy;

-2-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
al contrario, todos ellos la habían proseguir innumerables veces con
visto muchas veces, pero la habían 4. ... ¥e7, o 4...¤bd7.
olvidado porque nadie les ha expli- Ellos juegan indistintamente
cado las razones por las cuales la una u otra, sin preocuparse de su
combinación ha sido correcta. Vale significación, sin saber que
más comprender la combinación 4...¤bd7, es una linda celada
de Morphy, que aprenderla de me- que puede llevar a una combina-
moria, porque ella puede producir- ción decisiva.
se en otras posiciones después de
distintas jugadas iniciales. Diagrama Nº 3
(1) La misma combinación
puede ser hecha así: 1.e4 e5 2.f4
d6! 3.¤f3 ¤c6 4.¥c4 ¥g4 5.¤c3
¤d4 6.¤xe5! ¥xd1 7.¥xf7+ ¢e7
8.¤d5 mate!

NO HAGAIS LAS PRIME-


RAS JUGADAS AUTOMATICA-
MENTE, SIN REFLEXIONAR
Resulta, de acuerdo con lo que
acabamos de decir, que las prime-
ras jugadas de las diferentes aper-
turas no deben ser hechas automá-
ticamente y sin conocer su fin. El diagrama Nº 3 muestra la
Los aficionados repiten ciertas posición después de esta jugada. Se
jugadas, que han visto en partidas ve fácilmente que las blancas pue-
de grandes maestros, sin profun- den ganar un peón, aprovechando
dizarlas, ignorando las debilida- que el caballo en f6 está clavado,
des que encierran, sus peligros, así por cuya razón no defiende el peón
como sus amenazas. Una sola juga- dama. ¿Por qué, pues, las blancas
da nueva, aunque sea débil, basta no lo ganan jugando 5.cxd5 exd5
para desorientarlos. La apertura 6.¤xd5?
de peón dama, comenzada como ¿Por qué razón no juegan eso?
sigue, es conocida por todos: 1.d4 ¿Es que no lo quieren? ¿Será en-
d5 2.c4 e6 3.¤c3 ¤f6 4.¥g5. Los tonces un error? ¿Dicho error radi-
aficionados han visto a las negras ca en el último movimiento de las

-3-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
negras? ocupan más de variantes que de la
Muchos aficionados, jugando comprensión del juego, y de incul-
entre ellos, no ven ni siquiera la car ideas ajedrecísticas basadas so-
ganancia del peón, y si las blancas bre sus leyes.
se deciden a esta toma, las negras La perfección de la enseñanza
serian derrotadas y criticarían a los no consiste por lo tanto en acumu-
maestros que les hacen incurrir en lar variantes que el lector trata va-
errores semejantes. He aquí la res- namente de retener, sin compren-
puesta de las negras: 6. ... ¤xd5 der la mitad de ellas. La confusión
(sacrificio de dama) 7.¥xd8 ¥b4+, se produce en su espíritu y se desa-
y no teniendo el Rey blanco ningu- nima. No podéis aprender vosotros
na retirada, es la dama que debe cu- todas las variantes y subvariantes,
brir el jaque, 8.£d2 ¥xd2+ 9.¢xd2 aunque tengáis una memoria ex-
¢xd8, y las negras, habiendo recu- celente; y aunque algún aficionado
perado la dama sacrificada, quedan logre retener la mayor parte de las
con una pieza de ventaja. variantes que le son mostradas, se
Nosotros podríamos afirmar encontrara impotente cuando su
que de 100 aficionados que juegan adversario lo sorprenda con una
4...¤bd7, hay 99 que ignoran que jugada nueva. ¿Cómo refutarla? El
jugando así sacrifican la dama, por aficionado no puede encontrar una
lo que se guardarían muy bien de respuesta satisfactoria. Se guía por
hacerlo (1). las jugadas que ha aprendido, pero
(1) La misma combinación cuyo sentido no le ha sido explica-
se presenta también en la apertu- do, se conduce “a ciegas” y aunque
ra siguiente: 1.e4 d5 2.exd5 £xd5 llegue felizmente al fin de esas va-
3.¤c3 £d8 4.d4 ¤c6 5.¤f3 ¥g4 riantes, no sabe qué hacer después.
6.d5 ¤e5 7.¤xe5 ¥xd1 8.¥b5+ c6 Las blancas están mejor, dice
9.dxc6, y las blancas ganan. su libro. Muy bien, pero... ¿qué ha-
cer con esa ventaja? He aquí lo que
NO APRENDAIS LAS VA- no le han enseñado. Puede uno ex-
RIANTES DE MEMORIA. — trañarse, después de haber cons-
TRATAD DE COMPRENDER- tatado un método tan perjudicial,
LAS de ver muchos aficionados, que, a
Otro punto importante. De pesar de gustar mucho del ajedrez,
acuerdo a lo que conozco, la mayor lo abandonan en seguida completa-
parte de los manuales de ajedrez se mente, diciendo que es demasiado

-4-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
difícil, o lo continúan practicando 7.¤c3
bien o mal no tomando ningún es- Diagrama Nº 4
tudio teórico.
Nuestra tarea está, pues, bien
definida: hacer el estudio de ajedrez
menos arduo. “Keep smiling”, dicen
los americanos.
***
Ciertamente, todo en ajedrez
no es comprensión. Es menester
aprender su ciencia. Se evita así
una considerable pérdida de tiem-
po. Porque las variantes, las combi-
naciones, las celadas complicadas
que se presentan en el transcurso
de una partida no pueden ser ana- Parece que la última jugada de
lizadas, por un aficionado de fuerza las blancas no ha cambiado en nada
media, en el brevísimo tiempo de la posición y que las negras pueden
que dispone. Pierde, pues, cuando continuar su desarrollo normal con
le bastaría conocer una sola varian-
7. ... O-O. Pero es precisamente
te para salir bien del paso.
con ese movimiento que las negras
***
En la apertura Ruy López se en- caen en la celada, pues el peón e4
cuentra una celada, conocida bajo de las blancas está ahora defendido
el nombre del Dr. Tarrasch, que se dos veces, de manera que el adver-
jugó integra en el Torneo Interna- sario pierde un peón o una, pieza o
cional de Fráncfort en 1881, contra la calidad.
un fuerte jugador, lo que demuestra La partida continuó así:
cuán difícil es verla. No debe igno- 7. ... O-O 8.¥xc6 ¥xc6
rarse hoy esta celada.
9.dxe5 dxe5 10.£xd8 ¦axd8
(Si 10...¦fxd8 11.¤xe5 ¥xe4
Ruy López
Blancas: Dr. Tarrasch 12.¤xe4 ¤xe4 13.¤d3 f5 14.f3
Negras: G. Marco ¥c5+ 15.¢h1) 11.¤xe5 ¥xe4
1.e4 e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 d6 12.¤xe4 ¤xe4 13.¤d3 f5 14.f3
4.d4 ¥d7 5.O-O ¤f6 6.¦e1 ¥e7 ¥c5+ 15.¤xc5 ¤xc5 16.¥g5 ¦d5

-5-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
17.¥e7 ¦e8 18.c4 y ganan. pero no tratan de ganarlo, sino en
Podemos sin dificultad expli- ciertos casos donde el negro juega
car el sentido de esta celada; pero mal.
cuanto más fácil es recordar que en Aun los principios más genera-
el momento en que peón e4 de las les, que no pueden ser discutidos,
blancas esta defendido dos veces, es dan lugar a confusiones de las más
forzoso, antes de continuar el desa- penosas para, un principiante. Un
rrollo normal, cambiar los peones aficionado me pregunto una vez, si
en d4. Esta celada célebre, que no el principio que dice: que no debe
exige menos de once movimientos, jugarse una misma pieza más de
queda así evitada. una vez en la apertura “era exacto”.
Yo respondí afirmativamente. ¿Es
NO CREAIS EN TODO LO verdad que la Ruy López es una de
QUE SE DICE. CRITICAD VE- las aperturas mejores? Si. Sin em-
RIFICAD, RAZONAD bargo, en las primeras jugadas de
No es necesario creer además esta apertura, el alfil de rey blanco
que sea muy fácil explicar el juego juega, por lo menos, 4 veces: 1.e4
de ajedrez. e5 2.¤f3 ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥a4
No es preciso extrañarse de la ¤f6 5.O-O ¥e7 6.¦e1 b5 7.¥b3
abstención que hacen los manuales d6 8.c3 ¤a5 9.¥c2 O-O, etc. Pero
de este punto de vista. las negras, al rechazar el alfil blan-
Las reglas más simples tienen co, han debilitado sus peones y han
numerosas expresiones. Las ideas jugado dos veces su caballo para
más exactas pueden ser refutadas colocarlo allí. No se puede en aje-
por combinaciones accidentales. drez obtener todo por nada.
Después de 1.e4 e5 2.¤f3, se En todas las cosas hay que ir de
dice a menudo que el objeto de esta lo simple a lo compuesto, en un or-
última jugada es ganar el peón rey den natural. Esto es tanto más fácil
negro. O si las blancas lo toman en el ajedrez cuanto que su cons-
3.¤xe5, las negras lo recuperan trucción es más lógica y podemos
bien pronto con 3. ... £e7 4.¤f3 distinguir en el tres grados.
£xe4. Las blancas jugando 2.¤f3
atacan al peón rey, lo amenazan,
-6-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
¿QUÉ ES EL AJEDREZ? que podemos estudiar; conocer
Nuestro juego se basa sobre le- bien estas leyes es estar en condi-
yes mecánicas o matemáticas de un ciones de adquirir el sentido de las
fácil estudio y que no tienen nada posiciones, si no con la rapidez y la
de especialmente ajedrecístico. sutileza de un maestro; al menos
Estas leyes no dependen ni de lo suficiente para defenderse bien.
los gustos, ni de las opiniones, ni de En cuanto a las combinaciones, la
la moda; no se discuten y deben ser imaginación es indispensable. Pero
aplicadas por el maestro como por aun ahí podemos estudiar las ideas
el alumno. primitivas de las combinaciones;
En seguida vemos la lucha de las condiciones que hacen a estas
las ideas que representa verdade- correctas; las relaciones entre las
ramente el ajedrez. Para estudiarlas posiciones y las combinaciones.
tampoco es necesario ningún don Como nos dirigimos en este
especial. Son muy lógicas, de suerte artículo a los principiantes, deje-
que cualquier hombre de inteligen- mos estas cuestiones de lado, y no
cia mediana puede comprenderlas consideremos sino los elementos
perfectamente. Es verdad, sin em- primordiales del juego indispensa-
bargo, que en el ajedrez como en la bles a los más novicios.
vida nada es más difícil que confor-
marse a la lógica. EN EL AJEDREZ, COMO EN LA
Por fin, en un plano superior GUERRA, LAS CONSIDERA-
tenemos el don de las combinacio- CIONES TOPOGRÁFICAS SON
nes y de la comprensión de las posi- DE PRIMORDIAL IMPORTAN-
ciones, en ellas reside toda la poesía CIA
del juego; es ahí donde el genio se
manifiesta, naturalmente estos do- En nuestra opinión, antes de
nes esencialmente personales no estudiar las piezas hay que estudiar
pueden ser aprendidos. el terreno sobre el cual se mueven:
Sin embargo, podemos ayu- el tablero.
dar a los aficionados en esta parte ¡Creéis que no haya nada que
de nuestro juego. La comprensión decir por qué se compone de 64 ca-
de la posición está basada en leyes sillas iguales? La posición respec-
-7-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
tiva de esas casillas las vuelve muy timársele sino por el análisis de la
desemejantes entre sí. Las casillas posición.
del centro tienen una importancia Por el momento contentémo-
muy diversa de aquellas de los bor- nos con saber que las piezas son
des del tablero. tanto más fuertes cuanto más
Las piezas que se hallan en un próximas se hallan del centro.
costado del tablero no pueden sino
difícilmente trasladarse al otro NO ABANDONÉIS EL CENTRO
lado, mientras las que se hallan en A VUESTRO ADVERSARIO
el centro dominan to do el tablero.
Otro motivo que valoriza el cen- Ya que debemos esforzarnos
tro es el hecho de que un caballo, en hacer converger nuestras pie-
p. ej., que se sitúa en a1 no puede zas hacia el centro, la táctica de las
jugar sino a c2 y b3. Colocadlo en aperturas se encuentra explicada:
b2, puede jugarse entonces a 4 casi- adelanto de los peones del centro,
llas diferentes; pero en c2, es a seis ocupación de los puntos centrales
casillas que puede trasladarse; en con las piezas. No preguntéis más
fin, estando en el centro tiene ocho entonces por qué no se adelanta el
casillas a su disposición. Esta pieza peón a en primera jugada. Por cier-
aumenta en poder a medida que se to, que esta jugada no os haría per-
aproxima al centro. der la partida, pero no tiene nin-
Lo mismo resulta con todas las gún sentido y permitiría a vuestro
piezas; en condiciones iguales, por adversario ocupar las casillas más
otra parte, el jugador que tiene sus importantes.
piezas en el centro tiene ventaja. La ocupación de las casillas
Resulta de estas observaciones centrales es de capital importancia.
que el valor de las piezas es varia- En. las aperturas llamadas hiper-
ble. Cuando se calcula el valor de modernas —con fianchetto de los
la dama en 10, de la torre en 5, del alfiles— es la ocupación del centro
caballo o alfil en 3, etc., no se hace lo que se persigue.
sino indicar un término medio. Los alfiles se apoderan de las
En realidad, el poder de una pieza grandes diagonales porque es-
varia a cada instante: no puede es- tas atraviesan el centro. Ocupar el
-8-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
centro no quiere decir solamente poder de un alfil está muy restrin-
colocar en él nuestros peones. No; gido en una diagonal ocupada por
es suficiente muchas veces el ame- las piezas y, sobre todo, por los peo-
nazarlo e impedir al adversario que nes inmovilizados. Buscad, pues, de
coloque sus piezas en él. abrir las líneas ocupadas por vues-
Cuando se colocan las piezas tras piezas. Una torre en una línea
en el centro desde la apertura, ellas abierta es más fuerte que la misma
pueden ser cambiadas o desaloja- pieza en una columna cerrada y de
das. Es. entonces razonable prepa- 2 torres que ocupan líneas abiertas
rar la ocupación amenazando pri- es la que ocupa la más importante,
mero las casillas centrales. la que tiene mayor poder.
Comprendéis ahora por que los
NO ABANDONÉIS LAS LÍNEAS jugadores se empeñan en abrir una
ABIERTAS APODERADOS línea y ocuparla; es necesario para
DE ELLAS aumentar el poder de las piezas. Se
entiende que todas estas considera-
Las casillas forman líneas ver- ciones se desvanecen frente a una
ticales, horizontales y diagonales; combinación ganadora; pero en se-
las líneas de mayor extensión son mejante caso, una pieza de mas no
las más importantes, lo mismo que vale nada, y sin embargo siempre
las que atraviesan el centro. Hay, diréis que es preferible poseerla.
pues, que ocuparlas con las piezas Por consiguiente, cuando no
que dominan esas líneas. Hagamos veáis ninguna maniobra ganadora,
notar que el peón, no amenazando tratad de apoderaros del mayor nú-
más que 2 casillas, no domina nin- mero de casillas posibles fortifican-
guna línea. Lo mismo el caballo; no do vuestra posición.
da sino saltos de limitada acción. Por un simple examen del ta-
Pero la ocupación de las líneas ver- blero, hemos llegado a conclusio-
ticales es tan importante para las nes importantes que constituyen la
torres como la de las líneas diago- base de la estrategia. Confesad que
nales para los alfiles. todo esto es simple y no necesita de
Es evidente que estas líneas de ningún don especial para ser pues-
ocupación deben ser abiertas. El to en práctica. Debéis saber ahora
-9-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
quién es el más fuerte en todo mo- miga.
mento, pues es suficiente examinar Los peones, no pudiendo re-
la fuerza de cada pieza. troceder, dejan débiles todas las
casillas detrás de ellos. Esas casillas
NO CREÉIS EN VUESTRO JUE- no defendidas y particularmen-
GO CASILLAS DÉBILES DE LAS te peligrosas se llaman “agujeros”.
CUALES PUEDA APODERAR- Vuestras piezas deben instalarse en
SE EL ENEMIGO ellos. Se ve por lo que antecede, que
una casilla fuerte sobre el tablero
El peón, la más débil de todas vacío puede tornarse débil sobre
las piezas, es a veces muy peligro- el tablero ocupado por las piezas.
so, porque la pieza que ataca está La casilla e5 es fuerte, pero pue-
obligada a retirarse. Debéis, pues, de volverse débil y las piezas que
colocar vuestras piezas en casillas la ocupen ser más débiles que en
que estén al abrigo del ataque de los otra casilla. Esto no significa evi-
peones. No podéis pretender que dentemente que la teoría es falsa,
una de vuestras piezas ocupe cierta sino que la posición se ha debilita-
casilla, si puede ser desalojada por do. Para valorar la fuerza de vues-
un peón. Al contrario, si esa casilla tras piezas es necesario, pues, que
no está amenazada por un peón, se tengáis en cuenta no solamente la
torna peligrosa para vuestro adver- importancia de las diversas casillas,
sario y llena de recursos para vues- sino también, y sobre todo, su im-
tro juego. Si hay una casilla débil portancia en la posición actual.
en el campo adversario, esforzaos,
pues, en ocuparla. Esta casilla será NO PERDÁIS NINGÚN
tanto más peligrosa cuanto más TIEMPO
avanzada se encuentre en el campo
enemigo. Un caballo en e5 amena- Las piezas de ajedrez se mue-
za a la vez 4 casillas importantes del ven en el espacio (el tablero) y el
campo enemigo: c6, d7, f7, y g6, y tiempo (las jugadas). Se puede ga-
paraliza en esta forma al adversario. nar tiempo y espacio en la misma
Un peón en e6, amenaza d7 y forma que se ganan piezas. Hemos
f7, y corta en dos la position ene- visto que se gana espacio ocupando
-10-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
casillas importantes. Se gana tiem- Tenemos por ejemplo esta va-
po aventajando al adversario en el riante del Ruy López: 1.e4 e5 2.¤f3
desarrollo o en el ataque. Si jugáis ¤c6 3.¥b5 a6 4.¥a4 ¤f6 5.O-O
el alfil de cl a g5 y lo retiráis en se- ¤xe4 6.d4 b5 7.¥b3 d5 8.dxe5
guida a f4, perdéis evidentemente ¥e6 9.c3 ¥e7. Contemos en cuan-
un tiempo, pues podíais jugar di- tas jugadas esta posición puede ser
rectamente ¥f4. Si vuestro adversa- construida.
rio ha jugado bien mientras hacíais De parte de las blancas: 3 juga-
estas dos jugadas, os daréis cuenta das de peón, 2 de alfil, 1 de caba-
que su posición es más fuerte que la llo, 1 para el enroque: o sean siete
vuestra. La pérdida de tiempo que movidas. De parte de las negras;
acabamos de indicar salta a la vis- 3 jugadas de peón, 2 de alfil, 3 de
ta, pero en la práctica se cometen caballo: o sean 8 jugadas. De las 9
faltas parecidas sin darnos cuenta, movidas efectuadas en realidad, las
porque las dos jugadas no se siguen negras han hecho 8 para llegar a
inmediatamente. En la misma for- esta posición, mientras las blancas
ma se puede perder tiempo cam- solamente 7. Las negras, pues, han
biando una pieza que ha jugado perdido un tiempo.
varias veces contra una que no se Acabamos de hacer un análisis
ha movido. Si en un cambio vues- exterior, mecánico de la posición.
tro adversario, al retomar vuestra
pieza, desarrolla una nueva, gana
también un tiempo y esto le da una
ventaja para todas sus empresas.
¿Cómo recordar, en un mo-
mento dado, si habéis ganado o
perdido tiempo? Para la ganancia
de material no hay más que contar
las piezas. Para la ganancia de es-
pacio se cuentan las casillas impor-
tantes. Para la ganancia de tiempo
hay que contar las jugadas útiles
hechas por una y otra parte.
-11-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
NADA SE CONSEGUIRÁ SIN de su fuerza. Examinad todo lo que
EL ANÁLISIS DE LA hay sobre el tablero, fijaos en las
POSICIÓN piezas bien colocadas, en aquellas
que están en malas ubicaciones, y
Se me ha preguntado a menu- evaluad así las fuerzas enemigas.
do: ¿es realmente necesario hacer el Ved en seguida el valor de las dis-
análisis de la posición? Y contesto: tintas casillas. Llegareis así a saber
este análisis es indispensable. Se me cuál es el que ha ganado tiempo y
ha dicho también: yo estaba segu- espacio. Si este análisis da por re-
ro de tener la mejor posición, pero sultado que tenéis la ventaja, per-
no sabía qué hacer; entonces jugué maneced tranquilos. Podréis jugar
mal y perdí. Y contesto: ¿habías para ganar. Si el análisis demuestra
analizado bien la posición? que tenéis alguna debilidad, sed
¿Sabíais, pues, con exactitud en prudentes y atentos.
qué consistía esa superioridad? Sa- Un análisis de esta clase puede
biéndolo, no podíais ignorar lo que ser hecho en todas las fases de la
había que hacer. partida, pero como requiere tiem-
No es suficiente, pues, saber po, no debe reiniciárselo a cada
que uno está mejor o peor que el momento sin necesidad. Hacerlo
adversario: es necesario saber y con frecuencia, sin embargo, es de
comprender en que consiste la ven- gran utilidad porque así se confir-
taja o la inferioridad. Si se está me- ma si nos encontramos o no en el
jor puede tomar la iniciativa, jugar buen camino. Ocurre muchas ve-
para el ataque. Si uno se encuentra ces que un jugador, teniendo su-
inferior, deberá defenderse. Con perioridad, comienza un ataque
una gran superioridad, ataque vi- y lo continua aun cuando aquella
gorosamente. Con una pequeña superioridad ha desaparecido. Las
ventaja, hay que ser prudente y ju- mejores jugadas no han sido efec-
gar lenta y cuidadosamente. tuadas por el, o si no, el adversario
Un análisis completo de la po- se ha procurado ciertas posibilida-
sición es una tarea larga y difícil. des por medio de movidas que no
Comenzad por el análisis mecánico han sido apreciadas en su justo va-
o exterior, que no depende en ma- lor. Sin superioridad posicional, el
nera alguna del gusto, de las opi- ataque es injustificado. Continuar
niones de los jugadores, ni siquiera entonces ese ataque es precipitar la
-12-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
derrota. Luego vienen las lamenta- NO DEJÉIS NINGUNA
ciones. No se comprende la razón PIEZA SIN RELACIÓN
de la catástrofe. Un simple análisis, CON LAS OTRAS
realizado en buen momento, habría
descubierto el peligro. Ved ante todo si vuestras piezas
¿Habéis comprendido hasta tienen una función que cumplir, si
qué punto es necesario analizar la pueden ocupar casillas o líneas
posición? Sin temor de descorazo- más fuertes. Aunque se encuentren
naros puedo deciros que el análisis bien colocadas, puede ser que no
exterior no es más que la primera tengan ninguna movida buena que
parte de un análisis completo. Des- realizar, que estén imposibilitadas
pués de haberlo hecho, es menester de alcanzar otras casillas más im-
pasar al análisis dinámico o inter- portantes o de cooperar con otras
no. piezas. Es preciso y esencial orga-
Supongamos que habéis mo- nizar esa trabazón entre las piezas.
vido un peón torre hasta la quinta Pensad en ello: una pieza aislada
casilla. Ese peón se ha vuelto débil. que no aporta a las demás ningu-
El tiempo que podéis haber ganado na ayuda, puede ser causa bastante
con ese avance es ilusorio y las ca- para una derrota.
sillas fuertes que podéis ocupar no Después del doble análisis re-
sirven para nada si el adversario se comendado, veréis fácilmente que
encuentra en condiciones de daros particularidad presenta cada po-
mate. Lo mismo pasa con el mate- sición. La búsqueda de esa par-
rial. ¿De qué sirve ganar una pieza ticularidad constituye el análisis
si vuestro adversario obtiene un individual. Los grandes jugadores,
ataque irresistible? Vuestro análi- que tienen dotes especiales para
sis mecánico ha sido posiblemente el ajedrez y una profunda expe-
correcto, pero no suficiente. Es me- riencia, no realizan generalmente
nester completarlo con el análisis más que ese análisis personal; pero
interno que permite valorar las ga- olvidando los detalles interiores
nancias y las perdidas. Este análisis, y exteriores, caen a veces en gra-
aunque un poco más delicado, no ves errores. Debéis saber que esos
ofrece grandes dificultades, cuando grandes jugadores no aprecian de
se hace inmediatamente después la misma manera las posiciones
del otro. que se producen en sus partidas.

-13-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
En consecuencia, sed prudentes: NO JUGUÉIS DEMASIADO
haced vuestro análisis en el orden RÁPIDAMENTE
que acabamos de exponer; exterior
primero, interior en seguida, y para El novicio es a menudo impa-
concluir, el análisis individual. No ciente. Quiere alcanzar su objetivo
olvidéis que este examen es tanto sin dilaciones. Olvida el trabajo
más necesario cuanto carecéis de analítico, no ve las particularidades
experiencia. de la posición, las diferencias entre
Vuestro juicio será de ese su juego y el de su adversario, las
modo sólidamente fundamenta- debilidades las amenazas, las “chan-
do, porque las leyes mecánicas no ces” recíprocas. Resultado: pierde
las partidas que podría salvar. So-
pueden equivocarse. Repetíos, por
lamente un buen jugador puede ver
fin, que solamente el análisis per-
de un vistazo lo que tiene que ha-
mite descubrir la idea característica
cer. El novicio no puede lograr un
de una posición, su particularidad, juego seguro sino después del largo
para que podáis guiar vuestro jue- análisis que acabamos de indicar.
go. El gran maestro Janowski con- Hasta para elaborar combinaciones
ferenciaba un día que él jugaba sus ese trabajo es indispensable.
partidas simultaneas tan bien como He aquí un ejemplo que de-
las partidas serias. “Veo inmediata- muestra hasta qué punto el análisis
mente la jugaba buena —decía—. puede guiar al jugador.
La diferencia está únicamente en En la posición siguiente (dia-
que en los torneos la verifico por grama número 5), notamos ense-
un análisis detallado, mientras que guida la superioridad de las blan-
en las simultaneas no lo hago así. cas. Las fuerzas son iguales, pero
El jugador fuerte, como se ve, las blancas tienen una ventaja de
extrae instintivamente la idea de tiempo. Sus peones están mejor
una posición, la línea de juego, la colocados que los de su adversario,
buena jugada, mientras que el ju- que tiene dos aislados, en e6 y en
gador novicio está obligado a des- a5. Este último, encontrándose en
cubrir todo eso por el análisis, “to- una casilla negra, es más débil aun
cando”, literalmente, una después porque no puede ser defendido por
de otra, todas las piezas del tablero. el alfil, y el caballo negro no pue-
de llegar a defenderlo sino a costa
de una gran pérdida de tiempo. La

-14-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
cuestión que se presenta, para las Diagrama Nº 6
blancas, es la siguiente: ¿cómo ata-
car el peón de a5 una vez más? Ya
está encontrada la idea y tenemos
que admirar la manera sencilla e
ingeniosa de ganar ese peón. Los
ataques directos y sucesivos contra
la torre no permiten a las negras
llegar a socorrerlo.

Diagrama Nº 5
Negras: Yates

Las negras tienen dos casillas


muy débiles, f6 y h6 originadas por
el avance del peón g7. Defendidas
por el rey y eventualmente por el
alfil en d4, esas casillas se harán
aún mucho más débiles después del
cambio de ese alfil. La dama blan-
ca podrá llegar a instalarse en ellas,
con la ayuda del caballo, después de
haber tomado una de las dos dia-
gonales, a1-h8 o c1-h6. De allí se
Blancas: Capablanca deriva un gran peligro para el rey
New York, 1924 negro. Tal es la particularidad de
1.¤c3 ¦c5 2.¤e4 ¦b5 3.¤ed6 la posición. ¿Las blancas pueden
cambiar el alfil d4? Si eso no es
¦c5 4.¤b7 ¦c7 5.¤bxa5 y ganan.
factible, el alfil negro en d4 es más
La combinación que acabamos
fuerte que las otras piezas blancas,
de ver es forzada. En la posición nú-
y la posición de las negras, con sus
mero 6, el análisis permite elaborar
dos alfiles, es superior a las de las
un plan más vasto. Suponiéndoos
blancas. En realidad, las blancas,
capaces de hacer el análisis por vo- por medio de 1.¥f2, pueden for-
sotros mismos, paso a explicar las zar el cambio del alfil d5. Asistimos
particularidades de la posición. aquí a la fase final del drama. Todo
-15-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
el juego de las blancas está basado mismo que en una discusión: cuan-
sobre esa idea y su estrategia consi- do no se tiene opinión formada so-
gue triunfar. bre alguna cosa, se habla frecuente-
Si, después de 1.¥f2, las ne- mente con mucha gracia, pero sin
gras contestan 1. ... ¥e5, enton- ningún resultado, mientras que el
ces 2.f4 y el alfil no tiene buena interlocutor que tiene aquella, en-
retirada. Es necesario cambiarlo: cuentra siempre los buenos argu-
1. ... ¥xf2 2.¦xf2 £a5 (para im- mentos para defenderla. En todos
pedir 3.£c3+); 3.£e2 y las negras los instantes, el jugador de ajedrez
no tienen defensa contra 4.£b2+. dispone de buenas jugadas, pero
Juegan 3...f6 y las blancas inician debe considerarse bajo este nombre
un ataque contra el rey en el que a aquellas que debe elegir para lo-
la casilla f6 desempeña un papel grar su idea preconcebida. La par-
preponderante: 4.£b2 ¦f8 5.g4 h6 tida de ajedrez se convierte de ese
6.h4. Para detener la amenaza g5, modo en el desarrollo lógico de un
las negras juegan g5, pero después plan concebido desde la apertura.
de 7.f4, pierden rápidamente : 7. ... En todo esto estriba un grave error
gxf4 8.¤xf4 y ganan. cometido por muchos aficionados.
Se fatigan constantemente la cabe-
NO HAY QUE BUSCAR UNA za para encontrar la mejor jugada,
JUGADA, AUNQUE SEA LA la jugada ganadora, y no la encuen-
MEJOR, SINO UNA SERIE DE tran. Se pierden entonces entre las
JUGADAS, UN PLAN innumerables variantes posibles y
REALIZABLE tantean lamentablemente. Ausen-
Veamos la conclusión que sur- cia o pérdida del hilo conductor.
ge de esos dos ejemplos. El juego Cuando decimos que es me-
debe basarse en un análisis de la nester concebir el plan desde la
posición. Este análisis suministra apertura, deben sobreentenderse
las directivas que hay que tomar. algunas restricciones. Al comienzo
No se trata de hallar una jugada de la partida, vuestros fines care-
más o menos justa, sino de tener un cen de precisión, vuestro plan no es
plan y de hacer las movidas nece- más que una vaga orientación hacia
sarias para ejecutarlo. Es necesario posibilidades más o menos próxi-
proceder por serie de jugadas y no mas. Pero poco a poco el plan se
por jugadas aisladas. Cuando se tie- vuelve preciso. Aun en la apertura
ne un plan, la jugada justa, la me- no penséis sino en el desarrollo de
jor, es fácil de encontrar. Ocurre lo vuestras piezas.

-16-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
EN LA APERTURA NO PENSÉIS a modificar nuestra primera apre-
SINO EN EL DESARROLLO ciación. Las negras provocan de
DE VUESTRAS PIEZAS esa manera el avance de los peones
blancos hacia el centro, dejando las
Tratad de estar ciertos de que piezas detrás de ellos, a fin de ata-
colocáis vuestras piezas para un car en seguida a los peones avanza-
combate inminente y de que ellas dos en el momento oportuno, con
deben estar convenientemente dis- todos sus peones, que no se han
puestas para ganar. Tratad de des- movido todavía. Las piezas negras
cubrir lo que va a producirse, que salen ante sus peones, lo que cons-
batalla va a ser librada y que lugar, tituye un desarrollo normal.
para saber dónde debéis colocar Las negras atacan, pues, con
vuestras piezas. La jugada más ex- 4. ... d6. Para conservar el centro,
traña, a primera vista, puede justifi- las blancas responden por 5.f4. En-
carse por la continuación. Mientras tonces 5. ... dxe5 6.fxe5 ¤c6, ata-
que la mejor jugada, sin ninguna cando el peón d4. Si las Blancas lo
justificación, puede ser comprome- defienden con 7.¤f3, entonces 7.
tedora. ... ¥g4 clavando ese caballo y desa-
No ignorareis seguramente la rrollando una pieza sin pérdida de
extraña jugada inicial de la Defensa tiempo. Las blancas no pueden ju-
Alekhine: 1. ... ¤f6, en respuesta a gar ahora más que 7.¥e3 y enton-
1.e4. Si no fuera más que una mo- ces 7. ... ¥f5, amenazando ¤b4, se-
vida aislada, su valor sería muy du- guido de c5, atacando nuevamente
doso, porque ese caballo se mueve el peón d4.
para ser atacado dos veces, luego Se ve claramente la idea de esta
rechazado hacia la mala casilla b6, defensa. Las buenas jugadas son
mientras que las blancas se apode- siempre aquellas que suponen una
ran del centro con sus peones. Vea- serie de movidas, de manera que la
mos las jugadas habituales de esta amenaza primitiva se encuentre re-
defensa: forzada y como rejuvenecida a cada
1.e4 ¤f6 2.e5 ¤d5 3.c4 ¤b6 movimiento.
4.d4 Podemos hacer las mismas
Parece que las negras tienen observaciones para todas las aper-
mal juego, con sus piezas sin de- turas. Por eso aconsejamos no ju-
sarrollar. Hay, sin embargo, una gar automáticamente las primeras
idea en esta defensa que nos obliga jugadas, sin reflexionar. Por medio

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E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
de largas y penosas investigacio- Como siempre, será un análisis más
nes. los grandes maestros tratan profundizado, el que nos sacará de
de encontrar las mejores jugadas, nuestra perplejidad. “Tocando”
y los débiles aficionados las repiten cada pieza una tras otra, llegaremos
maquinalmente, sin reflexionar en fácilmente a constatar que el alfil en
su importancia. Eso es un error. c1, no está desarrollado. Como no
Es menester profundizar, no so- hay ataque, las blancas deben pro-
lamente las jugadas aisladas, sino seguir su desarrollo sacando su al-
una serie de jugadas para encontrar fil c1, que, en su casilla inicial, no
en ella la idea y hacerla triunfar. La permite la comunicación entre las
serie de movidas es, a la jugada ais- torres.
lada, como la fila o la columna de
casillas a la casilla misma. Diagrama Nº 7

NO DESCUIDÉIS LOS PEQUE-


ÑOS DETALLES: ES EN ELLOS
QUE SE ENCUENTRA A VECES
LA IDEA DE LA POSICIÓN

La posición siguiente (Diagra-


ma Nº 7) resulta de las jugadas:
1.d4 d5 2.c4 c6 3.e3 e6 4.¤c3 ¤f6
5.¤f3 ¤bd7 6.¥d3 ¥d6 7.O-O
O-O. Su análisis es sencillo, pues-
to que la única diferencia reside en
que el peón c blanco está en c4, el
caballo c1 blanco en c3, mientras ¿A dónde desarrollarlo? No
que el peón c negro está en c6 y el hay más que dos posibilidades: 1º, a
caballo c8 negro en d7. Esta dife- g5 o a f4, después de haber movido
rencia es demasiado insignificante el peón e3 a e4; 2º, a b2, después de
para constituir un plan o repre- haber jugado b3. Para decidir cuál
sentar una ventaja. Generalmente, de esos desarrollos debe elegir-
basta con examinar las diferencias se, ved como habéis de continuar
en las posiciones para encontrar en ambos casos. La jugada elegida
la idea y elegir el plan. ¿Qué hacer no será fuerte si no es seguida de
cuando esa diferencia no existe? una sucesión lógica de movimien-

-18-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
tos. Ocurre a menudo que se ubica abierta y que no existe posibilidad
una pieza en un sitio bueno y que de abrir ninguna. Para que el alfil
inmediatamente, esa pieza no des- c1 participe en la acción es nece-
empeña allí ningún papel. Decíos, sario aumentar su presión sobre la
entonces: “Si juego 8. e4, “¿qué hare gran diagonal, limitada ahora por
después?” el peón d4. Podemos lograr ese ob-
Si jugamos e4 es con la idea de jetivo colocando una pieza en e5,
sacar el alfil c1 sobre la diagonal defendida por el peón d4 y por el
c1-g5. 9. ¥g5, amenaza el caballo alfil en b2. El caballo en f3 es evi-
de f6, que puede ser desalojado por dentemente la pieza indicada para
el avance del peón e4 a e5. El peón ese fin. Comencemos por librar la
h7 negro se volverá entonces muy gran diagonal jugando ¤e2. Es evi-
débil y contra el podrá llevarse un dente que este caballo no permane-
ataque por medio de ¥c2 y £d3. cerá en e2, sino que ira a colocarse
Por fin, después de ¦ae1, vuestro en g3. Por otro lado, protegeremos
desarrollo habrá terminado con nuestro caballo en e5 con f4. En
una posición que podría ser la del seguida, para comunicar las dos
diagrama Nº 8. torres, jugaremos la dama f3, por
ejemplo, y la torre ira a colocarse en
Diagrama Nº 8 e1. El desarrollo habrá concluido y
obtendremos una posición pareci-
da a la del diagrama Nº 9, bien dis-
tinta de la del diagrama precedente
Diagrama Nº 9

Veamos ahora el desarrollo del


alfil c1 a b2. ¿Qué haremos en se-
guida? Notad que no hay diagonal

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E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
NO JUGUÉIS CON INCOHE- Si consideráis ante todo las amena-
RENCIA, SIGUIENDO TAN zas que os esperan, perderéis la vo-
PRONTO UN PLAN luntad de vencer, os someteréis a la
COMO OTRO de vuestro adversario, en lugar de
imponerle vuestra voluntad; os co-
Vemos que el desarrollo del locareis, en definitiva, en posición
alfil c1 a b2 en lugar de g5 implica de vencido. Con las negras, o en
un plan completamente diferente. una posición comprometida, tratad
Digamos ahora que la confusión siempre, por el contrario, de que no
de estos dos planes, mediante juga- haya nada que os amenace directa-
das que respondan a uno y a otro, mente. Cuando estéis convencidos
constituye un espectáculo de una de ello, proceded con cautela, ela-
desconsoladora incoherencia. borad vuestro plan sin pensar en
Vuestro adversario no debe las jugadas del adversario.
luchar contra una jugada aislada, Volvamos a nuestra posición y
sino contra ese conjunto de movi- pongámonos del lado de las negras.
das que se corresponden entre si y El desarrollo del alfil c1, puede ser
que constituyen vuestro plan. Crear también aquí un problema que re-
un plan es un deber de todo juga- quiere mucha atención, y que pue-
dor. de ser resuelto de dos maneras di-
ferentes. A mi parecer, el desarrollo
ANTES DE PENSAR EN LAS a b2 es mucho más malo que para
JUGADAS POSIBLES DEL las blancas, porque la gran diagonal
ADVERSARIO, SABED QUE a1-h8 esta obstruida por dos peo-
SE PROPONE nes. De allí la necesidad de abrir
una diagonal avanzando el peón
En todo lo que acaba de leer- rey.
se, no hemos hecho cuestión de las
jugadas del adversario. Es que la
elaboración de un plan, debe pen-
sarse antes en el propio juego que
en la defensa del enemigo. Con las
blancas, la iniciativa os pertenece.
-20-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
TENED CONFIANZA Examinemos el diagrama Nº
7. Después que las blancas han ju-
Abramos aquí un paréntesis. gado 8.e4, las negras deben parar
Si, en la posición dada, preferimos la amenaza e5. Es fácil: 8. ... dxe4.
el desarrollo del alfil dama a g5, Pero, después de esta captura, ¿será
debemos reconocer que muchos posible el avance del peón e6?
jugadores tienen poca confian- Veamos la continuación: 9.¤xe4
za en sí mismos y que tiemblan al ¤xe4 10.¥xe4 e5 11.dxe5 ¤xe5
ver que su adversario se apodera 12.¤xe5 ¥xe5 13.¥xh7+ ¢xh7
de una gran diagonal con un alfil. 14.£h5+ seguido de 15.£xe5, ga-
¡Amenaza sobre el peón b y mate nando un peón.
inminente! Entonces, ¿por qué no Hay que buscar, pues, otra de-
habéis hecho lo mismo, apoderán- fensa. Si no hay nada mejor para
doos de esa misma diagonal en vez impedir la perdida de una pieza,
de haber preferido el desarrollo del que contrariar el desarrollo del al-
alfil por medio de e4? Si habéis re- fil dama, hay que admitir que se
flexionado bien, ¿por qué suponer ha cometido alguna falta anterior-
que os habéis equivocado y no que mente. Antes de llegar a esa conclu-
lo ha hecho el adversario? Ese espí- sión, sin embargo, veamos si existe
ritu de fracaso no será nunca bas- una defensa que no obstaculice el
tante condenado. La confianza en desarrollo del alfil dama.
sí mismo es una de las condiciones Nuestro ejemplo ha mostrado
indispensables para vencer. Sin ella, claramente la ventaja de la salida y
estáis condenados a la derrota. la importancia del tiempo ganado.
Los dos adversarios deciden, El adelanto sobre el adversario tie-
pues, desarrollar sus alfiles damas, ne por consecuencia trabarlo en sus
avanzando sus peones e. Notad que movimientos. Pero veis también
las reflexiones que nos han llevado que, por encima de las amenazas
a esta conclusión pueden ser he- inmediatas, planea siempre la idea
chas mientras se espera la jugada general de la posición, cualquiera
del adversario, sin ninguna pérdida que sea. En este caso, es el desa-
de tiempo. Ellas no dependen para rrollo del alfil dama lo que domina
nada de la próxima jugada enemi- nuestro juego.
ga, sino que están basadas sobre las
premisas generales de la posición.
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E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
EN LOS AZARES DE LA LUCHA, las piezas amenazadas, perderéis
NO OLVIDÉIS VUESTRA un tiempo que las blancas aprove-
IDEA GENERAL, charan impidiendo, con el avance
VUESTRA LINEA e4, vuestra jugada liberadora e5.
DIRECTRIZ Pero hay un medio de ganar un
tiempo, tomando el peón c4. La re-
¡Cuántas veces hemos visto toma forzada con el alfil pondrá a
que los aficionados olvidan o des- esta pieza en una diagonal menos
precian una idea exacta de lo que ventajosa. En fin, el tiempo ganado
deben hacer, bajo la presión del ad- os permitirá avanzar el peón rey, lo
versario, defendiéndose contra sus que resuelve el problema planteado
múltiples amenazas! Cuando han por la apertura. Vuestro alfil podrá
obtenido un respiro, quieren volver desarrollarse sobre la diagonal c8-
a retomar su plan, pero es demasia- h3.
do tarde. Están perdidos, aun des- Ya veis la importancia que al-
pués de haber rechazado con éxito canza el alfil dama en estos razona-
el ataque. Los errores generales en mientos. Desde el momento en que
las aperturas son los más graves y habéis encontrado que la particu-
no pueden repararse. laridad reside en ese alfil y que el
avance del peón rey asegura su me-
CON LAS NEGRAS, NO OLVI- jor desarrollo, debéis hacer todo lo
DÉIS NUNCA EL DESARROLLO posible para realizar esa idea.
DEL ALFIL DAMA EN LA PEÓN
DAMA, Y EL DESARROLLO NO MODIFIQUÉIS
DEL ALFIL REY EN VUESTRO PLAN
EL RUY LÓPEZ
Orden, contraorden, desorden.
Contra la amenaza e5 debe- En ajedrez, como en la guerra, esa
mos encontrar una defensa que es la peor de las tácticas. El ejemplo
nos permita desarrollar en seguida precedente muestra que, después
nuestro alfil dama por medio de e5. de haber elaborado un plan basado
El avance inmediato de este, haría sobre un análisis serio, es muy im-
perder un peón. Si retiráis una de portante proseguirlo sin desfalle-
-22-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
cimientos. ¿Estáis forzado a aban- Diagrama Nº 10
donarlo? Entonces, resignaos. La
necesidad tiene cara de hereje. Pero Negras: Capablanca
una abdicación semejante no debe
hacerse ligeramente, porque ella
significa que vuestro adversario ha
conseguido dominaros. Si el análi-
sis de la posición no prueba vuestra
inferioridad, la inferioridad reside
en la pereza de vuestro espíritu. Lu-
chad, pues, contra semejante desfa-
llecimiento del mismo modo que
lucháis contra el enemigo. Buscad,
hurgad, y encontrareis. En ajedrez,
como en la guerra, es el vencedor Blancas: Nimzowitsch
aquel que es el último en declararse New York, 1927
vencido.
El ejemplo precedente ha sido Las fuerzas de los dos campos
tomado de la apertura. He aquí están bien colocadas: Ningún peón
otro, elegido en el medio juego. débil. Las negras tienen la ventaja
Veamos como un análisis de la po- porque poseen dos jugadas adelan-
sición permite descubrir también tadas y porque dominan el centro.
La característica de la posición es
en esta fase del juego, un plan ge-
que las negras han desarrollado su
neral para continuar la lucha. Los alfil dama mientras que las blan-
ejemplos precedentes eran elemen- cas no lo han movido todavía. Las
tales, con combinaciones casi for- blancas deben ante todo desarro-
zadas. El diagrama Nº 10 presenta llar esa pieza y unir sus torres. En
una posición más complicada, pero cuanto a las torres negras pueden
cuya idea general aparece casi tan ya combatir, combinándose entre
claramente. Un análisis minucio- ellas. Una superioridad semejante
so, pieza por pieza, nos muestra su de tiempo, unida a la superioridad
de espacio, permitirla a las negras
particularidad: la posición distinta
comenzar desde ahora un ataque, si
de los alfiles dama.
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E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
las blancas tienen debilidades en su NO ES EN MEDIO DE LA
posición. Como ese caso no ocurre, BATALLA CUANDO SE
las negras se limitarán a conservar FORMULAN VASTOS
su ventaja retardando tanto como PROYECTOS
puedan el desarrollo del alfil dama
blanco, porque esa ventaja des- ¡Eso es el juego de ajedrez! Un
aparecerá cuando ese desarrollo vasto plan, métodos para realizar-
se haya cumplido. ¿Cómo puede lo, y, en seguida, análisis precisos.
operarse ese desarrollo? Tal es la No es en plena batalla, cuando las
cuestión que las negras deben plan- amenazas surgen de todas partes,
tearse. Y en seguida: ¿cómo contra- cuando podéis libraros a las ideas
riarlo? generales. Es indispensable pensar
La batalla queda trabada así en ellas antes de entrar en las com-
no sobre una jugada aislada, sino plicaciones; por ejemplo, cuando
sobre una idea, sobre una serie de pasáis de la apertura al medio jue-
jugadas. go. Entonces, tranquilamente, ana-
Las blancas no pueden avanzar lizad vuestra posición y elaborad
su peón rey porque ese peón se vol- vuestro plan. Iréis hacia adelante
verá débil y el alfil negro dispondrá firmemente, sin tropiezos.
de una diagonal sobre el rey. No Veamos ahora la realización de
puede jugar otra cosa que b3 y ¥b2, esas dos ideas que se enfrentan.
y eso es lo que debe tratar de retar- 1... £f6
darse, tratar de hacer inejecutable, Esta jugada, que impide b3 no
todo el tiempo que sea posible. Las puede sorprenderos.
negras pondrán sus torres en jue- 2.¥a6 ¥xa6
go y ellas cumplirán la pesada tarea 3.£xa6 ¤b4
del combate decisivo. En cuanto a 4.£e2 ¦fd8
las blancas deberán tratar de desa- He aquí una torre en acción y el
rrollar su alfil a b2, evitando nue- alfil dama no se ha movido todavía.
vas debilidades, y sin conceder al 5.a3 ¤d3
adversario una nueva ganancia de 6.¤e1 ¤xe1
tiempo. Ejemplo del método preconi-
zado por Capablanca, cuya par-
tida seguimos, Nimzowitsch-Ca-
pablanca (Torneo de Nueva York,
1927) eliminar las piezas que no

-24-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
contribuyen a la superioridad de la Es lo que hacen las negras en
posición. La ventaja reside aquí en la presente partida. Su superiori-
un alfil y dos torres y esa ventaja se dad reside en las dos torres desa-
hará más clara cuanto menor sea el rrolladas, listas para penetrar en el
número de piezas. Buena táctica, campo enemigo que no ha movido
pero un poco simplista, porque a todavía su alfil dama. Para hacer
menudo ocurre que el material que que esa intrusión sea más eficaz, las
queda no basta para ganar. negras provocan una nueva debili-
7.¦xe1 ¦ac8 dad en el ala del rey. Sin esta nueva
Segunda torre en acción. debilidad, la defensa de las blancas
8.¦b1 ... sería posible porque su posición no
Preparando b4 seguido de ¥b2. está comprometida.
8... £e5 9.g3 £d5
Muy buena jugada. Amenaza: Analicemos una vez más la
¥d6, lo que obliga al adversario a posición. Cada jugador ha hecho
jugar la movida g3, que debilita su siete jugadas, pero el centro sigue
posición. dominado por las negras, que no
pueden, sin embargo, impedir el
NO OS CONTENTÉIS CON desarrollo del alfil dama blanco por
ATACAR UN PUNTO DÉBIL: b4 y ¥b2. Bajo la amenaza de b4, el
CREAD UNO NUEVO alfil rey negro tendrá que retirarse
y ya no habrá cuestión de superio-
Hagamos notar aquí que, en ridad entre un alfil y el otro. Es en
presencia de una debilidad en la la posición de las torres, sobre las
posición adversaria, no basta diri- columnas centrales abiertas, donde
gir el ataque contra esa debilidad, reside ahora la superioridad de las
porque una defensa eficaz podrá negras. Para oponer sus torres mal
ser casi siempre encontrada, con colocadas a las torres adversarias,
igualdad de fuerzas. Es más decisi- las blancas deberán perder tiempo
vo explotar una debilidad obligan- y las negras aprovecharán para ins-
do al adversario a concentrar sus talar sus torres en la séptima línea.
fuerzas para esa defensa, y creando Entonces tendrá importancia la de-
otras debilidades en otro lugar. De bilidad de los peones blancos del
allí derivará una dificultad para ala del rey. Terminado el juego de
defender todas esas debilidades si- los alfiles, empieza el juego de las
multáneamente. torres. En apariencia, hay igualdad

-25-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
en las movidas efectuadas, pero Tentativa de contraataque. Era
en realidad, las negras tienen dos mejor quedarse con la dama en la
tiempos de ventaja, por lo menos. primera línea y esperar los acon-
Tal es el resultado del análisis, y tecimientos; pero, entonces, ¿qué
el análisis interior se nos muestra jugar después de f6 seguido de e5?
como un complemento indispen- 14. ... e5
sable del análisis exterior. Hermoso sacrificio para pene-
10.b4 ¥f8 trar en el campo enemigo. La torre
Jugada muy importante. El al- de d8 no desempeña ningún papel.
fil ha terminado su misión; cede su Su valor es nulo, en consecuencia.
lugar a las torres sin obstaculizarlas Dándole la posibilidad de parti-
y cubre al rey contra los jaques que cipar en el ataque, se aumenta su
podrían producirse cuando la octa- fuerza y el ataque cobra nuevo im-
va línea este libre. Por fin, el peón pulso.
g7 se encuentra defendido contra 15.¥xe5 ¦dd2
todo ataque eventual por la gran ¿Veis ahora la importancia de
diagonal que ocupara el alfil dama la jugada 8 de las negras?
blanco. Es malo a veces retirar muy Forzando el avance g3, todas
atrás una pieza adelantada. Pero a las casillas blancas del ala del rey
veces, hay que decidirse a hacerlo. se han vuelto débiles y el alfil no
Aquí tenemos un ejemplo perfecto sirve para socorrerlas, porque la
de buena retirada. única casilla propicia, g3, esta obs-
11.¥b2 £a2 truida. Se nos dirá que Capablanca
Amenaza a5 ganando el peón no pudo prever todo lo que iba a
a3. ocurrir. Es cierto: no podía analizar
12.¦a1 ... todas las variantes, pero tenía su
Aumentan las dificultades para idea de ataque, basada en el análi-
las blancas. Ahora que el alfil dama sis de la posición, ataque que debía
está desarrollado, hay que luchar llevarse con la torre en la séptima
contra la invasión de las torres. línea. De allí la necesidad de redu-
12. ... £b3 cir la capacidad de defensa del alfil
13.¥d4 ... y de debilitar los peones. En medio
Obstruyendo una de las co- de la confusión de variantes, el gran
lumnas abiertas. maestro no ha hecho más que se-
13. ... ¦c2 guir el plan general que había ela-
14.£a6 ... borado.

-26-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
16.£b7 ... gadas en lugar de los movimientos
Si 16.¦f1 £xe3!, y si 16.£f1, convulsivos, desordenados.
entonces £d5 17.¥d4 £h5 18.h4 No creáis, después de lo que
£f3; y ganan. acabamos de decir, que en toda
16... ¦xf2 partida no hay más que una idea,
17.g4 ... desarrollándose desde la apertu-
Para traer el alfil, surge una ra hasta el final. El ajedrez es en
nueva debilidad. Debilidad engen- esencia una lucha de ideas. En ese
dra debilidad. juego de dos inteligencias, hay que
17. ... £e6 renunciar a menudo a las combi-
18.¥g3 ¦xh2! naciones brillantes, a la apoteosis
Otro lindo sacrificio. Si final para contentarse con peque-
19.¥xh2 £xg4+, jaque; 20.¢h1 ños resultados. No creáis tampoco
£h3 y mate en pocas jugadas. que una idea justa, si ella se realiza
19.£f3 ¦hg2+ basta para ganar. Ella os llevará a
20.£xg2 ¦xg2+ una nueva posición que vuestras
21.¢xg2 £xg4 previsiones han estimado ventajo-
y las negras ganaron fácilmen- sa, pero sobre la cual hay que ela-
te, porque tienen dos peones de borar una nueva idea, continuación
más La superioridad de tiempo se de la primera. Es en ese momento
ha transformado en superioridad cuando es provechoso efectuar otro
de material. análisis de la posición a fin de con-
Una partida jugada en forma venceros de que estáis siempre en
superior, ejemplo claro de la bue- el buen camino y que vuestro razo-
na manera de jugar persiguiendo namiento no ha sufrido tropiezos
la ejecución de un plan que resulta En la partida que precede, hemos
del análisis. Nada de movidas ais- visto a las negras transformar la
ladas: todo se desenvuelve por el superioridad de su alfil. Había allí
desarrollo de una idea, a través de dos ideas estrechamente ligadas. Su
las distintas fases del combate. Esta adversario no tenía más que una; la
idea ha sido concebida por medio de desarrollar su alfil dama, lo que
de un simple análisis lógico. ¿No facilito la tarea de las negras.
es agradable jugar así, en lugar de
mover las piezas sin ton ni son, tan ***
pronto aquí como allá? La nitidez, Vamos a asistir ahora a una
la claridad, la precisión de las ju- verdadera batalla de ideas. Cada

-27-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
adversario tendrá varias y todas to. Las blancas tienen mejor posi-
bastante acertadas. ción central con su peón pasado.
La siguiente posición (diagra- ¿Qué hacer para que las blancas
ma Nº 11), nos muestra la partida no aumenten su innegable ventaja?
del diagrama 7 algunas jugadas No hacer nada significa dejar a las
más tarde. blancas una completa libertad y el
peor de los desastres puede prove-
Diagrama Nº 11 nir de eso. No hay que vacilar: la
única posibilidad de las negras es
la de elaborar un plan de ataque
contra el ala del rey. Pero como su
adversario no tiene ningún pun-
to débil, deben ante todo preparar
la posición para el ataque. Pueden
ganar tiempo rechazando el alfil en
g5, lo que nos revelara la debilidad
de la casilla f4, muy importante
para todo ataque contra el enroque.
Se puede instalar en ella un caballo
que amenazará los peones blancos.
Es cierto que este caballo podrá ser
desalojado por el avance del peón
Empecemos, como siempre, g, pero entonces la posición de los
por analizar la posición. Las blan- peones se debilitará en seguida.
cas tienen un tiempo de más, pero ¿Cómo ejecutar todo esto? No ol-
carecen de toda ventaja apreciable. vidéis que existe siempre el famoso
Poseen un peón pasado y sosteni- alfil c8 por desarrollar: el caballo en
do, pero las negras tienen 3 peones d7 debe moverse, pues. ¿Para lle-
contra 2 en el ala de dama. Para im- varlo dónde? A f4, evidentemente,
pedir su avance, las blancas acaban por f8 y g6, lo que entraña el des-
de jugar a4 En realidad, estos peo- plazamiento de la torre en f8. Por
nes negros se mantienen muy fuer- otra parte, para que el caballo este
tes, pero no llegaran a ser verdade- bien defendido en f4, es menester
ramente peligrosos sino en el final. efectuar el avance g5, lo que nos da
Gracias a la movida efectuada, no finalmente la posición indicada en
hay nada que temer por el momen- el diagrama Nº 12.

-28-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
Diagrama Nº 12 rio no hiciera nada, veamos lo que
yo haría”. Sé por experiencia que,
generalmente, son las jugadas del
adversario las que fuerzan a los no-
vicios a efectuar las suyas propias.
Sin esas movidas, no sabrían que
hacer. Método malísimo. Es nece-
sario decidir algo. Examinad en se-
guida en qué forma podéis ejecutar
vuestro plan y como podrá comba-
tirlo vuestro adversario. Solamente
en ese instante debéis daros cuen-
ta de las posibilidades que existen
de llevar a cabo vuestros proyectos
y en qué orden debéis proceder.
NO OS EMBROLLÉIS ENTRE Desechad las variantes forzadas; no
INNUMERABLES CÁLCU- consideréis sino las posiciones en
LOS: HACED, ANTE TODO, las cuales vuestras combinaciones
ABSOLUTA ABSTRACCIÓN pueden ser posibles.
DE LAS RESPUESTAS DEL Volvamos al diagrama Nº 11.
ADVERSARIO Para realizar su plan las negras jue-
gan:
¿Habéis notado que las negras 1... h6
en su razonamiento, hacen abs- Esta jugada no permite adi-
tracción de las jugadas blancas? En vinar todavía el plan de las negras
efecto: es necesario saber ante todo porque aparenta no responder más
que se quiere hacer, sin imitar a los que a la desclavada del caballo.
aficionados que analizan así: “Si 2.¥h4 ¦e8
yo hago esto, él contesta aquello; Una jugada que puede hacer
si respondo con esta jugada, el me creer que las negras solo tratan aquí
replica con esta otra”. Este modo de de libertar su alfil dama por ¤f8.
analizar conduce a la confusión. Re- Pero es por esos razonamientos su-
quiere una cantidad de tiempo que perficiales que se pierden las parti-
no disponéis porque el número de das. El plan de las negras se insinúa
variantes es siempre considerable. ya parcialmente. Para detener una
Decid, ante todo: “Si mi adversa- lejana amenaza, es preciso eviden-
-29-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
temente preverla antes de que sea NO DEJÉIS DE BUSCAR LAS
demasiado tarde. RAZONES ESCONDIDAS EN
Dispondréis entonces, para pa- LAS MANIOBRAS
rarla, de un período de tiempo igual
al que se necesita para la ejecución El éxito de la defensa depende
de esa amenaza. En el caso presen- de la rapidez con que ha sido com-
te no basta decirse que las negras prendido el plan del adversario. Es
desarrollan su alfil dama, sino que fácil defenderse cuando se ve de
debe preguntarse por qué el caballo antemano el peligro. Guardaos, sin
d7 ha elegido precisamente la casi- embargo, de acomodar de inme-
lla f8 y no cualquier otra, por ejem- diato vuestro juego a las exigencias
plo, b6 para ese desarrollo. Evi- del plan que acabáis de descubrir.
dentemente, el caballo demuestra, ¿Estáis absolutamente seguros de
yendo a f8, que es el flanco rey y no que vuestro adversario ha concebi-
el de dama donde las negras se pro- do semejante plan? Puede ser que
ponen operar. Entonces, compren- él no busque otra cosa que sacar su
deréis que el caballo no va a que- alfil sin intentar nada contra vues-
darse siempre en f8 y que buscará tro flanco de rey.
una casilla mejor, desde la cual se ¡Qué triste posición adoptarais
vuelva más agresivo. ¿Qué casilla defendiéndose contra un ataque
elegirá? No hay mucho que buscar. inexistente!
Las leyes de la lógica son las mis- Entre tanto, si las jugadas efec-
mas para los jugadores y desde que tuadas y aquellas que se presenten
se comprende el sentido de una ju- naturalmente os hacen creer que
gada, toda la maniobra se hace cla- vuestro adversario persigue el plan
ra. Es evidente que ignoráis todavía que imagináis, preguntaos si su eje-
si las negras van a defender el caba- cución será verdaderamente peli-
llo de f4 con g5 o con otra jugada, grosa para vosotros. Si la respuesta
y tampoco sabéis si se contentaran es afirmativa hay que hacer todo
con desarrollar simplemente su al- para impedirlo. Pero, en caso con-
fil c1 a g4; pero lo esencial ya está trario, ver que maniobras evitan fá-
comprendido, y se trata desde este cilmente todo peligro y cuales debi-
momento, no de responder a una lidades se han creado en el campo
jugada aislada, sino de contrariar enemigo.
todo un plan de conjunto. Atraigo de nuevo vuestra aten-
ción sobre la manera de reflexionar
-30-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
en ajedrez. Si os defendéis contra perfecta estabilidad. Aquí, son las
movidas aisladas, seréis incapaces blancas las que tienen mejor cen-
de resistir contra un plan. Pero si os tro. Son, pues, las únicas que po-
defendéis contra este encontrareis drían razonablemente emprender
siempre y con mucha facilidad las un asalto de peones en uno de los
defensas requeridas contra amena- flancos.
zas inmediatas. Desdeñando las ju- Después de este razonamiento,
gadas aisladas, tratad de descubrir las blancas juegan:
el plan de vuestro adversario y de 3. ¤d2 ...
defenderos contra él. Con una clara Ahora comprendéis el alcance
visión de ese plan, todas vuestras de esta jugada. Sin las explicaciones
defensas contra las amenazas in- que acabáis de leer, podría parecer
mediatas estarán subordinadas a incomprensible y os sorprendería
esa preocupación esencial. ese movimiento. El caballo esta-
¿Es difícil hallar una defensa ba muy bien en f3, mientras que
contra las amenazas de las negras ¿adónde podrá ir desde d2? Sim-
en el diagrama Nº 11? No; porque si plemente, a f5, por f1 y g3 o por c4
ellas quieren instalar su caballo en y e3. Como todas las buenas juga-
f5, vosotros podéis ubicar el vues- das, esta tiene varios sentidos: por
tro en f4 también, con las mismas ejemplo, este caballo escapa a la
amenazas, y si el peón negro avan- futura clavada por el alfil en g4, lo
za a g5 vuestro caballo no podrá ser que impediría su desarrollo inme-
desalojado, mientras que vuestro diato, y, por fin, permite la jugada
peón g, que no se ha movido, po- de consolidación f3. Pero, ¿cuál es
drá echar al caballo enemigo de f5. su intencion precisa? La tarea de las
negras es de las más delicadas, en
NO ATAQUÉIS EN LOS FLAN- este momento. En realidad, ellas no
COS SI VUESTRO CENTRO NO han comprendido la verdadera ra-
ESTÁ COMPLETAMENTE zón de esa jugada y han creído que
SEGURO las blancas no hacían otra cosa que
defenderse contra su proyecto de
A pesar de todas las amenazas ataque. En la lucha de las dos ideas
que encierra la jugada g5, recordad justas, vemos aquí a un adversario
que solo puede permitirse un ata- que comprende las intenciones del
que en los flancos, aquel jugador otro mientras este ignora las de su
cuyo centro sea sólido y de una rival.
-31-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
3. ... g5 fundado en ese análisis.
Las negras, viendo que las blan- Las blancas, por su juego pu-
cas se proponen jugar f3 y retirar su ramente defensivo, disimulando su
alfil a f2, efectúan inmediatamente verdadero fin, han inducido a su
este avance para ganar, por lo me- adversario en error. Pero, ¿dónde
nos, un tiempo. Pero con esto ma- está su propio juego? Hasta el pre-
nifiestan claramente todo su plan. sente no hemos visto más que juga-
4.¥g3 ¤f8 das de defensa contra el ataque en
5.f3 ¤g6 preparación de las negras. Su supe-
6.¥f2 ... rioridad reside en su peón pasado.
Jugada de una importancia ca- Es en el centra, pues, donde ellas
pital. El alfil no puede hacer nada deben actuar. ¿Cómo explotar esa
en g3 donde es más débil que un ventaja?
peón, porque no impide al caba-
llo que se instale en f4. En f2, por NO DEJÉIS DE BLOQUEAR
el contrario, se abre ante el toda la UN PEÓN ENEMIGO
diagonal y amenaza, en c5 un peón PASADO
que habrá que defender. Por otra
parte, esta jugada hace posible el Es menester imperiosamente,
avance g3 para desalojar eventual- detener un peón pasado y defen-
mente el caballo si se aventura a f4. dido, bloqueándolo. es decir, colo-
6. ... ¢g7 cando ante él una pieza que Nim-
Esta jugada nos demuestra que zowitsch llama “el bloqueador”.
las negras no han comprendido to- Esta pieza debe ser evidentemente
davía la intención de su adversario, la más débil que se pueda, para que
puesto que ponen a su rey bajo la resulte difícil desalojarla. Solamen-
amenaza de un jaque eventual del te se hará sentir. Fortificad, pues,
caballo en f5. Si pierden la partida constantemente, vuestras piezas:
no es porque hayan jugado mal, eso es de primordial importancia,
sino porque no han comprendido el cambiándola u obligándola a reti-
plan de las blancas cuando estaban rarse, el peón podrá proseguir su
a tiempo de encontrar una defensa avance. La finalidad de las blancas
contra él. No debéis tener ninguna está clara: desalojar el bloqueador,
duda sobre la necesidad de analizar el alfil de d6. Juegan entonces:
la posición y de construir un plan
-32-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
7.¤b5 ... versario y renuncian a la toma del
El alfil no puede retirarse por- alfil. Por otra parte, ven que, si per-
que seguiría 8.d6 y 9.¥xc5 (ved miten a las blancas el cambio de los
la importancia del alfil en f2). Un alfiles, su peón de c6 quedará; sin
bloqueador que debe desaparecer, defensa contra la amenaza del alfil
tiene que ser reemplazado por otro. de f2, estando obligada la dama a
7. ... ¥d7 retomar en d2. El alfil blanco se ha
8.¤xd6 £xd6 convertido en un arma muy pode-
9.¥b5 ... rosa. Pensad en el triste papel que
Prosiguiendo el mismo plan; hubiera hecho quedándose en g3.
cambiar los bloqueadores. Un aná-
lisis se impone aquí ¿No perderán NO DEJÉIS VUESTRAS
las blancas un peón después de PIEZAS EN CASILLAS
9...¥xb5 10.axb5 £b6? Es fácil ver DÉBILES
que, en ese caso, las blancas gana-
rían la calidad por 22.¤c4 £xb5; No olvidéis que una pieza co-
12.¤d6. La jugada 9 de las blan- locada en una casilla débil sigue
cas es peligrosa en consecuencia, siendo débil si no se retira de ella,
porque en todos los casos, provoca mientras que, colocada en una casi-
esos dos peones doblados y aisla- lla importante, esa pieza encuentra
dos. Dos columnas se abrirán para siempre ocasión de hacer sentir su
sus torres que podrán intentar un superioridad, porque nuevas for-
ataque contra los peones a y c. La mas de acción se le presentan repe-
importancia del alfil de f2 se revela tidamente. Es imposible prever las
una vez más. Si, de todos modos, repercusiones de una pieza fuerte
repugna a las blancas tener sus dos y en qué momento se harán sentir.
peones doblados, pueden buscar Fortificad, pues, constantemente
el cambio del alfil negro con £b3 vuestras piezas; eso es de primor-
o £e2 y luego ¥b5. La idea sigue dial importancia.
siendo la misma; cambian, única- 9. ... b6
mente, los métodos tácticos. ¿No 10.¤c4 ...
es fácil jugar así sabiendo lo que se Las blancas podrían cambiar
quiere? en seguida los alfiles, pero prefieren
Pero las negras estiman que atacar ante todo la dama, que de-
las dos columnas abiertas dan una berá perder un tiempo al retomar
ventaja demasiado grande a su ad- el alfil.

-33-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
10. ... £c7 Defendiéndose contra esta, vuestro
11.¥xd7 £xd7 adversario olvida aquella y cuan-
12.a5 ... do por fin la amenaza lejana se ha
Aquí, las blancas podrían jugar hecho inminente no solo es dema-
en seguida ¤e3 para ir a f5. Pero siado tarde para defenderse contra
desean debilitar primero los peones ella, sino que es imposible parar
del ala de la dama (recordar nuestra simultáneamente las dos ame-
última partida, en la cual un debi- nazas. Es lo que aquí se pre-
litamiento como ese lleva a la per- senta.
dida), lo que haría más fuerte aún 12. ... b5
a su alfil dama. La maniobra 13.¤e3 ...
de las blancas nos conduce a Las negras están obligadas a
otras consideraciones de gran parar dos amenazas: el jaque del
importancia. caballo en f5 y la pérdida del peón
No es posible obtener resul- c5. Ellas defienden este peón con
tados sobre el tablero sino por razón
medio de amenazas. Estas son de 13. ... £c7
diferentes clases: directas, indirec- 14.¤f5+ ¢h7
tas, ilusorias, reales, etc. Se distin- Las blancas han conseguido
guen sobre todo en que son más por fin la posici6n que deseaban
o menos próximas. Se encuentra desde hace mucho tiempo.
generalmente con facilidad una
defensa contra una amenaza inmi- Diagrama Nº 13
nente, cuando las fuerzas son igua-
les, pero para una amenaza lejana
es preciso disponer del tiempo ne-
cesario, y no lo tendréis si no habéis
previsto nada, si os dejáis sorpren-
der. La preparación de una amena-
za, exigiendo muchas jugadas, trae
aparejada, por supuesto, una canti-
dad casi igual de jugadas adversa-
rias para contenerla. Pero lo que es
más eficaz es la doble amenaza. Se
obtiene injertando, en una amena-
za lejana, una amenaza inmediata.

-34-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
Si han razonado bien, deben entre dos líneas de juego que con-
ganar porque tienen un peón pa- ducen al mismo fin, elegid aquella
sado cuya marcha no está obstacu- que pueda proporcionaros un doble
lizada por un bloqueador. Tienen provecho, aquella que pueda indu-
además un caballo en f5 que no cir en error a vuestro adversario, y
puede ser desalojado. Notad que sobre todo aquella que signifiquen
las negras no han podido instalar diferentes amenazas a cada paso.
todavía su caballo en f4, donde no Ahora podéis conducir un do-
podrá permanecer. ble ataque: uno contra el rey, otro
con el peón pasado que avanza. Ha-
NO AVANCÉIS VUESTROS bréis conseguido, pues, el ideal que
PEONES SIN UNA RAZÓN exponíamos: crear dos debilidades
SERIA en dos puntos distintos del tablero.
Sabéis que un peón pasado
Aparece una vez más la im- adquiere fuerza hacia el final de la
portancia de no avanzar los peones partida. Comenzad, pues, por el
sino para conseguir algo tangible. ataque contra el rey. El otro ataque
Constatamos, asimismo, el hará más eficaz a este.
papel que acaba de desempeñar Como siempre, el ataque será
vuestro caballo rey (g1). Cuando lo dirigido contra las casillas debilita-
colocasteis en d2 no podíais prever das por el avance del peón g, casi-
todas las movidas que se han efec- llas atacadas ya por vuestro caballo,
tuado. Veíais solamente la casilla y en especial contra g7 y h6. Lo que
f5. Sin embargo, preveíais el papel tenéis que hacer es claro: instalar
importante que podía desempeñar vuestra dama en la diagonal c1-h6;
sobre el flanco dama. Dimos dos jugar luego h4. £c1 es tentadora
caminos: c4-e3 y f1-g3, sin especi- porque amenaza a la vez la casilla
ficar nada. Pero la marcha del ca- h6 y el peón c5; pero vuestro adver-
ballo por c4 era evidentemente más sario tendría una buena respuesta
eficaz. El caballo ha contribuido a con ¤f4, después de c4, amenazan-
maniobra de las blancas bloquea- do rey y dame en e2, y amenazando
doras y al ataque contra los peones también instalar el caballo en d3
del flanco dama, mientras que en f1 fuertemente. Es necesario, pues,
no hubiese amenazado nada y solo renunciar a la doble amenaza y ju-
hubiera conseguido revelar su ob- gar simplemente £d2. En ajedrez,
jetivo lejano: f5. En consecuencia, como en todas las cosas, no se pue

-35-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
den realizar todas las esperanzas; Pueden elegir entre dos defensas:
hay que contentarse con lo posible, 1º- 19. ... ¦g8 y ¦g6, pero después
acercándose siempre, sin embargo, del cambio de peones vosotros
al fin que se persigue. ocuparíais la columna h con ¦h1;
Podríamos hacer ahora un 2º- ¢g6, defendiendo el peón g6,
análisis de la posición. Nos mos- y ¦h8, defendiendo el peón h. Las
traría que las negras han ganado Negras eligen esta última defensa.
dos jugadas, pero que esa ganancia 18. ... ¢g6
es ilusoria, porque se debe al avan- 19.h4 ¦h8
ce de sus peones del flanco rey, es Ahora podríais jugar: 20.¤xh6;
decir, a costa de una debilidad irre- y después de ¦xh6, 21. hxg5, recu-
mediable. Por el contrario, vosotros perando el caballo; pero entonces
tenéis una ganancia real de espacio las negras ocuparían la columna h
porque ocupáis el centro y po- con sus dos torres y solo tendríais
seéis peones muy fuertes. Aun ese la ventaja de un peón.
que parece débil en a5 desempe- 20.hxg5 hxg5
ña su función, porque no permite 21.d6 ...
el avance de los peones negros del Habiendo sido eliminados
flanco dama, a menos de exponerse los bloqueadores, el peón pasado
a una desunión. avanza en el momento que juzgáis
15.£d2 ¤f4 oportuno, sin que el adversario
16.g3 ... haya podido prever ese momento.
Comparad el resultado: no Solo con un bloqueador podríais
habíais movido vuestro peón g2. estar tranquilo. ¿Qué hacer contra
Las negras han movilizado el suyo. este avance, que arruina su juego?
Aunque poco peligroso, el caballo No dispone más que de malos ex-
en f4 de las negras puede ser des- pedientes. Repitamos que jamás
alojado, mientras que las negras no será demasiada atención la que se
pueden hacer nada contra vuestro consagre a bloquear un peón pasa-
potente caballo de f5. do enemigo.
16. ... ¤h3+ 21. ... £d7
17.¢g2 ¤xf2 22.¤e7+ ...
18.¦xf2 ... No ha sido solamente para lle-
Y de nuevo amenazáis avanzar varlo inmediatamente a dama que
vuestro peón a a4. Las negras de- habéis avanzado el peón, sino por-
ben defender sus peones de g5 y h3. que el participa en el ataque, defen-

-36-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
diendo el caballo, del mismo modo £xe7 27.dxe7+. Triunfo del peón
que vuestro caballo en c4 participa- pasado, libre de bloqueadores.
ba en vuestra demostración sobre 25. ... ¦xh1
el flanco dama, esperando el ataque 26.¢xh1 ...
previsto sobre el flanco rey. Es lo La posición de las negras es
que se llama acción concentrada de desesperada; deben parar la doble
las piezas. amenaza, la intrusión en su campo
22. ... ¢g7 de la torre por la columna h, y no
23.£xg5+ ¢f8 tienen ninguna pieza que oponer
a ella. Las jugadas que siguen son
CUANDO TENGÁIS UN ATA- poco menos que forzadas y la ga-
QUE GANADOR, NO DEJÉIS nancia de la partida está asegurada
DE VIGILAR VUESTRA en todas las variantes.
POSICIÓN 26. ... f6
27.£h6+ ¢f7
Es tentador aquí para vosotros 28.£h7+ ¢e6
ganar el caballo, pero os darían 29.£g8+ £f7
mate con £h3+. Cuando llevéis 30.¤g7+ ¤xg7
un ataque, poned atención para no 31.£xa8
caer en celadas como esta. Y las Negras abandonan.
25.¤f5 ... No solamente pierden la ca-
Defensa del peón d6 y clausura lidad, sino que están amenaza das
de la diagonal peligrosa. Las negras de la perdida de la Dama o de mate
se encuentran ante un problema con £d5+. Si 31. ...¢xd6, entonces
difícil. Deben parar dos amenazas: 32. ¦d2+. El peón pasado no pue-
£xf6 y £g7+. Lo mejor parecería de ser tomado, en consecuencia, y,
ser 22...¤h5 23.¦h1 ¤f4+ 24.gxf4 sostenido por la torre, ira a dama.
¦g8; y vuestra dama está perdida. Vuestra ventaja se ha concretado
Pero continuaríais con 25.¦h8 y en este peón y el ataque no ha he-
a ¦xh8 26.£g7+ ¢e8 27.£xh8+ cho más que dar a este peón toda
mate. Las negras deben elegir en- su fuerza.
tonces otra defensa. Gracias a estas lindas variantes,
24. ... ¤e8 esta partida es muy atrayente. Pero
25.¦h1 ... no son ellas las que la hacen valiosa
Ahora, contra ¦g8, daríais desde el punto de vista didáctico.
mate en dos jugadas con 26.£e7+ Es, ante todo, un soberbio ejemplo

-37-
E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
de la lógica del ajedrez. Se han en- Defensa holandesa
frentado dos ideas justas. Una de M. EUWE - A. ALEKHINE
ellas ha triunfado porque uno de
los jugadores ha descubierto, en 1.d4 e6
buen momento, las intenciones de 2.c4 f5
su adversario, quien, de su parte, ha 3.g3 ¥b4+
sido sorprendido por los aconteci- 4.¥d2 ¥e7
mientos. De allí surgen debilidades Una pérdida de tiempo mani-
variadas, que permiten organizar fiesta. ¿Por qué esta violación a una
un ataque irresistible. regla tan elemental? ¿Esta pérdida
de tiempo tiene razón alguna? El
EVITAD EL PEDANTISMO alfil en d2 está mal ubicado; obs-
truye la línea de la dama, suprime
En vuestro plan estratégico la defensa del peón b2 y del peón
creéis que se pueden desdeñar las d4. En seguida la casilla d2 queda
rutas tácticas, las combinaciones, vedada al caballo; en consecuencia,
las excepciones a las reglas gene- las negras pueden instalarse en e4.
rales. El rigorismo del pedante está Estas son, pues, las consideraciones
prohibido a los grandes jugadores; tácticas.
es suficiente una pequeña inexac- La idea estratégica es que el alfil
titud para modificar la suerte del dama blanco no podía dominar la
combate, y cuando se piensa que en gran diagonal tan fácilmente como
ella se desliza por todas partes, que el alfil rey negro, y que la casilla c3
se la oculta en la mejor variante, se estará bajo la amenaza del ¤e4.
llega a la conclusión que el aforis- Si para evitar esos inconve-
mo de Tarrasch (“Es la penúltima nientes las blancas hubieran conti-
falta la que gana”) es verdadero. nuado con 5.¥c1, las negras hubie-
El primer match Euwe-Alekhi- ran repetido ¥b4+.
ne por el campeonato del mundo ¿Comprendéis por qué?
nos muestra precisamente un ad- 5.¥g2 ¤f6
mirable conjunto de ideas dispares 6.¤c3 O-O
en una misma partida. Os rogamos 7.¤f3 ¤e4
considerar esta partida como una 8.O-O b6
distracción antes que una enseñan- En otra partida del match,
za, como un anticipo de lo que po- las negras jugaron 8...¥f6, y una
déis hacer, acaso, un día. rápida simplificación del juego
fue el resultado. La toma del alfil,
-38-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
persiguiendo la misma idea, haría una ventaja de cuatro tiempos.
perder por lo menos tres tiempos, 11. ... ¥xg2
que equivalen a casi al valor de un 12.¢xg2 £c8
peón. Es necesario, entonces, re- Primera idea: £b7+ reemplaza
nunciar al cambio. La jugada negra al desaparecido alfil sobre la gran
prueba la intención de continuar la diagonal. Segunda idea: ocupación
lucha en la otra diagonal, pero el de la diagonal f8-a3, libres de peo-
control de la primera se ha perdi- nes.
do. ¿Veis vosotros como las ideas se 13.d5 ...
oponen en una partida? ¡Eso vale Este golpe obstruye la gran
más, evidentemente, que la falta de diagonal blanca, pero abre la negra
ideas! y debilita las casillas c6 y e6. Aquí
9.£c2 ¥b7 aparecen las dos ideas principales
10.¤e5 ¤xc3 que rigen esta partida.
Primera combinación de 13. ... d6
esta partida posicional: las 14.¤d3 e5
negras sacrifican la calidad Forzado, pues, de otra manera,
por dos peones: 11.¥xb7 ¤xe2+ el caballo va a f4 y se instala en e6.
12.¢g2 ¤xd4. Entretanto, las blancas aprovecha-
11.¥xc3 ... ran en su oportunidad la debilidad
de e6.
CUIDAD DE HACER LO QUE 15.¢h1 ...
VUESTRO ADVERSARIO Bajo la amenaza de f4, £g4+
DESEA después de gxf4 (el movimiento 12
de las negras). Ahora, en caso de la
¿Por qué entrar en la combi- apertura de la columna caballo rey,
nación del adversario? Es mejor en son las blancas las favorecidas.
general contrariar lo planes enemi- 15... c6
gos, sobre todo cuando, como en 16.£b3 ...
este caso, se tiene una ventaja de Amenazando al rey por un ja-
posición. que en descubierto.
Advertid, por otra parte, que 16. ... ¢h8
las blancas han alcanzado su objeti- A su turno el rey negro se refu-
vo: su alfil dama (c3) ocupa la gran gia. Golpe típico del juego de posi-
diagonal. Han hecho fracasar el ción. La tentativa de combinación
primer plan de las negras y poseen es aplastada en su origen.

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E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
17.f4 e4 precisa la amenaza sobre f5 y g4.
Forzado. Si 17...exf4, entonces Soberbiamente dirigido, es el que
18.¤xf4 y en seguida 19.¤e6. La gana la partida.
casilla e6 se torna tema de juego 20. ... ¥f6
contrariando la acción de las ne- Muy seguro en el golpe ante-
gras. Con motivo de esta amenaza, rior, arriesgado ahora, pues el peón
las negras se han visto obligadas f5 no está defendido. Era necesario
a abrir una gran diagonal al alfil buscar el cambio de alfiles, pues la
blanco. En la lucha de dos ideas es combinación táctica adoptada por
la posesión de esta gran diagonal, la las blancas se presenta excelente.
que desempeñaría la función prin- 21.¤xf5! ...
cipal, interviniendo, de un tiempo Esta es la combinación de las
a otro, como el motivo conductor blancas: 3 peones en el centro con-
de una obra wagneriana. tra un alfil. La partida, en esta fase
18.¤b4 c5 crítica, cambia de aspecto.
Bajo la amenaza de dxc6, se- 21. ... ¥xc3
guido de ¤d5 con la ocupación de 22.¤xd6 £b8
otra casilla importante. Evitar las La dama debe atacar el caballo
debilidades que el enemigo pueda sin que esta pieza pueda atacarla al
aprovechar es asegurar la solidez de retirarse.
una posición y desafiar los ataques. 23.¤xe4 ¥f6
19.¤c2 ¤d7 24.¤d2 ...
Ha llegado el momento de Prepara el asalto de los peones
oponer al alfil fuerte el alfil débil centrales. ¿Qué hacer para detener
de las negras en f6 para dirigir su la avalancha?
acción sobre la gran diagonal. Sin 24. ... g5
abandonar esta idea, las negras se Una buena respuesta: el ataque
dedican a una maniobra táctica contra el rey contrarresta el avance
para provocar una combinación. en el centro. Es evidente que esto
El análisis demuestra que las blan- estaba previsto cuando las negras
cas han perdido el tiempo ganado, provocaron el sacrificio.
pero que han conquistado terreno: 25.e4 gxf4
una cosa compensa la otra. 26.gxf4 ¥d4
20.¤e3 ... Las negras, que no pueden per-
El caballo ha maniobrado bien: mitir que se encierre su alfil, domi-
el alcanza una casilla donde se nan ahora la gran diagonal.

-40-
Cómo no debe jugarse al ajedrez
27.e5 £e8 negras juegan 32...h6 33.¤f7+
28.e6 ¦g8 ¢h7 34.£d3+. La dama negra en
Firme táctica. Si 29.exd7 £e2 f5 hubiera suprimido esta amenaza.
gana el caballo, y los peones dis- 32. ... ¦g7
locados son impotentes. Podemos 33.exd7 ¦xd7
decir que esta consideración es la 34.£e3 ...
que tienta al negro, que se decide a La labor se simplifica. Para
transformar el juego posicional en compensar la pérdida de la calidad,
un juego de combinación. las blancas deben buscar el enlace
29.¤f3 ... de los peones pasados.
Falta leve, que pudo tener gra- 34. ... ¦e7
ves consecuencias. Era necesario 35.¤e6 ...
jugar £h3 para obligar al caballo He aquí una figura emplazada
negro a retirarse y en seguida ¤f3 en e6. Es cierto que en la movida 13
para deshacerse del alfil. esta posición no podía ser prevista,
29. ... £g6 pero hemos dicho que era inútil,
30.¦g1 ... en las consideraciones generales,
Hermoso sacrificio, que elimi- de profundizar todas las variantes
na el alfil negro. El blanco entrega posibles. Tarde o temprano la debi-
la calidad por la posesión de la gran lidad de una casilla debe tener sus
diagonal. consecuencias. Debe tenerse cuida-
30. ... ¥xg1 do de conservar las piezas que pue-
31.¦xg1 £f6 dan aprovecharse.
La gran diagonal obsesiona 35. ... ¦f8
también a las negras. Para cerrar- 36.£e5 £xe5
la, cometen la última falta. Con En lo posible debía evitarse
31...£f5 podían cerrarla, jugando este cambio de damas, que une los
luego ¤f6. Si las blancas hubieran peones.
tornado el caballo después de £f5, 37.fxe5 ¦f5
las negras habrían cambiado las to- 38.¦e1 h6
rres, con gran perspectiva de tablas. Alekhine se olvida de la com-
Pero no han aprovechado, de ma- binación del caballo. Esta pieza no
nera directa, de la falta de la jugada está inmovilizada. En f7 puede,
29 de las blancas. por un jaque, ganar eventualmen-
32.¤g5! ... te una torre negra. Si 38...¢g8
¡Muy hermoso golpe! Si las 39.¦g1+ ¢h8 (39...¢f7 40.¤d8+

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E. Znosko-Borovsky - Prof. J. L. Matamoros
¢e8 41.¤c6); 40.¦g5. La partida gran dificultad consiste en discer-
podria, acaso, prolongarse por el nir cuál debe aplicarse, pues, existe,
cambio: 38...¦xe6 39.dxe6 ¢g8 con frecuencia, contradicción. Solo
40.¦e3 h5 41.¦a3 ¦xe5 42.¦xa7 en ese sentido la practica permite
¦xe6; con un peón menos en un fi- alcanzar la verdadera maestría.
nal de torres. ¿Creéis, en consecuencia, que
39.¤d8 ... luego de repetidos análisis, elabo-
¡El valeroso caballo! La partida ración de planes, seréis ya invenci-
no puede salvarse, pues los peones bles? No lo creáis, perderéis todavía
avanzaran libremente. Steinitz ha muchas partidas, pero vuestro jue-
dicho que un caballo en e6 gana la go sería lógico y a vuestros adver-
partida sin la ayuda del jugador. sarios les sería cada vez más difícil
39. ... ¦f2 venceros. Así tendréis mas alegría,
40.e6 ¦d2 se tendrá más estima por vuestro
41.¤c6 ¦e8 talento de amateur, más satisfac-
42.e7 b5 ción intima también, pues vuestro
Las Blancas solo tienen que lle- juego será aclarado por la luz de la
var su caballo a 6D. razón. Sabréis entender asimismo
43.¤d8 ¢g7 el juego de vuestros adversarios y
44.¤b7 ¢f6 apreciar en su justo valor este ad-
45.¦e6+ ¢g5 mirable entretenimiento, que no es
46.¤d6 ¦xe7 un juego de azar, sino una ardiente
47.¤e4+ lucha entre dos inteligencias.
Abandonan la Negras. Nuestro último ejemplo puede
¡El golpe de gracia ejecutado probar que vuestro juego no será
por el caballo, que finalmente ha más flojo, pues las posiciones sanas
realizado 19 movidas de las 47 de y sólidas son las más aptas para que
la partida! broten las brillantes continuacio-
Esta partida, tan fértil en múlti- nes.
ples bellezas de todas suertes, con- Esperamos, por fin, que luego
firma todos los consejos dados en de haber seguido estos consejos,
este libro y demuestra que nuestros acostumbrados a ver más claro y
principios no se aplican siempre más justo, conquistéis numerosas
uno después de otro, pero pueden victorias. Nuestros deseos estarán
ser puestos a prueba, simultánea- entonces colmados y vosotros po-
mente, en cualquier momento. La dréis enseñar a otros principiantes.

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INDICE

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INDICE

Pags.
Prefacio ................................................................................................... I
Evitad los errores.................................................................................... 1
No hagáis las primeras jugadas automáticamente, sin reflexionar... 3
No aprendáis las variantes de memoria. Tratad de comprenderlas.. 4
No creáis en todo lo que se dice. Criticad, verificad, razonad........... 6
¿Qué es el ajedrez? .................................................................................. 7
En el ajedrez, como en la guerra, las Consideraciones topográficas
son de primordial importancia ............................................................ 7
No abandonéis el centro a vuestro adversario ................................... 8
No abandonéis las líneas abiertas, apoderaos de ellas ...................... 9
No creéis en vuestro juego casillas débiles de las cuales pueda
apoderarse el enemigo .......................................................................... 10
No perdáis ningún tiempo ................................................................... 10
Nada se conseguirá sin el análisis de la posición................................ 12
No dejéis ninguna pieza sin relación con las otras ............................ 13
No juguéis demasiado rápidamente .................................................... 14
No hay que buscar una jugada, aunque sea la mejor, sino una
serie de jugadas, un plan realizable ..................................................... 16
En la apertura no penséis sino en el desarrollo de vuestras piezas... 17
No desdeñéis los pequeños detalles, es en ellos que se encuentra
a veces la idea de la posición ................................................................. 18
No juguéis con incoherencia, siguiendo tan pronto un plan
como otro.................................................................................................. 20
Antes de pensar en las jugadas posibles del adversario, sabed
que se propone ........................................................................................ 20
Tened confianza ..................................................................................... 21
En los azares de la lucha, no olvidéis vuestra idea general, vuestra
línea directriz ........................................................................................... 22
Con las negras, no olvidéis nunca el desarrollo del alfil dama en
la peón Dama; y el desarrollo del alfil rey en el Ruy López ................ 22
No modifiquéis vuestro plan ................................................................. 22
No es en el medio de la batalla donde se formulan vastos proyectos. 24

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Pags.
No os contentéis con atacar un punto débil; cread otro nuevo......... 25
No os embrolléis entre innumerables cálculos; haced ante todo
absoluta abstracción de las respuestas del adversario ........................ 29
No dejéis de buscar las razones escondidas en las maniobras........... 30
No ataquéis en los flancos si vuestro centro no está completamente
seguro ....................................................................................................... 31
No dejéis de bloquear un peón enemigo pasado.................................. 32
No dejéis vuestras piezas en casillas débiles ........................................ 33
No avancéis vuestros peones sin una razón seria ............................... 35
Cuando tengáis un ataque ganador, no dejéis de vigilar vuestra
posición .................................................................................................... 37
Evitad el pedantismo .............................................................................. 38
Cuidad de hacer lo que vuestro adversario desea .............................. 39

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Fecha de impresión
Talleres Gráficos DULAU S.R.L., Rauch 1849,
Buenos Aires, mayo de 1975.
Yevgueni Aleksándrovich Znosko-Borovski (1884-1954) fue un maes-
tro de ajedrez ruso, escritor, profesor y crítico literario.
Nacido en San Petersburgo el 16 de agosto de 1884, aprendió a jugar
ajedrez de joven, ganando premios en torneos locales y regionales.
Hizo su debut internacional en el torneo del ajedrez de Ostend 1906,
donde ganó el premio a la brillantez por su juego contra Amos Burn. La
carrera ajedrecística de Znosko-Borovski fue interrumpida con frecuencia
por otros acontecimientos en su vida. Herido y reconocido militarmente
en conflictos bélicos, sirvió primero como voluntario en las batallas ru-
so-japonesas de 1904 y 1905 y fue llamado otra vez al servicio durante
la Gran Guerra. Después de la evacuación, una nave británica lo llevó a
Constantinopla y de allí se trasladó a París, que siguió siendo su hogar
desde 1920 hacia adelante.
Como jugador, Znosko Borovski no tuvo el brillo de sus más encum-
brados camaradas. Sin embargo consiguió algunos resultados notables
en competiciones internacionales, incluyendo París 1930, donde terminó
primero sin haber perdido, delante de Savielly Tartakower, de Andor Li-
lienthal y de Jacques Mieses. El éxito vino a menudo en encuentros indivi-
duales con sus pares más distinguidos: ganó juegos impresionantes contra
José Raúl Capablanca, Akiba Rubinstein, Max Euwe y Yefim Bogoljubow,
así como un match corto con Edgar Colle en 1922. También era experto
en impartir simultáneas. Escribió varios libros de ajedrez que fueron tra-
ducidos al inglés y al español. Znosko- Borovsky murió el 31 de diciembre
de 1954.

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