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Introducción

La casa del niño “Encuentro” es una organización no gubernamental localizada en City Bell, La
Plata. Dicho lugar brinda a los vecinos apoyo familiar así como escolar para niños de entre 4 y 12
años (divididos en “Jardín” desde los 4 a 6 años de edad), a su vez funciona como comedor y
merendero. Nace en respuesta a las necesidades de aquellas familias que, por falta de trabajo o la
precariedad del mismo, se encuentran en situación de riesgo. Conforme a los cambios socio-
culturales, la institución, sin perder los ejes básicos de apoyo familiar, ha ido sumando a los largo
de los años, otros servicios a fin de sostener, en un entorno que ha presentado cada vez mayor
complejidad, la importancia de la crianza de los niños en su propio grupo familiar y el goce de los
derechos de todo niño a educarse, jugar, alimentarse, etc. En lo que hace a otras cuestiones de salud,
incluida la mental, se presentan muchas situaciones sin poder resolver. Se acude para ello al trabajo
en red con las escuelas públicas y algunas privadas de la zona, el Centro de Salud Municipal Nº 5,
el C.P.A, el C.E.A.T, Rotary, Delegación Municipal tanto como vecinos que acercan su
colaboración voluntariamente.

Este trabajo es producto del recorrido durante este año que se realizó en las prácticas profesionales
de inserción en el campo psicopedagógico del 3er año de la carrera de Psicopedagogía del I.S.F.D y
T n°9. Se elige el caso de Simón, una de los niños que asiste a la Casita para poder fundamentar la
elección del eje de este trabajo, respecto de las problemáticas en el aprendizaje de la lectoescritura
de los niños así como también de la incidencia de lo emocional en dicho proceso.

Simón
Simón concurre a la escuela EGB Nº 44 "Elvira González Goizueta" por la mañana, por la tarde
asiste a la “Casa del Niño Encuentro”.
Tiene siete años y cursa el segundo grado, empero no sabe su fecha de cumpleaños. Su materia
favorita son las ciencias sociales, el resto le resultan “aburridas”. Cuenta que le gusta andar en
bicicleta y jugar a los autitos.
Simón es un niño espontaneo, carismático, curioso, que demuestra un continuo interés ante
nuestras intervenciones. Sin embargo detectamos que aún no está alfabetizado, escribe su nombre y
el de sus hermanos de memoria. Con la misma modalidad repite los números del 0 al 9 y el
abecedario, por separado aún no es capaz de reconocer las letras si no es con este mismo patrón,
dice por ejemplo: la M de mama, la S de Simón.
Su familia está compuesta por sus padres Victoria y David y sus dos hermanos Pía de 10 años y
Ciro de 3. Comenta que su padre tiene dos trabajos: es mecánico y hace edificios. Durante nuestras
prácticas, no ha nombrado a su madre, Pía es quien nos cuenta que su mama trabaja de enfermera
por la noche y que Ciro va al jardín de la casita.
Cabe destacar que Pía no posee inconvenientes escolares y Ciro está adquiriendo sin problemas
los objetos propios a su edad. Hemos notado que ante la presencia de Ciro se siente inhibido, como
así también delante de sus compañeros mantiene en general un trato muy descortés. Cada uno de
ellos conoce las debilidades del otro y las utilizan para identificarse, “él no sabe leer”, “ella es
burra”, “el siempre llora”, “ella siempre grita”, etc., hecho que induce a que deje de realizar lo que
se propone.
En un comienzo no se pudo trabajar con demasiado éxito con Simón, ya que aunque ella estaba
totalmente predispuesta a trabajar con nosotras, De todas formas se logró aplicar la técnica del HTP.
(…)De esta misma forma y con el pasar de los meses, se continuo el trabajo con Simón y se observó
que tanto el cómo varios de sus compañeros que se encuentran en la misma situación que ella
respecto a la no-adquisición-de-la-lectoescritura son dejados de lado por la auxiliar, la cual solo
ayuda en sus deberes a los niños más grandes en situaciones menos problemáticas. Así es como ésta
ignora si Simón saca o no su cuaderno, si realiza sus deberes o si copia una tarea que era para el
grupo de los más grandes aunque no vaya a poder resolverla prefiriendo retirarse para jugar, saltar,
gritar, lo cual incomoda al resto de la clase. Se decidió cambiar las líneas de abordaje, para ahora
trabajar en grupos pequeños, específicamente junto a dos niños que presentan las mismas
dificultades que Simón respecto al aprendizaje y a este olvido de parte de la maestra auxiliar, así
como con una niña que aunque no padecía de ningún tipo de problema en cuanto a lo escolar,
presentaba ciertas similitudes con Simón en torno a lo familiar. ( juegos de letras, de números,)

Aportes teóricos desde distintos autores


J. Piaget
Según las intervenciones que hemos realizado el niño se encuentra dentro del estadio
preoperatorio, de 2 a 7 años. Esta etapa Piaget la caracteriza por el progresivo desarrollo de los
procesos de simbolización, donde el niño posee limitaciones típicas como el pensamiento
egocéntrico, irreversible, perceptivo e intuitivo.
A partir de los dos años aparece la función simbólica, que es generadora de la representación. La
función semiótica designa la función del conjunto de los significantes que implica la evocación
representativa de los objetos de manera recíproca, no se desarrolla ni se organiza sin la ayuda
constante de la estructuración de la inteligencia. Se pueden distinguir cinco conductas que aparecen
de manera simultánea: la imitación diferida, el juego simbólico, el dibujo, la imagen mental y el
lenguaje.
El lenguaje aparece al mismo tiempo que las otras formas de pensamiento. Comienza tras una
fase de balbuceo espontaneo y una fase de diferenciación de fonemas por imitación. Esas palabras
únicas pueden expresar deseos, emociones o comprobaciones. A fin del segundo año se señalan
frases de dos palabras, luego frases completas sin conjugación, luego una adquisición progresiva de
las estructuras gramaticales. Desde los dos a los cuatro años adquieren la constitución de las reglas
gramaticales y sintácticas.
Piaget dice que el desarrollo del lenguaje es el resultado de sus relaciones con el pensamiento y
con las operaciones lógicas en particular. El lenguaje permite al pensamiento referirse a extensiones
espacio-temporales mucho más amplias y liberarse de lo inmediato. El pensamiento consigue
representaciones de conjunto simultáneo. Con respecto a la función semiótica, el lenguaje cumple
un papel importante ya que son construidas por el individuo a medida de las necesidades, el
lenguaje esta ya elaborado socialmente por completo y contiene de antemano un conjunto de
instrumentos cognoscitivos al servicio del pensamiento.
Plantea que el lenguaje comporta una lógica inherente al sistema de la lengua, constituye el
factor único del aprendizaje de la lógica por el niño y es también fuente de toda lógica en la
humanidad. La lógica de los propios lógicos, no es otra cosa que una sintaxis y una semántica
generalizada.
El niño de nivel preoperatorio comprende bien las expresiones de nivel superior cuando se
insertan en consignas, no las utiliza espontáneamente. Cuando se le guía a utilizarlas, mediante el
aprendizaje propiamente lingüístico, lo consigue. El aprendizaje lingüístico influye a la vez en el
propio acto de comparación, sobre el concepto mismo.
El lenguaje no constituye la fuente de la lógica, está estructurado por ella, las raíces de la lógica hay
que buscarlas en la coordinación general de las acciones que se dan en el estadio sensorio-motor,
esos esquemas adquiridos continúan desarrollándose y estructurando el pensamientos, incluso
verbal, en función del progreso de las acciones, hasta la constitución de las operaciones lógico-
matemáticas.

Alicia Fernandez
La incidencia de los problemas afectivos y los métodos de aprendizaje al que es expuesto pueden
ser causales de interferencias en el aprendizaje. El aprendizaje es el resultado de la articulación de
los procesos subjetivantes y objetivantes. Alicia Fernández, plantea que el pensamiento es uno solo,
al mismo tiempo se dan la significación simbólica y la capacidad de organización lógica, dice que
hay que saber cómo se hace para sumar, por ejemplo, para encontrar a que escenario simbólico
puede corresponder la suma y darle una significación. Define al problema de aprendizaje, como el
síntoma donde la inteligencia es atrapada por el deseo, todo conocimiento tiene una historia que lo
vincula con un esquema de acción y el organismo.
Dice que cuatro niveles intervienen en el proceso de aprendizaje: organismo, cuerpo, inteligencia
y deseo. Al hablar de inteligencia, deseo y corporeidad, nos referimos a intercambios afectivos,
cognitivos con el medio. La estructura cognitiva y la estructura simbolica son diferenciables. El
nivel lógico, se refiere a la inteligencia, a una estructura genética que se construye. La inteligencia
tiende a objetivar, buscar generalidades, clasificar, ordenar, en cuanto al nivel simbólico, es la
dimensión deseante, es subjetivante, tiende a la individualización, la diferenciación, tiene impronta
de originalidad de cada ser humano, organiza la vida afectiva y de las significaciones, el lenguaje, el
gesto y los afectos operan como significantes.
Podemos dar cuenta que sus posibilidades de aprender y relacionarse con el mundo se veían
afectadas por su sufrimiento, podemos citar a Alicia Fernández y decir que la inteligencia se
encontraba atrapada por el deseo. Este sufrimiento que atravesaba Simon tanto en su casa como en
la Casita al ser excluido, violentado por su maestra y compañeros.
Entendemos entonces que es así como ese diagnóstico apresurado sosteniéndose en la hipótesis de
“leve retraso” no permitía la posibilidad de realizar una intervención que aloje el sufrimiento del
niño, lo simbólico, lo propio de el era dejado de lado, necesitaba ser tomado como alumno, alojarse
en una institución con sus características singulares.
La idea que sostenemos es que no hay sujeto sin otro, el cual tiene múltiples representaciones,
puede ser encarnado por la madre, padre, representantes de la cultura, por lo social, lo histórico y
por supuesto; la escuela. Las infancias están sostenidas por diferentes instituciones en diferentes
momentos, no hay niño sin institución.
Zona de desarrollo proximo
Mediante distintos dispositivos generamos con Simón una Zona de desarrollo próximo, es la
función que cumple otro para potenciar sus capacidades y lograr los objetivos.
Todo tipo de aprendizaje que el niño encuentra en la escuela, tiene siempre una historia previa,
ya desde sus primeras preguntas, el niño va asimilando el nombre de los distintos objetos de su
alrededor, no hace más que aprender. El aprendizaje escolar introduce algo nuevo en el niño, a
través del concepto de la zona de desarrollo próximo, definida por Vygotsky como la distancia entre
el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver independientemente un
problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema
bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz. Lo que un niño es capaz
de hacer hoy con la ayuda de alguien, mañana podrá hacerlo por si solo. El nivel real de desarrollo,
abarcan las actividades que los niños pueden hacer por si solos, las funciones que ya han madurado.
La ZDP define las funciones que todavía no han madurado, pero que se hallan en proceso de
maduración. El nivel de desarrollo real caracteriza el desarrollo mental retrospectivamente, mientras
que la ZDP caracteriza el desarrollo mental respectivamente.
A partir de la ZDP, se puede comprender el curso interno del desarrollo, se puede considerar los
ciclos y procesos de maduración que ya se han completado y os que se hallan en formación para
trazar el futuro inmediato del niño.
Ferreiro
Simón se encuentra según los niveles de conceptualización de la escritura que propone
Ferreiro en el nivel simbólico o pre silábico, en el cual el sujeto considera que la escritura
remite a un significado, sin embargo, no establece relaciones entre la escritura y la
pronunciación de las palabras. (Ferreiro, 1988)

Conclusión
Para el final de nuestro paso por la Casita, pudimos aseverar que Simon si conocía el valor de lo s
números y podía sumar y restar con ayuda de los dedos de las manos, también conocía las letras,
aunque tenía ciertas dificultades aun para la unión de estas a la hora de formar palabras, pero de
todos modos con ayudas como por ejemplo de iniciales pudo lograr formar las que en las
actividades se le proponian. A su vez, la maestra auxiliar nos informó que desde la escuela habían
notado un gran avance de Simón. Otra cosa que se pudo notar fue que la relación con sus
compañeros de la casita había mejorado, los niños ahora pedían jugar con ella, la integraban, la
tenían en cuenta. No así aun, la auxiliar docente.
La demonización del otro, el otro como fuente de todo mal, el que vino a desarmar lo que estaba
armado, se podía ver en la Casita, esta fantasía de pensar que la clase sería un todo armónico y sin
conflictos si no fuera por la irrupción del “descuajeringador”. Y así es como las identidades y
diferencias se delimitan como entidades cerradas, como si fueran un estado y no un modo de estar
siendo en un tejido de lazos complejos, que se construyen y reconstruyen. (escritura ferreriro). Es
por eso que hacer sitio no es solo ofrecer un banco, una matrícula, es alojar desde las propias
sensibilidades y representaciones en un horizonte de igualdad. Para esto debe haber tiempo de parte
del docente, tiempo del trabajo interdisciplinario de los profesionales en juego, debe haber una
familia que responda, pero fundamentalmente debe haber una mirada de cambio, que asevere que
no se trata de una niña que no tiene condiciones, sino de una propuesta pedagógica que no responde
a las necesidades y posibilidades de todos los alumnos.Bibliografía

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