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EL DESARROLLO AFECTIVO
EN LOS NIÑOS Y NIÑAS DE CERO A SEIS AÑOS. APORTACIONES DE
DISTINTOS AUTORES. LA CONQUISTA DE LA AUTONOMÍA.
DIRECTRICES PARA UNA CORRECTA INTERVENCIÓN EDUCATIVA.
1. INTRODUCCIÓN
"Las pequeñas actividades cotidianas se convierten en habitos sobre los que el niño
construye su propia autonomía " Francesco Tonucci. Comenzamos nuestro tema tres
con una frase que nos adelanta el contenido que vamos a tratar, es una cita que nos
indica que con pequeñas operaciones que el niño realice habitualmente por sí mismo va
a ir adquiriendo poco a poco su propia autonomía . La persona es un ser único con unas
diferencias con respecto a los demás que marcan sus características personales.
¿Por qué tenemos que tener en cuenta la personalidad de cada alumno? Tema de gran
importancia para nosotros como educadores, ya que conocer cómo se desarrolla la
personalidad en el niño, sus necesidades afectivas y su afán de creciente autonomía, nos
va a permitir adaptar las diferentes áreas del currículo a las necesidades del alumnado.
Además podremos detectar si alguno de nuestros alumnos presenta algún tipo de
necesidad educativa especial, para así poder ofrecerle una atención lo más temprana
posible.
" La imagen de sí mismo que cada niño va construyendo es una interiorización de las
expectativas que les muestran las personas adultos que los rodean y de la confianza que
en ellas depositan".
A lo largo del tema veremos diferentes puntos de vista sobre cómo se desarrolla el niño
y sobre todo cómo es este desarrollo a nivel afectivo. Como poco a poco, y en función
del desarrollo, va ganando en autonomía y cómo debemos manejarnos para no cortar esa
libertad pero a la vez crear unas normas que como veremos serán de gran importancia.
EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD
También existen otras definiciones por varios autores que tienen especial importancia
como por ejemplo;
- Considerar la personalidad como efecto exterior que una persona causa en los demás
Después de tener claro las distintas definiciones de la personalidad y las tendencias a las
que se pueden incluir, vamos a dar conocer las características por las que se rige la
personalidad.
- Factores externos: Las experiencias con las que se va encontrando el niño a lo largo de
su historia personal hacen que el grado, el ritmo y la dirección de su personalidad se
desarrollen hacia un lado o hacia otro.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, para llegar a construir su personalidad, el niño debe
pasar por 3 fases:
- Necesidad de demostrar su propia singularidad, tiene que verse como ser diferente a
los demás, a través de una serie de procesos: el 1º rasgo empieza sobre los 3 años
cuando empieza a decir "yo", porque antes no se ve diferente a los demás.
El desarrollo de la personalidad estará marcado por la evolución de la consistencia del
yo. Dentro de esta evolución veremos las siguientes etapas (según Jerónimo de Moragas
1983):
Efectos de la perdida de apego: Antes de los 6 meses no son graves pero a partir
de los 6 meses y hasta los dos años (etapa 3 de la construcción del apego) si pueden
aparecer problemas. Las separaciones breves frecuentes son algo a lo que el niño debe
acostumbrarse, pero una pérdida de la figura de apego prolongada pueden tener efectos
bastante severos en la personalidad del niño aunque no tienen porque en un principio
significar patología mental grave en la adultez, sin embargo hay situaciones como las
adopciones o largas hospitalizaciones que pueden causar efectos a largo plazo en el
niño.
Además, la verdad acerca de sí mismos suele ser la que expresan los adultos
significativos en su vida. Así, por ejemplo pueden decirnos que son <malos> porque
haber roto una taza, y <guapos> porque se lo ha dicho su mamá. Cuando centramos
nuestra atención en el valor o importancia que los niños atribuyen a sus
autodescripciones, en cómo evalúa el niño el concepto que tiene de sí mismo, nos
estamos interesando por la autoestima, es decir, por la dimensión evaluativa del
autoconcepto. La razón del interés por la autoestima, radica en la importancia que se le
atribuye como factor determinante del éxito escolar, las relaciones sociales y la salud
mental.
OTROS VÍNCULOS
A partir del 2º año de vida, las relaciones con los padres pueden ser afectuosas y
conflictivas. Toman conciencia de que los padres comparten cierta forma de intimidad
en la que ellos no participan y pueden ver a uno de los progenitores como un rival.
Con el nacimiento de un nuevo hermano aparecen los celos, como protesta por
los cambios producidos en el sistema familiar y alarma ante el miedo a perder la
dedicación de los padres. El sentimiento hacia el hermano es ambivalente y el
comportamiento de los padres puede hacerles comprender que la nueva situación no
significa que vayan a perder su apego.
Con el tiempo, las relaciones con los iguales tienen una importancia creciente y
están marcadas por el tipo de relación que el niño haya establecido con los adultos. La
influencia del grupo de iguales es especialmente significativa en:
Cuanto más conocidas son las situaciones en las que se encuentran, más fácil les
resulta conocer las características de los otros y adaptar su comportamiento.
Unen características contradictorias al describir a los otros.
- Las rabietas, respuestas emocional que se suele dar ante las frustaciones
Entre las teorías clásicas suelen citarse la corriente psicoanalítica (Freud y Erikson), el
conductismo (Skinner, Watson y Bandura) y el desarrollo cognitivo de Piaget.
La aportación de Freud se basa en sostener que las personas se mueven guiadas por
instintos agresivos o sexuales innatos que pueden ser controlados y que gran parte de
nuestra conducta se explica por motivos inconscientes reprimidos. Propuso las ya cinco
etapas conocidas del desarrollo psicosexual. La sexualidad es un presupuesto básico de
vida, donde hay que buscar el determinante de la personalidad entendiéndose la
sexualidad como energía vital, relacionada con la afectividad.
Erikson se centra más en los determinantes socioculturales del desarrollo humano: las
personas se desarrollan superando ocho tipos de conflictos, que van desde la confianza
frente a la desconfianza en la infancia, hasta la integridad frente a la desesperación en la
ancianidad. En esta teoría se identifica cada etapa del desarrollo emotivo por la clase de
crisis psicosocial que puede producirse, y que, si se maneja con habilidad, capacita al
individuo para superar adecuadamente esa crisis y afrontar los problemas de la etapa
siguiente.
Entre las teorías más recientes cabe señalar la de Vygotsky. La aportación de este autor
se centra en la propuesta que hace sobre el aprendizaje sociocultural de cada individuo y
por lo tanto en el medio en el cual se desarrolla. Vygotsky considera el aprendizaje
como uno de los mecanismos fundamentales del desarrollo. El contexto va a ser
determinante. La interacción social se contempla como el motor del desarrollo.
Introduce el concepto de zona de desarrollo próximo que es la distancia entre el nivel
real del desarrollo y el nivel de desarrollo potencial. Aprendizaje y desarrollo son dos
procesos que interactúan.
LA CONQUISTA DE LA AUTONOMÍA
El niño/a parte de una situación de dependencia radical respecto del adulto, poco a poco
el niño/a va consiguiendo, va a ir conquistando su propia autonomía. Los logros que
alcanzan en los tres primeros años de vida son enormes, pero es un proceso que va a
continuar a lo largo de toda la vida. La Escuela Infantil debe ofrecer la experiencias y la
ayuda necesaria para que los niños puedan ir logrando una autonomía creciente en su
actuación, en sus sentimientos y en su forma de pensar, para que sean capaces
de asumir el cuidado de sí mismos y del entorno en el que viven y para que puedan
ampliar su mundo de relaciones e integrarse socialmente.
El proceso por el que el niño consigue su autonomía podemos explicarlo a través de la
teoría de la personalidad de Erikson expuesta en su libro "Infancia y sociedad". Para ese
autor, existen "ocho edades del hombre", que vienen a ser como las ocho etapas que
atraviesa el individuo en la tarea de conquistar su propia personalidad.
1. Confianza vs Desconfianza
Este estadio transcurre desde el nacimiento hasta los dieciocho meses de vida, y
depende de la relación o vínculo que se haya creado con la madre.
La relación con la madre determinará los futuros vínculos que se establecerán con las
personas a lo largo de su vida. Es la sensación de confianza, vulnerabilidad, frustración,
satisfacción, seguridad… la que puede determinar la calidad de las relaciones.
2. Autonomía vs Vergüenza y duda
Este estadio empieza desde los 18 meses hasta los 3 años de vida del niño.
Durante este estadio el niño emprende su desarrollo cognitivo y muscular, cuando
comienza a controlar y ejercitar los músculos que se relacionan con las excreciones
corporales. Este proceso de aprendizaje puede conducir a momentos de dudas y de
vergüenza. Asimismo, los logros en esta etapa desencadenan sensación de autonomía y
de sentirse como un cuerpo independiente.
3. Iniciativa vs Culpa
Este estadio viaja desde los 3 hasta los 5 años de edad.
El niño empieza a desarrollarse muy rápido, tanto física como intelectualmente. Crece
su interés por relacionarse con otros niños, poniendo a prueba sus habilidades y
capacidades. Los niños sienten curiosidad y es positivo motivarles para desarrollarse
creativamente.
En caso de que los padres reaccionen de negativamente a las preguntas de los niños o a
la iniciativa de éstos, es probable que les genere sensación de culpabilidad.
4. Laboriosidad vs Inferioridad
Este estadio se produce entre los 6-7 años hasta los 12 años.
Los niños muestran un interés genuino por el funcionamiento de las cosas e intentan
llevar a cabo muchas actividades por sí mismos, con su propio esfuerzo y poniendo en
uso sus conocimientos y habilidades. Por esa razón es tan importante la estimulación
positiva que pueda ofrecerle la escuela, en casa o por el grupo de iguales. Éste último
comienza a adquirir una relevancia trascendental para ellos.
En el caso de que esto no sea bien acogido o sus fracasos motiven las comparaciones
con otros, el niño puede desarrollar cierta sensación de inferioridad que le hará sentirse
inseguro frente a los demás.
No podemos terminar este apartado dedicado a la conquista de la autonomía sin estudiar
algunos de los factores que inciden en la conquista de dicha autonomía.
- Factores familiares, las practicas educativas de la familia son cruciales para estimular
o para ahogar en el niño el deseo de conseguir cada vez una mayor autonomía. Los
padres deben estimular al niño a que sea progresivamente más autónomo, siempre
teniendo en cuanta sus posibilidades madurativas. Al mismo tiempo en el hogar debe
existir un clima de seguridad efectiva.
- Factores escolares, la escuela infantil es un marco excelente para un logro de una
progresiva autonomía. En un principio el niño depende mucho del maestro, el cual
deberá poner en marcha una serie de estrategias metodológicas y organizativas para
estimular su independencia.
Según GALLEGO ORTEGA “enseñar al niño a no depender excesivamente de las
ayudas y aprobaciones adultas es la clave de la autonomía y no es algo intrínseco al
niño/a su consecución, sino de los adultos que le rodean”.
Desde la escuela se debe ofrecer las directrices para una correcta intervención educativa
para así facilitar el desarrollo autónomo, punto que tratamos a continuación.
Como hemos visto cada niño va a desarrollar una personalidad diferente en función
de muchos factores. Nosotros como docentes deberemos adaptar nuestro trabajo a
las particularidades de cada uno y al momento de desarrollo en el que se encuentren.
Es de gran importancia, además, el trabajo conjunto con la familia, ya que ellos son
la principal figura a imitar por parte del niño y afectivamente la mayor motivación.
A pesar de todo y en general podemos decir que: Un estilo educativo general que
convine las manifestaciones de afecto, exigencias adecuadas a las capacidades de los
niños/as, comunicación que razone e intérprete las imposiciones y control sobre las
actividades de los hijos/as, parece el más adecuado. Si se desea además que los
niños adquieran conductas socialmente deseables y a la vez sean felices, deben estar
sujetos a determinadas normas de disciplina. Esta disciplina exige también al adulto
que razone sus propias imposiciones, por lo que es más probable que éstas sean
realmente razonables.