Вы находитесь на странице: 1из 5

Pontificia Universidad Javeriana

Facultad de Psicología
Catedra Ignacio Martín Baró
22 de noviembre de 2019
Mateo Medina Abad

Las ciencias sociales, así como la psicología, son disciplinas fundamentales en el


desarrollo de cualquier sociedad democrática, pues su materia prima, su objeto de
estudio y su mayor interés son aquellas personas y pequeñas comunidades que
componen la sociedad. En un panorama como el colombiano, una democracia estable,
pero llena de escándalos de corrupción y un país con ganas de paz por más de 10
décadas, estas disciplinas pueden ser un ente liberador, de asperezas, dolor, miseria y
hasta de las propias barreras que han existido estructuralmente en la sociedad
colombiana.

En este panorama los mayores retos de estas disciplinas son reconocerse como entes
transformadores del conflicto y sus lógicas, que históricamente han trastocado la forma
en la que se da la vida en Colombia, además es a partir de estas mismas lógicas que
se desarrolla un yo, como menciona Estrada “El yo comienza a reconocerse como las
multivoces de la narración micro social y los relatos personales; el relato de la primera
persona en la trama de las narraciones sociales que lo constituyen.” (año, Pp. 55)

En ese sentido la principal problemática a que se que deberán enfrentar las disciplinas
enunciadas previamente, es a cómo se puede llegar a conocer, de manera adecuada,
los problemas estructurales que históricamente han afectado a las sociedades del país,
pero de la misma forma, como dichos problemas han generado diversos tipos de
reacciones de sujetos individuales, que también deben ser parte del proceso.

Ahí entra de manera interesante el manual de formación en enfoque psicosocial donde


precisamente se dan unos lineamientos para enfrentar dicha problemática como
profesionales de las ciencias sociales, y en realidad, como ciudadanos que harán parte
de una sociedad en post acuerdo y en búsqueda de algo tan fundamental como la
verdad. Pero antes de adentrarse en ese tema, considero que es importante recalcar
que cualquier persona que se interese por ser parte de quienes transformarán una
ciudadanía tan trastocada deben tener en cuenta los siguientes factores.

En primer lugar, que el conflicto colombiano, por más de que se haya firmado un
acuerdo de paz no ha terminado, sino que está en un periodo de post acuerdo con una
de las partes, pero no ha atacado completamente la violencia estructural que llevó al
conflicto en la primera instancia. Segundo, que el conflicto colombiano es uno que no
solamente tiene un carácter político, sino que tiene diversos enfoques y problemáticas
que deben ser analizadas independientemente (elemento que recalca el manual); y, por
último, que el conflicto tiene un componente histórico que debe ser estudiado,
defendido y reestudiado a lo largo de la intervención de cualquier ente que quiera
ayudar a los actores que participaron en su desarrollo.
Pero hay algo que también vale aclarar antes de comenzar a esbozar qué debe saber
un profesional que quiera ser parte de este proceso, lo que debe primar por sobre
todas las cosas en un país que busca reconciliarse, más que las penas en prisión y
condenas, es la verdad. La verdad es el eje de cualquier reconstrucción personal y
colectiva, y es a través de la verdad y ese encuentro con ella que podrán sanar heridas
históricas que jamás se pensó que iban a cerrar. Pues es la verdad lo único que
liberará a las personas, ya que permite reconstruir la historia del conflicto y cerrar
ciclos. Como dice Ruth Elena Pertuz, enlace municipal de atención a víctimas de
Puerto Wilches, Santander, a la comisión de la verdad (2019) “Es importante que las
víctimas y todo el conglomerado conozca la verdad, la verdad hace libre a las
personas”:

A partir de ahí considero interesante analizar cómo la comisión para la verdad, en su


manual de formación en enfoque psicosocial da los lineamientos bases para entender
qué debe saber un psicólogo social que busque hacer parte de la comisión, pero
primero, es importante conocer, qué fin tendrá dicha comisión. Como menciona el
video, ¡Para dummies! Reparación a las victimas en los acuerdos de la Habana para la
paz de Colombia, la comisión buscará: Reparar el tejido social, para que a partir de ahí
se logre:

1. Indemnizar a las victimas 4. Ofrecer seguridad


2. Restituir tierras 5. Garantizar la no repetición
3. Promover el perdón

Es desde esta idea que el manual de formación en enfoque psicosocial da en primer


lugar unas pautas a partir de la definición de marcos teóricos necesarios para entender
todo el conflicto en su amplitud. Estos están divididos de la siguiente manera: Enfoque
de género, que reconoce como esté factor determinará cierto tipo de actos en el
conflicto; Enfoque étnico y contra el racismo, la discriminación racial y las formas
conexas de intolerancia, que reconoce la importancia de la etnia para el conflicto de
este país; y por último el enfoque psicosocial que aborda toda esta problemática en un
sentido global.

“La Comisión comprende el enfoque psicosocial como un campo de conocimiento y


acción interdisciplinario, donde convergen y se complementan las miradas relacionadas
con la mente, las emociones y lo psicológico con las miradas sociales relacionadas con
los derechos, la polit́ ica, lo cultural, lo sociológico, lo antropológico y lo
medioambiental.” (2018, Pp.27)

A partir de esta explicación el manual permite identificar qué tipo de actos se deben
hacer para que este enfoque psicosocial pueda ser efectivo para las comunidades,
pero de la misma manera, cómo pueden los psicólogos trabajar para el otro y para ellos
mismos a partir de su desarrollo. Pues gracias a dicho enfoque es que se puede
encontrar generalidades del conflicto, pero se puede de la misma manera encontrar un
elemento único en cada historia, respetar a la victima o al victimario y a lo que su
historia representa para sí y para otros.
Fuera de este enfoque propuesto por el manual de la comisión de la verdad, existen
otro tipo de mecanismos que pienso podrían servirle a cualquier actor del conflicto
armado del país para poder acceder a la verdad, en este caso desde la lectura de la
psicologíasocial en el concierto de la transdisciplinariedad. retos latinoamericanos*, y al
texto LEVADURA CRÍTICA” Y EL ARTE DE AMASAR LA PAZ donde sus autores
analizan como existen formas de abordar el conflicto que bien puede complementarse
al manual y ser fundamentales para cualquier profesional.

Para Estrada los estudios culturales deben pasar a ser parte de la psicología social y
por ende de una psicología que tenga en cuenta el conflicto armado “La cultura ya no
es propiedad de la antropologia ́ , ni es un objeto de estudio encargado a las sociedades
modernas para preservar las sociedades tradicionales. (…) la cultura se ha convertido
en la pinza que vincula las estructuras sociales con los sujetos que las producen y las
reproducen” (2004, Pp. 54)

A partir de este postulado es que Estrada desarrolla una idea global de que, cada
cultura tiene su propio mundo, y que a partir de la construcción de ese escenario único
es que puede comprender más a fondo como una problemática ha afectado a una
población en específico. Esta idea conecta perfectamente con los marcos propuestos
por la comisión de la verdad para diferencias y categorizar las verdades del conflicto y
a quién afectaban desde un concepto en específico.

Como por ejemplo el género, que lo concibe, a partir de Judith Butler como “la
construcción de los géneros es el resultado de inscribir en el cuerpo unos discursos
históricamente construidos y culturalmente legitimados sobre la sexualidad y las
identidades sexuales (…) el género es la materia culturalmente informada, proceso
mediante el cual deviene materialidad” (Estrada, 2004, Pp. 56)

Además de este enfoque de género el texto de Estrada propone tres conceptos que
profundizan este enfoque diferencial como lo son una hermenéutica de las prácticas
cotidianas, es decir un enfoque etnográfico que deja de enfocarse en otras voces para
validar con la sociedad las hipótesis que se habían planteado acera de algo ; el
acompañamiento de redes sociales locales, donde se trabaja para que las
comunidades creen entre sí redes de ayuda mutua a partir de la comunicación, y por
último el desarrollo de estrategias de aprendizaje colaborativo, que va ir ligado de que
lo como sociedad las personas vayan construyendo en conjunto.

Todos estos factores propuestos por Estrada serían formas de desarrollar una
psicología social que busque la verdad, pero que dicha verdad no se quede en
academia, sino que permee otro tipo de espacios sociales y culturales. A partir de estos
dos enfoques se vuelve necesario y fundamental desarrollar lo propuesto por Bernardo
Pérez en su análisis de Lederac, un enfoque en el que la cultura, entendida como
expresiones artísticas, pueda llegar a ser un catalizador para la verdad.
“Usar la intuición y el potencial creativo que las iniciativas plurales de la sociedad civil
pueden canalizar para poner en marcha y sostener procesos exitosos de construcción
de paz en situaciones de violencia que han desembocado en cambios sociales y
polit́ icos amplios y profundos” (Pérez, 2008, Pp. 401)

Lo propuesto por Lederac, donde la cultura pueda ser ese catalizador de las
tranformaciones sociales sería este último paso en la búsqueda por la verdad. Pues es
en los relatos que los humanos contamos que se transforma esa verdad, que es
conocida y que puede llegar a sanar. Como se ha visto en diversos casos en el país,
como por ejemplo las Tejedoras de Mapuján, cuyos trabajos artísticos han servido para
tranformar sus propios imaginarios, contar sus verdades y ayudarlas a cambiar sus
comunidades1. Y por ejemplo en el trabajo de Juan Manuel Echavarría en sus diversas
obras de arte y sus trabajos con excombatientes2.

Como menciona Pérez “la vocación del artista es mantener viva la imaginación para
conjurar y proponer futuros alternativos, esta es una invitación y un reto a los nuestros,
para que su sensibilidad nos conduzca a encontrar caminos que nos alejen de las
huellas que la violencia ha dejado entre nosotros.” (2008, Pp. 406)

De esta manera podemos concluir que para que el país llegue a la verdad a partir de un
enfoque psicosocial, los psicólogos colombianos deben buscar ser interdisciplinares y
comprender que el conflicto y sus diversas transformaciones tienen mil formas de ser
interpretados, reinterpretados, valorados y entendidos. Pero que es en esa búsqueda
por tener un enfoque más amplio, que comprende todo lo que hace al hombre, hombre,
como la cultura, la política y las relaciones sociales; es de esa forma en la que se
puede tener un enfoque psicosocial para entender el conflicto y más que eso, para
entender las dinámicas que han hecho a Colombia el país que es.

Referencias:
Manual de formación en enfoque psicosocial. Comisión de la Verdad. Colombia 2019

Mesa, A. M. E. (2004). La psicología social en el concierto de la transdisciplinariedad.


Retos latinoamericanos. Revista de Estudios Sociales, (18), 51-58.

Salazar, B. P. (2008). " Levadura crítica" y el arte de amasar la paz. Revista de


economía institucional, 10(19).

1
https://www.youtube.com/watch?v=QmWE7GIebug Tejedoras de Mampuján

2
https://www.youtube.com/watch?v=jBRf7HB1WqU Requiem NN;
https://www.mambogota.com/exposicion/rios-silencios-juan-manuel-echavarria/ Rios y Silencios;

Вам также может понравиться