Вы находитесь на странице: 1из 18

DEDICATORIA

Queremos dedicarle este trabajo


A Dios que nos ha dado la vida y fortaleza
para terminar este proyecto de investigación,
A nuestros Padres por siempre estar allí, y en especial a nuestros catedráticos
por su ayuda y constante cooperación en los momentos más difíciles.
AGRADECIMIENTO

Primero, dar gracias a Dios.,


Por estar con nosotros en cada paso dado, por fortalecer nuestros corazones e
iluminar nuestras mentes y por haber puesto en nuestro camino a aquellas personas
que han sido el soporte para lograr nuestras metas.
PRESENTACION
DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO

Los delitos contra el patrimonio, constituyen una característica de nuestra


sociedad actual, en la que su criminalidad, esta determinada por los
volúmenes formados por los elevados índices de delitos de robo y hurto,
no solo en el Perú sino también en el mundo, copando en gran parte la
administración de justicia, ante lo cual en la doctrina se han pronunciado
“En este sentido, parte de los delitos tipificados en el C.p. debían
considerarse privados, por ejemplo los hurtos, estafas, apropiación
indebida, alzamiento de bienes, quiebras fraudulentas, daños y otros
delitos contra el patrimonio, incluidos los robos con fuerza en las cosas.
Debe admitirse que la renuncia de la victima del delito, o perjudicado en
su caso, lleve el sobreseimiento y archivo del procedimiento. Esto
permitiría que la víctima consiguiera ser indemnizada, siendo ella misma la
que decidiera si la compensación ha sido suficiente como para pedir el
archivo de la causa.
En cuanto al bien jurídico objeto de la tutela penal por los delitos que
comprende el titulo V, en la doctrina y legislación comparada se dan dos
posiciones, la primera impuesta por el Código penal Francés de 1810, que
señalaba que el bien jurídico era la propiedad y la segunda impuesta por el
Código penal Italiano de 1889, que señalaba que el bien jurídico era el
patrimonio. En el Perú el Código penal, de 1863, consideró que el bien
jurídico objeto de la tutela penal era la propiedad, siendo a partir del
Código penal de 1924, en que se consideró y se mantiene a la fecha que el
bien jurídico objeto de la tutela es el patrimonio.
Teniendo en cuenta que nuestro legislador para esquematizar nuestro
Código penal, ha seguido la tradición universal que fuera impuesta por
don Francisco Carrara, en 1863, en que publica su obra Programa de
Derecho Criminal, en que por primera vez esquematizo los delitos en
función del bien jurídico, lo ha señalado taxativamente al denominar el
rubro del Titulo V: Delitos Contra el Patrimonio, constituyendo un acierto,
ya que expresa el objeto de la gran mayoría de los delitos del titulo
El concepto de patrimonio esta dado como “El conjunto de bienes,
créditos y derechos de una persona y su pasivo, deudas u obligaciones de
índole económica”2 , en pocas palabras podríamos decir, que patrimonio
es el conjunto de bienes y derechos de una persona, acepción que logra
expresar mejor el objeto de los delitos del titulo, ya que también por
ejemplo, es objeto de tutela por el titulo la posesión.
Concepción mixta del patrimonio.-
Los tratadistas para superar las deficiencias conceptuales (…), han
conjugado los factores jurídicos y económicos y de ese modo se ha
construido la concepción mixta. Para esta teoría vendría a constituir
patrimonio de una persona todos aquellos bienes con valor económico y
reconocidos o protegidos por el derecho. En tal sentido, se incluyen en el
patrimonio de una persona tan solo los bienes que son valorados
económicamente pero siempre que estén en su poder en base a una
relación jurídica tutelada por el derecho. Esta es la teoría actualmente
dominante.

CAPITULO I: HURTO.
El delito de hurto, en nuestro Código penal, constituye el tipo penal básico
de los delitos contra el patrimonio.
El capitulo, es conformado por los delitos de hurto simple art. 185, hurto
agravado art. 186, dispositivos para asistir a la decodificación de señales
de satélite potadoras de programas art. 186 – A, y hurto de uso art. 187.

DELITO DE: HURTO SIMPLE:


DESCRIPCIÓN LEGAL EN EL C.P. DE 1991:

Art. 185.- El que, para obtener provecho, se apodera ilegítimamente de


un bien mueble, total o parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar
donde se encuentra, será reprimido con pena privativa de libertad no
menor de uno ni mayor de tres años. Se equiparan a bien mueble la
energía eléctrica, el gas, el agua y cualquier otra energía o elemento que
tenga valor económico, así como el espectro electromagnético y también
los recursos pesqueros objeto de un mecanismo de asignación de Limites
Máximos de Captura por Embarcación.

ANTECEDENTES EN LA LEGISLACIÓN NACIONAL:


1. Proyecto del Código penal peruano de 1991: Art. 185.
2. Código penal derogado de 1924: El delito de hurto simple,
constituía el tipo penal básico del titulo I: Robo

Art. 237.- El que sed apoderase ilegítimamente de una cosa mueble


total o parcialmente ajena, para aprovecharse de ella, substrayéndola del
lugar en que se encuentra, será reprimido con penitenciaria no mayor de
seis años o prisión no mayor de seis años ni menor de un mes.
3. Código penal de 1863: Art. 328.

BIEN JURÍDICO:
Por la ubicación sistemática del tipo en el Código penal, el bien jurídico
objeto de la tutela penal es el Patrimonio, como el conjunto de bienes y
derechos que tiene toda persona.

ELEMENTOS DE LA TIPICIDAD
La tipicidad es el primer paso en el proceso de subsunción de un supuesto
de hecho con relevancia penal a la descripción que hace el legislador en
un tipo penal. La tipicidad es el elemento o categoría que permite o
impide la formalización y continuación de la investigación preparatoria
conforme lo establece el C.P.P. Art. 336.1
EL ERROR DE TIPO EN EL DELITO DE HURTO:

El error de acuerdo a los elementos del tipo del delito de hurto; “Supone
la inexistencia de conocimiento por parte del sujeto activo de uno o de
todos los componentes objetivos del tipo penal. En tal sentido el error de
tipo representa un sustancial déficit en el componente subjetivo del
delito. Para el caso del hurto, ello se explica así: el autor tiene la voluntad
de apoderase de una cosa, ignorando o desconociendo que la misma es
ajena: de lo que se colige que el comportamiento de apoderamiento bajo
tal contexto cognoscitivo (de conocimiento) es irrelevante penalmente (no
existe tipicidad).
”6 Cuando se le atribuye a una persona la comisión del delito de hurto, ya
que en razón de su condición de transportista, fue sorprendido, en
circunstancias que pretendía sustraer dos ejes de carro, los mismos que
fueron trasladados a otra ciudad, que el respecto el acusado, tanto en su
manifestación policial y su instructiva, acepta haber transportado los ejes,
precisando que los transportó en razón de que su coacusado, así se lo
pidió, a lo que accedió debido a que en ese momento se encontraba
presente el jefe del taller, quien consintió que se transportaran dichos
bienes. Versión que ha sido corroborada con la declaración policial en
presencia del representante del Ministerio Público del jefe del taller; lo
cual es suficiente para tener que el acusado ha actuado en error de tipo,
toda vez que en todo momento ha desconocido que se estaba cometiendo
delito

CONSECUENCIA JURÍDICA DEL DELITO


LA PENA:
Habiendo cumplido el agente la acción típica del delito de hurto y
establecido el grado de su responsabilidad. De acuerdo a lo señalado en el
tipo penal, se le impondrá la pena privativa de libertad no menor de uno
ni mayor de tres años. La pena se aplicará por parte del Juez teniendo en
cuenta lo establecido por el Art. 45 y 46 del C.P
La instrucción en el proceso penal de menores

El proceso penal de menores se encuentra regulado en la Ley Orgánica


penal del menor 5/2000, de 12 de enero, siendo un proceso ordinario
para determinar la responsabilidad penal de los menores, siendo éstos
menores de dieciocho años y mayores de catorce, según se puede
comprender del artículo 1.1 de esta Ley del menor en relación con el
artículo 18 de Código Penal. (1)

De la propia Ley de desprende que excepcionalmente este proceso


puede ser aplicado a mayores de dieciocho y menores de veintiuno no
reincidente, cuando son imputados por la comisión de una falta o delito
menos graves sin violencia o intimidación en las personas, ni grave
peligro para la vida o la integridad física de las personas y cuando sus
circunstancias personales y su grado de madurez aconsejen al Juez de
Instrucción, oídos el Ministerio Fiscal , el letrado del imputado y el equipo
técnico.

De la discrecionalidad de la que dispone el Juez de Instrucción para


acordar la remisión del joven a la jurisdicción de menores puede plantear
el problema de que personas de edades comprendidas entre los 18 y 21
años, que cometiesen los mismos hechos delictivos, bien conjuntamente,
bien en distintos territorios, pudieran resultar sometidos a distintos
régimen procesal y, lo que es más grave, a diferentes consecuencias
sancionadoras.(2) Pero la Disposición Transitoria Única de la LO 9/2000,
de 22 de diciembre, sobre medidas urgente para la agilización de la
Administración de Justicia, dispuso la suspensión de la aplicación de la
LO 5/2000, en lo referente a los infractores de edades comprendida entre
los 18 y 21 años, por un plazo de dos años desde la entrada en vigor de
la misma, el cual, a su vez, fue ampliada hasta enero de 2007 por la
Disposición Transitoria Única de la LO 9/2002, de modificación de la LO
10/1995, sobre sustracción de menores.

Por ello en la actualidad el proceso tan solo es reclamable para dilucidar


la responsabilidad penal de los menores de dieciocho años y mayores de
catorce años, que la propia LO 5/2000, llama menores para diferenciarlo
de los jóvenes , que son los mayores de dieciocho y menores de
veintiuno (art. 1.4).

La Ley de responsabilidad penal del menor no es aplicable a los menores


de catorce años, que hayan cometido algún hecho punible, pero el
Ministerio Fiscal debe de remitir testimonio de los particulares que
considere precisos respecto al menor a la entidad pública de protección
competente a fin de que aplique las medidas de protección
pertinentes. (3)

La nueva Ley Orgánica de responsabilidad penal del menor 5/2000, de


12 de enero, en su artículo 16.1 , establece que corresponde al Ministerio
Fiscal la instrucción de los procedimientos por los hechos a los que se
refiere el artículo 1 del mismo Cuerpo Legal. En esta fase instructora
existen las actuaciones previas y el expediente de investigación.

2. Iniciación del procedimiento


La iniciación de la fase instructora en el proceso penal de menores se
produce cuando el Ministerio Fiscal tiene conocimiento de una notitia
criminis o tiene sospecha de la comisión de un delito o falta que cometa
cualquier menor de 18 años, momento el cual tiene obligación de incoar
las correspondientes diligencias preliminares, con independencia del cuál
sea su resultado (archivo, desistimiento de incoación o incoación del
oportuno expediente de reforma.
2.1 De oficio

Aunque el artículo 16 de LORPM no se pronuncia sobre la posibilidad de


que el Ministerio Fiscal pueda actuar de oficio en el inicio del expediente,
si viene establecido de manera supletoria en el artículo 773.2 de la Ley
de Enjuiciamiento Criminal.

También en este sentido se pronuncia la Fiscalía General del Estado en


la Circular núm. 1/2000, cuando indica que aunque la Ley nada prevea al
respecto, el Fiscal puede incoar de oficio las actuaciones procesales, es
decir, el propio Ministerio Fiscal puede iniciar de oficio cualquier
investigación penal.

2.2 Denuncia

La denuncia se trata de una declaración de conocimiento y, en su caso


de voluntad, por la que se transmite a un órgano judicial, Ministerio Fiscal
o Autoridad con funciones de policía judicial de un hecho constitutivo de
delito o falta.(4)

Según el artículo 16.2 de la Ley 5/2000, ?quienes tuvieren noticia de


algún hecho de los indicados en el apartado anterior, presuntamente
cometido por un menor de dieciocho años, deberán ponerlo en
conocimiento del Ministerio Fiscal, el cual admitirá o no a trámite la
denuncia, según los hechos sean o no indiciariamente constitutivo de
delito..?.

Resulta evidente que la caracterización de la denuncia como un deber,


sancionable de incumplimiento, únicamente es predicable cuando los
hechos a denunciar pudieran ser constitutivo de delito o falta públicos, ya
que nunca podrá serlo en el supuesto de los delitos privados y sólo será
un derecho de ejercicio potestativo si los hechos pudieran integrar una
conducta punible de índole semiprivado.
Según el artículo 259 de la LECrim, esta obligación de denunciar recae
sobre los testigos presenciales o directos de cualquier delito o falta
público, excluyéndose los que por razón de la edad, no están obligados a
denunciar los impúberes, debiendo entenderse por tales, según la edad
establecida para ser responsable penalmente conforme a esta Ley, a los
menores de 14 años, puesto que ante de esa edad una persona no
posee una capacidad clara de discernimiento, y los que por incapacidad
psíquica, la exclusión alcanza a quienes no gozaren del pleno uso de la
razón.

La única razón por el cual no procede la inadmisión de la denuncia sería


por que lo hechos sean o no indiciariamente constitutivo de delito.

Conforme al artículo 773.2 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal cuando


se presente la denuncia el Fiscal está obligado a dicta un Decreto de
incoación de diligencias de investigación penal y pronunciarse
motivadamente en el mismo sobre su admisión o no a trámite y además
deberá de notificárselo al denunciante.

Cuando el Fiscal no admita la denuncia, deberá de informar al


denunciante que no cabe acudir a la autoridad judicial para poner otra
denuncia, dado que lo prohíbe el artículo 773.2 de la LECrim, pues la
misma se archivará a diferencia de cuando la denuncia se interpone
contra una persona adulta.

Si bien la misma Circular núm. 1/2000 de la Fiscalía General del Estado,


dispone en su apartado VI.2.B que ? Los Decretos de archivo de
Diligencias Preliminares no constituyen decisiones jurisdiccionales y
como tales no implican un juicio definitivo sobre el fondo de la cuestión,
por lo que nada impide su revisión futura si se localizan nuevos hechos o
elementos probatorios que aconsejen la reapertura de las Diligencias
Preliminares o la incoación del Expediente de reforma?.
Si por el Fiscal se admite a trámite la denuncia custodiará las piezas,
documentos y efectos que le hayan sido remitidos, y practicará, en su
caso, las diligencias que estime pertinentes para la comprobación del
hecho y de la responsabilidad del menor en su comisión, pudiendo
resolver el archivo de las actuaciones cuando los hechos no constituyan
delito o no tenga autor conocido.

Según establece el artículo 18 se permite el desistimiento de la incoación


del expediente por corrección en el ámbito educativo y familiar, de la
forma siguiente:

El Ministerio Fiscal podrá desistir de la incoación del expediente cuando


los hechos denunciados constituyan delitos menos graves sin violencia o
intimidación en las personas, o faltas, tipificados en el Código Penal o en
las leyes penales especiales. En tal caso, el Ministerio Fiscal dará
traslado de lo actuado a la entidad pública de protección de menores
para la aplicación de lo establecido en el artículo 3 de la presente Ley. Lo
dispuesto en este apartado se entenderá sin perjuicio de la tramitación
de la correspondiente pieza de responsabilidad civil. No obstante, cuando
conste que el menor ha cometido con anterioridad otros hechos de la
misma naturaleza, el Ministerio Fiscal deberá incoar el expediente y, en
su caso, actuar conforme autoriza el artículo 27.4 de la presente Ley.

3. Lugar donde se pueden presentar la denuncia


Del artículo 16.2 se desprende que la iniciación del procedimiento se
somete, en todo caso, a una previa denuncia que habría de ser impuesta
ante el Ministerio Fiscal.

También existe la posibilidad de que la denuncia se efectúe ante los


funcionarios de la policía o los juzgados, es decir presentándola ante
cualquier dependencia o puesto de los distintos miembros que integran
las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, así como ante los
funcionarios de la policía judicial .

4. Desistimiento de la incoación del Expediente

De los artículos 18, 19 y 30.4 de la LORPM se desprende que en base al


principio de oportunidad reglada a favor de la protección del interés del
menor, se le concede al Fiscal facultad para no incoar el expediente o
para solicitar su archivo.

También del artículo 18 se puede interpretar que se admite la posibilidad


por parte del Ministerio Fiscal de no incoar el Expediente, aunque exista
infracción penal.

Pero si por contrario con anterioridad el menor hubiese cometido otros


hechos de la misma naturaleza, el Ministerio Fiscal deberá incoar el
expediente y actuar conforme establece el artículo 27.4 de la LO 5/2000.

En la Circular núm. 1, de la Fiscalía General del Estado se contiene que


en cuanto a la exigencia legal de que el menor no haya cometido con
anterioridad hechos de la misma naturaleza (art. 18.2) se ha de entender
que el menor no debe haber incurrido en hechos constitutivos de delitos
graves o, si se trata de delito menos grave, que en su ejecución no haya
empleado violencia o intimidación, aunque los hechos presenten una
naturaleza diversa, pues en una interpretación lógica de la ley este
precedente, que sin duda le habría impedido beneficiarse en su momento
del desistimiento del Fiscal, se convertirá en obstáculo para lograr el
mismo beneficio respecto de hechos posteriores. Si el hecho anterior es
constitutivo de mera falta, o de delito menos grave sin concurrencia de
violencia o intimidación, podría entenderse que el Fiscal tiene legalmente
vedada la decisión de desistimiento sólo si el hecho anterior tiene la
misma naturaleza que el hecho actual, atendiendo a sí se ha visto
lesionado el mismo bien jurídico de un modo semejante. No es necesario
que exista una condena anterior a la decisión del Fiscal, pues la Ley se
refiere a hechos, no a delitos ni a condenas ejecutorias?.

5. Incoación del expediente


Los artículos de la LORPM que se refieren a la incoación del expediente
son el 16 y el 22, y en concreto el 16.3, dispone que una vez efectuadas
las actuaciones de admisión o no a trámite de la denuncia , custodia de
piezas , documentos y efectos, comprobación del hecho y responsable y
supuesto de archivo, el Ministerio Fiscal dará cuenta de la incoación del
expediente al Juez de Menores, quién iniciará las diligencias de trámite
correspondientes.

El artículo 22.1 enumera los derechos del menor desde el mismo


momento de la incoación del expediente:

 Ser informado por el Juez, el Ministerio Fiscal, o agente de la


policía de los derechos que le asisten.

 Designar abogado que le defienda, o a que le sea designado de


oficio y a entrevistarse reservadamente con él, incluso antes de
prestar declaración.

 Intervenir en las diligencias que se practiquen durante la


investigación preliminar y en el proceso judicial, y a proponer y
solicitar, respectivamente, la práctica de diligencias.

 Ser oído por el Juez o Tribunal antes de adoptar cualquier


resolución que le concierna personalmente.

 La asistencia afectiva y psicológica en cualquier estado y grado del


procedimiento, con la presencia de los padres o de otra persona
que indique el menor, si el Juez de Menores autoriza su presencia.
 La asistencia de los servicios del equipo técnico adscrito al
Juzgado de Menores.

Tanto el Ministerio Fiscal como en el Juzgado se abrirán un expediente


personal del menor con el objeto de archivar todas las actuaciones del
mismo (artículo 20.1 y 2). En estos expediente personales del menor se
contendrán los testimonios derivados de cada uno de los expedientes de
reforma en los que haya intervenido el menor, con el fin de conocer las
actuaciones fiscales y judiciales que hayan motivado su actividad
infractora, pero no servirán para alegar antecedentes penales, dado que
estos sólo se podrán acreditar mediante certificado del registro de
sentencias firmes perteneciente al Ministerio de Justicia.

6. Desistimiento del expediente o sobreseimiento


Establece el artículo 19 de la LORPM, que una vez incoado el
Expediente se autoriza al Fiscal al desistimiento de la continuación del
expediente o el sobreseimiento por conciliación o reparación entre el
menor y la víctima, en los siguientes supuestos:

1. También podrá el Ministerio Fiscal desistir de la continuación del


expediente, atendiendo a la gravedad y circunstancias de los
hechos y del menor, de modo particular a la falta de violencia o
intimidación graves en la comisión de los hechos, y a la
circunstancia de que además el menor se haya conciliado con la
víctima o haya asumido el compromiso de reparar el daño causado
a la víctima o al perjudicado por el delito, o se haya comprometido
a cumplir la actividad educativa propuesta por el equipo técnico en
su informe.

El desistimiento en la continuación del expediente sólo será posible


cuando el hecho imputado al menor constituya delito menos grave
o falta.
2. A efecto de lo dispuesto en el apartado anterior, se entenderá
producida la conciliación cuando el menor reconozca el daño
causado y se disculpe ante la víctima, y ésta acepte sus disculpas,
y se entenderá por reparación el compromiso asumido por el
menor con la víctima o perjudicado de realizar determinadas
acciones en beneficio de aquéllos o de la comunidad, seguido de
su realización efectiva. Todo ello sin perjuicio del acuerdo al que
hayan llegado las partes en relación con la responsabilidad civil.

3. El correspondiente equipo técnico realizará las funciones de


mediación entre el menor y la víctima o perjudicado, a los efectos
indicados en los apartados anteriores, e informará al Ministerio
Fiscal de los compromisos adquiridos y de su grado de
cumplimiento.

4. Una vez producida la conciliación o cumplidos los compromisos de


reparación asumidos con la víctima o perjudicado por el delito o
falta cometido, o cuando una u otros no pudieren llevarse a efecto
por causas ajenas a la voluntad del menor, el Ministerio Fiscal dará
por concluida la instrucción y solicitará del Juez el sobreseimiento
y archivo de las actuaciones con remisión de lo actuado.

5. En el caso de que el menor no cumpliera la reparación o la


actividad educativa acordada, el Ministerio Fiscal continuará la
tramitación del expediente.

6. En los casos en los que la víctima del delito o falta fuere menor de
edad o incapaz, el compromiso al que se refiere el presente
artículo habrá de ser asumido por el representante legal de la
misma, con aprobación del Juez de Menores.

7. Remisión al órgano competente


Según establece el artículo 21 de la LORPM, cuando el conocimiento de
los hechos no correspondan a la competencia de los Juzgado de
Menores, el Fiscal acordará la remisión de lo actuado al órgano
legalmente competente.

No es necesario que la remisión se acuerde por el Juez de Menores, que


en otro momento procesal tienen esa facultad de acuerdo con el artículo
33.

8. La detención del Menor

El artículo 17 de la LORPM, preceptúa la detención como una medida


cautelar que limita el derecho fundamental a la libertad del menor que
puede llegar a provocar negativamente el proceso formativo del menor,
de ahí el carácter instrumental de la medida, sólo justificable ante la
necesidad de asegurar la presencia del menor y su puesta a disposición
del Fiscal. Esta medida debe ser excepcional que deriva del principio de
proporcionalidad, no siendo por ello aplicable e improcedente la
detención del menor cuando el hecho punible sea una simple falta.(10)

Esta privación de libertad de menor es incardinable igual que la de los


adultos, en el artículo 17 de nuestra Carta Magna, siendo supletoria los
artículos 520 a 527 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.

Según el artículo 3.1 del Reglamento de desarrollo ?Las autoridades y


funcionarios que intervengan en la detención de un menor deberán
practicarla en la forma que menos perjudique a éste y estarán obligados
a informarles, en un lenguaje claro y comprensible y de forma inmediata,
de los hechos que se le imputan, de las razones de su detención y de los
derechos que le asisten, especialmente los reconocidos en el artículo
520 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, así como a garantizar el
respeto de los mismos. También deberán notificar inmediatamente el
hecho de la detención y el lugar de la custodia a los representantes
legales del menor y al Ministerio Fiscal. Si el menor detenido fuera
extranjero el hecho de la detención se notificará a las correspondientes
autoridades consulares cuando el menor tuviera su residencia habitual
fuera de España o cuando así lo solicitaran el propio menor o sus
representante legales?.

Toda la declaración del menor detenido, se llevará a cabo en presencia


de su letrado y de aquéllos que ejerzan la patria potestad, tutela o guarda
del menor, salvo que, en este último caso, las circunstancia aconsejen lo
contrario. Y en su defecto la declaración se llevará a cabo en presencia
del Ministerio Fiscal, representado por persona distinta del instructor del
expediente. El Menor detenido tendrá derecho a la entrevista reservada
con su abogado con anterioridad y al término de la práctica de la
diligencia de toma de declaración

Вам также может понравиться