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Profesor: Alumnas:
Para poder comprender la situación contextual bajo la cual fue llevada a cabo la
construcción de las Torres es necesario conocer cuáles fueron los fundamentos bajo los
cuales su arquitectura fue desarrollada, quiénes fueron los responsables de su
proyección, desarrollo, las posibles referencias que determinaron su arquitectura y,
posteriormente, su impacto en la sociedad.
Como muestra de ello, una de las entrevistas realizadas por Juan José Martín
(2004) a Maurice Rotival, cuyo nombre fue otorgado al plan de organización de la ciudad
(Plan Rotival), hace énfasis en su participación en la construcción de las torres del Centro
Simón Bolívar en conjunto con el plan urbanístico de Caracas, proyecto en el que se vio
notablemente involucrado: “Bien, yo tenía la idea de construir dos avenidas que se
encerraban sobre el Centro Simón Bolívar para alimentar la avenida Monumental. Pero
cuando comenzamos con el Plan hubo fuerte oposición de la élite venezolana, gente de
mucho dinero, que eran hostiles a la avenida Bolívar, pero sobre todo hostiles a la
demolición de El Silencio porque muchos de ellos eran propietarios de las casas de
prostitución…”
Figura 2. La gran Avenida Bolívar, que parte en dos la ciudad. (Bergamin, 1959)
“...Yo hice que el Gobierno comprara los terrenos de El Silencio. Yo diseñé los
planos de la ciudad en este nuevo viaje a Caracas, expliqué a Lander la nueva idea del
centro Simón Bolívar, que no estaba prevista en el Plan inicial. En ese momento nos
pusimos a diseñar el Centro Simón Bolívar. Desgraciadamente durante la guerra, mi
amigo Villanueva sin esperarme había hecho la plaza, la gran plaza donde estaban los
inmuebles; yo no estaba de acuerdo con esa plaza. El comienzo fue difícil porque yo
estaba solo. Hice todo el plano del valle de Caracas y sus alrededores, fue un trabajo
colosal e importante. La idea original antes de que yo cambiara el Plan, era la de hacer
una avenida como los Campos Elíseos que terminara en los Caobos así como los Campos
Elíseos terminan en el Bois de Boulogne. Yo quería un Centro Simón Bolívar con una
arquitectura muy diferente a la plaza de El Silencio. Villanueva había hecho la plaza de
El Silencio como una reminiscencia de la arquitectura de otra época. El Centro Simón
Bolívar, con sus torres, era para el momento una obra audaz. Para el momento no había
ningún centro direccional con cinco pisos superpuestos los unos a los otros y un Foro que
avanzaba con una Gran Estación Central de Autobuses, que no tuvo ese uso pero que
funcionaría como tal. Una estación magnífica en pleno centro. Luego había una gran sala
de entrada donde llegaron las líneas de transporte de todos los lados de la ciudad. Eso
habría podido funcionar maravillosamente. Por desgracia, le metieron límites, la avenida
Bolívar al centro y dos avenidas de cada lado, cuando era necesario llegar a 3 avenidas
de cada lado. Con lo propuesto se podía subir tranquilamente habría habido mejor
circulación, en fin, el proyecto se hizo tal como existe hoy. El proyecto original era más
completo, había una avenida Bolívar, de un lado habíamos diseñado espacios para la
recreación y del otro lado los negocios, un poco como pasó después en el Parque Central
de hoy. Teníamos el Plan de Caracas dentro de los más mínimos detalles”
Según lo afirmado por Martín (2004), la propia avenida Bolívar como eje de la
estructuración urbana de la ciudad adquirió otra dimensión al nacer de la plaza, mucho
más modesta, del nuevo conjunto residencial y sin el pomposo marco de los edificios.
Estamos frente a un punto de quiebre en lo urbano, entre la influencia francesa y la
norteamericana en nuestro país, que tiene como pivote el desprendimiento en el propio
Rotival, de las trazas europeas de sus concepciones urbanas de la preguerra. De este
modo, Maurice Rotival señala la conveniencia de crear organismos especiales
autónomos, públicos o semipúblicos “para la ejecución y el financiamiento”, compañías
que podrían tener capital de los distintos niveles de la administración pública. Con este
último aspecto se podría afirmar que Rotival está dispuesto a reiniciar la avenida Bolívar
negando la reurbanización de El Silencio con un nuevo centro, ahora de negocios, el
Centro Simón Bolívar.
Figura 3. Planta general del proyecto Avenida Bolívar. (Revista CAV, 1995)
Figura 4. Proceso de construcción de Av. Bolívar; durante los primeros cuatro años. (Revista
CAV, 1995)
El Centro Simón Bolívar era un conjunto complejo para ese entonces, sobre todo
por su implantación en cuatro cuadras completas, atravesando simultáneamente una
vía este-oeste y por dos vías norte-sur, el terminal de autobuses, los estacionamientos,
además de la segmentación de los accesos peatonales y las torres. Sin embargo, Martin
introduce una interrogante acerca de todo lo explicado anteriormente ¿acaso no
formaba parte de la propuesta original de Rotival?
“La propuesta de Rotival era muy Beaux Arts. Una avenida muy grande con unos
cruces; existían unos pasos subterráneos que no estaban muy determinados. Los que
definimos ya como el paseo de la Bolsa y todo eso, somos nosotros en la oficina. Cipriano
Domínguez y nosotros. Todos los estacionamientos estaban en la primera idea, pero
nosotros hicimos el proyecto. Existían una serie de cosas que fueron modificándose: el
estacionamiento estaba cruzado prácticamente por el medio, todas las vías pasaban por
debajo de los edificios y cruzaban el estacionamiento. Nosotros lo hicimos continuo al
nivel segundo exactamente; o sea, que está la avenida Bolívar que sería el nivel
estacionamiento, el primer nivel de estacionamiento, entonces debajo hay dos pedazos
de terreno que son como dos <<cotiledones>> que dan a los dos lados de la avenida que
va por el medio. En la primera solución había un paso que era no en la avenida Baralt
como es ahora. Fíjate que el esquema principal que se hace, nosotros lo iniciamos con
los edificios Norte y Sur. El proyecto estaba todo resuelto en oficinas pequeñas. Tan es
así que eran oficinas que no pasaban de 100 metros y tenían dos baños cada una, y en
eso consiste el concepto que había porque no se suponía que los ministerios iban a ir ahí.
Tampoco se concibe la idea de aire acondicionado. En aquel entonces el clima de Caracas
era muy agradable. El sistema diseñado de protección solar es precisamente para tratar
de dar una protección estupenda sin necesidad de aire acondicionado.
Figura 7. El primer sótano, este nivel absorbe hacia el este el desnivel de la Avenida y se abre hacia los
espacios exteriores. (Revista CAV, 1995)
Cuando se continuó el desarrollo del Centro Simón Bolívar con las torres, estas
fueron erigidas con un diseño diferente. La idea de edificios longitudinales con varios
puntos de circulación interrelacionados no fue la que se llevó a cabo, donde además se
contemplaban espacios muy agradables de entrada. (...) Los espacios públicos tienen que
ser generosos. Trabajamos mucho en los detalles del Centro Simón Bolívar. Teníamos
personal; por ejemplo, conmigo trabajó un arquitecto de la fábrica Cristal de Londres
que era especialista en ventanas; ese señor estuvo trabajando conmigo durante casi un
año para diseñar las ventanas y los “brise-soleil”. Y finalmente, todo lo que es el
desarrollo del conjunto de arquitectura del Centro Simón Bolívar se hizo todo en la oficina
de Cipriano Domínguez pero con una oficina privada con un contrato que le dan a él. De
ahí paso, continuo, porque yo estaba trabajando simultáneamente en el Centro Simón
Bolívar y en la Comisión Nacional de Urbanismo, cuyo director era Cipriano Domínguez.”
Figura 8. Protección Solar del Centro Simón Bolívar. (Revista CAV, 1995)
Figura 9. Arq. Cipriano Domínguez. Al fondo las Torres del Centro Simón Bolívar en construcción.
(Revista CAV, 1995)
El Centro Simón Bolívar
El proyecto de las Torres del Centro Simón Bolívar trazó importantes líneas de
referencia en la vida profesional de Domínguez, ya que para hacer acotaciones acerca
de su actuación en instituciones como el Colegio de Arquitectos de Venezuela (fundado
en 1966 por él), la Sociedad Venezolana de Arquitectos, el Ministerio de Obras Públicas
y la Comisión Nacional de Urbanismo, el desarrollo de dicho proyecto significó el ingreso
hacia una etapa exitosa donde pudo llevar a cabo diversos proyectos de edificios y casas
en Caracas. Las Torres fueron un proyecto que además representaba la ejecución de
obras de carácter público para un régimen dictatorial que, a pesar de su posición mostró
potencialidades en construcciones civiles de una Venezuela que se esbozaba un futuro
prometedor.
Igualmente, Vallmitjana (1992), expone que a partir de 1946 se inició una nueva
etapa en el proceso de definición de la Avenida Bolívar. Entre la proposición final de
1939 y el planteamiento que termina de concreto Cipriano Domínguez, a fines de 1949,
se pueden detectar cambios significativos no solo desde el punto de la escala y
monumentalidad que se asume en la nueva solución, sino también desde la complejidad
con que se plantea para resolver los diversos problemas.
Figura 10. Vista Aérea del Centro Simón Bolívar y el Silencio. (Vallmitjana, 1992)
Cabe agregar, que para Maurice Rotival parece haberse logrado al fin el símbolo,
a manera de gran puerta que caracterizaría la ciudad hasta el presente: “... el antiguo
Plan de 1950 permitió la construcción como primera etapa del Centro Simón Bolívar, de
las dos torres que deberían construir la puerta de entrada de la nueva ciudad. La Avenida
Bolívar, abierta con la ayuda de dinamita en la nueva ciudad constituía su eje”. De
acuerdo con Vallmitjana (1992), hasta el momento de la construcción del Centro Simón
Bolívar, si bien es necesario reconocer algunos distanciamientos con respecto del plan
original, en el proyecto de conjunto de la Avenida se conservan, y se realzan con una
nueva escala, los elementos más significativos del plan, como lo son la presencia del eje,
formalmente reforzado por la definición de sus bordes; la Avenida como tal, dentro de
la trama urbana del centro; y el carácter monumental a manera de gran puerta para la
ciudad.
Figura 12. Los cuerpos bajos expresan la búsqueda plástica esencialmente moderna del
proyecto, el cual es “apropiada” al lugar. (Revista CAV, 1995)
Por otro lado, Graziano Gasparini (1998) hace referencia del Centro Simón
Bolívar, el cual puede ser analizado como una de las primerísimas tentativas de realizar
en la práctica un organismo multifuncional, en el “corazón de la ciudad”. La
estratificación de las diferentes funciones, las plataformas equipadas, la especialización
del tránsito de vehículos, la importancia de los sectores peatonales, todos estos
aspectos señalan el valor de esta empresa de diseño a escala urbana, cuyo único error
fue, posiblemente, el de no haber calculado con suficiente amplitud la dimensión del
crecimiento futuro de la ciudad. Pero el Centro Simón Bolívar, en sus aspectos exteriores
de “composición arquitectónica” también es uno de los primerísimos ejemplos en el país
de eclecticismo como derivación de modelos formales. Concretamente nótese la
adopción de las configuraciones típicas de la arquitectura brasileña.
Y del mismo modo, las referencias utilizadas para la ejecución del proyecto que
llevó a la realidad a las torres que en su momento fueron las más altas de Venezuela, se
pueden percibir claramente provenientes de una arquitectura moderna bajo las
enseñanzas no únicamente de Le Corbusier, como se puede ver en el siguiente
fragmento elaborado por los profesores Orlando Marín y Lorenzo González (2008): ¨…
El conjunto muestra una fuerte referencia a desarrollos foráneos tales como el
Rockefeller Center (1930-40) y el Ministerio de Educación de Brasil, en Río de Janeiro
(1936-43), en el cual Le Corbusier tuvo una importante incidencia. En relación con el
primero, la influencia de Rotival, entonces familiarizado con los proyectos de los
Rockefeller en los Estados Unidos, fue predominante. Con respecto a la edificación
brasileña, el arquitecto del Centro Simón Bolívar, Cipriano Domínguez, había introducido
los fundamentos de la arquitectura corbusiana en una conferencia en el Colegio de
Ingenieros de Venezuela, en el mismo año en que se proyectaba el Ministerio de
Educación. Otras relaciones pueden encontrarse entre el Centro Simón Bolívar y el
urbanismo brasileño; el esquema de un eje flanqueado por torres gemelas fue empleado
casi simultáneamente en la Plaza de los Tres Poderes de Brasilia (1956-60). Allí también,
como ha destacado Ramón Gutiérrez (1983, p. 694), el automóvil fue el centro del
diseño..."
Figura 13. Dibujo de Le Corbusier. Comparación entre una estructura tradicional de muros
portantes y una estructura moderna de “pilotis”. (Revista CAV, 1995)
Figura 14. Los corredores del nivel Planta Baja. (Revista CAV, 1995)
Figura 17. Torres del Centro Simón Bolívar una vez finalizadas las obras de la Primera Etapa en 1957.
Nótese la transparencia de las plataformas quedan hacia el este de la ciudad, hoy invadidas por
construcciones del Consejo Supremo Electoral. (Revista CAV, 1995)
Conclusión
El Centro Simón Bolívar es una de las referencias inmediatas que se tiene cuando
se habla de modernidad en la arquitectura en Venezuela. Conocer cuál es su verdadera
historia, quién fue su proyectista, quien asumió formalmente su arquitectura resulta
bastante enriquecedor para nuestra historia y es una muestra de la pertinencia de
realizar mayor énfasis en el trasfondo de la arquitectura que se ha desarrollado en el
país, en especial en una época donde el gobierno fue el principal promotor de la misma.
Bergamin, R. (1959). “20 años en Caracas 1938 – 1958”. Madrid: Graficas Reunidas.
Vallmitjana M. (1992). “El Plan Rotival. La Caracas que no fue: 1939-1989 un plan
urbano para Caracas”. Caracas: Ediciones Instituto de Urbanismo, Facultad de
Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela.
Infográficas o Electrónicas:
Mesa, J. (2014). Galería Centro Simón Bolívar. Flickr [página web en línea]. Disponible:
https://www.flickr.com/photos/juliocesarmesa/14916682485/in/photostream/
[Consulta: 2019, noviembre 2]