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UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS, EMPRESARIALES Y

PEDAGÓGICAS

CARRERA PROFESIONAL:

DERECHO

DOCENTE: DR. JAVIER FLORES AROCUTIPA.

ESTUDIANTE: CLAUDIA LICETH BORDA VARGAS

CICLO/SECCIÓN: XI- “A”

AÑO: 2019

Moquegua – Perú
EXPEDIENTE JUDICIAL N° 044-2014-0-2801-SP-PE-01

I. DATOS DE LA SENTENCIA:
a) Número de Resolución Analizada: N° 04

b) Fecha de la Resolución: 20 de mayo de 2014.

c) Delito: Violación Sexual de menor de edad.

d) Resultado de la Sentencia de Vista: Confirmatoria.

e) Nombre de la Víctima: K. D. CH. Q.

f) Edad de la Víctima: 15 años, tomándose como referencia la última vez que fue
agredida sexualmente.

g) Grado de Cercanía del Imputado con la Víctima: Era su padrastro.

h) Número de Acusados: 01.

i) Nombre del Acusado: Aldo Alejandro Pari Guzmán.

j) Edad del Acusado: No se detalla en la sentencia.

k) Pena: Le imponen una pena privativa de libertad efectiva de treinta y un años con
cuatro meses.

l) Reparación Civil: S/. 5, 000. 00.

m) Periodo de la Comisión del Delito: Año 2006 – 04 de abril de 2013.

n) Lugar de los Fácticos: Promuvi VII y Enersur – Pampa Inalámbrica, ambos ubicados
en el distrito Ilo, región Moquegua.

II. IMPUTACIÓN POSTULADA POR EL MINISTERIO PÚBLICO:


“El persecutor penal, le ha atribuido al imputado que, desde el año 2006, cuando
la menor de iniciales K. D. CH. Q., tenía ocho años de edad, el acusado
aprovechando que la madre de la menor, salía a trabajar abusaba sexualmente
de la menor, en el interior de su domicilio, donde vivían junto con su madre, la
menor y su familia, ubicado inicialmente en Promuvi VII, lugar en el que,
conforme al relato de la menor, vivían en esteras, el acusado la sometió a acceso
carnal vía anal, esto es, introduciéndole el miembro viril en el ano de dicha
menor, provocándole mucho dolor, hechos que fueron repitiéndose con mucha
frecuencia, con el transcurso del tiempo, hasta llegar a abusar de dicha menor
todos los días, entre dos a tres veces al día, en algunas ocasiones, incluso cuando
el acusado se encontraba ebrio abusaba de la menor toda la mañana, abuso que
incluía manoseos y tocamientos, hechos que se suscitaron de manera continua
hasta el día 04 de abril del 2013. Que, es así, que este citado día a horas 11:00,
aproximadamente, la menor K. D. CH. Q., se encontraba en el interior de su
domicilio, ubicado en Ciudad Enersur, manzana 42, lote 6, de la Pampa

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Inalámbrica, llo, junto con su padrastro, el ahora impugnante, quien como ya
acostumbraba, abusó sexualmente de la menor, sometiéndola a acceso carnal
vía anal. Dicho acto se suscitó, en el interior de la habitación de la madre de la
menor, cuando ésta, se estaba preparando para asistir a su centro educativo
Jorge Basadre Grohman; este último acto, también, le provocó bastante dolor y a
consecuencia de ello se-fue llorando a su centro educativo.”

III. RESUMEN DEL CASO:


En el presente caso el impugnante es el sentenciado Aldo Alejandro Pari Guzmán, a
quién el colegiado de primera instancia lo encontró culpable por la comisión del delito
de violación sexual de menor de edad, perpetrado contra su hijastra, de quién abusó
desde los ocho años de acuerdo a lo señalado en la imputación fiscal, al momento de
la última violación sexual, la víctima tenía aproximadamente más de 14 años de edad.

Sostiene en su recurso impugnatorio, se revoque el sentido de la sentencia, en razón


de que existen sentimientos de odio, enemistad, resentimiento y rechazo de parte de
la agraviada hacia el impugnante, en razón del afán de este último de ejercer control
en la conducta de aquella. Así mismo, sostienen que el Ministerio Público, no podrá
probar, más allá de una duda razonable la imputación que su patrocinado habría
accedido carnalmente a la menor agraviada, desde que esta contaba con 8 años de
edad y por el contrario, se va a evidenciar, ausencia de incredibilidad subjetiva, falta
de corroboración periférica y tampoco persistencia en la incriminación (defensa
negativa).

Se aprecia también, que el impugnante, postula la nulidad de la sentencia


condenatoria, en que razón de la inobservancia del debido proceso, por afectar al
derecho a la prueba, puesto que no se habría cumplido con pronunciarse sobre la
declaración del médico legista Percy Huancapaza Chambi quién señala que no
encontró repliegues anales, además de no valorar tampoco las declaraciones
testimoniales de Patricia Marilú y Yeny Quispe Charaña y otros, sobre sus
declaraciones en juicio oral, no habiendo cumplido el Colegiado con efectuar una
debida motivación de resoluciones judiciales. Sobre la Motivación Aparente, señala,
que respecto a la imputación del 04 de abril del 2013, en juicio oral se acreditó con la
declaración del médico legista, que no se realizó el hisopado anal a la agraviada, dado
que no había signos de haber sido accedida carnalmente, ni había restos seminales u
otros, en consecuencia, resultaba irrelevante practicar dicho hisopado en la cavidad
anal de la agraviada, pero el colegiado, tampoco ha valorado esa prueba, lo que
configura una motivación aparente.

Se puede apreciar que el colegiado, tras un proceso de dilucidación de las


circunstancias de la comisión del delito de violación sexual de menor de edad,
finalmente llegue a las siguientes conclusiones (se resaltan algunas): 1) se ha probado
en juicio que, el acusado sometió con conocimiento y voluntad a trato sexual por vía
anal a la menor agraviada; 2) de los resultados de la pericia psicológica, la menor
presenta rasgos de haber sufrido abuso; 3) que la edad de la menor al momento del
inicio de la comisión de los fácticos, tenía más de 10, menos de 14; 4) El 04 de abril de

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2013, el agresor concurrió al domicilio para almorzar, encontrándose con la menor; y,
5) la menor nació en el año de 1998, y vivió con el acusado desde que tenía dos años
de edad.

Por su parte, la Sala Penal de Apelaciones de la CSJMO, ha emitido la decisión de


confirmar la sentencia del Colegiado, en razón a los medios de prueba actuados en
juicio, de los que puedo resaltar el Certificado Médico Legal N° 001348-IS,emitido por
la Perito Médico Legal - Percy Huancapaza Chambi, donde certificó que la menor
“presenta signos de acto contranatura antiguo.

Así también, la Sala Penal ha valorado la sindicación efectuada por la agraviada, en su


primera intervención; y otros elementos de prueba periféricos, tales como las
declaraciones testimoniales de Sayuri Susana Castro Pecho (compañera de estudios
de la agraviada, y declarante en el juicio oral, a quien el 04 de abril del 2013, comunicó
entre lágrimas, que venía siendo objeto de abuso sexual, vía anal, por parte de su
padrastro; quién comunica dichos hechos a la Auxiliar del Colegio), y Cristina Elizabeth
Romero Zúñiga, la Auxiliar del Colegio, quien al tomar conocimiento de los hechos,
comunica a la Asesora de Tutoría Sebastiana Chambi Sotomayor, y ésta es quien
informa al Director Fidel Bruno Torres Torres; la Sala Penal resalta el hecho en que las
narraciones efectuadas durante el juicio de las testigos Romero Zúñiga y chamba
Sotomayor fueron coincidentes y coherentes, con la primera versión de la menor
agraviada, lo que satisface el requisito de suficiencia probatoria.

Respecto de la "DECLARACIÓN JURADA", en donde la menor agraviada se retracta de


los hechos delictuosos narrados, la Sala Penal considera que, dicha retractación de la
víctima se debe a factores de orden interno y externo (afectación de orden económico
en la familia, afectación de la salud del hermano menor de la a agraviada e hijo del
sentenciado, afectación a la unidad familiar de los involucrados; afectación en la
psiquis de la agraviada a punto de sentirse culpable por las consecuencias de la
denuncia), y que por lo tanto, lo vertido en la Declaración Jurada, no puede de
validado.

En cuanto al cuestionamiento de la parte impugnante respecto de que el perito no ha


encontrado repliegues anales y la no valoración de las declaraciones de las testigos
Patricia, Marilú y Yeny Quispe Charaña y otros; o el hecho que el Colegiado haya
señalado en la apelada que, no hay corroboración periférica porque no ha habido
denuncia por violencia familiar, pese a que la abuela de la menor ha que ella denunció
al sentenciado. Respecto de lo anterior, la Sala Penal, señaló que el Médico Legista
Percy Huancapaza Chambi, ha explicado que “la morfología anal de la agraviada,
muestra borramiento de pliegues, por haberse consumado el acto sexual por esta vía
de forma reiterada y sistemática; además precisó que la menor agraviada no
presentaba signos de actos contra natura recientes, sino sólo signos de actos
contranatura antiguos”; así también, el perito explicó que “la probabilidad de lesiones
recientes producto de un acto contra natura va disminuyendo en la medida que los
actos sean mayores en frecuencia y número; que la continuidad de actos contra natura

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ocasiona mayor hipotonia y mayor borramiento de pliegues anales e incluso la
formación de repliegues;” “… un acto contranatura se pueden presentar fisuras,
laceraciones, tumefacción, sangrado, lo que no hubo en el caso de la menor agraviada;
pero que, ello no es indicativo de que el acto contra natura no se haya producido, pues
tales huellas se presentan en la medida que haya habido resistencia, y si no la hubo, no
quedarían huellas."

A partir de lo señalado por el Médico Legista, la Sala Penal considera que estas son
abundantes y contienen una explicación racional, concluyéndose que si los actos
contra natura son cada vez mayores en frecuencia y en número, provoca mayor
hipotonía (debilidad muscular, excesiva relajación), como mayor borramiento de
pliegues, que esa el caso de presentaba la agraviada.

Con respecto de la no valoración en la sentencia de las declaraciones de las testigos


Patricia, Marilú y Yeny Quispe Charaña y otros; o el hecho que el Juzgado haya
señalado en la apelada que, no hay corroboración periférica porque no ha habido
denuncia por violencia familiar, pese a que la abuela de la menor ha declarado en
juicio que ella denunció al sentenciado; la Sala Penal a razonado en cuanto a este
último punto, que el hecho de no haberse valorado la declaración de la abuela, se
justifica en que la información aportada por la víctima, provoca el decaimiento de la
presunción de inocencia, habiéndose verificado de dicha información no presente
elementos que afecten su credibilidad; respecto de las testigos, que sus declaraciones
habían sido referenciales, puesto que, ellas solo se habían limitado a repetir lo que la
agraviada les había contado. Por último, señala que el Colegiado de primera instancia,
también ha valorado el incido de mala justificación y actitud sospechosa, puesto que el
acusado al conocer la denuncia en su contra optó por intentar suicidarse.

IV. ANÁLISIS DEL CASO:

 DE LA PETICIÓN DE REVOCACIÓN DE LA SENTENCIA:


Si bien, la defensa técnica sostiene que existirían sentimientos de odio, enemistad,
resentimiento y rechazo de parte de la agraviada, así como señala que, el Ministerio
Público, no podrá probar, más allá de una duda razonable la imputación que su
patrocinado habría accedido carnalmente a la menor agraviada, dichos argumentos
quedan desvirtuados a partir de la lectura de los medios probatorios actuados en
juicio, y que han sido objeto de análisis por parte Colegiado, se tiene:

 Certificado Médico Legal, realizado el 04 de abril de 2013, proporciona


información relevante, de que la menor presenta signos de acto contranatura.
 Certificado Médico Legal N° 001348-IS, cuya autoría corresponde al Perito Médico
Legal Percy Huancapaza Chambi, el mismo que certificó que la menor presenta
signos de acto contranatura antiguo y la sindicación efectuada por la agraviada, en
su primera intervención; así como con otros elementos de prueba periférica, tales
como las declaraciones de los testigos Sayuri Susana Castro Pecho y Cristina
Elizabeth Romero Zúñiga.

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Con respecto de los sentimientos de odio y resentimiento de la menor que sostiene la
defensa técnica del imputado, queda desvirtuada con las pruebas señaladas
precedentemente, así como la concurrencia de los requisitos establecidos en el
Acuerdo Plenario Nro. 02-2005.

 DE LA PETICIÓN DE NULIDAD DE LA SENTENCIA:


Si bien, el impugnante sostiene que con la sentencia, se ha vulnerado el debido
proceso, no cumple con señalar cual de las dos vertientes del principio referido se
habría vulnerado, así mismo, por su parte el Colegiado, respecto al extremo de la
afectación del derecho a la prueba, en el sentido que no se habría cumplido con
pronunciarse sobre las declaraciones de Percy Huancapaza Chamba, Patricia Marilú y
Yeny Quispe Charaña y otros. Respecto del primer testigo, el colegiado, resaltó lo
manifestado por Huancapaza Chamba, quién señaló que: “menor agraviada no
presentaba signos de actos contra natura recientes, sino sólo signos de actos
contranatura antiguos; que la probabilidad de lesiones recientes producto de un acto
contra natura va disminuyendo en la medida que los actos sean mayores en frecuencia
y número; que la continuidad de actos contra natura ocasiona mayor hipotonia y
mayor borramiento de pliegues anales e incluso la formación de repliegues”, de lo que
se tiene que si se habría valorado lo testificado por Huancapaza Chamba; en cuanto a
las otras testigos, el Colegiado resalta lo vertido de la sentencia de primera instancia:
“estas testigos son referenciales, y se han limitado a repetir, lo que la menor agraviada
les habría dicho”

Así también, se advierte que el impugnante sostiene que la sentencia de primera


instancia habría incurrido en una motivación aparente, en razón a que de la
declaración del médico legista, que no se realizó el hisopado anal a la agraviada, dado
que no había signos de haber sido accedida carnalmente, ni había restos seminales u
otros, de la revisión de la sentencia, no se advierte que el Colegiado se haya
pronunciado sobre dicho extremo de la declaración del médico legista. Sin embargo,
se ha pronunciado sobre otros extremos de la declaración del referido médico, de
donde se concluye que la menor si habría sufrido de actos contranatura. El
impugnante únicamente se ha limitado a señalar que la no valoración de un extremo
de la declaración del médico legista en la sentencia de primera instancia, sería causal
de una motivación aparente, lo cual resulta insuficiente para aseverar la concurrencia
de este tipo de falta de motivación.

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