«Querida estudiante,
Sé que no están acostumbradas a que les escriba cartas tan sinceras como las
que me dispongo a escribirlas. Casi no tengo palabras para expresarme ni
tampoco estoy segura de que me entiendas; Sé que la semana pasada no nos
pudimos ver y que estaban muy ocupadas.
Por eso, te escribo esta carta. No me gustaría dejar de expresar cómo me
siento. Me gusta decirles que las quiero y que, para mí, son las mejores
estudiantes del mundo. Sabes que me enfado, aunque este año he tratado de
no enojarme y de no reñirlas tanto. No me gustaría que ninguna joven se sienta
“menospreciada” por mí, y mucho menos, que me recuerde cuando sea mayor
como la maestra que “la etiquetó” para siempre. Si alguna vez he dicho a sus
padres lo que están haciendo es porque me preocupa que no se porten bien en
clase o las engañen, son unas niñas muy encantadoras y sobre todo son
mujeres. Vuelvo a decir. “LAS QUIERO PORQUE ME HACEN
APRENDER CADA DÍA”.
Con estas líneas quiero decirles que ya falta poco para terminar el bimestre y
para que las deje por un tiempo, tal vez nos faltó eso “tiempo” para conocernos
más, jamás pensé encontrar unas niñas tan sencillas, amigables, trabajadoras,
y algunas muy difíciles que me hicieron sentir mal (nunca olvidaré cuando me
dijeron que no tenía carácter) …
En fin, Te animo a que des todo de ti; demuéstrate que puedes hacerlo mucho
mejor, supérate a ti mismo. No te conformes con… ¡al menos he aprobado!,
deja el celular de lado y presta atención. Recuerda el sacrificio que tus padres
están haciendo por ti para que tú seas una mejor persona.
En esto no estás solo; cuentas con tus padres, compañeros de clase y conmigo,
¡claro! Todos juntos formamos un buen equipo.
Te espero. Trae la mochila cargada de ganas e ilusión por aprender y convivir.
Un abrazo de tu Miss que te aprecia mucho.
Gladys Marleny Alva León
P.D. Cuando te sientas sin ganas, lee de nuevo esta carta. ¡Seguro que te ayuda
a seguir con fuerza!»
«Querida estudiante,
Sé que no están acostumbradas a que les escriba cartas tan sinceras como las
que me dispongo a escribirlas. Casi no tengo palabras para expresarme ni
tampoco estoy segura de que me entiendas; Sé que la semana pasada no nos
pudimos ver y que estaban muy ocupadas.
Por eso, te escribo esta carta. No me gustaría dejar de expresar cómo me
siento. Me gusta decirles que las quiero y que, para mí, son las mejores
estudiantes del mundo. Sabes que me enfado, aunque este año he tratado de
no enojarme y de no reñirlas tanto. No me gustaría que ninguna joven se sienta
“menospreciada” por mí, y mucho menos, que me recuerde cuando sea mayor
como la maestra que “la etiquetó” para siempre. Si alguna vez he dicho a sus
padres lo que están haciendo es porque me preocupa que no se porten bien en
clase o las engañen, son unas niñas muy encantadoras y sobre todo son
mujeres. Vuelvo a decir. “LAS QUIERO PORQUE ME HACEN
APRENDER CADA DÍA”.
Con estas líneas quiero decirles que ya falta poco para terminar el bimestre y
para que las deje por un tiempo, tal vez nos faltó eso “tiempo” para conocernos
más, jamás pensé encontrar unas niñas tan sencillas, amigables, trabajadoras,
y algunas muy difíciles que me hicieron sentir mal (nunca olvidaré cuando me
dijeron que no tenía carácter) …
En fin, Te animo a que des todo de ti; demuéstrate que puedes hacerlo mucho
mejor, supérate a ti mismo. No te conformes con… ¡al menos he aprobado!,
deja el celular de lado y presta atención. Recuerda el sacrificio que tus padres
están haciendo por ti para que tú seas una mejor persona.
En esto no estás solo; cuentas con tus padres, compañeros de clase y conmigo,
¡claro! Todos juntos formamos un buen equipo.
Te espero. Trae la mochila cargada de ganas e ilusión por aprender y convivir.
Un abrazo de tu Miss que te aprecia mucho.
Gladys Marleny Alva León
P.D. Cuando te sientas sin ganas, lee de nuevo esta carta. ¡Seguro que te ayuda
a seguir con fuerza!»