Tema

 6.  La    crisis  del  Antiguo  Régimen   1  

 
TEMA 6. LA CRISIS DEL ANTIGUO RÉGIMEN
En el siglo XVIII Europa vive bajo el Antiguo Régimen, un sistema político,
social y económico basado en la monarquía absoluta, la sociedad estamental y
una economía agraria de tipo señorial. Pero fue una época de cambios, ya que
la paz en Europa favoreció el aumento de la población y la burguesía se
enriqueció. Las nuevas ideas de la Ilustración, contrarias al Antiguo Régimen,
se difundieron y prepararon el camino para las revoluciones liberales.

1. El sistema político del Antiguo Régimen: el absolutismo.

El absolutismo como forma de gobierno se impone en las monarquías

europeas en el siglo XVIII. En la monarquía absoluta todo el poder (legislativo,
ejecutivo y judicial) estaba en manos del Rey, que no rendía cuentas a nadie
de su forma de gobernar. Los gobernados, denominados súbditos, no
intervenían en el gobierno ni tenían ningún derecho. La esencia del
absolutismo monárquico se refleja en la frase de Luís XIV: “El Estado soy yo”.

El monarca justifica su autoridad basándose en el

derecho divino: es Dios el que le da el poder para
gobernar, por lo que es incontestable. Éste poder
absoluto es resultado del fortalecimiento de la realeza
europea desde la Edad Media, que pasa de una
monarquía feudal (siglos VIII-XV), muy débil, en la que
los señores feudales eran prácticamente independientes,
a una monarquía autoritaria (siglos XV-XVI), en la que
los reyes van restando poder a la nobleza, y de ahí a la
monarquía absoluta (siglos XVII-XVIII), en la que los
reyes se imponen totalmente a la nobleza.
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"Dios establece a los reyes como sus ministros y reina a través de ellos (...). Actúan,
pues, como ministros de Dios y son sus lugartenientes en la tierra.
(...) Sin autoridad absoluta, el rey no podría hacer el bien ni reprimir el mal. Es preciso
que su poder sea tal que nadie pueda escapar a él (...). Cuando el príncipe ha juzgado,
ya no hay otro juicio. los juicios soberanos se atribuyen a Dios mismo (...). Cuando
Josafat estableció jueces para el pueblo dijo: "No juzguéis en nombre de los hombres,
sino en nombre de Dios" (II Crónicas, 19, 6) (...).Solo Dios puede juzgar sus juicios y
sus personas."
Jacques B. Bossuet: Política sacada de las Sagradas Escrituras, l679

2. La sociedad estamental.

En el siglo XVIII la sociedad seguía siendo estamental, con grupos cerrados a

los que se pertenecía por nacimiento, siendo casi imposible pasar de un
estamento a otro. En esta sociedad las personas se agrupaban en uno u otro
estamento en función de los privilegios que ostentaban, y existía una
desigualdad jurídica.

Los estamentos privilegiados eran la nobleza y el clero. La nobleza ocupaba

los cargos más importantes, acumulaba riquezas y no pagaba impuestos. Los
nobles poseían la mayor parte de las tierras y tenían leyes propias, con
mayores derechos que el resto de la población, e incluso eran juzgados por
tribunales especiales. En cuanto al clero, dedicado a las cuestiones religiosas,
tenía también mayores extensiones de tierras, y no sólo no pagaba impuestos,
sino que cobraba desde la Edad Media un tributo a los fieles: el diezmo (la
décima parte de la cosecha). Este estamento se dividía en alto clero, donde
solo podía entrar la nobleza, ostentaba cargos importantes (cardenales,
obispos, etc.) y vivía en la opulencia, y bajo clero, que se asimilaba por su
situación económica al pueblo llano, y vivía de manera sencilla.

Los no privilegiados formaban el Tercer Estado o estado llano, y sustentaban

con sus impuestos a los estamentos privilegiados. Eran la mayoría de la
población (más del 90 %), y se dividían a su vez en tres grupos:

-­‐ La burguesía: artesanos, comerciantes y

banqueros. Tenían poder económico y
querían alcanzar también el poder político.

-­‐ Las clases populares urbanas: formadas

por pequeños artesanos, sirvientes, solados
y empleados de manufacturas.

-­‐ Los campesinos: eran el grupo más

numeroso de la población. Estaban
obligados a trabajar las tierras de los
privilegiados, a los que pagaban impuestos.
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3. La economía del Antiguo Régimen.

Durante el Antiguo Régimen la actividad económica más importante era la

agricultura, especialmente el cultivo de cereales. Era una agricultura de
subsistencia, es decir, de bajos rendimientos. Los campesinos apenas podían
vivir de sus cultivos, y en los periodos de malas cosechas padecían hambre y
miseria.

Las tierras eran propiedad de la nobleza y el clero, según el modelo señorial

iniciado en la Edad Media: no se podían separar ni vender, eran propiedades
vinculadas a un título nobiliario o institución religiosa. Así, el régimen de
propiedad se basaba en grandes latifundios, cuyos
propietarios percibían numerosas rentas de carácter
feudal de una gran masa de campesinos sin tierras,
que las trabajaban en régimen de servidumbre o en
arrendamiento.

En cuanto a las manufacturas, eran de tipo artesanal

y encuadradas en gremios. Los talleres artesanos
empleaban a un reducido número de trabajadores, con
maquinaria escasa y rudimentaria, y fuentes de
energía humana, animal, o las proporcionadas por el
agua o el viento. La especialización era limitada, lo que
significaba que el proceso de trabajo invertido en la
creación de mercancías era controlado de principio a
fin por una misma persona o un escaso número de
operarios. El resultado era una productividad muy baja.

En este sistema, los artesanos de una misma ciudad se agrupan en gremios,

una institución que hunde también sus raíces en la Edad Media. En el gremio,
los artesanos acordaban precios y salarios, así como el nivel de producción.
Los trabajadores, formados por maestros, oficiales y aprendices de un mismo
oficio, se regían por estatutos especiales.

En relación con el pensamiento económico, en el siglo XVIII se dieron dos

doctrinas fundamentalmente: la fisiocracia y el mercantilismo. La fisiocracia
sostenía que la riqueza de un Estado había que buscarla en la naturaleza,
concretamente en la agricultura. Las otras actividades económicas
(manufacturas y comercio) se consideraban estériles. Sus principales teóricos
fueron Quesnay y Turgot, quien afirmó que la economía está sujeta a un orden
natural y que el Estado ha de intervenir lo menos posible en ella, dejando que
precios, salarios y producción se regulen por sí solos. Por ello, esta teoría se
considera un precedente del Liberalismo económico.

El mercantilismo consideraba que la riqueza de un país dependía de la

cantidad de oro y plata que acumulara, por lo que era preciso fomentar las
exportaciones y reducir las importaciones. Para conseguir esto último, se
imponían altos aranceles a los productos extranjeros, y se impulsaban las
manufacturas. Al contrario que la fisiocracia, defendía que la economía debía
estar regulada por el Estado. Su principal defensor fue Colbert, ministro de Luís
XIV de Francia.
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4. La Ilustración.

La organización política, social y económica del Antiguo Régimen que

acabamos de ver, entró en crisis en la segunda mitad del siglo XVIII. El motor
del cambio fue la Ilustración, que defendía el uso de la razón como instrumento
para cambiar la realidad, y cuestionaba los principios de la sociedad estamental
y del absolutismo monárquico. Así, la Ilustración fue un moviendo cultural que
se dio en Europa en el siglo XVIII y que criticó los principios del Antiguo
Régimen. Se basaba en los siguientes principios:

-­‐ La confianza en la razón para que las personas puedan alcanzar el

conocimiento y la felicidad.

-­‐ La educación y el progreso económico como medio para mejorar las

condiciones de vida de todas las personas.

-­‐ La tolerancia como principio fundamental sobre el que deben

fundamentarse las relaciones humanas.

-­‐ La libertad y la igualdad de todos los seres humanos, como bases de

la sociedad.

Ilustración significa el abandono por parte del hombre de una minoría de edad
cuyo responsable es él mismo. Esta minoría de edad significa la incapacidad
para servirse de su entendimiento sin verse guiado por algún otro. Uno mismo
es el culpable de dicha minoría de edad cuando su causa no reside en la falta
de entendimiento, sino en la falta de resolución y valor para servirse del suyo
propio sin la guía del de algún otro. Sapere aude! ¡Ten valor para servirte de tu
propio entendimiento! Tal es el lema de la Ilustración.

Inmanuel Kant: ¿Qué es la Ilustración? (1784).

Debido a la importancia de este movimiento cultural y político, el siglo XVIII en

Europa se ha llamado el “Siglo de las Luces” o de la “Razón”, ya que se
consideraba que la razón “iluminaba” la realidad, y permitía descubrirla y
conocerla.

Las ideas de igualdad y libertad pusieron a los ilustrados enfrente de la política

absolutista, la sociedad estamental y la economía señorial. Siguiendo sus
principios, idearon una nueva organización política, social y económica
basadas en las ideas del Liberalismo, que defiende por encima de todo la
libertad individual y la propiedad privada. Así, los ilustrados plantearon una
serie de objetivos:

a. Los privilegios disfrutados por la nobleza y el clero debían dejar de

existir.

b. Política y religión debían separarse, para que no fuera Dios sino el

pueblo el que diera legitimidad al monarca para gobernar.

c. Las leyes debían ser iguales para todos, sin distinciones estamentales.
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d. El pueblo tenía que poder participar en las decisiones políticas mediante

votaciones y parlamentos.

e. La economía debía ser libre y regirse únicamente por la ley de la oferta y

la demanda, y la libre competencia.

Los principales pensadores ilustrados fueron:

-­‐ Montesquieu: propuso la separación de poderes en legislativo

(elaboración de leyes), ejecutivo (ejecución de leyes o gobierno) y
judicial (asegurar que las leyes se cumplan) en su obra “El espíritu de
las leyes”.

-­‐ Rousseau: sostenía que el poder procede de los ciudadanos, que eligen
mediante el voto a sus representantes. En su obra “El contrato social”
establece los principios de la democracia y de la soberanía nacional.

-­‐ Voltaire: proponía que un Parlamento limitase el poder absoluto del Rey
y defendió la tolerancia y el uso de la razón frente al fanatismo religioso.

Uno de los principales vehículos para la difusión de la Ilustración fue la

Enciclopedia, un proyecto de Diderot y DʼAlembert, que publicaron entre
1751 y 1772 lo que pretendía ser una síntesis de todos los conocimientos de la
época, fundados en la razón y el estudio de la naturaleza.

5. La quiebra del absolutismo.

a) Las revoluciones inglesas.

A comienzos del siglo XVIII, mientras en la mayoría de países europeos

gobernaban reyes absolutos, en Inglaterra los monarcas tenían un poder
limitado por el Parlamento, formado por la Cámara de los Lores (nobles y
clérigos) y la Cámara de los Comunes (burgueses). Esto fue posible por las
revoluciones inglesas, que se iniciaron cuando, a comienzos del siglo XVII, el
rey Carlos I quiso gobernar sin contar con el Parlamento. Esto provocó una
guerra civil entre los defensores del Parlamento y los partidarios del
absolutismo. En 1649, Carlos I fue derrotado y ajusticiado, y se proclamó la
República, dirigida por Oliver Cromwell. En 1660 se restableció la monarquía,
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con Carlos II, que terminó volviendo al absolutismo de su padre. En 1689, una
segunda revolución acabó con la monarquía absoluta y el trono fue entregado a
Guillermo de Orange, que aceptó jurar la Declaración de Derechos (Bill of
the Rights), que limitaba el poder real. Los poderes ejecutivo y legislativo
quedaron separados, quedando el legislativo reservado al Parlamento. Esta
monarquía recibió el nombre de monarquía parlamentaria, y se convirtió un
modelo para los ilustrados.

Los Lores espirituales y temporales y los miembros de la Cámara de los Comunes,

reunidos en Westminster, representando legal, plena y libremente a todos los
estamentos del pueblo de este reino [...] declaran:
Que el pretendido poder de suspender las leyes o su ejecución por autoridad real, sin
consentimiento del Parlamento, es ilegal.
Que el pretendido poder de dispensar las leyes o su ejecución por la autoridad real,
como ha sido practicado en los últimos tiempos, es ilegal.
Que la creación del Tribunal para las causas eclesiásticas y otras comisiones y
tribunales de análoga naturaleza son ilegales y perniciosos.
Que recaudar tributos para la Corona alegando sus prerrogativas, sin consentimiento
del Parlamento, es ilegal.
Que los súbditos gozan del derecho de petición al rey, y cualquier impedimento o
persecución a causa del ejercicio de este derecho es ilegal.
Que levantar o mantener un ejército dentro del reino en tiempo de paz, a menos que lo
consienta el Parlamento, es ilegal.
(…)
Que la libertad de palabra en los debates o procedimientos del Parlamento no debe
ser impedida ni puesta en duda en ningún tribunal ni lugar fuera del Parlamento.
(…)
Y que para el reparo de los agravios, la enmienda, observación y defensa de las leyes
el Parlamento debe ser convocado con frecuencia.

Declaración de Derechos de la revolución inglesa (13 de febrero de 1689)

b) El Despotismo ilustrado.

A lo largo del siglo XVIII, la influencia de las ideas de la Ilustración en los

monarcas absolutos hizo que algunos de ellos impulsaran reformas para
mejorar la situación del pueblo, pero siempre sin comprometer su poder
absoluto. Como los monarcas ilustrados nunca contaron con el pueblo para
gobernar, su lema fue “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

Algunas de las reformas del despotismo ilustrado fueron:

- Potenciar la economía con nuevas técnicas agrícolas, el impulso del

comercio o la construcción de puertos y caminos.

- Fomentar la cultura y la educación con la reforma de las universidades, la

creación de nuevos centros de enseñanza, la financiación de científicos, etc.

- Promover la tolerancia religiosa, permitiendo la práctica de religiones no

oficiales.
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Sin embargo, estas reformas fueron en realidad muy limitadas: intentaron
modernizar la economía y la administración del Estado, pero no afectaron al
poder absoluto de los reyes o a los principios de la sociedad estamental.

Como vemos en el mapa, algunos déspotas ilustrados fueron Federico II de

Prusia, Catalina II de Rusia y Carlos III de España.

6. El siglo XVIII en España: el reformismo borbónico.

6.1. La Guerra de Sucesión.

En 1700 moría sin descendencia Carlos II, último soberano de la dinastía de

los Austrias en España. En su testamento nombró como heredero a Felipe de
Anjou, nieto del rey francés Luís XIV, que subió al trono como Felipe V, el
primer rey español de la dinastía Borbón. Pero esto suscitó los miedos de otras
potencias europeas, que temían la unión de Francia y el Imperio español, por lo
que Felipe V tuvo que entrar en conflicto con otros soberanos europeos.

La Guerra de Sucesión española (1700-1714) dividió tanto a España como a

Europa en dos bandos enfrentados, que apoyaban a distintos pretendientes al
trono español:

-­‐ Felipe de Anjou: contó con el apoyo de Francia y, dentro de España, de

la Corona de Castilla.

-­‐ Carlos de Habsburgo: fue apoyado por Austria, Gran Bretaña, Holanda
y Portugal, en Europa, y por la Corona de Aragón, en España.
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Tras una larga guerra, en la que el Archiduque Carlos consiguió que se le

reconociera como rey en Cataluña y Valencia, la balanza se decantó hacia
Felipe de Anjou cuando Carlos de Habsburgo heredó el Imperio austríaco en
1713, y las potencias europeas le retiraron su apoyo. No obstante, la guerra en
España se prolongó durante más tiempo, ya que Cataluña decidió resistir a las
tropas de Felipe V, hasta que fue derrotada en 1714.

En cualquier caso, la victoria de Felipe V no fue plena, ya que tuvo que aceptar
unas duras condiciones en la Paz de Utrecht para ser reconocido como rey por
el resto de potencias europeas:

-­‐ Se perdieron todos los territorios europeos de la monarquía española,

que pasaron a otros países: los territorios en Italia y los Países Bajos
para Austria, Sicilia para el Ducado de Saboya, y Gibraltar y Menorca
para Gran Bretaña.

-­‐ Gran Bretaña obtuvo, además, derechos comerciales sobre la América

española, como el monopolio del comercio de esclavos.

-­‐ Los reinos de España y Francia no podrían ser gobernados por un

mismo rey, por lo que Felipe V tuvo que renunciar a sus derechos a la
Corona francesa.

Con este tratado las potencias europeas consiguieron un equilibrio de poderes

en el continente, a la vez que desmantelaron el Imperio europeo de España,
que a partir de ese momento quedó condenada a ser un jugador de segunda
fila entre las potencias europeas.
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6.2. Las reformas administrativas.

A la llegada de Felipe V al trono los territorios hispánicos eran un conjunto de

reinos, cada uno con sus leyes tradicionales o fueros. Pero el nuevo rey
aprovechó la derrota de la Corona de Aragón para imponer un modelo de
Estado centralizado y absolutista, siguiendo el modelo francés. Con los
Decretos de Nueva Planta, Felipe V abolió los fueros de la Corona de Aragón
y Valencia, pasando a someterse todo el territorio de la Corona a unas mismas
leyes, las castellanas.

“Considerando haber perdido los reinos de Aragón y Valencia, y todos sus habitantes,
por la rebelión que cometieron, faltando enteramente al juramento de fidelidad que me
hicieron como a su legítimo Rey y Señor, todos los fueros, privilegios, exenciones y
libertades que gozaban y que con tan liberal mano se les habían concedido, así por mí
como por los reyes mis predecesores, (...) He juzgado conveniente, así por esto como
por mi deseo de reducir todos mis reinos de España a la uniformidad de unas mismas
leyes, usos, costumbres y tribunales, gobernándose igualmente todos por las leyes de
Castilla, tan loables y plausibles en todo el Universo, abolir y derogar enteramente
todos los referidos fueros y privilegios (...) hasta aquí observados en los referidos
reinos de Aragón y Valencia, siendo mi voluntad que éstos se reduzcan a las leyes de
Castilla”.

Primer Decreto de Nueva Planta (29 de junio de 1707)

Para organizar la nueva administración se dividió el reino en provincias, a

cuyo frente se colocó a un Capitán General nombrado por el rey, con poder
militar y administrativo, que ejercía como gobernador. Además, en las
provincias se crearon Audiencias, tribunales de justicia que también estaban
bajo el control real. En los ayuntamientos se implantaron corregidores para su
gobierno, e intendentes para la recaudación de impuestos. Para el gobierno
del Estado, Felipe V nombrará a secretarios, personas de su confianza que se
reunían con él en la Junta de Estado, semejantes a los ministros.
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6.3. Las reformas de Carlos III.

Tras el breve reinado de Fernando VI (1746-1759), que

murió sin descendencia, fue su hermano Carlos III, ya
rey de Nápoles, el que ocupó el trono español tras
renunciar al reino italiano. Su reinado significó la
aplicación en nuestro país del Despotismo ilustrado,
es decir, la realización de una serie de reformas
económicas, sociales y culturales, pero sin renunciar a
su poder absoluto ni romper los privilegios de la
sociedad estamental. Para ello se rodeó de ministros
ilustrados como Floridablanca, Campomanes o
Aranda.

Estas reformas no fueron siempre bien acogidas, sobre

todo al principio de su reinado, cuando se produjo el
Motín de Esquilache, pero en cualquier caso Carlos
III destacó por su labor modernizadora.

Las principales reformas de su reinado fueron:

-­‐ La expulsión de la Compañía de Jesús en 1767, con lo que intentó

imponer su autoridad sobre la Iglesia católica y limitar su influencia en la
sociedad.

-­‐ La reforma de la enseñanza, con la creación de escuelas de primaria,

la reforma de estudios universitarios, y la creación de escuelas técnicas
y científicas.

-­‐ La supresión de los privilegios de la Mesta y el impulso a la

colonización de nuevas tierras.

-­‐ La supresión del concepto de Deshonra Legal del Trabajo, que impedía
trabajar a los nobles, al declarar honestas todas las profesiones.

-­‐ La liberalización del comercio con las colonias americanas,

acabando con el monopolio del puerto de Cádiz.

-­‐ La creación de manufacturas reales (fábricas estatales de vidrio,

cerámica y tapices).
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Tema  6.  La    crisis  del  Antiguo  Régimen   1  
 
ACTIVIDADES DE REPASO

1. Relaciona cada concepto con su definición.

a) Sistema político que se caracteriza porque el

rey concentra todos los poderes.
1) Ilustración.
b) Conjunto de relaciones sociales, económicas y
políticas que caracterizaban a las monarquías
europeas del siglo XVIII. 2) Parlamentarismo.

c) Movimiento intelectual que se desarrolló en

Europa en el siglo XVIII, caracterizado por una 3) Liberalismo político.
confianza ilimitada en el poder de la razón para
resolver los problemas del ser humano.
4) Antiguo Régimen.
d) Doctrina que defendía el proteccionismo
económico y la intervención del Estado en la
economía. 5) Despotismo ilustrado.

e) Forma de organización social característica del

Antiguo Régimen. Se había originado durante la 6) Absolutismo.
Edad Media y dividía a la sociedad en tres
órdenes o estamentos: el clero, la nobleza y el
pueblo llano. 7) Fisiocracia.

f) Sistema político implantado en Inglaterra a

finales del siglo XVII, caracterizado porque el rey 8) Mercantilismo.
acepta el control del Parlamento.

g) Sistema político que nace de la aplicación de 9) Gremio.

las ideas ilustradas por parte de la monarquía
absoluta. Los reyes deseaban que la sociedad
evolucionara, pero que la monarquía dirigiera el 10) Sociedad estamental.
proceso, sin contar con la sociedad.

h) Asociación profesional de artesanos, que

controlaba la producción de manufacturas y fijaba
unas condiciones determinadas para acceder al
oficio y para elaborar los productos.

i) Doctrina cuyos principios básicos son la

libertad, la igualdad ante la ley y la propiedad
como criterio de diferenciación social.

j) Teoría económica según la cual la riqueza de

un país depende de la agricultura.

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2. Marca con una X la respuesta correcta.

a) El sistema político que regía en la mayor parte de Europa en el siglo XVIII era el:

 Absolutismo.  Parlamentarismo.  Despotismo ilustrado.

b) El liberalismo, base del parlamentarismo inglés, fue enunciado por:

 Jacques Bossuet.  John Locke.  Jean Colbert.

c) El tipo de gobierno de algunos monarcas absolutos, influidos por las ideas de la

Ilustración, se conoce como:

 Monarquía absoluta  Monarquía parlamentaria.  Despotismo ilustrado.

d) El concepto de separación de poderes fue desarrollado por:

 Jacques Bossuet.  Rousseau.  Montesquieu.

e) La base del liberalismo económico se encuentra en la teoría expuesta por:

 Jean Colbert.  François Quesnay.  Adam Smith.

3. Escribe el nombre de los principales Estados de Europa en el siglo XVIII.

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COMENTARIO DE TEXTOS

TEXTO 1.

Es solo en mi persona donde reside el poder del soberano, cuyo carácter propio es el
espíritu de consejo, de justicia y de razón, es a mí a quien deben mis cortesanos su
existencia y su autoridad; la plenitud de su autoridad que ellos no ejercen más que en
mi nombre reside siempre en mi y no puede volverse nunca contra mi; solo a mi
pertenece el poder legislativo sin dependencia y sin división; es por mi autoridad que
los oficiales de mi Corte proceden no a la formación, sino al registro, a la publicación y
a la ejecución de la ley; el orden público emana de mi, y los derechos y los intereses
de la Nación, de los que se suele hacer un cuerpo separado del Monarca, están unidos
necesariamente al mío y no descansan más que en mis manos.

Discurso de Luís XV al Parlamento de París, 3 de marzo de 1766

a) ¿Quién es al autor del texto y a quién va dirigido?

b) ¿ En qué año fue leído y en qué país?
d) El rey dice que en él reside el poder soberano ¿Qué crees que quiere decir eso?
f) ¿De dónde, dice el rey, les viene a los cortesanos la autoridad que ejercen?
g) ¿Qué es el poder legislativo? ¿A quién dice el rey que pertenece este poder?
h) ¿Crees, según este discurso, que el rey concentra todos los poderes? ¿Por qué?
i) Ves alguna diferencia respecto al modelo parlamentario que existe en España en la
actualidad? ¿Por qué?

TEXTO 2.

En cada Estado, hay tres clases de poderes: el legislativo, el ejecutivo de las cosas
pertenecientes al derecho de gentes y el ejecutivo de las que pertenecen al civil
(judicial).
Por el primero el príncipe o el magistrado hace las leyes para cierto tiempo o para
siempre, y corrige o deroga las que están hechas. Por el segundo hace la paz o la
guerra, envía o recibe embajadores, establece la seguridad y previene las invasiones.
Y por el tercero castiga los crímenes o decide las contiendas de los particulares. Este
último se llamará poder judicial; y el otro (segundo) simplemente poder ejecutivo del
Estado. (…) Cuando los poderes legislativo y ejecutivo se hallan reunidos en una
misma persona o corporación, entonces no hay libertad, porque es de temer que el
monarca o el senado hagan leyes tiránicas para ejecutarlas del mismo modo. Así
sucede también cuando el poder judicial no está separado del poder legislativo y del
ejecutivo. Estando unido al primero, el imperio sobre la vida y la libertad de los
ciudadanos sería arbitrario, por ser uno mismo el juez y el legislador y, estando unido
al segundo, sería tiránico. [...]
MONTESQUIEU, El espíritu de las leyes (1748)

a) ¿Quién es al autor del texto y a quién va dirigido?

b) ¿Dónde y cuándo fue escrito? ¿Qué sistema político se daba en ese periodo?
c) Según el autor, ¿qué tres clases de poderes hay en cada Estado? ¿En qué consiste
cada uno?
d) ¿A quién corresponde cada poder?
e) ¿Qué pasa cuando los poderes del Estado se hallan reunidos en una misma
persona?