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1. ¿Qué es la Ley de Faraday?

La Ley de Inducción electromagnética de Faraday, conocida simplemente como


Ley de Faraday, es un principio de la física formulado por el científico británico
Michel Faraday en 1831. Esta ley cuantifica la relación entre un campo
magnético cambiante y el campo eléctrico creado por sus cambios.

El enunciado de dicha ley sostiene:

“La tensión inducida en un circuito cerrado es directamente proporcional a la


rapidez con que cambia en el tiempo el influjo electromagnético que atraviesa una
superficie cualquiera con el circuito mismo como borde”.

Lo cual quiere decir que en cualquier circuito cerrado, la fuerza


electromagnética es equivalente a la velocidad de variación del flujo
magnético del circuito.

Pero para entender esto cabalmente, hará falta revisar el experimento de Faraday:
una batería aportaba corriente a una bobina pequeña, creando un campo
magnético, a través de espiras (cables metálicos enrrollados sobre su propio eje)
que intensifican el flujo de energía al operar en serie.

Luego, introduciendo la bobina pequeña en una grande, para forzar el roce de los
campos magnéticos, se genera electricidad, cuyas propiedades pueden medirse en
un galvanímetro.

De este experimento y la formulación hecha por Faraday, se desprenden


numerosas conclusiones respecto a la generación de energía eléctrica, que fueron
clave para la Ley de Lenz y para el manejo moderno de la electricidad.

Fuente: https://concepto.de/ley-de-faraday/#ixzz66WBixpSt

Michael Faraday fue un físico y químico británico del siglo XVIII. A lo largo de su vida,
profundizó en el estudio de los campos magnéticos y se obsesionó por conseguir
generar electricidad. Entre sus descubrimientos más importantes, están el
diamagnetismo, la electrólisis y la inducción electromagnética. Ahí se engloba la
famosa Ley de Faraday de Inducción Electromágnética.

La Ley de Faraday proclama que el voltaje inducido es directamente proporcional a la


velocidad con la que cambia el flujo magnético que atraviesa una superficie con el
circuito como borde. Hoy vamos a ahondar y desarrollar algo más esta Ley de
Faraday
En 1831, Michael Faraday empezó a profundizar en las propiedades
electromagnéticas de los distintos materiales. Arrancaba así una gran serie de
pruebas y experimentos que le llevaría a descubrir la inducción electromagnética.
Este descubrimiento surgió al enrollar dos bobinas de alambre en un arco de hierro.
Así, llegó a una conclusión pionera en la época: cuando aplicaba corriente a una de
las bobinas, la otra bobina que no había recibido corriente, también se cargaba de
electricidad. De este descubrimiento, derivó a probar que se podía generar un
campo eléctrico, a partir de un campo magnético variable.
Ya se conocía la relación existente entre la electricidad y el magnetismo,
descubrimiento del físico Hans Christian Øersted. Este experimento consiste en
acercar a un imán una aguja imantada. Como todos los imanes tienen dos polos, uno
positivo y otro negativo, la punta siempre indica el norte. Así pues, el otro extremo
indica el sur. Da igual el tamaño de la aguja o que la cortemos, la punta indicará el
norte y el otro extremo el sur.

Si colocamos un imán y esparcimos limaduras de hierro por encima, veremos el dibujo


que crea. Cada polo del imán captará las limaduras de hierro que se encuentren bajo
su influencia. Y es precisamente a eso a lo que llamamos campos magnéticos.

¿Qué ocurriría si conectáramos un imán a una fuente de electricidad? El resultado


lo descubrió el físico danés Hans Christian Øersted. Éste observó que una corriente
eléctrica, ejerce una fuerza sobre un imán.
Los electrones en movimiento, a través de un hilo conductor, crea un campo
magnético. Esto es lo que se conoce como electromagnetismo. Si enrollamos el hilo,
el efecto magnético se concentrará, al fluir los electrones por la bobina, generando un
fuerza magnética capaz de atraer objetos pequeños de hierro o acero.

INDUCCIÓN ELECTROMAGNÉTICA

Así es que la Ley de Faraday o inducción electromagnética, enuncia que el voltaje


inducido en un circuito cerrado, resulta directamente proporcional a la velocidad con
que cambia en el tiempo el flujo magnético que atraviesa una dada superficie con el
circuito haciendo de borde.
Es decir, la fuerza electromagnética inducida en cualquier circuito cerrado es
igual al negativo de la velocidad del tiempo del flujo magnético encerrado por el
circuito.
Podemos entenderlo con un ejemplo muy sencillo. Si utilizamos un cable conductor,
por ejemplo de cobre, lo enrollamos en tres vueltas y lo conectamos a un amperímetro
para medir la corriente eléctrica que se va a generar. Cogemos un imán y lo metemos
y sacamos rápidamente por el interior de la bobina, el amperímetro marcará
una fluctuación de corriente, cada vez que sacamos el imán del interior de la
bobina. Para que exista electricidad tiene que existir una variación en los campos
magnéticos.
Si este experimento lo realizamos con una bobina de muchas más vueltas de hilo
conductor, y repetimos experiencia, sacando y metiendo el imán entre las espiras
rápidamente, veremos como el amperímetro marca una intensidad eléctrica mayor. Al
tener mayor número de espiras, generará mayor corriente eléctrica.
Si dejamos el imán en reposo, veremos que no se genera ningún tipo de corriente
eléctrica. Esto se debe al principio fundamental de que para que haya corriente debe
existir variación de campos magnéticos. Es decir, el imán entra en la bobina con una
carga magnética, distinta a la que tiene la bobina. Por tanto, el movimiento de los
átomos genera la intensidad que podemos medir con el amperímetro.
Cuando introducimos un imán en una bobina, la corriente circula en un sentido.
Cuando lo sacamos, esta corriente circulará en sentido contrario. Por tanto, se puede
llegar a la conclusión de que la intensidad de la corriente eléctrica que se induce en
una bobina, es directamente proporcional, al número de espiras y a la intensidad
del campo magnético que interacciona con estas espiras.
Cuanta más potencia tenga el imán que utilicemos, mayor intensidad genera en su
campo magnético. Michael Faraday repitió este mismo experimento, pero en vez de
con un imán, con un electroimán. Por ejemplo, un tornillo envuelto en en una espiral
de hilo conductor.
APLICACIONES DE LA LEY DE FARADAY

Pero, ¿qué aplicaciones prácticas tiene la Ley de Faraday y la inducción


electromagnética? En el caso que nos ocupa, provocamos variaciones en el flujo
magnético que provoca una fuerza electromotriz. Aún así, mantenemos una
diferencia de potencial entre dos puntos de un circuito abierto. Con esto, podemos
provocar una corriente eléctrica.

APLICACIONES DE CAMPO ELÉCTRICO


1. Cámara Kirliam: Es un cámara de plasmar en una imagen el efecto corona
de cualquier objeto y organismo al aplicar un campo elé
ctrico sobre una placa.
La cámara Kirliam, consiste en una caja hecha de material aislante. La caja
contiene un generador de alta tensión que normalmente, termina con un
multiplicador de tensión. La salida de este se aplica a una bandeja metálica,
sobre la que se sitúa un papel fotosensible. La bandeja aprieta el papel contra
la tapa y sobre ella, ya esta encontrada fuera de la caja, se sitúa el objeto que
se desee fotografiar.

2. Chispero eléctrico: Los chisperos eléctricos, generan un campo eléctrico


superior a 3 kilovolts por milímetro, suficiente para ionizar el aire, produciendo
chispas de color blanco-azul, de mayor temperatura.

3. Rayos: El rayo es una descarga eléctrica. En general , las


partes superiores de las nubes de tormenta poseen carga positiva, mientras
que en las partes centrales predominan las cargas negativas. La región de
máxima intensidad de campo eléctrico se halla entre ambas zonas de distintas
polaridad.

4. Impresora: Dentro de la impresora, las gotas de tinta, componen las


letras, gracias a la aplicación de un campo eléctrico, que le manda la posición
exacta en el papel.

5. Horno de Microondas: Las ondas electromagnéticas se producen por


cargas eléctricas en movimiento que generan campos eléctricos y magnéticos,
que pueden viajar por el espacio vació y lo hacen a la velocidad de la luz.
Aplicaciones del
electromagnetismo.
Tiene múltiples aplicaciones, puesto que aparece cuando hay corriente eléctrica y
desaparece cuando cesa la corriente eléctrica.
Alguna de las aplicaciones del electromagnetismo
son las siguientes:

· Electroimán.
Es un tipo de imán en el que el campo magnético se produce mediante el flujo de una
corriente eléctrica, desapareciendo en cuanto cesa dicha corriente.
En 1819, el físico danes Hans Christian Ørsted descubrió que una corriente eléctrica que
circula por un conductor produce un efecto magnético que puede ser detectado con la
ayuda de una brújula. Basado en sus observaciones, el
electricista británico William Sturgeon inventó el electroimán en 1825. El primer
electroimán era un trozo de hierro con forma de herradura envuelto por una bobina
enrollada sobre él. Sturgeon demostró su potencia levantando 4 kg con un trozo de hierro
de 200 g envuelto en cables por los que hizo circular la corriente de una batería. Sturgeon
podía regular su electroimán, lo que supuso el principio del uso de la energía eléctrica en
máquinas útiles y controlables, estableciendo los cimientos para las comunicaciones
electrónicas a gran escala.

· Relé.
Es un dispositivo electromecánico. Funciona como un interruptor controlado por un
circuito eléctrico en el que, por medio de una bobina y un electroimán, se acciona un
juego de uno o varios contactos que permiten abrir o cerrar otros circuitos eléctricos
independientes.
Fue inventado por Joseph Henry en 1835.
Dado que el relé es capaz de controlar un circuito de salida de mayor potencia que el de
entrada, puede considerarse, como un amplificador eléctrico.

Diferentes tipos de relés.


Existen multitud de tipos distintos de relés, dependiendo del número de contactos, de la
intensidad admisible por los mismos, tipo de corriente de accionamiento, tiempo de
activación y desactivación, etc. Cuando controlan grandes potencias se les llama
contactores.

Relés electromecánicos:
Relés de tipo armadura, de núcleo móvil, tipo reed o de lengüeta y polarizados o
biestables.
Relé de estado sólido.
Relé de corriente alterna.
Relé de láminas.

· Alternador.
Es una máquina eléctrica, capaz de transformar energía mecánica en energía eléctrica,
generando una corriente alterna mediante inducción electromagnética.
Los alternadores están fundados en el principio de que en un conductor sometido a un
campo magnético variable se crea una tensión eléctrica inducida cuya polaridad depende
del sentido del campo y su valor del flujo que lo atraviesa.
Un alternador es un generador de corriente alterna. Funciona cambiando
constantemente la polaridad para que haya movimiento y genere energía.

· Dinamo y motor de corriente continua.


Una dinamo es un generador eléctrico destinado a la transformación de flujo magnético
en electricidad mediante el fenómeno de la inducción electromagnética, generando una
corriente continua.

· Transformador.
Es un dispositivo eléctrico que permite aumentar o disminuir la tensión en un circuito
eléctrico de corriente alterna, manteniendo la potencia. La potencia que ingresa al
equipo, en el caso de un transformador ideal, es igual a la que se obtiene a la salida. Las
máquinas reales presentan un pequeño porcentaje de pérdidas, dependiendo de su
diseño, tamaño...
El transformador es un dispositivo que convierte la energía eléctrica alterna de un cierto
nivel de tensión, en energía alterna de otro nivel de tensión, por medio de interacción
electromagnética. Está constituido por dos o más bobinas de material conductor, aisladas
entre sí eléctricamente y por lo general enrolladas alrededor de un mismo núcleo de
material ferromagnético. La única conexión entre las bobinas la constituye el flujo
magnético común que se establece en el núcleo.
Los transformadores son dispositivos basados en el fenómeno de la inducción
electromagnética y están constituidos, en su forma más simple, por dos bobinas
devanadas sobre un núcleo cerrado, fabricado de hierro dulce o de láminas apiladas de
acero eléctrico, aleación apropiada para optimizar el flujo magnético. Las bobinas o
devanados se denominan primario y secundario según correspondan a la entrada o salida
del sistema en cuestión, respectivamente. También existen transformadores con más
devanados; en este caso, puede existir un devanado "terciario", de menor tensión que el
secundario.

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