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INGENIERÍA ELÉCTRICA
PROYECTO INTEGRADOR II
TEMA:
INTEGRANTES:
Carlos Inga
Francisco Torres
LATACUNGA – ECUADOR
TEMA.
I. PROBLEMÁTICA
1.1. SITUACIÓN PROBLÈMICA.
La crisis energética es un problema que afecta a una gran mayoría, la parte esencial de esto es
el aumento de los costos de la energía eléctrica. Es por esto que desde un tiempo a esta parte
ha surgido un gran interés por buscar alternativas que permitan reducir estos costos, y para
esto pueden existir dos caminos: el primero es usar de forma eficiente y consiente la energía,
esto a través de dispositivos eléctricos - electrónicos, aplicando medidas de ahorro como por
ejemplo apagando las luces que no se están utilizando, etc. El segundo camino es utilizar
algún tipo de energía alternativa disponible de forma limpia como por ejemplo el sistema
fotovoltaico, se analizará un estudio para verificar si es factible la implementación de este
sistema que nos ayudara a determinar la reducción de los altos pagos de consumo y la
eficiencia de la energía.
El problema que aquí se planea son los costos elevados por el consumo de energía eléctrica
en la gasolinera la Mama Negra que ha venido trascendiendo desde el momento de su
creación, ya que por ser una estación de servicio existe gran consumo de energía eléctrica por
parte de los clientes y la estación en sí, la gasolinera cuenta con diferentes dispositivos
eléctricos y electrónicos que son utilizados todos los días en todo el día por ende es claro que
existirá un elevado y excesivo costo en el pago de la planilla de luz de cada mes, Es la
principal causa del por qué se realizara el estudio del sistema fotovoltaico para minimizar en
lo posible el costo del consumo de energía eléctrica.
Es importante la investigación de este tema, pues frente a la gran crisis que hay del
combustible a nivel mundial, donde el carbón y el petróleo son recursos finitos y además son
altamente contaminantes para el ambiente, se debe desarrollar proyectos con energías
renovables, pero deben ser competitivas frente a las otras, pues en el mundo existe un
oligopolio en la generación, la producción y la distribución de energía convencionales
dirigidas por los grandes países. Asimismo, el Ecuador durante muchos años ha presentado
problemas de energía eléctrica debido al estiaje, con este tipo de tecnología este problema no
se presentaría debido a que el recurso que necesita para que funcione es la radiación solar que
es inagotable, esta es una de las razones porque el gobierno actual está impulsando el
desarrollo de sistemas que no contaminen al ambiente, como alternativa en los diseños
convencionales de energía eléctrica.
OBJETIVO GENERAL.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS.
El presente estudio tiene como principal finalidad evaluar la factibilidad técnica y económica
del uso de paneles solares fotovoltaicos en la gasolinera la Mama Negra, en la provincia de
Cotopaxi, ciudad Latacunga para minimizar los costos del consumo de energía eléctrica.
A continuación en el marco teórico se menciona una reseña histórica acerca del origen de la
energía solar fotovoltaica; además se define lo que es la energía, se señalan las principales
fuentes de energía, los tipos de energía; por otro lado, se presenta la clasificación de las
instalaciones fotovoltaicas, su funcionamiento y mantención de la instalación, los factores
que afectan el rendimiento de un panel solar fotovoltaico y sus ventajas y desventajas,
además de cómo está estructurado un sistema fotovoltaico. Teniendo en cuenta todos estos
datos mencionados, se debe realizar un estudio para verificar si el estudio que se va a realizar
es el adecuado.
Los métodos que utilizaremos para esta investigación son: el método científico, el cual
utilizaremos para la búsqueda de información bibliográfica de los sistemas fotovoltaicos, y
también el método analítico, en el cual examinaremos la diferente información bibliográfica
para obtener resultados positivos para nuestro estudio.
1. Primeros pasos y desarrollo de la energía solar fotovoltaica
Para el desarrollo de la energía solar se ha tenido en cuenta diferentes pasos para este
proceso, debemos tener en cuenta que: “el uso de la energía solar ha sido utilizada desde
hace muchos años con diferentes objetivos como: en la agricultura, hornos solares o para
generar vapor para maquinaria, calefacción, entre muchos otros ejemplos. Pero el científico
francés Alexandre Edmon Becquerel, experimentando con una pila electrolítica sumergida
en una sustancia de las mismas propiedades, observo que después al exponerla a la luz
generaba más electricidad, así fue que descubrió el "efecto fotovoltaico" en 1839 que
consiste en la conversión de la luz del sol en energía eléctrica” [1].
Charles Fritts en 1893, fue quien invento la primera célula solar, conformada de láminas de
revestimiento de selenio con una fina capa de oro, estas células se utilizaron para sensores de
luz en la exposición de cámaras fotográficas” [1].
Albert Einstein investigo más a fondo sobre el efecto fotoeléctrico y descubrió que al
iluminar con luz violeta (que es de alta frecuencia) los fotones pueden arrancar los electrones
de un metal y producir corriente eléctrica. Esta investigación le permitió ganar el Premio
Nobel de Física en 1921” [1].
En. (1999) Villas manifiesta que “Las células solares fueron una rara curiosidad científica
durante mucho tiempo. Hubo que esperar hasta 1954 para que se fabricara la primera célula
solar de silicio, a manos de los científicos D.M. Chapin, C.S. Fuller y G.L. Pearson de los
laboratorios Bell Telephone (EEUU). Tras su presentación pública, el diario The New York
Times, en su número de 26 de abril de 1954 hizo el siguiente comentario sobre la invención
de la célula solar: “Puede marcar el comienzo de una nueva era, permitiendo de la
realización de uno de los sueños más queridos por la humanidad: el aprovechamiento de la
energía ilimitada del sol para los usos de la civilización”.
Pese a los avances técnicos alcanzados en el aumento del rendimiento de las células, los
costes eran excesivamente altos y limitaban enormemente su aplicación práctica” [2].
En (2016) Martil manifiesta que “Mientras que en 1956 el coste del vatio de electricidad
producido por centrales convencionales rondaba los 50 céntimos de dólar, el producido por
paneles fotovoltaicos llegaba los 300 dólares lo que descartaba el uso de esta tecnología como
suministrador de grandes cantidades de electricidad” [3].
La demanda de paneles solares sólo venia de la industria juguetera, que los empleaba para
suministrar potencia a pequeños artefactos como maquetas de aviones y coches, o de la
industria electrónica, para aplicarlos en pequeños aparatos eléctricos sencillos como radios
para la playa. Esta situación limitaba mucho el desarrollo de esta tecnología ya que eran muy
reducidos los ingresos que se generaban haciéndose muy difícil destinar cantidades de dinero
importantes a su desarrollo” [3].
Por fortuna se encontró una aplicación ideal para el estado del desarrollo de los paneles
solares fotovoltaicos en aquel momento; la alimentación del equipo de los satélites espaciales
en la incipiente carrera espacial. El costo no fue un factor limitante ya que los recursos
dedicados en la carrera del espacio eran enormes. Primaba la capacidad de proveer energía
eléctrica de manera fiable en áreas de muy difícil acceso. En eso la energía solar fotovoltaica
resultaba muy competitiva” [3].
En. (2010) Vallina manifiesta que “Pese a la desconfianza y a las reticencias iniciales de
algunos dirigentes de la NASA, la tecnología fotovoltaica acabó por ganarle el pulso a las
otras dos tecnologías que se barajaron para alimentar los satélites; las baterías químicas y la
energía nuclear. Las baterías una vez agotadas inutilizaban todo el equipo mientras que la
energía nuclear ofrecía muchas complejidades y apenas fue utilizado en unos pocos
proyectos. Los paneles solares por el contrario eran capaces de suministrar energía de manera
fiable por muchos años sin grandes complicaciones”. [4]. Como podemos observar en la fig.
1 Pearson, Chapin y Fuller están describiendo los fundamentos de la célula solar fabricada en
los Laboratorios Bell.
Fig. 2. Satélite Vanguard-I, cuyo tamaño era similar al de una pelota de fútbol. Las flechas señalan la
ubicación de las células solares que suministraban la energía del satélite. Fuente: [2]
En los satélites artificiales y en los vehículos tripulados con los que el hombre llegó a la luna
en 1969, se necesitaban baterías de energía eléctrica autónomas, ligeras y fiables y las células
solares reunían todos estos requisitos. Aunque la electricidad obtenida con estos dispositivos
era carísima (del orden de 100 €/kWh, con precios actualizados al momento presente), el
coste que representaban las baterías fabricadas con las células solares era muy bajo en
comparación con el resto de los componentes de los vehículos espaciales” [4].
En (2000) Van Campen, Guidi, & Best, manifiesta que en la “La tecnología de las células
solares se impulsó enormemente gracias a la industria microelectrónica, de la que tomó buena
parte de sus procesos de fabricación. Gracias a ello, en muy pocos años se obtuvieron
dispositivos con eficiencias de conversión de energía solar en eléctrica del 15%. El desarrollo
en el ámbito espacial prosiguió durante la década de los 60 y 70. En 1973 la primera estación
espacial estadounidense, el Skylab, tenía instalados 20 kW de potencia en paneles
fotovoltaicos. El año 1975 fue el primero en que las aplicaciones espaciales fueron superadas
por las terrestres, principalmente faros y pequeñas plantas de producción de carácter
experimental” [5].
Desde ese año, que puede considerarse como el del despegue definitivo de esta fuente de
energía, su desarrollo en el mundo ha atravesado tres fases claramente diferenciadas, que se
muestran en la siguiente gráfica donde se detallan los valores de potencia de plantas de
energía solar instalada en el mundo, comparados con la potencia total instalada proveniente
de todas las demás fuentes de energía. Se muestra la evolución desde 1970 hasta 2010 y
distingue tres fases, que se detallan en el siguiente párrafo” [5]. En la fig. 3 observamos la
potencia eléctrica instalada en el mundo en billones de vatios.
En (2011) Rasero manifiesta que la “Fase I: 1975-1985. Las sucesivas crisis del petróleo
de los años 1973 (guerra del Yom Kipur) y 1979 (revolución de Irán) hicieron tomar
conciencia a los principales países industrializados de la necesidad de buscar fuentes de
energía alternativas al petróleo, debido a los bruscos incrementos del precio del crudo (entre
1973 y 1979, el precio del barril se multiplicó por seis). Simultáneamente, la conciencia
ecológica se fue extendiendo por todo el planeta y se comenzó a plantear la necesidad de
limitar las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, principalmente CO2. Por
estas razones, en Estados Unidos comenzaron los programas de estímulo a las energías no
basadas en combustibles fósiles, incentivados por la administración Carter. En esos años se
instalaron los primeros huertos solares experimentales, de tamaño muy reducido (decenas de
kW)” [5].
Fase II: 1985-1995. Tras las sucesivas crisis del petróleo, los precios del barril se redujeron
significativamente y se estabilizaron en valores similares a los momentos pre-crisis, lo que
hizo descender el interés y las ayudas estatales e incentivos a las energías renovables.
Durante este período, las principales actividades de I+D en dispositivos fotovoltaicos
corrieron a cargo de grandes empresas petroleras, siendo British Petroleum una de las más
representativas. No obstante, en buen número de laboratorios de investigación se siguió
mejorando la tecnología de fabricación de las células solares, superándose un año tras otro las
eficiencias de conversión” [5].
En la actualidad los primeros puestos del ranking mundial de fabricantes de células solares lo
ocupan empresas asiáticas, con China a la cabeza (Yingli, Hanwha, Trina) y alguna
norteamericana (Canadian Solar Industries, First Solar). Los fabricantes europeos, que
tuvieron un papel muy destacado en el origen y el desarrollo de la tecnología fotovoltaica a
comienzos del presente siglo, (Q-cells, Isofoton), han desaparecido o han sido absorbidos por
los grandes fabricantes asiáticos, que han establecido unas políticas de precios con las que es
prácticamente imposible competir” [5].
En (2014) Manzano, Peña-Ortiz, Guevara, & Ríos manifiesta que “Ecuador se encuentra en
una ubicación privilegiada en cuanto a radiación solar, debido a que la línea ecuatorial que
divide al planeta en dos hemisferios lo atraviesa, siendo casi perpendicular la radiación que
recibe. Además, esta no varía durante el año y se tiene un ángulo de incidencia constante,
características que dan a la energía solar fotovoltaica un gran potencial de aprovechamiento”
[7].
Las nuevas tendencias de edificios y casas amigables con el ambiente son energéticamente
autosustentables, debido al uso de estos paneles y de equipos como turbinas eólicas de baja
potencia, colectores solares, entre otros que aprovechan las energías renovables. Sin
embargo, se pueden adaptar estos dispositivos a edificaciones que no fueron construidas con
criterios de sustentabilidad. Para ello es necesario tomar en cuenta algunas consideraciones:
en primer lugar, saber cuánta energía eléctrica se consume en la edificación donde se desea
implementar la tecnología. El método más sencillo es revisar la planilla de consumo eléctrico;
como referencia, una familia promedio tiene un consumo estimado de 200 kWh mensuales.
Después, es necesario buscar asesoría técnica para realizar un dimensionamiento apropiado
del sistema, que estará basado en los datos obtenidos de consumo, es decir calcular el equipo
básico que se requiere para cubrir todas las demandas energéticas. Es importante considerar
que el sistema básico para generar electricidad y aprovecharla consta de cuatro elementos:
paneles solares, regulador, baterías e inversor. Si bien lo más eficiente es ubicar los paneles
perpendiculares a la radiación del sol, se recomienda instalarlos con un ángulo de 5° a 15°
para que resbale el agua o cualquier objeto que pueda caer. Tener sombra en una pequeña
zona de un panel puede reducir considerablemente la producción de energía eléctrica de todo
el sistema, por lo que es recomendable verificar que estén despejados. Actualmente, la
eficiencia de un panel solar comercial se encuentra entre el 15% y 20%, pero se espera que
mejore con el desarrollo tecnológico, generando más electricidad. La tendencia actual en el
mundo es optar por energías limpias, por lo que la instalación de un sistema fotovoltaico
constituye una alternativa viable para los hogares, siempre y cuando su uso se masifique y se
reduzcan sus costos” [7].
2. MARCO TEÓRICO.
Ecuador es un país que posee gran cantidad de recursos naturales para la generación de
energía eléctrica, siendo los más aprovechados (los cuales han tenido una gran inversión en
los últimos años) los recursos hídricos, originándose en su mayoría en la cordillera de los
Andes y cuyo caudal se modifica por condiciones climáticas y geográficas a lo largo de su
recorrido.
Hay que tener en cuenta que Lorenzo [8] escribió la característica principal de la generación
fotovoltaica, que las diferentes fuentes de energía renovable únicamente producen
electricidad cuando reciben la luz del Sol (irradiación solar) y además la cantidad de energía
que generan es directamente proporcional a la irradiación solar que incide sobre su
superficie”. Resulta evidente que en multitud de aplicaciones el consumo energético se
produce independientemente de la radiación solar, claro ejemplo resulta un sistema de
iluminación donde precisamente de lo que se trata es de tener energía durante la noche.
La electricidad es la forma más variable de energía que tenemos. Permite que los ciudadanos
de los países desarrollados dispongan de luz, refrigeración, control de la temperatura en sus
casas, colegios y oficinas y acceso a los medios de comunicación por cable y radio. La
energía solar Fotovoltaica es una tecnología que genera corriente continua (potencia medida
en vatios o kilovatios) por medio de semiconductores cuando éstos son iluminados. En
general, un sistema fotovoltaico está formado por:
Un generador fotovoltaico.
Una batería de acumulación.
Un regulador de carga.
Un inversor.
El consumo.
La potencia que puede suministrar un módulo fotovoltaico dependerá del número de células
que posea. Un valor típico para módulos compuestos por 36 células conectadas en serie oscila
entre los 50 y 100 W, dependiendo del área de cada una de las células. La energía producida
por el generador fotovoltaico se acumula, en caso de ser necesario (ya se ha visto que los
sistemas conectados a la red no necesitan baterías)
Para controlar los procesos de carga y descarga de la batería se utiliza un regulador de carga.
Este elemento es el encargado de proteger la batería contra sobrecargas o contra sobre
descargas excesivas que podrían resultar dañinas para la batería, acortando su vida útil. El
modo de operación es bien sencillo: cuando el regulador detecta que la batería está siendo
sobrecargada. Para un sistema fotovoltaico debemos tener en cuenta los módulos que se
obtiene. Hay que tener en cuenta que Abella [10] manifiesta que los módulos Fotovoltaicos
producen corriente continua (DC), que se pueden almacenar directamente en baterías.
Cuando se extrae potencia eléctrica de las baterías, ésta también es en forma de corriente
continua. En el caso de que se desee dar servicio a determinados consumos que pueden ser en
corriente alterna (AC), como ocurre con la mayoría de los consumos que habitualmente
estamos acostumbrados a utilizar. En la fig. 5 se puede observar la estructura básica de un
sistema fotovoltaico autónomo.
En los sistemas fotovoltaicos los consumos se conocen con exactitud cómo es en el caso de
los sistemas de telecomunicación. Hay que tener en cuenta que Abella [10] manifiesta que
existen otros casos donde resulta extremadamente difícil predecir el consumo de una
instalación, como puede ser el caso de una instalación de electrificación rural donde el
consumo viene definido por el tiempo de utilización de las cargas por parte de un
determinado usuario. Esta incertidumbre viene determinada por la dificultad de prever el
comportamiento del usuario con su instalación.
Para los sistemas fotovoltaicos sus componentes utilizados son de vital importancia para la
generación de energía eléctrica En 1996 Eyras manifiesta que “Los inversores son el tipo más
común de los denominados dispositivos de acondicionamiento de potencia, no obstante
existen otras variedades para otro tipo de aplicaciones específicas como son los convertidores
DC/DC. Los convertidores DC/DC pueden resultar necesarios cuando se pretenda modificar
la relación voltaje/corriente de una fuente DC. La situación más común se presenta en el
acoplo de un generador fotovoltaico a una bomba de agua DC. Dependiendo del tipo de
motor y el tipo de bomba utilizada puede resultar difícil acoplar la salida de un generador FV
a la entrada eléctrica requerida por el motor. Cuando el generador puede producir suficiente
potencia para operar la bomba, pero no puede producir suficiente corriente, se puede utilizar
un convertidor DC/DC para incrementar la corriente disminuyendo la tensión de salida del
generador FV”.
Una de las aplicaciones y en la que nos centraremos para los sistemas de energía fotovoltaica
son: instalaciones conectadas a la red eléctrica: centrales fotovoltaicas y edificios conectados
a red.
La energía eléctrica producida a partir de la conversión fotovoltaica se utiliza para cubrir una
determinada demanda eléctrica en lugares remotos aislados de la red eléctrica, donde resultan
competitivos. En 1996, Eyras manifiesta que los sistemas convencionales, tanto en términos
económicos como de fiabilidad de suministro. En la fig. 6 se puede observar el esquema
general básico de un sistema fotovoltaico autónomo AC.
Fig 6. Esquema general básico de un sistema fotovoltaico autónomo AC. Fuente: [9]
El sistema puede ser completamente AC o contar con otras fuentes de generación de energía,
diésel, eólica,… formando sistemas híbridos
Las posibles configuraciones de los sistemas fotovoltaicos autónomos pueden abarcar desde
sistemas simples, tales como un generador FV operando un consumo DC en 1985 Araujo
manifiesta que “sistemas con almacenamiento y con consumos en DC o en DC+AC. La
incorporación de un inversor en el sistema fotovoltaico para posibilitar la utilización de
consumos en corriente alterna tiene como efecto una disminución del rendimiento de
operación del sistema a potencias muy inferiores a la potencia nominal del inversor, debido a
la curva de rendimiento típica de inversores autónomos. Por ejemplo, en un sistema
fotovoltaico autónomo en el que todos los consumos sean en corriente alterna con un inversor
de 1 kW de potencia nominal, el encendido de una única lámpara de bajo consumo de 18 W
de potencia haría operar al inversor a muy bajo rendimiento. Esta es la razón del diseño de
sistemas con consumos en DC, normalmente la iluminación, y en AC para el resto de los
consumos”.
Los sistemas FV también pueden operar en combinación con otras fuentes de energía
(renovable o no) como los sistemas eólico-fotovoltaicos o eólico – diésel - fotovoltaicos, para
formar sistemas autónomos híbridos.
La electricidad solar se usa primero para consumo propio y los excedentes, si los hay, se
inyectan a la red. El sistema fotovoltaico se conecta cerca del contador, pero en el lado del
consumidor, reduciendo la necesidad de comprar electricidad; por lo tanto, disminuye la
factura de la compañía eléctrica, que suministra sólo la energía que no aportan los paneles.
Cuando se produce un excedente, esa producción eléctrica se vierte en la red y puede recibir
la tarifa fotovoltaica correspondiente, si lo contempla la regulación.
En la práctica, las dos formas logran que la electricidad generada se consuma en el lugar que
se produce, ya sea en el propio edificio que aloja los paneles o por los consumidores cercanos
a una instalación sobre suelo o sobre un elemento constructivo; sin embargo, financiera y
administrativamente son dos casos muy distintos. En el caso de la tarifa fotovoltaica, mucho
más eficaz para promover la fuente renovable, se tiene que emitir una factura y se tiene que
llevar una contabilidad (En España, además, hay que hacer todos los trámites de una
actividad económica, con la independencia del tamaño de la instalación), en el caso de la
facturación neta, en cambio, se obtiene un ahorro de consumo que no conlleva ninguna carga
burocrática.
Adjuntamos esquema unifilar del sistema fotovoltaico conectado a la red de baja tensión y
que no contempla la posibilidad de interconectar con los cuadros de distribución de consumo
interno.
Que transforma la energía solar en energía eléctrica. Está constituido por paneles solares y
estos a su vez están formados por varias células iguales conectadas eléctricamente entre si, en
serie y/o en paralelo, de forma que la tensión y corriente suministradas por el panel se
incrementa hasta ajustarse al valor deseado. La mayor parte de los paneles solares se
construyen asociando primero células en serie hasta conseguir el nivel de tensión deseado, y
luego asociando en paralelo varias asociaciones serie de células para alcanzar el nivel de
corriente deseado. Además, el panel cuenta con otros elementos a parte de las células solares,
que hacen posible la adecuada protección del conjunto frente a los agentes externos;
asegurando una rigidez suficiente, posibilitando la sujeción a las estructuras que lo soportan y
permitiendo la conexión eléctrica.
2.1.1.5- Inversor.
Aspectos importantes que habrán de cumplir los inversores: Deberán tener una eficiencia alta,
pues en caso contrario se habrá de aumentar innecesariamente el número de paneles para
alimentar la carga. Estar adecuadamente protegidos contra cortocircuitos y sobrecargas.
Incorporar rearme y desconexión automáticos. Admitir demandas instantáneas de potencia
mayores del 150% de su potencia máxima. Cumplir con los requisitos, que establece el
Reglamento de Baja Tensión. Baja distorsión armónica. Bajo consumo. Aislamiento
galvánico. Sistema de medidas y monitorización.
La puesta a tierra de la instalación es muy importante ya que delimita la tensión que pueda
presentarse en un momento dado en las masas metálicas de los componentes, asegurando la
actuación de las protecciones y eliminando el riesgo que supone el mal funcionamiento o
avería de alguno de los equipos. tomas a tierra se establecen principalmente a fin de limitar la
tensión que puedan presentar en un momento dado las masas metálicas, asegurar la actuación
de las protecciones y eliminar o disminuir el riesgo que supone una avería en los materiales
eléctricos utilizados.
Los sistemas fotovoltaicos conectados a la red eléctrica tienen como objetivo principal
maximizar anualmente la producción de energía eléctrica que es inyectada a la red.
Las principales aplicaciones de estos sistemas son para: plantas de generación de energía (centrales
fotovoltaicas), debido a que las que la instalación FV funciona como una central convencional de generación
de energía en el sentido de que inyecta toda la producción eléctrica a la red. No obstante existen también otro
tipo de aplicaciones en las cuales los módulos fotovoltaicos son utilizados como elementos constructivos en
diversos entornos urbanos tales como barreras anti sonido en autopistas y vías de tren, cubiertas de piscinas y
aparcamientos, etc...”[10]
Además de la maximización anual de la energía generada, en 2007 Hernández manifiesta que
“se han de tener en cuenta otros aspectos como la integración arquitectónica y con el entorno,
las posibles pérdidas por sombreado, difícilmente evitables en muchos casos de sistemas
integrados en edificios, aspectos de seguridad y calidad de la energía generada así como la
ausencia de efectos perturbadores de la red eléctrica. Existe un esquema básico de un sistema
fotovoltaico conectado a una red don nos podemos guiar como podemos ver en la fig. 7.
Fig. 7. Esquema básico de un sistema fotovoltaico conectado a la red eléctrica. Fuente: [10]
Se debe tener en cuenta que se debe cumplir una normativa para realizar esta instalación. En
2005, Abella señala que “En cualquier caso, la instalación ha de cumplir la normativa vigente
(por ejemplo, el Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión) y disponer de los elementos
habituales de operación y protección, como interruptores magneto térmicos, fusibles, puesta a
tierra, etc…”
Con lo relacionado a lo anterior debemos tener en cuenta la normativa para realizar una
instalación fotovoltaica.
2.1.3 BATERÍAS.
No obstante también se pueden utilizar para otros objetivos tales como estabilizadores de
voltaje o corriente y para suministrar picos de corriente (para el arranque de motores).
La energía solar fotovoltaica es una tecnología que genera corriente continua (potencia
medida en vatios o kilovatios) por medio de semiconductores cuando éstos son iluminados
por un haz de fotones. Mientras la luz incide sobre una célula solar, que es el nombre dado al
elemento fotovoltaico individual, se genera potencia eléctrica; cuando la luz se extingue, la
electricidad desaparece. Las células solares no necesitan ser cargadas como las baterías.
Algunas células solares vienen manteniéndose en operación terrestre o en el espacio hace 30
años.
Ventajas Inconvenientes
Limpia, renovable, infinita, Gran inversión inicial.
silenciosa.
Retribuida económicamente la Difícil almacenamiento.
producción para venta a red.
Subvenciones. Proceso de fabricación de módulos
complejo y caro.
Corto pay – back de la energía. No competitiva con otras energías en
la actualidad.
Sin partes m{oviles y modular. Producción variable según
climatología y época del año.
3. DESARROLLO.
Cálculos técnicos.
Nomenclaturas a utilizar.
Estudio de Carga.
Para empezar con el cálculo es necesario adquirir los datos de potencia y voltajes de los
electrodomésticos. Para esto se consulta el dato de placa de las cargas eléctricas a instalar con
el fin de establecer un aproximado de la potencia que consume cada uno los mismos en la
instalación.
Una vez establecido los datos de potencia de las cargas más comunes en la instalación e
procede a realizar un levantamiento de información que nos permite saber la cantidad de
elementos que se van a conectar al sistema.
Mediante el estudio de carga que se realiza en cada vivienda podemos conocer la potencia
instalada, con estos datos se establece el tiempo que permanecen encendidos los equipos y así
determinaremos e consumo de potencia diario.
Para todo lo mencionado anteriormente es necesario llenar una tabla denominada planilla de
circuitos derivados que nos permite organizar la información adquirida y determinar así los
valores totales a analizar a nuestro sistema.
Para el desarrollo del presente análisis tomaremos como base de datos la planilla de circuitos
derivados de los beneficiarios, desarrollando cada uno de los cálculos técnicos de los equipos
a implementar:
El cálculo del estudio de carga de los dos circuitos de que consta la vivienda lo realizaremos,
en corriente alterna.
C=AXB
E=CXD
Una vez que se obtiene los valores de consumo total de la vivienda se procede a realizar el
consumo total del sistema a instalar tomando en consideración dos factores que influyen en
los cálculos.
DESCRIPCION SIMBOLO
Rendimiento de la batería valores (0.95 - 0.70) nBat.
Rendimiento del inversor (0.95 - 0.70) nInv.
Medio de energía diario consumo L
Consumo de energía diario en corriente
continua LC.C.
Consumo de energía diario en corriente alterna LA.C.
Para determinar la potencia total del consumo del sistema determinamos la eficiencia de los
elementos que intervienen en el mismo:
𝐿𝐶𝐶 𝐿𝑐𝑎
𝐿= +
𝜂𝑏𝑎𝑡 𝜂𝑏𝑎𝑡 ∗ 𝜂𝑙𝑛𝑣
0 540 𝐾𝑊
𝐿= +
0.90 0.90 ∗ 0.90
𝐿 = 666.67 𝐾𝑊/ℎ
Para obtener la capacidad de la batería del sistema tanto en corriente como en potencia es
necesario saber acerca de los días de autonomía que como se mencionó anteriormente son los
días que el sistema de energía solar puede funcionar sin recibir radiación solar.
El voltaje de la batería es una constante del sistema que nos permite definir el nivel de
tensión que va a funcionar todos los equipos y así también determinar la conexión de los
paneles solares.
Todos estos factores vienen adjuntos en la ficha técnica de las baterías debido a que la
operación, garantía y vida útil dependen del funcionamiento que tenga el equipo.
DESCRIPCION SIMBOLO
Consumo medio total. L
Consumo de corriente medio en el día de batería. Cbat
Profundidad de descarga de la batería (0.1 - 0.65) Pdmax
Consumo de potencia de la batería Cpbat
𝐿 ∗ 𝑑í𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝐴𝑢𝑡𝑜𝑛𝑜𝑚í𝑎
𝐶 𝑃𝑏𝑎𝑡 =
𝑃𝑑 𝑚𝑎𝑥
𝑤𝑎𝑡𝑖𝑜𝑠
666666.67 ∗2
𝐶 𝑃𝑏𝑎𝑡 = ℎ𝑜𝑟𝑎
0.50
𝑤𝑎𝑡𝑖𝑜𝑠
2666666.67
𝐶𝑏𝑎𝑡 = ℎ𝑜𝑟𝑎
12 𝑉
DIAS DE AUTONOMIA (1 - 3) 2
PROFUNDIDAD DE DESCARGA (0.1 - 0-65) 0.5
CORRIENTE NECESARIA DE LA BATERIA 222222.22 A/h
CAPACIDAD DE POTENCIA DE LA BATERIA 666666.67 W/h
VOLTAJE DE LA BATERIA 12.00 V
[3] M. Villas, Energía solar fotovoltaica y cooperación al desarrollo (Vol. 6). IEPALA
Editorial, 1999.
[4] M. Vallina, Instalaciones solares fotovoltaicas 2ª edición 2018. Ediciones Paraninfo, SA,
2010.
[5] Rasero, C. M. (2011). Energía solar fotovoltaica. Energía solar fotovoltaica, situación
actual.
[6] Rodríguez Murcia, H. (2008). Desarrollo de la energía solar en. Revista de ingeniería,
(28).
[7] Manzano, S., Peña-Ortiz, R., Guevara, D., & Ríos, A. (2014). Plataforma Cloud para
monitoreo remoto de sistemas fotovoltaicos aislados en el Ecuador. Maskana.
[9] E. Lorenzo. La energía que producen los sistemas fotovoltaicos conectados a la red: El
mito del 1300 y el “cascabel del gato”. Era Solar, 2002, vol. 107, p. 22-28.