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I. Definición.
Los combustibles son sustancias capaces de reaccionar
exotérmicamente con el oxígeno, transformando por lo tanto la energía
asociada a su estructura molecular en energía térmica.
II. Clasificación.
Los combustibles se clasifican en:
Solidos
Los combustibles solidos
Líquidos
los combustibles sólidos tienen la gran ventaja de su gran
densidad energética, (poder calorífico), que les asegura una
gran autonomía, y de seguridad de manejo.
Gaseosos
Querosenes
Gasóleos
Fuelóleos
Fueloil
Figura 1.
Reformado catalítico.
Produce gasolina a partir de la nafta pesada y para ello
se favorece la deshidrogenación de ciclohexanos y
ciclopentanos para aumentar el contenido en aromáticos
(de gran valor como antidetonante de gasolinas) y la
isomerización de parafinas (igualmente con objeto de
elevar el octanaje de gasolinas), causando también el
hidrogeno resultante un cierto efecto de hidrocraqueo que
incrementa las fracciones ligeras. Este proceso, que
utiliza catalizadores bimetálicos con base de platino, se
utiliza también para fabricar hidrocarburos aromáticos
como el benceno, tolueno y xileno.
Isomerización.
Se aplica en la fracción más ligera de la nafta, igualmente
con objeto de convertirla en gasolina, o bien de
proporcionar reactivos para posteriores procesos de
alquilación. Es un proceso menos agresivo que el
reformado y sigue la obtención de parafinas ramificadas,
de idéntica composición química, pero de mejor octanaje
que las lineales.
Craqueo.
Existen diversos procesos de craqueo, todos ellos
destinados destinados a romper las moléculas mas largas
en moléculas ligeras aprovechables para gasolinas,
querosenes y gasóleos. Tradicionalmente se utilizaba el
craqueo térmico (con temperaturas mayores de 400°C y
elevados tiempos de residencia), pero cada vez mas se
hace en procesos de temperatura reducida con
catalizadores (craqueo catalítico), Los procesos de
craqueo católico más utilizados son aquellos en que le
catalizador se regenera de forma continua sobre un lecho
fluido. Todos los procesos de craqueo eliminan carbono
de los productos que se acumula de forma de coque, que
se añade por tanto a la cesta de productos de la refinería.
Alquilación.
Consiste en la reacción catalítica entre isoparafinas
(básicamente el butano resultante de la isomerización de
la nafta ligera, tras retirarle el isobutano consumido en la
reacción de producción de interés) y olifinas ligeras
(etileno, propileno,el propio buteno y penteno, todos ellos
gaseosos) para producir isoparafinas liquidas, de buenas
propiedades como componentes de la gasolina. Los
principales catalizadores usados en este proceso son los
ácidos sulfúricos y clorhidratos.
Hidrodesulfuración.
Elimina el azufre de las gasolinas, querosene y gasóleos.
Ello se consigue haciendo incidir una corriente caliente de
hidrogeno en un reactor con catalizadores de cobalto,
molibdeno y níquel. Se produce así la sustitución de los
átomos de azufre de los hidrocarburos por átomos de
hidrogeno. A demás de la desulfuración se consigue
desnitrificar los hidrocarburos, hidrogenar las olefinas
(ganando el producto estabilidad) y un ligero craqueo,
eliminándose los residuos ligeros (ácido sulfhídrico y
amoniaco) en una columna de destilación y recogiéndose
el producto desulfurado por el fondo de ésta.
Eterificación.
Es la reacción entre el alcohol y una isoolefina,
procedente del craqueo catalítico FCC (generalmente se
utiliza la fracción C4 entera, de esta fracción solo
reacciona el isobuteno), para dar lugar a un éter que se
utiliza como componente antidetonante de las gasolinas.
Aunque el alcohol utilizado en muchas refinerías es
metanol y el éter resultante metil terbutil éter (ETBE:
(CH3)3-C-O-CH3).
Tabla 1.
Metanol (CH3OH).
El metanol antes se ha obtenido de la destilación de la
madera, el método industrial actual para la fabricación del
metanol, tanto si es el origen vegetal como fósil (a partir
del gas natural o del petróleo), es por clasificación y
posterior tratamiento de los gases formados (CO Y H2) en
reactores catalíticos de alta presión y temperatura. Se ha
utilizado tanto en puro en motores de altas prestaciones
(aviones, vehículos de competición) como mezclado con
combustibles convencionales en diferentes porcentajes
(ejemplo al 85%, M85).
Etanol (CH3-CH2-OH).
Se produce por la fermentación de ciertos cultivos
vegetales (bioetanol)ricos en almidón (amiláceos:
cereales, patata, etc.) o en azucares (sacaríferos:
remolacha, sorgo dulce, uva, caña de azúcar, etc.)
siguiendo la secuencia en el esquema de la figura 4. Mas
recientemente se están desarrollando procesos de
fermentación celulósica que añaden a los anteriores un
proceso previo de hidrolisis enzimática, y que convertirán
al bioetanol en un carburante de segunda generación. El
etanol se utiliza mezclado con gasolina en diferentes
concentraciones (E22-E85) o incluso puro.
Butanol.
Se produce a partir de la materia azucarada o amilácea,
por medio del proceso de fermentación acetobutílica (o
fermentación ABE), en la interviene la bacteria
Clostridium Acetobutylicum. El resultado de la
transformación 4es un porcentaje minoritario de etanol y
porcentajes mayoritarios de acetonay butanol.
Fischer-tropsch.
No es un proceso nuevo. Pero en los últimos años ha
recuperado interés. Hasta el punto de considerar uno de
los procesos con mas futuro. Permite producir
hidrocarburos líquidos aptos para el transporte partir de
gases combustibles (GTL), y por tanto si estos proceden
de biomasa (ya sea obtenida por gasificación, reformado
o digestión). El producto final sería un biocarburante BTL.
Este proceso es un reformado catalítico a alta presión
(20bar) con vapor. Las principales recciones de este
proceso se basan en un gas compuesto por un monóxido
de carbono e hidrogeno y son las siguientes:
Síntesis de bio-DME.
El diemetil-éter (CH3-O-CH3), es un combustible
almacenable en estado liquido y consumible en estado
vapor, tiene propiedades parecidas al GLP. Sus
propiedades de encendido lo hacen mas adecuado para
la combustión en el ciclo Diesel.
Fermentación celulósica.
Consiste en someter a la biomasa (con sus fracciones
celulosa, hemicelulosa y lignina), previamente molida, a
una solubilización a alta presión y media temperatura (en
presencia de catalizadores ácidos) y una posterior
hidrolisis enzimática y fermentación bacteriana. en este
proceso se suministra una serie de enzimas para romper
las cadenas largas de carbohidratos, transformando el
almidón en cadenas cortas de glucosa.
b. Viscosidad y lubricidad.
Para medir la viscosidad cinemática de un combustible o de
un lubricante se emplean viscosímetros, consistentes en tubos
capilares a través de los cuales fluyen un volumen calibrado
bajo una columna de líquido reproducible, en un tiempo
determinado, que es proporcional a la viscosidad, siendo el
constante de proporcionalidad de la calibración del
viscosímetro. La norma europea que establece el método de
medida es la EN-3104, y requiere que le proceso tenga lugar a
temperatura controlada de 40°C.
La lubricidad es otra especificación en el caso de los gasóleos,
que indica la capacidad lubricante del mismo. La lubricidad se
cuantifica por medio del diámetro medio de la huella (en
micras). En Europa se exige que la huella, una vez corregida en
función de la humedad no supere las 460 micras. En los
gasóleos, la perdida de lubricidad ocasionada por los procesos
de desulfuración se restaura por medio de aditivos o añadiendo
bioDiesel, de mejores propiedades lubricantes que el gasóleo
de petróleo.
c. Inflamabilidad.
Existen una serie de características que describen el
comportamiento de un combustible frente a la combustión o
durante esta. Pueden destacarse las siguientes:
Límites de inflamabilidad.
Existen dos para cada combustible: el superior y el
inferior, si bien son dependientes de la presión y de la
temperatura.
Temperatura de autoinflamación.
Es la mínima temperatura a la que un combustible se
autoinflama al entrar en contacto con el aire. Depende
de la presión y de la relación de mezcla, por lo que no es
característica fisicoquímica del combustible.