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E DE ESTADO

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Iismo contemporáneo (1977), México, Siglº XXI,
1950.
sus-
il. El ÍGIANFRANCO YASQUINO]

cesi»
lida-
is de
amó—
golpe de estado
á en
gual- ¡ LAEVOLUCION DELsmchmn. El significado de
ia de la expresión g. de estado ha cambiado con el
el de tiempo. La actual configuración del fenóme—
lades no cumparada con la acepción que se le daba
diferenr
el de por ejemplo hace tres siglos, presenta de los
:a de cias que van desde el cambio sustancial
¡ dis- actores (quién lo hace) a la forma misma del
siste- acto (cómo se hace). sam un elemento se ha
ticos mantenido inmutable y se presenta justamen-
lc como nai: d'um'on entre estas diferentes

ct)nllguruciunes: cl g. de estado es un acto Ilc—
vado a cabo por parte de órgano. del mi. mu
estado. Una breve sintesis histórica aelarara'
mejor tanto las diferencias mencionadas
como la permanencia de este último ele
mento.
u. EL un… DE LOS aero… La expresión
coup
d'Eta1 ha adquirido derecho de ciudadanía en
la literatura francesa, tanto que Gabriel Nau-
dé escribía, ya en 1639, sus Considémríons
polilíques sur le Coup d'Eraf. Para Naudé el
g. de estado tiene las más variadas acepcie
nes y llega a confundirse con la “razón de
estado“. De tal manera, g. de estado es tanto
la decisión de Catalina de Medici de eliminar
a los hugonotes la noche de San Bartolomé,
como la prohibición del emperador Tiberio
a su cuñada, que habia cnvíudado, de cons
traer nuevas nupcias para evitar el peligro de
que los eventuales hijos de esta pudiesen aspi—
rar ¡¡ la sucesión imperial centra sus propios
hijos. Pero los múltiples ejemplos señalados
por Naudé, bajo el nombre de g. de estado,
tienen en comun el que se trata de un acto lie
vado a cabo por el soberano para reforzar su
propio poder. Esta decisión es tomada, por
lo general, sorpresivamente, para evitar
reae
ciones contrarias por pane de aquellos que
deberán sufrirla (y en tal sentido la condena
a viudez perpetua que recayó sobre la pobre
cuñada del emperador era sin duda mucho
menos g, de estado que la sangrienta deter—
minación de Catalina de Medici). '
La expresión asi acuñada se ha delimitado
cada vez más, sobre todo con el advenimierk
to del constitucionalismo: en este punto es
necesario hacer referencia a los cambios de
gobierno operados violando la constitución
legal del estado, generalmente de manera vio-
lenta, y por parte de los mismos detentores
del poder político. El diccionario Larousse
consagra la tradición francesa del término
definiendo al g, de estado como una violation
délzbere'e des formes constiluiiannelies
par un
gouvernement, une ussemblée Du un groupe
de personnes qui délievmem l'auton'té, Y en
tal sentido, el g. de estado por antonomasia
es el concretado por Luis Bonaparte, en 1851,
cuando dio el golpe de gracia a la II Repúblis
ca, de la que el mismo era presidente, y logró
proclamarse nuevo emperador de Francia.
Tomando como objeto de investigación
……
tiempos in ceicnnos, nos encontramos l'icn-
te kl una verdadera proliferación del fenóme-
no, si bien con caracteristicas un poco distiii-
tas. Efectivamente, a comienzos de los año|
setenta, más de la mitad de los paises del
mundo tiene gobiernos surgidos de g. de est.—
do exitosos y, por lo tanto, el g. de estado
como método de sucesión gubernativa se ha
vuelto más usual que las elecciones o la sucu—
sión monárquica. Pero los actores de] du
estado han cambiado. En la gran mayoria ;.
do
los casos, quienes se adueñan del poder puit.
tieo através del g. de estado son los titular:-
de uno de los sectores claves de la burocrn—
cia estatal: los jefes militares. El golpe mili-
tar o pronunciamiento, según la voz acuñadl
por la tradición española, se ha transformm
do, de este modo, en la forma más corríemn
de g. de estado
A través de este itinerario, desde
Naud.
hasta nuestros dias, el elemento deci 'vo
caracterizar el fenómeno se encuentra en In
pan
respuesta a la pregunta: ¿quién lo hace? En
el primer caso, el soberano; en el segundo el
titularo los titulares del poder político le ¡ii
en el tercero. un sector de funcionarios públi-
cos, los militares (cuya tajada de poder va, dl
hecho, desde una importante influencia en
algunos paises a un papel de auténtica tu!e|l
u oeupacidn interna en otros).
… MODAL|DADES DEL corre oi;
esnoo ¿Cómo ¡¡
hace un g. de estado? A diferencia de la guc-
rrilla o de la guerra revolucionaria, cuyo pri-
mer objetivo es el debilitarhasta aniquilar o
dispersar las fuerzas armadas o de policía Al
servicio del estado, el g. de estado se llevn
cabo no sólo a través de funcionarios del mil-.
mo estado, como hemos visto en el parágrl.
lo anterior, sino también usando elemental
que forman parte del aparato del estado… Est!
caracteristica diferencia también al g. de est
do del levantamiento, entendido como insu-
rrección no organizada, que tiene muy pocn|
o ninguna posibilidad de lograr el éxito en el
intento de derrocar a la autoridad politica del
estado moderno. Curzio Malaparte habia del—
tacado ya en 1931, en su libro Técnica delgal—
pe de estado, que atacar las sedes del perin-
mento o delos ministerios, hoy en dia, no el
más que una ingenuidad. Si esto puede llegar
a ser una tarea final, más que nada simbóli-
ca, para coronar el exito del g. de estado el
 |..….srulrj |!V(lchllíll]1ul vt'untmltu ins cuti—
i.… del ¡…de too.…irigi… tit-| …lo, …n…
la lt-tl t|c tc|ccunlunicucinnua, lu tudio, la tel
vision, las centrales eléclricii l . stat. ones
|… mviarias y las intersecciones de caminos:
t-s|o permitirá adueñarse de los órganos del
¡»oder politico. Justamente esta caracteristi-
ui indiscutible de] g. de estado nos vuelve a
¡mncr ante el interrogante de quiénes pueden
wr los posibles protagonistas actuales del
Iunl'tmeno.
IV corre es supo r corre MIU1'AR. La compie¡i
riud del aparato tecnológico del estado moder-
no es la fuente tanto de su fuerza como de su
eventual fragilidad. Por encima de los técni-
…s encargados de asegurar el funcionamien-
to y la custodia de esos nudos estratégicos,
el estado prevé la continuación en la presta
ción de estos servicios aun frente a la llama
¡la insurrección 0 guerra interna. Esta tarea
es generalmente asignada a las Fuerzas arm-
(las y a la policia. Dado que el primer objeti
va en la estrategia del g. de estado es justa
mente la conquista de los centros tecnológi—
cos del aparato estatal, para tener exito en el
intento es necesario que aquellas fuerzas sean
aplastadas (lo cual implicaría un pruceso pre
vio de desgaste de las mismas mediante una
lucha de guerrillas () de guerra revoluciona—
ria), o que se produzca la participación en el
g. de estado de, cuando menos, un sector deci-
…
vo de aquellas mismas fuerzas, que logre
imponerse sobre los demás sectores. La tera
cera posibilidad, o sea una eventual neutra-
lidad de las fuerzas armadas frente a los suce—
sos, implica en realidad un apoyo pasivo al
g. de estado.
En este orden de ideas, para Edward Lutt-
wak, autor de uno de los más modernos trar
tados sobre el tema, el g. de estado consistir
ría “en la infiltración en un sector limitado
pero critico del aparato estatal y en su empleo
con el fin de sustraer al gobierno el control
de los restantes sectores", Esta caracteriza—
ción no deia de ser abstracta y, entre otras
¿usas, no muy cierta. Aunque el mismo Lutt—
wak señale que hoy el g… de estado se efectúa
fundamentalmente a través de sectores cla—
Ves del sistema —empleados estatales de
carrera, fuerzas armadas y policia—, su tesis
según la cual bastaría la infiltración en una
de estos sectores criticos, incluso por parte
de un grupo ¡territorio no mi nr, .… pu…-o
confirmada pur Ius ejemplos que vernos cada
din. En primer lugar, no existen g. de estado
hechos sólo por la burocracia; ni siquiera por
la policia sola(excepto en pequeñisimos esta
dos donde la policía es la única fuerza armar
(la). Resumiendo: la existencia, hoy en dia, de
urganizadisimos servicios informativos en
cada sector de las fuerzas armadas, el estrica
to control que éstas ejercen sobre los oficia-
les, tanto de la propia arma como de las otras,
implica que no es suficiente la mera infiltra-
ción de un grupo no militar que logre llegar
a influir a un grupo de oficiales. Hoy no cxi5e
te g. de estado sin la participación activa de
por lo menos un grupo militar o la
neutralidadcomplicidad de todas las fuerzas
armadas
En la gran mayoria de los casos el g. de esta—
do en nuestros días implica, por lo tanto, la
incautación, por parte de un grupo de mili
tares e de las fuerzas armadas en su conjun
to, de los órganos y las atribuciones del poder
politico, mediante una acc ón sorpresiva con
cierto margen de seguridad y que, normal-
mente, reduzca la violencia inherente al acto
con el minimo empleo po. ¡ble de violencia
física.
v oisnnci<incs ENTRE co…; ne LSTADO y tuvo…
con mmcwores EMPIRICOSDEL FENOMENO, Has-
ta aqui hemos caracterizado al g. de estado
sin mencionar la distinción entre g. de esta
do y la revolución. Alrededor de esta proble-
mática, sin embargo, ha girado la discusión
de la mayor parte de la literatura sobre el
tema. Se parte de la caracterización de la
revolución como proceso que instaura un nue—
vo orden político y juridico y se la contrapo-
ne al g, de estarlo que provoca solo cambios
de menor alcance. (El g. de estado es conce-
bido, de tal manera, por ciertos autores como
una “revolución menor".) Este tipo de tratar
dos ha sido heredado por la teoria jurídica.
pero en este ámbito el problema no tiene solu—
ción: Kelsen ya ha demostrado, en la Teoría
general del derecho y del eslndo, cómo tam
bién el g, de estado instaura siempre un nue-
vo orden jurídico, pues la violaciónde la lega.
lidad del orden anterior implica también el
cambio de su norma fundamental y, por lo
tanto, la invalidación de todas las leyes y dis-
posiciones emanadas en virtud de la misma.
 En otra. lllahras. el 15, dc estado implica la do.
En su munlicslnciún actual, en lu
instaura |Ón de un nuevo poder de hecho ría de los casos, es efectuado por un
mayo—
que
impondrá ¡¡ su vez su propia legalidad. Este militar o grupo
las fuerzas armadas en conjun-
poder de hecho podrá también, si lo desea. to, En por
convalidar todas las leyes y disposiciones caso contrario la actitud de las fuer-
resultantes del orden anterior, pero el orden zas21armadas es de neutralidad-complicidad:
las consecuencias más usuales del g. de
jurídico deberá considerarse nuevo puesto estado consisten el
que habrá cambiado el titulo de validez. Y son razgo político; en simple cambio de Edo-—
estas las razones por las que, según el dere 3] el g. de estado puede ser
cho internacional, el gobierno surgido de un ammpañado o
de estado debe pedir un nuevo reconoci— seguido de movilizaciones politicas
g…
les pero este no es un elemento ni y socia
miento a los demás stados. recurren-
te ni necesario al mismo;
Todo esto no sign ca absolutamente
el g. de estado produzca modificaciones que
4] generalmente la potenciación del
sus- to burocrá co y policial del estado sigue apara-
tanciales en las relaciones politicas, económi— :!
g. de estado;
cas o sociales (es mas, la experiencia históri 5] una de las consecuencias más
ca demuestra lo contrario), sino tan solo que, fenómeno típicas d.!
bajo el aspecto jurídic entre gr de estado y cion de la opera sobre las formas de agre¡|i
demanda politica, puesto que
revolución no existe diferencia. Partiendo de
caracteristica recurrente la eliminación o
:
esta certeza, ciertos estudiosos han caractee disolución
rizado el g, de estado como "una revolución de los partidos politicos. ¡

en derecho, no en politica“, una definición BluLlockAl—1A c.

Barbé, Calpo di mm, en Poll!ñ
que no ofrece puntos de partida operativos cu e soc-iczd, Florencia, La Nuova italia, 1979,
para ulteriores estudios. |; EN. Luttwak, Tecnica del culpa di
Para evitar el callejón sin salida al que con- (1965), ¡la! -

Milán Longanesi, 1959— c. Naudé, Co

ducen los tratados de tipo jurídico la polé—
y demzíom pa!ttíche sui colpi di mm (1539), Turln¡
mica respecto de si el g. de estado,
que es trar Boringhicri, 1958; D c, Rapoport, Coup d'una.
dicionalmentc un método de la derecha
adueñarse del poder politico, puede tambien para the view al lhe men finng pistols, en Revolulia ,
a cargo de CJ. Friedrich, Nueva York, Atherl
generar un proceso en sentido inverso, un sec 1957.
tor de la doctrina prefiere definirlo como poli
tica.mente neutro y sostener que, si el g. de
estado habrá de ser o no el primer
paso de
un proceso revolucionario (respecto de los
fines úl ¡mos, sociales y económicos), esto ata»
que con- grupos de presión
ñe a las futuras acciones de aquéllos
quistan el poder. De por si, g. de estado cons-
tituiría, pura y simplemente, un metodo
para ¡ LA monta DE Los muros y GRUPOS DE mas
conquistar el poder, sin connotaciones poli— Comúnmente se suele
ticas () socioeconómicas. Esta definición se cusion sobre los empezar cualquier
detiene en el estudio de la estrategia del de g. de interés o de presión , '
tiendo de la llamada teoría de los grupo!—
estado sin indagar las consecuencias del g.mis la formulación
dada por Arthur Bentley,
me sobre el sistema político o sobre los demás
sistemas sociales. process a/govemmem (1908) y continuado,»
David Truman, The govemmcntal
Por el contrario, el g. de estado podrá ser (1951), en pro
la que muchos capitulos están ¡, '

mejor definido y mejor conocido siguiendo el cados

rastro de los indicadores empíricos del fenc'r casual, especificamente,
precisamente
y no de m
los g, de interér
a
_

meno según su concreta manifestación his- sintesis, esta referencia

!órica. obligada se puede
tificar ampliamente porque Bentley se '
Así encaminados podemos encontrar indi-
cadores como éstos: ponia con su exposición polémica dir , ,
atención y el interés de los politólogos
¡] en la tradición histórica el g. de estado
instituciones jurídico»formales alas acti
es un acto llevado a cabo por órganos del esta— des informales i

de los distintos g. que ac! .

—