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Resumen: Este artículo se enfoca en la dinámica religiosa que han tenido el palo monte y la sante-
ría, religiones de origen cubano, en la ciudad de Medellín, Colombia. Se toma como base el trabajo
de campo que se realizó en esa metrópoli y se señalan, según sea el caso, algunos contrastes con las
urbes de Bogotá y Cali. El argumento señala las transformaciones y tensiones características de
estas religiones de la diáspora y sus practicantes, en sus subsecuentes reacomodamientos en con-
textos geográficos y socioculturales distintos a su lugar de origen. Las problemáticas que deben
afrontar los practicantes de estos sistemas religiosos de inspiración afro van desde la estigmatiza-
ción sociocultural, como resultado de la escogencia religiosa, hasta dificultades relacionadas con lo
legal y la libertad de cultos.
Palabras clave: religiones de inspiración afro, libertad de cultos, tensiones socioculturales,
Colombia.
D
esde hace cuatro décadas las zación religiosa, han salido de su lugar
religiones cubanas de inspira- de origen y se han instalado en nuevos
ción afro, como resultado de un contextos socioculturales: Alemania,
proceso de diáspora y transnacionali- España, Italia, Bolivia, Chile, Colombia,
* Doctor en Antropología por la Universidad
de los Andes (Colombia). Línea principal de péutica, diáspora y transnacionalización de re-
investigación: fenómenos de trance-posesión, ligiones de inspiración afro. Correo electrónico:
espiritismo, santería, palo monte, vodou, tera olofidf@gmail.com
52
Mayelewó: práctica soterrada de las religiones... 53
lo hicimos por medio de Facebook, red redes virtuales, lo cual aumenta el es-
social que ha sido una herramienta tigma sobre esos sistemas religiosos,
metodológica muchas veces útil para el analogados a la “brujería” y a la “bar-
análisis de las comunidades religiosas barie”: la radicalización de la otredad
que se mueven a través de ésta (Castro, y lo otro.
2015). Finalmente, los nombres de las
personas empleados, salvo en el caso De regreso a colombia con una
de Eduardo y Gloria, son seudónimos. antigua herencia a cuestas
En relación con la información reco-
lectada durante estos años, cada uno Localizada al nororiente del país, Me-
de los religiosos tuvo conocimiento de dellín posee uno de los complejos indus-
su difusión, en algunos casos pudimos triales más importantes y, comparte
discutir y reflexionar sobre ciertos con Cali uno de los pasados históricos
argumentos. En lo que atañe a este más violentos de Colombia. Durante
artículo, he mantenido comunicación el decenio de 1980 emergería con vigor
ininterrumpida desde 2012 con la reli- una nueva dinámica monetaria, que
giosa Gloria Vergara, ésta ha permiti- venía perfilándose desde mitad de los
do el enriquecimiento de las primeras años setenta. La irrupción de la econo-
observaciones y conversaciones que mía del narcotráfico produjo un cambio
tuvimos. radical en la sociedad colombiana ha-
Por último, en algunas de las discu- cia dentro y respecto a sus relaciones
siones presentes devienen temas sensi- exteriores; pero no sería sino desde
bles como los sacrificios y la presencia mediados de la década de los ochenta
de los muertos. De manera preliminar cuando se empezaría a dimensionar la
señalaría lo siguiente: los motivos de gravedad de la problemática (Bagley,
seleccionar estos temas y en otros tex- 2000; Camacho, 2009; Duncan, 2009;
tos tratar los fenómenos de trance-po- Henderson, 2012).
sesión (véase Castro, 2017, 2015, 2011, Las diferentes dinámicas ilegales,
2010, 2009; Ortiz y Castro, 2014), y no entre ellas el narcotráfico y el sicariato,
centrarme en aspectos como la poética en Colombia se articularon de manera
mitológica o las distintas estéticas que singular con prácticas religiosas que se
les son inherentes a estos sistemas re- movían dentro del catolicismo popular,
ligiosos apunta a una desexotización de como el culto a las ánimas, a los san-
las prácticas religiosas de inspiración tos y a las vírgenes, con las cuales se
afro. Los últimos temas se han tratado buscaba, en síntesis, establecer una
ampliamente (Bolívar, 1990; Brown, protección sobrenatural para la reali-
2003; Cabrera, 2006; Fernández, 2012; zación de dichas actividades (Castro,
Schweitzer, 2003). Y los muertos, la 2011; Pinzón y Suárez, 1992; Salazar,
posesión y el sacrificio ritual aparecen 1990; Uribe, 2009, 2003). Ahora bien,
reiterativamente, debatidos de manera durante la indagación dentro de la
descuidada y cargados de exotismo en capital antioqueña, por prácticas reli-
los medios de comunicación y en las giosas de inspiración afro, surgieron
Mayelewó: práctica soterrada de las religiones... 55
algunas narrativas que aludían al ima- dencia paisa, habían entrado a la re-
ginario de la brujería y que se vincu ligión nueve años atrás. Por aquella
laban con actividades ilegales. época ella formaba parte del Ballet
Al contrario de Cali, en Medellín la de Bogotá y atravesaba por una difí-
práctica de religiones como el espiritis- cil situación de salud. Gloria viajó en
mo, el palo y la santería no se mues- 2003 a La Habana para recibir algunas
tran de manera abierta. No obstante, consagraciones dentro de la ocha,4 su
allí se han establecido y conformado arribo a la capital cubana fue mediada
espacios religiosos de significativa im- por un amigo suyo del grupo de danza,
portancia. Éste es el caso del Cabildo quien además era un osteópata de la
Agayu, dirigido por el babalawo2 Irete- Universidad Nacional, él la contacta-
Iká, aquí el complejo ocha-ifá (santería- ría con quienes serían sus padrinos de
ifá) es el centro de las actividades que religión en Cuba.
se realizan; y es también el caso del A su regreso a Colombia, retornó a
Templo Mayelewó, coordinado por los Medellín, donde conocería a Eduardo
religiosos Gloria Vergara y Eduardo en un club llamado la Sonora Matance-
Arrieta, en donde el foco religioso está ra; en ese momento él se desempeñaba
puesto en el palo monte y el espiritismo como profesor de química, física y bio-
cruzao. logía. Al poco tiempo, ambos viajaron
A finales de septiembre de 2012, a La Habana, al municipio de San
Javier Castaño, santero paisa omo Miguel del Padrón, donde recibieron
(hijo) Changó, me presentó a Gloria sus consagraciones dentro del palo ma-
y Eduardo el encuentro se produjo en yombe.
una tienda de productos esotéricos de
nombre Mayelewó, ubicada al sur de la Brama con Brama es una línea de
ciudad. Cuando conocí a la pareja de palo que llega por José Reynerio
esposos, se hallaban a puertas de fina- Pérez a Santiago de Cuba, nosotros
lizar su periodo de yaboraje.3 Eduardo, descendemos de esa rama. José Rey-
de origen samario, y Gloria, de ascen- nerio Pérez fue Tata, oriaté, un gran
religioso de los que se formaron con
2
Babalawo (padre de los secretos), especia- Tata Gaitán. Brama con Brama sig-
lista religioso dentro de la regla de ifá. De ori-
nifica “hierba mala quien la pisa mue-
gen yoruba, ifá es un sistema filosófico, ritual y
de adivinación-interpretación. El centro del cul-
to en ifá es el oricha Orula, él es quien tiene co-
4
La regla de ocha o santería es una religión
nocimiento del pacto de vida-muerte que las de inspiración afro cuyo sustrato cultural es yo-
personas trazan en el Orun (Cielo) antes de ba- ruba y en su dinámica sincrética se articuló con
jar a la tierra. Así, los babalawos desempeñan el el catolicismo popular español y el espiritismo
papel de intercesores entre Orula y los seres kardecista hacia finales del siglo xix. Este siste-
humanos. ma religioso se fundamenta, principalmente, en
3
En términos generales, es el periodo co- el culto a los orichas, divinidades asociadas a
rrespondiente al año que sigue tras la iniciación las fuerzas de la naturaleza, adicionalmente,
de la persona que atraviesa por el rito funda- son las intermediarias entre el hombre y la
mental de la santería, conocido como hacer san- deidad principal que conforma una suerte de
to, asiento, coronación, kariocha o yoko ocha. trinidad sagrada: Oloddumare, Olofi y Olorún.
56 Luis Carlos Castro Ramírez
re”. Dicen que es de las ramas más místico y social en frente del cual se
puras, porque trabaja con todos los realizan todas las ceremonias dentro
elementales de la naturaleza. Dentro del palo monte. Usualmente forjado
del palo tienes varias ramas ¿cierto?, en hierro, este receptáculo tiene en-
y hay unos calderos que caminan con tre sus componentes elementos tales
huesos humanos. No todas las ramas como: el matari (piedra) que deviene
de palo en los calderos llevan eso. mpungo, ciertos palos del monte que
Volvemos a reiterar, como a nosotros tienen propiedades medicinales o ve-
nos lo hicieron nos ha funcionado per- nenosas, diferentes tipos de tierras, y
fectamente, y fue que del caldero del otros elementos asociados a las fuerzas
padrino de nosotros, que es gigante, de la naturaleza, y por último, restos
nacieron los calderos nuestros.5 del nfumbi con el que se pacta. El pacto
con el muerto es un asunto cardinal en
A partir del testimonio de Gloria se la práctica palera, y es quizá el que su-
puede observar la amplia variabilidad pone una mayor dificultad en términos
en los modos en que opera el sistema de comprensión para la persona que
religioso palero. Pertenecientes a la se iniciará y para quienes lo rodean y se
vertiente mayombe, dentro de la que se encuentran por fuera de este sistema de
introduce una modificación sustancial: referencia. Desde el punto de vista del
la de la creación de un caldero sin ki- palo monte, el creyente establece una
yumba (cráneo), lo cual no la convierte alianza con el muerto. Para los religio-
en una “prenda espiritual”, si se acepta sos, este muerto no se lleva en contra
el argumento de la religiosa de que ésta de su voluntad, a él se le pregunta por
posee parte del nfumbi,6 uno derivado medio de los chamalongos, el sistema
del caldero de su padrino. El caldero co- de adivinación-interpretación por ex-
nocido como prenda, nganga,7 ganga, o celencia en la regla conga, si quiere o
nkisi, es una suerte de microuniverso no habitar la prenda (Fuentes y Schwe-
gler, 2005; James, 2013, 2006; Castro,
2015, 2009; Ortiz y Castro, 2014). El
5
Entrevista a Gloria Vergara, Medellín, chamalongo se compone de cuatro las-
2012. cas formadas de la corteza del coco, o de
6
El término posee diferentes variantes fo-
néticas, por ejemplo, fumbe, fumbi, enfumbe, en-
cuatro caracoles, que arrojadas al piso
tre otras, y deriva de la palabra kikonga o sobre una estera responden a pregun-
mvúmbi, la cual significa “cadáver, persona tas cerradas que implican, en su forma
muerta” (Fuentes y Schwegler, 2005). Sin em- básica de respuesta, un “sí” o un “no”.8
bargo, en mi entendimiento, y dentro de la lógi-
ca del palo monte, el nfumbi es el muerto que
Sin embargo, cada caída corresponde a
habita la nganga, con el que la persona ha pac- un “signo” o “letra” y su distribución es-
tado, esta entidad es quien realiza los trabajos pacial complejiza la interpretación que
mágico-religiosos que le solicitan. sobre éste haga el religioso a cargo. El
7
El término nganga, proveniente del kikon-
go, inicialmente refiere al especialista religioso,
en Cuba pasaría a significar fundamentalmen- 8
En ocasiones se utilizan siete u ocho cara-
te al objeto (Fuentes y Schwegler, 2005). coles.
Mayelewó: práctica soterrada de las religiones... 57
¿Quién dijo pues que nosotros no cree- pues ésta suele desconocer la regla-
mos en Dios? Nos estábamos volvien- mentación y pasa por alto los derechos
do locos allá, estábamos encarcelados fundamentales de los participantes. En
en nuestra propia casa y la policía iba, el episodio que refiere Gloria, la policía
porque siempre la casa de nosotros irrumpió en el escenario religioso, sin
era muy visitada por los ahijados, y ni tener claridad sobre el motivo de su
siquiera allá se hacían “matanzas”, ni presencia en el lugar, más allá de la
se hacía nada.11 entrada y salida de muchas personas
no había nada “extraño” o “ilegal”, así
Las experiencias de estos religiosos que se marcharon. Aunque, la presen-
no son un asunto aislado, de hecho, es cia de los agentes no se encuentra por
algo que se convierte en una constante fuera del marco legal, sí deja entrever
para estos cultos en la diáspora. En sus un conflicto social como se explicará a
contextos originarios, estas prácticas continuación.
han ganado un lugar en la sociedad, Como se ha referido antes, los he-
y en el caso cubano se han convertido chos sucedidos en Medellín no son
incluso en un marcador identitario de exclusivos. En Cali, durante mi es-
“cubanía” (James, 2006). Sin embargo, tancia en 2012, Juana Castro, religio-
no sucede lo mismo en sus subsecuen- sa cubana y directora de Iyaré Ocha,
tes diásporas; estos credos en el nuevo uno de los templos religiosos dedicado
espacio geográfico se enfrentan a un a las prácticas del espiritismo, el palo
choque cultural (Frigerio, 2004). La y la santería hubo de afrontar una si-
adscripción a estos otros sistemas de tuación similar a la que refería Gloría
referencia, históricamente estigmati- líneas atrás.12 Al igual que en la casa
zados, se convierte en indicador de bar- Mayelewó, en el templo caleño no exis-
barie y brujería y reflejan una otredad tían irregularidades; sin embargo, allí
radical. las “autoridades” se extralimitaron
La aserción de Gloria: “Se dice que en sus funciones e incluso ejercieron
en Colombia hay libertad de cultos”, presión e intentaron extorsionar a la
plantea una seria problemática jurídi- religiosa. Tal incidente promovió al
ca referente a la praxis doctrinal. Un poco tiempo, el cierre transitorio del
primer asunto es que en el plano legal, espacio. Aunado a lo que se ha dicho lí-
La Constitución de 1991 y la Ley 133 neas antes, la tensión que se crea entre
de 1994 revelan una serie de inconsis- los practicantes de estas religiones de
tencias medulares que ponen en cues- la diáspora y la sociedad receptora es
tionamiento la libertad de conciencia notoria. En el ingreso de la policía a la
y de cultos (Castro, 2015; Ortiz, 2012;
Ortiz y Castro, 2014). El segundo pro- 12
El seguimiento a Iyaré y a algunos de sus
blema es la intervención de la policía, miembros se ha realizado desde 2012, anterior
a Mayelewó, allí, el espiritismo y el palo tenían
gran fuerza, así como la idea de la familia y la
11
Entrevista a Gloria Vergara, Medellín, transmisión del conocimiento religioso (véase
2012. Castro, 2017, 2015; Ortiz y Castro, 2014).
Mayelewó: práctica soterrada de las religiones... 61
y ahijados, es decir, entre quien se ini- mucha polémica y disgusto con otras
cia y es iniciado, sino también entre las casas. Ahora, yo soy la casa Maye-
personas que forman parte de una mis- lewó, de eso también me di cuenta.
ma casa religiosa, más aún cuando se En el momento hay algunos ahijados
atraviesa de manera conjunta por uno que se atienden con Eduardo y otros
de los rituales de paso. En tal sentido, que estando en Medellín lo hacen
si más de una persona pasa por cual- conmigo. Fíjate que él y yo seguimos
quiera de las iniciaciones, éstas salen funcionando de cierta manera a nivel
en condición de hermanas o hermanos religioso, porque las fracturas sen-
de religión. En tales vínculos parenta- timentales no tienen nada qué ver y
les existe una esos relacional, de acuer- no pueden afectar nuestro acompaña-
do con la condición en la que entren los miento religioso.17
neófitos.
El entendimiento de esto último es En adición a esta circunstancia, Gloria
de significativa importancia, pues en señalaba las tensiones producidas en-
la medida en que las personas emergen tre Mayelewó y otras casas religiosas
en condición de hermandad del cuarto en Medellín. El malestar con otros lí-
de iniciación, ello supondría a futuro, deres se suscitaba en el polémico am-
según explican algunos religiosos, el biente de enseñanza que tenía como
impedimento de una relación amorosa pilar fundamental la praxis de Maye-
entre los participantes. La transgre- lewó. El espacio de enseñanza se con-
sión de tal normatividad encerraría virtió en un transgresor del orden, en
el germen del “incesto espiritual”. Por tanto que existía la prevención de que
igual razón existe teóricamente la pro- se revelaran secretos de la religión a
hibición de relaciones entre padrinos y quienes aún no poseían las consagra-
ahijados. Caso contrario representa el ciones.18 La secrecía sobre la que se
de Gloria y Eduardo, ya que entraron originaron estos sistemas de referencia
como esposos, y dicha relación primó es algo que se ha mantenido a lo lar-
sobre la posteriormente adquirida. go de los siglos. El secreto, alegan en
La ruptura del lazo conyugal supu- ocasiones los practicantes, es lo que ha
so otro problema: la continuación de permitido la subsistencia en el tiempo
Mayelewó como casa religiosa y de ellos de sus creencias. Por otra parte, para
como padrinos —padres— de la fami- Juana y Gloria, la instrucción de los
lia creada hasta ese momento. ahijados es necesaria por cuanto evita
engaños, equívocos y evita amarrar a
Mayelewó como tal sigue existiendo. los ahijados al poder de los padrinos.
¿Qué pasa?, que estando radicada
ahora en Bogotá, se creó un poquito 17
Entrevista a Gloria Vergara, Bogotá, 2013.
de dispersión en relación [con] cómo se 18
Esta misma tensión entre casas religiosas
se presentaba en Cali y el templo que dirigía
venían manejando las tertulias y los
Juana Castro, quien del mismo modo considera-
temas de estudio con los ahijados. Lo ba necesaria la fundamentación filosófica, his-
cual, entre otras cosas, había creado tórica y ritual de sus ahijados.
Mayelewó: práctica soterrada de las religiones... 65
Los desacuerdos y confrontaciones con dicen, “que usted madrina vino aquí a
otros religiosos en éste y otros puntos, Cali a revolucionar la religión”.23
levantaron la sospecha sobre un silen-
cioso enemigo: la brujería. El espectro de la brujería y de la magia
enviada por “otros” es una constante
Yo tengo mis puntos de vista y los en estos sistemas de referencia. En el
he hecho respetar, así sean oriatés19 caso de Cali y Medellín, se refuerzan
o babalawos. Pero si para mí, en mi las ideas antes consideradas en rela-
convicción espiritual hay cosas que no ción con la presencia y articulación de
están contempladas, pues las discu- la “brujería” con otro tipo de prácticas
to. Eso creó mucho conflicto, yo creo mágico-religiosas. En adición, puede
que sí hubo malas jugadas dentro de afirmarse que la brujería, concordaría
magias y cosas que se hicieron para con una lógica guerrerista, los cultos
terminar con nuestra casa.20 de inspiración afro y en general las
prácticas religiosas en estas zonas del
Algo similar relataba la directora de país se han insertado dentro de un dis-
Iyaré en Cali: curso atravesado por la violencia. Por
supuesto, esto no es algo menos válido
Yo conocía aquí a un babalawo brasi- para el resto de Colombia, en el que
leño que practica la nigeriana,21 yo le distintas formas de violencia se han
hice una misa espiritual a su esposa instalado y desarrollado desde el siglo
y ese hombre quedó encantado. A los pasado.
cinco meses apareció el babalawo y Sin embargo, y esto es aún de ma-
me dijo, “madrina, cinco personas yor relevancia que la simple asociación
fueron a la casa, cada uno está pagan- de estas prácticas religiosas con una ló-
do dos millones de pesos para que le gica guerrerista, lo que emerge de cada
haga una macumba 22 a usted, para una de las reglas cubanas es la impor-
que se muera”. El motivo es que ellos tancia del manejo y la conexión con el
mundo de los muertos, el palo en su
relación con el nfumbi, el espiritismo
cruzado con los muertos de los cordones
19
Especialista religioso dentro de la regla
de ocha, quien conoce toda la parafernalia reli-
espirituales, el culto a eggun (muerto)
giosa: cantos, plegarias y quehacer de la prácti- dentro de la santería y la importancia
ca ritual, las cuales son indispensables en los de divinidades como Orun y Oddua en
diferentes procesos consagratorios. ifá, son formas de conectar con el ma-
20
Entrevista a Gloria Vergara, Bogotá,
2013.
nejo de la muerte.
21
Se refiere a la línea de ifá nigeriano que En todas las sociedades, la rela-
ha ingresado desde hace unos años al país. ción entre vivos y muertos supone, en
22
En este contexto la palabra significa mayor o menor medida, aspectos fun-
“brujería o magia negra”. Macumba es una pa-
labra de raigambre bantú, la cual se utiliza des-
damentales sobre cómo se entiende la
pectivamente, en ocasiones, para referirse a
algunas prácticas religiosas afrobrasileras. Entrevista a Juana Castro, Cali, 2012.
23
66 Luis Carlos Castro Ramírez
nor a Yemayá y Olokun aquel día. De nos de novillo encima, ésta pertenecía
izquierda a derecha, en la parte cen- a Aggayú, y una última con tela roja en
tral se veían tres soperas alargadas de cercanía a un caparazón de tortuga, la
unos 50 centímetros de alto, la primera cual daba cuenta del oricha Changó, y
de ellas blanca y cubierta alrededor de al lado suyo un arreglo de astromelias
su forma por un velo del mismo color; amarillas-rojas. Por último, en la parte
enseguida otra recubierta en piedras y frontal del altar había una estera ten-
conchas marinas, envuelta en una tela dida sobre la cual reposaban diferentes
azul oscuro con puntos blancos brillan- frutas, casi en el centro había un plato
tes, y sobre ésta una corona plateada; blanco con una jícara con agua y alre-
a su lado otra sopera azul oscuro res- dedor suyo cuatro vistas de coco y unos
guardada por un velo transparente. En pedacitos de este mismo fruto,26 al lado
su respectivo orden estas soperas eran izquierdo un recipiente cubierto con
las contenedoras del fundamento de los una tela azul para depositar las ofren-
orichas Obatalá, Olokun y Yemayá.25 das en dinero, en frente de éste una
Entre las soperas y la punta central de maraca azul con cuatro puntos blancos,
la tela blanca un arreglo de rosas rojas- y por último, dos pequeños muñecos ne-
blancas, más abajo un abanico y unas gros que aludían a los Ibeyis.
margaritas blancas. La música irrumpió en el lugar con
De izquierda a derecha se encontra- la llegada de la serenata, todos se en-
ban en el suelo un florero azul oscuro contraban animados mientras canta-
con margaritas blancas, un Echu-Ele- ban: “por ahí viene el gavilán, por ahí
gguá de barro, un arco, una flecha en viene ya volando, no se lo dejen acercar,
acero y unas esposas, atributos del ori- pollitas anda buscando…”. Al comen-
cha Ochosi, otro Echu-Elegguá, unos zar la segunda canción, los mariachis
lirios blancos sobre una silla de tres se encontraban en dirección a Gloria, a
patas en madera se hallaban Osun, quien ellos pensaban que se le estaba
y un Echu depositado dentro de una realizando el agasajo. Rápidamente,
freidera de barro atrás de ellos, unos ella les indicó que el homenaje era para
calabacines verdes, a los pies de la si- Yemayá, y les señaló hacia el esplén-
lla otro Echu y un caldero de Oggún. dido altar que se había levantado. En
Luego, unos lirios azul aguamarina, ese momento se produjo un incidente
un ramo de rosas amarillas, una so-
pera revestida por una tela blanca con 26
Las vistas se refieren a cuatro lascas de
puntos amarillos brillantes que co- coco empleadas en el sistema de adivinación-in-
terpretación como obi. Su uso resulta similar al
rrespondía a Ochún; otra con una tela de los chamalongos, al cual me refería al comie-
cobriza de puntos blancos con dos cuer- zo. Estas vistas estaban allí porque con anterio-
ridad a la llegada de los asistentes se habían
empleado en lo que se conoce como “dar coco al
Las descripciones de los orichas, sus atri-
25
santo”; esto es, ir preguntando oricha a oricha si
butos y relatos míticos han sido ampliamente está satisfecho con lo ofrendado o si existen ad-
caracterizados (Barnet, 2001; Bolívar, 1990; vertencias o requerimientos para quien realiza
Cabrera, 2006). la ofrenda.
68 Luis Carlos Castro Ramírez
iniciático que los autorice a participar un ejercicio cerrado sobre sí, se nutre
más allá de la escena cultural. Aunque del afuera, nombrar constituye un acto
los tambores que se ofrecen a las divi- ordenador de la experiencia y se asocia
nidades tienen un carácter sagrado, en con formas preconcebidas a lo largo de
ellos no se prohíbe la entrada de per- la historia que, si bien se transforman
sonas ajenas al culto; ésta es una fies- con el paso del tiempo, no desaparecen
ta abierta para todos los allegados de en definitiva (Bollnow, 1984; Desia-
quienes estén realizando el homenaje. to, 2000; Merleau-Ponty, 1994). Estos
Solamente le está vedada la entrada a modos de habitar el lenguaje se basan
quienes estén iniciados, pero no hayan en parámetros que ofrecen seguridad
sido presentados al tambor. frente a las amenazas del exterior.
El suceso descrito en el aparta- Nombrar establece un orden, expresa
mento de Bogotá reitera el conflicto las maneras en que la intimidad psí-
que deben afrontar estas religiones quica de los sujetos conecta con el mun-
fuera de sus lugares originarios, y tie- do y con otras interioridades.
ne un doble movimiento; por un lado, la De esta complejidad, como se ha
negativa de la mujer a cantar a Yema- insistido, surge la dificultad de acopla-
yá se consideró, en general, como una miento de estos sistemas de referencia
agresión a la divinidad y a ellos en tan- en los diferentes escenarios sociales, lo
to religiosos; por otro lado, la cantante cual es más palpable cuando estos cul-
vio confrontado su sistema de creencias tos han alcanzado nuevas geografías.
por uno que, dentro de su formación ju- Por supuesto, dentro de las tradiciones
deocristiana, se alejaba de la idea de religiosas de origen judeocristiano,
un dios verdadero. estas tensiones deberán considerarse
Las tensiones producto de los en- como particularidades propias; por
cuentros de distintas denominaciones ejemplo, las disímiles imágenes que
religiosas suponen siempre una con- representan lo divino son aceptadas
frontación desde los imaginarios de de manera más o menos generalizada
cada sistema de referencia. Los modos entre los católicos. Pero no sucede lo
de habitar el lenguaje, más allá de que mismo desde las iglesias reformadas,
en las religiones de inspiración afro de corte protestante o pentecostal, en
exista una praxis vinculante con el las que existe un fuerte sentimiento
catolicismo, no constituyen algo que iconoclasta28 y el contacto con lo divino
pueda resignificarse fácilmente en las es un acto personal y emotivo, que no
tradiciones judeocristianas. Habitar el debe estar mediado por las imágenes
lenguaje se refiere a la forma como nos (Ospina, 2006). En este sentido, es
relacionamos con el exterior, es el modo posible entender la reacción de la inte-
en el que nuestra experiencia cotidia- grante del grupo de mariachis, los al-
na, atravesada por diferentes paráme-
tros socioculturales y sociohistóricos, 28
La iconoclasia se refiere a la negación del
nos sitúa en el mundo. La forma en que culto a las imágenes religiosas y a la considera-
se significa o resignifica la vida no es ción de estas como idolatría.
70 Luis Carlos Castro Ramírez
nencia a lo largo del tiempo. Las ex- B olívar , Natalia (1990), Los orichas en
periencias de Bogotá, Cali y Medellín Cuba, La Habana, Ediciones Unión.
han mostrado una alta variabilidad Bollnow, Otto (1984), “Antropología filosófi-
en la aparición, desaparición y poste- ca”, Educación: Colección Semestral de
rior reconfiguración de los templos y Aportaciones Alemanas Recientes en las
casas religiosas. El sostenimiento de Ciencias Pedagógicas, vol. 30, pp. 7-23.
los espacios religiosos está dado por el Brown, David (2003), Santería Enthroned.
grado de cohesión de sus miembros y Art, Ritual, and Innovation in an Afro-
su nivel de especialización. A pesar de Cuban Religion, Chicago, The University
que la presencia de religiones de ins- of Chicago Press.
piración afro en el país tiene más de Cabrera, Lydia (2006a) [1954], El monte, La
tres décadas, éstas aún se encuentran Habana, Editorial Letras Cubanas.
en un estado incipiente de consolida- (2006b) [1979], Reglas de Congo. Ma-
ción. La fluctuación de los escenarios yombe palo monte , Miami, Ediciones
religiosos, en cuanto a su aparición o Universal.
desaparición, no se traduce en un nú- Camacho, Álvaro (2009), “Paranarcos y nar-
mero reducido de participantes o en el coparas: trayectorias políticas delincuen-
ocaso de las prácticas. Por otra parte, ciales”, en Álvaro Camacho et al. (eds.), A
la debilidad interna de las redes, den- la sombra de la guerra. Ilegalidad y nue-
tro de los grupos y en sus relaciones vos órdenes regionales en Colombia, Bo-
locales, trata de compensarse fuera gotá, Universidad de los Andes, Facultad
del país, razón por la cual el mayor de Ciencias Sociales, Centro de Estudios
número de procesos iniciáticos se lle- Socioculturales, pp. 7-95.
van a cabo todavía en Cuba. Claro Castro, Germán (2011), La bruja. Coca, polí-
está, no se olvide que para algunas de tica y demonio, Bogotá, Editorial Planeta
las personas las iniciaciones en la Isla Colombiana.
obedecen también a una búsqueda de Castro Ramírez, Luis Carlos (2017), “Cordo-
lo auténtico y de lo originario, el “ver- nes espirituales, cordones de identidad:
dadero religioso es cubano” y allí las la misa de investigación en el espiritismo
ceremonias se hacen más apegadas a cruzao en Cali (Colombia)”, Chungara,
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