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Capitulo 11 ESCUCHANDO A LOS PADRES Marta Erhart del Campo A lo largo del presente capitulo queremos invitarlos a recorrer juntos un camino al que somos convocados cada vez que, como terapeutas, escuchamos a los padres de un nifio con problemas de aprendizaje que se acercan a la consulta. Para ello, nos propone- mos cuestionarnos en relacin con la insercion de las figuras pri- marias en el diagnéstico psicopedagdégico desde el marco teérico que sustenta nuestro quehacer y, al mismo tiempo, desde la singu- laridad de cada uno de los nifios cuyo material clinico presentare- mos. Entendemos al diagnéstico psicopedagégico como el proceso mediante el cual procuramos comprender el particular posiciona- miento subjetivo de un nifio en relacién con el aprendizaje. Nuestro objetivo es el de construir hipétesis de sentido sobre las caracteristicas de su modalidad cognitiva: las formas de apro- piacién de los objetos y los procesos de investimiento y desinves- timiento de determinadas 4reas u objetos de la realidad que lo ro- dea. Como deciamos antes, les proponemos acompafiarnos en un doble recorrido (;no es el “trabajo clinico”, justamente, un camino con miltiples desaffos?): al comentar el material diagnéstico de dos nifios que hemos atendido en nuestro servicio, intentaremos rescatar, a partir del discurso de las figuras primarias, los aspec- tos singulares de sus problematicas atendiendo, asimismo, a los conceptos tedricos que son base para nuestras reflexiones. Cada uno de nuestros pacientes presenta una problematica unica e irrepetible que intentamos comprender atendiendo a las resonancias que dicha dificultad provoca en su aprendizaje. 150 NINOS QUE NO APRENDEN Es un intento por develar el sentido que tiene para el nifio el tran- sitar un camino muchas veces ligado al sufrimiento y al fracaso. Cuando comienzan a surgir las preguntas, cuando estas se nos imponen, se reiteran, se concatenan, complementan o contradi- cen, cuando las primeras hipétesis diagndsticas van tomando cuerpo e identidad propia, es entonces que nos vamos acercando ala particularidad de cada historia y al objetivo de nuestro traba- jo clinico: el de otorgar un sentido hist6rico-subjetivo a la modali- dad de aprendizaje de cada nifio. Daniel tiene 12 afios, esta cursando sexto grado y repitié ter- cero. Su familia esté conformada por Francisco, el hermano mayor (adoptado al igual que él), los padres adoptivos y una hermana menor, hija biolégica de ellos. Sus padres comentan: “No puede tra- bajar solo, en tercer grado lo mandaron a una escuela semidiferencial... sus cuadernos estaban blancos, no hacta nada...”. Yamila tiene 6 afios, est4 cursando primer afio; es la menor de tres hermanos, la nica hija mujer. Al preguntérsele sobre las difi- cultades de su hija, la madre nos dice: “Hace cinco meses vinimos de Paraguay... problemas de adaptaci6n... un mes se fue tranquila a la es- cuela, después no se quiso ir mds...”. {Qué significa para Daniel el no poder trabajar solo? ¢Qué nos dicen sus cuadernos en blanco? {Qué sentido tiene para Yamila su negativa a concurrir a cla- ses? ;Qué estén mostrando los problemas para adaptarse al nue- vo medio? 1. EL ENCUENTRO CON LAS FIGURAS PRIMARIAS En el marco del proceso diagnéstico, el primer acercamiento que tenemos a las dificultades del nifio es a través del discurso de sus padres. Son las figuras primarias quienes inicialmente nos brindarén la posibilidad de aproximarnos a la singular problema- tica de nuestros pacientes en el curso de las dos primeras entrevis- tas: motivo de consulta e historia vital. Nos preguntaremos en relacién a los aportes que la inclusién de los padres supone para nuestra busqueda de sentido. Son por- tadores de una historia que, a veces, el nifio no puede explicitar. ESCUCHANDO A LOS PADRES 1st Cuenta el padre de Daniel: “Es un chico inteligente, despierto, pe- ro le cuesta mucho la parte de aprendizaje... no es como un chico normal, que uno le pregunta 7 x 8 y dice 56, o sea, calcula...”. Su madre comenta: “En casa él sabe...”. Dice la madre de Yamila: “Mi marido tenta que venir acd por tra- bajo y nos quiso traer... yo siempre tenta miedo a eso, que nos quiera traer acd... y empezaron bien los chicos en la escuela y después ella se enfermé y estuvo dos semanas en casa... y después fue el problema...”. Comenzamos, asf, escuchando a los padres. Las primeras pre- guntas van tomando forma... {Qué significa para el padre de Daniel el que su hijo no sea “normal”? Ha condicionado ello su forma de relacién con el ni- fio? ¢Qué implica para su madre que el hijo pueda mostrar su sa- ber en el hogar y no en un dmbito extrafamiliar? {Qué sentido tiene para la madre de Yamila el haber tenido que venir a la Argentina y traer a sus hijos con ella? ;Cémo es vivido el supuesto desarraigo que implica dejar el pais de origen, sus cos- tumbres, sus afectos? ;Cémo quedaria posicionado el padre de la nifia, en el interior de la estructura familiar, al ser 61 quien habria generado esta situaci6n conflictiva por haber traido a la familia a un pais extranjero? . En las primeras entrevistds, los padres nos cuentan una histo- ria que es, para nosotros, el borrador de un texto que sera finai- mente escrito cuando conozcamos la versién que el nifio se ha ar- mado de ella. Para que esto sea posible las figuras primarias habrdn debido ofertar un entramado simb6lico que le permita al. yo armar su propia versién. : Atendiendo a la particular oferta de emblemas y enunciados identificatorios podremos comprender las caracteristicas del en- tramado simbélico y sus particularidades. Los padres ofertan sen- tidos a partir de la propia posicién en la estructura de parentesco, el vinculo con las figuras primarias y el medio sociocultural. Nos preguntamos acerca de la calidad y significacién de las inscripcio- nes tempranas, el posicionamiento del nifio en la estructura rela- cional, las particularidades de la oferta acaecida. “Lo que pasa, hubo un primario del mayor que fue perfecto, lo tinico que hubo fueron problemas de conducta, porque era muy rdpido, termi- naba primero...”, dice el padre de Daniel. % A N ad ‘g By TSt NINOS QUE NO APRENDEN “Bueno, el pardmetro mio siempre fue Francisco, le ddbamos papel y ldpiz y él escribia, hacta dibujos... y Daniel nunca agarré un Idpiz para dibujar, nada...”, agrega su madre. Al reflexionar sobre el discurso de sus padres pensamos si es posible que la comparacién con el hermano mayor hubiera influi- do en el acercamiento de Daniel al aprendizaje. ;Puede ser el éxi- to escolar del hijo mayor lo que habria otorgado sentido a la difi- cultad de nuestro paciente? “Yo estuve acd también muchos afios, y a mf me costé adaptarme... hasta la comida es distinta... en el idioma mismo ellos quedan asombra- dos cuando un chico dice malas palabras, 0 grita”, expresa la madre de Yamila. Como deciamos, el vinculo de la pareja parental con el medio social que la rodea incide en la relacién de las figuras primarias con sus hijos. Pensamos, entonces, en las dificultades de la madre de Yamila para adaptarse a un nuevo medio y en la posibilidad de que estas hubieran validado y dado sentido a la negativa de su hi- jaa desprenderse del medio familiar. 2. LA CONSTITUCION SUBJETIVA, UN CAMINO EN CONSTRUCCION Consideramos al nifio como un sujeto en constitucién, que es- tructura su aparato psfquico en el marco de las relaciones inter- personales, es decir en la intersubjetividad. Es en el vinculo con las figuras primarias que podremos encontrar los primeros haces de sentido que enlazaremos, luego, con las singularidades que se evidencien en las producciones de los nifios a lo largo del proceso. Comenta la madre de Daniel: “Nosotros siempre lo esperdbamos, pero en realidad antes que eso nos habian dicho que habia un nene y cuando nacié la mamd se arrepintié... después de eso dijimos basta, no es- peramos nada y listo... y en ese st, en el anterior, mientras esperdbamos yo tejia, y después regalé todo, ast que con Daniel no teniamos nada, yo no habia tejido nada...”. El preguntar por los primeros momentos de vida del nifio es una invitacién a construir un espacio en el que se reediten situa- ciones de encuentro, espacio que cada una de las figuras parenta- les ocupard de acuerdo con sus propios determinantes subjetivos. ESCUCHANDO A LOS PADRES 153 La dificultad de la madre para “esperar” a Daniel, su falta de expectativas, estarfa marcando una modalidad defensiva de la funcién materna en esos primeros momentos fundacionales. zY con respecto a Yamila? Escuchemos a su madre: “Por ejem- plo, yo me quedé embarazada porque queria la nena, ya tenta dos varo- nes, me hice la ecografta y no salié nada, y después cuando nacidb me di- jeron que era nena, nacié normal... yo nunca la dejé solita, siempre andaba atrds mio, la levaba al trabajo... porque era nena, entonces yo no querta dejarla solita...”. Cada hijo ocupa un lugar en la subjetividad de los padres, con cada nifio se produce una convocatoria de significaciones particu- lar que condiciona una determinada manera de relacién. 4Qué sentido habré tenido para su madre el encuentro con la hija mujer tan ansiada? ;Habré ello incidido en el posicionamien- to de la nifia en la estructura familiar? Nos preguntamos cémo po- drfan haber influido las fantasfas maternas en los primeros mo- mentos de la relacién y en los posteriores procesos de separacién. Mas adelante la madre explicita atin més: “Ella mamé hasta el atio y pico, me costé sacarle; a los otros les saqué a los nueve meses; a Ariel y @ los seis a Sergio, porque quedé embarazada... a Yamila le saca- ba un dia y después le volvia a dar...”. Con respecto a Daniel, al indagar sobre la llegada del nifio a la familia, su mama nos dice: “Fue todo una fiesta, lo esperdbamos, no sé si lo esperdbamos, pero bueno, fue todo medio acontecimiento... tenta- mos una amiga que se llama Juana y en ese momento se le declaré una enfermedad terrible... y fue como que estaba esperando a Daniel, porque nosotros llegamos un sdbado a la tarde y a Ia noche la tuvieron que in- ternar...”. Nuevamente la ambivalencia signando este encuentro... Refle- xionamos acerca de cémo se habré jugado, en ese momento inau- gural, la legada del hijo y, al mismo tiempo, la “pérdida” de un afecto que pareceria de gran importancia para la madre de Daniel. ~Como habria influido, en el’ establecimiento de la diada ma- dre/hijo la “presencia intangible” de la amiga enferma? En cuanto al ejercicio de la funcién materna, nos cuestionamos sobre cémo se fueron dando los sucesivos momentos de separa- cién, la pérdida de esta relacién preponderante de los momentos iniciales. Cémo fue la oferta de objetos sustitutos, la estructura- 154 NINOS QUE NO APRENDEN. cién de un espacio interior que implique una continuidad espa- cio-temporal, los procesos de diferenciacién e independencia. Con respecto al ejercicio de la funcién paterna, intentaremos comprender su posicionamiento en relacién con la figura mater- na, la posibilidad de instaurar un corte y favorecer la salida al mundo externo, la oferta de enunciados normativos. Algunos in- dicios nos han permitido establecer las primeras hipotesis; nos re- mitimos, entonces, al discurso de las figuras primarias y sus apor- tes para reflexionar sobre estas cuestiones. “Se hizo pis en la cama hasta los cinco afios, no todos los dias pero se hacta seguido. Nunca le di importancia, siempre pensaba que, bueno, yo le saqué los paviales en un momento indebido, no creo ni que haya ido al pediatra por eso...”, comenta la madre de Daniel. “Mamadera no us6... si..., tom6... después que le quise sacar la teta, después de los tres arios le saqué la mamadera...”, nos dice la madre de Yamila. “... y después fue con su papd y no quiso entrar a la escuela, has- ta le lleg6 a pegar su papd por el camino, a una cuadra se quedaba ella y no queria moverse...”, afiade més adelante. Nos interrogamos acerca de la dificultad manifestada en cuan- to al control de esfinteres de Daniel; la posible negacién, por par- te de las figuras primarias, de la existencia de un problema que necesitaba atencién. Nos planteamos si habrén podido ofertar adecuadamente enunciados que favorezcan los procesos de con- trol, de diferenciacién e independencia. Por otra parte pensamos: como habra sido la particular oferta de objetos sustitutos para Yamila? ;Cémo se inscriben las dificul- tades mencionadas por su madre en, relacién con el destete en el abandono de las primeras formas de vinculo? En cuanto a la fun- ci6n paterna: :cémo habré sido la oferta de emblemas en relacion con la salida al mundo exterior, representado en este caso por la escuela, y el acatamiento de normas socialmente establecidas? tPodrfamos pensar que el castigo fisico mencionado estarfa de- nunciando una dificultad para la instauracién de la ley? 3. LA ESCUCHA En los encuentros con las figuras primarias se promueve el des- pliegue de la subjetividad que nos permite comprender las carac- ESCUCHANDO A LOS PADRES 15d terfsticas de la oferta libidinal acaecida. Escuchamos el discurso de la pareja parental desde nuestra posicién de terapeutas de su hijo. Siendo el nifio nuestro paciente, intentaremos establecer un vinculo con sus padres que nos ayude a ver aspectos de una his- toria libidinal que no conocemos. Las preguntas abrirdn espacios en lo cuales puedan desplegarse las tramas familiares, facilitando un proceso de apertura de asociaciones en relacién con aquello que surge como enigmatico. Dice la madre de Daniel: “...0 sea, yo tampoco soy tan necia de pen- sar que mi hijo no tiene nada, pero las maestras no lo ayudaban, de 30 chicos habia uno con problemas y ellas se dedicaban a los 29 que estan bien... gla maestra donde estd cuando mi hijo no hace nada?”. “Yo estuve mejor con los dos varones que con la nena, me desprendt mds rdpido de ellos, a ella el desprenderse recién ahora le estd saliendo...”, comenta la madre de Yamila. Es en el despliegue de esta subjetividad donde podremos en- contrar sefiales que orienten nuestras hipétesis. Ofertamos a los padres la posibilidad de reconstruir aspectos libidinales en rela- cin con el vinculo con sus hijos al brindarles un espacio que faci- lite la teorizacién sobre las relaciones familiares y con el medio so- ciocultural. Al referirnos a la problematica de Daniel, nos preguntamos qué sentido tiene para su madre el que nadie mas que ella sea ca- paz de conocer y satisfacer las necesidades de su hijo y cual habra sido, entonces, la oferta de sentido en relacién con la posibilidad de catectizar los objetos del mundo exterior. En cuanto a Yamila, c6mo podria comprenderse la dificultad de su madre para desprenderse de la hija mujer? ;Qué sentido po- dria tener para ella que la nifia pudiera, al concurrir a la escuela, comenzar a transitar el pasaje del medio familiar al extrafamiliar? Nuestra escucha no esté dirigida al acontecimiento como tal, es decir a la narraci6n de los hechos que marcaron la historia del ni- fio, sino al entramado libidinal en el que estos hechos han podido o no ligarse significativamente, a las posibles repercusiones de estos en la subjetividad de nuestros pacientes. 7 “Arrancamos hojas a lo pavo, cuando no entiendo algo lo hace hasta que yo lo pueda entender; lo que pasa es que él tampoco lo entiende, no sabe lo que escribi6, entonces tenemos que adivinar lo que escribié...”, cuenta la madre de Daniel. “AY NINOS QUE NO APRENDEN “A veces de diez palabras escribe cinco, es una ‘frase que no tiene com- prension, uno tiene que empezar a adivinar", agrega su padre. “No queria nunca entrar... nosotros con adulo, ast entraba... yo hablé y ellos dicen que yo tengo que mandarla st o st... la directora me dice que si yo no tengo poder sobre ella... si yo no puedo con mi chica ahora...”, explica la madre de Yamila. Qué significaria, para los padres de Daniel, la imposibilidad de comunicarse con él, de comprender lo que su hijo quiere expre- sar? ¢ Cémo entender la resonancia que tiene para su madre la ne- cesidad de dar sentido a las producciones del hijo ya que él mis- mo no podria hacerlo? ;Habria ello influido en el vinculo de Daniel con sus figuras primarias al quedar ubicado en un lugar de desvalimiento? Pensemos ahora en Yamila: nos preguntamos qué implicaria, para sus padres, el que la nifia no responda a las pautas que de- sean imponerle. ;La dificultad para poner limites estaria interfi- riendo en el vinculo con el aprendizaje, siendo un obstdculo para que Yamila pueda acatar la norma externa? ;Cémo significar esta dificultad de las figuras primarias para donar a su hija aspectos normativos que la ordenen? Al finalizar la entrevista sobre la historia vital, formulamos a los padres dos preguntas orientadas a favorecer el despliegue de la subjetividad en cuanto a las expectativas y los deseos de la pa- reja parental con respecto al porvenir de su hijo, a la construccién de un proyecto futuro. Preguntamos c6mo se imaginan al nifio en el futuro y como les gustaria a ellos que fuera su hijo. Para constituirse como sujeto el nifio debe salir al mundo exte- rior en btisqueda de lo desconocido y de la enunciacién de un pro- yecto individual. Necesita, para ello, encontrar en el discurso pa- rental emblemas y enunciados identificatorios que favorezcan la proyecci6n en un tiempo por venir, a la vez que permitan el cues- tionamiento de las certezas familiares sin que ello implique la pér- dida del soporte identificatorio de los primeros vinculos. Si volvemos a Yamila y Daniel, ;qué nos dirdn sus padres so- bre estas cuestiones? Es tiempo de escucharlos. “Pienso que va a ser buen artesano, tiene habilidad, pero en qué no sé... yo queria que el mayor fuera ingeniero y salié muisico, asi que no sé, ESCUCHANDO A LOS PADRES 157 yo ya no me hago mds imagen de nada, porque lo van a decidir ellos...”, dice el padre del nifio. “Es muy dificil, yo pienso como él, yo no me quiero hacer mds ima- gen de nada, yo también queria un hijo ingeniero y sofaba con estar en Ia facultad y que lo nombren a él... pero bueno... no estoy frustrada ni na- da, pero no quiero que me pase eso con Daniel”, agrega su madre. _ “Acd la vida que va a llevar no me gusta, porque ella tiene que tener libertad, tiene que ir a la escuela, jugar... pero acd no puede... yo digo que tenemos que tener mano dura acd con ella porque estd aprendiendo ma- las palabras...”, nos dice la madre de Yamila. Algunas cuestiones se reiteran. ;C6mo podria inscribirse en el proyecto identificatorio de Daniel la falta de expectativas de sus padres en relacién con su futuro? gCémo podria la madre de Ya- mila propiciar la salida de su hija a un campo sociocultural con el que esta en conflicto? Al escuchar el discurso de las figuras primarias nos cuestiona- mos sobre la posibilidad de los hijos de catectizar los objetos de la realidad que los rodea; c6mo se inscriben, en el interior del medio familiar, aspectos del discurso social referidos al aprendizaje, la in- dependencia, el crecimiento y la concrecién de un proyecto propio. 4. MiTOs Y FANTASMAS. EL ENTRAMADO FAMILIAR Las primeras enunciaciones daran cuenta del lugar que ocupa el hijo en el entramado familiar y seran la base sobre la que inten- taremos establecer las singularidades de los primeros momentos de vida del nifio, la relacin de las figuras parentales con el me- dio, la calidad de los vinculos. Comenta el padre de Daniel: “Tiene problemas graves en la escue- Ia, yo no sé si sabe, mi hijo es adoptado, no sabemos los antecedentes... si puede haber un problema anterior o no...” “Porque ella de chiquita fue terrible, no sé si la mimamos mds porque fue nena, iba siempre atrds mio...”, nos cuenta la madre de Yamila. Intentaremos comprender qué sentido tendria el pasado desco- nocido de Daniel. ;Cémo soportar el “no saber” algo de la histo- ria del nifio? Podria ello haber influido en el vinculo con las figu- ras primarias posiciondndolo en el lugar del “no saber” aun antes de su llegada a la familia? 158 NINOS QUE NO APRENDEN Otra vez nos preguntamos qué fantasfas habra despertado en la madre de Yamila el nacimiento de su hija mujer. ;Podria suce- der que el “ser mujer” conlleve determinados significantes en re- lacién a la modalidad de vinculo de la pareja parental con la nifia, condicionantes que habrian interferido en los necesarios procesos de despegue? Pensamos en el discurso de los padres como textos inconscientes, aquellos textos donde estan anclados los fantasmas del grupo familiar. Comenta el papa de Daniel: “Orgdnico no tiene nada, se le han he- cho todos los estudios neurolégicos y es normal, pero yo no sé si el padre era alcohélico, la madre era alcohélica, no conozco...”. Mas adelante agrega en relacién con la adopcién del hermano mayor: “Un dia vino Oscar y me dijo: ‘Mird, no digas nada, pero hay un chico que nos van a entregar que es para ustedes, es santsimo, conozco al hermano’”. ¢Serfa posible que‘la historia pasada, no vivenciada, ajena, es- tuviera obturando la posibilidad de los padres de Daniel para re- lacionarse con el nifio? ;Cuél habré sido la particular oferta de emblemas y enunciados al encontrarse ambos padres preocupa- dos por la “salud” de su hijo, por la posible existencia de un “da- fio” ignorado por ellos? La calidad del vinculo de los padres con sus figuras primarias : gerd una cuestién de relevancia para nuestra indagaci6n, ya que conforma el entramado sobre el que cada uno de ellos podré lue- go establecer su relacién con el hijo. Nos referimos a la posibilidad de constituirse como padres, asumiendo su rol en la estructura de * parentesco. “Entonces la vieja nos crié a nosotros... nos mandaba una vez por ario a cada uno a Bahta Blanca, que vive mi abuela, a pasar todo el afio alld... y yo le dije que no, que no iba a hacer lo que hizo ella, de separar a mi hi- jo de los padres... mi hijo vive conmigo... la imagen de mi viejo era de un extrario que venia con regalos fabulosos... un tipo que estaba tres dias en casa y dos meses afuera, nos cuenta el padre de Daniel con respecto a sus figuras parentales. “Mi mamd vive a una cuadra, mi sobrina estd a quince, somos muy familieros... mi papd fallecié hace un ario, éramos muy unidos”, comen- ta la madre del nifio. “Y después lo que le gustaba era tocarme el pecho, que eso se lo saqué a los cuatro atios, mds o menos... y eso me dijo mi mamd que era de ama- ESCUCHANDO A LOS PADRES iss? mantar mucho tiempo, se conforma con solo tocar, dice... y mi mama tie- ne trece hijos... ella sabta...", dice la mama de Yamila. “La familia de mi marido es de Uruguay... la mamd se separ6 del pa- pd y se vino con los dos chicos a vivir acd, ellos pasaron mucho en la vi- da... ellos se criaron solos, él tenia 8 afios y el hermanito 6...”, agrega con respecto al padre de Yamila. Pensamos cémo habrén sido vividas, por el padre de Daniel, las ausencias reiteradas de su padre y las “separaciones obligadas” de su madre. {Es posible que las dificultades en el vinculo con sus fi- guras primarias hayan signado su necesidad de evitar, y en lo po- sible controlar, el sufrimiento del hijo, condicionando de esta forma el ejercicio de su rol? ;Serfa posible que la madre de Daniel busca- ra reeditar la modalidad del vinculo con sus figuras primarias en la relacién con su propio hijo y, al hacerlo, no hubiera facilitado el despegue que la insercién en la escuela hace imprescindible? zY con respecto a Yamila? Al escuchar a la madre pensamos qué sentido habra tenido la validacién, por parte de su propia ma- dre, de una conducta de la nifia que no pudo ser acotada a tiem- po. ,Cudn impelida se siente a actuar como lo hizo su madre, quien tenfa gran experiencia? En cuanto a la figura paterna, nos preguntamos si el fantasma de la separacién de sus figuras primarias habrfa condicionado al padre de Yamila a traer a toda la familia a la Argentina, privile- giando de esta forma la unién familiar atin cuando ello pudiera su- poner un desarraigo que no estaban en condiciones de contener. Hablando sobre la escuela, el padre de Daniel comenta: “Posi- blemente no le gusta porque siente que no va bien, él siente que pierde... por aht una de las rebeldias de la escuela sea eso... la mamd es muy pose- siva, y se mete y jode, y son las 12 de la noche y estudia con él...”. “Lo que la directora me decia, que a Yamila hay que hablarla mucho... yo a buenas la llevo, a malas no... a malas le he pegado y todo y no se fue tamtpoco a la escuela”, explica su madre. Intentaremos comprender qué fantasfas movilizan en el padre de Daniel las dificultades del nifio. ;Podria ser que la herida nar- cisista que ello le supone haya influido en el vinculo padre/hijo? Del mismo modo, pensamos qué fantasfas en relacién con la “carencia originaria” del nifio habrian incidido para que su madre intente suplir, con una presencia permanente, la falta supuesta. 10 NINOS QUE NO APRENDEN En referencia a Yamila, surge nuevamente el cuestionamiento acerca de las significaciones ofertadas por sus figuras primarias que estarfan obstaculizando la escolarizaci6n de la nifia asf como también su posicién en el entramado familiar al diferenciarse de sus hermanos varones. 5. LA BUSQUEDA DE SENTIDOS El tiempo del diagnéstico psicopedagégico es esencialmente un tiempo de preguntas. Preguntas que intentar4n abrir un abani- co de posibilidades en relacién al vinculo con el aprendizaje que nuestro paciente ha podido establecer. En las primeras entrevistas con las figuras primarias empezamos a transitar este camino, a hilvanar los primeros haces de sentido. Hemos recorrido juntos los primeros pasos hacia la concrecién de nuestro objetivo. Como deciamos al comenzar, en el presente capitulo hemos tratado de aproximarnos a la singularidad de las dificultades de aprendizaje de dos nifios, centrando nuestras reflexiones alrede- dor de algunas de las cuestiones que surgen a partir del discurso de los padres. Las preguntas enunciadas no cubren el universo posible de interrogaciones sino que procuran mostrar una moda- lidad de acercamiento al material clinico que se nos presenta. ;Ha- bran sido nuestras preguntas parecidas a las suyas, nuestros acen- tos puestos en similares aspectos para la reflexién? De algo estamos seguros: hay mucho para seguir pensando y preguntarse. La escucha del discurso de los padres estaré signada por nues- tra posibilidad de apertura hacia lo singular, teniendo como refe- rente un marco te6rico que nos permita dar sentido a lo nuevo y, si es necesario, cuestionarnoé frente a lo que aparece como sin- sentido. La actitud del terapeuta de apertura hacia lo desconocido que lo interroga e interpela facilitard el pasaje del tiempo de pre- guntas al tiempo en el que algunas respuestas den sentido a la di- ficultad del nifio por el que se nos consulta. “No puede trabajar solo, en tercer grado lo mandaron a una escuela semidiferencial... sus cuadernos estaban blancos, no hacia nada...”, se dice de Daniel. ESCUCHANDO A LOS PADRES 161 “Hace cinco meses vinimos de Paraguay... problemas de adaptacién... un mes se fue tranquila a la escuela, después no se quiso ir mds...”, nos cuentan sobre Yamila. 2Es posible que los cuadernos blancos de Daniel expresen los vacfos de un pasado desconocido que, al interferir en el proceso de historizacién, estarfa dificultando la constitucién subjetiva del nifio? ;Podriamos comprender sus problemas para trabajar solo como una respuesta posible frente a la modalidad de vinculo con sus figuras parentales, modalidad caracterizada por un exceso de interpretacién de las necesidades del hijo, la ausencia de un espa- cio de diferenciacion y de la oferta de emblemas y enunciados que favorezcan la salida al campo social? ;Qué incidencia tendria en la problematica de Daniel el lugar que ocupa en la estructura fa- miliar, habiendo quedado signado desde el “no saber” en contra- posicién con su hermano mayor, cuyo desempeiio escolar habria sido “perfecto”? : éPodrfamos entender la negativa de Yamila a concurrir a la es- cuela como la expresién de sus dificultades para la salida al mundo externo al no haber, por parte de sus figuras primarias, una oferta de emblemas y enunciados tendientes a favorecer la independencia de la nifia y la insercidn en el medio sociocultural? ;Cémo se vin- cularia esta problematica con el particular posicionamiento de Ya- mila en el entramado familiar, al ser la unica hija mujer? ;Serfa su dificultad de aprendizaje la enunciacién de un conflicto en el inte- rior de la estructura familiar en relaci6n con los problemas de adap- taci6n a un medio sociocultural nuevo y desconocido? Consideramos a la dificultad de cada nifio como una creacién individual, que encontrara un espacio para expresarse a lo largo del proceso de diagnéstico. Es a partir del material clinico de nuestros pacientes que las primeras hip6tesis podran reformular- se y adquiriran, entonces, un sentido singular. BIBLIOGRAFIA Aulagnier, P. (1977): La violencia de la interpretacién, Buenos Aires, Amo- rrortu. 162 [NINOS QUE NO APRENDEN. —— (1984): El maestro brujo y el Amorrortu. Bleichmar, S. (1993): La fundacién de lo inconsciente, Buenos Aires, Amo- idiz de historiador, Buenos Aires, partamento de Pi Kristeva, J. (1978): Semiética, Madrid, Fundamentos. Schlemenson, S. (1996): El aprendizaje, un encuentro de sentidos, Buenos Ai- res, Kapelusz. Capitulo 12 “NO ME PUEDO ESCRIBIR” Una lectura clfnica de las dificultades en la escritura Kornblit la idea de que n estamos hechos para J.L. Borges. Siete noches Aprender a escribir implica la apropiaci6n de un objeto de co- nocimiento privilegiado; de este aprendizaje depende en buen grado la posibilidad de construir objetos de conocimiento supe- riores. Es sabido por docentes y psicopedagogos que el deteni- miento en la apropiacién del lenguaje escrito puede constituirse en obstéculo para posteriores aprendizajes, no solo por ser la e5- iiento (marginacién, exclusi6n, humillacién, etcétera). Me atreverfa a afirmar que en todos los nifios que consultan por problemas de aprendizaje, la cuestiGn de la escritura esté pre- sente como carencia,' como aquello a lo que no se puede acceder 0a lo que se accede con dificultad. Desde el no escribir hasta las dificultades para relatar en forma escrita, pasando por todas las formas posibles de “escribir mal” (Iéase omisiones, alteracio- nes y sustituciones de letras, escritura en espejo, faltas de ortogra- 1 Carencia en tanto privacién del objeto y en tanto imposibilidad -por impo- tencia 0 prohibicién- de acercarse al objeto.

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