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INDICE
Contenido
INDICE ............................................................................................................................. 1
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 2
CONCLUSIONES .......................................................................................................... 52
BIBLIOGRAFÍA ............................................................................................................ 59
INTRODUCCIÓN
Se entiende que cada momento histórico produce en el contexto de la
interrelación entre la producción económica, cultura e intereses de los grupos
dominantes, ideologías a partir de las que verdades relativas se hacen absolutas. Estas
verdades absolutas, construidas ideológicamente en cada formación social, producen y
referencian las acciones institucionales y, en particular, la elaboración y la
operacionalización de las políticas públicas.
Así que, en este trabajo, se busca explicitar como se comprende el Estado hoy,
su relación con las clases sociales y con la sociedad civil, de donde se originan las
políticas públicas y su incidencia en la seguridad ciudadana y el sistema penitenciario.
En la actualidad, el fin de la guerra fría, así como la globalización de la
economía, llevan a construir otro entendimiento de Estado y nación. Los tradicionales
límites nacionales están seriamente alcanzados por la invasión de la universalización de
las relaciones sociales y económicas. A partir de esta nueva configuración mundial, se
hace simple entender el Estado como mera institución de dominación a servicio de la
clase dominante.
La seguridad ciudadana en el ámbito de los órganos del Estado encargados de
propender a proteger los derechos de los nacionales, tiene estrecha relación con la
conducta humana. Es preferible hablar de planes e iniciativas gubernamentales para la
prevención y el control de la delincuencia, entendiendo por tales al conjunto de acciones
estadales sistematizadas para la protección ciudadana. (Gabaldón, 2008)
El régimen penitenciario presupone la instauración de un cúmulo de normas de
convivencia que hagan posible la ejecución de un programa que facilite el ejercicio de la
autoridad; se supone que desde el ingreso, el recluso debe conocer sus deberes y
derechos, con qué servicios cuenta, y en este orden se circunscribe su comportamiento.
La experiencia nos indica que desde el ingreso a prisión la administración penitenciaria
comienza a fallar al no informar al recluso sobre estos aspectos.
La seguridad ciudadana, en el ámbito de los órganos del Estado y de las políticas
que deben propender a proteger a los derechos humanos y la convivencia pacífica, tiene
estrecha relación con las conductas humanas lesivas de derechos e interese y
disruptivas de la cooperación social de mayor gravedad, esto es, las infracciones
penales. De aquí la relevancia de los diagnósticos y propuestas sobre las tendencias
delictivas en materia de políticas estatales para la seguridad ciudadana.
Por Políticas públicas de seguridad se puede entender las actividades
planificadas demos entender las actividades planificadas, dirigidas o coordinadas por el
Estado para identificar la problemática delictiva y para adoptar medidas tendentes a
minimizar los efectos de la criminalidad.
Asimismo, el sistema penitenciario del país, desde el Ministerio Penitenciario,
los centros penitenciarios, con el Nuevo Régimen Penitenciario y los distintos planes,
han permitido la transformación y humanización de los penales del país, hoy el equipo
del Ministerio Penitenciario se ha abocado a atender las necesidades de la población de
los centros preventivos de todo el país. "No nos conformamos con tener el Nuevo
Régimen, sino que además estamos abocados a la atención de los privados de libertad
en los Centros de Detención Preventiva". (Andrade S/A)
POLÍTICAS PÚBLICAS
A partir del entendimiento de las políticas públicas como las acciones que nacen
del contexto social, pero que pasan por la esfera estatal como una decisión de
intervención pública en una realidad social, ya sea para hacer inversiones o para una
mera regulación administrativa.
En este sentido, se entiende por políticas públicas “el resultado de la dinámica
del juego de fuerzas que se establece en el ámbito de las relaciones de poder, relaciones
esas constituidas por los grupos económicos y políticos, clases sociales y demás
organizaciones de la sociedad civil” (Boneti, 2017, p. 13). Tales relaciones determinan
un conjunto de acciones atribuidas a la institución estatal, que provocan la dirección
(y/o la redirección) de los rumbos de acciones de intervención administrativa del Estado
en la realidad social e/o de inversiones. En ese caso se puede decir que el Estado se
presenta, frente las políticas públicas, como “un agente de organización y de
institucionalización (en el sentido de establecimiento de normas, reglas y valores) de
decisiones originadas del debate público entre los diversos agentes (representantes
sociales) a partir de demandas (necesidades) o intereses restringidos” (Boneti, 2017, p.
14)
Otro aspecto importante, a ser mencionado en relación de lo que viene a ser una
política pública y como se constituye se refiere a su carácter de futuro. Si cabe al Estado
el gerenciamiento de las demandas y de los intereses de los diversos agentes sociales, se
hace, por medio de un conjunto de acciones de inversiones y/o regulación, en una
perspectiva de futuro. Es decir, se entiende como una política pública cuando “la acción
del Estado, o un conjunto de ellas, tiene como objetivo transformar la realidad en una
perspectiva de futuro, no apenas momentáneo.” (Boneti, 2017, p. 19)
Autores (2019)
• El sexto vértice está representado por la Constitución de las Casas de Justicia Penal
y de Paz, concebidas como eje de acción programática de la Gran Misión Justicia
Socialista, las cuales, en palabras del propio Presidente de la República, tienen como
finalidad actuar y garantizar “la justicia temprana, para combatir la impunidad, para
llevar la Ley y el orden a la comunidad”.
Para ello, se unen en un mismo espacio compartido, las fiscalías municipales, tribunales
y defensorías públicas, de cara a atender los delitos de reducida envergadura,
representados por aquellos que la legislación vigente tipifica como merecedores de
penas de prisión menores a ocho (8) años.
De igual modo se asumen las Casas de Paz como espacios para la resolución pacífica de
conflictos, bajo la acción mancomunada de defensorías especializadas y los jueces o
juezas de paz, dando fortaleza a la participación activa del Poder Popular en la
aplicación de estrategias alternativas para procesar la conflictividad, generar procesos
de investigación acción y asegurar el acceso a la justicia de todos los sectores sociales
sin distinción.
• El séptimo vértice se refiere a la lucha contra el narcotráfico, bandas
paramilitarizadas y otras manifestaciones de delincuencia organizada. A partir de
una serie de acciones articuladas en varios frentes, con las que se busca consolidar e
implementar una política que permita enfrentar sistemáticamente las prácticas del
narcotráfico y sus efectos sociales, así como las expresiones de delincuencia
paramilitarizada y otras manifestaciones de criminalidad organizada y terrorismo, que
afectan la paz social y el desarrollo de la Nación, constituyendo desafíos emergentes en
materia de seguridad de la Nación y que requieren de estrategias de más alto impacto
para su neutralización y reducción a la mínima expresión; habida cuenta que estos
fenómenos delictivos de alta complejidad representan un reto transnacionalizado para la
región que habitamos y para el mundo en general en estos tiempos de amplia
globalización.
Gran Misión Cuadrantes de Paz es fiel heredera de la doctrina rectora planteada
por el Comandante Hugo Chávez en la Gran Misión a Toda Vida Venezuela (2012), de
la cual retoma y mantiene incólume su componente filosófico, político, ideológico y
conceptual, que nos plantea una visión de la seguridad deslastrada de la herencia
represiva, autoritaria y punitivista del pasado. También se construye el andamiaje de
esta nueva Gran Misión recogiendo los desafíos emergentes aún vigentes que nos llevó
a diseñar laGran Misión Justicia Socialista (2017).
La Gran Misión Cuadrantes de Paz (2018)inicia su despliegue priorizando de
manera inmediata las siguientes situaciones, en razón del importante impacto social que
tienen:
Los principales delitos.
La situación de la accidentalidad vial que, como se observará en atención a los
datos reportados, genera un número muy alto de muertes violentas.
El déficit de convivencia al interior de las comunidades, asociados a faltas,
inconvivencia y delitos.
Es un gran desafío del Gobierno Bolivariano frente a la burocracia; de apoyo
irrestricto al tema de la seguridad, logrando la irrupción definitiva del nuevo Estado
popular y revolucionario, en la nueva forma de administración focalizada y
georreferenciada de la seguridad ciudadana, logrando en su curso:
Integración política, técnica e institucional de la gestión misionera de la
seguridad ciudadana.
Focalización de la acción integral del gobierno en los Cuadrantes de Paz,
mediante el desarrollo de una justicia de paz y comunera.
Desarrollo de las acciones de control y seguridad ciudadana acompañada de
la acción social y preventiva en materia de educación, cultura, deporte, salud,
alimentación, reecreación y gestión de riesgo.
Promoción de la organización cívica, militar y policial para la seguridad y
defensa de la nación.
Así mismo, se presenta este vértice que busca reimpulsar el proyecto doctrinario
original a partir del cual se conforma el Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana como
una policía eminentemente comunitaria, preventiva, de proximidad, de protección y de
autoridad, fundada en los valores del socialismo bolivariano, generando las
transformaciones necesarias en lo institucional, ético, moral, organizativo, científico,
profesional y funcional, para su óptimo despliegue en todo el territorio nacional con
particular orientación a los Cuadrantes de Paz.
En los últimos años se han conocido proyectos como: Los Propósitos de Gestión
del Ministerio de Justicia año 1997, Plan Estratégico de Gestión Penitenciaria 99/2000,
El Plan Bolívar 2000 para el área penitenciaria y el Plan de Gestión de la Dirección
General de Rehabilitación y Custodia del año 2002, todos supuestamente dirigidos a
superar la crisis penitenciaria del momento. Estas son las reflexiones de Tomasz (1999):
Los Propósitos de gestión del año 1997, señalaban entre sus objetivos
primordiales para mejorar operativamente el sistema, actividades como: Construcción
de penitenciarías, recuperación y mantenimiento de las existentes para aumentar la
capacidad de albergue de reclusos en 6.000 puestos. Ofrecer Oportunidades de Trabajo
y Atención de los Servicios Básicos como: Alimentación, vestido, salud y tratamiento.
Atención y vigilancia del recluso, mejorando la incorporación de los internos al trabajo,
fomentando la participación de la familia, y tecnificación de los procedimientos de
requisas para no violentar derechos a los visitantes como parte fundamental del
tratamiento.
Además se planteaba la superación de las limitaciones en los traslados de reclusos
a los tribunales y el fortalecimiento de la fiscalización y control con la creación de una
Oficina de Fiscalización; que por cierto, ha existido desde hace décadas; pero ha dado
las mayores muestras de incapacidad para el control de la corrupción carcelaria en los
últimos años.
De igual manera planteó el proyecto, desarrollar un programa eficaz de archivo y
certificación de antecedentes penales, mejorar la asistencia jurídica a los reos; revisar el
proceso de otorgamiento de beneficios a reclusos para lograr la efectiva aplicación; la
realización de un censo con la participación de las instituciones involucradas y los
Colegios de Abogados, para actualizar la data correspondiente a la población reclusa; la
asistencia religiosa; celebrar convenios de encomienda y descentralización; que por
cierto, no se logró, se acabó con los existentes y se atacó contundentemente la
posibilidad de descentralizar algún centro de reclusión.
El Patrón Estratégico de Gestión Penitenciaria 99/2000, Plan Operativo de
Apoyo a la Programación de 1999. Planteó su justificación al ser un instrumento que
se enmarca en supuestas políticas Sectoriales definidas por el Estado Venezolano para
lograr la estabilidad que el sistema precisa; convirtiéndose de esta forma en un elemento
clave para la superación de la crisis.
El referido plan señalaba que la crisis del sector, era el producto de la falta de una
visión global del sistema y la ausencia de una planificación estratégica, puesto que la
planificación se sustituía por una constante gestión de emergencia; además, afirmaba
que en el sistema se observaba una inadecuada organización administrativa y una falta
de continuidad en la ejecución de los programas anuales.
El referido plan establecía como causas de la no-ejecución de la programación del
año 1998, el cálculo inadecuado de los costos de la programación; metas demasiado
optimistas; falta de precisión en los objetivos específicos; falta de identificación de los
responsables de la ejecución de los planes y falta de métodos técnicos en la
planificación de la programación; pero no menciona que el plan de 1998, e inclusive,
todos los posteriores no contaban con los recursos financieros, materiales y humanos
que les dieran viabilidad, siendo sus planteamientos idealistas y utópicos.
Entre sus objetivos principales el plan operativo pretendió:
1) Respaldar los planes operativos programados y presupuestados para el sector
para el periodo de gestión;
2) Promover la Descentralización;
3) Masificar la integración de los reclusos al tratamiento;
4) Fortalecer las debilidades en cuanto a la ejecución de los convenios
interinstitucionales nacionales e internacionales;
5) Rescatar el respeto a la dignidad humana de los internos;
6) Reforzar la seguridad dentro de los establecimientos de reclusión,
incrementando el personal en porcentaje de uno (01) por cada treinta reclusos;
7) Fomentar la superación del personal y;
8) Garantizar al personal de vigilancia penitenciaria condiciones socioeconómicas
estables.
Como aspectos importantes se previó la capacitación masiva del personal de
régimen a través del I.U.N.E.P., y el incremento de este personal de vigilancia, según
las siguientes metas: Año 2000, doscientos (200) nuevos cargos de auxiliares de
régimen para promover el mismo número de vigilantes a auxiliares, e incorporar
doscientos (200) nuevos custodios previos cursos de capacitación anuales definidos para
ese año en cuatro cursos.
Para el año 2001, preveía crear cuatrocientos (400) nuevos cargos de vigilantes y
ocho cursos de formación, para el año 2.002, crear cuatrocientos (400) nuevos cargos y
ejecutar treinta y dos (32) cursos de formación de custodios.
Con respecto a los cursos de capacitación, extrañamente se creó una Escuela de
Formación que atendió la ejecución del Proyecto con la Embajada Británica, la referida
Escuela funcionó hasta el año 2002, con la culminación del convenio, que por cierto
rebasó la meta.
Extraña la situación porque ya existía el Instituto Universitario Nacional de
Estudios Penitenciarios (I.U.N.E.P.), el cual ejecutaba programas similares; pero se
presume que tal Escuela fue creada obedeciendo los caprichos personales de las
autoridades de prisiones para el momento.
Durante los años 2000, 2001 y 2002 se realizaron cursos de formación en la
Escuela referida y en el (I.U.N.E.P.); e improvisadamente en diferentes Estados con
apoyo de la Guardia Nacional; pero en ningún caso, se ha logrado por lo menos el 20%
de estas metas, durante los años 2002 y 2003 se formaron un aproximado de 380
vigilantes.
Además del incumplimiento de la meta referida al personal de seguridad, el plan
no logró ejecutar la mayoría de las actividades planteadas, puesto que no se hizo
incremento de los puestos para reclusos a los seis mil (6.000) establecidos en la meta;
las recuperaciones y acciones de mantenimiento fueron insignificantes; no se
construyeron las penitenciarías planteadas y las iniciativas adelantadas como el caso de
la Planta es totalmente contraria a principios mínimos de construcción carcelaria por
motivos de seguridad. Esto se afirma, debido a que las instalaciones se aprecian
sumamente peligrosas, el caso de “El Dorado” los trabajos logrados e inaugurados, por
arbitrariedades de la Dirección de Prisiones, los reclusos las incendiaron y destruyeron.
Por otra parte, el personal profesional no se incrementó, los programas de
tratamiento se debilitaron; los convenios de encomienda se irrespetaron y las
gobernaciones desistieron de apoyar las cárceles encomendadas, la desasistencia y la
violencia se hicieron extremas agravándose la crisis.
En la página web del Ministerio del Poder Popular para el Sistema Penitenciario
(ob. Ct) refiere que para la ejecución de las políticas públicas en esta materia deben ser
ejecutadas, tomando en cuenta:
Área de Infraestructura:
Culminar obras de infraestructura inconclusas.
Rehabilitar las cárceles desalojadas.
Área de Producción:
Alimentos (cárnicos, vegetales y verduras).
Artículos de (Limpieza, Hogar, Línea Marrón, Otros).
Incorporación de TREINTA MIL (30.000) PRIVADOS DE LIBERTAD.
Articulación con alcaldes y alcaldesas de los municipios rurales en los estados
Miranda, Falcón, Aragua, Táchira y Zulia.
Rehabilitación de un conjunto de fincas que hayan sido confiscadas al narcotráfico,
y se encuentren improductivas, con la finalidad de aportar con mano de trabajo
penitenciaria rubros agrícolas y pecuarios para contribuir con el abastecimiento de
alimentos para el pueblo.
Proyecto Lazaro:
Instalación de un laboratorio, taller y fábrica en las instalaciones del Centro
Penitenciario de Occidente (C.P.O) estado Táchira para la producción en serie de
prótesis y órtesis para personas con alguna discapacidad, para ello contamos con el
apoyo de un científico y fabricante de estos equipos quien adiestrará a los privados
de libertad recluidos en el CPO para que se transformen en mano de obra calificada
en el proceso de fabricación y tratamiento.
Creación y puesta en marcha de la Unidad de Atención Clínica Especializada, para
el tratamiento de pacientes con escaras y úlceras.
Conformando así un centro de formación, adiestramiento y capacitación técnica
dirigido a los privados y privadas de libertad, funcionarios del ministerio y pueblo
organizado para la ayuda y el tratamiento integral a los pacientes que presentan
alguna discapacidad.
Se está trabajando con el apoyo del MPP para la Educación Universitaria Ciencia y
Tecnología, ya que el proyecto LAZARO, será una bandera en la nueva etapa del
Servicio Penitenciario.
CONCLUSIONES
De allí pues, que entre las políticas y estrategias para el sistema penitenciario, con
referencia a elevar la calidad de vida del privado o privada de libertad, llama la atención
a “la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad… la construcción
de una sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar del
pueblo…” (CRBV, Art. 3) a través de la Gran Misión a Toda Vida Venezuela
(GMTVV, 2017), que tiene como propósito “construir una política pública que tenga
como centro la preservación de la VIDA, como valor supremo de todas y todos los que
vivimos en el territorio nacional” (p. 3)
Gran Misión a toda vida Venezuela (2017) [página web en línea] Disponible:
http://www.misionatodavidavenezuela.gob.ve/ [Consulta: 2019, noviembre 08]
Ministerio del Poder Popular para el Sistema Penitenciario [página web] disponible en
https://t.co/4hfubNQfiN [Consulta: 2019, noviembre 08]
Ojeda, William. (1997) Una Mirada Tras las Rejas. Editorial Ediciones Solar. Caracas –
Venezuela.
Posada, J (2015) Los Velos del Sistema Penitenciario. En: Betancourt, J (comp.) El
aberinto de la inseguridad ciudadana: bandas criminales, seguridad de fronteras
y regímenes penitenciarios en América Latina. Buenos Aires: CLACSO
Tamayo, M. (1997). "El análisis de las políticas públicas", en Bañón, Rafael y Ernesto
Carrillo (comp.) La Nueva Administración Pública, Alianza Universidad,
España.