Buenas Prácticas de Laboratorio con base en la normatividad establecida en materia

láctea

Las Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL o GLP) por sus siglas en inglés (Good Laboratory
Practice), son la unión de normas, procedimientos y comportamientos establecidos derivados de
la acción de entidades como la Organization for Economic Cooperation and Development (OCDE)
o la Food and Drug Administration (FDA), estas normas se establecen como de “obligatorio
cumplimiento” para asegurar la calidad de las demás normas internacionales.

Principios generales. Objetivos d ellos POES.

Instalaciones adecuadas. Las instalaciones deben
ser concebidas permitiendo el normal desarrollo
de las actividades en el laboratorio de una
manera segura.
Diseño del laboratorio. El diseño de un
laboratorio parte de: la necesidad, el terreno
necesario, las áreas comunes, los sitios de trabajo
y las áreas específicas para cada trabajo. Además,
se debe tener especial cuidado en las necesidades
sobre: ventilación, ambiente, energía, agua y
gases
Equipos de laboratorio. El laboratorio de análisis
debe contar con enseres mobiliarios que deben
ser impermeables y resistentes a los ácidos. El
material de vidrio es imprescindible para el
trabajo de laboratorio, este debe ser de buena
calidad, certificado para trabajo con altas y bajas
temperaturas. También se debe contar con
montajes y equipo en general; baños María,
centrifugas, mecheros, etc.
Instalaciones. Las instalaciones deben ser
programadas para un uso a futuro, no se pueden
planear en el presente, ya que el crecimiento
económico y funcional del laboratorio
entorpecería el trabajo en las áreas.
Los POES cuentan con tres objetivos.
° Controlar los riesgos que existen de
contaminación del producto
elaborado.
° Actividades de limpieza y
desinfección de todas las superficies
que se encuentran en contacto
directo con el alimento antes,
durante y después del proceso.
°Lograr que cada una de las etapas
del proceso de alimentos se
encuentren libres de contaminantes
como: grasa, fluidos, pelaje, óxido,
polvo, detergente, entre otros.
Los principios de las buenas prácticas
de laboratorio (BPL) son utilizados
para realizar ensayos destinados a
obtener los datos sobre las
propiedades y peligrosidad para las
personas, los animales y el medio
ambiente de cualquier sustancia
química.