La película empieza el sábado 30 de junio de 1984 durante la Marcha del orgullo gay en Londres.

Se basa en una historia real en el que un grupo de activistas LGTB recauda dinero para ayudar a
las familias mineras que, durante el gobierno de Margaret Thatcher, se vieron afectadas por el
desmantelamiento y la reconversión de algunas industrias británicas. Entre 1984 y 1985 se
llevaron a cabo numerosas y masivas huelgas mineras como consecuencia de los planes de cierre
de las mismas. Los pozos mineros suponían la principal fuente de ingresos para familias y pueblos
enteros, sobre todo, del sur de Gales. La ministra durante este periodo de tiempo, probó la
efectividad de sus leyes laborales a través de medidas como: la disminución de las ayudas a las
familias huelguistas, como forma de presión para que se incorporaran al trabajo lo antes posible
o, la consideración de no oficiales (o ilegales), aquellas huelgas que no se realizaran a partir de
una votación nacional entre los afiliados al sindicato.

Mark Ashton, activista gay y comunista, funda la asociación LGSM (Lesbians and Gays Support
the Miners). Esta, primero, intenta recaudar fondos para el Sindicato Nacional de Mineros (NUM)
pero como no lo acepta, deciden ponerse directamente en contacto con un pequeño pueblo minero
galés: Onllywyn.

En esta historia se ponen de manifiesto dos realidades:

1. El rechazo entre comunidades. El del mundo rural y social, hacia los gais y, viceversa, ya
que, los propios gais, al inicio, afirman que los mineros no les han ayudado nunca y que no
tiene sentido luchar por su causa;
2. La pretensión reivindicativa como forma de luchar por una causa o enemigo común: el
Gobierno de Margaret Thatcher, la policía y la prensa amarilla. Después de los prejuicios,
miedos y, en definitiva, tabúes, se forjan una serie de alianzas y uniones que, alejando las
diferencias, logra un ambiente de solidaridad y lucha por los derechos sociales y civiles del
colectivo LGTB y de los mineros.

La película, además, hace un guiño a la película Pan y Rosas a través de una canción basada en
un poema que, homenajea a las mujeres trabajadoras que protagonizaron el movimiento
huelguístico de 1908.

Mark es el motor principal de la película, el líder que lleva al resto de compañeros a solidarizarse
con la causa minera. Su premisa era “no puedes ser gay y pensar sólo en lo que les ocurre a los
gais”. Gracias a su iniciativa de viajar con la organización a los pueblos mineros, esta adquirió tal
popularidad que consiguió ser la que más fondos recaudó.

El populismo conservador y radical de Margaret Thatcher consideraba que el poder sindical de

los sindicatos (Trade Unions) era excesivo y, suponía una amenaza al sistema capitalista. Todo
ello, a pesar de que ya existían los Convenios de la OIT “sobre la libertad sindical y la protección

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del derecho de sindicación de 1948” o el “Convenio sobre el derecho de sindicación y de
negociación colectiva de 1949”. Además, en ese momento, Gran Bretaña, conservadora y
religiosa, no apoyaba la homosexualidad. Se pueden ver varias referencias en la película: los
comentarios en la tele hacia la enfermedad del SIDA como castigo hacia los homosexuales o, la
portada del periódico The Sun, que tildaba al colectivo LGTB de pervertidos bajo el título
“Perverts support the Pits” (Los pervertidos apoyan a los mineros).

Sin embargo, LGSM sacó partido a este titular con el que a través de un nuevo eslogan: Pits and
Perverts (Pozos/Mineros y pervertidos) se promocionó un concierto benéfico el 10/12/1984 que
consiguió recaudar bastante dinero a la causa.

Al final, aunque la huelga se acabó y las minas se acabaron cerrando, la amistad forjada entre
mineros y la organización LGSM, hizo que la marcha por el Orgullo Gay del 26 Julio de 1985
fuera encabezada también, por cientos de mineros solidarizados con la causa.

Otros personajes importantes son: Joe, un joven estudiante de cocina oprimido por la intolerancia
de sus padres que busca su identidad; Gethin, un homosexual galés que lleva 16 años sin ver a su
familia; Cliff, uno de los miembros del comité, gay en secreto, que acepta el apoyo del colectivo
desde el inicio o; Sian, una mujer recién llegada al pueblo que, adelantada a su tiempo está cansada
del rol de ama de casa servicial y dedicada exclusivamente a sus hijos. Esta última acabó entrando
en la Universidad y fue la primera mujer en ocupar el cargo de miembro del Parlamento para el
este de Swansea.

Para finalizar, si relacionamos las huelgas mineras con las leyes españolas:

- Con la Constitución. En el art. 28.2 el derecho de huelga se reconoce como un derecho

fundamental, en los siguientes términos: «Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores
para la defensa de sus intereses». El art. 4.1 e) del Estatuto de los Trabajadores también reconoce
como derecho básico de los trabajadores la huelga. Por lo que la huelga minera es legal.

- Con el Real Decreto Ley 17/1977, de 4 de marzo, sobre relaciones de trabajo y, en concreto, con
el art. 11. La huelga de solidaridad o de apoyo llevada a cabo por el colectivo LGTB no sería
ilegal si entendemos que afecta al interés profesional de los mismos.

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