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15/11/2015 05:00 - ACTUALIZADO: 16/11/2015 20:08

Matemáticas, filosofía, lógica y teología son disciplinas del conocimiento humano que se
entrelazan en muchos de sus conceptos hasta el punto de que cuesta diferenciar en qué punto
termina una y empieza la siguiente.

Durante siglos, el infinito se asoció a la idea de Dios, lo único que el hombre se había
acostumbrado a entender como algo sin fin. La asociación era tan potente que Georg Cantor,
matemático del siglo XIX, sufrió el rechazo de sus colegas y sus propios conflictos personales al
tratar de arrojar algo más de luz sobre el concepto de infinito.

Para la mayoría, el infinito es una idea que tratamos levemente en las clases de matemáticas en
el colegio y que después hemos incorporado a nuestro día a día en su aspecto más pedestre:
poco más que una expresión exagerada cuando queremos decir que algo es muy largo, muy
grande o muy alto. Detrás de esa coletilla hay sin embargo un concepto complejo con el que
distintas ciencias lidian de una forma u otra.

1. ¿Es infinito un número?

Infinito es un concepto abstracto que tiene implicaciones en distintas áreas del conocimiento
humano, como la filosofía, las matemáticas o la física. Concretamente en matemáticas a veces se
emplea como un número (se utiliza en algunas operaciones o como forma de contar objetos)
pero no se puede incluir en otros conjuntos numéricos, como el de los enteros o los naturales,
porque se comporta de forma totalmente diferente a todos ellos cuando se somete a las
operaciones matemáticas más básicas.

2. El infinito no crece

Parece obvio, pero no está de más recordarlo porque a veces nos cuesta imaginarlo: el infinito
no tiene fin. Infinito no significa grande, enorme o gigante. No hay en nuestro mundo cotidiano
nada así, así que solemos imaginarnos, por ejemplo, que nos movemos por el espacio en línea
recta y que nunca llegamos al punto donde nos detenemos, o un objeto (un número o el
universo) que crecen sin parar. Pero no es exactamente así. No es que algo se haga infinito, es
que es infinito.
3. Cosas que ocurren al operar con el infinito

Estos son algunos ejemplos de ese comportamiento diferente: si sumas infinito más uno, la
solución sigue siendo infinito, igual que si se lo restas. Cuando algo no tiene fin, eso no cambia
por muchas unidades que sumes o restes.

Otra lección que nos enseñan en el colegio es que cualquier número dividido por infinito es cero.
No es exactamente así, pero sirve para entender el concepto

Otra lección que nos enseñan en las matemáticas del colegio es que cualquier número dividido
por infinito tiene como resultado el número cero. Esto no es exactamente así, ya que se trata de
una indeterminación, aunque sirve para entender el concepto. Si al dividir un número cualquiera
(en este caso uno) entre una cantidad cada vez más alta, el resultado es cada vez más pequeño,
al dividirlo entre infinito, que es el número más alto, el resultado tenderá a ser lo más pequeño
posible, es decir, cero.

¿Y si se divide infinito entre infinito? Ya que la división de cualquier número entre sí mismo es
igual a uno, podríamos pensar que este caso será igual, pero no lo es. La respuesta es que esa
operación es otra indeterminación, y este es el motivo: no todos los infinitos son iguales, y
puesto que es imposible saber con qué tipos de infinitos estamos operando, es imposible saber
cuál sería el resultado.

4. Aquiles, la tortuga y el infinito

Como tantos otros conceptos matemáticos, el del infinito le debe mucho a los filósofos griegos.
El primer problema en torno al infinito que se conoce es la fábula de Aquiles y la tortuga,
planteada por el filósofo Zenón de Elea en el siglo V antes de Cristo. En ella, narraba una carrera
entre Aquiles y una tortuga. El primero es más rápido, así que da cierta ventaja a la segunda.
Cuando Aquiles echa a correr desde el punto A, la tortuga ya está en el punto B; cuando alcanza
ese punto B, la otra ya ha llegado al punto C; él llega a esa posición, pero de nuevo la tortuga se
ha adelantado y ha alcanzado el punto D.
En esta persecución, argumentaba Zenón de Elea, Aquiles nunca ganaría a la tortuga, porque
tendría que recorrer un número infinito de tramos finitos, algo imposible de hacer en un
intervalo de tiempo finito.

5. Finitismo, las matemáticas sin infinito

Leopold Kronecker, matemático alemán que vivió en el siglo XIX, era tremendamente escéptico
con el modo en que se concebía y utilizaba el concepto de infinito en las matemáticas del siglo
XVII y XVIII. Ese escepticismo terminó fraguando en una filosofía matemática llamada finitismo,
una forma extrema de constructivismo según la cual un objeto matemático no existe si no puede
ser construido a partir de números naturales. Como prueba de la relación histórica que ha
habido entre las matemáticas y la teólogía, Kronecker resumió su opinón en la frase: "Dios creó
los números naturales; el resto es obra del hombre".

6. Distintos infinitos

El matemático alemán Georg Cantor dedicó gran parte de su trabajo a finales del siglo XIX a
estudiar el concepto del infinito y de los distintos infinitos. Cantor planteó un modo para
construir los conjuntos numéricos y después establecer el concepto de infinito. Para ello, definió
que dos conjuntos tienen el mismo número de elementos, o la misma cardinalidad, si existe una
función que relacione cada elemento de uno de esos conjuntos con un solo elemento del otro, y
viceversa.

Se supone que un subconjunto siempre tendrá menos elementos que el conjunto al que
pertenece. Esto es así en los conjuntos finitos, pero no en los infinitos

Partiendo de esto, Cantor definió un conjunto como infinito cuando uno de sus subconjuntos
tiene la misma cardinalidad. Esto parece una contradicción, puesto que se supone que un
subconjunto siempre tendrá menos elementos que el conjunto al que pertenece. Esto es así en
los conjuntos finitos, pero no en los infinitos, y aquí va un ejemplo: si relacionamos cada número
par con un número natural (el primero es un subconjunto del segundo), podemos establecer que
al 2 le corresponde el 1; al 4 le corresponde el 2; al 6 le corresponde el 3... Y así podríamos
seguir sin llegar nunca al final.

7. ¿Hay unos infinitos mayores que otros?

Cantor comparó unos conjuntos numéricos con otros y determinó que hay unos infinitos
mayores que otros. Comparó, por ejemplo el conjunto de los números naturales (1, 2, 3, 4,...)
con el de los números reales (que incluyen los racionales, que se pueden representar como
fracciones, y los irracionales, que no se pueden representar como fracciones), y concluyó que
ambos son infinitos, pero este segundo es mayor, puesto que se pueden seguir añadiendo
decimales sin fin, es decir, que no son numerables porque no se pueden relacionar, uno a uno,
con los números naturales.

A pesar de que sus aportaciones fueron fundamentales para la teoría de los conjuntos
abstractos, Cantor fue un incomprendido en su época: sus conclusiones fueron rechazadas por
muchos de sus colegas, que le acusaron incluso de blasfemo, y padeció trastornos mentales que
afectaron a su vida y su trabajo en sus últimos años.

8. Teorema del mono infinito

No es una broma, existe un teorema llamado así, que establece que un mono que pulsase teclas
al azar en una máquina de escribir durante un tiempo infinito casi seguramente terminaría por
escribir cualquier texto que se halle en la Biblioteca Nacional de Francia.

Un mono tecleando un tiempo infinito podría escribir un texto de Shakespeare

Un mono tecleando un tiempo infinito podría escribir un texto de Shakespeare

Este teorema fue enunciado originalmente por el matemático francés Émile Borel en 1913. Él
propuso que si un millón de monos mecanografiase diez horas al día era extremadamente
improbable que produjesen algo parecido a los textos contenidos en una de las bibliotecas mejor
aprovisionadas del mundo, y que aún así era aún menos probable que las leyes de la estadística
no se cumpliesen.
9. El infinito en la física

La física trata de medir las interacciones entre distintos elementos de la naturaleza, como el
tiempo, el espacio, la energía o la materia y por tanto, su relación con el concepto del infinito es
distinta que la que se utiliza en matemáticas. Los físicos utilizan el infinito en sus cálculos
teóricos pero no tanto en las fórmulas con las que tratan de describir fenómenos concretos, ya
que se cree que, salvo excepciones puntuales como los agujeros negros, ningún objeto tiene
masa, energía o espacio infinitos.

Por ejemplo: si existiese un objeto con infinita masa gravitacional, al intentar utilizar cualquier
fórmula para medir su fuerza gravitatoria, el resultado sería siempre infinito, de forma que sería
inútil para determinar la posición o la masa del objeto, para calcular las fuerzas con otro objeto o
para describir sus movimientos. Si existiese un objeto con masa infinita, cualquier objeto con
masa finita se vería atraído hacia él con infinita fuerza, algo que no se observa en la realidad.

Eso no significa que el infinito no se utilice en física, y que no sea muy útil. Por un lado, es
conveniente en muchos cálculos y teorías, donde se emplean series infinitas o funciones que
incluyen el concepto de infinito. Por otro, cuando el resultado de calcular una magnitud física es
infinito, puede ser una señal de que la teoría o el método de cálculo que se está utilizando fallan
o están a punto de fallar.

10. NaN (Not a Number)

La expresión NaN significa Not a Number (no es un número) y cómo responden algunos
lenguajes de programación a cálculos imposibles de realizar, como las raíces negativas o, por
ejemplo, cero dividido entre cero.

No hay forma de responder con sentido a la pregunta '¿Cuánto es cero multiplicado por
infinito?', así que la única respuesta es que no es un número

Si antes contábamos que en el colegio nos enseñan que uno dividido entre cero es igual a
infinito, para estas máquinas, el resultado será igual a NaN, es decir, que no es un número. Lo
mismo ocurrirá con cualquier otro número que queramos dividir entre cero. El matemático
aplicado John Gustafson recoge en esta entrada en Quora algunas curiosidades entorno a NaN y
el infinito para los ordenadores. Por ejemplo, cuenta, infinito menos infinito es igual a NaN, y lo
mismo ocurre si tratas de calcular el resultado de infinito menos la mitad de infinito.

"Cero veces infinito es NaN. Lo intentes como lo intentes, no hay forma de responder con
sentido a la pregunta '¿Cuánto es cero multiplicado por infinito?', así que la única respuesta es
que no es un número", explica Gustafson.

Este artículo ha sido editado para puntualizar una información confusa respecto al trabajo de
Georg Cantor y la cardinalidad de los números naturales y los números reales.

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