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EN LO PRINCIPAL: Cumple lo ordenado; OTROSÍ: Téngase presente.

S.J.L. DE FAMILIA DE CHILLÁN

GISELLA MUÑOZ SOTO, abogada por el requerido, en autos sobre


cumplimiento de Medida de Protección, caratulados Hidalgo Castro, RIT X-
155-2019, a U.S., respetuosamente digo:
Que por medio de este acto vengo en cumplir lo ordenado por U.S., en
resolución de fecha 27 de junio del año en curso, la que en su parte
pertinente ordena que:
“Se instruye a don RODOLFO ANDRÉS HIDALGO SEPÚLVEDA, a fin de que
cumpla con el régimen de visitas decretado por el Tribunal con fecha diez de
junio de dos mil diecinueve, bajo apercibimiento de aplicar arresto y/o multa
en caso de negativa. Sin perjuicio de remitir los antecedentes al Ministerio
Publico para que investigue el delito de desacato. Instrúyase a don RODOLFO
ANDRÉS HIDALGO SEPÚLVEDA, que deberá indicar la forma en que
compensara el régimen incumplido.”
Previo a referirnos a la forma en que se compensará la visita incumplida,
hacemos presente respetuosamente a V.S. que:
1. Efectivamente, se ha establecido una medida cautelar consistente en
un “sistema comunicacional proteccional provisorio” en favor de la
hija de mi representado, la niña María Jesús Hidalgo Castro, con sus
terceros significativos doña Priscila Beltrán Alarcón y doña Graciela
Alarcón Medina, lo anterior por orden de la Corte de Apelaciones de
Chillán. Hacemos hincapié en el carácter provisorio de esta medida,
en virtud del artículo 71 inciso final de la Ley 19.968 que crea los
Tribunales de Familia, lo que bajo ningún respecto constituye un
régimen de relación directa y regular, lo que quedó claro en sentencia
de fecha 11 de marzo de 2019 de este mismo Tribunal, donde se
señala que para lo pertinente se deberá entablar la acción
correspondiente.
2. Que dicho sistema comunicacional consiste en visitas el cuarto
domingo de cada mes, de 12:00 a 19:00 horas y rige hasta el día 12
de agosto de 2019, fecha en que se ha fijado audiencia para revisión
de medida señalada en numeral anterior.
3. Es efectivo que el día domingo 23 de junio de 2019 los terceros
significativos de la niña María Jesús Hidalgo Castro estuvieron en la
casa de mi representado. Lamentablemente la niña no acepta hoy en
día tener contacto con ellos, debido a su actitud de los mismos, como
ha quedado de manifiesto en informe actualizado, que ha ordenado
U.S. y que ha sido acompañado a estos autos con fecha 18 de junio
de 2019 por profesional psicóloga del Cesfam San Ramón Nonato.
4. Evidentemente dicho informe actualizado, confeccionado por
psicóloga del Cesfam San Ramón Nonato, doña Paulina Chavarría
Pineda no se tuvo a la vista en los antecedentes con que contaba
la Corte de Apelaciones de Chillán para ordenar establecer un
régimen comunicacional entre la niña y sus anteriores cuidadores,
por ser posterior a dicha resolución, razón por la cual se analizaron
informes antiguos, que datan de la fecha en que la niña recién había
sido separada de sus antiguos cuidadores, y donde tampoco constaba
por escrito la opinión del Curador Ad Litem, don Erik Rubio Astudillo,
quién estuvo por mantener la incorporación de la niña en su grupo
familiar compuesto por su padre, hermana mayor, hermano menor y
cónyuge de su padre, con el fin de favorecer el fortalecimiento del
vínculo de María Jesús y su familia.
5. Que en ningún momento mi representado ha incumplido
deliberadamente las órdenes de vuestro Tribunal, ni en la causa
proteccional ni en esta que corresponde al cumplimiento de la misma,
mi representado no puede obligar a su hija María Jesús a mantener
un vínculo con figuras que hoy en día le causan angustia, debido a su
comportamiento de hostigarla tanto en su espacio educativo, como
familiar, lo que se corrobora con la reciente información que ha hecho
llegar a S.S., personal del Cesfam San Ramón Nonato, que refuerza lo
que señalamos en orden a que estos mismos profesionales estiman
que la insistencia de los antiguos cuidadores de María Jesús por
conocer antecedentes de su proceso adaptativo tanto en lo psicólogico
como lo social, no corresponde y atenta contra nuestra legislación
vigente.
6. Que las citaciones del Cesfam a mi representado en una primera
instancia se hicieron mediante contacto telefónico por orden de este
Tribunal como consta en resolución de fecha 10 de mayo de 2019, no
pudiendo contactarse por esta vía como se certifica con fecha 15 de
mayo de 2019.
Con fecha 16 de mayo del año en curso se notifica a don Rodolfo Hidalgo
Sepúlveda por intermedio de la profesional que suscribe vía correo
electrónico de la citación que perdió en el Cesfam, por lo mismo doy fe que
vía telefónica las llamadas no entraban o pasaban a buzón de voz, como
también informa un funcionario de este Tribunal. Efectivamente el teléfono
de mi representado sigue siendo el mismo, pero debido a que éste trabaja
fuera de la ciudad de Chillán, temporalmente se encuentra fuera de
cobertura. Mi representado me refiere en aquella oportunidad que antes de
recibir mi correo fue contactado por intermedio de su cónyuge, al teléfono
personal de ésta, momento en el que acude tan pronto como le es posible al
Cesfam, donde se le entrega un horario de atención distinto para su hija
correspondiente al día 14 de junio de 2019, me hace presente que no fue él
quien solicita cambiar la fecha.
Las fechas de evaluación no han sido jamás designadas al arbitrio de mi
representado, él se ha acercado como cualquier usuario y desde que se han
logrado las notificaciones en forma efectiva, don Rodolfo jamás ha
incumplido las citaciones, por tanto las supuestas irregularidades que
detecta la requirente no son más que meras especulaciones, poniendo en
duda gratuitamente y sin mayores antecedentes, la imparcialidad tanto de
la profesional psicóloga que atiende a María Jesús, como a la Asistente
Social que informa a vuestro Tribunal el hostigamiento de que ha sido
víctima como consta en autos. Lo anterior se suma al descrédito que ya se
ha intentado asentar por la contraparte hacia la opinión del Curador Ad
Litem de María Jesús Hidalgo Castro.
Lo anterior deja de manifiesto que cada informe que no es favorable a los
intereses de la contraparte, ha sido puesto en duda por la parte requirente,
intereses que por lo demás, están poniendo por sobre el interés superior de
María Jesús.
Mi representado, en efecto es de profesión psicólogo, más esto no puede
ser considerado en detrimento de su persona, razonando a priori que esto
lo habilita para aprovecharse maliciosamente del sistema, si así fuese no
tendría opción de que otro profesional abierta y libremente evalúe a María
Jesús, ya que todos estarían a juicio de la parte requirente siendo
manipulados por don Rodolfo Hidalgo Sepúlveda.
7. Respecto de la solicitud de la parte requirente en orden a que se
practique un nuevo informe por otra profesional que a su juicio “de
garantías de objetividad y apego estricto a lo ordenado por U.S.”, nos
vamos a oponer, lo anterior en primer término debido a la constante
re victimización a la cual ha sido sometida la niña de autos quien ha
debido ser evaluada en innumerables oportunidades, por psicólogos,
asistentes sociales, curador ad litem, profesionales de su colegio
antiguo y actual, relatando una y otra vez los hechos materia de esta
causa, reviviendo constantemente problemas que se han suscitado
entre sus adultos cuidadores, lo que finalmente le produce un
menoscabo evidente que no le permite lograr la tranquilidad de vivir
con su familia y sentirse protegida como todo niño y niña se merece.

Y en segundo término nos oponemos ya que el fundamento de la solicitud


no es más que una mera desconfianza de la requirente, infundada por lo
demás, basándose en las fechas en que ha acudido mi representado, lo que
fácilmente puede ser indagado mediante oficio al Cesfam San Ramón
Nonato, unido a la supuesta animadversión de las profesionales tratantes
de la niña de autos, con las requirentes, profesionales que no tienen por qué
entregar información que es de carácter reservada, ya que la persona que
ingresa al programa es María Jesús y no las requirentes (al menos hasta
este momento), puesto que la finalidad de esta inserción es específicamente
evaluar si es o no relevante mantener el vínculo con sus anteriores
cuidadores y que esto no signifique un retroceso para la niña.
Es por todo lo anteriormente expuesto que venimos en solicitar
que, para dar cumplimiento a lo ordenado, esto es designar cómo y
cuándo, en caso que sea necesario, se compensará la visita que
supuestamente se incumplió por mera voluntad de mi representado, se
adelante la audiencia fijada para el día 12 de agosto del año en curso,
donde puedan exponerse los antecedentes que constan al día de hoy en
autos, y sólo en caso de ser estrictamente necesario a juicio de S.S., se
cite a la niña de autos y se tome en cuenta su opinión en virtud de los
artículos 16 y 69 de la Ley 19.968 que crea los Tribunales de Familia.
POR TANTO,
RUEGO A U.S., tener por cumplido lo ordenado señalando por parte de mi
representado que su hija no desea cumplir las visitas ordenadas por U.S.,
designando por tanto fecha y hora para audiencia próxima, si así lo estima
conveniente, a fin de que se expongan los antecedentes que constan en
autos y se discuta cómo compensar visita oyendo a la niña sólo en caso de
ser estrictamente necesario.
OTROSÍ: Que, por medio de este acto, hacemos presente que respecto del
supuesto delito de desacato en que habría incurrido mi representado,
estamos por una interpretación restrictiva del derecho penal, en la medida
que se orienta hacia una aplicación como medida de última ratio, se debe
tener en cuenta que sólo configuran el delito de desacato el incumplimiento
de resoluciones judiciales, cuyos efectos sean permanentes en el tiempo,
excluyéndose por consiguiente aquellas resoluciones cuyos efectos son
transitorios o temporales, los que generan una sanción procesal que la
propia ley debería disponer o establecer, es este caso apercibimiento y
multa.
No se advierte en la acción desplegada por mi representado, la
existencia de un actuar desafiante en contra las decisiones judiciales con
un afán de incumplirlas, sino más bien una mera desobediencia en orden a
proteger a su hija María Jesús, para cuyo incumplimiento existen
mecanismos procesales y de apremios que tienden a sancionar tal
circunstancia, resultando ser alternativas más proporcionales y apropiadas
a la eventual contravención de mi representado, como mecanismo dirigido
a compelerlo a cumplir o castigar el simple incumplimiento en que pudo
haber incurrido. Una interpretación distinta importaría transgredir el
principio básico y elemental que inspira el derecho penal por cuanto el
procedimiento de contención o represión de infracciones que por su
relevancia o trascendencia, debe necesariamente operar como medida de
último recurso.
POR TANTO,
RUEGO A U.S., se tenga presente lo anterior para todos los efectos legales.

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