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CAPÍTULO
BRIOFITAS
A B
C D
122
Figura 8.4. A. Musgos sobre tierra, B. sobre rocas, C. sobre corteza y D. hepática epífita sobre hojas. © A. Motito.
(amantes a la sombra), las fotófitas o heliófi- en desaparecer (Gradstein, 1997). Richards
tas (amantes a la luz solar) y las generalistas (1954) y Pócs (1982) describieron las comu-
(crecen tanto a la sombra como expuestas a la nidades de musgos, hepáticas y antocerotes
luz solar) (Richards, 1954; Cornelissen y Ter que pueden vivir sobre los troncos en des-
Steege, 1989 y Gradstein et al., 2001). La ma- composición, siendo los más abundantes los
yor cantidad de táxones epífitos viven sobre musgos pleurocárpicos y las hepáticas de la
corteza (corticícolas; Fig. 8.4C) (Schofield, familia Lejeuneaceae, ambos grupos crecen
1985; Dauphin, 1999). formando una densa alfombra.
son las principales fuentes de nutrientes para dio de dos valvas. En Cuba se encuentran tres
estas plantas (Casas y Sáiz, 1982). órdenes, tres familias (una de cada orden) y
cinco géneros.
La sensibilidad a la polución es mayor en los
táxones epífitos, resulta menor en los rupí- ӧӧ Orden Anthocerotales: Anthocerotaceae
colas y aún mucho menor en las formas que (Anthoceros)
crecen sobre el suelo (Matteri, 1998). Debido ӧӧ Orden Phymatocerales: Dendrocerota-
a esta cualidad las plantas no vasculares son ceae (Dendroceros y Nothoceros)
utilizadas como bioindicadores de la con- ӧӧ Orden Notothyladales: Notothyladaceae
taminación del aire con metales pesados e (Notothylas y Phaeoceros).
isótopos radioactivos (Bolyukh, 1994; Gup-
ta, 1995; Herpin et al., 1997; Tonguc, 1998 y Las especies de la familia Anthocerotaceae se
Bates, 2000), del agua (Schofield, 1985; Del- reconocen por ser plantas talosas verde oscu-
gadillo y Cárdenas, 1990 y Martínez Abaigar ras a negras en los materiales de herbarios.
et al., 1993) y de depósitos minerales en el Usualmente forman rosetas de 10-15 mm de
suelo (Schofield, 1985 y Bargagli et al., 1995). diámetro; sin nervadura media y con colonias
Gilbert (1968) señaló que la respuesta a la de Nostoc. Los esporofito tienen estomas en la
contaminación por dióxido de azufre se ini- cápsula y la columela está bien desarrollada.
cia con una decoloración de los extremos de Las esporas son negras; pseudoeláteres par-
las hojas, la cual progresa gradualmente hasta dos de 1-4 elaterios de paredes delgadas con
que todas las hojas y tallos pierden su clorofi- engrosamientos irregulares, nunca en espiral.
la. Leblanc y De Sloover (1970) y Nash y Nash En Cuba solo se conocen especies del género
(1974) indicaron que los protonemas son más Anthoceros (Fig. 8.1).
sensibles a los contaminantes que los gameto-
fitos adultos, lo que sugiere que la ausencia de La familia Dendrocerotaceae, con sus géne- 123
briofitas en ambientes contaminados puede ros Nothoceros (Fig. 8.5A) y Dendroceros (Fig.
estar condicionado por el bloqueo de su ciclo 8.5B) son los únicos géneros epífitos dentro
reproductivo. de la división. Generalmente son plantas ver-
de amarillentas con talo macizo; con o sin
Taxonomía de los Briofitos Cubanos nervadura media; cloroplastos conspicuos.
Los esporofitos son erectos y no tienen esto-
División Anthocerotophyta mas. Las esporas son verdes; pseudoeláteres
rectangulares con engrosamientos en espiral.
La división de los antocerotes es la más pe-
queña de las plantas no vasculares y se carac- La familia Notothyladaceae, es la más abun-
terizan por tener un gametofito taloso, con dante y sus integrantes se caracterizan por ser
simetría dorsiventral, lobulado, con márge- plantas verde amarillentas. Los gametofito no
nes enteros, sinuosos o crispados, multiestra- tienen nervadura media y los esporofitos son
tificados. Sus células poseen un cloroplasto erectos o proyectados horizontalmente sobre
grande y laminar, sin cuerpos de grasa (oleo- el talo. La cápsula puede o no tener estomas;
cuerpos). El tejido interno tiene usualmente las esporas son amarillas o pardas; pseudoelá-
grandes cavidades donde generalmente se teres redondeados o rectangulares. Los gé-
encuentran colonias simbióticas de Nostoc, neros Notothylas y Phaeoceros se diferencian
visibles como manchas oscuras. Los game- por la posición del esporofito, en el primero
tangios están inmersos en el talo. Los esporo- está proyectado horizontalmente sobre el ga-
fitos se proyectan a partir de la superficie del metofito, mientras que en el segundo el espo-
talo (Fig. 8.1) y son de color verde y negruz- rofito es erecto y linear.
co después de la dehiscencia de la cápsula.
Esta última es angosta, de forma cilíndrica a
filiforme, con esporas, pseudoeláteres y co-
lumela, su dehiscencia se produce por me-
Motito y Rivera
A B C
D E F
Figura 8.8. A. Sphagnum meridense con esporofito, B. Polytrichum juniperinum, plantas masculinas, C. Fissidens polypo-
dioides con esporofito, D. Leucobryum martianum, E. Calymperes erosum y F. Octoblepharum albidum. © J. Mercado (A) y
© A. Motito (B, C, D, E, F).
Motito y Rivera
precipitación, en este caso conviene llevar como la pendiente, los tipos de formaciones
estas muestras a sobres de papel lo más rá- vegetales y los criterios asumidos al hacer el
pido posible para evitar su deterioro y con- diseño de muestreo. Se realiza la recolecta de
taminación con hongos. Posteriormente, los todas las plantas no vasculares presentes en
sobres se colocan en el saco o la bolsa para los transectos independientemente el sustra-
su secado al aire o al sol, y luego se trasladan to sobre el que se encuentre. Es importante
al laboratorio. identificar mediante señales el trazado del
transecto ya que podría garantizar realizar
Algunos recolectores recomiendan prensar réplicas temporales. Los transectos deben
a los antocerotes y hepáticas talosas similar a disponerse entre 5 -10 m de la orilla del ca-
como se realiza con las plantas vasculares. Sin mino o del límite del bosque para evitar el
embargo, la experiencia cubana demuestra efecto de borde.
que este proceso no es necesario. En el caso
de las hepáticas foliosas y musgos la presión Muestreo por parcelas. En este caso se
ejercida durante el prensado puede deformar utilizan parcelas cuadradas para realizar el
los tallos y alterar la disposición de las hojas inventario de las plantas no vasculares. En los
o la forma de la cápsula. En el caso de las bosque húmedos (pluviales y siempreverdes)
muestras recolectadas en zonas de alta pre- donde la riqueza y diversidad de los musgos,
cicpitación o en medios acuáticos, es aconse- hepáticas y antocerotes suele ser elevado,
jable presionar ligeramente entre las manos es recomendable, a partir de la experiencia
las muestras que se recolecten para eliminar obtenida, realizar parcelas de muestreos de
el exceso de agua. 1000 m2 (1/10 de hectárea). Cada una de estas
parcelas se subdivide en nueve subparcelas de
MÉTODOS DE INVENTARIO 2 × 2 m, distribuidas en los cuatro ángulos y
cinco en la parte central. Se realiza la recolec- 129
Inventario de especie. Consiste en listar las ta de todas las plantas no vasculares presentes
especies avistadas en el área de estudio. Las en las subparcelas independientemente del
recolectas se realizan de manera intensiva, sustrato sobre el que se encuentre.
sin que exista un recorrido predeterminado:
a orillas y talud del camino, cañadas y en el epifitismo. Este método se utiliza para de-
interior del bosque, muestreando todos los terminar la composición y riqueza vertical
posibles microhábitats donde estas plantas en los forófitos (plantas que sirven de sus-
pueden crecer. De esa manera se puede reco- trato a otras plantas, pero no lo parasitan).
lectar el mayor número de especies en menor Tambien es útil en estudios de evaluación del
tiempo. La realización de listas de especies de estado de conservación del ecosistema, pues
briofitas in situ no es un método confiable ya las briofitas epífitas poseen alta sensibilidad
que requiere de una elevada experiencia y co- ante los cambios ambientales y pueden ser
nocimiento taxonómico. Debido a la propia empleadas como bioindicadores. Este méto-
biología del grupo, es complicado reconocer do tiene varias etapas, las que se explican a
especies o incluso géneros a simple vista. continuación:
clima del sitio. El investigador define según bre de recolecta por un sobre de herbario lue-
sus objetivos cuales son los forófitos a evaluar. go de ser apropiadamente identificado. Para la
confección de un sobre de herbario se puede
3. Para un estudio preciso sobre la localiza- emplear una hoja tipo carta (21,5 × 28 cm).
ción de los musgos, hepáticas y antocerotes se Se realiza el primer doblez transversal (parte
utiliza la zonificación del forófito propuesto inferior de la hoja) a los 10 cm, el extremo
por Gradstein et al. (2003) (Fig. 8.9). En ge- opuesto se dobla 8 cm sobre el primero y los
neral se pueden trabajar en todas las zonas o extremos libres se doblan hacia adentro unos
en alguna seleccionada según los objetivos de 3,5 cm (Fig. 8.10). El sobre resultante mide
la investigación. Es necesario esclarecer que unos 14,5 × 10 cm aproximadamente, no obs-
la zonificación del forófito puede modificarse tante, estas medidas son relativas al tamaño de
teniendo en cuenta la estructura de la forma- la hoja de papel utilizado. Dentro del sobre se
ción vegetal. introduce la etiqueta del herbario con toda la
información del material.
4. Realizada la zonificación del forófito se
procede a la recolecta de los individuos pre- El material seco que se coloca en el sobre de
sentes, siguiendo el método tradicional o herbario no debe llevar porciones excesivas de
definiendo subparcelas (10 × 10 cm); para sustrato, ya que esto ocasiona que los extremos
abarcar toda la zona seleccionada. del sobre se abran, se salgan las muestras y
se deterioren los sobres con mayor rapidez.
5. Caracterización del forófito teniendo en Los ejemplares identificados y ensobrados se
cuenta parámetros físicos-químicos de la cor- encuentran listos para ser incorporados a la
teza como: pH, humedad y rugosidad. Esto colección o herbario. La colección puede or-
podría ser útil para explicar la preferencia de
130 un forófito sobre otro.
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