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8

CAPÍTULO

BRIOFITAS

Musgo de la familia Orthotrichaceae


8
BRIOFITAS

Angel Motito Marín


Yoira Rivera Queralta

Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad


Meteorium sp. © A. Motito
INTRODUCCIÓN formadas, casi siempre, por una sola capa de
células sin cutícula protectora, lo que las hace

E n el Reino vegetal se reconocen dos


grupos de plantas: las traqueofitas y las
briofitas. El primer grupo comprende a las
muy susceptible a las variaciones atmosféri-
cas. Son considerados organismos poiqui-
lohídricos, ya que son incapaces de regular
plantas vasculares, las cuales tienen un gran la pérdida de agua y dependen de los niveles
porte o tamaño, muestran un sistema de con- de humedad del medio, no obstante, estas
ducción desarrollado y presentan estructuras plantas tienen la capacidad de soportar largos
complejas; este grupo incluye a las plantas con períodos de desecación y después reiniciar su
semillas, helechos y afines. El segundo grupo, metabolismo normal.
conocido como briofitas o plantas no vascu-
lares, agrupa a plantas que tienen un tamaño Clasificación de las Briofitas
pequeño, con estructuras más sencillas que
las plantas vasculares y carecen de sistema Las plantas no vasculares han sido tratadas
de conducción desarrollado. No obstante, en por diferentes autores en diversos sistemas
este grupo existen células que forman estruc- de clasificación (Dixon, 1932; Reimers, 1954;
turas rudimentarias a manera de un cordón, Robinsons, 1971, Crosby y Magill, 1977).
encargadas de la distribución del agua y los La clasificación más generalizada incluía
productos de la fotosíntesis en disolución. en la División Bryophyta a tres clases: An-
thocerotopsida, Hepaticopsida y Bryopsida.
Popularmente estas plantas son conocidas Actualmente, estudios moleculares han de-
como musgos (Magill, 1990). Sin embargo, mostrado que las plantas no vasculares son
este término en ocasiones crea confusiones, un grupo parafilético que converge evoluti-
ya que con ese mismo vocablo se han nom- vamente y comparten caracteres afines. Por
brado a otros organismos dentro del Reino consenso se tratan como tres divisiones inde-
Plantae o de otros reinos (Monera y Protoc- pendientes: Anthocerotophyta (antocerotes),
tista), por ejemplo: “musgos de Irlanda” a un Marchantiophyta (hepáticas) y Bryophyta
alga roja (Strasburger et al., 1971 y Villee, (musgos) (Shaw y Renzaglia, 2004; Cargill et
1974), “musgos de Islandia” y “musgo cani- al., 2005; Duff et al., 2007; Goffinet y Shaw,
no” a algunos líquenes (González et al., 1926; 2009).
Villee, 1974), “musgo derecho” a un licopo-
dio (González et al., 1926) y “musgo espa- La División Anthocerotophyta (antocerotes)
ñol” o “barbas de viejo” a Tillandsia usneoides (Fig. 8.1) incluye 215 especies en 14 géne-
(Strasburger et al., 1971; Villee, 1974). ros y cinco familias bien establecidas a nivel
mundial. La homogeneidad morfológica de
Las briofitas, por lo general, solo llegan a al- los integrantes de esta división son la causa
canzar unos pocos centímetros de alto y están de que su clasificación se mantenga caótica
(Villarreal y Renzanglia, 2006; Renzanglia et
Motito Marín, A. y Y. Rivera Queralta. 2017. Briofitas. Pp. 118-133. En: Diversidad biológica de Cuba: métodos
de inventario, monitoreo y colecciones biológicas (C. A. Mancina y D. D. Cruz, Eds.). Editorial AMA, La Habana,
502 pp.
Motito y Rivera

Figura 8.1. Antocerote con esporofito del género Anthoce- B


ros. © Y. Rivera.
al., 2009). Las peculiaridades morfológicas, el
desarrollo del esporofito, la presencia de clo-
roplastos y de las colonias de Nostoc (ciano-
bactarias), entre otras características, diferen-
cian este grupo del resto de los integrantes del
Reino Plantae. Esta división con frecuencia es
tratada como un orden dentro de Hepaticop-
120 sida (actual división Marchantiophyta), por
su parecido a las hepáticas talosas. Los anto-
cerotes habitan en lugares húmedos, abiertos,
en suelos perturbados y mineralizados de ríos Figura 8.2. A. Hepática talosa con esporofito y B. Hepática
y montañas y ampliamente distribuidos en foliosa. © Y. Rivera.
zonas templadas y subtropicales del mundo
(Frey y Stech, 2005). Dentro de las briofitas es el grupo más di-
verso y morfológicamente más complejo; el
La División Marchantiophyta (hepáticas) gametofito siempre tiene morfología foliosa.
incluye alrededor de 5 000 especies en unos
391 géneros y 77 familias. Constituye un gru- La flora briológica cubana es relativamente
po muy diverso en formas y estructuras y se conocida; su estudio se remonta a la obra de
reconocen dos tipos morfológicos: hepáticas Montagne (1895), quien describe e ilustra
talosas (Fig. 8.2A) y hepáticas foliosas (Fig. varias de las especies cubanas. Un trabajo
8.2B). Se pueden encontrar en hábitats per- importante en esa época fue el de Sullivant
turbados y en ecosistemas naturales, prefe- (1861), quien en su Musci cubenses, inclu-
rentemente en lugares húmedos y sombrea- yó 130 especies de musgos recolectados por
dos (Gradstein et al., 2001; Crandall-Stotler Charles Wright en la región oriental de Cuba
et al., 2009). entre los años 1856 y 1858. Otros estudios
clásicos son los realizados por León (1933),
La División Bryophyta (musgos) (Fig. 8.3) Thériot (1939, 1940, 1941) y Welch (1950).
tiene aproximadamente 13 000 especies agru- A partir de la década de los setenta del siglo
padas en 913 géneros y 114 familias (Goffinet pasado, se profundiza en el estudio de los an-
et al., 2014). Los musgos comprenden la se- tocerotes, hepáticas y musgos debido al desa-
gunda División más diversa entre las plantas rrollo de especialistas nacionales; entre estos
terrestres y han colonizado todos los hábi- trabajos podemos mencionar los trabajos
tats excepto el marino (Goffinet et al., 2009). de Reyes (1979, 1981,1982, 1987), Schubert
(1978), Duarte (1995, 1997), Motito (2012,
Capítulo 8. Briofitas

chill y Linares, 1995). Se pueden encontrar


ocupando diferentes tipos de sustratos: tie-
rra, roca, madera podrida, hojarasca, humus
y sobre la base de troncos, ramas y hojas de
árboles y arbustos (Fig. 8.4).

La abundancia de los que crecen sobre la tie-


rra (Fig. 8.4A) puede variar en dependencia
del tipo de vegetación; Frahm y Gradstein
(1991) y Gradstein et al. (2001) señalaron que
en los bosques secos y esclerófilos las brio-
fitas son menos frecuentes, ya que el suelo
se encuentra cubierto por una densa capa de
Figura 8.3. Musgo con esporofito. © Y. Rivera. hojas muertas que no permiten su crecimien-
to. En los bosques lluviosos son más abun-
2014), Motito y Potrony (2005a, 2005b, 2010, dantes debido a la gran riqueza de humus y
2015), Motito et al. (2013), Mustelier (2005a, materia orgánica en descomposición que se
2005b, 2005c, 2006, 2012), Mustelier y Vica- acumula. Existen algunos musgos de la fa-
rio (2000), Potrony y Motito (2005, 2006) y milia Polytrichaceae que prefieren los suelos
Rivera (2012, 2013). ácidos (Brugues et al., 1982). En los suelos
procedentes de rocas ultramáficas abundan
Los estudios anteriormente citados indican táxones acidófilos, el endemismo es relativa-
que en Cuba las plantas no vasculares están mente alto, aunque en su mayor parte no son
representadas por las tres divisiones. Hasta endémicos de las serpentinas (Hattori, 1955;
la fecha la flora briológica cubana asciende a Lewis et al., 2004). 121
924 táxones (Tabla 8.1) y la mayor diversidad
de especies se encuentra en lugares húme- La presencia de las briofitas que colonizan la
dos y sombríos, en el interior de los bosques, superficie de las rocas (Fig. 8.4B) está condi-
así como en las cañadas u orillas de ríos y cionado por los niveles de sombra, humedad,
arroyos. rugosidad de la superficie y la composición
química de la roca (Schofield, 1985). Pueden
existir determinados grupos con preferencias
Tabla 8.1. Número de especies de antocerotes, hepáticas y hacia las rocas silíceas o calizas, siendo es-
musgos en el Neotrópico y Cuba. tos últimos menos tolerantes a la desecación
Plantas no vasculares Neotrópico Cuba (Schofield, 1985).
Anthoceotophyta (antocerotes) ≈ 25-30 9
Por otra parte, el epifitismo en plantas no vas-
Marchantiophyta (hepáticas) ≈ 1350 500 culares está determinado por la humedad, la
Byophyta (musgos) ≈ 2600 415 disponibilidad de nutrientes y la tolerancia
a la desecación (Schofield, 1985; Delgadillo
y Cárdenas, 1990). En este grupo se obser-
Hábitats de las briofitas van diferencias fisiológicas en dependencia
del lugar que ocupen en el árbol. Las que
Las briofitas tienen diferentes formas de creci- se encuentran en el dosel requieren de una
miento en dependencia de su capacidad para mayor iluminación y son más tolerantes a la
adaptarse a los diversos microambientes den- desecación, mientras que las que viven en la
tro del bosque. Estas formas de crecimiento base de los troncos necesitan menos ilumi-
están condicionadas por la competencia y las nación y son más susceptibles a los cambios
condiciones abióticas, principalmente rela- de humedad (Schofield, 1985). En la distri-
cionadas con el agua (Gimingham y Smith, bución vertical de estos grupos epífitos se
1971; Mägdefrau 1982; During, 1992; Chur- pueden distinguir las comunidades esciófitas
Motito y Rivera

A B

C D

122

Figura 8.4. A. Musgos sobre tierra, B. sobre rocas, C. sobre corteza y D. hepática epífita sobre hojas. © A. Motito.
(amantes a la sombra), las fotófitas o heliófi- en desaparecer (Gradstein, 1997). Richards
tas (amantes a la luz solar) y las generalistas (1954) y Pócs (1982) describieron las comu-
(crecen tanto a la sombra como expuestas a la nidades de musgos, hepáticas y antocerotes
luz solar) (Richards, 1954; Cornelissen y Ter que pueden vivir sobre los troncos en des-
Steege, 1989 y Gradstein et al., 2001). La ma- composición, siendo los más abundantes los
yor cantidad de táxones epífitos viven sobre musgos pleurocárpicos y las hepáticas de la
corteza (corticícolas; Fig. 8.4C) (Schofield, familia Lejeuneaceae, ambos grupos crecen
1985; Dauphin, 1999). formando una densa alfombra.

Cuando las condiciones de humedad en el Las briofitas como indicadores de


bosque son elevadas las briofitas se pueden contaminación ambiental
encontrar creciendo sobre las hojas vivas de
los árboles y arbustos, estos epífilos se carac- Este grupo de plantas son más sensibles a
terizan por ser plantas muy pequeñas, de co- la contaminación atmosférica que las plan-
lores pálidos (Fig. 8.4D). Crecen formando tas vasculares. Esta sensibilidad parece estar
tapices y producen abundantes rizoides agru- asociada con la facilidad de acumular las sus-
pados formando “discos adhesivos”, lo cual tancias tóxicas del medio ya que sus hojas no
posibilita su fijación a la superficie de la hoja. poseen una capa epidérmica diferenciada ni
Son menos abundantes en el dosel del bosque cutícula, sino que generalmente consta de un
y son los más vulnerables a cualquier cambio solo estrato de células expuestas directamen-
en la composición o destrucción de la vege- te al aire. Las sales minerales y los aerosoles
tación, siendo uno de los primeros grupos suministrados por la lluvia y la deposición,
Capítulo 8. Briofitas

son las principales fuentes de nutrientes para dio de dos valvas. En Cuba se encuentran tres
estas plantas (Casas y Sáiz, 1982). órdenes, tres familias (una de cada orden) y
cinco géneros.
La sensibilidad a la polución es mayor en los
táxones epífitos, resulta menor en los rupí- ӧӧ Orden Anthocerotales: Anthocerotaceae
colas y aún mucho menor en las formas que (Anthoceros)
crecen sobre el suelo (Matteri, 1998). Debido ӧӧ Orden Phymatocerales: Dendrocerota-
a esta cualidad las plantas no vasculares son ceae (Dendroceros y Nothoceros)
utilizadas como bioindicadores de la con- ӧӧ Orden Notothyladales: Notothyladaceae
taminación del aire con metales pesados e (Notothylas y Phaeoceros).
isótopos radioactivos (Bolyukh, 1994; Gup-
ta, 1995; Herpin et al., 1997; Tonguc, 1998 y Las especies de la familia Anthocerotaceae se
Bates, 2000), del agua (Schofield, 1985; Del- reconocen por ser plantas talosas verde oscu-
gadillo y Cárdenas, 1990 y Martínez Abaigar ras a negras en los materiales de herbarios.
et al., 1993) y de depósitos minerales en el Usualmente forman rosetas de 10-15 mm de
suelo (Schofield, 1985 y Bargagli et al., 1995). diámetro; sin nervadura media y con colonias
Gilbert (1968) señaló que la respuesta a la de Nostoc. Los esporofito tienen estomas en la
contaminación por dióxido de azufre se ini- cápsula y la columela está bien desarrollada.
cia con una decoloración de los extremos de Las esporas son negras; pseudoeláteres par-
las hojas, la cual progresa gradualmente hasta dos de 1-4 elaterios de paredes delgadas con
que todas las hojas y tallos pierden su clorofi- engrosamientos irregulares, nunca en espiral.
la. Leblanc y De Sloover (1970) y Nash y Nash En Cuba solo se conocen especies del género
(1974) indicaron que los protonemas son más Anthoceros (Fig. 8.1).
sensibles a los contaminantes que los gameto-
fitos adultos, lo que sugiere que la ausencia de La familia Dendrocerotaceae, con sus géne- 123
briofitas en ambientes contaminados puede ros Nothoceros (Fig. 8.5A) y Dendroceros (Fig.
estar condicionado por el bloqueo de su ciclo 8.5B) son los únicos géneros epífitos dentro
reproductivo. de la división. Generalmente son plantas ver-
de amarillentas con talo macizo; con o sin
Taxonomía de los Briofitos Cubanos nervadura media; cloroplastos conspicuos.
Los esporofitos son erectos y no tienen esto-
División Anthocerotophyta mas. Las esporas son verdes; pseudoeláteres
rectangulares con engrosamientos en espiral.
La división de los antocerotes es la más pe-
queña de las plantas no vasculares y se carac- La familia Notothyladaceae, es la más abun-
terizan por tener un gametofito taloso, con dante y sus integrantes se caracterizan por ser
simetría dorsiventral, lobulado, con márge- plantas verde amarillentas. Los gametofito no
nes enteros, sinuosos o crispados, multiestra- tienen nervadura media y los esporofitos son
tificados. Sus células poseen un cloroplasto erectos o proyectados horizontalmente sobre
grande y laminar, sin cuerpos de grasa (oleo- el talo. La cápsula puede o no tener estomas;
cuerpos). El tejido interno tiene usualmente las esporas son amarillas o pardas; pseudoelá-
grandes cavidades donde generalmente se teres redondeados o rectangulares. Los gé-
encuentran colonias simbióticas de Nostoc, neros Notothylas y Phaeoceros se diferencian
visibles como manchas oscuras. Los game- por la posición del esporofito, en el primero
tangios están inmersos en el talo. Los esporo- está proyectado horizontalmente sobre el ga-
fitos se proyectan a partir de la superficie del metofito, mientras que en el segundo el espo-
talo (Fig. 8.1) y son de color verde y negruz- rofito es erecto y linear.
co después de la dehiscencia de la cápsula.
Esta última es angosta, de forma cilíndrica a
filiforme, con esporas, pseudoeláteres y co-
lumela, su dehiscencia se produce por me-
Motito y Rivera

A En el orden Metzgeriales los talos son unies-


tratificados a ambos lados de un eje cilíndrico
en la línea media; en el orden Marchantiales
el talo presenta una estructura interna dife-
renciada, incluyendo un parénquima cloro-
fílico, uno de reserva y numerosos poros que
comunican con cámaras aéreas. En ocasiones
se presentan escamas laminares pluricelula-
res dispuestas en una o más hileras, incoloras
o púrpuras (Marchantia).

Los órganos sexuales, anteridios y arquego-


nios, se pueden encontrar cubiertos por un
involucro o sumergidos en cámaras especia-
B les en la superficie dorsal del talo. En algunos
géneros se presentan prolongaciones del talo
formadas por un pedúnculo perpendicular y
un receptáculo de forma discoidal que con-
tiene los órganos sexuales. En tales casos,
las prolongaciones que sostienen los arque-
gonios se conocen con el nombre de arque-
gonióforo y las que sostienen los anteridios
como el anteridióforo.

124 El esporofito está formado por el pie, una seta


usualmente hialina y una cápsula donde se
producen las esporas. La cápsula está cubierta
Figura 8.5. A. Nothoceros vicentianus y B. Dendroceros cris- por la caliptra hasta su madurez y general-
pus, nótese en ambos casos la presencia de los esporofitos mente aparece rodeadas de estructuras pro-
erectos o proyectados sobre el talo. © Y. Rivera. tectoras (involucro o pseudoperianto), esta
División Marchantiophyta cápsula usualmente se abre en cuatro valvas.

A pesar de la variabilidad estructural de este Las hepáticas talosas presentes en Cuba se


grupo se pueden diferenciar dos formas gene- agrupan en cuatro órdenes, nueve familias y
rales: las hepáticas talosas y las foliosas. Am- 12 géneros.
bas formas presentan simetría dorsiventral,
o sea, se diferencia claramente una superficie ӧӧ Orden Marchantiales: Aytoniaceae (Aste-
dorsal o superior y una ventral o inferior. rella), Dumortieraceae (Dumortiera), Riccia-
ceae (Riccia, Ricciocarpos), Marchantiaceae
Hepáticas talosas (Marchantia) y Monocleaceae (Monoclea).
ӧӧ Orden Metzgeriales: Aneuraceae (Aneu-
Las hepáticas talosas presentan un gametofito ra, Riccardia), Metzgeriaceae (Metzgeria).
aplanado, usualmente con ramificación dico- ӧӧ Orden Fossombroniales: Fossombronia-
tómica y bilobulado en el ápice. Cuentan con ceae (Fossombronia).
una gran diversidad anatómica que va, desde ӧӧ Orden Pallaviciniales: Pallaviciniaceae
los compuestos por una sola capa de células (Pallavicinia, Symphyogyna).
en las formas más simples a otros más com- ӧӧ
plejos con un gametofito diferenciado, en el Las dos familias más abundantes y diversas
que la parte media del cuerpo está formada en Cuba son Marchantiaceae y Metzgeriaceae
por varias capas de células. (Fig. 8.6 y 8.7), ambas representadas por un
único género, Marchantia y Metzgeria, res-
Capítulo 8. Briofitas

Figura 8.7. Hábito de Metzgeria sp. © Y. Rivera.


verde oscuro, con numerosos pelos en los
márgenes de los receptáculos y rizoides lar-
gos y tuberculados en la superficie ventral del
talo, radiando hacia los márgenes. En Cuba
se encuentra la especie D. hirsuta, que es
abundante en bosques pluviales montanos,
en suelos o rocas húmedas, a menudo cerca
Figura 8.6. Talos de Marchantia sp., A. con poros y concep- de corrientes de agua. 125
táculo y B. con arquegonióforo. © Y. Rivera.
pectivamente. Las especies del género Mar- Hepáticas foliosas
chantia (Fig. 8.6) se distinguen por presentar
un gametofito verde oscuro, con poros com- El gametofito en este grupo de hepáticas está
puestos y receptáculos en forma de copa so- formado por un eje principal (tallo o cauli-
bre la superficie dorsal del gametofito, donde dio) en el cual se insertan diagonalmente dos
se desarrollan yemas grandes y discoidales. hileras de hojas (filidios) dorsales y una terce-
Las especies más abundantes en Cuba son: M. ra hilera ventral, generalmente reducidas en
chenopoda y M. polymorpha, ambas comunes tamaño o ausentes, conocidas también como
sobre suelos y rocas húmedas, en taludes o la- anfigastrios. Las hojas son generalmente de
deras, con frecuencia en hábitats perturbados una capa de células, enteras o lobuladas, sin
por el hombre, a veces consideradas como in- nervadura media, las células en su mayoría
trusas en jardines y plantaciones. son hexagonales o redondeadas, con nume-
rosos cloroplastos y usualmente oleocuerpos
El género Metzgeria (Fig. 8.7), de la familia y las paredes celulares frecuentemente con
Metzgeriaceae, se caracteriza por presentar trígonos. Los gametangios se localizan en ra-
un gametofito pequeño de color verde ama- mas laterales cortas o sobre el tallo principal;
rillento, delgado, bifurcado, con un nervio los anteridios son esféricos, con frecuencia en
medio delgado, numerosos pelos en el mar- las axilas de las hojas perigoniales reducidas
gen, los gametangios en posición ventral y de y los arquegonios rodeados por un perianto
hábitat mayormente epífito. formado por la fusión de las hojas. El espo-
rofito es semejante al de las hepáticas talosas,
Debe destacarse también a la familia mo- así como la dehiscencia de la cápsula y la ma-
notípica Dumortieraceae; su único género, duración de las esporas.
Dumortiera se reconoce por su gametofito
Motito y Rivera

Todas las hepáticas foliosas presentes en ralmente dentados o ciliados (especialmente


Cuba se agrupan en el gran Orden Junguer- en el ápice), es típica de bosques húmedos.
manniales, que incluye 18 familias y 79 gé-
neros. Algunas de las familias con mayor División Bryophyta
diversidad de especies en Cuba son: Lejeu-
neaceae (Lejeunea), Lophocoleaceae (Lopho- Los representantes de esta división, comun-
coleaceae) Jubulaceae (Jubula), Frullaniaceae mente referidos como musgos, presentan un
(Frullania), Herbertaceae (Herbertus), Pla- gametofito cormoide con simetría radial. El
giochilaceae (Plagiochila), Radulaceae (Ra- tallo en algunos géneros presenta pequeños
dula), Porellaceae (Porella) y Trichocoleaceae grupos de células especializadas para la con-
(Trichocolea). ducción. Las hojas se distribuyen en forma
de espiral sobre el tallo y pueden tener for-
Las especies de la familia Lejeuneaceae (Fig. mas muy variadas. La lámina está constituida
8.2B) se caracterizan por presentar sus hojas normalmente por una única capa de células
íncubas, divididas en un lobo dorsal grande y (a veces se presenta pluriestratificada o con
un lóbulo ventral pequeño largamente unido engrosamientos en los bordes), con o sin ner-
al lobo a lo largo de una quilla y por la pre- vadura central o costa (en ocasiones doble),
sencia de anfigastrios (excepto en Aphanole- margen frecuentemente dentado con células
jeunea y Cololejeunea). La ramificación tipo de diferentes formas y ornamentación. Los
Lejeunea y el arquegonio único por gineceo gametangios (anteridios y arquegonios) se
son otros caracteres importantes de esta fami- encuentran protegidos por hojas modifica-
lia. Es la más abundante y numerosa, la mayo- das y pueden encontrarse entremezclados o
ría de sus especies son epífitas y crecen sobre en ramas separadas. La seta puede ser corta
raíces, corteza, ramas y hojas en los bosques o larga, hialina o coloreada, erecta o torcida
126 húmedos, el crecimiento sobre hojas vivas y en su parte superior va a portar la cápsula
(epifilia) es una característica especial de esta que puede ser de forma cilíndrica, ovoide, es-
familia; la mayoría de los briofitos epífilos son férica o prismática y en cuyo interior se en-
miembros de esta familia. cuentra un cilindro central de tejido estéril
(columela), rodeado por el tejido esporógeno.
La familia Frullaniaceae se caracteriza por La cápsula se abre al caer el opérculo, dejando
presentar un gametofito con hojas íncubas, al descubierto los dientes y segmentos, que
con el lóbulo ventral transformado en saco de en su conjunto forman el perístoma, esta es-
agua, casi libre del lobo, perianto picudo y ra- tructura es la encargada de regular la salida
mificación del tipo Frullania. El género Fru- de las esporas.
llania es el más abundante de los dos géneros
de la familia presentes en Cuba y se reconoce Esta división está representada en Cuba por
fácilmente por su pigmentación rojiza. Crece 15 órdenes y 50 familias, algunos de ellos son:
mayormente epífito sobre cortezas y ramas de
árboles y arbustos. ӧӧ Orden Sphagnales: Sphagnaceae
(Sphagnum)
Los representantes de la familia Herberta- ӧӧ Orden Polytrichales: Polytrichaceae
ceae pueden ser confundido fácilmente con (Polytrichum, Pogonatum, Atrichum)
un musgo por la gran densidad de sus hojas, ӧӧ Orden Dicranales: Fissidentaceae (Fis-
dispuestas transversalmente sobre el tallo; sidens), Leucobryaceae (Leucobryum, Cam-
ambos tipos de hojas, laterales y ventrales pylopus) y Calymperaceae (Calymperes,
son ampliamente bilobados. Sus integrantes Syrrhopodon).
tienen habitos epífitos, a menudo colgantes ӧӧ Orden Pottiales: Pottiaceae (Barbula,
en los bosques húmedos. Por otra parte, la fa- Hyophiladelphus).
milia Plagiochilaceae se reconoce fácilmente ӧӧ Orden Rhizogoniales: Rhizogoniaceae
por presentar hojas súcubas, con márgenes (Pyrrhobryum).
dorsales reflexos y bases decurrentes y gene-
Capítulo 8. Briofitas

ӧӧ Orden Hookeriales: Hypopterygiaceae género Sphagnum está representado en Cuba


(Hypopterygium), Daltoniaceae (Daltonia), por nueve especies, entre las más frecuentes
Hookeriaceae (Hookeria). se encuentran: S. meridense, S. magellanicum,
ӧӧ Orden Hypnales: Rutenbergiaceae S. palustre y S. portoricense.
(Pseudocryphaea), Thuidiaceae (Thuidium,
Cyrtohypnum). La familia Polytrichaceae (Fig. 8.8B) presen-
ta gametofitos acrocárpicos, erectos, rígidos,
La familia Sphagnaceae (Fig. 8.8A) se ca- verde oscuros o pardos y tamaño variable
racteriza por sus gametofitos verde pálido a que va desde unos pocos centímetros hasta
blancuzcos, en ocasiones con tintes rojizos cerca de 30 cm. La hoja presenta una base
o rosados. Las ramas se disponen en fascí- envainadora, costa ancha y lamelas conti-
culos agrupados. Hojas del tallo y ramas di- nuas o discontinuas en su superficie ventral.
mórficas, ecostadas, uniestratificadas, en las La especie más representativa de la familia es
que alternan células clorofílicas (clorocistes) Polytrichum juniperinum, planta por lo gene-
y células hialinas (leucocistes), éstos pueden ral de gran tamaño que crece sobre suelo o
presentar poros y fibrillas helicoidales. En rocas húmedas y ácidas, a partir de los 900 m
los representantes de esta familia raramen- de altitud. Se distribuye exclusivamente en las
te se observa el esporofito maduro, ya que la cimas más altas de la Sierra Maestra.
formación de anteridios y arquegonios no es
frecuente. Son plantas típicas de lugares pan- La familia Fissidentaceae presenta un solo
tanosos, muy húmedos y ácidos. Se pueden género, sin embargo, es la de mayor número
encontrar en las zonas de arenas cuarcíticas de especie en Cuba. Las especies del género
de Pinar del Río e Isla de la Juventud y las Fissidens (Fig. 8.8C) presentan gametofitos
partes más altas y húmedas de las montañas acrocárpicos, de color verde pálido a verde
orientales (Sierra de Nipe, Alto de Iberia, Pico oscuro. Las hojas alternan en dos hileras 127
Bayamesa, Pico Turquino y Gran Piedra). El opuestas y son conduplicadas y diferenciadas

A B C

D E F

Figura 8.8. A. Sphagnum meridense con esporofito, B. Polytrichum juniperinum, plantas masculinas, C. Fissidens polypo-
dioides con esporofito, D. Leucobryum martianum, E. Calymperes erosum y F. Octoblepharum albidum. © J. Mercado (A) y
© A. Motito (B, C, D, E, F).
Motito y Rivera

en lámina dorsal, lamina ventral y dos lámi- MÉTODOS DE RECOLECTA


nas vaginantes. El género está representado
por 39 especies, que pueden crecer sobre tie- Para la recolección de plantas no vasculares
rra, rocas, árboles vivos y materia orgánica en se sugiere: 1) trazar el itinerario y ruta con
descomposición, preferentemente en lugares un mapa, lo que permite predecir, en cierta
húmedos, aunque algunas especies son tole- medida, cuáles son los lugares más idóneos
rantes a la sequía por lo que se pueden encon- para realizar las recolectas; 2) tener un cono-
trar desde el nivel del mar hasta las mayores cimiento previo sobre el clima, la vegetación
alturas. Entre las especies más ampliamente y la geología del sitio de trabajo, lo que permi-
distribuidas y abundantes por todo el país se te tener una idea la diversidad. La existencia
encuentran: F. bryoides, F. elegans, F. polypo- de cursos de agua y cañadas podría dar una
dioides y F. zollingeri. medida de hacia dónde dirigir los esfuerzos
de recolecta.
La familia Leucobryacae (Fig. 8.8D) es acro-
cárpica y sus integrantes se reconocen fácil- Para la recolecta de briofitas se debe dispo-
mente por la apariencia blanquecina de sus ner de una serie de objetos, entre los que se
gametofitos, las hojas del tallo y de las ramas encuentran: navaja o cuchillo, lupa de 10× y
son monomórficas, aparentemente ecosta- 20×, sobres de recolección, cuaderno de no-
das y están distribuidas uniformemente a lo tas, lápiz o bolígrafo indeleble, sacos o bolsas
largo del tallo; lámina bi a multiestratificada. y un GPS (en la actualidad muchos teléfonos
Son plantas de sitios húmedos a semi-secos, móviles lo tienen incorporado). Otras herra-
usualmente lignícolas o epífitas. En Cuba la mientas como un cincel y martillo pequeño
familia está representada por cuatro géneros son recomendadas si se pretenden recolectar
y 22 especies. Uno de los géneros más amplia- especies que crecen sobre rocas (rupícolas).
128 mente distribuido es Leucobryum, en parti-
cular las especies L. albidum, L. crispum y L. La recolección se efectúa con la mano o con
martianum. la ayuda de cualquiera de los instrumentos ya
citados si los indiviudos se encuentran fuer-
La familia Calymperaceae (Fig. 8.8E), que temente adheridos al sustrato. Las muestras
también posee gametofitos acrocárpicos, se extraídas deben tener esporofitos, aunque
caracteriza por presentar células alargadas si no es así no se deben desechar porque en
y translúcidas en la parte basal de las hojas la actualidad existen claves que permiten la
muy bien diferenciadas de las células del mar- identificación del material a partir del ga-
gen basal y de la parte distal, la parte superior metofito. Además, estas muestras deben ser
de la lámina con células isodiamétricas. Casi representativas, pero con el cuidado de no
siempre con propágulos sobre las hojas, par- extraer los parches enteros.
ticularmente hacia el ápice. En Cuba la fami-
lia está representada por cuatro géneros y 20 Las muestras se depositan en sobres donde se
especies, dos de los géneros más ampliamente anota el número de la recolecta y otros datos
distribuidos son Syrrhopodon y Octoblepha- de interés como son: el tipo de sustrato, ilu-
rum (Fig. 8.8F), este último incluye plantas minación, humedad, localidad, fecha, reco-
blanquecinas de hojas apretadas, carnosas, lector y cualquier otro dato que se considere
frágiles y costa ancha. Muy abundante en to- de interés. Estos sobres se pueden realizar de
das las provincias del país, crece sobre corte- papel periódico u hojas de papel desechables.
za, en la base de las palmas y de otros árboles, No es recomendable el uso de papel delgado
se puede encontrar desde el nivel del mar has- o lustroso ya que las muestras húmedas lo
ta las altas altitudes. De este último género se deterioran, ni tampoco el empleo de bolsas
encuentran en Cuba las especies: O. albidum, de nylon pues no permite el secado de los
O. cucuiense, O. erectifolium y O. pulvinatum. ejemplares. No obstante, algunos recolecto-
res utilizan bolsas de nylon para muestrear
en ambientes acuáticos o en zonas de alta
Capítulo 8. Briofitas

precipitación, en este caso conviene llevar como la pendiente, los tipos de formaciones
estas muestras a sobres de papel lo más rá- vegetales y los criterios asumidos al hacer el
pido posible para evitar su deterioro y con- diseño de muestreo. Se realiza la recolecta de
taminación con hongos. Posteriormente, los todas las plantas no vasculares presentes en
sobres se colocan en el saco o la bolsa para los transectos independientemente el sustra-
su secado al aire o al sol, y luego se trasladan to sobre el que se encuentre. Es importante
al laboratorio. identificar mediante señales el trazado del
transecto ya que podría garantizar realizar
Algunos recolectores recomiendan prensar réplicas temporales. Los transectos deben
a los antocerotes y hepáticas talosas similar a disponerse entre 5 -10 m de la orilla del ca-
como se realiza con las plantas vasculares. Sin mino o del límite del bosque para evitar el
embargo, la experiencia cubana demuestra efecto de borde.
que este proceso no es necesario. En el caso
de las hepáticas foliosas y musgos la presión Muestreo por parcelas. En este caso se
ejercida durante el prensado puede deformar utilizan parcelas cuadradas para realizar el
los tallos y alterar la disposición de las hojas inventario de las plantas no vasculares. En los
o la forma de la cápsula. En el caso de las bosque húmedos (pluviales y siempreverdes)
muestras recolectadas en zonas de alta pre- donde la riqueza y diversidad de los musgos,
cicpitación o en medios acuáticos, es aconse- hepáticas y antocerotes suele ser elevado,
jable presionar ligeramente entre las manos es recomendable, a partir de la experiencia
las muestras que se recolecten para eliminar obtenida, realizar parcelas de muestreos de
el exceso de agua. 1000 m2 (1/10 de hectárea). Cada una de estas
parcelas se subdivide en nueve subparcelas de
MÉTODOS DE INVENTARIO 2 × 2 m, distribuidas en los cuatro ángulos y
cinco en la parte central. Se realiza la recolec- 129
Inventario de especie. Consiste en listar las ta de todas las plantas no vasculares presentes
especies avistadas en el área de estudio. Las en las subparcelas independientemente del
recolectas se realizan de manera intensiva, sustrato sobre el que se encuentre.
sin que exista un recorrido predeterminado:
a orillas y talud del camino, cañadas y en el epifitismo. Este método se utiliza para de-
interior del bosque, muestreando todos los terminar la composición y riqueza vertical
posibles microhábitats donde estas plantas en los forófitos (plantas que sirven de sus-
pueden crecer. De esa manera se puede reco- trato a otras plantas, pero no lo parasitan).
lectar el mayor número de especies en menor Tambien es útil en estudios de evaluación del
tiempo. La realización de listas de especies de estado de conservación del ecosistema, pues
briofitas in situ no es un método confiable ya las briofitas epífitas poseen alta sensibilidad
que requiere de una elevada experiencia y co- ante los cambios ambientales y pueden ser
nocimiento taxonómico. Debido a la propia empleadas como bioindicadores. Este méto-
biología del grupo, es complicado reconocer do tiene varias etapas, las que se explican a
especies o incluso géneros a simple vista. continuación:

Muestreo por transectos. El uso de tran- 1. Se establece una parcela en la formación


sectos permite hacer estimados de abundan- vegetal en estudio. Las dimensiones de esta
cia (e. g. individuos/m o km) para comparar parcela dependerán de las condiciones del
la diversidad de las plantas no vasculares sitio.
entre áreas, a través de rangos altitudinales,
tipos de vegetación o hábitats. El largo del 2. Definida la parcela se realiza la identifica-
transecto puede ser desde unos pocos metros ción taxonómica de los forófitos presentes,
hasta cientos de metros, incluso hasta kiló- se pueden medir algunas variables climato-
metros, lo cual está en función de los obje- lógicas de interés, que puedan caracterizar el
tivos de la investigación y de otros aspectos
Motito y Rivera

clima del sitio. El investigador define según bre de recolecta por un sobre de herbario lue-
sus objetivos cuales son los forófitos a evaluar. go de ser apropiadamente identificado. Para la
confección de un sobre de herbario se puede
3. Para un estudio preciso sobre la localiza- emplear una hoja tipo carta (21,5 × 28 cm).
ción de los musgos, hepáticas y antocerotes se Se realiza el primer doblez transversal (parte
utiliza la zonificación del forófito propuesto inferior de la hoja) a los 10 cm, el extremo
por Gradstein et al. (2003) (Fig. 8.9). En ge- opuesto se dobla 8 cm sobre el primero y los
neral se pueden trabajar en todas las zonas o extremos libres se doblan hacia adentro unos
en alguna seleccionada según los objetivos de 3,5 cm (Fig. 8.10). El sobre resultante mide
la investigación. Es necesario esclarecer que unos 14,5 × 10 cm aproximadamente, no obs-
la zonificación del forófito puede modificarse tante, estas medidas son relativas al tamaño de
teniendo en cuenta la estructura de la forma- la hoja de papel utilizado. Dentro del sobre se
ción vegetal. introduce la etiqueta del herbario con toda la
información del material.
4. Realizada la zonificación del forófito se
procede a la recolecta de los individuos pre- El material seco que se coloca en el sobre de
sentes, siguiendo el método tradicional o herbario no debe llevar porciones excesivas de
definiendo subparcelas (10 × 10 cm); para sustrato, ya que esto ocasiona que los extremos
abarcar toda la zona seleccionada. del sobre se abran, se salgan las muestras y
se deterioren los sobres con mayor rapidez.
5. Caracterización del forófito teniendo en Los ejemplares identificados y ensobrados se
cuenta parámetros físicos-químicos de la cor- encuentran listos para ser incorporados a la
teza como: pH, humedad y rugosidad. Esto colección o herbario. La colección puede or-
podría ser útil para explicar la preferencia de
130 un forófito sobre otro.

Figura 8.9. Zonificación del forófito propuesta por Grads-


tein et al. (2003).
MÉTODOS DE PRESERVACIÓN
Las muestras recolectadas no necesitan del
secado en la estufa ni el tratamiento con sus-
tancias químicas (envenenamiento). En el la-
boratorio a las muestras se les sustituye el so- Figura 8.10. Confección del sobre de herbario.
Capítulo 8. Briofitas

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